Kario

El regreso de Tristán.

Jornadas antes se había despedido de sus compañeros de viaje, el Cabo, el Veterano y la hija de su difunto amigo Thróin mientras que se encontraba rodeado por la familia de este último. Pero sus noches eran atormentadas por los recuerdos de la Ciudad Fantasma, las oscuras y horribles bestias aladas que sobrevuelan la ciudad y los caminantes que se arrastran por las tierras del Reino, parecían perseguirlo en su mente una y otra vez.

Tristán sabía que debía enfrentar sus miedos, sus pesares y tomar la iniciativa. Él era un hombre común, pero también un gran veterano de guerra y líder de su grupo. Sentía la responsabilidad de proteger a sus hombres y así honrar aquellos que confiaban en él. Tristán había regresado a las Ruinas de Rosgith después de una semana, con la convicción y certeza de que era cuestión de tiempo ajustar cuentas y dar punto y final a su historia en el Norte.

Participantes y habilidades.

Capítulo I.

Situación de la guerra en el Este del Reino de Lordaeron.

- Ruinas de Rosgith.

Otrora un lugar donde filosofar, estudiar y aprender los Caminos Inescrutables de la Luz, ahora caídos en desgracia y usado como punta de lanza sobre el inminente asedio a la Ciudad Fantasma, Andorhal. Más de un año llevan las Fuerzas del Bien preparando el asedio y cuando más cerca lo tenían el Azote les golpeó duro, renunciando al puente que unía el campamento con la Ciudad, además del avance las fuerzas de la Plaga, tomando tanto la Hacienda de Rosfield como la Hacienda de Ostogar, instalando en ambas horripilantes Calderos de la Plaga. 

Moral: 12/50 - BAJA.

• Recorrido en las Ruinas de Rosgith:
  • La Marcha de los Justos: +35
  • La Ciudad Fantasma Avanza: +5
  • La Llama de la Venganza: +2
  • Los Suministros perdidos: -5
  • La Cripta Antigua: -5
  • Salvar al Sargento Ryan: -15
• Balance de moral de los líderes de las Ruinas de Rosgith:
  • Justicar Jared Miller: +10
  • Capitán Leontus Constantine: +5
  • Cruzada Elizabeth: +5
• Efectos de moral:
  • BAJA - Conseguimos tomar la Hacienda de Rosfield y tras ello logramos además realizar diferentes tareas que nos colmó, quizá con demasiada tranquilidad y no estábamos preparados para lo que el Destino nos tenía preparado. Perdimos los suministros de Thróin además del fallecimiento de este mismo a manos del Nuevo Orden, muchos fueron capturados y aunque fueron a posteriori rescatados, el horror vive aún en ellos. La liberación de una Banshee y la pérdida del único asentamiento cercano a Andorhal, con demasiadas bajas del que ahora goza el Nuevo Orden ... ¿Qué clase de horrores nos aguardan? ¿Podremos sobre ponernos como antaño hicieron los Justos que marcharon sobre Caer Darrow? Las dudas comienzan a nacer en corazón de las Fuerzas del Bien.

- Enemigos Notables de las Fuerzas del Bien.

• Gárgola Temible.

"¡Mi Cabo! ¡¿Eso del cielo es un dragón?! ¡ ... !"

- Soldado de Infantería, pocos momentos antes de ser aplastado por la enorme Gárgola.

• Descripción: Una criatura horrible, creada y mutada con malas artes. Durante una de las misiones fue dañada, pero tras una temporada sin tener noticias de ella regresó mucho más grande y agresiva.
• Afiliación: El Azote.
• Estado: Viva.
• Efectos de moral: -10
• Némesis:
  • Fuerzas del Bien.
  • Nuevo Orden.

• Dama de la Noche.

"Durante el día llora en lo profundo de la espesura, allí donde no llega la Luz y durante la noche, caza las pobres almas que vagan perdidas en el Bosque de los Lamentos. "

- Iniciado Argenta, durante una maniobra en el Bosque de los Lamentos.

• Descripción: Antaño Lady Catherine, una orgullosa y valiente Paladín de la Mano de Plata, ahora caída en desgracia y transformada en una horrible Banshee que vaga por el Bosque de los Lamentos. Aún se desconoce si se ha aliado al bando del Azote o al Nuevo Orden.
• Afiliación: ???
• Estado: Viva.
• Efectos de moral: -5
• Némesis:
  • Fuerzas del Bien.

• Sir Godfrey, Caballero del Nuevo Orden.

"¡Eres un horror, un ser impuro que debe ser purgado de esta existencia, la Luz guiará mi hoja para hacer JUSTICIA."

- Espadero Escarlata, momentos antes de ser aplastado por el martillo oscuro de Sir Godfrey.

• Descripción: Poco se sabe de Sir Godfrey, más allá de ser un enorme y corpulento Caballero no-muerto. Parece que ansía recuperar la que nombró como "su Ciudad" durante una de las misiones del grupo, mientras que estaban en cautividad. 
• Afiliación: Nuevo Orden.
• Estado: Vivo.
• Efectos de moral: -10
• Némesis:
  • Elegost Faler.
  • Fuerzas del Bien.
  • El Azote.
  • Gárgola Temible.

La Guerra... La Guerra No Cambia Nunca.

El campo de batalla se había transformado en un verdadero infierno. La sangre y muerte se habían apoderado del lugar, cubriendo todo a su paso. El Nuevo Orden había avanzado con una ferocidad inhumana, segando vidas, tanto de las Fuerzas del Bien, como del Azote. La desesperación y el miedo se había instalado en los corazones de los defensores del Bien, sabiendo que la victoria estaba lejos de su alcance.

El Capitán Leontus había luchado con valentía, liderando a sus hombres y mujeres en una batalla que sabía que no podrían ganar. Y aunque había logrado salvar a muchos de sus compañeros, no había podido salvarlos a todos, pues la mayoría de sus soldados, amigos y conocidos habían perdido la vida en la cruenta batalla.

Pero la muerte de Eina había sido la más difícil para el Capitán. La enana había sido su amiga desde antes de la guerra, habían luchado codo con codo con anterioridad. Pero todo acabó rápido cuando un virote Renegado envenenado alcanzó a la enana en el pecho. Nada pudo hacer Leontus, mas que ver como Eina soltaba el último aliento en sus brazos.

El Capitán había luchado con todas sus fuerzas, pero no había sido suficiente. Ahora, tras volver a las Ruinas de Rosgith no dudaría en alzar un pequeño recuerdo en honor a su amiga. Allí se quedaría durante largas horas observando el memento.

- "La Guerra... La guerra no cambia nunca." - susurró Leontus, antes de girarse y marcharse para no volver más ahí hasta finalizar la campaña, mientras se aferraba a su dolor y tristeza, sabiendo que jamás podría reparar las pérdidas de aquella cruenta batalla.

Participantes y Habilidades.

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith.

Nueva Correspondencia.

Largo tiempo había pasado ya desde que el grupo llegó por primera vez a las Ruinas de Rosgith. Desde entonces han sufrido y vivido los horrores que alberga el Norte: Caminantes, Necrófagos, Gárgolas, Apariciones y una larga lista sin fin de peligros, sin descanso apenas entre una crisis y otra. Sin embargo, desde la recuperación del Justicar, las Ruinas de Rosgith han vuelto a ser seguras y las tropas parecen haber recuperado su ánimo.

Durante este tiempo de calma y paz, todo el mundo ha tenido la oportunidad de recuperarse tanto mental como físicamente. Comenzaron a llegar tropas de refresco al lugar, además de algunos materiales y una nueva forja. Sólo necesitaba un maestro o maestra forjador que quisiera servir allí tan lejos, todo poco a poco parecía ir a mejor.

El grupo, por su parte, ha estado descansando, quizá algunos entrenando o estudiando con más ahínco luego de ver que apenas sus habilidades no son suficiente para los males de estas tierras y quizá otros habían dedicado más tiempo a estrechar lazos debido a todas las vivencias ocurridas. Es por ello que, las acciones del grupo en las Ruinas de Rosgith no habrían pasado inadvertidas y recibirían una carta que les sería entregada a mano por un mensajero.

La Cripta Antigua. Capítulo III.

La Dama de Noche completamente liberada de sus cadenas comenzó a destruir las fuerzas del Bien que trataban de proteger las puertas de la Cripta. No pudieron hacer nada, pues le pillaron por sorpresa. La Aparición surgió del suelo y sin previo aviso comenzó a gritar, un chillido espectral que a más de uno consiguió reventar ambos oídos.

El Templario hizo todo lo posible para salvar a sus hombres. Su único objetivo era que estos pudieran regresar con sus familias, mas esta vez, no lo consiguió, les falló y también se falló a sí mismo. Con las pocas fuerzas que le quedaron pudo rechazar y espantar a la Aparición. Poco después el grupo apareció y allí estaba él, con la hoja en su mano, soltando su último aliento.

Al menos, ellos habían regresado con vida y con la reliquia. Al menos no todo fue en vano.

Participantes y Habilidades

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith

La Cripta Antigua. Capítulo II.

Los últimos vestigios de humanidad habían abandonado a Lady Catherine, dejándola atrapada en un abismo oscuro de culpa y dolor. El sonido de su llanto se mezclaba con el ulular del viento y el crujido de las ramas secas bajo sus pies. La luz del sol que antes iluminaba su rostro y la reconfortaba ahora sólo la quemaba y la hacía sentir más sola y desesperada. 

Recordaba sus días como Paladín con nostalgia, tristeza y autocompasión. La vergüenza la abrumaba y los remordimientos sólo la carcomían por dentro. Ya no podía volver atrás y deshacer lo hecho. Un nuevo horror había sido desatado en aquella sala, un horror nacido de la culpa y los malos recuerdos. 

Ella misma sería apodada como la Dama de la Noche, pues es durante las horas oscuras del día donde la culpa y los remordimientos desaparecen, donde podría vivir su nueva no-vida.

Participantes y Habilidades

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith

La Cripta Antigua. Capítulo I.

El grupo había recuperado sus fuerzas refugiados en una pequeña cueva mientras que la amenazante lluvia que no cesó hasta bien entrada la madrugada. Una vez amaneció, continuaron su marcha por el bosque, cada vez más lejos de las Ruinas, tardaron un poco en volver a recuperar la orientación, pues durante la huida de la enorme bestia alada, corrieron sin medir mucho allá a donde se adentraron.

No obstante tras una larga caminata, consiguieron abandonar el frondoso bosque y retomar de nuevo el Viejo Camino que lleva hacia la Hacienda de Ostogar, allí encontraron varias tropas auxiliares al mando del Gran Templario, el cual seguía en el frente reteniendo a las huestes del Azote para impedir que estas pudieran acercarse a la Cripta. El grupo aprovechó la oportunidad y tras otro largo día de viaje, al fin llegaron a las puertas de la Cripta.

Participantes y Habilidades

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith

Aptitud de Combate - Física. 

Clive Ashford

• Descripciones

• Historia

Las tropas que quedaban en las Ruinas de Rosgith seguían manteniendo la rutina bajo las órdenes del Capitán Leontus. Y viendo que la temible Gárgola había vuelto a sus furtivas actividades, todas las tropas comenzaron a entrenar aún más rigurosamente. El Justicar y el Gran Templario aún siguen deteniendo las fuerzas del Azote en la Hacienda de Ostogar y no hay noticias sobre ellos, así pues, cualquier maldad proveniente de la ciudad de Andorhal debían enfrentarlos ellos a solas.

El invierno en otros lugares, poco a poco iba cediendo terreno a una primavera por llegar, no obstante en el Norte era algo que no se apreciaba pues el frío castigaba fuerte y más aún tan cercanos a la Ciudad Fantasma.

Participantes y Habilidades.

Los Suministros Perdidos: Sir Godfrey.

Sir Godfrey fue el único en quedar en pie cuando la marea de muerte del Azote arrasó su campamento. Miró a lo lejos y allí vio como los vivos se escapaban por la espesura del bosque. La Gárgola se arrancó una extremidad para salir volando y poder huir. Pero no siguió a ninguno de sus enemigos, la calma de nuevo había llegado al lugar que en cuestión de poco tiempo no era más que ruinas y cadáveres, el enorme caballero comenzó a caminar tranquilamente por el lugar, hasta que encontró a su segunda, su mano derecha. El cadáver que otrora fue el cuerpo de una mujer, ahora yacía aplastado en el suelo.

El caballero de las sombras tomó de los ropajes de esta, el enorme Tomo que portaba el cadáver que aún se conservaba intacto, este con sus huesudas manos lo cogió con la diestra, se alzó y miró a las montañas. Sin decir una palabra, Sir Godfrey parecía ya tener un nuevo rumbo.

Participantes y Habilidades.

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith.

Los Suministros Perdidos: Una Nueva Misión.

Las tropas marcharon de las Ruinas de Rosgith junto con el Justicar para apoyar al Gran Templario ante el avance de las huestes de Andorhal apostadas en la Hacienda de Ostagar. El campamento quedaría liderado por el Capitán Leontus que organizaría una posible defensa, mientras que la Cruzada Elizabeth llevaría sus Cruzados a presentar batalla contra un par de numerosas hordas cercanas al campamento.

Mientras tanto en mitad de todos estos conflictos había dos hombres con otra misión, quizá no tan llena de gloria quizá incluso dicha hazaña no sería recordada por nadie, pero no por ello era menos importante. Uno de ellos se había reencontrado con un viejo fantasma de su pasado y se había enterado de que otro viejo amigo, que pensaba que a estas alturas estaría muerto, seguía con vida presentado batalla. Por otro lado, el otro cargaba con el peso de los lazos de su familia sobre sus hombros. Ninguno dudó en ofrecerse y el Justicar, con plena confianza en el Montaraz, le puso al mando de la misión: Rescatar al grupo cautivo.

Participantes y Habilidades.

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith.

Los Suministros Perdidos: Cautivos por el Nuevo Orden.

Les quitaron sus posesiones, los desnudaron y les curaron las heridas letales, sólo para mantenerlos con un hálito de vida. Tras esto, los arrojaron tal como si fueran bestias o perros sarnosos a una jaula, dónde había un cuenco con agua de dudosa calidad, pues sobre ella flotaba una extraña capa marrón. A un lado, trozos de carne crudos y al fondo de la jaula varios hombres y mujeres, que parecían haber perdido toda la cordura que podían llegar a tener.

Una de ellas repetía palabras una y otra vez sin cesar, abrazada a sí misma sobre sus rodillas. Otro sólo parecía rezar una y otra vez sin encontrar respuesta a aquello que le atormentaba. ¿Cuántos días habían pasado? El grupo ya no lo sabía, allí no llegaba la luz del día, era difícil discernir. No obstante, un no-muerto cubierto de una larga y oscura túnica, con pesadas cadenas y un enorme libro atado a su cintura entró a la jaula acompañado de otros dos enormes no-muertos que portaban grandes alabardas. Allí señaló al Escudero de la Mano de Plata.

- Cogedlo a él. Tendremos una plácida charla. Es cuanto dijo con una voz de ultra-tumba que hizo eco en la jaula, para que a los pocos segundos ambos alabarderos tomasen al Escudero por la fuerza para llevarlo a un lugar donde la Luz está casi extinta.

Participantes y Habilidades.

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith.

Los Suministros Perdidos.

"Ningún enano quebrará el juramento que se ha hecho. Humanos y enanos lucharán como hermanos, como antaño lo hicimos y como en el futuro haremos. Mis manos forjarán vuestras armas que atravesarán las defensas de los enemigos de la Vida y también forjará los escudos que os protegerán de aquellos que amenazan con devorar todo lo que amo."

Thróin GolpeMartillo del Clan Pico Tormenta, durante el Concilio de los Cinco en Caer Darrow.

Año treinta y siete después de la Apertura del Portal Oscuro.

Malas nuevas llegaron a los oídos de Thróin GolpeMartillo. Sus enanos habían resultado muertos en el Viejo Camino que lleva hacia la Tumba del Santo Uther, el cargamento que haría reactivar y reparar su forja, también perdido. ¿Cuánto podría resistir un frente de guerra con armaduras, armas y escudos rotos? Thróin sabía que esta situación era insostenible y con el beneplácito del Justicar y el Gran Templario, comenzó a formar una Compañía que fuese con él para investigar lo sucedido.

Buscó al escriba del campamento y para cuando lo encontró le solicitó escribir un mensaje en Común que todo el mundo pudiera entender. Thróin comenzó a preparar su pipa de fumar y con el martillo en mano, comenzó a redactar al escriba y tras terminar, él mismo en persona colgó la nueva misión en el Tablón de las Ruinas de Rosgith.

La Llama de la Venganza

Pudieron pasar la noche atrincherados en la antigua Capilla de la Virtud. Dicho lugar Santo profanado, antaño servía para los estudiosos de la Luz, pues en ella los aprendices a Paladín o Sacerdote hacían largos tiempos de estudio y meditación. Ahora en completas ruinas y en posesión del Tomo Sacro de Sir Alester y con los primeros rayos del amanecer, el grupo pudo partir con aquello que habían venido a buscar.

El viaje de vuelta fue un poco más placentero que el de ida, no obstante estuvo marcado por enormes grupos de Caminantes, gárgolas que aleteaban en el cielo y también la amenazante sombra de aquella temible y enorme Gárgola que atemorizaba a cualquiera que se acercase a esos alrededores. Tras casi media jornada de viaje, el grupo llegó a las Ruinas de Rosgith. Allí volvieron a sentirse seguros...¿o quizá sería el lugar menos seguro?

Participantes y Habilidades.

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith.

Las Crónicas de las Ruinas de Rosgith.

En el puesto de Mando de las Ruinas se encuentra un escriba. Dicho hombre es el encargado de registrar todos los sucesos que ocurren a lo largo de la Campaña en el último Frente de Guerra contra el Azote en el Oeste de Lordaeron. Por tanto no es de extrañar ver al anciano ir tras los Altos mandos o incluso hablar con los soldados apostados en los muros, pues al parecer su único objetivo es hacer un Compedium sobre todo lo ocurrido en el frente. Por ello desde el trabajador más mundano hasta el mismísimo Gran Templario o Justicar tienen acceso a dichas páginas, para a posterior dar su opinión o corregir alguna errata sobre lo sucedido.

Prólogo.

Capítulo I.

La Ciudad Fantasma Avanza: La Batalla en la Hacienda Rosfield.

La Jefa de Artillería disparó contra el Caldero, y en un instante, comenzaron a llover piedras, aplastando tanto a las fuerzas del Bien como a las del Mal, provocando además un ensordecedor estruendo. El Justicar, sabiendo que la muerte acechaba a su alrededor, creó una cúpula de Luz para salvar a los soldados cercanos. A pesar de su valentía y Tenacidad, muchos perecieron en el ataque, pues el caos reinaba en el campo de batalla y  casi un cuarto de las tropas que acudieron a la batalla nunca volverán a empuñar sus armas, mientras que casi la mitad recibieron heridas demasiado severas como para seguir continuando. 

El Justicar y el Capitán se reunieron observando el cruento escenario que tenían bajo sus pies y una sola mirada bastó para que ambos decidieran retirar el resto de las fuerzas hacia las Ruinas de Rosgith, pues ya sabían que la siguiente posición estaba aún más protegida y vigilada. El Capitán dirigió el grueso de las tropas de vuelta, mientras que el Justicar iría a dar las nuevas al Gran Templario, el asalto a la Hacienda de Ostagar se antojaba de momento imposible.

 Participantes y habilidades.

Consecuencias en Crónicas de las Ruinas de Rosgith.

La Ciudad Fantasma Avanza: Calderos de la Peste.

Las huestes de Andorhal tras intentar asediar las Ruinas de Rosgith y estas poder defenderse a duras penas, siguen sus planes para expulsar a los vivos del lugar y esta vez aprovechando que los ejércitos del Bien tratan de recuperar sus fuerzas, han mancillado las tierras con Calderos de la Peste en posiciones estratégicas que impiden el paso de los suministros hacia el frente de guerra, para así seguir ejerciendo presión. 

Días posteriores que los exploradores trajeron estas nuevas al puesto de Mando, todos y cada uno de ellos estuvieron reunidos durante un largo día. La Cruzada se veía molesta e incluso enfadada ante la paciencia que le pedía el Justicar, no obstante, el único que conseguía calmarla era el Gran Templario. El Capitán Imperial permanecía en silencio y sólo observaba a unos y otros. Mientras que el emisario del Clan Pico Tormenta parecía posicionarse más hacia el lado del Justicar. 

Finalmente consiguieron llegar a un acuerdo y establecer un plan de ataque e incluso de posible defensa en caso de que El Azote aprovechase el momento para asediar nuevamente Rosgith. El Justicar con las fuerzas Imperiales, atacaría el Caldero más cercano, situado en la Hacienda de Rosfield mientras que la Cruzada y el Gran Templario unirían fuerzas para que sus tropas atacasen el Caldero de la Hacienda de Ostogar, el cual estaba mejor guarnecido por las tropas enemigas. Tras esto, el Justicar uniría fuerzas con la Cruzada y el Gran Templario. Una vez todo decidido el encargado del tablón colgaría esta nueva llamada a las armas, dónde a cada escuadra se le asignaría su grupo y la misión a realizar en el campo de batalla. Además de un pequeño mapa improvisado con los puntos dónde atacarán las fuerzas.

Offrol.

Tras el Relicario

El grupo del Caballero de la Mano de Plata, Sir Barristán, caminaba por el sendero que dirige hacia Pico de Plata. Su Escudera caminaba a su lado, mientras que los hombres de armas, portaban el Relicario. El anciano Paladín parecía algo molesto y malhumorado.

- En mis sesenta y dos inviernos sirviendo a la más Sacra Luz, jamás, repito que jamás me habían robado mi corcel. He enfrentado a viles criaturas, horrendas abominaciones. ¡Incluso he disipado de las peores maldiciones!... 

- Maestro, déjalo ir, no pasa nada. La Justicia ya caerá sobre esos saqueadores de caballos. Además en cuanto los liberen sabrán volver a casa. No le des más importancia.

- Juro ante la Luz que traeré paz y justicia a este lugar Casandra. No nos iremos hasta que todo esto esté más controlado y recupere mis caballos.

Conclusión.

Participantes y habilidades.

"Antaño las Ruinas de Rosgith eran un paraje lleno de Luz, belleza y música. ¡Y así volverá a ser! ¡Que las huestes de Andorhal sepan que no volverá la tierra de mi Pueblo a caer en sus manos! ¡POR LA LUZ! ¡POR LORDAERON!"

-Capitán Leontus Konstantine, durante la toma de las Ruinas de Rosgith.

Tablón de misiones: Ruinas de Rosgith.

Entre las ruinas del lugar, cerca de la intendencia se alza un enorme tablón. Allí los superiores dejan escrito con papel, los nombres de los grupos que participarán en las diferentes misiones asignadas. Todas las mañanas cuando apenas sale el sol, puede escucharse el martillo del encargado en colgar dichos escritos. Los soldados acuden cada mañana al lugar para saber que les deparará el día. 

Misiones Principales del Tablón.

Misiones Diarias del Tablón.

Misiones de Compañeros.

Offrol - Leyendas del Tablón de misiones.

Era una sala pequeña, algo oscura tan sólo iluminada por el poco sol que se colaba a través de las vidrieras con el símbolo de la Orden de Tyr Mano de Plata. Allí varios Caballeros de la Sacra Orden parecían discutir y debatir sobre diversos temas relacionados con el devenir del mundo y las guerras que lo asolaban y las que aún estaban por llegar. Ethan se mantenía en silencio, pues sólo acompañaba a su Maestro, que había regresado del sur por algunos asuntos personales. La reunión se alargó hasta la puesta de sol.

Tras una charla dónde pudo hablar largo y tendido con su Maestro y compartir un manjar de las tierras sureñas de los bosques de Elwynn, pera hervida. Ambos hombres se pusieron al día, el llamado de la guerra ya hacía eco en el corazón de Ethan, pues su Maestro le reclamaba y tocaba marchar y hacer frente a las huestes del Mal y la Oscuridad. Tras tantos años de adiestramiento había llegado el momento de ser puesto a prueba. Tras despedirse, Ethan sentía un torbellino de emociones, había demasiadas personas con las que deseaba hablar antes de tal cometido. No obstante alguien tenía en mente desde hace largo tiempo y quería zanjar el asunto. Marcho a por tinta, pluma y papel para disponerse a escribir una carta para el que antaño fue su hermano durante tanto largo tiempo en la Orden.

@Imperator

Villadorada había sido su hogar durante muchos años, donde forjó amistades inquebrantables, hermanos con los que combatiría contra el mal y la oscuridad. Es por ello que atesoraba con cariño en su corazón los recuerdos y vivencias con cada una de las personas que estuvo a su lado y aunque volver a Villadorada significaba enfrentarse a antiguos fantasmas que había evitado durante décadas, no podía resistir el anhelo de volver a su hogar y reencontrarse con su camarada, su hermano, tras leer aquella funesta carta.

Después de un largo viaje y soledad, el Paladín y su fiel montura finalmente llegaron a Villadorada. Ataviado con un largo manto oscuro que le cubría desde la cabeza hasta los pies, caminaba con una expresión seria y algo taciturna, ocultando la emoción y el dolor que lo embargaban. Observaba a la gente pasar, recordando lugares y personas del pasado, y cada recuerdo lo sumía en una tormenta de emociones. Una vez que cruzó Villadorada y llegó a su destino, se quitó el manto oscuro dejándolo sobre su blanca montura y contempló el lugar de descanso erigido en honor a su hermano caído. A pesar de todo lo que había visto, a pesar de la guerra, a pesar de las muchas heridas que había recibido, allí estaba, luchando contra las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Buscó en las alforjas aquellas cartas que recibió, además de otros recuerdos y con un paso decidido se acercó hasta aquél pequeño santuario. Dedicó un ligero cabeceo y luego se sentó allí al lado. Largos minutos los pasó en silencio mirando hacia el frente, hasta que el canto de los pájaros rompió aquél silencio y con ello el Paladín comenzó a relatar.

"¿Recuerdas nuestra compañía? ¿Recuerdas nuestras aventuras por los Bosques de Trabalomas? Hace una década, quizá más. El tiempo se ha escapado de mis manos tras largos años de incesante lucha. Pensé que estarías con él, se marchó tras el asedio y tampoco he sabido mucho más. 

Yo recuerdo aquél campamento lleno de barro, mugre, humedad y malas bestias, pero recuerdo veros a ti y a ella, juntos bajo el calor de una hoguera, siendo felices. Ella a menudo me comentaba sobre ti con cierta ternura. Tener ese recuerdo me reconforta.

De haber sabido las dolencias de tu corazón querido amigo y aquello que te ha perturbado todos estos años hubiera tratado de hacer algo. Aún así no he hecho tan largo viaje sólo para hablar aquí contigo y quizá te alegre saber que ella descansará aquí junto a ti. En su hogar, su tierra. He traído los últimos recuerdos que me quedan. 

Los lazos de nuestra compañía jamás se romperán pues ahora se que la muerte es sólo otro camino, uno que todos debemos tomar. Pero mientras me queden fuerzas recorriendo por mis venas, juro ante vosotros dos que no olvidaré la alegría y el regocijo al tormento y la muerte.

Seguiré luchando por vosotros, pues mientras haya Vida hay Esperanza.

...

Vuestro servicio ha acabado, descansad hermanos míos."

Hacia el Bosque Maldito.

Epílogo. Necrópolis de ratas.

Cuatro figurabas caminaban por aquél cementerio olvidado, dónde aún quedaban restos de los enjambres de las ratas acechando entre las sombras o royendo no más que huesos de algunos de los cadáveres que quedaban por el lugar. Estas cuatro figuras ataviadas por largas y pesadas túnicas se detuvieron en un cadáver en concreto, parecían reconocerlo a pesar del estado en el que se encontraba. Uno de ellos alzó la mano y mediante las malas artes logró controlar al enjambre de ratas que allí se daba un festín con la carne inerte del cuerpo que allí yacía.

El más anciano de todos se quitó la capucha, examinó el cadáver con la diestra enguantada en cuero y tras una mueca de claro asco, volvió a ponerse en pie, volteándose al resto con una voz grave, áspera y rota por los largos años.

- Es él, es el Adepto traidor, parece que ya se han encargado de él.  Aún así avisad al Jinete, hay luciérnagas por el bosque que debe cazar.

Consecuencias.

Participantes y Habilidades.

Hacia el Bosque Maldito.

Capítulo V Final. Bienvenidos al Bosque. 

Evelyn los había dejado a su suerte tal y como estaba planeado. Mientras que el Escudero partiría con Ronald y de por seguro correría alguna que otra desgracia similar. No obstante, esta vez para Evelyn no había sido como otras veces, dudó, su voluntad estuvo a punto de ceder pero en cuanto vio a aquellos seres fustigados por antiguas maldiciones gruñir y aullar en dirección al grupo logró despejar todo atisbo de duda y partir hacia la reunión para con sus superiores.

Gracias al hechizo de invisibilidad y sus habilidades, logró pasar inadvertida, pero en cuanto vio aquellos enjambres de ratas no-muertas no pudo si no, estremecerse. Quienes la esperaban dieron paso entre los enjambres para que la mujer caminase por aquél antiguo y olvidado puente, que llevaba a un cementerio derruido. Avanzó con miedo e inseguridad pues los enjambres parecían acecharla, mientras que emitían chirridos agudos que resultaban horripilantes para el oído.

Cruzó el umbral y allí estaban aquellos a quienes debía reportar el éxito, Evelyn caminó y se detuvo unos segundos para recordar al grupo que había dejado allí... quizá un atisbo de arrepentimiento podía sacar a relucir en su corazón.

Consecuencias.

Participantes y Habilidades.

Hacia el Bosque Maldito.

Capítulo IV. Parte III. Mercenario

Evelyn oculta y agazapada pudo ver como el mercenario que le había ayudado salía desde la ventana. Lo siguió con la vista y cuando vio que el hombre pudo escabullirse del lugar sin problemas respiró aliviada. Giró ahora la vista y logró presenciar como salía Ronald de la hacienda y ella procuró hacer lo mismo, se adelantó usando las sombras a su favor para pasar desapercibida y acechar al hombre del cuál tenía grandes sospechas sobre su verdadero ser.

Tras espiarlo no había sacado nada en claro, no obstante presenció como aquella lucha interna de poder salió favorable hacia Ronald, el cual buscó a la guardia y una vez se topó con ellos cambió su rostro al de alguien afligido y con quizá cierto pavor por lo que había presenciado.

- Han atacado al señor Samuel, he ido a visitarle y me he encontrado su cadáver decapitado. ¡Id a su hacienda!

Los guardias no dudaron y en seguida marcharon hacia el lugar dónde el Maestre de la casa Dávila había indicado. Este se marchó satisfecho, había sido un día productivo para el hombre. Por ahora todo marchaba según su plan. Evelyn por otro lado, comprobó como el hombre había cambiado los hechos ocurridos en la hacienda. Su caza aún no había terminado.

Consecuencias.

Participantes y Habilidades.