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Tercio

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  1. Tercio

    Llegada a Ourobós

    El viaje había sido largo, semanas de camino entre el bosque del Ocaso y Arathi. Las fronteras de los reinos fueron sucediéndose, primero a pie entre los negros bosques, luego por la llanura amarilla hasta llegar a la costa, y de ahí por el ancho mar hasta arribar a los puertos de Arathi. Cruzando como viajeros Strom, se adentraron en los bordes del país, iniciando la subida por caminos en la montaña que no habían sido pisados en decenas de años. El frío atenazaba, y las formaciones de nieve aumentaron conforme a la altura, tanto que hubo que despejarla. Ante sus ojos se abrió un valle, un bosque nevado. Atravesarlo no fue tarea sencilla, antiguos maleficios, ya algo caducos, hicieron a la compañía perderse en acertijos y tener que pagar un impuesto a un árbol que devoraba a quienes se atrevieran a pasar sin dar el debido impuesto. Con todo, la entrada al Monasterio de Ourobós estaba abierta ¿Qué misterios esconderían sus interiores?
  2. Una habladuría se había ido extendiendo por los barrios bajos de Stromgarde. Lugares donde la gente corriente no se acerca, y los que lo hacen portan malas intenciones. Los objetos malditos se decía que pululaban, dispuestos a la compra por quien tuviese suficiente dinero para pagarlos. Un rumor se fue extendiendo por estos sitios, parecía una convocatoria, hecha para quien la entendiese. Desde luego el asunto no pasó desapercibido por la comunidad creada en aquel lugar, que trató de desentramar el escrito. "Los portadores de la llama han sido convocados por el guardián del umbral en el cruce de los ríos gemelos, en la noche de la última luna menguante esta os enseñará el camino. Tres veces tañaran las campanas a la llegada como tres son sus hijos, tres serán quienes puros de espíritu e inmaculados heredaran el nuevo amanecer. Siete veces despojado y siete serán sus deseos, siete que moldearan el mundo a su imagen y semejanza. Siete se volverán uno, y el uno lo será todo." ¿Qué querría decir este texto críptico?
  3. Tercio

    La hora de la bruja

    Epílogo Con la aldea en llamas y todos sus habitantes muertos, los participantes habían sellado su pacto con las brujas. Unas gotas de sangre propia fueron suficientes para atarlos a las tierras de Drustvar, aunque las consecuencias de esto no podían preverlas. Al volver a embarcar en el puerto de Boralus un viejo libro hecho de piel humana les acompañaba. Parecía palpitarles entre las manos mientras surcaban de nuevo los mares hacia tierras conocidas. Un recuerdo fugaz, quizás, de lo que había costado obtenerlo, donde casi se jugaron la vida. Los que ya no volverían quedaron atados al albur de las brujas. Aquella aldea que les tendió la mano con confianza ahora yacía entre los cascotes de la destrucción. Los cazadores de brujas llegaron a los pocos días, cuando ya no quedaba nada. Albert Frauder, su capitán, se dispuso a dilucidar qué había ocurrido aquí y a perseguir a los causantes ¿Lo conseguiría? El tiempo lo dirá Participantes y habilidades
  4. Tercio

    Garçes de Áquila

    Atributos 8 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 7 Espíritu 6 Percepción Valores de combate 32 Puntos de vida 28 Mana 6 Iniciativa 10 Ataque CC (Espada pesada) 10 Ataque CC (Maza de mano) >10 Ataque CC (Lanza pesada) 7 Ataque a Distancia (Arco largo) 7 Ataque CC Sutil (Daga) 8 Defensa Habilidades Físico 2 Espada pesada 2 Maza de mano 2 Lanza pesada Destreza 1 Daga 1 Bailar 2 Equitación 1 Escalar 2 Defensa 1 Lanzador 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Leyes (Reinos Humanos) 1 Religión (Luz Sagrada) 1 Sanación/Hierbas 1 Conocimientos/Historia (Reinos Humanos) Espíritu 1 - Voluntad Percepción 1 Arco largo 1 Advertir/Notar 1 Etiqueta 1 Música Escuelas/Especializaciones
  5. Tercio

    Garçes de Áquila

    Raza Humano Sexo Hombre Edad 20 Altura 1.83 Peso 90kg Lugar de Nacimiento Stromgarde Ocupación Caballero errante Descripción Física Joven de 20 años, con un buen físico por el ejercicio que ha llevado a cabo toda su vida. Es alto y apto para la guerra. De cabello castaño, al igual que sus ojos. Suele ir afeitado. Descripción Psíquica Nacido como segundón de una familia hidalga, ha dedicado su vida desde los siete años al servicio de una casa noble superior. Es un hombre de su tiempo, centrado en el orden natural de las cosas, la nobleza y lo que implica. Siente reverencia por la Luz . Es de un caracter reflexivo, simpático, con un humor que se centra más en lo inocente. Ficha Rápida No (600 palabras mínimo) Historia Hoy cumplo 20 años. Un muchacho, ya considerador hombre, se arrodillaba frente a un camastro de paja, entrada ya la noche. Unas ascuas daban los estertores últimos antes de apagarse a su derecha. El suelo de piedra le resultaba frío, pero él se había puesto una alfombra para cubrir sus rodillas. Realizaba sus oraciones en voz baja, pensando alto, intentando elevarse a través de la oscura noche que asomaba en la ventana. Apoyada en la cama se encontraba una espada desnuda. Él la miraba sumido en su murmullo, dejando navegar su mente a través del filo esperando encontrar en ello lo sacro, más se detuvo en varias mellas de las hoja, defectos otrora pasados por alto, pero que en aquel momento lo turbaron profundamente. Con un suspiro se metió en el jergón. Cuando los rallos de Sol alcanzaron la ventana, los jóvenes llevaban ya rato en sus quehaceres. La primera misa, aunque ya en la costumbre, era demoledora. Ahora mismo se encontraban ejercitando en el patio de armas, donde un sargento les hacía repetir una y otra vez distintos movimientos que ardían en sus brazos. Paradas, redobles, saltos, monta, tiro con arco. La mañana pasaba en una sucesión de entrenamientos para endurecerlos, tanto física como mentalmente. Garçes simplemente no estaba allí, por lo menos su cabeza. Repetía todo como un autómata, distraído. Su mente vagaba hacia otros mundos donde las preguntas se le agolpaban ¿Por qué estaba haciendo esto? ¿Cuál era el sentido? La respuesta era muy obvia claro, su vida, decían, mejoraría mucho desde una mejor posición como caballero al servicio de algún noble de más importancia. La lógica decía que ese era mejor camino, pero la realidad de lo que experimentaba se alejaba mucho de lo que decían. Él no hacía más que trabajar, constantemente, con un esfuerzo terrible. Una auténtica tortura para el cuerpo y la mente, siempre en tensión, sin tiempo para detenerse. Las jornadas duraban hasta prácticamente el anochecer donde caía rendido en la cama. Y todo esto para morir en el barro matado por alguna pedrada mal dada de un trol o un ballestazo fortuito en un castillo. Él lo había visto, había acompañado a su señor en alguna escaramuza, ya como escudero. No vio nada de honroso en lo que se presentaba a sus ojos. Hombres agónicos sangrando. Su señor los miraba con mucho respeto y reverencia ¿sería eso? Quizás algo que él no podía observar, un velo que él no era capaz de revelar. ¿Sería acaso la Luz? Los sacerdotes hablaban sobre el orden del mundo, aquello que estamos organizados para hacer. Le costaba creer, él quería creer a fe ciega. ¿Pero cómo se diferencia a los ojos de un mundano la Luz de la simple magia? Encontraba en esa pregunta un abismo insondable. Él sabía la verdad, claro, la Luz creadora, pero no sabía explicarlo, tenia una gran duda. Y con esa duda la existencia se volvía intrascendente ¿para qué esforzarse en todo lo que se le pedía? Cuando todo está tan a la vista es muy difícil discernir que cosas son verdaderas y cuales solo son relleno. Admiraba a sus compañeros, no los veía en las mismas diatribas. Tan encaminados que llegarían al éxito. Pero él no podía hablar estos temas con ellos. Al llegar la noche se encontraba de nuevo arrodillado frente a su cama, pero esta vez no pudo dormir. Se levantó del camastro y anduvo en silencio por los pasillos del castillo, creyó escuchar aún un ruido en el salón. Al llegar vio aún la pira encendida y a un hombre ya entrado en años sentado en un sillón observando el fuego que reconoció al instante. - Lo lamento señor, no sabía que había alguien aquí, no quise molestarle- dijo. El hombre no era más que el señor del castillo Sir Rodrerick, a quien otros llaman “el fuerte”. Ahora mismo se encontraba hundido en sofá, agarrando su espada envainada y con un rosario en la otra. - No puedes dormir, yo tampoco – Lo miró un instante – Acompáñame entonces hasta que el sueño quiera alcanzarnos. – Garçés se acercó, respetuoso. - Hay algo que te aflige – Dijo – Lo he visto en tu cara esta mañana en los ejercicios – Garçés mantuvo el silencio – ¿Se puede saber qué es? – - La Luz no me responde señor, por más que rece no encuentro solución a mis pesares, ni una ayuda al alma que me permita llevarlos. No he sentido nada. – Se acongojó un poco al confesarlo. Tras un breve silencio, el señor contestó. - Y por qué iba la Luz a hacer eso, eso es trabajo tuyo. – Garçés mostró duda en la cara – Cómo dice señor – Rodrerick se incorporó en el sillón, dejando ver la larga barba cana, antaño rojiza, que le llegaba hasta casi la tripa. – Te queda un año para hacer tu juramento hacia mi persona, y aún no sabes lo que es ser caballero. – Hizo una pausa – Es normal, no tanta gente se lo plantea, el año que viene juraré a muchos de los que hoy tengo a mi cargo, más poco serán más que milites, tropas que han costado 14 años entrenar, algo que parece un caballero, pero que si escarbas un poco te das cuenta de que es solo eso, vacío, algo intrascendente. Aún no sabes lo que digo, pero el camino de la Luz es una lucha contra ti mismo, no todos gozamos de la gracia de la misma forma. Benditos sean los ignorantes, pues su fe en esencia vale como la nuestra, pues los que se platean las preguntas están llamados a pasar un camino difícil. - Qué debo hace entonces – La voz quedaba acongojada – Cómo debo proceder – - La decisión es tuya. Puedes vivir como el resto, fingir que nada de esto ha sucedido y la inercia, el pasar del tiempo simplemente borrará el recuerdo de la duda. O puedes iniciar tu búsqueda de lo que significa ser caballero, vestir el manto blanco y el escudo liso, y volver dentro de un año, a responderme tú mismo – A la mañana siguiente con sus armas y un palafrén viejo, cargó la lanza al hombro y salió del castillo con dirección a ninguna parte.
  6. Tercio

    La hora de la bruja

    El amanecer se abre paso en la aldea de Barald. Los débiles rallos de la aurora intentan abrirse paso entre los bancos de niebla salidos del bosque hacia las casas de los lugareños, que se desperezan de sus camastros. Norbert se levanta, recogiendo su hábito, como siempre, de la silla donde lo había dejado al acostarse. Su mujer se ha levantado antes y está preparando algo de tocino para el trabajo del campo, como siempre. Se siente aún cansado, no ha pasado bien la noche atormentado por pesadillas de diversa índole que no recuerda con claridad. Sale a la entrada de la casa, desde dónde observa con ojos legañosos las casas de sus vecinos, que humean por las glorias de las chimeneas inundando de un agradable olor a leña quemada el ambiente, como siempre. Decir ir a la fuente del pueblo a por algo de agua por lo que coge la cuba y se dirige, casi sin saber donde va. La luz aún no ha iluminado del todo la pequeña plaza que forman las casas, por lo que no se ve del todo bien. Pero se ve suficiente para intuir la mole de piedra donde se coloca una cruz de hierro sobre un pedestal de piedra más alto que dos hombres. El agua está congelada, así que mientras el alba rompe Norbert pica el hielo, como siempre. Pero se da cuenta de que hay algo extraño en el reflejo de la cruz cuando se alcanza a ver algo. Alzando la vista lo primero que se le viene a la boca es un "por la luz" mientras cae de espaldas ante el horror que presencia. Un día más en Drustvar, como siempre.
  7. Tercio

    Hernán Saavedra

    Atributos 6 Físico 7 Destreza 7 Inteligencia 6 Espíritu 7 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 28 Mana 8 Iniciativa 9 Ataque a Distancia (Rifle) 9 Ataque a Distancia (Pistola de chispa) 8 Ataque CC Sutil (Espada ligera) 8 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 1 Espada ligera 1 Bailar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Leyes (Reinos Humanos) 1 Religión (Luz Sagrada) 1 Sanación/Hierbas 1 Cirugía/Anatomía 1 Supervivencia 1 Conocimientos/Historia (Reinos Humanos) 1 Conocimiento magia oscura 1 Criptografía 1 Historia imperios troll Espíritu 1 Voluntad Percepción 2 Rifle 2 Pistola de chispa 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Comercio 1 Disfraz 1 Etiqueta 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones
  8. Tercio

    Hernán Saavedra

    Descripción Física Un hombre de mediana estatura, andar recto. Tiene el pelo ceniciento y los ojos verdes. Su cara es seria, de rasgos afilados. Presenta alguna cicatriz en la cara. Lleva la barba bien recortada con un bigote cuidado. Pelo corto. Se le ve un hombre entrenado aunque no excesivamente fuerte. Descripción Psíquica Un hombre curioso, habido de conocimiento, leído en diversos temas. Es simpático y vivo, intenta no tener vicios, aunque le puede algo la avaricia. Ficha Rápida No (600 palabras mínimo) Historia Apunte de diario, día 1º de nuestra expedición. Hemos cargado todos los materiales en los bueyes; provisiones, armas, tiendas de campaña, mapas… Todo está listo para partir a las selvas de Tuercespina este mismo día. He estado limpiando los rifles a conciencia, casi obsesivamente. El capitán ha dado todo por correcto y las 50 almas partiremos al unísono. Quizás me hacen falta otro par de botas. Apunte de diario, día 5º de nuestra expedición El viaje ha transcurrido sin más incidentes que la rueda de un carro roto al paso del río al entrar a Páramos de Poniente. Estuvimos ahí unas cuantas horas parados. He encontrado en la expedición varios personajes pintorescos. Un simpático estudioso llamado Tomás, he compartido con él algunas conversaciones de diversa índole, un hombre bien formado en filosofía y otras ciencias como la astronomía y la alquimia. Hay una guardia de bonitos cabellos, llamada Diana. Me rechazó con mucha delicadeza. Apunte de diario, día 14º de nuestra expedición Lewis el cocinero ha muerto. No asaltaron unos bandidos a mitad de camino, antes del cruce de las montañas. Fue fulminante y no le fue doloroso. Lo enterramos a un lado del camino. Apunte de diario, día 23º de nuestra expedición. El cruce por las montañas está siendo más complejo de lo que parecía, la búsqueda de una ruta directa a Tuercespina fuera de los pasos tradicionales se ha saldado con la cuenta de otros tantos despeñados junto a un carro donde iba gran parte de nuestra ropa de recambio. Apunte de diario, día 30º de nuestra expedición. Hemos entrado a la jungla. El golpe de humedad ha sido terrible. Tomás me explicaba los diferentes tipos de plantas, de las que iba recogiendo. Para él esto es como un cambo botánico, tiene de todo. Las noches son apabullantes, el sonido de los cientos de animales que viven en la nocturnidad no te deja pegar ojo. Lo peor son los mósquitos, enormes, amanecemos con los cuerpos llenos de picaduras. Tengo la sensación de que nos vigilan. Debemos darnos prisa para llegar a la ruina troll, de donde volveremos todos ricos. Apunte de diario, día 50º y largos de la expedición. Diana ha muerto. Una serpiente se cobró su parte al caer de un árbol. La enterramos profundo, con los cabellos atados para que no la sacaran las alimañas. No creo que lo vayamos a conseguir pero intentarlo es al menos un consuelo. Tomás farfulla por lo bajo, esta muerte le ha afectado más de lo que se admite a reconocer, para mi viene siendo en estos dos meses ya casi un habitual. Hemos recibido algunos ataques de los trolls nativos, que se intensifican conforme avanzamos hacia la ruina. Apunte de diario, día alrededor del 70 La espesura de la selva se ha vuelto tal que soy incapaz de discernir cuando pasan los días. Empiezo a contarlos a través del sueño, que cada vez es menos habitual por lo que los días son más largos. La lluvia torrencial ha vuelto un lodazal el terreno por lo que hemos tenido que abandonar los carros y cargar con lo que pudimos a la espalda. Quedamos alrededor de 20 almas. Empiezo a vislumbrar una gran cantidad de escombros. Debemos estar cerca de las ruinas. Apunte de diario, vuelta a casa. Escribo ya esto como último apunte, dispuesto a presentar el informe que verán nuestros promotores como único superviviente. La llegada a las ruinas Gurubasi fue un auténtico infierno. Las vimos abriendo un claro, imponentes y vacías. Acampamos esa noche a los límites de la linde. Tomás desapareció esa misma noche, decían que lo habían visto avanzar solo en la penumbra hacia las ruinas. Nunca más vimos el cuerpo, por lo que supongo que ha murió esa misma noche. Su locura se había acrecentado, nombrando a dioses que le hablaban en sueños. A la mañana avanzamos sobre la pirámide… Hernán levantó la pluma un momento del relato y apoyó la espalda contra la silla, mirando el techo de su habitación en una posada de Ventormenta ¿Debería escribir lo que de verdad pasó o una mentira? Mojó en la tinta reiteradas ocasiones, con un escalofrío, disponiéndose a acabar el escrito. … Nos adentramos en sus numerosas catacumbas, todo parecía saqueado, no había nada de valor. Si lo había no nos dio tiempo a juzgarlo tampoco, a las pocas horas fuimos atacados por una gran horda de nativos, las flechas abatieron a la mayoría y los que pudimos huir corrimos campo a través a adentrarnos en la jungla. No sé que sería de los otros, por mi parte pude llegar hacia los carros y de ahí huir hasta el puesto más cercano en Bahía del botín, donde cogí un barco a donde me encuentro. Tras las recomendaciones pertinentes, Hernán cerró el escrito. De mientras acariciaba con la mano un amuleto de oro, que formaba la cabeza de una serpiente.
  9. La noticia se corrió por los puertos traída de la boca de los mercaderes. La costa de Gilneas no era segura. Un barco fantasma atacaba sin previo aviso por las rutas navegables sin que nadie le pudiese hacer frente, dejando más que cascarones vacíos a la zozobra. Los pocos supervivientes que llegaban a costa contaban como les habían atacado desde la nada, dando fuego a los cañones sin previo aviso y sin tan siquiera verlos. Las rutas habían disminuido su tráfico con el consiguiente perjuicio para la guerra. Era por todos sabido que la falta de marineros era una falta acuciante y muchos echaron la culpa a esto mismo de los continuos ataques. Faltaba gente, de todo tipo, desde armadores, veleros, artilleros, incluso mozos para fregar la cubierta. La armada no pasaba por su mejor momento y había abierto las puertas a numerosos corsarios, privados dados al botín y a la guerra, haciendo presa del enemigo del imperio. Si bien alguno llevaba por bandera la defensa y las buenas intenciones otros no eran más que piratas reformados sin mucha estofa contentos de poder robar legalmente. No era el caso de la tripulación de “La fortuna” comandada por el intachable Gayo Silje, capitán conocido y respetado. Por todos los puertos se fue corriendo la voz de que el capitán estaba falto de hombres y que estaba dispuesto a cazar a este supuesto barco fantasma. Pagaría bien a cualquier valiente que pusiese rumbo norte con él.
  10. Tercio

    Svenk Völundr

    Nombre: Svenk Völundr Atributos 8 Físico 7 Destreza 6 Inteligencia 6 Espíritu 6 Percepción Valores de combate 32 Puntos de vida 24 Mana 7 Iniciativa 9 Ataque CC (Espada pesada) 9 Ataque CC (Hacha de mano) >10 Ataque CC (Lanza ligera) 7 Ataque a Distancia (Ballesta pesada) 7 Ataque a Distancia (Rifle ) 8 Ataque CC Sutil (Ballesta pesada) 9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 1 Espada pesada 1 Hacha de mano 2 Lanza ligera 2 Martillo ligero 1 Martillo de guerra 1 Combate sin armas equilibrado Destreza 1 Escalar 2 Defensa 1 Lanzador Inteligencia 1 Arquitectura (poliorcética) 1 Leyes (Honor Enano) 1 Supervivencia 1 Conocimientos/Historia (Clanes Enanos) Espíritu 2 Voluntad Percepción 1 Ballesta pesada 1 Rifle 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  11. Tercio

    Svenk Völundr

    Nombre del Personaje Svenk Völundr Raza Enano Sexo Hombre Edad 87 Altura 145 cm Peso 100 kg Lugar de Nacimiento Dun Garok Ocupación Guerrero de clan Descripción Física Es un enano corpulento sin llegar a ser un gigante, fibroso por el ejercicio. De pelo negro, Está rapado con una barba trenzada, portando abalorios con runas y símbolos familiares. Tiene los ojos de color marrón, con unas cejas caídas que le dan una apariencia más anciana de lo que en verdad es. Descripción Psíquica Es muy meticuloso, obsesionado casi al punto de hacer todas las cosas bien, lo que lo deja un tanto irresolutivo en algunas ocasiones. Tiene un carácter afable y bondadoso, sentado en la realidad de saber con quién se la juega. Su adiestramiento marcial le hace pensar en posibles salidas para todas las cuestiones que se le presenten, intentando adelantarse a ellas, aunque no siempre acierte. Valora la familia por encima de todas las cosas, y el traer honor a ella. Ficha Rápida No (600 palabras mínimo) Historia El escudo reventó sobre la cara del barbilampiño enano, que cayó redondo al suelo con un gemido seco. - Otra vez- Dijo la voz Con resignación y las piernas temblando cogía el hacha de madera, casi el doble de pesada que una normal, y apoyándose en el umbo trataba de levantarse a duras penas con las piernas temblando. - En guardia, tienes que hacer el paso más largo- El enano pisó un círculo marcado en la piedra, cogiendo una posición con el escudo en oblicuo, mostrando levemente el hacha. El otro lo imitó, de piernas más separadas, de hacha más baja. Los golpes se sucedieron a los pocos segundos, el enano mayor dio medio paso al frente provocando que el menor lo atacase de forma descendente. El maestro no se hizo esperar, acabó el paso para colocar el umbo en la muñeca del hacha del aprendiz mientras cambiaba la guardia al pie izquierdo, quedado totalmente a la derecha de su contrincante que poco pudo hacer mientras recibía otro golpe en la espalda y caía al suelo. - Suficiente por hoy, no estás concentrado- Posó las armas El joven, exhausto, exhaló un último suspiro antes de ponerse en pie. Miró a su maestro, un venerable ya entrado en años, con algún tatuaje, aún con el vigor intacto, se movía como un gato por toda la sala. Era un sitio particular, lleno de enanos practicando las armas, decorado profusamente con motivos guerreros. Se entraba por un pasillo estrecho donde se encontraban estatuas de grandes enanos, participantes en guerras, que habían comenzado su andadura en esta misma sala. Todos ellos gloriosos. Tal como quería él. Desde pequeño la obsesión de la guerra había sido su acompañante. El conflicto formaba parte de todos nosotros, era inevitable, estar atento frente a él era una necesidad, enseñar a los demás a moverse en él un gusto y defender a quien no pudiese hacerlo un deber. Recogió sus armas y saludó al maestro poniéndolas frente su cara e inclinándose en una reverencia. Todo tenía su simbología aquí, un respeto para con la muerte que lo impregnaba todo de un halo de importancia. No era solo el aprender a matar sino el guardarte de hacerlo. Convertirse en alguien capaz de ser un monstruo era la primera parte del aprendizaje, el ser capaz de hacer todo el daño posible a otro ser viviente. – Verás – decía el maestro. – Ponte a pensar. Imagina estar en una taberna, altas horas, ya recogiendo para ir a tu casa. Alguien más borracho que tu se te presenta cuando intentas salir por la puerta, comentando lo que sea, no importa, pero con firme intención de hacerte daño- Paró un momento - ¿qué haces? ¿entiendes lo que te quiero decir? ¿cuál es la solución para evitar el conflicto? – Quedó Svenk pensativo leves instantes – Pues podría calmarlo o irme- El maestro sonrió – Ese es tu error, no puedes evitarlo, ambas opciones que has elegido son en base a algo que está existente, la pelea. Si huyes te has rendido, si hablas intentas evitarla. En ambos casos has jugado a lo que te han propuesto, no has hecho desaparecer nada – Svenk respondió – Pero él puede ser más fuerte que yo, puede hacerme más daño- El maestro continuó – En ese caso debes estar preparado para ejercer tanta cantidad de daño o más que quien te ataca. Siempre es en escalada, no hay normas, el que más daño haga se lo lleva. Pero si te ha intentado atacar es porque ha visto que puede, le ha parecido seguro el riesgo, estás atado a él. Lo mejor que puedes hacer es acabarlo rápido. Si, es inteligente a veces huir, pero no tomarlo como la primera opción. Siempre tienes que estar preparado por si él no te deja – Bajo este pensamiento Svenk prosperaba en su forma, física o mental, prepararse para el conflicto y para alcanzar la gloria para su familia.
  12. Tercio

    Harlon Radolf

    Nombre: Harlon Radolf Atributos6 Físico6 Destreza6 Inteligencia8 Espíritu7 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida32 Mana7 Iniciativa9 Ataque a Distancia (Rifle)9 Ataque a Distancia (Pistola de chispa)8 Ataque CC Sutil (espada ligera)8 Defensa Habilidades Físico Destreza 2 espada ligera 2 Defensa 2 Nadar 2 Sigilo Inteligencia 2 Navegar 2 Supervivencia 1 Conocimientos/Historia (Reinos humanos) Espíritu 2 Voluntad Percepción 2 Rifle 2 Pistola de chispa 2 Advertir/Notar 2 Buscar 1 Callejeo 2 Comercio Escuelas/Especializaciones
  13. Tercio

    Harlon Radolf

    Nombre del Personaje Harlon Radolf Raza Humano Sexo Hombre Edad 34 Altura 1.77m Peso 75 kg Lugar de Nacimiento Boralus Ocupación Marinero Descripción Física Descripción Harlon es un hombre de campo, un jornalero cualquiera que ha pasado su vida arando los campos cerca de Boralus. Como cualquier kulthiriense que se precie ha tratado con la mar, por lo que su piel está algo gastada por las inclemencias del Sol, haciéndole parecer con una carga de años superior a la que tiene. De ojos verdes, tiene un cuerpo acostumbrado a la carga de trabajo, nada fuera de lo común. Acompaña su cara con una barba frondosa que le cubre en gran parte y el pelo recogido. Descripción Psíquica Es una persona de carácter fuerte, centrado en aquello que se propone hacer, quizás sin mucho escrúpulo. Comprende dentro de una sabiduría pueblerina que el bien no se acerca tanto a lo que pone en los libros morales. Matar a un perro enfermo puede salvar a la camada. De naturaleza curiosa, su pasado como un cualquier le ha impedido tener una educación clara, es por ello que siempre está atento a aprender algo nuevo y aplicarlo en su vida cotidiana. Aquellos que lo observen pueden ver a una persona metódica y cuidada, que se guarda bien de mantener sus prendas en perfecto estado, aunque vista harapos Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Historia Harlon Radolf encendió la pipa mirando a lo lejos sobre un acantilado las idas y venidas de los barcos que iban a parar a Boralus. El humo le nubló un poco el atardecer que se estaba produciendo, levantando una leve brisa que le acariciaba las barbas desde el mar. Tenía al lado su viejo mosquete de caza, cargado, y un sable envainado, que conforme el cielo iba ensangrentando la mar se colgó al cinto. La oscuridad se cernió al dar el Sol su último estertor y la noche abrió camino. Era luna nueva, por lo que la negrura envolvió toda la zona. A él no le importaba, conocía bien este monte. Golpeó la pipa contra la piedra, esparciendo las cenizas, recogió el fusil y fue descendiendo la cuesta del acantilado, hacia la costa. Conforme avanzaba por el camino, angosto en algún tramo, pequeñas luces rompían el manto que había impuesto el ocaso. Era un pueblo, uno de tantos pequeños pueblos costeros que abastecían a la capital con su pesca y el sudor de su agricultura. Harlon esperó, aún se veía a las madres encerrar a los ojos disponiendo la cena en la mesa, aguardando la llegada del padre que de mañana había partido a la mar. Harlon lo sabía pues había pasado mucho tiempo en aquella zona, compartiendo la mesa con estas personas, a las que ahora observaba de lejos. Tapó las partes metálicas del fusil con algo de barro y se sentó al amparo de la vegetación, comiendo algo de cecina. Al pasar de las horas las luces se fueron apagando, dejando tan solo el rastro de los remanentes de los fuegos, en forma del humo blanco que salía por la chimenea. Pasó de largo del pueblo, sus conocidos no tenían que ver con esto, encaminó hacia las afueras, una casa a lo lejos de un forastero venido de tierras lejanas. Nunca había cruzado una palabra con él, tampoco lo iba a hacer en lo que le quedase de vida. Llegó a la casa conteniendo la respiración, apretando con fuerza su arma, sintiendo la madera. Se escuchaban unos ronquidos, por la ventana de la casa se veía a una persona tirada en la cama con la cobija a medio calzar. No se había molestado ni en cerrarla, por lo que Harlon se coló fácilmente por ella y se puso a los pies de la cama. Observó al hombre. Tenía más menos su edad, quizás, menos gastado y menos trabajado. Dormía plácidamente, inconsciente de lo que le venía encima, inocente. Harlon no se lo pensó en exceso, amartilló su arma con la suficiente paciencia para que no se escuchara y puso el cañón directamente en su cara, y disparó. Un sonido seco salió de la boca del arma acompañado de una leve humareda. Harlon no se quedó al ver el resultado, un simple vistazo le bastó. Salió por donde había venido y se echó el rifle al hombro mientras cargaba la pipa de tabaco. ¿Lo conocía? No ¿Merecía la pena matarlo? Desde luego. Eran razones que llevaba dentro en su pensamiento mientras llegaba al puerto de Boralus. Tenía las horas justas antes de conocer su ausencia. El ajetreo del puerto lo mezcló entre la muchedumbre que descargaba los grandes portazgos de las naves mancas que llegaban. Los gritos, el olor a especias y la mar se juntaban para dar la sensación de una gran colonia de hormigas. Harlon bajaba el puerto, tenía su mirada puesta en el fondo, donde se anclaban los barcos de mar y guerra. Allí estaban los soldados, algunos apostando a las cartas, otros con la mirada puesta en gastar la paga después de meses encerrado en un barco metiéndose en algún burdel para no ver la luz en tres días. Él se quedó puesto frente a una mesa. En la silla regentaba un hombre de aspecto fiero. Fiero en el comer por una panza que sobresalía a una camisa blanca, de la marina, donde los botones dorados no alcanzaban a esconder la buena vida de su dueño. Acompañaban a este hombre una pluma, tintero y papeles, junto a un cartel que ponía “Stromgarde”. - Aquí veo un hombre dispuesto a coger la vida por donde se debe y alcanzar la…- Escanciaba una jarra con furia sin acabar la frase – Bueno ya sabes como va el discurso. La paga es hasta la llegada a Stromgarde, allí ya te apeas o sigues, a tu gusto. Necesitamos marinos que hagan el trabajo sucio ¿no te importará no? La paga es lo que es, pero te damos de comer todos los días- Harlon paseaba sus ojos por la embarcación, un galeón de guerra, a tres veas. Bien dispuesto. Alguna marca de los numerosos viajes que habría realizado, alguna abolladura en la madera de alguna carga gileana. Sabía lo que le esperaba allí ¿estaba dispuesto a jugárselo todo?, volvió de nuevo la mirada hacia su interlocutor expectante – Me vale - Sin mediar más palabra estampó su firma en el documento “Harlon Radolf” y subió el tablón que separaba Boralus de la guerra. Un buen ataúd flotante, pensó apretando los dientes. Los marineros al verlo llegar se apresuraron a presentarse con efusividad. Unos cuantos nombres que intentó recordar para los próximos meses. Le enseñaron las dependencias del barco, paseándolo entre las cañoneras. Allí es donde se colocaban los camastros para la tropa en 3 turnos diarios. Nunca había cogido costumbre de dormir con el arrullo de las olas, más bien un mareo. De todas formas respiraba tranquilo al pensarse ya fuera de allí. Bajó hasta el tercer piso, las bodegas, donde se transportaba en grandes fardos de paja toda la munición que habían podido cargar. Por lo que les habían dicho la guerra seguí igual de cruda por el frente. Los marineros mostraban ya desagrado, algunos habían hecho el viaje en 5 ocasiones. A la mañana siguiente todo parecía en orden en la partida. Los cañones habían sido enfundados y la cubierta estaba limpia. Alguna muchedumbre se aglomeraba para ver salir a los barcos. Llantos y vítores por los jóvenes valientes que partían llegaban hasta las cubiertas, donde los oficiales ordenaban a la tropa. Harlon se mantenía en su puesto con la mirada clavada en su contramaestre, que hacía revista mientras se izaban las velas y se ponía rumbo al este, con la salida del Sol. Boralus se fue empequeñeciendo en el horizonte mientras Harlon, subido ya a las jarcias, pensaba con qué se encontraría.
  14. Dos hombres, bien engalanados y con alabardas, plantaron una mesa y una bandera con el grifo imperial hondeando, y los colores de los 4 reinos. La gente bien sabía a que venían tan gallardos señores soldados. Al poco rato, en la plaza se dio uno de tantos bandos que se habían visto estos últimos tres años Se hace saber que el capitán Bernal Vencejo ha recibido licencia por parte del consejo de guerra y, por tanto, se le comanda a formar una bandera de 200 hombres de compañía, de cualquier tipo, que sirva como mixta en el frente de Gilneas al mando de la XIII legión. La paga es buena y hay disposición de dar armas y paños a quien se le precise, no siendo faltos en esto. A quienes traigan sus propias armas se les dará la primera paga completa ante de ir al reino de Gilneas. ¡La emperatriz os necesita! Los rebeldes gilneanos comandados por el tirano Cingris están ejecutando indiscriminadamente a nuestros hombres, a pesar de las quejas de la población, que nos tiene en alta estima ¡Somos recibidos con comida y cama! Por la hermandad de los humanos, hijos de Arathor yo os llamo a la guerra. Que ningún disidente impida los humanos volver a la comunidad que nos precedió. ¡Los tiranos de gilneas arrancan el pan de las manos de las madres leales al imperio! Que tal perjurio no quede impune, y que todo aquel que tenga valor de dar un paso al frente que lo de conmigo. Juntos iremos a llevar la bandera imperial al mismo castillo del tirano Cingris. Firma, Capitán Bernal Vencejo a día 27 del séptimo mes del año 32 Información offrol
  15. Tercio

    Ricardo Sierra

    Nombre: Ricardo Sierra de Villanueva Atributos7 Físico7 Destreza6 Inteligencia6 PercepciónValores de combate28 Puntos de vida18 Mana7 Iniciativa9 Ataque CC (Espada pesada)9 Ataque CC (Espada Ligera)>8 Ataque CC (Lanza pesada)9 Ataque a Distancia (Pistola de chispa)9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 2 Espada pesada 2 Espada Ligera 1 Lanza pesada Destreza 2 Pistola de chispa 1 Cabalgar 2 Defensa Inteligencia 1 Comercio 1 Leyes 1 Supervivencia/Cazar 1 Tradición/Historia Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Etiqueta 1 Música 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones
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