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Stannis the Mannis

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Sobre Stannis the Mannis

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  1. Census Militaris Regnum Stromgarde Stromgarde Kuningrīhhi Nombre: Elegost Friederich Faler von Falver Lugar de nacimiento: Andorhal-Reino de Lordaeron Fecha de nacimiento: 16 - 3 - 6 a.p.o (antes de la apertura del Portal Oscuro) Fecha de alistamiento: 3-11-34 Lugar de acuartelamiento: Stromgarde capital Rango: Cabo Cuerpo: Exploradores Legión asignada: XIII División asignada: IX Anotaciones oficiales: Ascendido en persona por el Capitán Leontus Konstantin por sus esfuerzos en la campaña de Rosgith y por recomendación del Justicar de la Mano de Plata Jared Miller
  2. Dos sementales y una sacerdotisa -- -- Que a un noble purasangre de Lordaeron le tocara estar ahí en los establos, acinado, junto a otros de menor bajo linaje, era en parte despreciable como agotador. No bastaba eso, si no que tenía que aguantar las insolencias de en éste caso: soldados de la legión. Uno en especial era tan arrogante e insolente, creyéndose vencedor y ganador. Pero le enseñó una buena. Hombre que sí. Le había tocado aguantarle y encima quería usarlo para creerse más, pero en eso que cuando lo lanzó contra la tierra y le enseñó su sitio ... ahí fue cuando el soldado aprendió a apreciar al noble equino de Lordaeron. Porque Everard no había podido cabalgarle tanto como quisiera, o al menos no quedarse en la silla y acabar el circuito que Elegost había predicho. En todo caso fue Annalena la que lo acabaría y se llevaría las sorpresas de los soldados. Pero para Everard no acabó ahí la cosa, pues para decidir quién se llevaría el segundo lugar de la competición-entrenamiento de hoy, se batería en un duelo amistoso cuerpo a cuerpo con Elegost. Everard estaba seguro, creía que el viejo montaraz no era rival para él, que la juventud puede contra la experiencia, que su cabeza era la más dura, pero... de nuevo, para el soldado del sur todo fue acabar en el suelo. Lordaeron había vencido a Ventormenta por dos ocasiones. Aún así, los tres, tanto Annalena que los observaba fuera de la liza con la mayor curiosidad, acabaron alegres y contentos cenando tranquilamente. Y así habían pasado la tarde, cabalgando y abrazos con los pechos desnudos y ... Mh ¿Qué cosas habría estado escribiendo Annalena mientras les miraba tan atentamente? Era algo que ninguno de los dos se había parado a pensar. -- Entrenado por Everard y Elegost: Aptitud: Golpe Temerario Elegost: Equitación - Defensa - Atletismo - Reflejos - Fauna (Mamíferos) - Desarmado (Equilibrado) Entrenado: Aptitud diestra: Escurridizo Everard: Atletismo, Desarmado, Equitación, Fauna (Mamíferos), Reflejos, Sanación-Hierbas Entrenado: Desarmado (Equilibrado) Annalena: Equitación - Fauna (Mamíferos) - Reflejos @SwordsMaster @yune134
  3. Solo yo puedo decidir el futuro de mi vida --- Otra misión más. Otro día más. "Tú estás vivo, es lo único que importa" Le dije al pobre desgraciado de Midir. Luz, pobre hombre, cuánto ha sufrido, y sé que le dolía mucho más esos fallos con su magia que toda la larga marcha hasta Rosgith. Esa impotencia, esa desesperación, ese hombre no la ha vivido lo suficiente, pero yo sí. Vivir la derrota, una y otra, incluso las victorias han terminado siendo derrotas. Cuando llegué a Rosgith lo veía en muchas caras, la misma expresión que tenía Midir, no era dolor por el combate; era la impotencia del fracaso. Yo ya no sé qué sentir. Otra vez me enfrento a la muerte y vuelvo sin más. ¿Providencia, la Luz protegiéndome, las artes arcanas de la compañera de Midir? Antes solía creer que era la Luz, pero ahora creo que es una maldición. Mi maldición es tener que volver y ver todas esas caras, ver a compañeros como Everard retorciéndose de intenso dolor en una cama, saber que has fallado expectativas, no lograr lo mínimo que te han pedido. A veces envidio a Santiago. Jared me enseñó a resguardarme en los recuerdos positivos, vivencias a las que recurrir y que la Luz nos rindiera con su calidez por la bondad de esos actos. Cada día me cuesta más recordar esos momentos . . . A veces creo que no son reales ¿Realmente conocí a una elfa bardo, de cabellos plateados que me cantaba? ¿Bailé con aquella noble elfa de azulada melena a juego con su vestido vaporoso, que grácilmente se movía bajo la lluvia sin importarle? ¿Realmente tuve una hija a la que hubiera colmado de tesoros?. Desearía volver a zambullirme en aquel río de Trabalomas junto a aquella muchacha risueña, pero ya no puedo recordar nisiquiera su rostro. Lo único que puedo recordar es el fracaso y las batallas. Si cierro los ojos por unos segundos creo estar delante de todos esos horrores. Abro los ojos y no hay nada. Cuando me alejo del campo de batalla, desearía volver a él, y cuando estoy aquí, desearía volver junto a aquellas personas. Pero ya no están, y yo no las puedo recordar. Aquel no muerto tenía razón. Mi luz se apagará, la luz que me guía para no caer en el principio de la locura. En el momento que caiga, todo será oscuridad. Y ahora sólo puedo esperar a la siguiente misión. Al siguiente día. Y volver vivo, otra vez. Porque la guerra... La guerra no cambia nunca.
  4. -- -- Elegost había estado cerca de media hora, sino más, sentado en el tronco semipulido donde solía juntarse con Tristán o permanecía solo como era este el caso. La sorpresa de recibir una carta había pasado. Pero por unos momentos fue una sensación agradable, pues desde que había llegado a esos lares de nuevo, las sensaciones eran de todo menos placenteras. Pesadillas terribles de acontecimientos reales y ficticios devoraban su mente cada vez que intentaba descansar, era algo normal, ya había pasado y sabía que mientras la magia oscura estuviera presente sería habitual. Pero para él era más que eso. Cada vez más veía cosas que sabía no eran ciertas, como vigilando los muros ver la figura de su anterior compañero y amigo Law, que murió en el asedio de Scholomance hace años. Le vio como le vio en su día, a unos metros, intentando aferrarse para no caer, pero no, no era real, puede que las tres primeras veces que lo viera pensase que era real, e intentara, como no hizo cuando pasó hace años, el ayudarle. Pero daba igual. Law murió. Nada iba a cambiar. Esto era fruto de su mente enturbia, de los poderes oscuros. Al menos esta carta era real. Pues esta se quemaba hasta solo quedar cenizas, no se desvanecía luego de apartar la mirada. Aunque había alivio de que alguien por su acción lograse una nueva vida, también sabía que era mejor olvidar, que nadie supiera. Incluso algo bueno tenía que ser enterrado. Al final solo los viejos recuerdos terminaban escarbando hasta la superficie. -- @SwordsMaster
  5. Un poema --- --- "Yo soy el pobre soldado Que vuelve de la campaña, Sin un amor que me espere, Ni una sola esperanza, Sin una insignia que diga: Te queda tu padre, el Imperio Yo soy el pobre soldado Que vuelve de la campaña, Y mis hermanos ya han muerto Tanto el listo como el tuerto, Y también encuentro muerta En mi corazón a la patria." --- Este poema escrito por Elegost, fue encontrado entre sus cosas en el cuartel, posteriormente leído por un superior que declaró lo siguiente en un informe para la comandancia: Este soldado es un hombre que ha experimentado una gran pérdida en la guerra. Ha regresado a su hogar sin el amor de una esperanza, y siente que su vida es vacía. Ha perdido a sus compañeros de armas, incluyendo a aquellos que amaba, fuera o dentro de la institución armada, También siente que ha perdido su amor por su patria, por el Imperio, o cualquier forma política y nacional, y que su futuro yace muerto. Este soldado es probablemente un hombre solitario y aislado, que ha sido impactado emocionalmente por la guerra. Es posible que tenga trastornos de estrés postraumático y depresión debido a las difíciles experiencias que ha vivido. Es un hombre que probablemente ha perdido su sentido de identidad y propósito, y está buscando una forma de reconstruir su vida o, Luz no lo quiera, de buscar perderla para poner fin a todo su trauma y dolor. ---
  6. Elegost leyó en voz alta la carta para Duncan. -- Será mendrugo el niño, si encima fue él quien se marchó sin avisar. Es igual de cabezahueca que su padre. No estaba enfadado, no estaba molesto, estaba triste porque temía que le pasara algo a su sobrino, y también de que éste no se hubiera despedido de él. Pero era normal, estaba acostumbrado ya a que le olvidaran, lo cual agravó más su depresión, pero entonces empezó a cantar para que nadie sospechara. Acto seguido escribió una breve nota que tardó en llegar, porque la escribió luego y claro, tardaría 5 minutos más tarde. -- De Elegost Faler para Fergus Rollers Faler. Tú y yo tendremos unas palabras por ese lenguaje tuyo, a uno de los soldados ya he tenido que corregirle porque no paraba de decir improperios. Pero no hablaré de eso aquí, sino de que tengas cuidado. Abrígate bien porque donde hay muertos hay frío. Procura no meter un pie en un charco profundo. No te quites el casco. Haz caso de todo lo que te diga Ethan, pero no mucho, piensa por ti mismo a veces, pero lo justo. Yo te traeré un recuerdo de mi vista a ver ELFOS. Sí, nos vamos a ver elfos, y también a rapiñar a unos trols. Lo mismo te traigo una de esas calaveras suyas bañadas de oro. También te contaré como acabé espantando unos ogros cantando. Con cariño: Tu tío que te quiere. PD: ¿Por qué dibujas gente pegándose?
  7. Mientras la noche estaba encima y el carro iba con lentitud por el camino de tierra rumbo a la Muralla de Thoradim... Elegost pensaba, no podía dormir. La aventura del día habían sido tales que muchos sucesos. Además el carro era incómodo y alguien estaba rocando. Así pues sacó su farol e improvisó tinta de un pepino (que había rapiñado de una granja hace unas horas) y empezó a escribir una nota para su compañero de aventuras Everard De Elegost Faler para Everard de los Campos, Querido compañero, no te conozco apenas, pero este día me ha ayudado a valorarte como un compañero y amigo en el que confiar. Aunque hemos tenido nuestros roces y diferencias, esto no tendría que hacer mella en lo que es el comienzo de una gran amistad. Con honor y lealtad: Elegost. -- Toma Everard. Y se la pasó a su compañero que estaba delante suya en el carro. Luego se hizo una bola en un rincón y durmió más tranquilo. @SwordsMaster
  8. Que nos quedamos sin madera - Una obra no muy bien hecha- --- La pequeña serraría de los hermanos Flintong era conocida por tener una sierra que llevaba con la familia generaciones. Generaciones de leñadores habían llevado los robles y pinares a esa serraría, y buena madera había salido de ellas. Pero ahora eso no sería así, pues la sierra se había ido a la puñeta. El eje reventado, la sierra maltratada, un estropicio, y alguien dejó la palanca trastocada. En fin, la reparación tomaría días o semanas. ¿Cómo se había estropeado tanto? Pues primero fue una negligencia, luego, fue... mala voluntad. Lo bueno es que un hombre había aprendido hoy los estresijos de la maquinaría avanzada humana. Todo bondades, la Luz les recompensaría con sabiduría. --- Habilidades aprendidas y usadas: ---
  9. -Ranas y espadas. Entrenamiento de una mañana de invierno- --- --- Menudo frío hacía esa mañana en Stromgarde. Como siempre, todo empezaba en el patio del cadalso, o el patíbulo, o la plaza de las ejecuciones. Ahí habían dos hombres desayunando, luego apareció una elfa, luego una niña, luego un héroe... un soldado... Bueno, se formó un buen grupo. ¿Y qué haría este grupo? ¿Ir de aventuras? ¿Salvar el reino de una amenaza oscura? ¿Defender el imperio y ganar la gloria? Pues no. Salieron corriendo como niños -o puede que persiguieran a un hombre rubio- y ya fuera de la ciudad, ante una charca tranquila, observaron los patos, las ranas, la paz. Y así es como pasaron la mañana. Con risas, juegos, marchando detrás de ranas, o disparando el arco con una diana improvisada. También hubo tiempo a entrenarse con el brazo y la espada. O para hacer o forzar amistades. Una mañana bien aprovechada, una mañana de paz y tranquilidad. Uno de esos momentos que vale la pena recordar. --- Habilidades usadas y aprendidas: ---
  10. Elegost había dejado a sus compañeros con una rapidez pasmosa mientras cantaba ... Luz sabe qué cantaba. ¿Pero a dónde había marchado? Se metió en unos juncos y volvió tiempo después... ¿Tan importante era esa carta? Pues, bueno, había leido cosas interesantes, su compañero Midir le necesitaba, Quel'Danil LE NECESITABA - Se compró ropa o más bien ¡La improvisó! Tomó un peto de metal que tenían en la armería, unas correas, unos pantalones y unos guantes. ¡Y su bicornio! Tomó pluma y tinta, empezó a redactar la respuesta:
  11. Día 2 -Noche- Nos marchamos --- Se acabó. No habían cuerpos que entregar. Ni pertenencias. Ni recuerdos. Los asesinos héroes volvieron a la ciudad de Stromgarde con la noche ya encima. Unos heridos, otros heridos en un sentido más allá de la superficie. Alguno podría que durmiera bien, o directamente no durmiera. Qué había pasado en esa maldita villa. Su misión era sencilla; Encontrar algo que ayudase a la búsqueda de cuatro soldados desaparecidos. Nada más. No tenían que hacer más nada que buscar... Pero, en cambio, lo que lograron fue mucho peor. Algunos muertos, otros heridos, traumas y daños. Un anciano muerto por un infarto, un mercenario cercenado, un hombre desnucado, una joven que se quitaba la vida luego de perderlo todo, una mujer en cama malherida durante días. Etc No se había logrado más que decir que se habían encontrado dos hombres enterrados, que apenas se sabía dónde estaban, realmente, nadie lo sabía. Así que nadie pudo corroborar esa información. El único soldado que se pudo encontrar fue uno que se perdió justamente mientras investigaban. La misión había sido un fracaso. El peaje nunca más fue retomado, cayó en desudo. La "Condesa" perdió sus tierras y un señor feudal las tomó, ahora la libertad del pueblo se terminaba. En pocos años quedó abandonado, la mitad de su población se tornó al bandolerismo, otras erraron y vagabundearon. El causante de todo quedó libre. Los héroes hicieron más mal que bien. ¿Pero quién fue el causante de todo? ¿Quién era ese Konrad del que hablaban las cartas? ¿Qué relación tenía Cintia con todo? ¿Dónde estaban los dos cuerpos que faltaban en la fosa que el Escudero encontró? No se sabría, nada se sabría. La misión había sido un fracaso. Nadie era un héroe. No eres un héroe. ---- Habilidades ---- Agradecimientos a todos los que han participado. Perdón a aquellos que he rechazado cuando me han pedido unirse. Y también perdón a los que se lo han perdido ya estado en el evento. La próxima intentaré que el evento no dure tantos días para que todos puedan aprovechar y que no sea tan lioso para los implicados (y para mi mismo). Gracias y nos vemos en la próxima. ----
  12. Día 2 -Mediodía- ¿Te sientes ya un héroe? ---- Cómo dolía. Un golpe seco y para el suelo, sin más. Tan fácil como eso, golpe en la nuca. ¿Sería así como se sentían los peces cuando los mamporrean contra algo para matarlos? La diferencia es que pese al dolor... no estaba muerto, sólo dormido, aturdido, inconsciente. Elegost había dejado que sus compañeros se valieran por su cuenta, además él no tenía más autoridad que la misma que los otros, así que ¿Qué podia decirles? Estaría con ellos y les daría apoyo, aunque qué apoyo das cuando tienes alguien como Duncan que asusta hasta a los Ogros. Al menos había gente sensata como Lina o Kelrina. O con un temperamento más estable como Erwina o Fergus. Pero oh, lo que habían pasado en unas pocas horas. El anciano del pueblo había fallecido de un ataque y la inmensa ayuda que les podría ofrecer al grupo ya no se podía dar. Elegost desaparecido, otro soldado más añadido a los 4 de la misión. ¿Quién se lo había llevado? ¿Por qué? Kelrina no vio pinstas que condujeran a ninguna casa en concreto, o la mansión de Cintia; la rica pomposa del lugar, que habiéndose enviudado se quedó con la fortuna del terrateniente local más rico, que era además hermano del anciano del pueblo. La situación era peliaguda, desquiciante, normal que Duncan guiado por el ímpetu de Fergus hacía una casa cercana al rastro dejado por los raptores; cometiera una horrible imprudencia, al echar abajo la puerta y llevarse consigo a una pobre madre inocente. Entre llantos, curas y rezos, los héroes abandonaron el lugar. La madre sobreviviera, pero el daño estaba hecho. La amargura, el odio, la desesperación aumentó. Cintia. Ella lo hizo, todo. Fergus lo tenía claro y la llama escarlata ardía como una tormenta flamígera. Y por poco no acaba en un baño de sangre en la misma plaza del pueblo. Nuestros héroes a este paso ya eran visto por la mitad de la gente como todo menos héroes. Más bien alborotadores, peores que los corruptos guardias del peaje, que cobraban tasas elevadas a los viajeros o comerciantes que salían del pueblo llevando sus mercancías a la capital. ¿Realmente estos eran los que iban a salvar al pueblo? Realmente... ¿Iban a salvarlos? Ellos sólo venían a por unos desaparecidos, desaparecidos que a ese gente no les importaba, es más, se alegraban de que se fueran, pues les hacían la vida imposible. Ahora el grupo quería saber dónde habían ido a parar y para ellos sólo Cintia sabría las respuestas. Pero ella no parecía saberlo ¿Era sólo otro peón? ¿Una aprovechada que jugaba a un juego mayor que lo que ella pensaba? La misión era rescatar o localizar unos desaparecidos. Ahora, parecía ser que la misión era sobrevivir. ---- Habilidades: ----
  13. Día 2 Con armaduras y a lo loco --- -- Hay soldados por las calles -Decía el hombre mirando discretamente por entremedias de la puerta de la contraventana, observando el variopinto grupo que entraba en el pueblo tranquilo. A esas horas y época del año no es que se saliera mucho, pero con esa gente por ahí había menos ganas -- Serán los que buscan a los del peaje. -Le respondió su mujer con cierto tono calmado pero a la vez inquieto -No lo creo, vienen otros con ellos, parecen mercenarios, y llevan a una niña. Por otro lado, las dos doncellas que cuidaban la casa de la llamada "Condesa" que no era más que la acaudalada viuda del terrateniente más rico de la zona: se miraban la una a la otra, viendo al grupo hablar con su señora, preguntándose qué hacían ahí y por qué se veían tan dispares. Y así, todo el pueblo se fue enterando de la llegada del grupo variopinto que empezó a causar cierto revuelo, como cuatro campesinos que salían malhumorados de haberse tomado el desayuno. --Te lo puedes creer, ese enlatado, que nos dicen eso, malpuerco que lo ha parido --Hombre Fermín, pero tómalo con calma --Su repuerca madre. Aguantamos a los otros cuatro bastante, y ahora viene todo el ejército. Si tenían hasta una elfa de esas --Hablemos con el anciano, debe saber qué está pasando --Hideoputa... E incluso cuando el grupo salió de la tasca, las miradas de los que aún seguían en el interior tomando el desayuno se volcaron en el exterior. Y mientras comían se pegaban al cristal empañado, viendo como las figuras en armadura gritaban o discutian, o Luz sabe qué. --Mira, los dos grandes parece que se van a matar. --¿Pero estos realmente han venido a por los desaparecidos o ... planean cobrarse una venganza? --No digais tonterías, nosotros no tenemos nada que ver --¡Eh eh! Parece que el del parche va a reventar al del casco --Naaaad se ha parado delante, le tenía que haber metido una hostia a mano abierta --Esperar, se acerca el de la manta en el hombro rara. --Creo que nos está mirando... Que grima. Y así, el mediodía se acercaba pero para éste excéntrico grupo... el día acababa de comenzar. --- Habilidades: ---
  14. Día I Las setas estaban ricas Elegost y Duncan contemplan el alba mientras piensan que se ven bastante imperiales - - ------ Cuando Elegost vio como el Circo del Sol había llegado al tablón de anuncios del cuartel supo que el día iba a ser apasionante. Cinco horas después y el día había sido de todo menos apasionante, pero ya sabía que era ir con gente no ducha en la foresta, pero qué iba a decir él. El grupo tenía la misión de investigar qué había pasado con el puesto de peaje del Cruce de Amalgama, linde del Bosque Inforeste y la Granja del Viejo BIll, y el pueblecito de Utrech de Ribera. Sus 4 miembros habían desaparecido, la patrulla de relevo con la misma se volvió al cuartel de la ciudad y ahora nadie permanece vigilante hasta que se esclarezca lo sucedido. En el peaje se encontraron no muchas cosas, utensilios de cocina, algunas mantas, los sacos de dormir, dos tiendas y una cabaña cual parcialmente el techo se había venido abajo, seguramente por alguna nevada o torrencial lluvia. Pero lo importante eran varias notas dejadas por el campamento. Entre ellas la única firmada por uno de los desaparecidos el soldado: Felix Lope Ludolph Snellix Gabriel de la Torre que decía lo siguiente: "Estaremos preparados para cuando toque tomarlo y pararlo como dijiste, pero éste será el último acto. Los demás ya no quieren saber nada y salvo Leandros que es más joven, quiere dejarlo. Yo no me atrevo a seguir haciéndolo y la cosa no puede ir a mayores. Las cuentas están más que saldadas, y si no es así, ésta es la última nota. Me iré bien lejos y se acabó todo esto, Konrad está loco si planea hacer lo que se pretende. Lo de Trabalomas no acabó bien y yo no voy a ir al Vacío junto a ellos" Las otras dos notas encontradas en las tiendas exteriores eran mucho más escuetas "En la tasca La Luna Torcida" "Las cajas en el establo" "No te mojes buscando" Todas las notas acabarían siendo leidas por los miembros del Circo akka: Grupo de rescate. Por este día descansarían en el campamento abandonado, ahora algo más ... recogido. ¿Mañana? Pues gracias a la información de una elfa y una niña escarlata, todo parecía indicarles que el pueblo sería el paradero al que acabar, y que ese bosque entre medias de ellos y la ciudad podría albergar alguna sorpresa. ----- Habilidades: --- Gracias por acudir a esta primera sesión. En los próximos días se reanudará camino al pueblo vecino. Estaremos en contacto. -----
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