Nombre del Personaje
Ronwell
Raza
Humano
Sexo
Hombre
Edad
21
Altura
2'20
Peso
100Kg
Lugar de Nacimiento
Poblado pequeño cerca de Alterac el cual fue arrasado por el azote.
Ocupación
Actualmente ninguna. En busca de un futuro.
Descripción Física
Ronwell es un humano de gran tamaño y con una musculatura claramente marcada casi hasta el extremo pero con una movilidad considerable para su tamaño. De pelo y ojos negros posee una piel curtida y algo morena. Suele vestir prendas de tela o cuero pero también se le ha podido ver con una vieja cota de mallas reforzada la cual parece vieja y algo oxidada. En sus manos se muestran unos guantes de cuero los cuales tienen unas placas de acero moldeada sobre los nudillos. A su espalda se muestra un enorme espadón sujeto por correas.
Descripción Psíquica
Solamente con mirarle se puede observar que lo que le sobra en portento físico le falta en inteligencia.
De entendederas cortas aunque intenté comprender algo en ocasiones puede llegar a malinterpretarlo o simplemente dejarlo por imposible y quedarse con las cuatro palabras que resuman lo que le están explicando.
En muchas ocasiones parece poco más que un animal obstinado con un comportamiento salvaje e impulsivo casi de forma natural aunque quien se para un poco a conocerle pese su rudeza puede comprobar que no suele actuar de mala fe y la mayoría de veces intenta actuar de la mejor manera que conoce intentando hacer el bien (Aunque a veces parezca lo contrario o no lo consiga)
Ficha Rápida
No (600 palabras mínimo)
Historia
Nacido en un pequeño poblado de unas pocas decenas de habitantes Ronwell era el hijo de un guardia de Ventormenta el cual había sido destinado al lugar y una lugareña de la cual se enamoró tras largos años enseñándole las costumbres del lugar hasta que este se sintió más parte del poblado que de la ciudad a la que pertenecía. Ronwell paso sus primeros años de vida tranquilamente mientras su madre cuidaba de el y su padre vigilaba la posible presencia de orcos hasta que un aciago día hizo desear a todos que fueran los orcos los que apareciesen. Un ejército incontable de Esqueletos y seres alzados de la muerte cayeron desde lo alto de la montaña hasta el poblado provocando el caos entre sus habitantes. Entre gritos de agonía y sollozos la madre de Ronwell intento correr hacia el lugar donde el grupo de guardias que dirigía su padre en busca de protección. Mientras corría podía observar como sus vecinos y amigos caían a su lado a causa de una lluvia de flechas. Al llegar a la posición de los soldados estos ya se encontraban inmersos en un acalorado combate. Con Ronwell en brazos su madre corrió hasta los brazos del padre pero a escasos centímetros de estar bajo la protección de este una flecha se hundió sobre su pierna y otra sobre su espalda, atravesandola y provocándole al joven Ronwell una herida en su cráneo sumado a una pequeña fractura de este por el impacto. El padre de Ronwell acudió a socorrerles pero la herida había causado daños en la madre que no podían atender. El padre gruñó con furia y tomó su arma pero la madre tomó su brazo y con su último aliento le pidió que mantuviese a su hijo a salvo.
El padre de Ronwell alzó su mirada y lo único que pudo ver es muerte. Amigos, compañeros e incluso ganado o perros gritaban de agonía conforme la vida escapaba de sus cuerpos por lo cual tomo la decisión de tomar al pequeño Ronwell el cual estaba inconsciente pero con pulso y correr, correr con todas sus fuerzas sin mirar atrás.
Tras horas, quizás días de una larga caminata pido lograr dar con una sacerdotisa y sus guardianes bien armados, los cuales pudieron estabilizar a Ronwell y escolares hasta una caravana de heridos la cual estaba encaminándose a Villadorada. Al llegar intentaron sanar al joven Ronwell pero este no parecía reaccionar. Desesperado el padre dilapidó el dinero de su familia contratando sanadores, alquimistas, médicos y todo lo que se le ocurrió para lograr sanarle. Algunos realmente intentaban ayudar, otras veces varias sacerdotisas conjuraban luz juntas por horas e incluso días a petición del padre, otras veces magos alquimistas o interesados se aprovechaban de la desesperación del padre para realizar experimentos con Ronwell hasta que sin más. . .Un día despertó.
Su padre preocupado por las noticias temió que ese ejército que le perseguía en las pesadillas pudiese aparecer en lugares tan concurridos atraídos por el gentío y ruido por lo que tomo la decisión de tomar las pocas pertenencias que aún le quedaban y al joven Ronwell y emprendieron un largo vestido aje hasta unas montañas apartadas y prácticamente inhabitadas lo más recónditas que pudo, lugar que tomo como su nuevo hogar y en el cual levantó una pequeña cabaña y un pequeño campo.
Quién sabe si por la constante atención de las sacerdotisas conjurando, sus genes norteños, los alquimistas con sus brebajes o los que experimentaron con el o la herida en su frente y cráneo pero el joven Ronwell creció pareciendole costarle trabajo comprender algunas lecciones o explicaciones aprendiendo a duras penas a leer, contar o sumar pero también parecía estar dotado por una considerable fuerza y resistencia al cansancio la cual demostraba en un incansable trabajo en el campo, reparaciones y largas estancias en los bosques montañosos buscando alimento o recogiendo troncos para la cabaña y la leña. Su padre intentaba lo mejor que podía instruirle pero este parecía más agusto pasando largos periodos en la naturaleza y asalvajandose por lo que no se crió con los mejores modales del mundo.
Tras años dedicándose el día entero a trabajos pesados Ronwell empezó a mostrar un tamaño y fuerza muy por encima de la media y dándose cuenta de esto y de que quizás un día ese ejército de No-muertos pudiese llegar hasta ellos el padre de Ronwell mostró sus conocimientos instruyendole en el combate para lo cual si mostró un mayor interés aunque los refinados movimientos y posturas de su padre dejaron paso a unas posturas más agresivas y unos movimientos más contundentes por parte de Ronwell.
Pasados los años el padre de Ronwell llamo a este a la cabaña, este se encontraba en una rudimentaria silla tapado con una manta. El padre confesó a su hijo que quizás fue demasiado protector con el pero solo quería lo mejor para él mantenerle a salvo pero que se había dado cuenta que Ronwell no necesitaba un Salvador, sino que Azeroth necesitaba un salvador como Ronwell. Señalando una destartalada tabla le hizo entrega de una vieja armadura de mallas la cual porto cuando sufrieron el ataque, una vieja espada corta y un puñado de monedas. Le dio indicaciones para llegar a la civilización y con su último suspiro le bendijo sonriendo.
Tras procurarle un entierro Ronwell tomo sus cosas y echo un último vistazo al que había sido su hogar tanto tiempo. Tras prometer en la tumba de su padre que se haría más fuerte y haría que se sintiera orgulloso marcho bajando la montaña.
A medio camino escucho un grito de socorro y sin pensarlo dos veces empezó a correr. Conforme se acercaba pudo ver como un enano se arrastraba junto una mula con sus pertenencias huyendo de un gigante ogro el cual blandía una gran espada amenazante. Sin pensarlo dos veces y corriendo desenfundó la vieja espada de su padre y con un salto clavo está en la nuca del ogro gigante. La suerte y su peso hizo que la espada bajase con fuerza por la espalda del ser cortándole la columna vertebral cayendo este inerte y siendo fácil ponerle fin a su vida.
Como "agradecimiento"por la ayuda o por miedo a seguir solo el enano que se identificó como miembro de la liga de expedicionarios le ofreció acompañarle hasta el poblado más cercano y compartir con el sus viandas. Dicho y hecho pues a Ronwell pocas cosas le gustan más que poder disfrutar una buena y copiosa comida. Antes de partir Ronwell miro su espada, luego miro al ogro gigante, luego volvió a mirar su espada y tras lanzarle al enano la espada por la empuñadura para que la tomase se dirigió al ogro. Observándolo por un momento mostró una sonrisa y del suelo alzó la enorme espada del gigante ogro observándola y decidiendo que esta podría servir mejor a sus propósitos que una pequeña espada.
Así siguieron el enano y Ronwell algunos días mientras el enano maldecía el apetito de Ronwell por haberse acabado las raciones el primer día hasta que llegaron a un poblado. Ronwell nisiquiera miro el nombre del poblado solo le pregunto al enano donde se podía comer y sin más se dirigió allí.
Tras una buena comilona, descubrir la cerveza y tener que pagar los desperfectos tras una pequeña reyerta el posadero le señalo la puerta invitándole a marchar no sin antes comentarle que si necesitaba dinero alguien como el encajaría muy bien combatiendo en el frente al norte.
Ronwell tras ello viajo durante días hacia el norte preguntando en todo lugar que veía si ese era el frente hasta que llegado cerca de una ciudad amurallada uno de ellos le dijo que si y le mostró la entrada al lugar.
Ronwell observó la entrada de Stromgarde y tomó aire colocando los brazos en jarras sonriente. Allí era donde iba a empezar, allí se haría fuerte y haría que su padre se sintiera orgulloso. . .Se adentro a está ansioso por enfrentarse a su futuro. . . Y a un buen estofado, el estómago ya le estaba rugiendo.
Continuará. . .
