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Tritio

Roler@
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  1. Tritio

    Tom.

    El Cartero Thomas, hoy. Nombre: Tom (Thomas Shawn). Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 25 Altura: 1,80 Peso: 76 Lugar de Nacimiento: Cruce de Corin. Ocupación: Polifacético, actualmente cartero. Descripción física: De cabellos marrones con cierto tono pelirrojo y contextura simple, el hombre de tez blanca no tiene rasgos muy marcados en su rostro como cicatrices o golpes recientes. Sus ojos son de color marrón, normales, y su cuerpo en sí no se ve de gran musculatura, sino que de simple entrenamiento constante para mantener una forma que no le impida entrar en combate. Nariz respingada y ojos un tanto saltones. Su vestimenta no denota mucha defensa en sí misma, siendo ropas de cuero que le permiten ser flexible y estar en comodidad durante su día a día. Descripción psíquica: Sin tener grandes expresiones para fuera, dentro de sí mismo alberga una personalidad que se caracteriza por una ligera desconfianza hacia el exterior, ineludiblemente siempre lo pensará dos veces, sea lo que fuese. Un tanto pensativo e introvertido, gusta de la soledad y la libertad dentro de lo que se conoce como su "zona de confort", adoptando una actitud muy defensiva cuando esto se ve amenazado, tornándose una persona de muchísima desconfianza hacia el exterior y dispuesta a recorrer a lo que fuese para volver a su comodidad habitual. No tiene en mucho aprecio los ideales comunes de una persona, pero sí prefiere la sinceridad ante todo, lo cual, también practica hacia los que hablan con él. Suele ser amigable y servicial con su entorno, pero con cierto límite para su paciencia, exásperandose una vez llega a un punto que el servicio se vuelve un fastidio. Educado y humilde. Historia Una vida simple. Nacido en una zona céntrica del –en aquel momento- afamado y bello reino de Lordaeron, Tom creció sin ningún cambio drástico en su personalidad o vida en lo que serían sus primeros años. Vivió con la falta constante de sus padres, subsistiendo gracias al pago de un desconocido que le entregaba unas monedas cada semana que llegaban a la puerta de una habitación en la posada del pueblo donde él se hospedaba. Era nada más que lo justo y necesario para tener una vida adecuada lo que era, una sin lujo alguno. Y sin embargo esto fue lo que necesitó para conocer el camino que le deparaba en un reino de distintos tintes, de todo tipo de gente y que no estaba allí para servirle, sino que debía labrarse una personalidad, un nombre, algo que le hiciese ser reconocido lo suficiente como para llamar la atención de la gente. Empezó ganando sus primeras monedas en base a arrancar cierta publicidad del cartel de la posada y distribuirla por el poblado, con aquel granito de arena que entregaba sentía que hacía algo, y por los menos se ganaba el reconocimiento del dueño de la posada, quien a pesar de todo le seguía dando la habitación más rancia del lugar, pero con unos toques un poco más familiares para el aún niño. Todo fue increíble, todo iba bien, se sabía de conflictos en el continente pero nada que le importase al pequeño o afectara directamente a su entorno. Pasó absolutamente desapercibido, siendo lo que vendría, el único y el más duro golpe en su vida. Todo se ennegreció tan rápido como pareció iluminarse. Una tarde trágica la posada se destrozó, su habitación estaba partida en dos, la gente atascada entre los escombros de las calles, siendo devorada y rematada por las hordas de aquellos seres oscuros que él nunca llegó a ver con exactitud, porque tan sólo eran sombras que él debía evadir. Aquella tarde un carruaje salió a toda velocidad del Cruce de Corin para no regresar nunca. Para su fortuna, Thomas logró subirse a aquel vehículo que no tenía más destino que el de escapar de los no-muertos, pues para lo que estaban allí nada era seguro. Debían llegar a Costasur lo más pronto posible pero tenían una enorme duda, ¿cómo hacerlo? Tenían un carruaje y unas pocas armas para apañárselas frente a lo que aparezca, pero el miedo los carcomía, la inseguridad les calaba los huesos, el hambre empezaba a sentirse en sus entrañas; sabían que no durarían mucho si buscaban llegar con lo que tenían. Debían arriesgarse, debían hacer algo. Y allí fue donde este niño dejó de ser lo que era para pasar a ser un hombre. Una vieja ballesta llegó a sus manos, con unas cuantas flechas que valían oro de lo escasas que eran. Un viajero de los que se encontraban con él, con ciertos conocimientos de disparo con armas a distancia le enseñó unos trucos rápidos y simples, pues no podían quedarse mucho tiempo inmóviles, debían buscar. El carruaje partió, pero con otro objetivo; encontrar comida y pertrechos al costo que sea necesario. Contra todo pronóstico, la suerte les sonrió, no sin antes sudar por ello, y “lamentar” la caída de otros. Dos personas murieron, una mujer y un anciano, atravesados por las nefastas garras de unos necrófagos durante una de las escaramuzas. El chico los vio caer, vio su sangre correr; y allí conoció parte del dolor y de la realidad de la vida adulta en un mundo en guerra. Improvisando aprendió a defenderse, una ballesta a medio malograrse y un arco de poca monta robado en el camino fueron sus armas durante el proceso de supervivencia en la fría y oscura Lordaeron, de la cual ya no quedaba nada. Sin embargo, en el camino conoció un tirador que hizo de su proceso autodidacta algo mucho más simple, que tardó cierto tiempo pero fue suficiente. Finalmente, con el pasar del tiempo y de todos los climas, malolientes pero curtidos llegaron a las calurosas costas de Trabalomas. Por una vez en mucho tiempo se sentían a salvo, pero las cicatrices quedarían impresas en su memoria, y pronto se volvió un trauma que no se limpiaría en mucho tiempo. Vivió allí un tiempo, apartado de todo lo que le rodeaba, dedicándose al mantenimiento de sus armas, las cuales terminaron por malograrse, pero había encontrado algo qué hacer a modo de trabajo, y así empezó a ganarse unas monedas en base a ligeros arreglos que hacia a las armas a distancia que la gente le disponía para que le “eche mano”. No fue nada del otro mundo escuchar increíbles visiones de la vida en el sur. Una esplendorosa ciudad, de enormes murallas y casas de una belleza incalculable, con un gran parecer a lo que alguna vez se halló al norte. Al parecer, había aún un espacio de paz para el ser humano en el vasto mundo de Azeroth. Así pues, Thomas, o simplemente Tom, viajó al sur para empezar una nueva vida. Una vida sin apellidos, sin marcas ni traumas; un nuevo destino.
  2. Tritio

    Mark Ludwig.

    El anhelado y lamentable último respiro. Postrado en un árbol, de piernas extendidas y brazos extenuados. Pálido como nunca y herido como siempre, pero de manera distinta. Esta herida tenía un tinte distinto; uno mortal. Un encuentro fugaz le habría condenado, atravesado en el abdomen y desangrándose como un animal. ¿Era aquello lo que quería? ¿Era aquello lo que esperaba? Para nada, simplemente estaba destinado a ello. A morir como una basura, de una manera tan desdichada que su inútil muerte sería noticia de nadie y para nada, simplemente de lo que quedáse de él. Así acabaría la vida de este pobre mercenario, como muchos otros, herido de muerte y finalmente en un lugar abandonado de la mano de la luz. De lo único que serviría en esta vida, su vida, sería de alimento para aquellos depredadores del bosque. (Muerte del personaje por decisión del usuario)
  3. Tritio

    ¡Hey!

    Hola, que tal, como estan, posteo esto para hacer un poco de presencia antes de enviar la historia del personaje que voy a hacerme! Jaja Estuve en el server hace ya mucho tiempo y recientemente he tenido la posibilidad de tener unas vacaciones tras una eternidad estudiando. Ojalá nos veamos pronto y no se crashee el wow que ya varios sustos me ha dado con los parches x_x
  4. Hey! Welcome. Buena suerte y seguramente nos veremos dentro
  5. Uh.. cuanto polvo en ésta cuenta.

  6. Qué gato más feo ese que tienes de perfil.

  7. Culiao cagao xDDDDDDDDD K wea ctm hijolaperra Welcome to Chile.
  8. Gnolls too strong. Overpower. Nerf.

    1. SwordsMaster

      SwordsMaster

      Los gnolls no están OP. Es que nosotros damos asco.

    2. Stannis the Mannis
  9. // Como civil totalmente responsable y legal, me sumo a este evento mencionando que podré estar el viernes y echar una mano. //
  10. Fuera, shu. Hazte al esposo de Gromosh y me replantearé el hablarte.
  11. Naaaah. Llegó Pablito. Cuidado con el petiso de @Abrahel que cuando puede te va a querer abrir. PD: Bienvenido.
  12. ¡Bienvenido, Murdoch! Sí, sí. Están empezando a llegar caras conocidas.
  13. Tritio

    Mark Ludwig.

    Ciertas fuentes cambiadas, imagen colocada, detalles pulidos. Ficha lista. //
  14. ¡El fin de semana ha llegado! Y sabes lo que eso significa.

     

    PD: ¡Maaaaaaaaaaaaaaaaark!

    1. Stannis the Mannis
    2. Abrahel

      Abrahel

      Que vas a decir que entrás, pero luego no entrás nunca.

      giphy.gif

    3. Tritio
  15. ¡Ya quiero que sea fin de semana! Y.Y

    1. Curly

      Curly

      No se si darle en esta actualización de estado a "Me Gusta" o a "Denunciar". Que venga ya el findeeeee

    2. Tritio

      Tritio

      Denúnciala.

      e_e

  16. ¡Hey! Llevo un tiempo intentando bajar los parches por MEGA y la descarga se detiene en cierto punto cuando se trata de un archivo grande, mencionando que se excede del espacio que te dan para bajar cosas. Quisiera saber si tienen algún otro modo de bajar los parches que no sea por esa vía, y si a alguno le ocurre esto mismo. Un saludín.
  17. Tritio

    [Ficha] Mark Ludwig.

    Nombre: Mark Ludwig Atributos6 Físico8 Destreza6 Inteligencia6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida18 Mana6 Iniciativa10 Ataque CC Sutil (Arma Sutil - Daga)10 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 2 Arma Sutil 2 Cabalgar 2 Defensa 2 Sigilo 2 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Sanación/Hierbas Percepción 2 Advertir/Notar 2 Buscar
  18. Tritio

    Mark Ludwig.

    Mark Ludwig Raza: Humano. Sexo: Hombre. Edad: 24 años. Lugar de Nacimiento: Lordaeron. Ocupación/Clase: Mercenario/Pícaro. ¿Cómo es físicamente? Es un humano de cabello negro, tiene una coleta normalmente ordenada, su piel es blanca y tiene rasgos que indican levemente sus genes de procedencia gilneana (Sus padres provienen de esa nación), la nariz recta y mediana, labios un tanto gruesos, sin llegar al exceso, la iris de sus ojos es de color marrón ligeramente oscuro, sus orejas son de tamaño mediano inclinando un poco para el pequeño, no tiene ninguna cicatriz en el rostro pero si en uno de sus brazos, provocada durante un ataque de enemigos de otra banda “enemiga” a la suya, normalmente las heridas que ha tenido son superficiales, nunca ha sido de enfrentarse mucho a los enemigos a los cuales se enfrenta, su armadura mayormente es oscura, de cuero, y con una capucha o mascara de tela, de colores oscuros mayormente, cuando deja ver su rostro, siempre se nota un gesto cansado, dado que sus ojos están acompañados de ojeras, las cuales no se ven muy bien con la tonalidad de su piel. ¿Y psicológicamente? Este hombre es normalmente silencioso, observador, en ocasiones divaga en sus pensamientos, mayormente cuando no tiene nada que hacer, lo cual hace que en ocasiones se pierda en las conversaciones o no recuerde algunas cosas que se le digan, se le puede ver algo agotado siempre, pero aunque este así, puede seguir trabajando o incluso haciendo cosas que requieren de bastante actividad física, como luchar, correr o similar, suele estar serio, pero puede sonreír y reírse si se da el caso en el que se encuentra en una conversación donde uno de verdad puede “alegrarse” por todo lo que se hable ahí, por otra parte, el pocas veces puede ser leal a una organización, a menos que esta le haya dado algo o le sea muy cercana y conocida por el, es capaz de traicionar, difamar, matar o lo que tenga que ver con el trabajo que le hayan encargado como mercenario, tomándose con mucha mas seriedad cuando tiene algo que el considera "importante", como su trabajo. Su historia: Finales del año 20 - Inicios del año 21 Bosque de Argénteos, Lordaeron, después de la caída de las fuerzas del Rey Terenas Menethil II. Un soldado ingresaba en una tienda de campaña, todo alrededor tenia un aspecto horrible, una muy pequeña parte del bosque ardía, aunque poco a poco el fuego se disipaba, mientras varias ruinas de casas acompañaban la ubicación, se encontraban en medio de lo que antes fue un destacamento humano en el Bosque de Argénteos, lugar azotado por la plaga. Nadie esta vivo, todos han caído en combate, mi señor, cada vez son mas.. - Se podía observar al soldado con un rostro preocupado tras su yelmo, mirando a lo que parecía ser su teniente, quien estaba sentado en una mesa.- A Lord Garithos no le gustara para nada esto. - El teniente respondía sin mas, se lo notaba bastante enfadado.- Lo mas preocupante es que.. su superior, el General Ludwig ha caído en la escaramuza del poblado contra los no-muertos.. -El soldado lo decía con un tono algo apenado, mirando a su teniente, este respondió sin mas.- No me importa que haya pasado con Ludwig, tenemos que detener a los no-muertos ahora mismo. ¡Reúne al grupo de voluntarios que este dispuesto a dar su vida por la Nueva Alianza! ¡Vamos a avanzar contra el grupo de esos asquerosos muertos mas cercanos! - El Teniente se levanto, se coloco su yelmo y agarro sus armas con rapidez, colocándoselas para después salir junto al soldado, pasado ese momento, no se le volvió a ver mas en el campamento hasta la mañana siguiente...- El Teniente regreso, herido, montado en su caballo, con una tropa mucho menor de soldados con el que había partido, tenia un estandarte de Lordaeron, el cual alzo con mucha emoción y dio un grito que significaba la victoria contra los no-muertos... pero cuando se acercaban mas al campamento se sorprendían al no ver lo que había la noche anterior... al llegar, el campamento que ellos habían mantenido fue reducido a nada, todos los suministros robados.. soldados caídos, las tiendas desmontadas... claramente había sido obra de bandidos, pero.. lo peor estaba por llegar, mas no-muertos empezaron a aparecer de entre los arboles, asaltando a la tropa y acabando con todos, devorando su cadáveres con rapidez para después volverse a perder en el bosque.. Mark sonreía al ver todo eso desde un piso alto en una torre abandonada, en lo alto de un monte, perdido en el bosque y lejos de los no-muertos en el campamento asediado hace poco..- Eso les pasa por dejar vuestro honor de lado.- El joven pensaba en su padre, de quien se había enterado que había sido asesinado, después de un momento no tardo en girar su cabeza hacia atrás, para mirar al grupo de sobrevivientes que había apoyado a la causa de la banda, ahora tenían suministro para todos, armamento y sobretodo tiendas para montar.- Tenemos que salir de aquí cuanto antes, ya no nos queda mucho para partir al poblado donde vamos a poder refugiarnos y los que quieran, podrán partir al sur.- Mark miraba a todos, no era el líder de la banda, pero solo quería transmitir ese pequeño mensaje, el verdadero líder, un tal Robert, asentía al observar como su “discípulo” cada vez aprendía mas. Y así, fue como la banda de ladrones, matones e incluso traidores de la recién formada “Nueva Alianza” empezó su viaje desde las zonas mas al norte del Bosque de Argénteos, hasta el paso a las Laderas de Trabalomas, lamentablemente, no todo seria felicidad, puesto que algo ocurriría en el camino, algo que de no ser por la suerte de unos pocos, todos estarían muertos. ¡Mas rápido, vamos! ¡Cada vez están mas cerca! - Robert gritaba mientras montaba su caballo, escapando junto a los demás de la banda de un grupo bastante numeroso de no-muertos, aun así, eso no era todo. ¡¿Que es eso?! ¡NO! - Un bandido observaba hacia la lejanía, notando a un grupo de la “Nueva Alianza”, el cual, parecía estar liderado por un caballero montado, con algunos distintivos que indicaban que era alguien de mayor rango, quien observaba las cercanías desde su montura.- ¿Que hacemos, jefe? - Mark miraba a Robert, mientras el líder seguía hacia delante.- No hay vuelta atrás. ¡Señor.. nos han rodeado, no vamos a poder con todos! -Los no-muertos avanzaban hasta rodear a los bandidos, pero en ese momento la Nueva Alianza intervino, empezando una gran lucha contra los no-muertos de la plaga en el lugar.. lo ultimo que se vio de Robert fue como se lanzaba de su caballo hacia un no-muerto empuñando sus armas.. lo que hasta ahora se sabe que fue su ultima palabra es..- ¡Acabaremos con todos, luchemos hasta el fin! Otros bandidos imprudentes les siguieron, mientras que otros, como Mark, pasaron de ello, pero lamentablemente se toparon con una pelea entre soldados de la Nueva Alianza y no-muertos, quienes, empeñados en su lucha, seguían sin dar pausa al combate que parecía durar mucho mas tiempo. Tenemos que intervenir, de alguna forma tenemos que atravesar el paso.- Mark, quien junto a sus compañeros restantes, habían perdido a su líder, quedando a la deriva, observaba la lucha entre no-muertos y humanos, un compañero suyo le miraba, notando la leve falta de confianza en un momento así, indicando que se podría hacer- Hay que esperar a que ambos grupos se debiliten para poder avanzar, así podremos pasar por detrás de las tropas de los que aun siguen vivos.. No lo creo, observa, los no-muertos parecen ser infinitos, no llegaran, ademas, ahí esta lo que parece ser el líder de todos ellos. -Mark señalaba a un caballero montado, quien lideraba al grupo de la Nueva Alianza contra los no-muertos.- Tengo una idea.. pero no creo que salga bien..-El asesino giraba su cabeza hacia los caballos, asintiendo levemente con la cabeza, sin decir absolutamente nada, hasta un compañero de todos ellos levanto su cabeza, y observo al grupo, hablando.- Quien este dispuesto a dar su vida por salir de este infierno, sigame, quien no, puede quedarse a esperar su muerte, no hemos llegado a este lugar por nada. -El 20% de los bandidos, captando el mensaje, se levanto y se monto en sus caballos, mientras que el 80% restante se retiro, para buscar al antiguo líder, Robert.- Los bandidos montados empezaron a movilizarse a galope, siguiendo a Mark, quien tomaba un camino tras las tropas de Garithos, muchos fueron descubiertos en el camino y fueron atacados, siendo asesinados al instante, mientras que otros corrieron mejor suerte, pero antes de escapar, los no-muertos les acorralaron y acabaron con ellos, solo un pequeño grupo de cinco individuos logro pasar, llegando a un pequeño camino en las montañas, el cual llevaba a las Laderas de Trabalomas, Mark junto a sus compañeros tomaron ese camino, observando un pequeño destacamento de la Nueva Alianza. Tendremos que esperar hasta la noche, ahí se va a poder pensar mejor lo que haremos.. -Mark miraba a sus compañeros, y todos se dirigían a descansar bajo unos arboles, comiendo y bebiendo para estar listos para la noche.. donde tendrían que pensar algo rápido que hacer antes de que sean descubiertos.- El pequeño grupo espero durante toda la noche, observando por pequeñísimos momentos las actividades que se llevaban a cabo en el campamento bajo el monte en el cual que se habían establecido, nada cambiaba, solo.. habían notado unos cuantos movimientos y sonidos cerca durante el atardecer hasta llegada la noche, donde seguían, cada vez mas... todos parecían ir en dirección al campamento cercano. Mark se levantaba por un momento del suelo, agachado, se movía hacia una roca, para observar todo el panorama desde una distancia segura para ellos, tomando su catalejo y observando, llevándose una pequeña sorpresa. - ¿Y la vigilancia?.. - Pensó por un momento, debido a que los guardias habían dejado su puesto por un momento, acercándose a sus compañeros dormidos y dándole una bofetada no muy fuerte a cada uno, para no hacer ruido y que puedan despertarse, uno de ellos se sobresalto, un poco asustado. - ¿Que coño ha pasado para que me tengas que despertar, Mark? - Fruncía el ceño al no recibir respuesta de su compañero, pero este solo le hizo una pequeña señal, la cual indicaba que se acerque a la roca, para que observe ayudándose del catalejo de Mark. ...Vaya.. eso si que era un buen motivo para despertarme.. - El compañero del joven Mark observaba también, levemente extrañado. - ¿Que les parece si descendemos? Así podemos asegurarnos de la situación abajo. - Los demás le miraron de forma desconfiada por un momento, murmurando para cada uno unas cuantas palabras, discutiendo por un momento.. “Todo o nada.. ¿Que hacemos?”, “No sabemos que hay en esa zona..”, “¿Bajamos o no? No podemos esperar a que vengan los no-muertos a matarnos a todos.” ¿Y bien? - Mark miraba a todos tras preparar sus cosas, con su capucha y mascara de tela colocados, sus dagas en buen estado, guardadas y una cuerda junto a algunos cuchillos mas por si es necesario dar a un objetivo fuera del alcance de un ataque cuerpo a cuerpo. Los compañeros del miembro de la banda que acababa de hablar, tras discutir por un momento entre ellos tomaron la decisión, preparándose también para descender.. Al llegar al campamento no encontraron defensor alguno, todos deberían estar en algún lado, el pequeño grupo conformado de 5 bandidos, tres con buenos conocimientos en combate, asesinato, infiltración y tácticas de sigilo.. pero los otros dos, Mark y un compañero llamado Anderson, eran los mas inexpertos para ese momento, habían tenido mucha suerte durante todo el intento de salir de la actual Lordaeron, un lugar ahora sumido en la oscuridad y donde los sobrevivientes humanos hacen practica de lo que saben de supervivencia para tener oportunidades de mantenerse ahí.. o salir de ese horrible lugar. ¿Donde se han metido todos? - Decía Darrick, uno de los integrantes que parecía tener dotes de liderazgo, los cuales salían a flote en esta “aventura”, quien observaba todo el lugar con su ballesta en manos. No lo se, quizá deberíamos entrar en aquel edificio. - Mark señalaba a lo que parecía ser un lugar de descanso improvisado, aunque en realidad era una casa grande con algunas cosas cambiadas. ¿Estas seguro, Mark? - John, otro viejo de la banda, con conocimiento en infiltración y asesinato, no se fiaba mucho de lo que decía “el nuevo”. Viéndolo bien, si, quizá encontremos a algún recluta o soldado dentro. - El humano avanzaba a paso lento, sacando sus dagas y empuñándolas con fuerza, mirando la entrada de la gran casa. Darrick, John, Tyron, Mark y Anderson se pararon delante de la entrada de lo que parecía ser el lugar de descanso para los soldados en el campamento, Darrick primero, con su ballesta, acercándose a la puerta y abriéndola simplemente apoyándose en ella, ingresando sin hacer mucho ruido, encontrándose con una gran sorpresa al pasar... ¿Eh? - Mark se quedaba desconcertado ante la escena. - ¿Q-que ha pasado con todos?.. - No lo decía sin mas, delante de todo el grupo habían soldados caídos, con sus tabardos ensangrentados y algunos otros cadáveres de lo que parecían ser matones, pero, aun no se daban cuenta del ultimo detalle, dado que no había mucha iluminación. Espera un momento.. - Darrick encendía una antorcha que estaba cerca con una cerilla que no tardo en apagarse tras encender la antorcha, notándose mucho mejor la escena. - ..Vaya.. otro grupo les ha asaltado y ha acabado con todos, una pena. ¿Aun quedaran asaltantes en el lugar? - Tyron alzaba una ceja, desconfiado, para después tomar su espada y su escudo, caminando hacia el piso de arriba subiendo por las escaleras a paso lento, al llegar, observo lo mismo, solo que con poquísimos cadáveres de matones, después de verlo, bajo sin mas. - Nada nuevo, lo mismo, tanto aquí, como arriba. Revisemos los suministros, quizá encontramos algo de utilidad. - Mark empuñando aun sus dagas caminaba hacia una sala cerca a la entrada, seguido por los demás del grupo, quienes no veían mal la idea de revisar lo que quedaba de las provisiones de los soldados. - Se lo han llevado todo... - Decía tras intentar encontrar algo, haciendo que sus esfuerzos sean en vano. Aun así, la tranquilidad no duraría para siempre, cuando ya se retiraban de la casa y del campamento, fueron atacados en la entrada por humanos con espadas largas, y quienes tenían tiradores en las cercanías, mas bandidos.. Mierda... - Mark sacaba sus dagas, esperando a que el tirador de su grupo ataque, después de que Darrick asesine a uno de los matones que luchaban de forma directa, el joven cargaba contra otro y apoyado por John, empezaban a terminar con los matones que intentaban llegar a Darrick y los demás para quitarle el soporte en combate a John y a Mark. ¡Los tiradores, ahí! - Mark señalaba con una de sus dagas hacia un conjunto de arbustos y rocas, donde estaban los tiradores disparando desde ahí, rápidamente se movió de su lugar para ocultarse tras un árbol, protegido de los disparos por un momento. - Estamos jodidos.. - Murmuraba mientras se intentaba calmar, mirándose una herida que se le había provocado por un corte en su brazo izquierdo. - Después llamare a Anderson. – Penso tras mirar su herida. Darrick empezó a cargar su ballesta, apuntar y seguidamente disparar a los tiradores del grupo enemigo como podía, aunque Tyron tenia unos leves problemas con su arma, logro arreglarlos, pudiendo usar sus pistolas por un momento mas, pero ese ruido, podría llamar la atención de los no-muertos. ¡¿Que haces, idiota?! - Darrick miraba a Tyron con el ceño fruncido, enfadado con el otro tirador por lo que podría provocar. - Apoyarte, ya casi caen – Tyron respondía, con toda la calma que podría tener. Pasados unos minutos los ataques cesaron, y todos los heridos fueron rápidamente atendidos por Anderson, quien se encargaba de las labores de curación y atención a los heridos de la banda, era alguien nuevo, pero cuando se le necesitaba, sabia hacer su trabajo. Tenemos que regresar rápido, o quizá vengan mas, sean de lo que sean. - Anderson terminaba de vendar la herida del brazo de Mark, la ultima que tenia que atender.. Gracias.. tenemos que irnos.. - Ayudado por el “doctor”, Mark caminaba junto a todo el grupo hacia la posición de los caballos, para descansar un poco y después seguir con el recorrido que tenían planificado desde un principio, el cual tenia como destino final el paso que daba a las Laderas de Trabalomas desde el Bosque de Argénteos. Bien.. ya estamos aquí.. ¿Alguien esta cansado? - Darrick miraba a todos, estaban agotados, poco mas podían hacer. Siempre estamos listos, si quieres seguir, hazlo ahora, vamos a poder descansar un poco antes de llegar a Trabalomas. - Mark dejaba algunas cosas en las alforjas que le colocaría al caballo, indicando que quiere ir. Todo el grupo se sentía bien animosamente, cada vez estaban mas cerca de conseguir lo que tanto querían, salir de ese infierno conocido como Lordaeron, se levantaron y como podían, fueron colocando sus alforjas en los caballos, desatandolos y esperando la orden para seguir. Bien.. vamos... - Después de la orden de Darrick, este partió a galope junto a todo el grupo para empezar su camino hacia el paso, el cual estaba bastante cerca. No tardaron en llegar al paso, en este descansaron hasta el amanecer del otro día, donde charlaron durante un buen rato, mientras bebían o comían algo de las provisiones que disponían en ese momento, las cuales eran suficientes para todo lo que quedaba del viaje, Mark parecía haber encontrado un buen grupo de compañeros.. aun así, debía seguir lo que quería hacer, tomar un barco en dirección al sur, a Ventormenta, donde pensaba empezar de nuevo todo, solo que sin perder sus costumbres que ya no podía cambiar, trabajar como mercenario seria algo que le perseguiría de por vida, el grupo de cinco humanos, después de charlar, beber, comer y descansar, montaron en sus caballos.. y a la noche.. ya veían Costasur. Bueno, hemos llegado, el fin parece que llego ahora. ¿No? - Darrick observaba Costasur a lo lejos, desciendo de su caballo y observando a los demás. Por fin termino todo esto.. vamos a poder regresar a vivir como antes, sin preocupaciones, sin problemas.. y con los trabajos de siempre, pero ahora, todos separados, ¿Que harán ustedes ahora? Todo ya ha terminado, la banda no puede seguir hacia delante con tan pocos miembros, fuera de eso, les deseo lo mejor, a todos... - Mark sonreía levemente, mirando a cada uno para después estrechar con todos. - Suerte. - Después de decir eso, se retiro sin mas, a galope, sin haber bajado de su caballo en ningún momento. Y así fue como Mark se alejaba de su antigua banda, esperando tener en los reinos del sur una mayor estabilidad como la que pudo tener en Lordaeron, reino en el cual no tuvo la mejor suerte para la gente como el, su madre había desaparecido cuando el tenia 12 años.. y el sueldo de su padre no era el mejor, así que normalmente obtenía un “extra” para su hogar, el cual, de quien sabe donde siempre lo saco, pero todo fue cambiando para mejor, aun así, no era lo que espero nunca... el esta muy agradecido con su ahora difunto padre por todo lo que había hecho, todo lo que le había dado, ahora buscaría progresar en el único trabajo que le podría salir bien, el ser un mercenario que busca superar sus pobres habilidades de alguna forma u otra, volviéndose cada vez alguien mas serio.. callado.. desconfiado.. al llegar a Ventormenta y conocerla mejor, su pensamiento fue cambiando poco a poco, hasta llegar a tomarse las cosas un poco mas en serio, pues, su vida seguía siendo la misma de siempre, la de un mercenario de clase media-baja y alguien que aun no logra cumplir su cometido.. ¿Le seguirá dando igual como siempre? ¿Intentara de verdad superarse? Quien sabe.
  19. Bienvenido, Tercio. Seguramente coincidamos si sueles conectar muy en la noche. Un saludo.
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