Bastián

Eventos Masteados ... Eventos Asistidos Simple resina. (Masteado por Thala) Consecuencias inesperadas. (Masteado por Thala)

Nombre: Lirion Abrazasol Atributos 6 Físico 6 Destreza 8 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 24 Mana 8 Iniciativa 7 Ataque CC Sutil (Espada Ligera) 8 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 1 Espada Ligera 2 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna 1 Leyes 1 Religión 1 Sanación/Hierbas 1 Tradición/Historia 1 Evocación Básica (Fuego) 1 Conjuración Básica 1 Abjuración Básica 1 Detectar Energía Arcana 1 Invocar Elemental Menor 1 Transmutación Básica Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Disfraz 1 Etiqueta 2 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones Conjuración Elemental Menor: Mariposa Cascada de Azufre (Cataracta Sulphuris) Atributos 4 Físico 4 Destreza 6 Inteligencia 7 Percepción Valores de combate 16 Puntos de vida 18 Mana 8 Iniciativa 6 Defensa Habilidades Físico Destreza 2 Defensa Inteligencia 1 Lengua de Ceniza 1 Llamar Elemento 2 Detección Elemental Percepción 2 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Reflejos Dificultad 10 Lengua de Ceniza (Toque): La Cataracta Sulphuris usa su lengua ardiente para absorber el Fuego del entorno, consumiéndolo para recuperad 1d3 Puntos de Vida. Al utilizarlo en Elementales de Fuego, causa el mismo efecto y hace al elemental 1d3 de Daño.

Cuando pides rol y nadie contesta

Aguja Plumargenta No ocupo demasiado tiempo a los elfos encontrar una excusa para extasiarse una dosis de hechicería arcana esa misma tarde, tras descubrir que uno de sus faroles estaba fallando debido al incesante acoso de huidizos meteoritos, insectos atraídos por su luz anti natural. Detrás de la Aguja Plumargenta, bajo la húmeda sombra de la torre de piedra en forma de pico, se reunieron Aeromante, Forestal y Cocinera, obviamente todos con un mínimo de intelecto mágico, sobre todo el dirigente y la pequeña elfa dedicados a esta materia. Esta última fue recibida con una amarga sorpresa, pues un muñeco de prácticas llevaba su característico sombrero, aunque el forestal hizo demostración de sus encantamientos y tiro con arco para enseñarle que su sombrero estaba a salvo de cualquier daño, esto solo hizo más inquietante el tema. El trío no se esperó más, con un libro en su mano derecha y la mano izquierda abierta hacia el muñeco, la mini elfa desprendió de su brazo unos viscosos hilos que se meneaba cual tentáculos enfermos, una débil conexión entre ella y el muñeco, que pese a sus esfuerzos, apena se movía. Sería cosa de tiempo para que tanto la elfa como sus dos acompañantes masculinos, dominaran hechizos diversos en esencia y práctica, pero aunque esos días estuvieran lejanos y su tiempo fuera escaso en su constante jornada por la supervivencia Quel'dorei, esto era un inicio.

Buenas noches. Quisiera saber acerca de la Iglesia de la Luz en la sociedad enana y cual es su visión de los Hierro Negro y el culto de Ragnaros.

Nombre del Personaje: Lirion Abrazasol Raza: Elfo de Sangre Sexo: Hombre Edad: 87 Altura: 1,78metros Peso: 56 kilogramos Lugar de Nacimiento: Arcanorium, Isla Caminante del Sol Ocupación: Alumno Problemático Historia completa Descripción Física: Elfo de cuerpo saludable, con una postura impecable, ordenada y engalanada, de piel algo clara impoluta de cicatrices. Su rostro tiene una faz tersa como todos los elfos, con cierta expresión seductora. Su cabello es dorado, brillante y estilizado, cae largo por sobre sus hombros. Tiene unos grandes ojos verde ácido bastante expresivos. Descripción Psíquica Elfo animadverso que no reconoce el compañerismo ni la confianza. La única simpatía que muestra es hacia si mismo y las situaciones calurosas, ya sea de amistad u hostilidad, le ponen realmente incómodo. Finge ser desinteresado, y aunque le acompaña la prepotencia propia de un mago, no tiene ambiciones deferentes a los Sin'dorei como pueblo, preocupándose por su bienestar en secreto. Transtorno narcisista y megalomanía. Historia En un comienzo fue difícil de aceptar, había pasado toda su vida acompañando a su padre y hermanos en los jardines del Arcanorium. Este complejo había sido muy visitado tanto por jóvenes elfos como por los magócratas más reticentes, conmovidos por la belleza de los jardines y de las criaturas que los habitaban, flora y fauna mágica bajo la sempiterna protección de una enorme cúpula de cristal que mantenía un aura mágico constante que latía dando vida a todos los seres vivos que entraban en ella. Ahora sus observatorios y cuartos estaban completamente vacíos, abandonados, cubriéndose de polvo, solo en el exterior, en los jardines, continuaba latiendo la vida, alimentándose de la magia que escaseaba desde la perdida de la Fuente del Sol. Las criaturas y las plantas eran inconscientes, sin embargo, de esto pues la cúpula mantenía el medio ambiente arcano a salvo. Únicamente el joven Lirion era conocedor de los eventos que iban acaecer a tanto elfos como seres mágicos, consecuencia de la hecatombe que transformó su patria tal y como la conocían. En el pasado había sido un fiel seguidor de su padre que se había entregado en cuerpo y alma a un proyecto en especial, si bien la belleza que creaba le complacía y deleitaba más que ninguna otra cosa, era un botánico ambicioso que sentía que su meta estaba cada vez más lejos de él. Su objetivo: Crear la criatura más fascinante que el mundo haya contemplado jamás. Después de los elfos, por supuesto. Para esta misión recluto a sus hijos que si bien, avergonzados de los rumores humillantes que recorrían la Isla Caminante del Sol, aceptaron comprometidos a contentar a su padre, tres hermanos, el primero fuego, el segundo escarcha, el tercero arcano. Su padre educo instruyó personalmente a cada hermano, después de todo, eran un equipo científico y cada uno de ellos se había especializado en un propósito para crear una invención apoteósica. Precisa. Perfecta. Esto no fue una tarea fácil y su padre lo había aprendido mientras les enseñaba como funcionaba exactamente la cúpula, utilizando la energía de la Fuente del Sol que manaba en Quel’thalas para preservar un ecosistema de magia concentrada, pero en medio de una concienzuda explicación acerca de los vitales paneles de Línea Ley, Lirion y Ellyon discutieron acaloradamente acerca de los elementales del fuego y del agua. - ¡No me cabe duda alguna que cualquier compuesto por fuego es infinitamente superior! - ¡Te portas como un ignorante, claramente… el hielo lo supera en muchos aspectos! No fue la última vez que estas discusiones brotaron de la egolatría de los tres hermanos, que cada uno evaluaba los Pros y los Contras del contrario. Fue especialmente difícil para Lirion desligarse de este defecto, cada vez más centrado en su propia autosuficiente y la perfección de la que hablaba su padre, durante meses estuvo cautivo de sus propios estudios. Pero había algo que ningún hijo pudo inferir, ni siquiera en sus peores pesadillas fueron capaz de centrar su mirada en el elemento prohibido de la magia. La séptima escuela. La Nigromancia. Nunca debió salir a la luz los secretos que usó Gul’dan para traer los espíritus de sus orcos de nuevo a la vida, aunque esta vez, no era un alienígena primitivo el que traía una legión de oscuridad que como un mar se amontaba a orillas de Lunargenta, únicamente impedidos por el Ban’dinoriel que protegía la ciudad. Era un hombre del reino del sur, Lordaeron, su príncipe. La ola de no muertos eventualmente lo logró, de alguna forma, evadir las protecciones mágicas de Lunargenta y avanzaron por la ciudad. Aunque los Abrazasol se refugiaron lejos de sus jardines dentro del Arcanorium, uniéndose a los refugiados de la Isla Caminante del Sol, no llegaron a entrar en contacto con las fuerzas de No Muertos que asediaron su reino, pues para su fortuna o desgracia, el objetivo del Príncipe Arthas nunca fue masacrar a los elfos, si no utilizar la columna vertebral de su pueblo como sociedad y cultura, la Fuente del Sol corría peligro. Eventualmente una Quel’thalas contaminada por las energías de la Fuente, ahora corrompida por la resurrección de un poderoso Nigromante. La preocupación llevó a los Abrazasol a abandonar la seguridad del corazón de la isla para inspeccionar el estado de sus jardines, después de todo, eran el trabajo de su vida y aunque su padre había ordenado inicialmente marchar solo, sus hijos que no eran precisamente elfos que agachaban la cabeza con obediencia, lo siguieron. Una vez Lirion entró a los jardines se percató de lo que estaba sucediendo, la esencia de la poderosa fuente mágica comenzaba a marchitar lentamente tanto a criaturas como a la flora mágica. Alterados, desactivaron los encantamientos que concentraban la esencia de la Fuente del Sol en el interior de la cúpula de cristal, las criaturas vivas no sentirían su falta hasta que las reservas se secaran, agotándose la energía que retenían los conjuros. La inquietante realidad era que, eventualmente, la Fuente del Sol desaparecería. Pero fue todavía más inquietante, enterarse que después del regreso, y a posterior, marcha del Príncipe Kael’thas, sus más fieles seguidores traían a los renombrados Sin’dorei una solución que no preveía los medios que usaban. Los Abrazasol estaban impresionados, incrédulos, inconmovibles. Todos ellos abandonaron Quel’thalas antes que permitir que se doblegaran a sus más bajos instintos, todos ellos excepto uno… En un comienzo fue difícil, era un gran reto a superar, pero acomplejado a su forma y consumiéndolo todo. Poco a poco, consumió los aleteos de las mariposas y la vibra de las vermis, absorbiendo la luz mágica que las flores emitían, la oscuridad cubrió los jardines pero Lirion no dejaba de brillar, como si fuera el Sol único que brillaba en el universo vacío.

Vientos de cambio Los edificios de Quel'danil con sus arcos y curvas exageradas, tejados azul y verde, con detalles en colores áureos como cortinas o ventanas, eran realmente impresionantes, o mínimo extravagantes. Si bien no compartían la arquitectura fastuosa, excentricidades arcanas y el tintado de rojo que padeció el Alto Reino, preservaban la comodidad impecable que se esperaba de los elfos. Después de todo, esta raza milenaria no estaba hecha para vivir en cuartos estrechos, camas incómodas e indeseosos muebles viejos. Los miembros de Hath'lorien habían tolerado esta situación por demasiado tiempo. Llegaba la hora de realizar un cambio en la vida diaria de los elfos y por fin desligarse de este sufrimiento, aunque para esto tuvieran que ir lejos...

Mina Cumbre Roja, Operación Minera del Jefe Gizzy Eran alrededor de unos ciento cincuenta trabajadores, el Jefe Gizzy los había surtido con un par de monedas para aumentar sus ánimos y reducir las posibilidades de que algún listillo escapara con algo de la ganancia. La Mina de la Cumbre Roja era especialmente conocida por la escasa cercanía de los nativos de Kalimdor, un blanco fácil para cualquier empresario oportunista, aunque las compañías de goblins que iban rara vez volvían completas, reducidas a una suertuda minoría que no paraban de balbucear acerca de espíritus gigantes guerreros de roca que habían aplastado esperanzas, ganancias y goblins por igual. Muchos empresarios habían intentado hacerse con el alijo de la Mina y ninguno lo había conseguido, pero el fanfarrón Jefe Gizzy estaba seguro de que el sería diferente a esos papanatas. Cuando la compañía regresó a su privilegiado campamento, siendo nada más que unos once goblins asustados y tartamudos, peor aún, con las manos vacías, Gizzy supo que había cometido un error, maldijo a Kalimdor y a la Mina hasta que quedó afónico, para a continuación hacer algo al respecto. Conocía al cartel goblin indicado para esto, aunque no le agradaban estos gandules, eran baratos y más que capaces de hacerse cargo de este asuntillo...

Reconozco a los tauren como excelentes barcazas Digo... bienvenido!!

Buenas. Tengo dudas acerca del Druidismo en general. ¿Cómo se instruye un druida? Tengo una idea realmente básica, pero no estoy seguro. Y de esta surgen varias. ¿El druidismo es una conexión con la naturaleza como una entidad, igual que ocurre con los Elementos, o se basa en algo más como las virtudes de la Luz Sagrada, respetando a la naturaleza, su equilibrio, etc...? ¿Cómo se llega a un vínculo con la naturaleza al nivel de un druida? ¿En algún momento el druida puede perder el vínculo por X motivo o perder sus habilidades como druida? Gracias.

Bienvenid@ a la jungla

¿Por qué PyE Classic? ¿Y no mejor Warcraft: PYE: REFORGED?

De Regreso a Casa Hath'Lorien prosiguió su camino descendiendo al otro lado de la montaña donde se asentaba la fortaleza Puñotrueno, esquivando la espantosa Ciénaga para descender al valle cuyo frente era contra una tribu de trols que había ocupado el lugar de los Pantano Infecto en la zona. Guiados por dos montarraces, un joven enano y un anciano perdido en el remordimiento, que sobrevivieron a la compañía de Haldrad Puñotrueno, alcanzaron la Aldea de los Cinco Nudillos, ahí la Compañía de los Cuervos Blancos los esperaba. La guerra contra los trols había hecho mella en una de las últimas aldeas granjeras del Clan Puñotrueno, allí donde se cosechaba cebada y se encontraban los animales más frescos, mas ahora aquellas bestias de piel verde habían destrozado los campos y alejaron las manadas de caza más allá de llano, adentrándose en el bosque en el que una tribu se asentaba. Los miembros de Hath'lorien y sus aliados, dispuestos a salvar al Earl de dónde fuera que haya sido capturado, unieron sus esfuerzos, llamaron a Hakon líder de los Cuervos Blancos que defendían la aldea junto los guardianes Puñotrueno, para decidir marcharse hacia el interior de la foresta donde la vegetación era frondosa, los árboles se tornaban enormes con ramas muy gruesas, utilizando su poco numeroso grupo para infiltrarse allá en el terreno que recientemente había sido adueñado por esta tribu trol desde el destierro de los Pantano Infecto. Pese a esto no era tan fácil escapar de los trols del bosque en su bosque, ninguno de los Quel'dorei ni la enana que los acompañaba pudo adivinar que esta tribu utilizaba a los ágiles Huargos de Valle para cazar, diferentes a sus primos por su baja complexión mas no por ella menos musculosa, caracterizados por un fuerte olfato y una naturaleza obstinada a seguir una presa hasta que su cuerpo agarrotado ceda, las máquinas de caza enanos perfectas. Escurridizos, los altos elfos crearon una emboscada, no eran enanos, no iban al frente ni atacaban con completa valentía, eran elfos, herían a los trols con precisión y la magia estaba de su lado, fue inesperado para todos aquellos pieles verde cuando un árbol comenzó a prenderse en llamas y haces violetas viajan de aquí a allá, ¡ABC elfos por doquier! Un trol huyó y las alertas se encendieron. Con el temor presente de que fueran atrapados por todo una horda de estos infra seres, eligieron el camino menos esperado por cualquier ser bien pensante, adentrarse aún más en el bosque de aquellos monstruos. Desde una montaña, ocultos por las gruesas ramas de los árboles que parecían un segundo piso para el campamento base de los trols, crearon una estrategia. Eleandris y Daelanor iban a alejar a cuantos trols pudieran, sembrar el caos y causar daños en sus hogares, mientras que Auric y Lynnete se infiltraban entre la lluvia de fuego, aprovechándose de la extrema vigilancia y la inseguridad de los trols, mas obviamente la creatividad de la Ilusionista acabó por ser lo más idóneo para la situación. Eleandris y Daelanor corriendo para reunirse con los Cuervos Blancos que Liondyll había convocado, en medio del bosque se enfrascaron en una sanguinaria batalla donde los trols tenían ventajas. Los Martillo Salvaje no eran expertos usuarios de la pólvora pero sí grandes guerreros curtidos en muchas batallas en territorios similares, dieron un buen combate, por al menos un tiempo... Sin embargo, al otro rincón, Auric y Lynnete habían alcanzado al Earl Puñotrueno, seis de sus más fieles guerreros aún estaban vivos, pero todos sufrían la misma maldición que su mandamás, hechizados con un tipo de magia oscura propia de los trols que solo la Luz Sagrada podría sanar, los embelesaba cambiando su piel y mente por la de un anciano incapaz de moverse siquiera, balbuceando, con recuerdos sin ninguna lucidez. Los quel'dorei no eran precisamente fuertes y tuvieron tomar una decisión, abandonar rápido el campamento antes de que los advirtieran o intentar salvar a todos, evidentemente... eligieron lo primero, pese a la inquietud de ambos respecto a esto. *** ¿Debo añadir algo? Ni a mi ni al Earl nos gusta nada tener a los Barbaocre ni a los Cuervos Blancos como aliados, pero los necesitamos. - Admitió Churro, caracterizado por hablar y hacer más que pensar. - Habéis salvado a Haldrad y aunque perdimos la aldea de los Cinco Nudillos, con vuestra comida, las fuerzas del Clan y de todos los otros, nos reabasteceremos en las colinas. Iremos a cazar trols, Churro, me alegraría verte ahí. - Dijo Auric, ignorando por completo los resultados de su misión, la cual continuaba inquietándolo personalmente. - Hath'lorien y los Puñotrueno lucharán en la batalla, y además os daremos lo que crezca en nuestra tierra. Oí los rumores, deberías intentar que vuestros amigos mercaderes se queden al festín, habrá de oso. - El enano miró al joven mas este último negó con la cabeza. - Bueno, al menos espero veros pronto. El técnicamente forestal asintió con la cabeza y marcó una sonrisa leve en sus labios, intentando deshacer las dudas de su mente mientras se despedía, daba la vuelta e iba con Black Philip, aquella malévola cabra que resultaba tener una increíble habilidad para oír los problemas del adolescente.

Atributos 9 Físico 5 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 36 Puntos de vida 18 Mana 7 Iniciativa 10 Ataque CC (Combate sin armas (Defensivo)) 6 Ataque a Distancia (Lanzar) 6 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo 1 Combate sin armas (Defensivo) Destreza 1 Lanzar 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna 1 Religión 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia 1 Tradición/Historia 1 Cocina 1 Forma de Oso 1 Comunicación Animal 1 Comunión con la Naturaleza 1 Pacificación Animal Menor Percepción 1 Advertir/Notar 1 Bailar 1 Buscar 1 Comercio 1 Disfraz 1 Etiqueta 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones Feral

Historia: En los bosques de Vallefresno existía una arboleda no demasiado lejos del pueblo civilizado de Astranaar, donde la luz de la luna era incapaz de atravesar las enredaderas y gruesas ramas de los árboles, ese lugar era llamado por los elfos de la noche como "Sauce Sombrío". Decían que Elune había bendecido ese lugar ocultándolo a los ojos extranjeros e indignos y así pudo mantenerse a salvo durante las grandes guerras, muchos elfos y elfas de la noche acudían al Sauce Sombrío para pedir refugio a los espíritus fatuos, no obstante, los espíritus los rechazaban. No fue después de la Guerra de las Dunas, con el despertar de un druida llamado Yondu, atraído por la magia de los fuegos fatuos, tuvo la valentía (u osadía) para entrar en comunión con la naturaleza de ese bosque oscuro rogando a los espíritus del Sauce Sombrío su magia para hacer de esta tierra un punto sano lejos de las amenazas que sacudían al nuevo mundo. La leyenda dice que tardó doscientos años en convencer a los ancestros del bosque para que abrieran sus raíces y nutrieran el suelo para construir una pequeña aldea, aunque algunos le llaman a esto un acto benigno de testarudez, para otros significó el nacimiento de un nuevo seno para su gente. Sauce Sombrío alcanzó una población de doscientos elfos, aunque la inmensa mayoría eran artesanos que construían abalorios y tallaban tótems a los fuegos fatuos del bosque, habían también druidas que querían aprender de Yondu y escuchar como había guardado la calma durante doscientos años para entrar en contacto con los escurridizos espíritus de la naturaleza. Eventualmente su historia se extendió entre la población de la aldea recluida en el Sauce Sombrío, lo llamaron Shan'do y contaron cuentos acerca de su misteriosa persona: "Dicen que hace mucho tiempo, Yondu despertó del sueño al oír desde su letargo los misterios que guardaba el Sauce Sombrío. Los espíritus del bosque ahí eran ancestros especialmente caprichosos, cortantes como el viento y tercos como la madera de los árboles torcidos. Al intentar hablar con los espíritus del bosque, fracasó numerosas veces. Derrotado busco la ayuda de sus guías, Ursol y Ursoc, los dioses salvajes, aunque sus cuerpos habían caído hace mucho tiempo, su fuerza continuaba impregnando la naturaleza. Ursol y Ursoc comunicaron al druida una enseñanza. La fuerza no está en aquel que grita, golpea y ruge más fuerte para tener lo que quiere, la verdadera fuerza está en aquel que es capaz de esperar a merecerlo. Con esa moraleja Yondu regreso al bosque y meditó con increíble paciencia durante mucho tiempo, hibernando y viviendo en ese bosque como si se tratara de un árbol. Aprendió a moverse entre las raíces sin hacer un solo ruido, a conocer cada sombra y a escuchar cada animal. Los espíritus del Sauce Sombrío finalmente lo aceptaron pues había desvelado el misterio. El secreto era la paciencia y la dedicación, eran Ursoc y Ursol." Yondu hizo del Sauce Sombrío un pueblo de esta enseñanza, estos elfos aprenderían de él la paciencia y la dedicación como él fue capaz de aprenderla de los Ancestros. Los adultos solían ir y venir del túmulo donde había hecho su hogar, eventualmente este se volvió un monasterio de lecciones y aprendizaje, el Shan'do no solo enseñaba a druidas, si no también a niños que aspiraba a toda clase de profesiones en su aldea, pero que absorber sus virtudes que se volvieron tradicionales para este pueblo, sobre todo como pilar al culto de la naturaleza. Entre los alumnos de Yondu habían muchísimos jóvenes, hijos e hijas de los adultos que en el pasado había instruido, eran casi cien jovenes, altos y bajos, maduros o inmaduros, hombres y mujeres. Entre ellos destacaba un joven de gran envergadura que estorbaba en la fila, empujando accidentalmente a sus compañeros por ambos lados, incómodo. - ¿Tu nombre? - H-honon, shan'do. ¡Honon Corazón de Oso! Yondu había entrenado a un elfo llamado Corazón de Oso anteriormente, pero hace mucho que no lo veía pero si su memoria era la correcta hacia desde la Tercera Guerra este valiente druida cayó victima de las garras de los demonios. Aquí se presenta su hijo sin duda alguna, pues compartía su tamaño estoico pese a que este se veía algo reducido por su expresión cabizbaja avergonzada. Honon se trataba de un elfo con un corazón tan grande como su estómago, aunque sus compañeros solían otorgarle motes humillantes o mínimo irrespetuosos. Esto era, pues su gran porte, era su mayor defecto. Actuaba con torpeza todo el tiempo, tropezando, golpeando accidentalmente e incluso tumbando a otros sin quererlo, creando todo tipo de accidentes que justificaban el rencor que le guardaban sus pares, y aunque muchas veces terminaba a orillas de la única charca lunar donde la luz de Elune brillaba, nunca se quedó solo. Su maestro, Yondu, estuvo ahí para acompañarlo como era su deber en sus momentos más difíciles. Aunque no era una sorpresa, Honon creía que el Shan'do tenía alguna razón por la cual siempre estaba observándolo, animándolo a mejorar y a aprender con más cualidad. Pero no tenía forma de descubrir qué es lo que era exactamente. Pasaron los años en los que ambos aprendieron uno del otro, el maestro conoció más de cerca a su aprendiz. Era alguien capaz de proteger a sus amigos aunque peligrara, enfrentaba sus miedos con tal de proteger a otros, mentía si eso te hacia sentir mejor, quería el bienestar de ti. Honon también conoció acerca de su maestro, quién tenía una admirable habilidad para escabullirse y fundirse con las sombras, los rumores decían que Elune lo había recompensado por su paciencia con la habilidad de desaparecer entre las sombras la luna. Conoció sus motivaciones, la humildad que había dentro de él y la aprendió, tanto como la tenacidad que encarnaba, aunque no pudo eliminar la timidez. Finalmente llegó el día en que el sensei y el pequeño (no tan pequeño) saltamontes llevarían caminos distintos. Yondu debía regresar al Sueño Esmeralda pues era su responsabilidad como druida celar aquella dimensión, mientras que Honon tenía una responsabilidad con sus antepasados en convertirse en el protector de los Kaldorei y de la Naturaleza. Antes de despedirse, el Shan'do confesó un secreto a su mejor alumno, veía en él uno de los pocos espíritus benignos cuyo corazón era afín a sus virtudes, a las virtudes de Ursoc y Ursol. Inspirado y con la promesa de que no sería la última vez que se verían, el pequeño gran Kaldorei se marchó del Sauce Sombrío para emprender su misión para desenredar el misterio de lo que debía hacer para lograr convertirse en un druida de la Zarpa. Forma de oso: Honon se transforma en una bestia de envergadura casi anti natural, de gruesos colmillos, garras y piel, cubierto por un pelaje oscuro marcado por tatuajes pálidos en formas lunares o bestiales, con dos grandes orejas violeta que arruinan cualquier pretensión de camuflaje.

Honon Corazón de Oso «Druida de la Zarpa» Descripción física: Kaldorei sin agilidad alguna, contextura estoica y extremidades corpulentas, con dedos gruesos e increíblemente torpes que le han costado más de un accidente, su cuerpo musculado de tez moradilla porta inscripciones de tatuajes que se curvan en arcos sinuosos o dibujan una huella, además de cicatrices menores. Rostro joven que destaca solo por la enorme cantidad de vello en cejas, barba y por supuesto, su lacia melena que se deja siempre crecida, de color verde, decorada con coronas de flores. Descripción psíquica: Elfo huidizo de las responsabilidades y detractor de la hegemonía kaldorei, de naturaleza terca cree tener todo el tiempo la razón, le gusta hacer las cosas a su manera y rechaza cualquier método que no comparta, sobre todo si no viene de un druida, razón por la que no suele tener un maestro entregado enteramente a él. Aunque suele renegar de las compañías e intenta espantarlas con un comportamiento animalesco, la verdad es que tiene un buen corazón, ama a su pueblo y no dudará en dar su mano o zarpa. Nombre: Honon Corazón de Oso Raza: Kaldorei Sexo: Hombre Edad: 146 Altura: 2,26 metros Peso: 149 kg Lugar de Nacimiento: Astranaar Ocupación: Alumno del Circulo Cenarion Historia completa

EL ORIGINAL

A través de la Cienaga DE LA COMPAÑÍA BARBAOCRE Capataz 1° Burin y Capataz 2°Corin A la atención del Earl Puñotrueno Mi nombre es BURIN, ya me habéis visto hace unos meses, del asentamiento minero que tantos problemas decís que os causa. Pero la verdad es que no hemos venido a causar problemas, resolvamos esto como enanos correctos y no como lo hacen los salvajes pieles de verde de este valle. Recientemente hemos minado con todo esmero una mena de carbón y hemos aunado mucha pólvora, recursos armamentísticos con los que tal vez este menos relacionado, pero nuestra COMPAÑÍA de mineros no lo esta. A lo que va esta carta, le ofrezco la ayuda que tiempo atrás no pude ofrecerle, mis enanos están equipándose con equipos de MORTEROS y herramientas de combate para aplastar, desollar y ERRADICAR completamente la POBLACIÓN de los TROLS. Churro abandonó la sala en búsqueda de los dos Montarraces que acompañarían a Hath'Lorien hasta la Aldea de los Nudillos, ahí en la privacidad notó como su mano cerraba con fuerza la carta que aquel elfo le había entregado, dejando de mirar el fuego de la chimenea tomó asiento, la abrió solo con sus dedos y empezó a leer con los ojos de un enano que ha leído cientos de informes. Una insignia que se asemejaba a los Barbabronce pero con los arquetipos del Clan Barbaocre sellaba aquel papiro escrito con pulso fuerte y rápido, lo cual le hizo creer a Brunn que fue una idea veloz y poco meditada por parte de los capataces de la Compañía minera. El capitán de las fuerzas de los Puñotrueno estaba preocupado, no estaba seguro hasta donde habían llegado los rumores de la ausencia del Earl, al menos sus enanos no eran precisamente conversadores. Debía respetar la voluntad de Haldrad al rechazar a esos mineros a toda costa, pues para los Puñotrueno todos aquellos que carecían del altruismo que caracterizaba a los enanos de las Colinas, no eran seres honorables, pero con su propia vida pendiendo de un hilo tal vez las viejas rivalidades podrían ser mitigadas temporalmente. Era tiempo de buscar nuevas alianzas antes de que otra desgracia suceda.

Piernas largas y pasos lentos Marchando con pasos cargados de fuerza, una expresión ceñuda y taciturna, el corre caminos Puñotrueno Churragrk, o Churro en lengua común, había decidido abandonar a su suerte a los elfos antes de aceptar la hospitalidad de la Compañía Barbaocre. Bien recordaba él a aquellos enanos que cuando la Batalla de la Marisma tuvo su cruel final, que aunque se ganó trajo una amarga victoria para los enanos del Clan, aparecieron oportunistas de poder instalarse en sus tierras para minar las colinas cercanas en búsqueda de piedras preciosas, carbón y otras riquezas. Su tierra. Pero los altos elfos de Quel'danil tenían razón, no era esta la hora de buscarse nuevas hostilidades en la ciénaga, la misma que alguna vez fue habitada por trols Pantano Infecto, de cuyos cadáveres brotaron una extravagante raza de plantas venenosas que si bien a los Enanos no causaban problemas, los elfos eran otra piel. Un segundo de duda nubló su juicio, preocupado y receloso hizo lo que pocas veces había hecho, ver hacia atrás, en la dirección en la que abandono la caravana. Negó con su cabeza pensando en lo peor para el destino de Hath'Lorien.

@ILUSDN

LOS PUÑOTRUENO Respiran como toros, apestan como uno y peor, se alimentan de las criaturas más vulgares que puedan recorrer la tierra y su apetito es insaciable, mal olientes de mil batallas sin tocar una sola gota de agua, embarbados con largas trenzas enmarañas que han recolectado polvo, sangre y huesos a lo largo de toda su vida, con una musculatura que resulta molesta y un completo estorbo, de piel tan dura como su carácter testarudo, engreído y huraño. Pero no encontrarás una raza más virtuosa en el valle de las Tierras del Interior: Los enanos. Esta raza de seres literalmente salidos de la piedra es por naturaleza guerrera, dispuestos a defender lo que han apropiado como su hogar bajo un estricto código de honor. Muchos son generosos a los extranjeros y otros muchos no tanto lo son. Los Puñotrueno no lo son. Liderados por Harldrad Puñotrueno, son un clan joven enfrentado a adversidades y enemigos antiguos en la historia de los enanos Martillo Salvaje, los trols que infestan los bosques han destruido sus hogares y secuestrado a sus guerreros, convirtiendo sus tierras en un campo de batalla que solo apunta hacia el perecer de los vestigios del Clan, pero éstos enanos, dedicados a dar su último aliento por su familia, no han abandonado lo que quedan de sus colinas armados con grandes hachas y todavía más grandes escudos para defenderse de los remanentes de los Pantano Infecto y otros. Sin aliados en los que confiar han tenido que valerse por si solos para sobrevivir, valiéndose de la caza desproporcionada que ha ido despojando sus bosques de animales que cazar, como también de la minería para armar a sus guerreros, aunque poco han explotado la rica montaña en la que se asienta el clan, almacenando por muchísimo tiempo minerales de alto valor con la esperanza de llamar la atención de un vecino. Y, bendita sea la Luz, el sol eterno o esos dioses titánicos que rezan los enanos, porque funcionó; Hath'Lorien había llamado a los mercaderes más recurrentes de la plaza del comercio de Quel'danil, alrededor del iconico árbol de aceitunas el cual era saqueado en verano por niños y algún otro oportunista forestal, para comenzar a hablar de ésta iniciativa para marchar hacia los bosques de los Puñotrueno.

Acuso de negligencia a todos los votantes, olvidasteis al personaje cuya preocupación por el aspecto cruza las paredes físicas: ¡Odriel Feathersun! Nos llena el baño de Hath'lorien de distintos tipos de shampoo y literalmente se seca el cabello con magia, todo con el objetivo de estar perfectamente presentable a la hora de tocar tu puerta con un ramo de rosas. En cuanto a mi segundo voto a Darlon porque es rubio de ojos azules y lleva un gorro muy masculino. Y mi tercer voto va para Thala'riel, porque sería un cadáver muy atractivo.