Saltar al contenido

Buscar en La Comunidad

Mostrando resultados para etiquetas 'hathlorien'.

  • Buscar por Etiquetas

    Añade etiquetas separándolas con comas.
  • Buscar por Autor

Tipo de Contenido


Foros

  • Noticias y Normas
    • Novedades
  • Azeroth
    • Kalimdor
    • Reinos del Este
    • Rasganorte
    • Pandaria
    • Mensajería
    • Comercio
  • Archivo
    • Fichas
    • Historias
    • Guías
  • Parlamento
    • Sugerencias
  • Varios
    • Cajón de juguetes
    • Presentaciones y Despedidas
    • Arte y Novelas
    • Multiverso
    • Afiliados
  • Histórico
    • Noticias y Normas
    • Azeroth
    • Archivo
    • Parlamento
    • Varios

Buscar resultados en...

Buscar resultados que...


Fecha de Creación

  • Comienzo

    Fin


Última Actualización

  • Comienzo

    Fin


Filtrar por número de...

Registrado

  • Comienzo

    Fin


Grupo


About Me

Encontramos 4 resultados

  1. Vientos de cambio Los edificios de Quel'danil con sus arcos y curvas exageradas, tejados azul y verde, con detalles en colores áureos como cortinas o ventanas, eran realmente impresionantes, o mínimo extravagantes. Si bien no compartían la arquitectura fastuosa, excentricidades arcanas y el tintado de rojo que padeció el Alto Reino, preservaban la comodidad impecable que se esperaba de los elfos. Después de todo, esta raza milenaria no estaba hecha para vivir en cuartos estrechos, camas incómodas e indeseosos muebles viejos. Los miembros de Hath'lorien habían tolerado esta situación por demasiado tiempo. Llegaba la hora de realizar un cambio en la vida diaria de los elfos y por fin desligarse de este sufrimiento, aunque para esto tuvieran que ir lejos...
  2. PASEO AL PASADO I Los acantilados del Mirador del Amanecer eran un recuerdo joven para los elfos de Quel'danil, su historia, que apenas echaba raíces entre los sucesos de la avanzada de altos elfos, fue desapareciendo conforme la brisas, rocas y ríos golpearon contra el observatorio, a pesar de que algunos forestales echaron encima la responsabilidad de recuperar lo perdido en las ruinas desmanteladas, nadie consiguió restaurar el franco conocimiento que Ireth Canción Eterna pudo tratar de trasplantar de Quel'thalas al refugio en Tierras del Interior. La extravagante elfa Ireth fue en su momento, una respetada erudita de Quel'danil, conocedora no por sus artes mágicas sino por su enorme pasión al conocimiento, libros y tomos de tamaños que los más jóvenes quel'dorei se asustaban de ver. Iba siempre vestida de su icónica gama de telas azules, su color favorito, ducha de caminar todos los días desde el refugio hasta el observatorio, siempre atenta a los caminos acompañada de su fiel seguidor Rhodes, el pequeño ratón que adopto. De un momento a otro, Ireth se ausento para nunca volver, y con ella desapareció el esplendor del Mirador. Auric recordaba las historias y conversaciones al fuego de la chimenea durante su niñez, una vez que le dijeron que ya no podían volver al observatorio de la azul erudita. En su memoria se grabo el recuerdo de su infancia, donde su lengua se le fue enseñada y donde aprendió a entender el significado de los libros. El conocimiento del pasado hizo un lugar en el presente del joven elfo, era cierto que la lectura no era ninguna pasión y que los libros prestados por sus amigos y compañeros de Hath'lorien habían sobresaturado el sustento de literatura por al menos un mes, había una razón para traer devuelta los libros, misterios e historias que alguna vez pudo ver con sus propios ojos. Para enfrentar las amenazas de ahora, debía ir más atrás de lo que ven sus ojos, a lo que vieron tiempo atrás.
  3. Un libro de tapas gruesas con cuero rojo se encuentra adornado en la portada por el símbolo de un halcón de fuego sobre un unicornio dorado. Ambas caras del libro se encuentran en buen estado, como si hubiesen sido compradas hace apenas unos días; La realidad, sin embargo, dice que entre sus hojas se encuentran las experiencias, anotaciones y vivencias de una joven Quel'dorei que ha mantenido una constante escritura con el pasar de los años. El contenido es variado, algunas secciones hablan de sus experiencias en la academia Ocaso marchito; Otras, más cercanas al final del libro, son un registro de los días vividos en el poblado Quel'danil; y por último, las más recientes, hacen mención a un grupo de elfos pertenecientes a una organización llamada"Hath'lorien" Este es un registro de una pequeña maga llamada Thamireen y el inusual grupo de elfos que considera su familia. Índice: Capítulo 1: Un huevo arcano vale por dos. Capítulo 2: ¡No más huevos arcanos!
  4. Bastián

    El Cazador

    El Cazador La Caída de Tzun Fue el cadáver inerte de Tzun el que corrompió el fuego que prendió su hija tras encontrarlo, cruzó su mirada con el sendero durante la noche aciaga apoyando su mano sobre las plumas del dracohalcón acariciando su cuerpo. Abrió el otro puño para ver de nuevo la flecha que arrancó de la corteza del árbol cercano, frotó sus dedos sobre la tierra y la olfateo hasta cerrar sus ojos, frunciendo los labios comenzó a rezar en voz alta mientras alzaba los brazos avivando la llama que pronto se extendía hasta el cuerpo de la compañera del trol. "Oh, noble Jan'alai, con lah llamah que consumen el cuerpo de mi padre te convoco. Haciendo arder la flecha de los enemigoh que atacaron a tu hijo, yo te llamo. Y con el humo de mi venganza te exijo, muehtrame lo que ocurrió. Tu que ereh el Loa de mi visión, tu que ereh el Loa de loh cieloh y la gloría." El humo de la hoguera comenzó a propagarse más y más mientras la columna se alzaba hasta los cielos, consumiendo el cuerpo del cazador y la bestia, unos susurros mezclados entre los sonidos del bosque nocturno. Tras eso, un sonido rompió los oídos de Zunji por unos momentos. La visión del combate embriago sus ojos, de como la criatura fue emboscada por dos elfos cuya misión los trajo hasta dar caza a la criatura, perseguidos por su padre y atacados por su compañero, casi pareció impertinente marchar tan solo ellos dos. No obstante, fue el poderío del mago el que destruyó por completo a sus presas, quitando la vida al Cazador Corteza Pútrida "Loh vientoh, elloh… Truenoh…" La trol comenzó a verse confundida, viendo como sus ojos miraban más allá de donde se encontraba, sintiendo casi que su alma era arrancada brutalmente de su cuerpo gritó hasta que sus ojos obtuvieron lucidez, sobre los árboles, donde esa aldea elfa se protegía se encontraban los condenados que habían asesinado a su padre y al sagrado animal. Regodeándose en su victoria, sintiéndose héroes, pero el veneno del dracohalcón no era tan peligroso como el que era capaz de impregnar una Corteza Pútrida. Finalmente, Zunji abrió los ojos exasperada. Cerrando los puños sobre su pecho con dolor, dolor en físico, en alma y corazón. *** Los Forestales Los forestales, entre ellos Avallach Plumargenta, sintieron el alivio de las frescas hierbas que componían el ungüento sobre su piel, tras una noche y un día de tortura en la enfermedad provocada por el veneno del dracohalcón, el forestal Plumargenta aún aturdido por lo que había pasado incluso tras horas de meditación llegó a levantarse antes de que llegara el próximo amanecer. Se armó con su arco, carcaj y espada para acompañar a uno de sus compañeros hasta el patrullaje por los senderos con una testarudez notable. Pero a lo que ojos de algunos era obstinación para el compañero de Avallach era decisión, cruzo su mirada con este antes de comenzara a relatar el suceso que había vivido. Mencionó a su hermano y a Hath'lorien, acompañando el agradecimiento a la curandera por haber encontrado una cura pronto. Resultó que la sanadora Fiora Corresueños investigó las muestras entregadas por el aeromante voluntario, investigando y alimentándose del conocimiento de los libros pudo hallar una cura con presteza. Para un forestal el hallazgo de lo desconocido era hostil, debía mantenerse a ralla para actuar como era debido, pero en esta ocasión la enloquecida cruzada en la que participaba su hermano dejaba de ser tan descabellada. Avallach pensó en su hermano menor una vez más, para después pensar en el mayor, Ravand. Pero fue un zumbido el que alertó al elfo, el cual con suma destreza y rapidez tomó su hacha y la blandió contra el arbusto, partiendo en dos la flora con un solo movimiento. Y con el destrozando una mariposa que descansaba sobre las flores. El forestal respiró agitado mientras en sus ojos parecía recordar el encuentro con el dracohalcón y esa sombra que no podía ser más que un trol, acechando, cazando, esperando a tomar presa a los elfos. Su compañero sujetó su hombro mientras negó, le extendió una cantimplora mientras se alejaba tan solo un par de pasos para vigilar los alrededores. La tensión fue separándose de los músculos del vigía a medida que la brisa llenaba el bosque en tranquilidad de nuevo... *** El Camino del Dracohalcón Auric pensó durante todo el camino la ferocidad de la criatura a la que había enfrentado, jamás vio algo igual a un dracohalcón y era la primera vez que vio uno, con su alas emplumadas era una criatura de enorme tamaño majestuoso, con un fuerte pico y una mirada penetrante, agujas como garfas y una cola que parecía un listón de plumaje. A pesar de ser una criatura salvaje aliado de los trols del bosque, que envenenó a su hermano y otros cuatro forestales... Era incapaz de dar culpa al animal por ser embelesado quizá con que tortura trol. Le preocupaba, le preocupaba el caso excepcional que había presenciado. ¿Cuántos de esos animales quedaban aquí? Si eran de Quel'thalas, ¿emigraron? ¿fueron traídos contra su voluntad? Puede que todos ellos ya hayan sido esclavizados por los malditos Trols. No sabía por qué un trol se aventuraría a dar caza junto un animal que pasó tanto tiempo escondido junto a el, pero debía averiguarlo. Pues si otra vez eran atacados por criaturas cuyo veneno era desconocido, no tendrían la suerte de que los heridos sobrevivan o de poder encontrar la cura, aún cuantos remedios, ungüentos e infusiones probara la curandera Fiora Corresueños, tenía que dar caza al misterio de los dracohalcones. Y quizá, poder ver a los ojos a una de estas criaturas.
×
×
  • Crear Nuevo...