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  1. He decidido transcribir esta guía que es más cortita, además que será útil para todos aquellos que quieran hacerse un Huargen 😄. Como siempre, primero créditos! Créditos: Esta guía se encuentra en su forma original en el foro de Epsilon: GUIDE: WORGEN MACROS! RUN, JUMP, CLAW & BITE! por el usuario Spoonninja22. Esto es sólo una traducción, yo no he creado las macros listadas a continuación. [Thank you so much Spoonninja22 for creating these!] Videos también hechos por Spoonninja22 Habilidades en forma Huargen He añadido un par de zarpazos sueltos, pero aun no he conseguido encontrar la animación de mordisco del huargen macho. RESET MACRO: Macro que resetea todas las demás. Es bueno tenerla a mano. HABILIDADES CON FORMA DE HUARGEN: CAMBIO DE FORMA: [SHAPESHIFT] CAMBIO DE FORMA: HUARGEN MASCULINO [Lo he probado con un personaje que no era Huargen de base. La macro parece simplemente cambiarte de forma sin toda la animación de la habilidad. Lo que no sé es si se corresponde el aspecto con algo en concreto o simplemente a todos les transforma por igual] CAMBIO DE FORMA: HUARGEN FEMENINO ¿ Como quitarse el vello facial de estas formas ? Nos añadimos un ítem que hay que equipar en el hueco de la cabeza. Se llama [Transmog UI Trim Head Item]
  2. Algunos aldeanos de Wadelwich conocían las leyendas del paso de la Hondonada de Orlaf, un valle inundado de árboles y vegetación entre el abrazo de las montañas, al este de la villa. Era un lugar que hace muchos años por culpa de las guerras dejó de ser seguro para salir de caza o de expedición, pero unos pocos todavía recuerdan los peregrinajes que hacían los brujos de la cosecha hacia los manantiales de sus ruinas, ocultas entre el paso. No se sabe cuando el sendero dejó de ser útil, pero estando en estado salvaje durante tanto tiempo ya no formaba parte de las rutas de viaje que utilizaban las mesnadas. Los que conocían los rumores hablaban de las aguas curativas de las ruinas Gilnea, sin embargo lo que de verdad captó la atención de algunos magos marcados era la posibilidad de encontrar cuarzo resonante en las cuevas de la ruina, un mineral común pero útil para sus encantamientos. Ese material podría ayudar a las tropas huargen, a menudo expuesta ante la hechicería renegada en el campo de batalla. Con algo de material podrían empezar a investigar sus propiedades, pero el viaje era muy complicado para unos eruditos con incipientes lecciones de espada. “No tanto para algunas personas que yo conozco”, pensó el joven Cormac. Los voluntarios: Jeacob, Vincent, Eudora, Nueve y Ekaterina. Cormac los encontró en la hoguera donde normalmente se reunían y no dudó en preguntarles. Habían estado en situaciones peores en el pasado, y el valle parecía “seguro”. Una zona aislada sin su paso, sin ningún valor estratégico para su bando o el enemigo, aunque también un buen lugar para esconderse. “Coger unas piedras y marcharse”, parecía una tarea sencilla, aunque todo acaba siempre enredándose. Después de varias horas de viaje encontraron el camino hacia la gruta, donde al parecer no estaba vacía del todo. Asaltadores de Norfolk habían hecho de ese lugar su nuevo hogar, y parecían amenazar a cualquiera que pasara por sus cercanías. Intimidados por los aullidos de huargen, consiguieron hacerlos retroceder. Más tarde se dieron cuenta por un reguero de sangre de que pudo haber alguna víctima de los forajidos. Ascendieron la montaña por su sendero pedregoso hasta encontrar una cueva, la supuesta entrada a las ruinas. No tuvieron que avanzar mucho hasta encontrar a un refugiado llamado Abraham, que contaba que había venido junto a su hermano Neim para buscar las aguas sanadoras de la leyenda, aguas sanadoras que según él servirían para curar una extraña afección, ahora expuesta por culpa de la escasez de medicinas en el norte. Él y su hermano consiguieron escapar de los bandidos, pero el imprudente de Neim se había adentrado solo en la cueva para ayudar a su hermano. Confiando en el refugiado, los voluntarios ayudaron a buscar a Neim. De todas formas tenían que investigar la cueva por el cuarzo y evaluar la situación. Actuaron rápido, abalanzándose sobre el único bandido armado que hacia guardia ante su refugio. Amenazándole con matarle consiguieron llevarles hasta su líder, no sin antes rescatar a Neim, herido de una pierna. Después de encargarse de que este se pusiera en un lugar seguro junto a su hermano, decidieron intentar pactar con los forajidos. Sí, eran criminales, sin embargo solo exigían comida y vestían con harapos, tan solo unas víctimas más que intentaban sobrevivir en un reino en guerra, viviendo en constante deshonra. Fue una decisión difícil, no exenta de riesgos ni de desavenencias, aun así hablaron claro con la líder, Kaylan, intentando llegar a un acuerdo: Piedras por comida… Y además, Abraham y Neim podrían llevarse un poco de agua del manantial. Quizás se sintieron un poco intimidados ante las formas huargen de los soldados, o quizás estaban demasiado hambrientos como para entablar un enfrentamiento con ellos, pero los bandidos, los auto proclamados como “Los Huérfanos” aceptaron el trato. La sangre fue derramada aquel día, pero no hubo necesidad de que nadie muriera. ________________________________________________________________________________________________________________________________ * El grupo de huargen acabó haciendo un trato con los forajidos. Comida a cambio de cuarzo y acceso al paso. Kaylan y sus Huérfanos parecen no dar más problemas por la zona, pero todo está por ver en el futuro. El informe de Jeacob no los menciona explícitamente, mencionándolos como una mera "comunidad de refugiados", pero cualquiera del grupo puede irse de la lengua. * Abraham y Neim dieron las gracias al grupo. No se sabe realmente si las aguas tienen algún poder sanador especial, pero están aliviados de volver a casa juntos y solo con el susto. * Los encantadores marcados de Wadelwich aceptaron agradecidos el cuarzo. No disponen de los mejores recursos y necesitan un tiempo para investigar sus propiedades, todavía es pronto para asegurar nada, pero el grupo de voluntarios será el primero en ser avisado de los avances. * Cliff, el desafortunado bandido que estaba de guardia nunca olvidará como el huargen al que llamaban "Nueve" le hizo un "suplex" contra el suelo, casi matándolo en el proceso. Se recuperará de sus heridas con algunas secuelas, pero el trauma quedará para siempre. _________________________________________________________________________________________________________________________________ Participantes: Vincent ( @Akross ), Jeacob ( @Maw ), Ekaterina ( @Bullet ), IX ( @TitoBryan ), Eudora ( @Lorea ), Cormac ( @mimbrari ). Vincent: Advertir/notar, Reflejos, Sigilo, Invocar elemental menor. Shadow: Advertir/notar, Evocación básica. Jeacob: Advertir/notar, Reflejos, Sigilo, Rastrear, Espada ligera, Comercio. Ekaterina: Advertir/notar, Reflejos, Sigilo, Arco corto, Sanación/hierbas, Cirugía/anatomía. IX: Advertir/notar, Reflejos, Sigilo, Rastrear, Sin armas (agresivo). Eudora: Advertir/notar, Reflejos, Sigilo, Purificar agua, Cirugía/anatomía. Cormac: Advertir/notar, Reflejos, Sigilo, Tradición/historia, Encantamiento básico (conocimientos teóricos).
  3. Akross

    Misiones de Guerra Parte I

    Misiones de Guerra Parte I. OFFROL: Pongo algunas misiones relativamente accesibles a los personajes que se encuentran en el frente norte, la dificultad e importancia de las misiones es mas bien baja pero acorde a las capacidades e importancia actuales de los personajes involucrados en estas, a medida que se vaya ganando la confianza de las mesnadas y se vaya mejorando la habilidad colectiva, las misiones pueden subir su dificultad o no, dependiendo del resultado de la relación de nuestros personajes y su desempeño en el frente norte. Cualquiera que desee mastear alguna de estas misiones puede ofrecerse a tomarla y se le apartará dicha misión, claro está, cualquier jugador puede proponer sus propios roles y misiones, estás misiones no están aquí para limitar sino para ofrecer herramientas a los que desean mastear alguna cosilla pero no se les ocurre el que. De cualquier forma, yo mismo iré escogiendo alguna para ir desarrollandola durante la semana. Atrapa a la oveja (Completada/ Fracaso) : Cuando los renegados asaltaron el muro, se evacuaron muchos pueblos del norte. Mitchel Ben Hellis, un afamado comerciante de la industria agraria ha tenido que iniciar un éxodo apresurado hacia el centro de Gilneas donde pudiera escapar de la guerra; Lamentablemente para él, una buena parte de sus ovejas han escapado del rebaño hacia la foresta de Colchester cuando su caravana a parado en Villatopo para abastecerse, sin muchas opciones seguras, Mitchel ha decidido ceder amablemente esas ovejas como aporte a las mesnadas que luchan en el norte, si es que logran atraparlas. Encargado: Recluta Roger Watts. Dificultad: 1/5 Requisito: Las ovejas deben ser capturadas con vida o de otra forma contarán como fracaso. Progreso: Ovejas restantes 6 / 8 (Han muerto dos) Recolección de Plantas (Completada/ Exito) : La guerra es cruel, sobre todo si estás entre las filas de los vivos, por esto los sanadores no dan abasto y la existencia de medicinas apenas son suficientes. La encargada del dispensario a puesto a su sobrina Rebecca Darlington la estimada tarea de recolectar varias hierbas silvestres para la preparación de diversos ungüentos y medicinas, para de esta forma paliar un poco la escases de recursos. Encargado: Rebecca Darlington / Medica Botanica. Dificultad: 1 / 5 Requisitos: Dentro del grupo de búsqueda debe haber al menos un personaje con habilidad de sanación/Hierbas o habilidades druidicas para reconocer y extraer las plantas sin dañarlas. Progreso: Se han recolectado algunas hojaplata, flor de paz y Raiz de tierra pero hacen falta mas y algunas otras plantas mas raras. Hojaplata 8/10 - Flor de Paz 10/ 10 - Raiz de Tierra 10 / 10 - Cardio Presto10 / 10 - SangreRegía 8 / 10 - Bellanova 5 / 5 (Link) Actualización 1: (Maestro - Mimbrari) Actualización 2: Actualización 3: El Coronel Crines: En el gran losazal de los pantanos de Lodoplaga hay muchos peligros, este es quizás uno de los mas representativos que haya salido de aquel sitio, se trata de un gran Crokolisco, es malvado, come hombres, grande, feo, de muy mal genio y grande, Otra vez, porque es muy grande. Fue apodado Coronel Crines durante la guerra civil gilneana donde se le atribuye la muerte de varios soldados de ambos bandos pero sobre todo por la desaparición del coronel Tobias L Crines de quien se cuenta la leyenda que fue devorado por el lagarto de un bocado, actualmente se desconoce la ubicación exacta del lagarto pero se sospecha que ha tomado rio abajo en busca de un lugar alejado donde encontrar nuevas aguas de anidada, por lo que probablemente haya hecho de alguna de las lagunas dentro de la foresta de Colcheste su nuevo hogarr. Representa una amenaza constante para los exploradores y mensajeros que se internan en dicho bosque, además con su piel se pueden hacer nuevas armaduras de cuero endurecido para nuevos reclutas por tanto es necesario que se le dé fin. Encargado: Cazador Teo Wrigth Dificultad: 3/5 Requisito: En el grupo debe existir algún personaje con las habilidades supervivencia y rastrear mínimo al 2 / Además debe estár completada la misión: "El camino de los Peregrinos" Progreso: Mensajero de Guerra (Completada/ Exito): Un mensajero profesional se ha perdido durante el cumplimiento de su deber, es normal que las personas mueran durante la guerra, pero es bastante inusual que los mensajeros desaparezcan, este podría haber traído un mensaje de vital importancia para el frente de la resistencia. Es de vital importancia dar con el mensajero, con su cadáver o por lo menos recuperar el mensaje para transmitirlo en Villa Topo antes de que pase algo malo por falta de información. Encargado: Sargento Thompson. Dificultad: 3 /5 Requisitos: Ninguno. Progreso: Actualización 1: (Link) El camino de los Peregrinos: Hace varios siglos, la ancestral cultura de los Gilnea se extendía por las montañas, ríos, y todo en el basto reino de Gilneas, sin embargo, tras la colonización del pueblo de Arathor y una posterior extensión de estos colonos por toda la región se han perdido viejos caminos y antiguas tradiciones ancestrales de los Gilnea. Se sabe que algunos brujos de la cosecha usaban antiguos senderos especiales para peregrinar dentro de los espesos bosques de donde extraían plantas especiales para sus rituales paganos o solo para completar sus tradicionales rezos a la naturaleza, sin embargo, estos caminos se han ido perdiendo por la guerra civil y la amenaza huargen, la vegetación ha reclamado buena parte pero allí siguen, bajo árboles caídos, plantas nuevas, rocas movidas, solo hace falta dar con ellos para que puedan ser usados nuevamente por los soldados del frente norte y los aldeanos de Villatopo que cazan, pescan y recolectan bienes de la naturaleza para suplir las necesidades del campamento. Encargado: Cazador Teo Wrigth Dificultad: 2 /5 Requisitos: Alguno de los personajes involucrados debe poseer la habilidad Historia/tradición o debe pertenecer a la estirpe antigua de las brujas de la cosecha. Progreso: Actividad de los ferales (Reservada Akross): La guerra contra los no muertos ya es bastante precaria como para que los soldados de las mesnadas tengan que preocuparse de la reciente actividad de unos enormes lupinos enojados y territoriales que los exploradores han avistado en los bosques un poco mas al sur de Villa Topo. Actualmente se desconoce la magnitud exacta de la manada que ha decidido ampliar su territorio hacia la precaria zona de guerra pero se especulan dos cosas, la primera que han sido sin duda el sonido constante de cañones y disparos en la lejanía lo que los ha atraído en primer lugar, además de la evidente actividad que han sufrido algunos poblados del norte desde que se movilizaran las tropas para detener el avance renegado, la segunda cosa que se especula es que la manada posee un líder o un Alpha que los comanda. Encargado: Capitán Marshall Laverouch. Dificultad: 4 /5 Requisitos: Recomendado por el capitán Marshall (No morir) Progreso: Actualización 1: Actualización 2: Actualización 3:
  4. Sesiones de Entrenamiento en el Frente Norte. Sesión 1. Aprender a defenderse en una zona de guerra era importante, probablemente vital, muchos en el grupo de los Mascarratas apenas si tenían una leve idea de como evitar que los golpearan, era aquel el caso de Alanna, de modo que Vince la llevó al área de entrenamiento donde iniciaron con un entrenamiento simple, usando ella una daga de madera, él usando un escudo y sus propias manos para apartarla cada tanto. En el entrenamiento no solo se intercambiaron golpes, se ensayaron nuevas formas de ataque para no ser tan obvio. Duración: 1 hora 30 Minutos. Participantes: Alanna : Dagas, Defensa, Reflejos – Vincent: Combate sin armas, Defensa, Reflejos. Sesión 2. Una nueva sesión de entrenamiento, esta vez Corinne se suma para ayudar a Alanna sin armas y la rubia con su daga de madera nuevamente, pese a que la pelirroja era mucho mas salvaje y regresaba los golpes con fuerza, era quizás lo necesario para que Alanna aprendiera lo precario de un combate real. Al mismo tiempo, Vincent ayudaba a Ekaterina a prepararse para el combate también, de nuevo usaba un escudo como buen sparring mientras que la joven pelirroja usaba una espada corta, atacaba con fiereza y el huargen se defendía con solidez intercambiando espadazos por manotazos que mas que daño ocasionaban molestia a la pequeña peliroja. Duración: 2 Horas. Participantes: Alanna( @Zora): Dagas, Defensa, Reflejos / Corinne( @Dorito): Combate sin armas, Defensa, Reflejos - Vincent: Combate sin armas, defensa, Reflejos / Ekaterina (@Bullet) : Espada corta, Defensa, Reflejos.
  5. Zora

    [Ficha] Alanna

    Atributos 6 Físico 6 Destreza 8 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 24 Mana 6 Iniciativa 7 Ataque CC Sutil (Cuchillo) 8 Defensa Habilidades Físico 3 Atletismo Destreza 1 Cuchillo 2 Escalar 3 Defensa 2 Nadar 3 Sigilo Inteligencia 1 Religión 4 Sanación/Hierbas 2 Supervivencia 2 Tradición/Historia 3 Restauración Natural 2 Analizar toxinas 2 Comunicación Natural 4 Toque natural 2 Guarda Natural 3 Alquimia Poción de salud menor Poción de maná menor Sedante Percepción 1 Buscar 1 Rastrear 1 Rumores 3 Advertir/Notar
  6. Leyendas Urbanas del Gueto Esta sección es un recopilatorio de rumores, historias o sucesos que pudieron o no pasar dentro de algunas zonas del gueto, generalmente ubicadas al sur del mismo pero no necesariamente limitadas a dicha zona. Estos rumores atienden a la misma mecánica que cualquier otra información de personajes o sitios, con la diferencia de que se trata de sucesos, con esto me refiero a que desbloquear dicha información puede hacerse de dos formas, escuchándola dentro del juego en rol o desbloqueándola con la habilidad rumores en la ficha. Cabe resaltar que alguna información podría ser en realidad falsa y una información errónea puede ser mas perjudicial que no tenerla, por esto hay que tener cierto criterio con lo que se decide creer o no, los rumores corren por las calles del gueto, creer o no en ellos puede cambiar las cosas para bien o para mal. Hay sitios donde los rumores fluyen con mas intensidad que en otros, uno de los mas importantes en el sur es la propia taberna "La pocilga" donde se reunen gentes de todas las barriadas del sur a contar su anecdotas irreales y a veces no tanto.
  7. Nombre: Auguste Lümmel Atributos7 Físico6 Destreza6 Inteligencia7 PercepciónValores de combate28 Puntos de vida18 Mana7 Iniciativa9 Ataque CC (Espada pesada (1M))9 Ataque CC (Combate sin armas)>7 Ataque a Distancia (Pistols de chispa)8 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 2 Espada pesada (1M) 2 Combate sin armas Destreza 1 Pistols de chispa 1 Escalar 2 Defensa 1 Robar bolsillos 2 Sigilo Inteligencia 1 Sanación/Hierbas Percepción 2 Advertir/Notar 2 Comercio 2 Buscar 2 Callejeo 2 Rumores Escuelas/Especializaciones
  8. Nombre del Personaje Auguste Lümmel Raza Humano Sexo Hombre Edad 40 Altura 1.75 mts Peso 80 kg Lugar de Nacimiento Lümmel, suroeste de Gilneas Ocupación Mercenario huargen Descripción Física Un hombre tosco y curtido, con ojos profundo de mirada seria y ceño fruncido. La cara deja entre ver algunas feas cicatrices así como en el resto de su cuerpo. De complexión gruesa con hombros anchos y brazos fuerte al igual que sus piernas, no tiene una estatura sobresaliente y se mantiene en la media. Su cabello es oscuro y bastante descuidado. Descripción Psíquica Las diferentes batallas han borrado todo rastro de compasión en su mente, aunque en su infancia apelara por el honor y la justicia estar de frente en los campos de batalla le han enseñado la horrible cara de la muerte. Aun así, todo esto le ha aclarado la mente pudiendo identificar rapidamente las intenciones de las personas asi como mantener sus pensamientos controlados en ves de dar respuestas impulsivas. No suele disfrutar mucho de la compañía aunque aun añora la imagen de su hijo por lo cual suele mostrarse condescendiente con los mas jóvenes que se encuentren desamparados. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia He luchado y padecido por estas tierras toda mi vida. Nací al suroeste de la península gilneana donde las olas chocan rutinariamente con las escabrosas montañas y riscos que cubren toda la playa. No tuve una infancia dichosa, era un niño mas aglutinado en el viejo orfanato de Lümmel, un pueblo libre habitado principalmente por curas y campesinos, el poblado recibía el nombre por la antigua tribu gilnea que habitaba estos acantilados, sin embargo algunos niños rumoreaban que el nombre del poblado era la forma como los gilnea maldecían a los colonos que se atrevían a tocar el su tierra sagrada. Allí pase la mayoría de mi niñez hasta que decidí seguir mis mas locos sueños y viajar lejos de mis natales tierras. Hui a la capital por recomendaciones de un viejo errante que viajaba entre ambos sitios, le hice confidente de mis tontos sueños juveniles de servir al rey como uno de sus mas nobles caballeros. El anciano alentó mis ideas y me apoyo en gran parte del camino antes de que la falta de alimento terminara apagando su vida. Absorbí todo su conocimiento del mundo y los valores que movían su vida, la justicia y el honor eran primordiales, El nombre que se crea y las acciones con que obra es lo que compone a un hombre, por ello decidí portar el nombre de ese sabio anciano para alargar su vida a través del tiempo, Auguste Lümmel fue el nombre que decidí portar y servir a la mesnada de la corona serian mis acciones. Una vez estuve en la capital, pude corroborar las narraciones del viejo Auguste, las grandes maravillas que se gestaban bajo la mano del rey eran formidables, grandes vidríales cubrían la enorme estructura de la catedral que se ubicaba en el centro de la ciudad junto con los edificios proliferados a su alrededor. Me dirigí entonces al barrio militar en busca de unirme a la mesnada profesional de la corona, donde los mas nobles y honrados caballeros son formados. No tarde mucho en descubrir que en el campo de batalla poco o nada importaba lo que piense cada soldado, el honor y la justicia son reservados para la nobleza y no para simples milicias. Transcurrieron muchos años antes de que mi mente empezara a corregirse al punto de perder por completo cualquier motivo para seguir luchando. El remedio vino del pasado, regresar al casi abandonado pueblo donde nací revivió en mi la llama de la vida. Contraje matrimonio con Caroline de Hammerfall quien obraba como enfermera en los campamentos de soldados, ambos decidimos partir a mis oriundas tierras para formar una familia. Mi hijo admiraba las mismas costas escarpadas que antes solía hacer yo. Aun cuando había abandonado mucho de las ideas que el viejo Auguste había inculcado en mi, aventure a mi hijo a seguir la misma senda, sin embargo mi hijo no tendría que huir de esas tierras pues allí yacía su hogar. Pasados al menos ocho inviernos con mi familia me vi obligado a abandonarles, pues los soldados volvían a ser llamados por sus señores para un nuevo enfrentamiento, un combate que no iba dirigido contra los usuales extranjeros sino dirigido a nuestra propia gente, a los insurgentes que se oponían a los designios del rey de construir el enorme muro y aislar la península de los otros reinos. sangre por mil heridas defendiendo esta tierra y hasta asesine a mis hermanos gilneanos por los designios del rey. Nada de eso recompenso las tragedias que aun a día de hoy me atormentan. Aun cuando la guerra se había enfriado nuevos problemas surgieron en el reino de manos de males místicos alejados de cualquier conocimiento humano. Los extintos lobos se erguían a dos patas en colosales bestias lupidas que asolaban poblados enteros en una sola noche. Primero cayeron los reinos del norte antes de que empezara a expandirse este horrible mal. Nada me hacia enfrentarme a estas bestias mas que mi propia supervivencia y la de mis compañeros en el frente, sin embargo, cuando el mal toco a mi propio hogar se había convertido en un asunto personal. Cabalgue a mi pueblo a gran velocidad en cuanto tuve noticias de que este estaba siendo atacado por las bestias lupidas. Cuando llegue alli la masacre ya había sido consumada y los pocos hombres armados que quedaban se mantenían de pie abatidos por la ardua lucha que habían tenido. Obvie todos los desastres causados concentrándome en mi granja la cual yacía con la puerta rota y las ventanas destrozadas. Ingrese con el temor en mi mente, el temor que había estado persiguiéndome en todo momento desde que recibí las malas noticias sobre el ataque al pueblo. Mi familia pago el horrible precio que todo gilneano estaba pagando por traicionar a sus hermanos en guerras fratricidas, ambos con la piel suelta y la sangre ya seca en el suelo habian sido asesinados por las bestias. Nada quedaba ya para mi en el mundo mas que mi iracundo deseo de venganza contra la maldición que padecía gilneas, la justicia cobraba las muertes que habia logrado en el campo de batalla pero eso no era suficiente para ella. Me aleje del pueblo en dirección a los acantilados, acompañado únicamente de mi espada. Era el fin de la tierra, un súbito corte en la planicie que dividía la vida de la muerte. Me acerque al risco con la intención ultima de ganar a la justicia una partida tomando mi propia vida fuera del destino que tuviera preparado para mi. Sin embargo, las fuerzas que mueven el destino son mas fuertes que mi propia voluntad y atrajeron a una de las bestias huargen, rezagada de su manada buscaba aun mas alimento del que saciarse y mi propia humanidad era la comida perfecta. Algunos gritos escuche antes que la bestia lupina me embistiera evitando mi destino contra las olas mas abajo. Difusos son mis recuerdos de los dias que trascurrieron luego, los aldeanos me llevaron al pueblo donde fui encadenado como ya habia visto en numerosas ocasiones ocurrir con los sobrevivientes en los pueblos. La maldición huargen me trajo devuelta a la capital pero en esta ocasión me encontraba aun mas lejos de ser un noble caballero, estaba en el espectro contrario a eso. Encerrado como un perro en la barriada donde amontonaban otros malditos como yo. He sangrado y luchado por estas tierras en muchas ocasiones, he seguido los designios de rey al pie de la letra y aun así lo único que recibo es ser maldito y olvidado en el peor lugar de Gilneas. Donde todos los males confluyen abandonados de la mano de la luz. Arrebatado de mi único deseo de morir, me veo obligado a velar por mi propia vida sobreviviendo al caos de este mundo.
  9. Ficha Novata Atributos 7 Físico 7 Destreza 5 Inteligencia 7 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 15 Mana 10 Iniciativa 9 Ataque CC (Combate sin armas) 8 Ataque a Distancia (Pistola) 10 Ataque CC Sutil (Estoque) 11 Defensa Habilidades Físico 4 Atletismo 2 Combate sin armas Destreza 1 Pistola 3 Estoque 2 Escalar 4 Defensa 4 Sigilo 2 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Fauna 3 Supervivencia 2 Herrería Percepción 2 Advertir/Notar 2 Rastrear 3 Reflejos 2 Callejeo 2 Buscar 2 Rumores
  10. Bastián

    Se busca: Chasse

    Chasse Sangre de Zorro Eventos Asistidos: Eventos Masteados: Nombre: Chasse "Sangre de Zorro" Raza: Huargen Sexo: Hombre Altura: 1,78 metros (1,89m huargen) Peso: 68 kilos (89 kg huargen) Lugar de Nacimiento: Norte de Gilneas Ocupación: Marcado Historiacompleta Descripción Física: Hombre de rostro algo embrutecido, con un mentón mal rasurado, con un cuerpo maltratado, por su estado como Marcado Chasse no toma en cuenta su higiene personal, siempre cubierto por una nube olorosa y una capa insalubre de mugre en sus vellos, que cubren las cicatrices que corrompen sus músculos, aunque rara vez va erguido con una tendencia a mantenerse cabizbajo con cuanto menos escueta, alcanza casi el metro ochenta. Y en su forma huargen supera esta marca, midiendo casi metro noventa, es una criatura con unos brazos y piernas extremadamente largas, de garras gruesas, de contextura escuálida recubierta por un pelaje grisáceo casi blanco que se oscurece cerca del morro. Descripción psíquica: Le caracteriza su injustificada hostilidad a cualquiera que lo rodee, brindando de una amarga compañía de sátiras hirientes e insultos lapidados, como hombre de mente simple y ahora infectado, si antes carecía de escrúpulos o cualquier código de honor ahora no es distinto, la codicia fue dejada a un lado por el rencor a su Rey, un rencor tóxico oroginado por la creciente paranoia que fermenta el odio de noches en vela fantaseando con la escena en la que clave sus sucias uñas contra la garganta de ese maldito prepotente anciano. Historia
  11. Nombre: Vincent Alexei Dukenheilt Atributos 6 Físico 8 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 18 Mana 12 Iniciativa 10 Ataque a Distancia (Pistola de Chispa) 14 Ataque CC Sutil (Combate sin Armas Eq) 14 Defensa Habilidades Físico 4 Atletismo Destreza 2 Pistola de Chispa 6 Combate sin Armas Eq. 2 Escalar 6 Defensa 1 Nadar 4 Sigilo Inteligencia 2 Diplomacia 2 Conocimientos Tacticos 2 Abjuración Básica 1 Conjuración Básica 4 Invocar Elemental menor (C. Arc) 2 Sanación Elemental Percepción 4 Advertir/Notar 1 Rastrear 1 Etiqueta 6 Reflejos 2 Rumores 1 Callejeo Escuelas/Especializaciones Magia Arcana: Arcano Conjuración Ficha: Elemental menor (Cuervo arcano) Mimetizar/Cuervo: el elemental arcano adopta la forma y contextura exacta de un cuervo, puedo graznar igual que este e incluso imitar su forma de volar. Atributos 4 Físico 4 Destreza 7 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 16 Puntos de vida 21 Mana 6 Iniciativa 4 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 2 Sigilo Inteligencia 2 Mimetizar/Cuervo 2 Evocación Básica (Arcano) Percepción 2 Advertir/Notar 1 Rastrear
  12. Vincent Van Dukenheilt Raza: Huargen Sexo: Masculino Edad: 25 Altura: 1,80 cm / 1,95 cm Peso: 73 kg / 85 kg Lugar de Nacimiento: Cubil Del cuervo / Lago de Plata / Gilneas Ocupación: Nada Descripción Física Humano: Piel blanca, cabello de un rubio pero oscuro como el ámbar, antes del gueto solía llevarlo en una coleta bien cuidada pero tras los sucesos de la plaga huargen se lo ha dejado crecer mas de la cuenta y sin mucho cuidado dándole un aspecto de vagabundo, al igual su barba también solía llevarla recortada pero durante su estadía en el gueto la ha dejado crecer irremediablemente. Sus ojos son de un color verde muy claro llegando a rozar las tonalidades del gris; su rostro suele ser fino, de facción estoica con mandíbula firme y cráneo simétrico ovalado. Su cuerpo suele ser delgado y atlético, sin destacar demasiado por el grosor de sus brazos y piernas o magnitud de sus pectorales. Huargen: Su pelaje es de un gris Oscuro como el hierro además de abundante formando una melena puntiaguda por la crin de su cabeza hasta su espalda baja, sus ojos son rojos de un color intenso como el fuego de su alma, su rostro suele ser afilado como una daga con una expresión facial que denota una ira intensa. Descripción Psíquica Vincent sufre de un trastorno generalizado de desarrollo no especificado, es decir una especie de autismo, si bien no es algo que le impida vivir su vida naturalmente, le cuesta un poco relacionarse afectuosamente con sus prójimos, además de esto sufre ataques de tensión que lo hacen bastante vulnerable a caer presa de la ira o de la agresión, gracias a su educación junto a un magi veterano de Dalaran, ha aprendido a meditar para evitar aquellos episodios de arrebato, no obstante su trastorno no acaba allí, también le dificulta desarrollar varias actividades a la vez, como prestar atención a una canción mientras hace algún ejercicio, o algo tan simple como leer un libro mientras sostiene una conversación, o peor aún rastrear, que es la suma de un montón de habilidades y que para él es verdaderamente difícil. Pero a su vez suele ser bastante bueno en cuanto se concentra en una tarea específica llegando a ser perfeccionista o a hacerlo de una mejor calidad que el promedio gracias precisamente a que enfoca todos sus sentidos y concentración en llevar a cabo esa única habilidad. Sin embargo, su problema no marca toda su vida ni su personalidad, detrás de todo aquello, hay una persona con ardiente deseo de justicia, dispuesto a dejarse la sangre y el pellejo por su gente, su familia y su hogar. Colmado de gran orgullo, una ambición desmedida y una voluntad de hierro, buscará sobrevivir al pozo profundo en el que han caído él y su familia tras perder cualquier vestigio de nobleza y ser su nombre llevado a lo mas bajo. En sus manos y las de sus hermanos reside la tarea de recuperar el buen nombre que alguna vez pudieron tener, hacer de su familia grande otra vez y a su vez intentar ayudar a su patria en un tiempo tan aciago, pues donde la mayoría se rendiría, Vincent sabe que él no puede permitírselo, pues no le queda otra opción que seguirlo intentando hasta alcanzar el triunfo o morir en el intento. Su sentido del humor suele ser bastante limitado y peculiar, tampoco es dado a ser una fuente de carisma inagotable capaz de convertirse en el alma de la fiesta o la persona a la que acudirías para contarle tus problemas esperando escuchar un consejo a cambio, su empatía y forma de expresar sus sentimientos se limita a los hechos, no a las palabras bonitas bien adornadas, si bien puede tener sus momentos de inspiración, no es usual verlo desinhibido mostrando sus sentimientos ante la gente lo que lo vuelve un poco enigmático y difícil de comprender, para algunos es un desafío que implica ir más profundo a desentrañar sus pensamientos, otros podrían verlo como una persona básica con ambiciones trasparentes. Historia Crónicas Oscuras. Los ungidos por la noche No temen a la oscuridad Epílogo El monstruo de la celda X Últimamente los días y las noches se parecían entre si, o un día de otro parecían exactamente los mismos, pero no lo eran, todo revoloteaba y cambiaba a su alrededor incluso aunque él no lo notara, sombras retorcidas que se batían de un lado a otro en la penumbra, voces lejanas y pasos metódicos, algo circunspectos, puede que quizás temerosos pero definitivamente tensos, eran los pasos de los carceleros, pequeños hombrecillos nerviosos que daban una ronda de un lado a otro por las distintas celdas en aquel silencio sepulcral que se había hecho tan rutinario poniendo en sus rostros el semblante mas digno del que fueran capaces, pero resultaba una charada desalentadora, sus movimientos prevenidos delataban el incontenible miedo de sus corazones, era comprensible, pues no vigilaban bandidos o asesinos comunes, no, su labor era la de vigilar a las bestias, a los demonios de la noche, despiadados y letales huargen. Un haz de luz se extendía por los angostos pasillos, alejando poco a poco las densas sombras que se habían apropiado del recinto carcelario, los ojos del lupino se perturbaron unos segundos por la fulminante luz que se colaba entre las gruesas barras de hierro que adornaban un diminuto cuadro en el centro de una enorme y maciza puerta de madera con bordes de mas de aquel molesto hierro ya ennegrecidos por la mugre del tiempo, los ojos del carcelario ya estaban entrenados para desviarse apenas lo necesario, comprobar el interior de cada celda y luego seguir su camino lo mas rápido posible como si con aquel vano intento pudiera ahuyentar el miedo de su cuerpo, pero por alguna razón siempre se paraba frente la puerta de la “X”, daba un pequeño vistazo que se postergaba mas de lo necesario hasta que sus ojos se encontraban de súbito con aquellas esferas rojizas lupinas afiladas como vidrio roto que brillaban asechándolo en la oscuridad de la celda número diez, sostenía su mirada algunos segundos y luego profería algún insulto, se había hecho rutina para el carcelero Thobias y para su cautivo aquel intercambio de miradas, aunque no lo fuese a confesar nunca, el buen Thobias había despertado jadeando entre espasmos y cubierto de sudor, tras tener una pesadilla con aquellos ojos escarlatas en mas de una ocasión, tuvo la inoportuna desgracia de ver a uno de esos Huargen destrozar a su hijo pequeño como si fuese un diminuto muñeco de trapo atrapado en las fauces de un perro de caza, ahora solo había una cosa que odiaba mas que a los huargen y era el temor que estos le suscitaban. - Maldita bestia – Gruñó el carcelero al tiempo que daba honda patada en la puerta de madera; casi como acto reflejo se escucharon las pesadas cadenas de hierro arrastrándose por el suelo con velocidad vertiginosa y luego un golpe seco sobre la puerta de al lado haciendo que el regordete Thobie diera un respingo que le helaría hasta los huesos, pegando su espalda a la pared contraria a las puertas mientras su rostro se desencajaba acojonado al tiempo que su antorcha caía contra los adoquines de roca macula. - ¿Qué pasa querido Thobie, a donde ha ido todo ese valor del que tanto alarde hacías? – La voz era cruenta, áspera y gutural, medio animal, medio hombre, el gordinflón recoge rápidamente su antorcha y levanta la luz de esta hacia la puerta “IX” desde donde lo observaban dos brillos ámbar divertidos. - Ambos… no, todos vosotros animales deberíais ser puestos en la hoguera como la plaga que sois – El huargen de la IX suelta una risotada gutural y se regresa al rincón oscuro mientras se baten sus cadenas, el carcelero por su parte decide seguir con su camino antes de que algo pueda salirle mal, me refiero a realmente mal, Thobias sabía bien que las bestias estaban encadenadas por un brazo y un tobillo pero no era idiota, sabía lo que ocurría cuando alguno de estos te mordía, fiebre, después dolor, al cabo de unos días solo sentías ira, una ira indómita, mas enceguecida de la que pudiera alguno imaginarse y finalmente te tornabas diferente, te convertías en otra bestia mas e ibas por allí buscando algo que poder destrozar con tus nuevas fauces lupinas, músculos aerodinámicos y garras largas como cuchillas. Después solo habían dos formas de parar el frenesí asesino, la muerte siempre era una posibilidad, unos cuantos disparos, un filo bien encajado quizás, el otro método aunque parecía menos ortodoxo, era en realidad un poco mas extenuante para las buenas gentes de gilneas, encierro supervisado por otros pobre gilneano igual a él y una cura milagrosa que les regresaba momentáneamente el raciocinio como el alma al cuerpo pero que a priori perdía su efecto. Antes de quedarse solos en aquellas celdas, habían varios huargens en las celdas contiguas, pero tras estudiar los efectos de la cura en ellos por un par de dias se los llevaban a algun lugar, no estaban seguros si se trataba de un lugar mejor o si se los llevasen para ejecutarlos, lo que si era seguro es que fuese lo que fuese, estaban convencidos que sería sin duda algo mejor que permanecer allí encerrados contestando preguntas y siendo sujetos de estudio, a ojos de los alquimistas eran pequeños héroes olvidados, para los ojos del resto de gilneas eran animales que debían ser sacrificados, de cualquier forma , si no comprendían el brebaje en su totalidad y los efectos que tenían sobre los infectados para la plaga huargen, pronto habrían mas lupinos que humanos y finalmente se perdería el legado de Gilneas. Por desgracia para IX y para X, parecían tener algo especifico que aun les interesaba investigar a los alqumistas. En cuanto el buen Thobias su hubo ido se escucharon murmullos en la oscuridad, como risas, pero rotas, desgarradas por la maldición. - Si sigues asustando al buen Thobie, te agarrará mas manía Ix – Se escuchó con eco aletargado desde la celda X, desde que muriese el último de sus compañeros de bloque, solo quedaban ellos dos para hacerse compañía y aguantar hasta la cura que les suministraban cada tanto, era tristemente lo único que les evitaba caer en la locura del encierro o de la ira. - ¿Qué mas da?, ya nos tenía manía desde antes, a ti más que a nadie, ¿no te habrás engullido a su mujer o algo? – el enorme Ix omite un gruñido ensordecido intentando contener la risa, luego se recuesta contra el árido rincón de su celda para mirar la Luna desde el diminuto agujero que se colaba por la parte superior de su celda. - No podría recordarlo, difícilmente puedo recordar mi propia vida, ya sabes, antes de que todo esto pasara, antes de la guerra, antes de… - Los ojos de Equis se ciernen con angustia y sus labios lupinos forman una fina línea de amargura, apenas distorsionada por los enormes colmillos de su dentadura. - Entonces debes contarme tú historia Equis, antes de que termines por olvidarla, me lo debes colega, yo te he contado la mía – Equis permaneció en silencio por un momento, sopesando las palabras de su compañero, en otra vida probablemente se habría negado de tajo a compartir su vida con un hombre que consideraba tan común, pero ya no era él mismo, no era un ciudadano, ni un humano tan si quiera, ahora era ceniza olvidada ardiendo en diminutas ascuas, ¿de que servía una historia si de todas formas iba a perderse cuando muriera?, hasta ese momento no había pensado en la muerte como algo tan cercano, siempre se creyó superior a la misma, forjador de su propio destino pero hacía mucho había perdido esa chispa de suficiencia, en esa celda, era otro mas a merced de la inclemente muerte. Desde su nacimiento tuvo ciertos privilegios, su padre era un Hidalgo que poseía un pequeño territorio que trascendía varias épocas de Gilneas y formaba parte de aquella tradición militar disciplinada casi cansina de sus antepasados, su familia había sufrido varios altercados durante los años pero aun sostenía una posición privilegiada entre los pueblos fronterizos del norte donde una parte de la tierra pertenecían a su padre, sobre todo en el pueblo de Lago de Plata donde residía la colina costera donde se erigía la gran casona del Hidalgo también llamada entre los pueblerinos como Cubil de Cuervos por su aspecto siniestro, casi siempre oscuro entre nubes ennegrecidas como carbón y espesos sendero de pinos que servían como hogar para una gran cantidad de estos oscuros e inteligentes animales alados a los que la familia había aprendido a amaestrar con los años. Fue el segundo de tres hijos, desde pequeño sus habilidades y una prominente sagacidad habían resultado ser un buen designio para su futuro, su actitud orgullosa y carácter fuerte también suscitaban en el señor de la casa gran satisfacción quien veía con buen grado las capacidades bélicas y administrativas de sus hijos, pero su carácter fue difiriendo mucho del de su disciplinado hermano mayor, de lo notablemente sano, ataques de violencia e ira sin control ni motivo aparente, ansias de superioridad y una impaciencia súbita crecían en el menor como el fuego de una hoguera empeñado en consumirlo por dentro, convirtiendo al niño en un verdadero verdugo para sus semejantes y en un evidente peligro futuro al menos que se encontrase una forma de apaciguar los ímpetus del más joven. Incapaz de apaciguar el fuego de su hijo por la fuerza que parecían conseguir el resultado contrario, el Hidalgo decide hacer caso de su dulce esposa y buscar otras alternativas en Dalaran, la mayoría de magos se negaron a recibir a un niño con tal muestra de incontrolable ímpetu como estudiante pues la magia era en si misma un arte que enseñaba de paciencia y autocontrol que el niño difícilmente pudiera dominar, pero un viejo mago discrepaba de sus compañeros sosteniendo que precisamente era la labor de los hechiceros la de apaciguar las mentes mas jóvenes, guiarlas por un camino de sabiduría y control, además veía en el niño potencial pero sobre todo una oportunidad para demostrarse así mismo que cualquier mente puede ser moldeada a favor de una sociedad. Así pues, el viejo mago decide viajar al cubil de cuervos para presentarse a la tarea que el duque gilneano le había solicitado. Varios años pasaron, una tercera hija nació en el cubil de cuervos, el hermano mayor se uniría desde muy temprana edad a la mesnada profesional de su majestad Crin Gris llenando de orgullo a su belicoso padre y el menor demostraba una mejora evidente en su actitud altanera, parecía mucho mas paciente, capaz de apaciguar su mente hiperactiva y enfocarla finalmente en una tarea a la vez, si bien le faltaba mucho para adoptar una conciencia eficaz como todos sus semejantes si era capaz de enfocarse en dicha tarea y hacerla mejor de lo que la mayoría podría hacerla, el padre no estaba del todo satisfecho con los progresos del varón más joven pero el viejo mago objetaba que la mente de su hijo funcionaba de forma distinta, no necesariamente mal, sino especial, si bien no podría ejecutar varias tareas a la vez como acostumbraban los hijos del cubil, cazadores y artilleros desde sus herencias mas antigua, si que podría centrarse en una tarea a la vez con una exactitud tal que sus resultados en dicha tarea serían bastante superiores a los de cualquier otro niño de su edad e incluso aprender a hacer cosas que otros tomarían años en aprender, una ventaja entre una serie de desventajas. Luego, convencido de que su hijo menor no podría tomar la misma senda que su primogénito o que cualquiera de sus antepasados y familiares, consciente además de que este debería trazar su propio camino de insospechado destino, accede a las incesantes peticiones del viejo mago permitiéndole regresar a Dalaran junto con su hijo como aprendiz para instruirlo esta vez en la magia, no solo en las distintas asignaturas académicas como había hecho hasta ahora. Algunos años mas pasaron, Gilneas cerró sus puertas al mundo y su familia tuvo que abandonar sus tierras recibiendo así un golpe fulminante, el señor del cubil de cuervos tendría que dejar atrás las tierras ancestrales de su familia y con ello la mayor parte de su influencia, pese a ello, construyo una casona en Hammerfall, un poblado noreste dentro de los muros de Gilneas y continuó siendo tan leal a CrinGris como se puede ser. Aquello había sido el principio del fin para su familia, el levantamiento en armas de los rebeldes habían desatado una serie de revueltas en casi todas las ciudades del reino, el primogénito de la familia continuaba su lucha leal a Cringris formando parte de su mesnada y pese a estar ahora mas cerca de su familia difícilmente podía reunirse con ellos por culpa de la guerra, el segundo, ahora aprendiz hechicero de lo arcano escuchó con angustia las noticias que llegaban a Dalaran sobre su pueblo y decide que es momento de regresar a casa. Imagen de Vincent antes de sucumbir a la maldición. La tensión fue en aumento, los rebeldes consideraban a la familia una traidora de las causas del norte puesto que el hijo mayor formaba parte del ejercito de Cringris y los demás se negaban a formar parte del conflicto y brindar su apoyo a Crowley, algunos lealistas por su parte creían que la familia del cubil de cuervos era una bomba de tiempo que podrían convertirse en enemigos de Gilneas y su rey en cualquier momento, pero la familia se mantenía al margen tanto como fuera posible sin negar su apoyo a Cringris pero sin desmeritar las motivaciones de los rebeldes, pero su continuo rechazo a tomar un bando los convierte en objetivo de las terribles maquinaciones de terceros. Mientras el ex Hidalgo del cubil de cuervos y su hijo mas joven viajaban a la ciudad capital para reunirse con el hermano mayor, la madre e hija que se quedan en el poblado Hammerfall son víctimas del mas terrible ataque en el que son golpeadas de forma brutal por lo que parecían ser bandidos de los arrabales insatisfechos con la guerra en busca de dinero fácil, en el ataque muere la madre y la mas joven de la familia es dejada por muerta y luego rescatada por una familia de campesinos que la ponen a salvo. Al enterarse del suceso, los tres hombres deciden dividir esfuerzos por sus diferencias, el mayor de los hermanos decide iniciar una investigación oficial como lo exigía su código moral y usar su puesto como soldado de la corona para buscar a los perpetuadores de la agresión entre sus conexiones de la ciudad y los poblados aledaños, mientras que el padre y su hijo menor regresan al poblado Hammerfall para buscar la venganza por sus propios medios acusando al hijo mayor de negligencia para proteger a su familia. Una carrera a contrarreloj comienza entonces, el primogénito intenta capturar y poner bajo custodia de la corona a los agresores antes de que su familia de con ellos, a sabiendas de que estos les darían caza y muerte como animales saltándose la ley establecida del feudo y luego tendrían que enfrentar consecuencias por su venganza desmedida, al tiempo su padre y él mismo estaban seguros que de no encontrar a los asesinos y darles justicia con sus propias manos, los asaltantes de su madre y hermana no recibirían el justo castigo que exigía la transgresión. Durante su investigación, el primogénito descubre que no se trataba de un mero asalto o intento de robo, la agresión parecía ser parte de un plan mas elaborado de una tercera persona, pero antes de que pudiera indagar al respecto e ir al origen, su hermano y padre dejan un sendero de cuerpos mutilados a las afueras de Hammerfall, el tiempo se le había acabado y también las opciones, tal como lo pensaba, los supuestos bandidos habían sido reconocidos por las cortes de la ciudad capital como soldados de Godfrey brutalmente asesinados por los rebeldes. Uno de los jueces de la ciudad se reúne con el hermano mayor y le explica que ahora acusaban directamente a su familia como rebeldes, asesinos y traidores a la corona de Cringris al menos que se entregaran y rindieran indagatoria, convencido de que quizás pudiera evitar la ejecución de su padre y hermano, el mayor decide buscarlos para convencerlos de entregarse y explicar lo sucedido, estos deciden dar la cara con orgullo a la alta corte, aun sabiendo que todo aquello era una charada para persuadirlos de entregarse. Durante el juicio, la corte de la corona despoja al viejo Hidalgo de cualquier valor nobiliario del que pudiera ostentar en el pasado en nombre del propio Rey de Gilneas, le acusa de traidor y se les condena a ambos, el padre debía ser encerrado junto al resto de rebeldes capturados tras la batalla en ciudad capital mientras que el hijo sería condenado a pena capital delante del mismo pueblo de Hammerfall por el asesinato sanguinario de miembros del ejército lealista para dar ejemplo, indignado, sintiéndose engañado y un tanto estúpido al comprender la trampa que se tejía desde el asesinato de su madre, el hermano mayor decide marchar hacia Hammerfall para liberar a su hermano el día antes de la ejecución. Pero aquel día el destino tenía previsto otra de sus jugarretas, las bestias lupinas se habían esparcido desde el norte como una plaga, sin sospecharlo, los fieros huargen fueron destruyendo y aniquilando varios asentamientos pequeños en el norte casi de forma sistemática y ahora los ferales eran tantos que planeaban atacar el poblado mas cercano a la manada, Hammerfall. El hermano mayor logra liberar a su hermano aprovechando el caos que los propios huargen causan en el poblado, pero mientras buscaban a la hermana mas joven se ven acorralados por las salvajes bestias y deciden huir. Y huyeron hasta que ya no hubo mas escapatoria, fue entonces cuando Vincent, el mas joven, en un arrebato de valentía trata de cubrir a su hermano de las bestias dándoles tiempo para escapar y después los recuerdos se ponen difusos, apenas retazos de ira y de dolor, de odio y amargura, de gritos y llamas elevándose. Entonces Vincent dejó de ser él y se convirtió en Equis, el recluso de la celda diez. Hacía mucho que no pensaba en su pasado, ni en su comprensiva madre, ni en sus hermanos, había vuelto a ser ese niño iracundo, salvaje y sumido en caos, despojado de toda clase de serenidad, incapaz de acallar las voces molestas en su cabeza que no lo dejaban concentrarse cuando era un niño incluso después de que una suerte de cura aboliera momentáneamente la ira feral de la bestia. Entonces hubo comprendido la verdad, su verdad, aquella bestia encerrada seguía siendo él, siempre fue una bestia, ahora lucía como una, aun si la magia no acudía, aun si aquel deseo de muerte ardía con mas ira en su alma de lo que nunca había quemado en el pasado, él seguía siendo él y nada de lo que sucediera cambiaría eso, decidido y aceptado de que ese podría ser su última oportunidad para contar su historia, levanta la mirada fulminante de sus ojos escarlatas decidido a responder a IX, lo mas cercano a un amigo que habría tenido nunca. - Jodete – Luego cerró sus ojos y meditó, como aquel viejo y entrañable mago, su maestro le había enseñado, tratando de acallar la ira suya y aquella ira de la bestia, no porque quisiera deshacerse de ella, quizás llegaría un momento en el que la necesitara, pero no en ese, en este momento la ira era innecesaria. Una semana después llevan a IX a las perreras tras comprobar que su incapacidad de volver a su forma humana no era un mal presagio, sino que sencillamente algunos huargen tardaban más que otros por su testarudez, pero conservan a X un tiempo mas para comprobar si aún puede controlar la magia en su estado como huargen antes de dejarlo en las perreras.
  13. Akross

    Vincent

    Crónicas Oscuras. Los ungidos por la noche No temen a la oscuridad Epílogo El monstruo de la celda X Últimamente los días y las noches se parecían entre si, o un día de otro parecían exactamente los mismos, pero no lo eran, todo revoloteaba y cambiaba a su alrededor incluso aunque él no lo notara, sombras retorcidas que se batían de un lado a otro en la penumbra, voces lejanas y pasos metódicos, algo circunspectos, puede que quizás temerosos pero definitivamente tensos, eran los pasos de los carceleros, pequeños hombrecillos nerviosos que daban una ronda de un lado a otro por las distintas celdas en aquel silencio sepulcral que se había hecho tan rutinario poniendo en sus rostros el semblante mas digno del que fueran capaces, pero resultaba una charada desalentadora, sus movimientos prevenidos delataban el incontenible miedo de sus corazones, era comprensible, pues no vigilaban bandidos o asesinos comunes, no, su labor era la de vigilar a las bestias, a los demonios de la noche, despiadados y letales huargen. Un haz de luz se extendía por los angostos pasillos, alejando poco a poco las densas sombras que se habían apropiado del recinto carcelario, los ojos del lupino se perturbaron unos segundos por la fulminante luz que se colaba entre las gruesas barras de hierro que adornaban un diminuto cuadro en el centro de una enorme y maciza puerta de madera con bordes de mas de aquel molesto hierro ya ennegrecidos por la mugre del tiempo, los ojos del carcelario ya estaban entrenados para desviarse apenas lo necesario, comprobar el interior de cada celda y luego seguir su camino lo mas rápido posible como si con aquel vano intento pudiera ahuyentar el miedo de su cuerpo, pero por alguna razón siempre se paraba frente la puerta de la “X”, daba un pequeño vistazo que se postergaba mas de lo necesario hasta que sus ojos se encontraban de súbito con aquellas esferas rojizas lupinas afiladas como vidrio roto que brillaban asechándolo en la oscuridad de la celda número diez, sostenía su mirada algunos segundos y luego profería algún insulto, se había hecho rutina para el carcelero Thobias y para su cautivo aquel intercambio de miradas, aunque no lo fuese a confesar nunca, el buen Thobias había despertado jadeando entre espasmos y cubierto de sudor, tras tener una pesadilla con aquellos ojos en mas de una ocasión, tuvo la oportuna desgracia de ver a uno de esos Huargen destrozar a su hijo pequeño como si fuese un pequeño muñeco de trapo atrapado en las fauces de un perro de caza, ahora solo había una cosa que odiaba mas que a los huargen y era el temor que estos le suscitaban. - Maldita bestia – Gruñó el carcelero al tiempo que daba honda patada en la puerta de madera; casi como acto reflejo se escucharon las pesadas cadenas de hierro arrastrándose por el suelo con velocidad vertiginosa y luego un golpe seco sobre la puerta de al lado haciendo que el regordete Thobie diera un respingo que le helaría hasta los huesos, pegando su espalda a la pared contraria a las puertas mientras su rostro se desencajaba acojonado al tiempo que su antorcha caía contra los adoquines de roca macula. - ¿Qué pasa querido Thobie, a donde ha ido todo ese valor del que tanto alarde hacías? – La voz era cruenta, áspera y gutural, medio animal, medio hombre, el gordinflón recoge rápidamente su antorcha y levanta la luz de esta hacia la puerta “IX” desde donde lo observaban dos brillos ámbar divertidos. - Ambos… no, todos vosotros animales deberíais ser puestos en la hoguera como la plaga que sois – El huargen de la IX suelta una risotada gutural y se regresa al rincón oscuro mientras se baten sus cadenas, el carcelero por su parte decide seguir con su camino antes de que algo pueda salirle mal, me refiero a realmente mal, Thobias sabía bien que las bestias estaban encadenadas por un brazo y un tobillo pero no era idiota, sabía lo que ocurría cuando alguno de estos te mordía, fiebre, después dolor, al cabo de un rato solo sentías ira, una ira indómita, mas enceguecida de la que pudiera alguno imaginarse y finalmente te tornabas diferente, te convertías en otra bestia mas e ibas por allí buscando algo que poder destrozar con tus nuevas fauces lupinas, músculos aerodinámicos y garras largas como cuchillas. Después solo habían dos formas de parar el frenesí asesino, la muerte siempre era una posibilidad, unos cuantos disparos, un filo bien encajado quizás, el otro método aunque parecía menos ortodoxo, era en realidad un poco mas brutal, encierro supervisado por otro pobre gilneano igual a él y una endemoniada cura que les regresaba momentáneamente el raciocinio pero que a priori terminaba quitando mas vidas de las que salvaba. Con el tiempo habían mejorado, probaban distintas cepas de la cura en diferentes bloques de celdas, se volvían mas metódicos en clasificar a los sujetos de pruebas, huargens que eran tratados con o sin su aprobación, un sacrificio pequeño por un bien mayor, a ojos de los alquimistas eran pequeños héroes olvidados, para los ojos del resto de gilneas eran animales que debían ser sacrificados, de cualquier forma, las opciones que tenían no resultaban mucho mas alentadoras que las que ya tenían, si no sintetizaban una cura definitiva para la plaga huargen, pronto habrían mas lupinos que humanos y finalmente se perdería el legado de Gilneas. En cuanto el buen Thobias su hubo ido se escucharon murmullos en la oscuridad, como risas, pero rotas, desgarradas por la maldición. - Si sigues asustando al buen Thobie, te agarrará mas manía Ix – Se escuchó con eco aletargado desde la celda X, desde que muriese el último de sus compañeros de bloque, solo quedaban ellos dos para hacerse compañía y aguantar la cura que les suministraban cada tanto, era tristemente lo único que les evitaba caer en la locura del encierro o de la ira. - ¿Qué mas da?, ya nos tenía manía desde antes, a ti más que a nadie, ¿no te habrás engullido a su mujer o algo? – el enorme Ix omite un gruñido ensordecido intentando contener la risa, luego se recuesta contra el árido rincón de su celda para mirar la Luna desde el diminuto agujero que se colaba por la parte superior de su celda. - No podría recordarlo, difícilmente puedo recordar mi propia vida, ya sabes, antes de que todo esto pasara, antes de la guerra, antes de… - Los ojos de Equis se ciernen con angustia y sus labios lupinos forman una fina línea de amargura, apenas distorsionada por los enormes colmillos de su dentadura. - Entonces debes contarme tú historia Equis, antes de que termines por olvidarla, me lo debes colega, yo te he contado la mía – Equis permaneció en silencio por un momento, sopesando las palabras de su compañero, en otra vida probablemente se habría negado de tajo a compartir su vida con un hombre que consideraba tan común, pero ya no era él mismo, no era un ciudadano, ni un humano tan si quiera, ahora era ceniza olvidada ardiendo en diminutas ascuas, ¿de que servía una historia si de todas formas iba a perderse cuando muriera?, hasta ese momento no había pensado en la muerte como algo tan cercano, siempre se creyó superior a la misma, forjador de su propio destino pero hacía mucho había perdido esa chispa de suficiencia, en esa celda, era otro mas a merced de la inclemente muerte. Desde su nacimiento tuvo ciertos privilegios, su padre era el heredero de un ducado militar que trascendía varias épocas de Gilneas y formaba parte de aquella tradición militar disciplinada casi cansina de sus antepasados, su familia había sufrido varios altercados durante los años pero aun sostenía una posición privilegiada entre los pueblos fronterizos del norte donde buena parte de la tierra pertenecían a su padre, sobre todo en el pueblo de Lago de Plata donde residía la colina costera donde se erigía la gran casona del duque también llamada entre los pueblerinos como Cubil de Cuervos por su aspecto siniestro, casi siempre oscuro entre nubes ennegrecidas como carbón y espesos sendero de pinos que servían como hogar para una gran cantidad de estos oscuros e inteligentes animales alados a los que la familia había aprendido a amaestrar con los años. Fue el segundo de tres hijos, desde pequeño sus habilidades y una prominente sagacidad habían resultado ser un buen designio para su futuro, su actitud orgullosa y carácter fuerte también suscitaban en el duque gran satisfacción quien veía con buen grado las capacidades bélicas y administrativas de sus hijos, pero su carácter fue difiriendo mucho del de su disciplinado hermano mayor, de lo notablemente sano, ataques de violencia e ira sin control ni motivo aparente, ansias de superioridad y una impaciencia súbita crecían en el menor como el fuego de una hoguera empeñado en consumirlo por dentro, convirtiendo al niño en un verdadero verdugo para sus semejantes y en un evidente peligro futuro al menos que se encontrase una forma de apaciguar los ímpetus del más joven. Incapaz de apaciguar el fuego de su hijo por la fuerza que parecían conseguir el resultado contrario, el duque decide hacer caso de su dulce esposa y buscar otras alternativas en Dalaran, la mayoría de magos se negaron a recibir a un niño con tal muestra de incontrolable ímpetu como estudiante pues la magia era en si misma un arte que enseñaba de paciencia y autocontrol que el niño difícilmente pudiera dominar, pero un viejo mago discrepaba de sus compañeros sosteniendo que precisamente era la labor de los hechiceros la de apaciguar las mentes mas jóvenes, guiarlas por un camino de sabiduría y control, además veía en el niño potencial pero sobre todo una oportunidad para demostrarse así mismo que cualquier mente puede ser moldeada a favor de una sociedad. Así pues, el viejo mago decide viajar al cubil de cuervos para presentarse a la tarea que el duque gilneano le había solicitado. Varios años pasaron, una tercera hija nació en el cubil de cuervos, el hermano mayor se uniría desde muy temprana edad al ejercito de su majestad Crin Gris llenando de orgullo a su belicoso padre y el menor demostraba una mejora evidente en su actitud altanera, parecía mucho mas paciente, capaz de apaciguar su mente hiperactiva y enfocarla finalmente en una tarea a la vez, si bien le faltaba mucho para adoptar una conciencia eficaz como todos sus semejantes si era capaz de enfocarse en dicha tarea y hacerla mejor de lo que la mayoría podría hacerla, el duque no estaba del todo satisfecho con los progresos del varón más joven pero el viejo mago objetaba que la mente de su hijo funcionaba de forma distinta, no necesariamente mal, sino especial, si bien no podría ejecutar varias tareas a la vez como acostumbraban los hijos del cubil, cazadores y artilleros desde sus herencias mas antiguas, si que podría centrarse en una tarea a la vez con una exactitud tal que sus resultados en dicha tarea serían bastante superiores a los de cualquier otro niño de su edad e incluso aprender a hacer cosas que otros tomarían años en aprender, una ventaja entre una serie de desventajas. Luego, convencido de que su hijo menor no podría tomar la misma senda que su primogénito o que cualquiera de sus antepasados y familiares, consciente además de que este debería trazar su propio camino de insospechado destino, accede a las incesantes peticiones del viejo mago permitiéndole regresar a Dalaran junto con su hijo como aprendiz para instruirlo esta vez en la magia, no solo en las distintas asignaturas académicas como había hecho hasta ahora. Algunos años mas pasaron, Gilneas cerró sus puertas al mundo y su familia tuvo que abandonar sus tierras recibiendo así un golpe fulminante, el duque del cubil de cuervos tendría que dejar atrás las tierras ancestrales de su familia y con ello la mayor parte de su influencia, pese a ello, construyo una casona en Hammerfall, un poblado noreste dentro de los muros de Gilneas y continuó siendo tan leal a CrinGris como se puede ser. Aquello había sido el principio del fin para su familia, el levantamiento en armas de los rebeldes habían desatado una serie de revueltas en casi todas las ciudades del reino, el primogénito de la familia continuaba su lucha como lealista de Cringris y pese a estar ahora mas cerca de su familia difícilmente podía reunirse con ellos por culpa de la guerra, el segundo, ahora aprendiz hechicero de lo arcano escuchó con angustia las noticias que llegaban a Dalaran sobre su pueblo y decide que es momento de regresar a casa. La tensión fue en aumento, los rebeldes consideraban a la familia una traidora de las causas del norte puesto que el hijo mayor formaba parte del ejercito de Cringris y los demás se negaban a formar parte del conflicto y brindar su apoyo a Crowley, algunos lealistas por su parte creían que la familia del cubil de cuervos era una bomba de tiempo que podrían convertirse en enemigos de Gilneas y su rey en cualquier momento, pero la familia se mantenía al margen tanto como fuera posible sin negar su apoyo a Cringris pero sin desmeritar las motivaciones de los rebeldes, pero su continuo rechazo a tomar un bando los convierte en objetivo de las terribles maquinaciones de terceros. Mientras el ex duque del cubil de cuervos y su hijo mas joven viajaban a la ciudad capital para reunirse con el hermano mayor, la madre e hija que se quedan en el poblado Hammerfall son víctimas del mas terrible ataque en el que son golpeadas de forma brutal por lo que parecían ser bandidos de los arrabales insatisfechos con la guerra en busca de dinero facil, en el ataque muere la madre y la mas joven de la familia es dejada por muerta y luego rescatada por una familia de campesinos que la ponen a salvo en una clínica. Al enterarse del suceso, los tres hombres deciden dividir esfuerzos por sus diferencias, el mayor de los hermanos decide iniciar una investigación oficial como lo manda la rectitud de su cargo y usar su puesto como soldado lealista para buscar a los perpetuadores de la agresión entre sus conexiones de la ciudad y los poblados aledaños, mientras que el padre y su hijo menor regresan al poblado Hammerfall para buscar la venganza por sus propios medios acusando al hijo mayor de negligencia para proteger a su familia. Una carrera a contrarreloj comienza entonces, el primogénito intenta capturar y poner bajo custodia a los agresores antes de que su familia de con ellos, a sabiendas de que estos les darían caza y muerte como animales saltándose la ley establecida y luego tendrían que enfrentar consecuencias por su venganza desmedida, al tiempo su padre y él mismo estaban seguros que de no encontrar a los asesinos y darles justicia con sus propias manos, los asaltantes de su madre y hermana no recibirían el justo castigo que exigía la transgresión. Durante su investigación, el primogénito descubre que no se trataba de un mero asalto o intento de robo, la agresión parecía ser parte de un plan mas elaborado de una tercera persona, pero antes de que pudiera indagar al respecto e ir al origen, su hermano y padre dejan un sendero de cuerpos mutilados a las afueras de Hammerfall, el tiempo se le había acabado y también las opciones, tal como lo pensaba, los supuestos bandidos habían sido reconocidos por las cortes de la ciudad capital como soldados lealistas brutalmente asesinados por los rebeldes. El alto juez de la ciudad se reúne con el hermano mayor y le explica que ahora acusaban directamente a su familia como rebeldes, asesinos y traidores a la corona de Cringris al menos que se entregaran y rindieran indagatoria, convencido de que quizás pudiera evitar la ejecución de su padre y hermano, el mayor decide buscarlos para convencerlos de entregarse y explicar lo sucedido, estos deciden dar la cara con orgullo a la alta corte, aun sabiendo que todo aquello era una charada para persuadirlos de entregarse. Durante el juicio, la alta corte despoja al viejo duque de cualquier valor nobiliario del que pudiera ostentar en el pasado en nombre del propio Rey de Gilneas, le acusa de traidor y se les condena a ambos, padre e hijo a pena capital delante del mismo pueblo de Hammerfall por el asesinato sanguinario de miembros del ejército lealista, indignado, sintiéndose engañado y un tanto estúpido al comprender la trampa que se tejía desde el asesinato de su madre, el hermano mayor decide marchar hacia Hammerfall para liberar a su padre y hermano el día antes de la ejecución. Pero aquel día el destino tenía previsto otra de sus jugarretas, las bestias lupinas se habían esparcido desde el norte como una plaga, sin sospecharlo, los fieros huargen fueron destruyendo y aniquilando varios asentamientos pequeños en el norte casi de forma sistemática y ahora los ferales eran tantos que planeaban atacar el poblado mas cercano a la manada, Hammerfall. El hermano mayor logra liberar a su padre y hermano aprovechando el caos que los propios huargen causan en el poblado, pero cuando tratan de salvar a la mas joven de la familia para huir, se ven acorralados por las salvajes bestias, entonces el mas joven, en un arrebato de valentía trata de cubrir a su familia de las bestias dándoles tiempo para escapar y después los recuerdos se ponen difusos, apenas retazos de ira y de dolor, de odio y amargura, de gritos y llamas elevándose. Entonces Vincent dejó de ser él y se convirtió en Equis, el recluso de la celda diez. Hacía mucho que no pensaba en su pasado, ni en su comprensiva madre, ni en sus hermanos, había vuelto a ser ese niño iracundo, salvaje y sumido en caos, despojado de toda clase de serenidad, incapaz de acallar las voces molestas en su cabeza que no lo dejaban concentrarse cuando era un niño incluso después de que una suerte de cura aboliera momentáneamente la ira feral de la bestia. Entonces hubo comprendido la verdad, su verdad, aquella bestia encerrada seguía siendo él, siempre fue una bestia, ahora lucía como una, aun si la magia no acudía, aun si aquel deseo de muerte ardía con mas ira en su alma de lo que nunca había quemado en el pasado, él seguía siendo él y nada de lo que sucediera cambiaría eso, decidido y aceptado de que ese podría ser su última oportunidad para contar su historia, levanta la mirada fulminante de sus ojos escarlatas decidido a responder a IX, lo mas cercano a un amigo que habría tenido nunca. - Jodete – Luego cerró sus ojos y meditó, como aquel viejo y entrañable mago, su maestro le había enseñado, tratando de acallar la ira suya y aquella ira de la bestia, no porque quisiera deshacerse de ella, quizás llegaría un momento en el que la necesitara, pero no en ese, en este momento la ira era innecesaria. Aclaración: Como bien pueden ver, esta sería mi historia para huargen, me gustaría que me ayudaran con criticas constructivas y sugerencias para ir puliendole detalles y mejorarla antes de ser enviada a revisión (Por supuesto cuando la raza huargen sea abierta al publico). También quiero aprovechar el espacio para reclutar jugadores que quieran formar parte de la historia con sus propios personajes y englobar una divertida historia conjunta, actualmente el hermano mayor será un papel tomado por el jugador @Blazerunner , pero no necesariamente deben ser personajes que salgan en esta historia sino relacionados entre si, un familiar cercano, un antiguo amigo de la familia, un guardian de la familia, leal pese a que la familia haya perdido cualquier status, la imaginación es el limite, bastaría con ir adecuando esta historia para ir integrando o haciendo mención a vuestros personajes.
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