Saltar al contenido

Akross

Roler@
  • Contenido

    184
  • Registrado

  • Última Visita

  • Days Won

    6

Todo el contenido de Akross

  1. Pues hombre me parece que no hay muchos orcos salvo Nathan, pero te invito a unirte a los huargens, hasta la fecha, desde que salieron hemos estado roleando con ellos.
  2. Pues, bienvenido de vuelta también.
  3. Nombre: Vincent Alexei Dukenheilt Atributos 6 Físico 8 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 18 Mana 12 Iniciativa 10 Ataque a Distancia (Pistola de Chispa) 14 Ataque CC Sutil (Combate sin Armas Eq) 14 Defensa Habilidades Físico 4 Atletismo Destreza 2 Pistola de Chispa 6 Combate sin Armas Eq. 2 Escalar 6 Defensa 1 Nadar 4 Sigilo Inteligencia 2 Diplomacia 2 Conocimientos Tacticos 2 Abjuración Básica 1 Conjuración Básica 4 Invocar Elemental menor (C. Arc) 2 Sanación Elemental Percepción 4 Advertir/Notar 1 Rastrear 1 Etiqueta 6 Reflejos 2 Rumores 1 Callejeo Escuelas/Especializaciones Magia Arcana: Arcano Conjuración Ficha: Elemental menor (Cuervo arcano) Mimetizar/Cuervo: el elemental arcano adopta la forma y contextura exacta de un cuervo, puedo graznar igual que este e incluso imitar su forma de volar. Atributos 4 Físico 4 Destreza 7 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 16 Puntos de vida 21 Mana 6 Iniciativa 4 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 2 Sigilo Inteligencia 2 Mimetizar/Cuervo 2 Evocación Básica (Arcano) Percepción 2 Advertir/Notar 1 Rastrear
  4. Vincent Van Dukenheilt Raza: Huargen Sexo: Masculino Edad: 25 Altura: 1,80 cm / 1,95 cm Peso: 73 kg / 85 kg Lugar de Nacimiento: Cubil Del cuervo / Lago de Plata / Gilneas Ocupación: Nada Descripción Física Humano: Piel blanca, cabello de un rubio pero oscuro como el ámbar, antes del gueto solía llevarlo en una coleta bien cuidada pero tras los sucesos de la plaga huargen se lo ha dejado crecer mas de la cuenta y sin mucho cuidado dándole un aspecto de vagabundo, al igual su barba también solía llevarla recortada pero durante su estadía en el gueto la ha dejado crecer irremediablemente. Sus ojos son de un color verde muy claro llegando a rozar las tonalidades del gris; su rostro suele ser fino, de facción estoica con mandíbula firme y cráneo simétrico ovalado. Su cuerpo suele ser delgado y atlético, sin destacar demasiado por el grosor de sus brazos y piernas o magnitud de sus pectorales. Huargen: Su pelaje es de un gris Oscuro como el hierro además de abundante formando una melena puntiaguda por la crin de su cabeza hasta su espalda baja, sus ojos son rojos de un color intenso como el fuego de su alma, su rostro suele ser afilado como una daga con una expresión facial que denota una ira intensa. Descripción Psíquica Vincent sufre de un trastorno generalizado de desarrollo no especificado, es decir una especie de autismo, si bien no es algo que le impida vivir su vida naturalmente, le cuesta un poco relacionarse afectuosamente con sus prójimos, además de esto sufre ataques de tensión que lo hacen bastante vulnerable a caer presa de la ira o de la agresión, gracias a su educación junto a un magi veterano de Dalaran, ha aprendido a meditar para evitar aquellos episodios de arrebato, no obstante su trastorno no acaba allí, también le dificulta desarrollar varias actividades a la vez, como prestar atención a una canción mientras hace algún ejercicio, o algo tan simple como leer un libro mientras sostiene una conversación, o peor aún rastrear, que es la suma de un montón de habilidades y que para él es verdaderamente difícil. Pero a su vez suele ser bastante bueno en cuanto se concentra en una tarea específica llegando a ser perfeccionista o a hacerlo de una mejor calidad que el promedio gracias precisamente a que enfoca todos sus sentidos y concentración en llevar a cabo esa única habilidad. Sin embargo, su problema no marca toda su vida ni su personalidad, detrás de todo aquello, hay una persona con ardiente deseo de justicia, dispuesto a dejarse la sangre y el pellejo por su gente, su familia y su hogar. Colmado de gran orgullo, una ambición desmedida y una voluntad de hierro, buscará sobrevivir al pozo profundo en el que han caído él y su familia tras perder cualquier vestigio de nobleza y ser su nombre llevado a lo mas bajo. En sus manos y las de sus hermanos reside la tarea de recuperar el buen nombre que alguna vez pudieron tener, hacer de su familia grande otra vez y a su vez intentar ayudar a su patria en un tiempo tan aciago, pues donde la mayoría se rendiría, Vincent sabe que él no puede permitírselo, pues no le queda otra opción que seguirlo intentando hasta alcanzar el triunfo o morir en el intento. Su sentido del humor suele ser bastante limitado y peculiar, tampoco es dado a ser una fuente de carisma inagotable capaz de convertirse en el alma de la fiesta o la persona a la que acudirías para contarle tus problemas esperando escuchar un consejo a cambio, su empatía y forma de expresar sus sentimientos se limita a los hechos, no a las palabras bonitas bien adornadas, si bien puede tener sus momentos de inspiración, no es usual verlo desinhibido mostrando sus sentimientos ante la gente lo que lo vuelve un poco enigmático y difícil de comprender, para algunos es un desafío que implica ir más profundo a desentrañar sus pensamientos, otros podrían verlo como una persona básica con ambiciones trasparentes. Historia Crónicas Oscuras. Los ungidos por la noche No temen a la oscuridad Epílogo El monstruo de la celda X Últimamente los días y las noches se parecían entre si, o un día de otro parecían exactamente los mismos, pero no lo eran, todo revoloteaba y cambiaba a su alrededor incluso aunque él no lo notara, sombras retorcidas que se batían de un lado a otro en la penumbra, voces lejanas y pasos metódicos, algo circunspectos, puede que quizás temerosos pero definitivamente tensos, eran los pasos de los carceleros, pequeños hombrecillos nerviosos que daban una ronda de un lado a otro por las distintas celdas en aquel silencio sepulcral que se había hecho tan rutinario poniendo en sus rostros el semblante mas digno del que fueran capaces, pero resultaba una charada desalentadora, sus movimientos prevenidos delataban el incontenible miedo de sus corazones, era comprensible, pues no vigilaban bandidos o asesinos comunes, no, su labor era la de vigilar a las bestias, a los demonios de la noche, despiadados y letales huargen. Un haz de luz se extendía por los angostos pasillos, alejando poco a poco las densas sombras que se habían apropiado del recinto carcelario, los ojos del lupino se perturbaron unos segundos por la fulminante luz que se colaba entre las gruesas barras de hierro que adornaban un diminuto cuadro en el centro de una enorme y maciza puerta de madera con bordes de mas de aquel molesto hierro ya ennegrecidos por la mugre del tiempo, los ojos del carcelario ya estaban entrenados para desviarse apenas lo necesario, comprobar el interior de cada celda y luego seguir su camino lo mas rápido posible como si con aquel vano intento pudiera ahuyentar el miedo de su cuerpo, pero por alguna razón siempre se paraba frente la puerta de la “X”, daba un pequeño vistazo que se postergaba mas de lo necesario hasta que sus ojos se encontraban de súbito con aquellas esferas rojizas lupinas afiladas como vidrio roto que brillaban asechándolo en la oscuridad de la celda número diez, sostenía su mirada algunos segundos y luego profería algún insulto, se había hecho rutina para el carcelero Thobias y para su cautivo aquel intercambio de miradas, aunque no lo fuese a confesar nunca, el buen Thobias había despertado jadeando entre espasmos y cubierto de sudor, tras tener una pesadilla con aquellos ojos escarlatas en mas de una ocasión, tuvo la inoportuna desgracia de ver a uno de esos Huargen destrozar a su hijo pequeño como si fuese un diminuto muñeco de trapo atrapado en las fauces de un perro de caza, ahora solo había una cosa que odiaba mas que a los huargen y era el temor que estos le suscitaban. - Maldita bestia – Gruñó el carcelero al tiempo que daba honda patada en la puerta de madera; casi como acto reflejo se escucharon las pesadas cadenas de hierro arrastrándose por el suelo con velocidad vertiginosa y luego un golpe seco sobre la puerta de al lado haciendo que el regordete Thobie diera un respingo que le helaría hasta los huesos, pegando su espalda a la pared contraria a las puertas mientras su rostro se desencajaba acojonado al tiempo que su antorcha caía contra los adoquines de roca macula. - ¿Qué pasa querido Thobie, a donde ha ido todo ese valor del que tanto alarde hacías? – La voz era cruenta, áspera y gutural, medio animal, medio hombre, el gordinflón recoge rápidamente su antorcha y levanta la luz de esta hacia la puerta “IX” desde donde lo observaban dos brillos ámbar divertidos. - Ambos… no, todos vosotros animales deberíais ser puestos en la hoguera como la plaga que sois – El huargen de la IX suelta una risotada gutural y se regresa al rincón oscuro mientras se baten sus cadenas, el carcelero por su parte decide seguir con su camino antes de que algo pueda salirle mal, me refiero a realmente mal, Thobias sabía bien que las bestias estaban encadenadas por un brazo y un tobillo pero no era idiota, sabía lo que ocurría cuando alguno de estos te mordía, fiebre, después dolor, al cabo de unos días solo sentías ira, una ira indómita, mas enceguecida de la que pudiera alguno imaginarse y finalmente te tornabas diferente, te convertías en otra bestia mas e ibas por allí buscando algo que poder destrozar con tus nuevas fauces lupinas, músculos aerodinámicos y garras largas como cuchillas. Después solo habían dos formas de parar el frenesí asesino, la muerte siempre era una posibilidad, unos cuantos disparos, un filo bien encajado quizás, el otro método aunque parecía menos ortodoxo, era en realidad un poco mas extenuante para las buenas gentes de gilneas, encierro supervisado por otros pobre gilneano igual a él y una cura milagrosa que les regresaba momentáneamente el raciocinio como el alma al cuerpo pero que a priori perdía su efecto. Antes de quedarse solos en aquellas celdas, habían varios huargens en las celdas contiguas, pero tras estudiar los efectos de la cura en ellos por un par de dias se los llevaban a algun lugar, no estaban seguros si se trataba de un lugar mejor o si se los llevasen para ejecutarlos, lo que si era seguro es que fuese lo que fuese, estaban convencidos que sería sin duda algo mejor que permanecer allí encerrados contestando preguntas y siendo sujetos de estudio, a ojos de los alquimistas eran pequeños héroes olvidados, para los ojos del resto de gilneas eran animales que debían ser sacrificados, de cualquier forma , si no comprendían el brebaje en su totalidad y los efectos que tenían sobre los infectados para la plaga huargen, pronto habrían mas lupinos que humanos y finalmente se perdería el legado de Gilneas. Por desgracia para IX y para X, parecían tener algo especifico que aun les interesaba investigar a los alqumistas. En cuanto el buen Thobias su hubo ido se escucharon murmullos en la oscuridad, como risas, pero rotas, desgarradas por la maldición. - Si sigues asustando al buen Thobie, te agarrará mas manía Ix – Se escuchó con eco aletargado desde la celda X, desde que muriese el último de sus compañeros de bloque, solo quedaban ellos dos para hacerse compañía y aguantar hasta la cura que les suministraban cada tanto, era tristemente lo único que les evitaba caer en la locura del encierro o de la ira. - ¿Qué mas da?, ya nos tenía manía desde antes, a ti más que a nadie, ¿no te habrás engullido a su mujer o algo? – el enorme Ix omite un gruñido ensordecido intentando contener la risa, luego se recuesta contra el árido rincón de su celda para mirar la Luna desde el diminuto agujero que se colaba por la parte superior de su celda. - No podría recordarlo, difícilmente puedo recordar mi propia vida, ya sabes, antes de que todo esto pasara, antes de la guerra, antes de… - Los ojos de Equis se ciernen con angustia y sus labios lupinos forman una fina línea de amargura, apenas distorsionada por los enormes colmillos de su dentadura. - Entonces debes contarme tú historia Equis, antes de que termines por olvidarla, me lo debes colega, yo te he contado la mía – Equis permaneció en silencio por un momento, sopesando las palabras de su compañero, en otra vida probablemente se habría negado de tajo a compartir su vida con un hombre que consideraba tan común, pero ya no era él mismo, no era un ciudadano, ni un humano tan si quiera, ahora era ceniza olvidada ardiendo en diminutas ascuas, ¿de que servía una historia si de todas formas iba a perderse cuando muriera?, hasta ese momento no había pensado en la muerte como algo tan cercano, siempre se creyó superior a la misma, forjador de su propio destino pero hacía mucho había perdido esa chispa de suficiencia, en esa celda, era otro mas a merced de la inclemente muerte. Desde su nacimiento tuvo ciertos privilegios, su padre era un Hidalgo que poseía un pequeño territorio que trascendía varias épocas de Gilneas y formaba parte de aquella tradición militar disciplinada casi cansina de sus antepasados, su familia había sufrido varios altercados durante los años pero aun sostenía una posición privilegiada entre los pueblos fronterizos del norte donde una parte de la tierra pertenecían a su padre, sobre todo en el pueblo de Lago de Plata donde residía la colina costera donde se erigía la gran casona del Hidalgo también llamada entre los pueblerinos como Cubil de Cuervos por su aspecto siniestro, casi siempre oscuro entre nubes ennegrecidas como carbón y espesos sendero de pinos que servían como hogar para una gran cantidad de estos oscuros e inteligentes animales alados a los que la familia había aprendido a amaestrar con los años. Fue el segundo de tres hijos, desde pequeño sus habilidades y una prominente sagacidad habían resultado ser un buen designio para su futuro, su actitud orgullosa y carácter fuerte también suscitaban en el señor de la casa gran satisfacción quien veía con buen grado las capacidades bélicas y administrativas de sus hijos, pero su carácter fue difiriendo mucho del de su disciplinado hermano mayor, de lo notablemente sano, ataques de violencia e ira sin control ni motivo aparente, ansias de superioridad y una impaciencia súbita crecían en el menor como el fuego de una hoguera empeñado en consumirlo por dentro, convirtiendo al niño en un verdadero verdugo para sus semejantes y en un evidente peligro futuro al menos que se encontrase una forma de apaciguar los ímpetus del más joven. Incapaz de apaciguar el fuego de su hijo por la fuerza que parecían conseguir el resultado contrario, el Hidalgo decide hacer caso de su dulce esposa y buscar otras alternativas en Dalaran, la mayoría de magos se negaron a recibir a un niño con tal muestra de incontrolable ímpetu como estudiante pues la magia era en si misma un arte que enseñaba de paciencia y autocontrol que el niño difícilmente pudiera dominar, pero un viejo mago discrepaba de sus compañeros sosteniendo que precisamente era la labor de los hechiceros la de apaciguar las mentes mas jóvenes, guiarlas por un camino de sabiduría y control, además veía en el niño potencial pero sobre todo una oportunidad para demostrarse así mismo que cualquier mente puede ser moldeada a favor de una sociedad. Así pues, el viejo mago decide viajar al cubil de cuervos para presentarse a la tarea que el duque gilneano le había solicitado. Varios años pasaron, una tercera hija nació en el cubil de cuervos, el hermano mayor se uniría desde muy temprana edad a la mesnada profesional de su majestad Crin Gris llenando de orgullo a su belicoso padre y el menor demostraba una mejora evidente en su actitud altanera, parecía mucho mas paciente, capaz de apaciguar su mente hiperactiva y enfocarla finalmente en una tarea a la vez, si bien le faltaba mucho para adoptar una conciencia eficaz como todos sus semejantes si era capaz de enfocarse en dicha tarea y hacerla mejor de lo que la mayoría podría hacerla, el padre no estaba del todo satisfecho con los progresos del varón más joven pero el viejo mago objetaba que la mente de su hijo funcionaba de forma distinta, no necesariamente mal, sino especial, si bien no podría ejecutar varias tareas a la vez como acostumbraban los hijos del cubil, cazadores y artilleros desde sus herencias mas antigua, si que podría centrarse en una tarea a la vez con una exactitud tal que sus resultados en dicha tarea serían bastante superiores a los de cualquier otro niño de su edad e incluso aprender a hacer cosas que otros tomarían años en aprender, una ventaja entre una serie de desventajas. Luego, convencido de que su hijo menor no podría tomar la misma senda que su primogénito o que cualquiera de sus antepasados y familiares, consciente además de que este debería trazar su propio camino de insospechado destino, accede a las incesantes peticiones del viejo mago permitiéndole regresar a Dalaran junto con su hijo como aprendiz para instruirlo esta vez en la magia, no solo en las distintas asignaturas académicas como había hecho hasta ahora. Algunos años mas pasaron, Gilneas cerró sus puertas al mundo y su familia tuvo que abandonar sus tierras recibiendo así un golpe fulminante, el señor del cubil de cuervos tendría que dejar atrás las tierras ancestrales de su familia y con ello la mayor parte de su influencia, pese a ello, construyo una casona en Hammerfall, un poblado noreste dentro de los muros de Gilneas y continuó siendo tan leal a CrinGris como se puede ser. Aquello había sido el principio del fin para su familia, el levantamiento en armas de los rebeldes habían desatado una serie de revueltas en casi todas las ciudades del reino, el primogénito de la familia continuaba su lucha leal a Cringris formando parte de su mesnada y pese a estar ahora mas cerca de su familia difícilmente podía reunirse con ellos por culpa de la guerra, el segundo, ahora aprendiz hechicero de lo arcano escuchó con angustia las noticias que llegaban a Dalaran sobre su pueblo y decide que es momento de regresar a casa. Imagen de Vincent antes de sucumbir a la maldición. La tensión fue en aumento, los rebeldes consideraban a la familia una traidora de las causas del norte puesto que el hijo mayor formaba parte del ejercito de Cringris y los demás se negaban a formar parte del conflicto y brindar su apoyo a Crowley, algunos lealistas por su parte creían que la familia del cubil de cuervos era una bomba de tiempo que podrían convertirse en enemigos de Gilneas y su rey en cualquier momento, pero la familia se mantenía al margen tanto como fuera posible sin negar su apoyo a Cringris pero sin desmeritar las motivaciones de los rebeldes, pero su continuo rechazo a tomar un bando los convierte en objetivo de las terribles maquinaciones de terceros. Mientras el ex Hidalgo del cubil de cuervos y su hijo mas joven viajaban a la ciudad capital para reunirse con el hermano mayor, la madre e hija que se quedan en el poblado Hammerfall son víctimas del mas terrible ataque en el que son golpeadas de forma brutal por lo que parecían ser bandidos de los arrabales insatisfechos con la guerra en busca de dinero fácil, en el ataque muere la madre y la mas joven de la familia es dejada por muerta y luego rescatada por una familia de campesinos que la ponen a salvo. Al enterarse del suceso, los tres hombres deciden dividir esfuerzos por sus diferencias, el mayor de los hermanos decide iniciar una investigación oficial como lo exigía su código moral y usar su puesto como soldado de la corona para buscar a los perpetuadores de la agresión entre sus conexiones de la ciudad y los poblados aledaños, mientras que el padre y su hijo menor regresan al poblado Hammerfall para buscar la venganza por sus propios medios acusando al hijo mayor de negligencia para proteger a su familia. Una carrera a contrarreloj comienza entonces, el primogénito intenta capturar y poner bajo custodia de la corona a los agresores antes de que su familia de con ellos, a sabiendas de que estos les darían caza y muerte como animales saltándose la ley establecida del feudo y luego tendrían que enfrentar consecuencias por su venganza desmedida, al tiempo su padre y él mismo estaban seguros que de no encontrar a los asesinos y darles justicia con sus propias manos, los asaltantes de su madre y hermana no recibirían el justo castigo que exigía la transgresión. Durante su investigación, el primogénito descubre que no se trataba de un mero asalto o intento de robo, la agresión parecía ser parte de un plan mas elaborado de una tercera persona, pero antes de que pudiera indagar al respecto e ir al origen, su hermano y padre dejan un sendero de cuerpos mutilados a las afueras de Hammerfall, el tiempo se le había acabado y también las opciones, tal como lo pensaba, los supuestos bandidos habían sido reconocidos por las cortes de la ciudad capital como soldados de Godfrey brutalmente asesinados por los rebeldes. Uno de los jueces de la ciudad se reúne con el hermano mayor y le explica que ahora acusaban directamente a su familia como rebeldes, asesinos y traidores a la corona de Cringris al menos que se entregaran y rindieran indagatoria, convencido de que quizás pudiera evitar la ejecución de su padre y hermano, el mayor decide buscarlos para convencerlos de entregarse y explicar lo sucedido, estos deciden dar la cara con orgullo a la alta corte, aun sabiendo que todo aquello era una charada para persuadirlos de entregarse. Durante el juicio, la corte de la corona despoja al viejo Hidalgo de cualquier valor nobiliario del que pudiera ostentar en el pasado en nombre del propio Rey de Gilneas, le acusa de traidor y se les condena a ambos, el padre debía ser encerrado junto al resto de rebeldes capturados tras la batalla en ciudad capital mientras que el hijo sería condenado a pena capital delante del mismo pueblo de Hammerfall por el asesinato sanguinario de miembros del ejército lealista para dar ejemplo, indignado, sintiéndose engañado y un tanto estúpido al comprender la trampa que se tejía desde el asesinato de su madre, el hermano mayor decide marchar hacia Hammerfall para liberar a su hermano el día antes de la ejecución. Pero aquel día el destino tenía previsto otra de sus jugarretas, las bestias lupinas se habían esparcido desde el norte como una plaga, sin sospecharlo, los fieros huargen fueron destruyendo y aniquilando varios asentamientos pequeños en el norte casi de forma sistemática y ahora los ferales eran tantos que planeaban atacar el poblado mas cercano a la manada, Hammerfall. El hermano mayor logra liberar a su hermano aprovechando el caos que los propios huargen causan en el poblado, pero mientras buscaban a la hermana mas joven se ven acorralados por las salvajes bestias y deciden huir. Y huyeron hasta que ya no hubo mas escapatoria, fue entonces cuando Vincent, el mas joven, en un arrebato de valentía trata de cubrir a su hermano de las bestias dándoles tiempo para escapar y después los recuerdos se ponen difusos, apenas retazos de ira y de dolor, de odio y amargura, de gritos y llamas elevándose. Entonces Vincent dejó de ser él y se convirtió en Equis, el recluso de la celda diez. Hacía mucho que no pensaba en su pasado, ni en su comprensiva madre, ni en sus hermanos, había vuelto a ser ese niño iracundo, salvaje y sumido en caos, despojado de toda clase de serenidad, incapaz de acallar las voces molestas en su cabeza que no lo dejaban concentrarse cuando era un niño incluso después de que una suerte de cura aboliera momentáneamente la ira feral de la bestia. Entonces hubo comprendido la verdad, su verdad, aquella bestia encerrada seguía siendo él, siempre fue una bestia, ahora lucía como una, aun si la magia no acudía, aun si aquel deseo de muerte ardía con mas ira en su alma de lo que nunca había quemado en el pasado, él seguía siendo él y nada de lo que sucediera cambiaría eso, decidido y aceptado de que ese podría ser su última oportunidad para contar su historia, levanta la mirada fulminante de sus ojos escarlatas decidido a responder a IX, lo mas cercano a un amigo que habría tenido nunca. - Jodete – Luego cerró sus ojos y meditó, como aquel viejo y entrañable mago, su maestro le había enseñado, tratando de acallar la ira suya y aquella ira de la bestia, no porque quisiera deshacerse de ella, quizás llegaría un momento en el que la necesitara, pero no en ese, en este momento la ira era innecesaria. Una semana después llevan a IX a las perreras tras comprobar que su incapacidad de volver a su forma humana no era un mal presagio, sino que sencillamente algunos huargen tardaban más que otros por su testarudez, pero conservan a X un tiempo mas para comprobar si aún puede controlar la magia en su estado como huargen antes de dejarlo en las perreras.
  5. Mas tamaño mas dificil moverse, eso lo aprendes cuando peleas con diferentes tipos y tamaños de personas, suelen ser buenos protegiendose pero sus golpes siempre son lentos y toscos, en cuanto a armas de rango pues se me ocurre que debe ser dificil manejar algo que requiere tanta precisión con tres dedos regordetes, quizas si usaran rifles diseñados para sus grandes manos pero no veo a un tauren portando armas de fuego.
  6. Opino que el -1 a los tauren debe ser a TODAS las tiradas de destreza incluyendo ataque y armas de rango, pero excluyendo unicamente a defensa.
  7. -Tras hablar con otros miembros del Concilio, se ha presentado una corriente alterna, que considera que este sistema es demasiado complejo y va contra las raíces de sencillez del servidor. Escribiré otra versión de este sistema, mucho más ligera en los bonus y malus y más enfocada a un sistema de raciales dejada a la interpretación, para tener algo más conciso sobre lo que debatir, pero lo comento ya por si desean dejar su opinión al respecto. Yo voto por esta opción, diría mas pero me da pereza.
  8. Yo cuando leo las respuestas de Malcador sobre la posibilidad de los huargens de ser alzados como undeads.
  9. Akross

    Vincent

    Crónicas Oscuras. Los ungidos por la noche No temen a la oscuridad Epílogo El monstruo de la celda X Últimamente los días y las noches se parecían entre si, o un día de otro parecían exactamente los mismos, pero no lo eran, todo revoloteaba y cambiaba a su alrededor incluso aunque él no lo notara, sombras retorcidas que se batían de un lado a otro en la penumbra, voces lejanas y pasos metódicos, algo circunspectos, puede que quizás temerosos pero definitivamente tensos, eran los pasos de los carceleros, pequeños hombrecillos nerviosos que daban una ronda de un lado a otro por las distintas celdas en aquel silencio sepulcral que se había hecho tan rutinario poniendo en sus rostros el semblante mas digno del que fueran capaces, pero resultaba una charada desalentadora, sus movimientos prevenidos delataban el incontenible miedo de sus corazones, era comprensible, pues no vigilaban bandidos o asesinos comunes, no, su labor era la de vigilar a las bestias, a los demonios de la noche, despiadados y letales huargen. Un haz de luz se extendía por los angostos pasillos, alejando poco a poco las densas sombras que se habían apropiado del recinto carcelario, los ojos del lupino se perturbaron unos segundos por la fulminante luz que se colaba entre las gruesas barras de hierro que adornaban un diminuto cuadro en el centro de una enorme y maciza puerta de madera con bordes de mas de aquel molesto hierro ya ennegrecidos por la mugre del tiempo, los ojos del carcelario ya estaban entrenados para desviarse apenas lo necesario, comprobar el interior de cada celda y luego seguir su camino lo mas rápido posible como si con aquel vano intento pudiera ahuyentar el miedo de su cuerpo, pero por alguna razón siempre se paraba frente la puerta de la “X”, daba un pequeño vistazo que se postergaba mas de lo necesario hasta que sus ojos se encontraban de súbito con aquellas esferas rojizas lupinas afiladas como vidrio roto que brillaban asechándolo en la oscuridad de la celda número diez, sostenía su mirada algunos segundos y luego profería algún insulto, se había hecho rutina para el carcelero Thobias y para su cautivo aquel intercambio de miradas, aunque no lo fuese a confesar nunca, el buen Thobias había despertado jadeando entre espasmos y cubierto de sudor, tras tener una pesadilla con aquellos ojos en mas de una ocasión, tuvo la oportuna desgracia de ver a uno de esos Huargen destrozar a su hijo pequeño como si fuese un pequeño muñeco de trapo atrapado en las fauces de un perro de caza, ahora solo había una cosa que odiaba mas que a los huargen y era el temor que estos le suscitaban. - Maldita bestia – Gruñó el carcelero al tiempo que daba honda patada en la puerta de madera; casi como acto reflejo se escucharon las pesadas cadenas de hierro arrastrándose por el suelo con velocidad vertiginosa y luego un golpe seco sobre la puerta de al lado haciendo que el regordete Thobie diera un respingo que le helaría hasta los huesos, pegando su espalda a la pared contraria a las puertas mientras su rostro se desencajaba acojonado al tiempo que su antorcha caía contra los adoquines de roca macula. - ¿Qué pasa querido Thobie, a donde ha ido todo ese valor del que tanto alarde hacías? – La voz era cruenta, áspera y gutural, medio animal, medio hombre, el gordinflón recoge rápidamente su antorcha y levanta la luz de esta hacia la puerta “IX” desde donde lo observaban dos brillos ámbar divertidos. - Ambos… no, todos vosotros animales deberíais ser puestos en la hoguera como la plaga que sois – El huargen de la IX suelta una risotada gutural y se regresa al rincón oscuro mientras se baten sus cadenas, el carcelero por su parte decide seguir con su camino antes de que algo pueda salirle mal, me refiero a realmente mal, Thobias sabía bien que las bestias estaban encadenadas por un brazo y un tobillo pero no era idiota, sabía lo que ocurría cuando alguno de estos te mordía, fiebre, después dolor, al cabo de un rato solo sentías ira, una ira indómita, mas enceguecida de la que pudiera alguno imaginarse y finalmente te tornabas diferente, te convertías en otra bestia mas e ibas por allí buscando algo que poder destrozar con tus nuevas fauces lupinas, músculos aerodinámicos y garras largas como cuchillas. Después solo habían dos formas de parar el frenesí asesino, la muerte siempre era una posibilidad, unos cuantos disparos, un filo bien encajado quizás, el otro método aunque parecía menos ortodoxo, era en realidad un poco mas brutal, encierro supervisado por otro pobre gilneano igual a él y una endemoniada cura que les regresaba momentáneamente el raciocinio pero que a priori terminaba quitando mas vidas de las que salvaba. Con el tiempo habían mejorado, probaban distintas cepas de la cura en diferentes bloques de celdas, se volvían mas metódicos en clasificar a los sujetos de pruebas, huargens que eran tratados con o sin su aprobación, un sacrificio pequeño por un bien mayor, a ojos de los alquimistas eran pequeños héroes olvidados, para los ojos del resto de gilneas eran animales que debían ser sacrificados, de cualquier forma, las opciones que tenían no resultaban mucho mas alentadoras que las que ya tenían, si no sintetizaban una cura definitiva para la plaga huargen, pronto habrían mas lupinos que humanos y finalmente se perdería el legado de Gilneas. En cuanto el buen Thobias su hubo ido se escucharon murmullos en la oscuridad, como risas, pero rotas, desgarradas por la maldición. - Si sigues asustando al buen Thobie, te agarrará mas manía Ix – Se escuchó con eco aletargado desde la celda X, desde que muriese el último de sus compañeros de bloque, solo quedaban ellos dos para hacerse compañía y aguantar la cura que les suministraban cada tanto, era tristemente lo único que les evitaba caer en la locura del encierro o de la ira. - ¿Qué mas da?, ya nos tenía manía desde antes, a ti más que a nadie, ¿no te habrás engullido a su mujer o algo? – el enorme Ix omite un gruñido ensordecido intentando contener la risa, luego se recuesta contra el árido rincón de su celda para mirar la Luna desde el diminuto agujero que se colaba por la parte superior de su celda. - No podría recordarlo, difícilmente puedo recordar mi propia vida, ya sabes, antes de que todo esto pasara, antes de la guerra, antes de… - Los ojos de Equis se ciernen con angustia y sus labios lupinos forman una fina línea de amargura, apenas distorsionada por los enormes colmillos de su dentadura. - Entonces debes contarme tú historia Equis, antes de que termines por olvidarla, me lo debes colega, yo te he contado la mía – Equis permaneció en silencio por un momento, sopesando las palabras de su compañero, en otra vida probablemente se habría negado de tajo a compartir su vida con un hombre que consideraba tan común, pero ya no era él mismo, no era un ciudadano, ni un humano tan si quiera, ahora era ceniza olvidada ardiendo en diminutas ascuas, ¿de que servía una historia si de todas formas iba a perderse cuando muriera?, hasta ese momento no había pensado en la muerte como algo tan cercano, siempre se creyó superior a la misma, forjador de su propio destino pero hacía mucho había perdido esa chispa de suficiencia, en esa celda, era otro mas a merced de la inclemente muerte. Desde su nacimiento tuvo ciertos privilegios, su padre era el heredero de un ducado militar que trascendía varias épocas de Gilneas y formaba parte de aquella tradición militar disciplinada casi cansina de sus antepasados, su familia había sufrido varios altercados durante los años pero aun sostenía una posición privilegiada entre los pueblos fronterizos del norte donde buena parte de la tierra pertenecían a su padre, sobre todo en el pueblo de Lago de Plata donde residía la colina costera donde se erigía la gran casona del duque también llamada entre los pueblerinos como Cubil de Cuervos por su aspecto siniestro, casi siempre oscuro entre nubes ennegrecidas como carbón y espesos sendero de pinos que servían como hogar para una gran cantidad de estos oscuros e inteligentes animales alados a los que la familia había aprendido a amaestrar con los años. Fue el segundo de tres hijos, desde pequeño sus habilidades y una prominente sagacidad habían resultado ser un buen designio para su futuro, su actitud orgullosa y carácter fuerte también suscitaban en el duque gran satisfacción quien veía con buen grado las capacidades bélicas y administrativas de sus hijos, pero su carácter fue difiriendo mucho del de su disciplinado hermano mayor, de lo notablemente sano, ataques de violencia e ira sin control ni motivo aparente, ansias de superioridad y una impaciencia súbita crecían en el menor como el fuego de una hoguera empeñado en consumirlo por dentro, convirtiendo al niño en un verdadero verdugo para sus semejantes y en un evidente peligro futuro al menos que se encontrase una forma de apaciguar los ímpetus del más joven. Incapaz de apaciguar el fuego de su hijo por la fuerza que parecían conseguir el resultado contrario, el duque decide hacer caso de su dulce esposa y buscar otras alternativas en Dalaran, la mayoría de magos se negaron a recibir a un niño con tal muestra de incontrolable ímpetu como estudiante pues la magia era en si misma un arte que enseñaba de paciencia y autocontrol que el niño difícilmente pudiera dominar, pero un viejo mago discrepaba de sus compañeros sosteniendo que precisamente era la labor de los hechiceros la de apaciguar las mentes mas jóvenes, guiarlas por un camino de sabiduría y control, además veía en el niño potencial pero sobre todo una oportunidad para demostrarse así mismo que cualquier mente puede ser moldeada a favor de una sociedad. Así pues, el viejo mago decide viajar al cubil de cuervos para presentarse a la tarea que el duque gilneano le había solicitado. Varios años pasaron, una tercera hija nació en el cubil de cuervos, el hermano mayor se uniría desde muy temprana edad al ejercito de su majestad Crin Gris llenando de orgullo a su belicoso padre y el menor demostraba una mejora evidente en su actitud altanera, parecía mucho mas paciente, capaz de apaciguar su mente hiperactiva y enfocarla finalmente en una tarea a la vez, si bien le faltaba mucho para adoptar una conciencia eficaz como todos sus semejantes si era capaz de enfocarse en dicha tarea y hacerla mejor de lo que la mayoría podría hacerla, el duque no estaba del todo satisfecho con los progresos del varón más joven pero el viejo mago objetaba que la mente de su hijo funcionaba de forma distinta, no necesariamente mal, sino especial, si bien no podría ejecutar varias tareas a la vez como acostumbraban los hijos del cubil, cazadores y artilleros desde sus herencias mas antiguas, si que podría centrarse en una tarea a la vez con una exactitud tal que sus resultados en dicha tarea serían bastante superiores a los de cualquier otro niño de su edad e incluso aprender a hacer cosas que otros tomarían años en aprender, una ventaja entre una serie de desventajas. Luego, convencido de que su hijo menor no podría tomar la misma senda que su primogénito o que cualquiera de sus antepasados y familiares, consciente además de que este debería trazar su propio camino de insospechado destino, accede a las incesantes peticiones del viejo mago permitiéndole regresar a Dalaran junto con su hijo como aprendiz para instruirlo esta vez en la magia, no solo en las distintas asignaturas académicas como había hecho hasta ahora. Algunos años mas pasaron, Gilneas cerró sus puertas al mundo y su familia tuvo que abandonar sus tierras recibiendo así un golpe fulminante, el duque del cubil de cuervos tendría que dejar atrás las tierras ancestrales de su familia y con ello la mayor parte de su influencia, pese a ello, construyo una casona en Hammerfall, un poblado noreste dentro de los muros de Gilneas y continuó siendo tan leal a CrinGris como se puede ser. Aquello había sido el principio del fin para su familia, el levantamiento en armas de los rebeldes habían desatado una serie de revueltas en casi todas las ciudades del reino, el primogénito de la familia continuaba su lucha como lealista de Cringris y pese a estar ahora mas cerca de su familia difícilmente podía reunirse con ellos por culpa de la guerra, el segundo, ahora aprendiz hechicero de lo arcano escuchó con angustia las noticias que llegaban a Dalaran sobre su pueblo y decide que es momento de regresar a casa. La tensión fue en aumento, los rebeldes consideraban a la familia una traidora de las causas del norte puesto que el hijo mayor formaba parte del ejercito de Cringris y los demás se negaban a formar parte del conflicto y brindar su apoyo a Crowley, algunos lealistas por su parte creían que la familia del cubil de cuervos era una bomba de tiempo que podrían convertirse en enemigos de Gilneas y su rey en cualquier momento, pero la familia se mantenía al margen tanto como fuera posible sin negar su apoyo a Cringris pero sin desmeritar las motivaciones de los rebeldes, pero su continuo rechazo a tomar un bando los convierte en objetivo de las terribles maquinaciones de terceros. Mientras el ex duque del cubil de cuervos y su hijo mas joven viajaban a la ciudad capital para reunirse con el hermano mayor, la madre e hija que se quedan en el poblado Hammerfall son víctimas del mas terrible ataque en el que son golpeadas de forma brutal por lo que parecían ser bandidos de los arrabales insatisfechos con la guerra en busca de dinero facil, en el ataque muere la madre y la mas joven de la familia es dejada por muerta y luego rescatada por una familia de campesinos que la ponen a salvo en una clínica. Al enterarse del suceso, los tres hombres deciden dividir esfuerzos por sus diferencias, el mayor de los hermanos decide iniciar una investigación oficial como lo manda la rectitud de su cargo y usar su puesto como soldado lealista para buscar a los perpetuadores de la agresión entre sus conexiones de la ciudad y los poblados aledaños, mientras que el padre y su hijo menor regresan al poblado Hammerfall para buscar la venganza por sus propios medios acusando al hijo mayor de negligencia para proteger a su familia. Una carrera a contrarreloj comienza entonces, el primogénito intenta capturar y poner bajo custodia a los agresores antes de que su familia de con ellos, a sabiendas de que estos les darían caza y muerte como animales saltándose la ley establecida y luego tendrían que enfrentar consecuencias por su venganza desmedida, al tiempo su padre y él mismo estaban seguros que de no encontrar a los asesinos y darles justicia con sus propias manos, los asaltantes de su madre y hermana no recibirían el justo castigo que exigía la transgresión. Durante su investigación, el primogénito descubre que no se trataba de un mero asalto o intento de robo, la agresión parecía ser parte de un plan mas elaborado de una tercera persona, pero antes de que pudiera indagar al respecto e ir al origen, su hermano y padre dejan un sendero de cuerpos mutilados a las afueras de Hammerfall, el tiempo se le había acabado y también las opciones, tal como lo pensaba, los supuestos bandidos habían sido reconocidos por las cortes de la ciudad capital como soldados lealistas brutalmente asesinados por los rebeldes. El alto juez de la ciudad se reúne con el hermano mayor y le explica que ahora acusaban directamente a su familia como rebeldes, asesinos y traidores a la corona de Cringris al menos que se entregaran y rindieran indagatoria, convencido de que quizás pudiera evitar la ejecución de su padre y hermano, el mayor decide buscarlos para convencerlos de entregarse y explicar lo sucedido, estos deciden dar la cara con orgullo a la alta corte, aun sabiendo que todo aquello era una charada para persuadirlos de entregarse. Durante el juicio, la alta corte despoja al viejo duque de cualquier valor nobiliario del que pudiera ostentar en el pasado en nombre del propio Rey de Gilneas, le acusa de traidor y se les condena a ambos, padre e hijo a pena capital delante del mismo pueblo de Hammerfall por el asesinato sanguinario de miembros del ejército lealista, indignado, sintiéndose engañado y un tanto estúpido al comprender la trampa que se tejía desde el asesinato de su madre, el hermano mayor decide marchar hacia Hammerfall para liberar a su padre y hermano el día antes de la ejecución. Pero aquel día el destino tenía previsto otra de sus jugarretas, las bestias lupinas se habían esparcido desde el norte como una plaga, sin sospecharlo, los fieros huargen fueron destruyendo y aniquilando varios asentamientos pequeños en el norte casi de forma sistemática y ahora los ferales eran tantos que planeaban atacar el poblado mas cercano a la manada, Hammerfall. El hermano mayor logra liberar a su padre y hermano aprovechando el caos que los propios huargen causan en el poblado, pero cuando tratan de salvar a la mas joven de la familia para huir, se ven acorralados por las salvajes bestias, entonces el mas joven, en un arrebato de valentía trata de cubrir a su familia de las bestias dándoles tiempo para escapar y después los recuerdos se ponen difusos, apenas retazos de ira y de dolor, de odio y amargura, de gritos y llamas elevándose. Entonces Vincent dejó de ser él y se convirtió en Equis, el recluso de la celda diez. Hacía mucho que no pensaba en su pasado, ni en su comprensiva madre, ni en sus hermanos, había vuelto a ser ese niño iracundo, salvaje y sumido en caos, despojado de toda clase de serenidad, incapaz de acallar las voces molestas en su cabeza que no lo dejaban concentrarse cuando era un niño incluso después de que una suerte de cura aboliera momentáneamente la ira feral de la bestia. Entonces hubo comprendido la verdad, su verdad, aquella bestia encerrada seguía siendo él, siempre fue una bestia, ahora lucía como una, aun si la magia no acudía, aun si aquel deseo de muerte ardía con mas ira en su alma de lo que nunca había quemado en el pasado, él seguía siendo él y nada de lo que sucediera cambiaría eso, decidido y aceptado de que ese podría ser su última oportunidad para contar su historia, levanta la mirada fulminante de sus ojos escarlatas decidido a responder a IX, lo mas cercano a un amigo que habría tenido nunca. - Jodete – Luego cerró sus ojos y meditó, como aquel viejo y entrañable mago, su maestro le había enseñado, tratando de acallar la ira suya y aquella ira de la bestia, no porque quisiera deshacerse de ella, quizás llegaría un momento en el que la necesitara, pero no en ese, en este momento la ira era innecesaria. Aclaración: Como bien pueden ver, esta sería mi historia para huargen, me gustaría que me ayudaran con criticas constructivas y sugerencias para ir puliendole detalles y mejorarla antes de ser enviada a revisión (Por supuesto cuando la raza huargen sea abierta al publico). También quiero aprovechar el espacio para reclutar jugadores que quieran formar parte de la historia con sus propios personajes y englobar una divertida historia conjunta, actualmente el hermano mayor será un papel tomado por el jugador @Blazerunner , pero no necesariamente deben ser personajes que salgan en esta historia sino relacionados entre si, un familiar cercano, un antiguo amigo de la familia, un guardian de la familia, leal pese a que la familia haya perdido cualquier status, la imaginación es el limite, bastaría con ir adecuando esta historia para ir integrando o haciendo mención a vuestros personajes.
  10. Akross

    Decoradores

    Tengo la impresión de que han hecho como con aquel sistema de profesiones reworked del que es mejor no hablar.
  11. Bienvenido colega, cerveza al fondo de aquel pasillo.
  12. Lo que si me parece es que pongan como limitación de fisico minimo 8 a las armaduras de placas, que andar con eso puesto no es para nada facil.
  13. Bienvenid@ Kyragosa, a ver, paso a resolver tus dudas. - Si, debes enviar una ficha e historia por cada personaje, las fichas son para todos iguales, las historias varían entre historia corta (Un resumen deunas 300 palabras) con la limitación de que no pueden mejorar la ficha de sus personajes a mas del nivel 2 pero con la facilidad de que puede enviarse luego una historia larga del mismo personaje para convertirla en historia completa y poder quitar la restricción de ficha. - Las habilidades de tu mago serían unicamente las que pongas en su ficha pero puedes irlas mejorando y aprendiendo otras una vez dentro del rol, recuerda que PyE solicita personajes mas humildes en sus inicios, tu maga no sería una experta sino mas bien una aprendiz. - Hay una lista de hechizos para cada tipo de magia disponible y la puedes encontrar aquí Lo otro que me gustaría pasarte es un post inicial supremamente útil para quienes como tú, tienen muchas preguntas de como deben proceder y es este: https://plumayespada.com/index.php?/forums/topic/10-soy-nuevo-¿por-donde-empiezo/
  14. Lo he leido todo Sword, yo sinceramente lo veo balanceado como ya está, como dice Galas, cada personaje es fuerte en lo que es fuerte y está hecho para una labor especifica, el estorbo es una cosa terrible casi para cualquier rol bien hecho, lo sé porque usar sigilo con estorbo es una labor supremamente dificil, ahora que si tienen que trepar o disparar lo llevan mas jodido, porque aunque puedan usar arcos y armas de rango, el estorbo les afecta el disparo, además del hecho de que fisico se puede usar para atacar pero no para defender, de modo que si se sube el atributo fisico, se baja el de destreza, lo que significa mas posibilidades de ser golpeado y menos posibilidad de golpear (El dual no les vale si usan armaduras mas fuertes que el cuero), ahora bien, piensa que las placas no absorven daño magico, entonces puede ser un campeón dela vanguardia pero si un buen mago comienza a dispararle proyectiles, de nada servirán sus placas, en resumen, no estoy de acuerdo con lo propuesto.
  15. Lista de Auras para visualizar skills, objetos y otras cosillas, todas funcionan con .aura pero no todas con .cast 36006 (Fuego Vil) 56572 (Conjuración Vil) 12898 (Aura Azúl) 65689 Rayo AZUL (Manos) (Cast) 138431 Ataque Relámpago 36151 VAPOR 40570 ESTRELLITAS DORADAS 13913 REMOLINO AZUL 39839 FUEGO VERDE Inmolación 33569 Casteo arcano 38841 FUEGO 71986 DESTELLO MAGICO ROJO 40849 PORTAL Oscuro 47840 Aura Purpura 46679 LLMAS AZULES 36945 Toque Arcano 35850 Casteo energía Roja 72523 Absorción de almas 45870 Aura eléctrica 42294 Aura casteo verde 39284 Casteo Estrellas Druida 51283 HUMO ROJO GRANDE 36382 Carteo Piromante 46934 Escudo protector 46933 (Con esfera de casteo) 59069 Protección Gelida. 42709 FUEGO AZUL PIES 45775 Escudo Arcano 45631 CADENAS Arcanas 51193 Escudo de Fuego 65685 Circulo azúl de casteo 45871 (Cast escudo eléctrico) (Cast) 55810 Portal de fuego 140799 Casteo Luz 136891 Rayo 129890 Aura de espíritu Cautivo. 167332 (Casteo cadena de relámpagos) 55067 Escudo Druidico 84961 Sendero de flores 180615 Sombrero pirata 147873 Sombrero de mago 147860 Casco buceo 61398 Navideño (verde) 61399 (Rojo) 131598 Sombra profana 160160 Dejar caer arma
  16. Raza: Quel'dorei Sexo: Mujer Edad: 70 (aproximadamente) Altura: 1,73 Peso: 58 Lugar de Nacimiento: Quel'Lithien Ocupación: Novicia de la Cruzada Escarlata Descripción física: Descripción psíquica: Historia Mis recuerdos son escasos y parecen difuminarse cada vez mas en lugar de regresar, mis ancestros, mi familia, mi hogar, lo que se supone que debe ser perdurable, lo importante e irremplazable ha sido todo relegado a un recoveco insondable de mi memoria, a veces, menos veces de las que me gustaría admitir logro darle un poco de claridad a mis recuerdos, mi propio nombre que parecía perdido, ha llegado a mi cuando menos lo esperaba, habían sido varios años, muchos ciclos y demasiados días desde que comenzara a vivir en tierras humanas y hasta este momento siento que recién comienzo a adaptarme al acelerado modo de vida de la raza humana, pero sabía que yo no era como ellos, mi apariencia, mi naturaleza, incluso el modo en el que me trataban, todo en mi era similar pero muy distinto a la vez, era una elfa del norte, de Quel’Thalas, Raegard me lo explicó todo, de cuando me encontró herida y casi muerta en un costado del lago del bosque negro, cuando todavía la naturaleza estaba viva y verde. El viejo paladín me cuenta que cuando me encontró estaba apenas viva, solo llevaba una cota de malla rota y un escudo ajustado al brazo, se acercó a buscar algo que pudiera usar para comer o para protegerse, no vio esperanza en mi y pretendió usar el escudo para protegerse y no puedo culparlo, la situación era desesperada, aun así, algo lo hizo detenerse, pese a mi lamentable estado tenía que tener una esperanza, la bondad de la luz lo espetaba a intentarlo, a salvarme la vida con todo lo que tuviera y así lo hizo, el azote arrasó con mi pueblo, se llevó toda mi vida, incluso mi memoria para recordar la tierra que nunca recuperaré, pero la luz me dio una nueva vida. Raegard usó la luz para cerrar las peores heridas y trató como pudo las mas pequeñas, cociendo algunos cortes con hilillos finos hechos de intestinos de oveja y desinfectándolas luego con whiskey viejo de Andorhal, al principio pensó que no lo lograría, me confesó que en muchas ocasiones dudo de si debía darse por vencido, le agradezco que no lo hiciera, me transportó hacia las montañas para resguardarme, al final encontró una torre aparentemente abandonada por la alianza pero había algo de comida y provisiones aun en buen estado, sangre por doquiera pero ningún cadáver, nos refugiamos allí, mas bien él me refugió en la torre, yo recién recuperé por completo el conocimiento un día mas tarde tras ser capaz de beber algo y comer. Aún recuerdo mi sensación aquel día, sentía dolor, pero era un extraño dolor, ignoraba el miedo que pudiera sentir, de hecho, ignoraba todo, el viejo paladín me hablaba pero yo no le entendía, no entendía nada, ni las formas, ni los colores, ni siquiera reconocía el propio dolor que me acongojaba como si estuviese en un cuerpo ajeno al mío, es una sensación difícil de explicar, basta decir que a veces las personas damos por sentado las cosas hasta que dejamos de verlas, como la punta de tu nariz, subconscientemente la ignoras pero cuando reparas en ella, te das cuenta de que está allí, de que siempre estuvo allí frente a tus ojos, es la misma forma en que yo misma me sentí, me dolían lugares que ni siquiera estaba consciente de que tuviera dentro de mi, podía ver mis manos, mi nariz, mover mis pies y aun así sentía que no me pertenecían, completamente ajenos a mí. Mejoré poco a poco, mas lento de lo deseado, mucho mejor de lo esperado, el solo hecho de que estuviera viva parecía casi un milagro, las palabras dejaron de sonar extrañas con los días, podía entenderlas, pero había olvidado como pronunciarlas, como si hubiese pasado una vida sin pronunciar ninguna, el idioma ajeno al materno hacía todavía más difícil asimilarlo. Agotamos la mayoría de los suministros que teníamos y yo misma podía caminar con mis propias fuerzas por lo que Raegard decidió que era momento de aventurarnos al sur, tratar de huir de la plaga que el príncipe maldito había desatado en todo Lordaeron, en ese momento no lo sabía pero marchaba en dirección completamente contraria a la nación que probablemente llamé hogar alguna vez, el golpe en mi cabeza había hecho mella en mis palabras y recuerdos pero por alguna razón sentía nostalgia, ardía en mi pecho como un mal presentimiento, pese a todo, continúe, aferrándome al viejo paladín como si de un padre se tratara y de alguna manera, incluso hoy en día, es la única figura paternal que tengo, me han dicho que probablemente tenga muchos mas años que los que Raegard pueda tener y lo he notado con los años, en su sonrisa cansada, en sus pasos suavizados, en aquellas pequeñas acciones que se han tornado torpes y que antes hacía sin siquiera ver, también lo he visto en la blancura nívea que se ha ido extendiendo por sus cabellos y me doy cuenta de que lo perderé en algún momento, ya sea por la espada o la lenta acción del tiempo, aquel hombre que me trataba como si fuese una mas de los suyos, mas que eso, solo nos teníamos el uno al otro como un padre y una hija. Luego de unas semanas de sobrevivir a las infestadas tierras que en otra época fuera Lordaeron, nos unimos a un grupo de sobrevivientes y emprendimos una nueva ruta hasta el reino de Stromgarden, todos estaban afligidos y apesadumbrados pero solo yo sentía el punzante dolor en mi pecho y aquella intensa sed que amenazaba con enloquecerme en cada momento, encontrando solo amparo en la luz, que me cubría con su bondad y tranquilizaba mis sentidos; solo hasta años mas tarde me enteré de que la razón de aquel dolor era la fuente del sol, corrompida por el azote, allí tan en el norte del continente como se podía ir, la fuente brindaba energía a toda mi raza y tras corromperla es como si nos cortaran una parte vital en nuestras vidas. En la ciudad portuaria de Strom nos quedamos en la casa de uno de los familiares de Raegard, una mujer llamada Magda que era también su hermana, algo mas gruñona y seria que el propio Raegard, con mirada áspera que indicaba visiblemente que yo no era de agrado para ella, pese a ello, al final me deja quedarme en su casa, quizás por las virtudes de la luz o por interferencia de paladín, suficiente para recuperar algunas de mis memorias, mis recuerdos sobre los idiomas, algunos sobre mi vida, como mi propio nombre, Thassiara, pues hasta ese momento, Raegard me había llamado como a su abuela, Ann’Marie. Casi un año mas tarde nos unimos a la cruzada escarlata, Raegard al haber sido un veterano de la mano de plata es nombrado paladín de la cruzada y enviado a mano de Tyr para ponerse en labores, yo por mi parte, fui enviada a la iglesia para instruir mi espíritu en los caminos de la sagrada luz y mi cuerpo con la disciplina de la orden, para hacerme fuerte en combate y útil a la causa de mi querido paladín y de nuestras razas, curiosamente, comprobé que si bien mi memoria estaba fragmentada, mi cuerpo parecía recordar, mostrando una gran facilidad para aprender las artes del combate que se me enseñaban y una resistencia física por encima de lo normal lo cual me hace preguntarme que clase de persona fui en aquellos años que me fueron robados, pero tengo la esperanza de recuperarlos algún día, quizás, cuando pueda finalmente volver a las tierras que me fueron arrebatadas, a mi verdadero hogar.
  17. 32 Puntos de vida 18 Mana 10 Iniciativa 12 Ataque CC ( Maza/Martillo Mano) 10 Ataque CC (Combate Sin Armas) 10 Defensa Físico 4 Atletismo 5 Maza/Martillo Mano 2 Combate Sin Armas Destreza 2 Escalar 4 Defensa 1 Nadar 2 Sigilo Inteligencia 4 Religión 4 Sanación/Hierbas 2 Supervivencia 4 Imbuir arma (Luz) 2 Detectar Entes Malvados 2 Purificar agua 4 Proteger esencia 4 Punición 1 Tormenta Divina 1 Golpe del Cruzado Percepción 4 Advertir/Notar 4 Reflejos Reprensión.
  18. Me he puesto en la tarea de buscar sets que se ven bien pero no necesariamente exagerados que puedan agregarse a los goblins. CUERO Set de Cuero de Alterac. (Las hombreras las veo algo cheetas pero lo demás se ve bastante bien.) Set de Cuero Azul de carcelero. Set Hilo de plata. Set Colmillo de Sangre. Set Segahueso. Set Gladiador Mortal. Set Mago de batalla. Set de Rastreador. Set de Paso Silencioso. Y esto por ahora, son sets de Cuero, luego buscaré algunos mas para ir agregando a la lista.
  19. El emisario del Caos ~ Semilla de Vida ~ Habían pasado mas días de los que el viejo druida estaba dispuesto a admitir, Costa Oscura estaba al borde del caos y lo que mas hacía que se le hendiera el alma era que aún si milagrosamente lograra poner fin a los rituales de corrupción que Delmanis había esparcido por el bosque estaba seguro de que muchas vidas se perderían, algunos animales ya habían cruzado el umbral, aquella línea mortuoria de no retorno donde ya eran mas monstruos frenéticos que animales que compartían la naturaleza con su raza y con todas las demás criaturas que poblaban el bosque, su pecho se constipaba de tristeza conforme se adentraba entre los arboles tratando de deslucir una respuesta a la incógnita. La compañía de los arboles lo tranquilizaba, siempre lo reconfortaba, pero esta vez la naturaleza se negaba a comunicarse con él, acallaba en un velo taciturno y desahuciado, entonces tuvo que elevar su plegaria a los cielos, aspirar a que los ancestros de antaño le dieron una señal desde el antiguo sueño, una respuesta, una pequeña esperanza tan siquiera, aun con ello, el bosque se mantuvo silencioso, solo un haz de luz se coló desde lo alto con brillo de luna y tomo forma, una silueta de luz que se fue sumergiendo aún mas profundo entre la frondosa arboleda de Costa Oscura, Eltharien siguió la figura en silencio, esquivando grandes rocas y riachuelos hasta dar con un claro, adornado con un resplandeciente lago en el centro, sobre este se posaba el haz de luz que por un momento pareció adoptar la forma de un ciervo, entonces todo fue claro para el shando, era un mensaje del ancestro ciervo y cuando la luz se desvaneció, Eltharien se sumergió en el lago yendo hacia el centro donde descansaba un tronco caído, cubierto de moho, sobre la punta había una pequeña flor blanca brillante como la luna, cuando el druida quiso tocarla, esta se encogió hasta convertirse de nuevo en una semilla. El druida entendió que aquella semilla le había sido confiada por Malorne y su mensaje estuvo claro, la naturaleza no iba a permitir que ningún ser impío la azotara con su ponzoña sin dar la pelea. La semilla por si sola no podría enfrentar la corrupción del sátiro, Eltharien tendría que acudir a la propia naturaleza, la vitalidad de Costa Oscura tendría que nutrir la semilla antes de poder usarla para abolir los rituales impíos de Delmanis, pero mientras cargaba la semilla con la vitalidad de la naturaleza, estaría completamente expuesto a cualquier enemigo, necesitaba de toda la ayuda posible, ayuda que solo sus confiables compañeros podrían brindarle. Enviada por la Luna. Silandris había escuchado terribles rumores sobre lo que sucedía en Costa Oscura, estaba consciente de que quizás fuese demasiado para ella, pero también sabía que si no intentaba ayudar con cuanto estuviese en su alcance, ella misma no podría perdonárselo, era su misión y en el fondo sentía que la propia diosa de la Luna esperaba que diera todo de sí. El viaje hasta Auberdine fue agotador por lo que tomó un pequeño descanso una vez tocó puerto, antes de encaminarse a hacer las averiguaciones pertinentes, la posadera de Auberdine le comentó cuanto sabía sobre lo que ocurría en aquella parte del mundo, pero fue Naisha, la centinela encargada de cuidar la poza Lunar del poblado quien se encargó de expandirle toda la información de la que disponía a la iniciada, pero el día estaba mas oscuro que de costumbre y la que hasta ese momento parecía una insignificante lluvia comenzaba a convertirse en un diluvio torrencial por lo que decide posponer su viaje hasta el campamento del druida Athalas y sus hermanas centinelas hasta el siguiente día. Andissiel era también un druida de la senda feral con quien la iniciada se encontró en Auberdine, quizás fuese cosa del destino, o tal vez haya sido un suceso predeterminado por los ancestros pero ambos congeniaron con naturalidad y se congraciaron con la causa que había llevado a la iniciada hasta aquella costa, entonces se encaminaron hasta el campamento, dispuestos a ponerse a disposición de lo que shando pudiera solicitarles. ~Exclamación de la naturaleza~ Un buen grupo formado por el shando Eltharien a la cabeza, las centinelas Altair y Cienna, la iniciada Silandris, el druida Andissiel y el altonato Dharma parten con premura hacia el corazón del bosque, su misión consistía en llevar la semilla de vida al lugar donde se encontraba el mejor enlace natural con los espíritus ancestrales de Costa Oscura donde el antiguo druida pudiera cargar la semilla con el poder natural necesario para frenar los rituales de corrupción del sátiro. Solo existía la certeza de que Delmanis intentaría detenerlos con todas sus fuerzas pero si no lo enfrentaban probablemente se perdería cualquier esperanza. El grupo se adentró en lo profundo del bosque, estaba claro que aquel lugar no estaba bajo la influencia corrupta del sátiro pero algo en el ambiente les hacía sentirse en tensión, incluso el aire parecía cargado con energías oscuras que provocaban aquel malestar indescriptible, Silandris detectó en las cercanías la presencia hostil de lo que sin duda eran diablillos, escondidos esperándolos para tenderles una trampa, pero ya descubiertos, bastó un hechizo del shan’do para hacerlos correr a esconderse en sus madrigueras dando vía libre al grupo hasta el pequeño cumulo donde Eltharien haría el ritual, estaba claro que la pequeña victoria que les había regalado el shando de antemano no bastaría para mantener a los enemigos alejados, la verdadera batalla estaba por comenzar, lo sentían en las entrañas. Andissiel y Dharma se mantuvieron en la angosta entrada al cumulo, mientras que Cienna y Altair se mantuvieron sobre las rocas desde donde pudieran disparar sus arcos, Silandris por su parte, se mantuvo atenta con el arco desde muy adentro del cumulo donde sus habilidades como tiradora pudieran ser lo mas útiles posibles, mientras, el shan’do Eltharien ejecutaría el ritual de enlace natural. Tal como esperaban, pocos minutos pasaron desde que el druida iniciara el ritual hasta que comenzaran a notar movimientos sombríos en las lejanías, ocultándose tras los árboles, asechando bajo la lluvia como culebras ponzoñosas, un rayo iluminó el campo dejando entrever a los enemigos, probablemente una decena moviéndose, cinco de ellos avanzaron primero hacia la boca de la cueva, donde fueron repelidos por las defensas, los otros cinco no se hicieron esperar atacando en cuanto vieron el momento propicio, al druida Andissiel y el altonato Dharma contuvieron a los enemigos en el frente como buenamente pudieron, el primero, adoptando la forma de un colosal y protector oso, el segundo, ocultando cualquier debilidad tras su macizo escudo, desde atrás, las tres tiradoras disparaban a sus enemigos, implacables hacían zumbar el viento y derribaban a los diablillos, pero eran mas de los que habían contemplado y terminaron colándose por los recovecos del pequeño cubil, rápidamente Altair y Cienna dejaron sus arcos alzando sus gujas para detener a los diablillos, que continuaban entrando a la cueva, empeñados en acabar con el druida. Los diablillos por si mismos no eran demasiado fuertes pero eran una distracción amañada, cuyo propósito era ocultar lo que estaba por venir, cuando vieron al final y creyeron que habían vencido a todos los atacantes, uno mucho mas temible que todos los diablillos juntos hizo acto de presencia, el propio Delmanis estaba allí para intentar cobrarse la cabeza de Eltharien, Su primera víctima sería Cienna, distraída combatiendo contra el último diablillo es tomada del cuello desde atrás por el poderoso sátiro potenciado por su propio ritual de corrupción, usándola como escudo, obligando al resto a conservar las distancias, luego trata de poner al altonato de su lado, acudiendo a una lógica innegable, Delmanis casi podía ver el interior del altonato cual si fuera trasparente y el propio Dharma sentía en sus entrañas que Delmanis tenía razón, aquellos a los que él llamaba hermanos no hacían sino tratarlo como si fuese un invitado no deseado, un paria a pesar de sus esfuerzos por ayudar, ¿valía la pena seguir arriesgando la vida por quienes no podían mas que verle con desdén?, pero también recordó aquellos que si le habían tendido la mano, a Athalas y al propio Eltharien, que pese al pasado de su gente, demostraban autentica confianza hacia él, entonces se le ocurrió usar la opción que le daba el sátiro para tratar de rescatar a Cienna. Ante la mirada incrédula de sus compañeros, Dharma avanza junto al sátiro aparentemente aceptando la propuesta que este le hacía de unírsele, luego, cuando vio la oportunidad, atacó al sátiro desde un costado, pero este era mucho más viejo y malicioso de lo que el altonato pudiera ser, esquiva el ataque de Dharma arrojando sobre el a la mal herida Cienna, momento que aprovecharon sus compañeros para atacar al sátiro pero este demostraba ser incluso mas fuerte de lo que el propio shando les había advertido, por si mismo se convierte en una amenaza dantesca en comparación a los diablillos que antes los habían atacado, parecía prácticamente inmune a la magia y los ataques físicos apenas si perforaban su gruesa piel, la situación se torna cada vez mas critica, los cuatro unen sus esfuerzos contra Delmanis pero no logran mas que retenerlo para que Eltharien termine con el ritual, era cuanto podían aspirar, si no podían detener al sátiro lo suficiente, todo el esfuerzo hecho hasta ahora sería en vano, pero Delmanis era mas fuerte de lo que esperaban y las esperanzas parecían cada vez mas reducidas, hasta que del cielo un poderoso haz de luz cae sobre el sátiro con una imparable fuerza justiciera como si fuese enviado por la propia diosa. El druida Athalas había llegado en el momento mas importante y entre los cinco pudieron retener al sátiro lo suficiente para que el shando Eltharien termine con el ritual de la naturaleza que no solo carga la semilla de vida con una gran carga de la propia vida del bosque sino que da al druida una gran carga de energía natural, que usa para arrojar contra el sátiro una poderosa ráfaga de cometas cargados con la energía de las estrellas hiriéndolo de gravedad y obligándolo a retirarse adentrándose en un portal que el mismo abre hacia algún lugar desconocido. La semilla de vida estaba cargada ahora con la propia fuerza vital de costa Oscura y Delmanis estaba gravemente herido, pero también todos en el grupo estaban bastante heridos por lo que tendrían que recuperarse durante varios días antes de dar el último paso para erradicar la corrupción del sátiro. Participantes y Habilidades usadas. Dharma Zor'eil (@Akross) - Narrador : Lanza Ligera / Defensa / Abjuración Basica (Magia arcana) / Advertir Athalas Shan'Athor (@Blazerunner) : Llamada Lunar / Guarda Natural (Druidismo) / Sanación y Hierbas Silandris Estrellapálida (@Reluctant Hero ): Arco corto/ Defensa / Daga/ Advertir / Sanación de Toque (Luz sagrada) / Detectar Endes malvados (Luz sagrada) / Sanación y hierbas. Andissiel Bosquesombrío (@ Imperator ): Defensa / Advertir / Forma de Oso Consecuencias. - La semilla de vida a sido cargada y lista para usarse como catalizador para destruir los rituales de corrupción de Delmanis. - Delmanis ha sido herido durante el combate. - Cienna, Altair, Andissiel, Athalas, Silandris y Dharma resultan heridos durante el combate siendo Cienna la mas herida.
  20. El emisario del Caos ~ La madre del Cubil ~ Los hongos de Ulsaafar. Varios milenios habían pasado desde la explosión de la poza de la eternidad, desde que los demonios hicieron acto de presencia por primera vez en Azeroth, el árbol del mundo, Nordrassil era la primera consecuencia de la partición del mundo, pero no fue la última, una parte de la poza usado para dar existencia a la fuente del sol, otros viales se perdieron en el tiempo y les fueron dados usos insospechados, algunas de sus gotas forman parte de las pozas lunares que ahora los Kaldorei tienen por todo su territorio, pero algunas pequeñas partículas de su poder se esparcieron por todo Azeroth dotando algunos lugares de una extraña divinidad, una de ellas, la charca de Ulsaafar, cuyo nombre fue puesto por un antiguo chamán de una de las tribus furbolg, estaba dotado de aquella divinidad imposible, una charca escondida en lo mas profundo de las montañas de Costa Oscura, dotando aquel oscuro y áspero ecosistema de su propia luz, nutriendo la tierra húmeda en lo insondable de la cueva y haciendo que los hongos que en la oscuridad crecían se colmaran de un poco de aquella divinidad que parecía concedida por la misma Elune, pero no solo los hongos de Ulsaafar sufrieron cambios durante aquellos milenios. La madre del cubil. Desde hacía unos tres siglos atrás, una osa parda joven de Costa Oscura usa la cueva como escondite tras recibir heridas de varios sables de la noche que en otra ocasión le habrían provocado la muerte, pero tras sumergirse en la charca brillante de la cueva y reposar en el interior de la misma, estás heridas fueron sanando, desde entonces, la osa comenzó a usar aquella cueva como su propio hogar y durante los siguientes años, la vida latente de la charca la dotó de una larga vida, es así como la osa se convierte en guardiana del cubil, encargaba de proteger lo profundo de la cueva y la charca de cualquier posible enemigo o intruso que tratase de entrar en su territorio. La Tribu bosque Negro. Después de la batalla del monte Hyjal durante la segunda llegada de la legión ardiente, la tribu Bosque negro había tenido que huir de Valle Fresno ante la creciente corrupción de los demonios, dejando atrás su hogar y todo lo que conocían, ayudados por un antiguo druida llamado Eltharien Nightshade, a quien los furbolgs llamaron el cuervo de tormenta por sus habilidades únicas como druida y emprendieron un éxodo hasta costa oscura donde fundarían un nuevo hogar y desde entonces comparten el bosque con todas las criaturas allí presentes, incluyendo los propios Kaldorei con quienes sostienen una relación de no agresión pero no de alianza como tal. Pero parecía que la corrupción de la que habían tratado de huir durante tanto tiempo los perseguía incluso hasta Costa Oscura, Delmanis y su magia impía no solo estaba afectando a los sables de la noche, sino que a su vez estos trasmitían aquella funesta enfermedad a los Bosque negro que tras varios días de aguantarla terminaban enloqueciendo, sucumbiendo al frenesí de la corrupción. Gorok, el patriarca chamán de la tribu, había visto la calamidad en el fuego, pero aunque había tratado de preparar a su tribu de la mejor manera para afrontar el mal que se le cernía, era incapaz de contener la corrupción por mano propia, necesitaba los hongos de Ulsaafar para crear un antídoto o antes de que pasaran tres lunas estarían totalmente perdidos. Como recolectar los hongos que serían su salvación si la naturaleza que les rodeaba se habían convertido en sus peores verdugos, alrededor de la aldea bosque negro se habían organizado barricadas para defender a sus habitantes de la intrusión de los depredadores furibundos por la corrupción pero resultaba extremadamente difícil aventurarse hacia el cubil de Ulsaafar sin arriesgarse a morir en el proceso, quizás por suerte o por orden predeterminado del universo, su fatídico destino estaba a punto de dar un vuelco. Dos kaldorei y una draenei llegaron a las puertas de la tribu ayudándoles a eliminar la amenaza de un oso frenético, los bosque negro mantenían su escepticismo ante los inesperados visitantes pero tras comprobar que la draenei portaba en su poder el talismán dado por su tribu a los que demostraban ser verdaderos aliados de ellos, le dejan pasar para hablar con el patriarca, Gorok quien confirma que Nehira, la draenei, había sido enviada a su aldea para solicitarles ayuda, el viejo chamán les concede la posibilidad de hospedarse por un tiempo a ella y a sus aliados hasta que puedan sanar las heridas y comer algo pero les advierte que la tribu está pasando por un mal momento y no pueden contar con su ayuda mas allá de ello, al menos, hasta que puedan obtener los hongos de Ulsaafar para curar a los miembros de la tribu que yacían enfernmos. Altair, Cienna y Andarien, el joven elfo herido fueron recibidos dentro de la aldea bosque negro donde algunos de sus chamanes se encargaron de revisar las heridas del elfo, luego, el resto del grupo se reúne con Gorok, quien les explica sobre el cubil de Ulsaafar adorado por su gente desde antaño y sobre los hongos curativos que allí crecían, ante esto, un grupo formado por la adiestrada centinela Altair, el druida Athalas, el altonato Dharma, la draenei Nehira y dos de los exploradores furbolg de la tribu parte hacia el cubil con la intención de recuperar los hongos necesarios para preparar una medicina suficientemente fuerte para curar a todos los afectados por la enfermedad. Tal cual el grupo se adentró en la profunda gruta de roca, encontrando dos de los anteriores exploradores furbolg que habían sido enviados antes, Gorok ya les había dicho que los demonios pululaban la cueva siendo la madre del cubil la única que se interponía entre aquellas bestias y su lugar sagrado, ahora estaban seguros de que el viejo chamán les decía la verdad teniendo que abrirse paso hasta lo mas profundo en un sendero custodiado por pequeños diablillos que al final parecían mas que demasiados para ellos viéndose obligados a dividirse, Athalas, Nehira y Dharma siguieron su camino hasta dar con la última recamara donde yacía la charca de Ulsaafar y los hongos que buscaban mientras que la centinela y los dos exploradores furbolgs resguardarían la entrada contra los diablillos que los atacaban. Una vez cruzaron la charca encontraron un lugar lleno de vida, con hierbas altas, hermosas plantas y hongos luminosos, pero también había algo mas allí, una muy herida madre del cubil, cuyos ojos mostraban ya la locura insipiente que comenzaba a poseerla, los diablillos habían herido a la inmensa osa mas de lo que cualquier animal pudiera soportar pero aún con su inmensa voluntad comenzaba a ceder por la corrupción, estaba triste, herida, cansada ya por su larga vida por lo que ya solo pudieron hacer lo mas difícil pero noble, sacarla de aquel tormento del que era parte, una lucha que les rasgaba el corazón y que terminaría con la vida de la protectora de aquel sagrado lugar. Los diablillos terminaron por abrirse paso hasta la recamara donde ellos se encontraban obligándolos a buscar otra forma de huir, por suerte, Nehira encuentra una gruta entre las rocas, un sendero que pudieron seguir hasta una abertura entre la saliente de una cascada desde donde tuvieron que saltar para salvar sus vidas, una vez afuera son ayudados por Altair, que gracias a sus habilidades afinadas había logrado escapar de la cueva, la misión había sido cumplida pero la vida de uno de los exploradores, además de la vida de la madre del cubil se habían perdido. Ahora solo restaba esperar a que el viejo chamán Gorok jefe de los bosque negro, cumpliera con su parte y creara una cura natural para la corrupción que estaba matando a su gente y los amenazaba con la extinción. Participantes y Habilidades usadas. Dharma Zor'eil (@Akross) - Narrador : Lanza Ligera / Defensa / Nadar / Sigilo / Ilusionismo (magia arcana) / Combate sin armas / Abjuración Basica (Magia arcana) Athalas Shan'Athor (@Blazerunner) : Defensa / Llamada Lunar / Buscar / Sigilo / Guarda Natural (Druidismo) / Nadar Nehira (@ Firefly ): Maza 2 manos / Defensa / Sigilo / Buscar / Nadar / Combate sin Armas Consecuencias. - La tribu de los bosque negro han desarrollado una espcie de antidoto contra la enfermedad causada por la corrupción que les cederan a los elfos de la noche para que traten a todos los afectados por la enfermedad. - La tribu de los bosque negro han ofrecido ayudar a Eltharien y sus compañeros a combatir la corrupción de Delmanis y sus lacayos en calidad de aliados. - La madre del cubil, adorada por la tribu de los bosque negro cual si fuera un antiguo espiritu de benevolencia ha muerto y la charca de Ulsaafar ha sido desprovista de cualquier defensa quedando a la merced de cualquier fuerza oscura que desee corromperla o darle uso a sus poderosas aguas.
  21. Npc Relevantes. Altair Starblade Esta veterana centinela ha estado y combatido en mas guerras de las que la mayoría de los seres en azeroth podrían soportar y aún así, conserva la suficiente bondad para sonreir amablemente ante sus hermanos y hermanas, es quizas su amplia sabiduría adquerida con los milenios lo que la ha dotado de una tremenda paciencia, suficiente para mantener su tenacidad incluso en los momentos mas terribles que desquiciarían a las mentes mas fragiles. Sus modos son siempre los de una guerrera bien entrenada y analiza cada batalla para buscar una mejor forma de afrontarla, sus capacidades han sido pulidas en el arte de la guerra desde joven y aunque la mayoría de sus seres queridos han muerto, continua luchando día a día por mantener a los suyos a salvo. Actualmente enseña a Cienna las pericias de una buena centinela, pero también está dispuesta a compartir sus conocimientos con cualquiera que demuestre ser confiable y sobre todo, esté dispuesto a asumir el dificil entrenamiento sin quejarse. Cienna DarkWing La joven e impetuosa centinela es conocida por sus hermanas por ser bastante cabezota, generalmente está bastante llena de energía y lo demuestra durante sus misiones, a veces con mas entusiasmo del necesario, suele ser bastante radical y agresiva con los desconocidos pero es solo una forma de mostrarse como figura de autoridad o simplemente de hacer que se le tome en serio, no obstante, es consciente de que le falta bastante entrenamiento y estudio para colarse entre los mejores del cuerpo militar centinela. Sigue siendo lo bastante joven, terca y altanera para necesitar de una figura de autoridad que la mantenga alejada de los problemas, en este caso, Altair funge como su maestra y guia, pero ha desarrollado no solo un gran respeto por su tutora sino un aprecio casi fraternal. Eltharien NightShade Este viejo shando es apreciado no solo por algunos de sus compañeros y congeneres sino por muchas de las criaturas que pueblan kalimdor, entre algunas tribus Furbolg se le conoce como el cuervo de tormenta por sus habilidades druidicas unicas, otros le conocen simplemente como "el caminante" lo cual define a grandes razgos lo que ha sido su senda druidica, pues practicamente desde que aprendiera el druidismo algunos años despues de la destrucción de la fuente de la eternidad se ha dedicado a viajar por todo Kalimdor para ayudar a los entes que pueblan Azeroth y salvaguardar la naturaleza. El shando está dedicado enteramente a combatir la corrupción de la legión y sus entes, su vida entera ha sido testimonio indiscutible de su gran entrega en la lucha contra los demonios, su sabiduría es tangible y su presencia inspira respeto entre los suyos. Es un elfo amable, con una paciencia inconmensurable, es capaz de mantenerse tranquilo y pensar friamente aún cuando la situación parece terrible, siempre busca el entendimiento entre las partes y le resulta facil suscitar el carisma de quienes lo tratan, convirtiendose con facilidad en una figura de autoridad casi paternal.
  22. El emisario del caos. ~Zona de Peligro~ Dharma esperaba en su campamento, una vez estuvo seguro de que Xirene estaba en buenas manos, en el fondo se culpaba por el estado actual de la druida, si él no les hubiera informado del elfo desaparecido quizás no se habrían adentrado en zona peligrosa, peor, su propia debilidad le había significado en casi perderla a ella, no podía protegerla, a duras penas podía protegerse así mismo de aquellos sables, carecía de habilidad para moverse en el bosque, se sentía perdido envuelto por la naturaleza y aquello en lo que se creía excelente resultaba ser apenas suficiente para mantenerse vivo, se compadecía de su ineptitud, engullido por un mundo para él desconocido. Esperaba pacientemente a la llegada de Eltharien, sabía con certeza que el druida iba a reprenderlo como a un crio y lo peor es que aunque aquello lo molestara, sabía que lo merecía, pero el shan’do no llegó, en su lugar llegó Athalas acompañado de dos centinelas, al fin habían hecho aparición los refuerzos de Darnassus, una de ellas, de mas edad y sabiduría se presentó como Altair, la otra, mucho mas novata e impetuosa que la primera llevaba por nombre Cienna, mientras Dharma informaba de lo sucedido a Athalas, las centinelas armaban sus propias tiendas de campaña. Poco mas adelante se les une Eltharien, pero contrario a lo que esperaba Dharma el reproche de este fue aun peor, no con palabras ni regaños, sino con miradas cargadas de decepción, no se lo dijo, pero estaba claro que el shan’do estaba consternado por lo sucedido con los linces y también con el druida, pero no culpó al inexperto altonato por su falta de criterio, al contrario, se culpó el mismo por no poder prever la inestabilidad del bosque y sus criaturas ante la influencia oscura del sátiro. El grupo de búsqueda se aventuró en el bosque hasta el límite seguro donde una de las centinelas encuentra el rastro del elfo que buscaban, apenas manchas de sangre secas ya que les indicaban una dirección hacia el noreste, entonces Eltharien les propone una opción extra pues sabía que nada de lo que pudiera decirles evitaría que los demás fueran en búsqueda del hermano perdido, el plan era simple, Eltharien usaría su magia para atraer la mayor cantidad de sables que le fuera posible y luego huiría sobre el lomo de su compañera Nashir (La matriarca sable sombraluna) para darles la mayor cantidad de tiempo posible y entonces sus compañeros pudieran adentrarse en el territorio de los sables para rastrear al hermano perdido, sin embargo, solo contarían con un tiempo limite de veinte minutos, después de aquello, los sables dejarían de seguir al druida y regresarían al territorio. Tal cual lo hicieron, una buena cantidad de sables corren tras el druida, Altair propone dividirse en dos grupos para poder buscar el rastro de forma mas rápida yendo ellas por un lado mientras que Athalas y Dharma iban por el otro, avanzaron como pudieron entre los inmensos arboles y la espesura del bosque percatándose luego de algunos felinos rezagados que caminaban lento, con paso cansado, inmersos en una profunda confusión. Las dos centinelas encuentran un rastro desde su lado y hacen señas a los dos elfos para que vayan junto con ellos, pero ninguno de los dos era especialmente sigiloso, llamando la atención de uno de los sables que de inmediato espabila corriendo hacia ellos con aquella ira incontrolable obligándolos a luchar para poder reunirse con las centinelas. El problema es que mientras vencen al sable, el poco tiempo que les ha dado el druida comienza a tocar fin, ambos, aún decididos a encontrar a su hermano desaparecido, se cuelan mas profundo entre el territorio de los sables que pronto vuelve a llenarse de estos obligándolos a colarse como pueden entre los arboles hasta abandonar la zona de peligro desde donde pueden volver a seguir el rastro junto a las elfas, pues ya regresar por el mismo camino había dejado de ser una opción. El grupo seguía el rastro de sangre seca encontrándose en el camino solo muerte y rastros de la misma, animales pequeños asesinados sin consideraciones, otros no tan pequeños pero mas que nada pacíficos, también asesinado por los sables que no los habían comido, simplemente los habían cazado con la intención de matarlos nada mas, por fortuna, las centinelas logran recuperar el rastro que seguían antes, siguiendo el linde montañoso del este hasta encontrar una gruta entre las montañas que los lleva hasta una cueva en lo alto donde finalmente encontraron a un muy herido y convaleciente Kaldorei. Mientras el grupo buscaba el rastro del elfo perdido, en alguna otra parte del bosque ya Eltharien estaba regresando al campamento, una vez allí, aguardo en silencio junto a su compañera Nashir esperando el regreso de sus compañeros pero el tiempo corrió sin apenas cambios, un par de horas y seguía sin haber señales de que nadie fuera a regresar, el shan'do comenzó a pensar en las posibilidades de lo que pudiese haber ocurrido, de repente, una Draenei llamada Nehira que también había puesto su campamento junto a ellos se le acerca a Eltharien esperando que este pudiera responder algunas de sus preguntas, el antiguo druida la saludo con amabilidad e intercambió varias palabras con la viajera de Draenor antes de explicarle la precaria situación en la que podría encontrarse sus compañeros. Nehira, entregada a la buena causa de los naaru y de sus aliados kaldorei, ofrece su ayuda para buscarlos, Eltharien accede a su petición, un tanto consternado por la espera y por el posible peligro del que son participes, pero necesitaban ser rápidos si deseaban encontrar aun el rastro del otro grupo, entonces Eltharien se planteo una estrategia conocida pero que mostraba ser eficaz, de nuevo el debería llamar la atención de los felinos para que Nehira entrara en el territorio de los sables y llevara un mensaje para sus compañeros, Nehira sería entonces su emisaria, el shan'do le hace entrega de un collar tallado en una piedra luminosa y le dice que aquel es un distintivo de valor y alianza entre la tribu de Furbolgs bosque negro y si se los mostrara, ellos la ayudarían a ella y al resto del grupo al menos a curar las heridas a comer algo y luego a salir del bosque, era un plan desesperado pero era lo único que tenían. Eltharien provoca una lluvia estelar, un vistoso show de luces sin pretender huir, solo con la intención de llamar la atención de los sables, estos, en una gran mayoría caen en el cebo que el druida les propone y corren tras de él, sube en Nashir y emprende la huida para evitar confrontación, dejando el camino libre para la draenei que inicia su carrera hacia la dirección que antes le había dado el druida, esperando encontrar algún rastro que la condujera a la pista de sus compañeros pero es interrumpida en el camino por un sable que logra percatarse de ella, viéndose envuelta en un combate agresivo con la bestia, luego de vencerla puede retomar su camino al noreste donde encuentra el rastro que antes habían seguido Athalas y los demás, lo sigue y se adentra en la cueva donde las centinelas la reciben con sospecha pero Dharma la identifica como una aliada por lo que la dejan seguir e incluso le comparten algo de comida, la draenei les comenta el plan del druida pero deciden entre todos que deben descansar un tanto antes de hacer cualquier cosa. Participantes y Habilidades usadas. Dharma Zor'eil (@Akross) - Narrador : Lanza Ligera / Defensa / Rastrear / Sigilo / Atletismo Athalas Shan'Athor (@Blazerunner) : Defensa / Llamada Lunar / Rastrear / Sigilo / Atletismo Nehira (@ Firefly ): Maza 2 manos / Defensa / Atletismo / Rastrear / Supervivencia. Consecuencias. El grupo a dado con Andarien, un elfo perdido en la espesura de ocaso que ha sido herido repetidas veces por los sables y se encuentra muy afectado por la enfermedad que transmiten, también Athalas y Nehira han sido heridos pero en menor medida, ahora se encuentran inmersos en territorio peligroso.
  23. Sacrificar mas daño, mas protección física o mas defensa física, por algo de absorción mágica o incluso un bonos de daño de +1 o +2 a X o Y hechizo, me parece que es lo mas equilibrado a como ya de por si es el sistema actual, que es lo importante, balancear sistema.
×
×
  • Crear Nuevo...