Bastián

El sonido del filo deslizándose contra la madera, raspando y detallado, provenía de la entrada de la Aguja Plumargenta, sentado encima de las escaleras de piedra y alguna especie de mármol escaso en el valle desde hace unos doscientos años, se encontraba Auric. Recientemente había aprendido de la forma de construir y desfilar instrumentos, de incontables prácticas tratando de perfilar una flauta, logró encontrar una mejor función a este instrumento, surcándole algunos cambios se convertía en un elemento de combate sumamente simple pero a la vez práctico, una pequeña cerbatana se encontraba entre sus manos en la que el joven elfo estaba completamente concentrado. Los pasos del mensajero elfo despertaron los oídos del quel'dorei, y lo hicieron levantarse repentinamente, abandonando su tarea temporalmente, repasó sus manos por sus ropas intentando eliminar la mayor cantidad de astillas a la vez que enderezaba su espalda, adoptando esa postura firme que acostumbraba tomar frente los desconocidos. Con ese aura formal, aunque algo exagerada, recibió la carta que aquel adulto le cedía, de aspecto ya versado en su oficio, de cabellos color ocre brillante, complexión alta y atlética, como correspondía a un mensajero lo bastante experimentado como para esquivar las hordas trols y moverse en el bosque como pez en el agua. Tras aceptar la carta, el mismo se retiró devuelta al asentamiento principal de Quel'danil con un paso calmo. Observando al mensajero retirarse, Auric volvió a sentarse, tomando la cerbatana entre sus dedos a la vez que comenzaba a romper la carta, conservando el sello y el símbolo de este, sus ojos leyeron con relativa velocidad y una sutil agilidad al leer que había evolucionado desde que Thamireen y Odriel se esforzaron en influenciar la cultura de la magia en éste forestal de campo, apilando libros que ya no usaban estos en su habitación. Sus cejas claras se enarcaron con sorpresa, incredulidad y felicidad. Aunque extrañaba al dirigente de Hath'lorien, estaba feliz de que estuviera a salvo, y concentrado en su objetivo como mago. Con el orgullo de saber que el aeromante depositaba su confianza en su liderato, aseguró en su mente una frase, repetidas veces: "Debo mantenernos a su altura, debo ser como él". Decidió levantarse, con su carta en una mano, puso la cerbatana en el cinturón, echó su capucha hacia adelante y comenzó a caminar hacia el ayuntamiento con la esperanza de encontrar el primer mensaje.

Eventos Asistidos: Caída del cerdo (Masteado por Bullet) ... Eventos Masteados: ... Historia: En Cima del Trueno casi no se escucha la historia de las Tres Nubes, la tribu bañada en sangre, cuyo pueblo fue casi arrasado totalmente y sus restos barridos por la tormenta que aconteció en los siguientes días. Newuen recordaba bien la historia de su pueblo y aunque sean pocos los atraídos por su senil voz de abuelete, disfrutaba de contarla cuando sus hermanos y hermanas se reunían alrededor de la hoguera, sobre todo ahora que se acercaba la temporada de lluvias que no obstante, parecía que las lluvias se habían ausentado y las tradicionales danzas de ritual para traerlas habían sido, o bien, débiles e insuficientes, o inútiles. La tribu Tres Nubes atribuía este fenómeno a la falta de unión y hermandad que había sacudido a los suyos tras la masacre de la sierra hace muchísimo tiempo. Finalmente todos se disgregaron para contribuir al equilibrio elemental en distintas zonas de Kalimdor, junto a otras tribus, fuertes y unidas, sedentarias, que a diferencia de ellos nómadas sin hogar, se habían asentado. Pero lo cierto es que no siempre fueron una tribu nómada cuyos miembros se contaban con los dedos de una mano, de más de tres dedos, realmente las Tres Nubes fue una tribu que solía ser numerosa y tradicional, que lejos de ser una familia belicosa, estaban completamente conmovidos por el chamanismo, quienes en su mayoría, ostentaban el liderazgo de la tribu cuando fuera el debido momento. Si bien pocos, los chamanes, estos eran los que guiaban y daban inicio a los rituales semanales en los que la tribu participaba activamente, desde jóvenes alrededor de la hoguera bailando entorno a una gran columna de humo para comunicarse con el Padre Cielo y pedir que arrecie la tormenta durante la Danza de las Lluvias, hasta ancianos haciendo un círculo alrededor de un tótem para hablar en nombre de los antepasados de la tribu en búsqueda de su consejo. Newuen creció entre ellos y cuando se dieron cuenta del don que poseía el tauren con los elementos rápidamente fue puesto bajo el cuidado de un chamán, lejos de sus padres y hermanos. Bajo la tutela de una anciana silenciosa y mística, iba a crecer para convertirse en otro chamán de la tribu que estuviera ahí para ellos, para guiarlos en momentos de necesidad y si la sangre escarceara, ser aquel que ocupara el puesto de jefe entre las Tres Nubes. Desgraciadamente, nadie esperaría que de pronto comenzaría a enfermar hasta nunca volver a ser el mismo tauren saludable que era. Fue después las Guerras Contra los Centauros que Newuen notó algo en el que especuló como siniestro y malvado, la tribu había avanzado hacia el norte de Kalimdor hasta los picos más alto de las cordilleras donde la vegetación era yerma, los árboles escasos y la cacería exigua, la hambruna y la pobreza insalubre formaba parte del entorno, pero también era la parte más alta de la cadena de montañas, un lugar donde los centauros no se atrevían a llegar, debido a posiblemente el cementerio de dracoleones no demasiado lejos de donde se había asentado la tribu por ordenes de Buro, el jefe. Lo que llamaron "Espíritus Oscuros" aterraba a los centauros y los tauren pronto descubrirían por qué, la locura y enfermedad comenzó a destruir a la tribu, susurros de la más siniestra voz, alejados de la Madre Tierra y del Padre Cielo, en el Pico de la Sangre, poco a poco la tribu Tres Nubes comenzó a morir moribundos de alma. Aunque algunos, pocos, resistieron el peso de la maldición lo suficiente como para huir lejos, muchos otros no lo hicieron, Newuen fue uno de los que casi no lo logra, de los primeros en caer enfermo y de los últimos en resistirse. Con el grito en sus orejas y el dolor en todo su cuerpo se arrastró por las montañas hasta caerse muerto lejos del Pico de Sangre donde ahora estaban los restos de un campamento tauren, fusionando los esqueletos de esta raza de guerreros y chamanes con los de las bestias aladas que habitaban los ennegrecidos cielos. Bajo el agua de una tormenta, el enfermizo tauren perdió la consciencia, débil y desdichado pudo haber muerto ahí de no ser porque el agua de la lluvia restauró sus energías e hizo de la tierra un escudo de cualquier peligro. Cuando el sol salió en la mañana después, arrastrado por las chapuzas de agua, el tauren se despertó junto a un pequeño árbol que no lo superaba en altura, aunque sus ramas eran largas y resistentes, débil por la enfermedad casi no pudo arrebatar una de estas, tiró con fuerza hasta desprender la rama del árbol e hizo con una roca un mullido para sostenerla, inconsciente a plenitud de que habían sido los elementos de la naturaleza quienes lo habían salvado, se alejó de los picos malditos para vagar hacia la nada con el pensamiento constante de que había perdido la conexión con los elementos, de ser así, no podría reunirse con sus antepasados nunca. Durante años Newuen había tenido este temor consciente, hasta la vez que se reunió con sus dos hermanos, Uttamatomakkin y Yatziri. Los había conocido hace poco pero veía en ellos mucho de lo que este tauren había perdido, aunque eran de su misma sangre y estaba seguro de que sus vivencias eran las mismas, no padecían su enfermedad que lo había vuelto débil, anciano y solitario. Aunque se unió a ellos con la promesa de enseñarles del mundo que él había conocido como ermitaño, la verdad es que detrás de sus buenas intenciones, por más que pensaran que iban a aprender de él, la realidad era que él aprendería de ellos.

Nuevos Integrantes: Últimamente Leandris (la cabra) parece haber engordado bastante. Lo que en un principio aparentaba deberse a una buena alimentación poco a poco pasó a demostrar que el macho cabrío del corral (del cual solo Thamireen recuerda su nombre) no estuvo ocioso durante estos meses y ha dejado preñada a su compañera. Cuando llegue el momento alguien debería asistir ese parto para asegurarse que ni la vida de la cabra adulta ni la de las crías se pongan en peligro. Dificultad: * Black Philip observó distante la sombría luz que se asomaba de la Aguja Plumargenta, su mirada carmesí estaba iluminada suavemente por la luz lunar, dotándole de ese aura maligno que lo caracterizaba, con su barbilla en alto en señal de orgullo, aunque nadie podría asegurar que cruzaba por la cabeza del animal se temía por el mal que pudiera desatar su testaruda actitud y desde luego que su desprestigiosa reputación causó una preocupación generalizada. No demasiado lejos de allí, en el bajo monte, atravesando la pradera, en una falda de árboles que rodeaban el claro del hogar de los Altos Elfos de Hath'lorien, yacía su amada, de pelaje blanco con tonalidades de amarillo pálido, como la misma luna que alumbraba las ventanas del asentamiento élfico, su respiración se encontraba al unisonio con la de un exhausto Eleandris por mantener a la cabra viva, a su lado, una cría con apenas pelaje todavía con las manchas sangrías de su nacimiento consolaba a su madre, escuchando cada aliento que bien podría ser el último. Momentos antes... La respiración forzosa de la cabra interrumpió la sesión de tiro de arco, y de bromas mágicas, cuatro elfos acudieron a observar que causaba los berridos de desespero de Leandris. El primero en descubrir lo que ocurría fue el joven forestal, aunque el resto no demoraría demasiado en intuirlo y verlo con sus propios ojos, una pezuña emergía debajo del rabo de la criatura, aunque un nacimiento animal es visto con ojos más mundanos y menos especiales, siempre invita a un buen augurio, pero en este caso no hubo. Por alguna razón, realmente ninguno de los tres elfos que se habían acercado a la cabra parecía tener los conocimientos para ayudarla, o en caso del más joven de ellos, siquiera haber presenciado un embarazo de cabra antes, aunque si tenía alguna certeza era la de que debía ayudar al animal a conciliar la calma. No como el compañero de corral de ésta, el estoico Black Philip que de inmediato olfateó un aroma desconocido e invasor que atravesó sus terrenos con una enorme arrogancia, cuando la tenebrosa violencia del macho estallaba y los esfuerzos por mantener a salvo a la madre parecían en vanos, Lynnete, tal vez la más sensata, guío a un pastor, Lord Cantoalegre, cuya presencia fue la que salvó la vida del recién nacido aunque a costa de lastimar el animal.

DESPUÉS DE TODO... Esfuerzo De Protección: Resina de Árbol Salitrero Gurdoc observó como el grupo de altos elfos aceptaba su recompensa, la cual tal vez fue más de la que se recomendaba para el mercader habitual, pero en su familia jamás se valoró el egoísmo de ningún tipo. Habían cumplido con su tarea y consiguieron simpatizado con los habitantes de la cabaña, incluso a Celine, la perfumista de Quel'danil, le fascinó el cuento de como tuvieron que descender en las cavernas para encontrar una ruta alternativa perseguidos por una horda de troggs. Hicieron bien su trabajo, giraron cien llaves para extraer cien cubetas de savia y maple, con la que se elaboraban distintos bálsamos, resinas, perfumes y un limitado número de ingredientes para la cocina. El enano recordará el nombre de los quel'dorei la próxima vez que los vea, con la seguridad que al igual que su amiga, Celine, son personas los suficientemente honorables como para mantener tanto el orgullo como el respeto a los otros habitantes del valle. Porque después de todo, es aquello lo que para los Barbacelada diferenciaba a alguien de los trols, el compartir y el convivir. Consecuencias: Los enanos Barbacelada recuerdan a los elfos que cumplieron con el intercambio. Se recompensó a los elfos con la resina prometida, en grandes cantidades. La Tía Pietra obsequió distintos suéteres a los elfos. Celine, la perfumista que cada mes visita Quel'danil, obsequió un perfume de fragancia dulce a los elfos. OFF-ROL: Tres sesiones de rol, de dos o tres horas cada una aproximadamente. Alyra (@Leia): Supervivencia, Fauna, Advertir/Notar, Reflejos, mucho Atletismo, Geomancia Básica. (1era y 2da sesión) Lynnete (@Zora): Supervivencia, Advertir/Notar, Buscar, Reflejos, Atletismo, Comercio. (todas sesiones) Kaila (@Bullet): Supervivencia, Advertir/Notar, Llamar Elemento. (1era sesión) Master: Auric (@me): Supervivencia, Advertir/Notar, Reflejos, mucho Atletismo, Daga, Carpintería, Comercio.

Te deseo una feliz y eterna (o duradera) experiencia en el servidor. ELFO ALTO UN HAZTE.

Balin entrecerró la mirada a la vez que humedecía los labios, leyendo con la dificultad equivalente de un extranjero e incrementando el desafío con su edad. Lo habían llamado viejo, oso blanco e incluso una mujer lo comparó su encanecida cabeza con las montañas de Dun Morogh, pero por más que mil hombres hablaran el no estaba listo para retirarse a la seguridad de alguna posada en el pantano de Loch Modan. Y todavía menos con semejante reto que había estado leyendo. La búsqueda de Reliquias conlleva aquello que cuando joven le fascinaba, luchar contra criaturas y caer en grietas donde habían todavía más criaturas, ya estaba viejo pero no era inútil. Tomó su hacha que con un quejido de esfuerzo posó sobre su hombro, bebió de la cantimplora y mostró su sonrisa al viento, esto último no por entuciasmo si no por lo divertido que le resultaba el nombre: Elegost Faler, el Montaraz. // Me encantaría ir con Balin! Puedes hablarme por Discord, siempre estoy allí.

AL DÍA DESPUÉS... El Primer Ingrediente: El Sauce Áureo Armados y fraternos, con el paisaje de un gran bosque, rodeado de montañas todavía más enormes, en las que uno podía jurar ver entre las nubes y lo celeste del cielo los majestuosos Jinetes de Grifos que navegaban en la altura alrededor de la enorme capital de los Martillo Salvaje: Pico Nidal. Cada uno de los elfos se reunieron en las afueras con las manos limpias y una misión, el primero poniéndose un hacha encima del hombro, la segunda plegando el mapa y la tercera limpiándose hasta el último germen de baba enana que tocó su mano. Pues tenían una misión, recuperar aquello que habían perdido, cumplir una promesa y superar un reto. Siete enanos y un ogro vendrían después, los siete primeros como guías para ellos, el segundo como un enemigo, pero el desafío que suponían, magia y la intuición superó con creces el salvajismo. Con la montaña escalada, el estanque recorrido, el ogro distraído y el Sauce frente a ellos, habían conseguido el primero de los elementos para la construcción de un Arco. Consecuencias: El grupo ha recolectado la cantidad de madera de Sauce Áureo que han podido cargar, una madera pálida pero limpia, resistente y llamativa. Alyra está magullada y necesitará un chocolate caliente para superar la angustiante experiencia como maraca. El ogro de mantel de pellejo ha abandonado el estanque del sauce, huyendo entre el pequeño bosque de abedules hasta que la ilusión desaparezca. OFF-ROL: Rol de tres horas aproximadamente. Liondyll (@TitoBryan): Buscar, Carpintería, Supervivencia, Arco Largo, Rastreo, Reflejos, Escalar, Hacha de Mano, Atletismo, Dendrohidrología Alyra (@Leia): Buscar, Carpintería, Rastrear, Escalar, Atletismo, Geomancia Básica, Defensa, Dendrohidrología Lynnete (@Zora): Buscar, Carpintería, Rastrear, Ilusión Básica, Oscuridad Visual, Hacha de Mano, Atletismo, Dendrohidrología. Master: @Bastián

"¿Balin?" Le susurró una voz femenina, proveniente de una tosca campesina. Balin Imblisson de Loch Modan era el nombre con el que se había presentado en la posada ofreciendo sus servicios a quienes ahí habitaban, aunque muchos recibieron a este enano con miradas escuetas y cortantes palabras, la campesina lo recibió con ojos distintos e invitó al guerrero a sentarse a su mesa. Lo cierto es que no siempre había ido posada tras posada como si fuera un maldecido mercenario, no... Provenía de más al norte, aunque sin pasarse, en las frescas colinas de Loch Modan donde los enanos hacían sus hogares dentro de la tierra, aunque no eran agujeros sin más, olorosos y salvajes como una guardia de trol, eran casonas enanas amuebladas con piedra y madera, con librerías de textos sagrados para el clan, tapices históricos, extensos comedores, una gran chimenea que transmitiera el aire hogareño. Ah... Loch Modan, que buenos recuerdos le traía. Recordaba perfectamente su juventud, hijo de un par de guerreros en una hacienda poblada no demasiado lejos de la fortaleza de Modin, el hogar principal de su clan, los Forjaspina, aunque separados de ella por un violento río llamado La Garganta, un caudal natural que se sacudía violento casi todo el año excepto en el verano cuando la sequía hacía mella, temporada que los enanos aprovechaban para reunirse con sus familiares lo que durara la estación antes de volverse a los montes bajos y bosques de pinos. Los Forjaspina no eran un clan realmente importante en Loch Modan, pero si populares maestros herreros conocidos por mantener una armamentística tradicional, lejos de cualquier arma de fuego o innovación de las últimas décadas del clan Barbabronce, ni una mota de pólvora se permitía en el interior de la fortaleza de Modin y esto atraía a muchos enanos ajenos al clan, deseosos de comprobar si calidad de estas armas de "la vieja escuela", aunque por la mera virtud de ser de la vieja escuela era un negocio seductor. El líder del clan se llamaba Báin, y se acercaba el momento en el que su hijo Báin II iba a tomar su lugar en la montaña, pero antes debía mostrar su valor a toda la fortaleza. Cada festival del verano que los enanos Forjaspina celebraban, Báin II organizaba distintas competiciones entre los enanos como cacerías, luchitas, forja de armas, carpintería... con tal de probar su valor, aunque no habían muchos enanos interesados en buscar la gloría, acostumbrados a una vida más bien humilde, al menos los adultos, los jóvenes como Balin no le decían que no a estos concursos sociales que rápidamente ganaron popularidad entre los enanos más violentos. Fue durante la época del séptimo festival de la última década que un ferviente Balin armado con un hacha y una maza, ansioso de reunirse con hermanos, primos y primos lejanos para comprobar la calidad de su fuerza, pues para la herrería no poseía el talento, un envejecido Báin anunció que este año se le recompensaría al mejor guerrero con la tradicional maza Rompespina que por mucho tiempo el mismo Báin había portado, solo aquel que probara ser el mejor de entre los mejores tendría el honor de portar su arma. ¡Oh, esa noche todos hablaron de esa maza! Balin entrenó durante tres estaciones aguardando la llegada del verano, estaba decidido a perseguir esa recompensa como muchos otros miembros del clan, no tenía una baza segura más que su propia convicción, había ido en caza de troggs, trols y otros, se había ensuciado las manos numerosas veces al defender las casonas del pueblo de una horda de orcos e incluso había dado pelea cuando ogros intentaron robar las abejas de la abuela Pitra, convencido de que iba a ser el mejor guerrero tuvo que esperar hasta que el río amainara para cruzar los puentes hacia la fortaleza. En fila doscientos enanos formaron armados frente a las grandes murallas de la fortaleza Forjaspina, enterrada en una montaña y flanqueada por túneles de minas hendidas en el cordillera, mientras frente a ella grandes laderas se extendían en colores verdes y marrones, continuadas por sendas arboledas de pinos altos y anchos, caza y madera para los enanos. Los pretendientes Forjaspina eran todos guerreros estándar de su clan, armados con jabalinas y armaduras ligeras de cuero y metal, normalmente con la barba curvada cual anzuelo, algunos con escudos, otros con hachas, pero todos portando encima de ellos los colores de su clan, el verde y el dorado. El Gran Reto de la Gran Maza, como fue llamado este evento, consistía encontrar, recuperar y devolver la prestigiosa maza de la familia Forjaspina, aquel que portara el arma sagrada al cruzar el puente hasta la boca de la fortaleza sería el vencedor. En compañía o solitarios, todos los enanos se marcharon, Balin contaba con sus hermanos e hijos para ayudarlo, se autodenominaron Imblilkar, algo así como "llaneros de Imbli", y se aproximaron a los lindes de aquel fresno bosque que suponía un reto amenazante para ellos quienes del otro lado del río, lejos de la fortaleza, jamás habían pisado. Pero haciendo memoria de los consejos de sus montarraces se adentraron en este. El reto duró semanas enteras, semanas sin descanso para los participantes que se peleaban unos con otros, aunque nunca cruzando la línea roja, buscando la maza. Fue la Luz Sagrada aquella que brindó la fortuna al grupo Imblikar que encontró la maza después de que Budin, primo-hermano de Balin, casi se ahoga en un lago, mientras aleteaba desesperado por volver a la superficie el resplandor del metal lo cegó. Ahí en la profundidad de un lago se encontraba casi impoluta la sagrada arma de los Forjaspina, de metal reluciente alguna aleación dorada con mithril, mientras que otros enanos alcanzaron las cavernas y reductos del bosque, gracias a su incompetencia completaron el misterio. Tontos ellos que celebraron ese mismo día, llamando la atención de los "Reyes de la ladera", el grupo de Báin II, quienes antes de que abandonaran los bosques enfrentaron a Balin y a sus compañeros, diezmando sus fuerzas y arrebatando el trofeo, aunque ellos no lo habían encontrado, la única condición era cruzar con la maza la entrada de la fortaleza de Modin. Avergonzados, los Imblikar regresaron derrotados solo para ver como el espinoso Báin II cruzaba las puertas con el recibimiento de miles de vitoreo además de los brazos de su padre. Los enanos de lejos de la fortaleza regresaron a su hogar ese mismo día, estuvieron tan cerca pero a la vez tan lejos. Aunque no todo fue perdida, pues ese año Balin aprendió 3 cosas, la primera es que fueron unos estúpidos, la segunda es que daba igual la lucha que rindiera sus méritos estaban lejos de ser los de un rey de la montaña, y la tercera es que a veces la vida te golpea contra el suelo mientras te dobla el brazo y te jala del cabello por razones que se desconocen. Ah, y una cuarta, que por amarga que sea la derrota, dulce es la cerveza que la cura. Cuando llegaron a casa, los enanos fueron recibidos con un banquete y risas, no de su fracaso, si no por la mera virtud de haberlo intentado, aunque Balin disfrutó de esto asumió la responsabilidad de haber traído a casa no prestigio si no vergüenza. Se marchó después de que se la semana de fiestas finalizaran, prometiendo regresar cada vez que hiciera falta. Y es una promesa que mantiene hasta el día de hoy, aunque se ha pasado más tiempo fuera que dentro de Loch Modan, lleva siempre su hogar en el corazón, por más que le duela sus perdidas del ayer. ¿Pero que más da? A veces se pierde y otras se gana. Y en esta mesa el enano tenía las de ganar. "¿Conque gnolls, un carro de mula y un bosque estrecho que cruzar? ¡Espero que traigas tus monedas y que te emocione tanto como a mi hundirte en el fango, porque me tienes en tu Compañía!"

Nombre: Newuen Tres Nubes Atributos4 Físico6 Destreza10 Inteligencia6 PercepciónValores de combate20 Puntos de vida30 Mana7 Iniciativa7 Ataque CC Sutil (Vara de Combate)7 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 1 Vara de Combate 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna 2 Sanación/Hierbas 1 Cirugía/Anatomía 1 Supervivencia 2 Tradición/Historia 2 Visión del Viento 1 Detectar Espíritus 1 Llamar Elemento 1 Protección Elemental 1 Detección Elemental 1 Idioma Elemental 2 Arma Lengua de Fuego Percepción 1 Advertir/Notar 1 Bailar 1 Buscar 1 Música (Canto) 1 Música (Tambores) 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones Mejora

Newuen Tres Nubes Nombre: Newuen Raza: Tauren Sexo: Hombre Edad: 77 años Altura: 2,09m Lugar de Nacimiento: Kalimdor Centro Ocupación: Chamán Descripción Física Newuen no es tan solo un tauren, su vil aspecto animalesco y enfermizo le hacen parecer una malformación de esta orgullosa raza, hombros enjuntos y de brazos consumidos y estirados capaces de tocar sus pezuñas si lo desearan, con unos dedos cadavéricos que terminan en puntiagudas uñas negras, negras como su crin que lacia como la de un caballo cae entre su cornamenta incompleta, ante la ausencia del cuerno izquierdo, el cual transformó en un arcaico instrumento. Por otro lado, su rostro bovino posee unos ojos rubí de casi pura pupila que rara vez parpadean, gruesos labios construyen su hocico que suele ir marcado con pinturas blancas sobre su pelaje azul claro que encanece alrededor de todo su cuerpo. No suele llevar junto a él una pesada vara de madera que lo pone en pie, moviéndose muy lentamente con la cola caída, cabizbajo y encorvado, sin alcanzar su altura real, con la tendencia a decorarse con esqueletos de pájaros y plumas negras, blancas y azul claro, prefiriendo este patrón de colores característicos de los chamanes de su tribu. Descripción Psíquica Se trata de un tauren pacífico y pacifista, incapaz de luchar, fue entregado desde joven en cuerpo y alma al chamanismo, dedicando su vida a los elementos. La enfermedad que lo atacó destruyó su cordura y confianza, volviéndolo un personaje taimado que rara vez está dispuesto a compartir sus enseñanzas o aceptar la de los demás, aunque los últimos eventos de su vida le han llevado a enfrentar este pensamiento. No sabe si podrá recuperarse o si los azotes de la vida sanarán algún día, por lo que suele mostrarse con una amargura y apatía al expresarse, resignado como hijo de la Madre Tierra y uno de los pocos supervivientes de su tribu a luchar por sobrevivir, aunque sus posibilidades sean realmente pocas, tal vez nulas.

Mis diez :< te quedó de fabula! Aunque debo aclarar que el apego de Auric por trepar árboles no es ninguna clase de dendrofilia.

Hola, hola. Tengo dos preguntas (que tal vez debí preguntar hace tiempo): Una respecto al estado de Quel'danil durante la segunda guerra y después de ella, una vez el rey Anasterian rompe lazos con la Alianza, ¿Qué hace que los forestales de Quel'danil no se aíslen junto al resto de su gente? ¿Principios? ¿Deber? ¿Desconfianza? La segunda es ya más propia, acerca de ¿cuan fuerte sería el perder la Fuente del Sol en un elfo nato de Quel'danil, que imagino está ligado a ella como todos los otros elfos, pero no ha pisado Quel'thalas antes?

Como le puedo dar nomegusta a Stannis?

IV Una vez de regreso los elfos descansaron y meditaron acerca del suceso, algunos que deseaban mejor olvidar lo que había vistos, otros apenados del destino de lady Ireth la dama del observatorio. El hallazgo de que ese lugar estaba maldito, y que el fin de la mujer fue por culpa de alguna clase de profanación de naturaleza trol, solo causaba una mayor vergüenza haber descubierto el destino que encausó el mal del Mirador del Amanecer. Pero no había vergüenza en su misión, la que habían conseguido con gran éxito. Aventurándose en el corazón del observatorio, el espacio de Ireth, y buscando en las entrañas de la tierra donde la erudita había buscado el saber de la maldición de la tierra se hicieron con un hallazgo. Su espectro perdido, desorientado y perseguido, perturbado incapaz de regresar al plano de los espíritus, parecía pacifica. Pero una vez comenzaron a entrometerse más en el peligro que tanto había asustado a la Quel'dorei, esta se llenó de una agresiva paranoia, culpó a Lynnete de ladrona, por saquear una de sus pinturas, desconfió de quienes tomaban sus libros por dudar de su lealtad a los Quel'dorei. Protegía Quel'danil, o eso creía, eso había estado haciendo siempre desde el primer momento en el que investigaba que clase de mal afectaba su tan amado mirador, el mismo que le arrebató a su esposo, y a su hijo. La situación fue atrapada por el caos, al principio los ataques de Ilaren fueron arqueados y efectivos, propios de alguien diestro, pero al final solo cayeron con torpeza en el aire, Daelanor más sagaz que el lancero pudo entregar una herramienta a la espadachín que le haría capaz de tocar lo no tangente, al menos su arma estaba cubierta de energía sagrada, la cual aunque no torturaba como lo haría con un no-muerto alzado por causas oscuras, si pudo dañar al espíritu. El cual herido se alzó, tratando de alejarse de sus oponentes, pero solo obtuvo una flecha que atravesó su pecho, impactando con un destello de energía arcana, proveniente de Auric, y una tercera voló a través de la fantasma, pues el encantamiento se había deshecho. Decidieron huir pero ella, creando peligrosas deflagraciones de magia arcana decidió enterrarlos en el mismo lugar en el que había caído. Todos salieron, justo a tiempo, excepto Auric que quedó entre las rocas, de no ser por el lancero elfo, quizás habría sido arrastrado a la muerte como la alma en pena quería. Descansaron, meditaron. Y decidieron regresar, con una tanda de tomos que suma alrededor de unos 24 libros, grandes y pequeños, recolectados por el grupo, que llenarían una humilde pero cómoda biblioteca de información. <<El grupo retirándose del mar de hortigas>>

LA MISIÓN La expedición en el Mirador del Amanecer no estaba dando las recompensas que en un lugar invitaron a explorar la zona, habían coincidido en regresar al próximo día, pero una misión secundaria se presentó a los miembros de Hath'lorien. La gentil y adulta quel'dorei Agneris Fallah, o más bien conocida como Agnes, coincidió en que la búsqueda de conocimiento era algo reseñable, Lynnete, que también era sagaz con el intelecto coincidió con ella y Auric, que realmente apenas experimentaba el verdadero saber del mundo a ojos de los centenarios altos elfos, estaba preocupado en cuanto demoraría una inscripción de tomos. Conmovida por la búsqueda de los jóvenes, lady Agnes ofreció al grupo un intercambio. Dos de sus libros a cambio de un recado concedido, como diría Melne, ir en búsqueda de Azucar de Nicameda, proveniente de las ciudad enanas en Pico Nidal, aunque si el sol brillaba en lo alto la panadera de Quel'danil tendría en sus almenas, pues Ros'eleth era reconocida por sus fascinantes creaciones gastronómicas asociadas a la repostería, si alguien tendría ingredientes en cantidad y de esa clase, era la única panadería. Esperando al regreso del elfo pelirrojo que restaba en el grupo, el joven forestal decidió no desperdiciar la ausencia del sacerdote. Convenciendo a Melne de unírseles, acompañándose de Lynnete, marcharon a través del mercado central hasta la pendiente en el que se ubicaba la panadería. ¡Y justo a tiempo para deleitar sus ojos y narices! con el romántico y deleitante aroma de trenzas de pan recién hechos, entre otras clases de reposterías que se servían e intercambian al exterior. Aunque su recado o misión no les permitió demasiado para sentir el sabroso abrazo del pan, caminaron al interior para ser recibidos por un bizarro sonido, era una voz aguda y zarrapastrosa, como la que me emitiría una caricatura chillona, acompañado de pasos muy suaves que acariciaban el suelo, lo rascaban. - Top top top top. Así fue como conocieron a Erald, la escoba mágica. . Un objeto poseído por un encantamiento poderoso, construido para darle voz, personalidad y una bizarra actitud "encantadora" que atienda con gentileza a los clientes, que aunque no muy convencional funcionaba a la perfección para encargarse del negocio al exterior mientras la panadera trabajaba en su adentro. Liderados por la escoba se adentraron al interior de la panadería. Al interior de la panadería se encontraron no con un poderoso amo, si no con una grandiosa y humilde Panadera que guiaba con su varita a distinta cantidad de objetos que al unísono trabajaban para la masa, como si esa cocina fuera una orquesta delicada y precisa, cuya coordinación era admirable. Ros'eleth les recibió sin pena, aunque con cierta sorpresa de enterarse de lo que habían venido a buscar: Azúcar de Nicameda. Aquella azúcar era simple azúcar, fabricada y limpiada en las almenas de Pico Nidal, tras su relección en terrazas de alta tierra cerca de laderas o montañas, "Nicameda" era una traducción en la lengua de los Martillo Salvaje que significaba "Dulce de rocas altas" por los montes en los que usualmente se cosechaba, para crear empalagosos sabores enanos que agregar a la cerveza o a otros alimentos. Sea como sea, no era especialmente rara ni especialmente común, por lo que Ros'eleth les ofreció un intercambio al trio de elfos que tenía frente su puesto de trabajo. Ir detrás de las criaturas Basilisco, al sur del bosque de los altos elfos donde anidaban, para recolectar sus muy específicos huevos. Y sin preguntar más al respecto, Auric, Melne y Lynnete decidieron embarcarse a la aventura de esta MISIÓN. Aunque realmente el desempeño de su guía, el joven forestal, fue pésimo, desde casi ser mordido por la despiadada Serpiente Cortezanegra y llevarlos hasta el rincón de un Grifo, donde su bota aplastó una sorpresa para nada agradable, lograron escapar de reales peligros hasta encontrarse al nido de las criaturas. Moviéndose con sigilo advirtieron los primeros rastros de las sanguinarias criaturas, que no eran tan pacificas ni tan poco activas como la mayoría de reptiles que gustaban de tomar sol y moverse lento hasta atrapar una presa inadvertida, estos tenías plumas y escamas, escamas que cambiaban según los reflejos de la luz dando una tonalidad peligrosa de colores dependiendo del momento del día, de noche la luz lunar los escondía con colores oscuros, al amanecer brillaban con timidez alternando constantemente entre colores anaranjados y verdes, al momento del día brillaban con un poderoso color verde y rojo, ambos tonificados, durante el atardecer su piel era mucho más oscura, bañada en escamas roja oscura como la sangre. Su aspecto era más hostil de lo que se pudo imaginar, y entre ellos, estaban sus coloridos huevos rodeados de esqueletos y la mitad de un cuerpo que tres de estas criaturas devoraban. Melne observó el nido, después observó a Auric y entregó su espada, tras enseñarle al elfo que hoy no era su día y que su pie apestaba, marchó con sigilo hacia los huevos de los infra seres. Al principio la carrera no fue advertida por ninguno de los tres que desempeñaban un papel egoísta como padres, descuidados y centrados en devorar lo que era suyo, desinteresados de su alrededor como si todo valiera menos que ellos. Pero de regreso uno de ellos olio a Melne. De inmediato la aprendiz de Rompehechizos reaccionó con un aleteo de magia, echando una finta sobre el Basilisco. Este corrió enardecido, había olido algo, aleteo y chilló, su cola que terminaba emplumada se erizaba igual que la de un escorpión, echando a correr en la postura de una gallina cruzó al lado de la quel'dorei que magníficamente engañó al ser, haciéndole creer algo que no era cierto. El resto permanecieron inmutables. Y así como regresaron, con un huevo de Basilisco, hasta la panadería. Donde Ros'eleth le enseñó los resultados de su misión, mostrando a Samantha, una criatura estoica con el aspecto símil al de una mariposa que con una deflagración leve hizo acto de aparición como si fuera un truco de magia. Una vez descrita y saciada la fascinación de los elfos, al menos de Auric y Lynnete, la recompensa fue la azúcar prometida. Encima de trozos de pastel que Melne recogió para llevar a la Aguja, donde Thamireen aguardaba como una doncella sin saber la sorpresa que encontraría. El par restantes se dirigieron hacia Agnes para aceptar sus tan preciados tomos, y además obtener una bolsa de azúcar de Nicameda que en realidad la quel'dorei nunca deseo, solo la usó para enseñar una valiosa lección al joven elfo: Todo aquello que se obtiene, no es por ocio, no es por altruismo, es por esfuerzo y consideración.

II "El Conocimiento está en la naturaleza de nuestra noble gente" Los edificios construidos de madera y piedra ahora se hallaban reducido a un recuerdo petulante flanqueado a un lado por una hilera de montañas amenazante, y al otro, un paisaje que encaraba directamente a Quel'danil.. La brisa era helada, casi tanto como lo era en las montañas de una Quel'thalas salvaje y primigenia aún no heredada por los Altos Elfos, pero no demasiado como para ahogar y hacer temblar a los exhaustos aventureros elfos, que iban y venían examinando los salones del Mirador del Amanecer. La búsqueda de libros de hace sesenta años no fue un verdadero éxito, el primer día no se obtuvo más que un ascenso sencillo gracias a Daelanor, que a medida que pasó el día fue limpiándose con los espadazos de Lynnete, que más tarde serían de ayuda para enfrentar a una no-peligrosa pero si audaz araña cardonegra, mientras el nato "forestal" Auric hacía un hueco entre sus pertenencias para ese mapa, la cartografía no era tan cómoda como parecía en un principio. Solo habían recolectado dos libros, uno inútil que fue desechado una vez se corroboro, y un segundo de fábula. Eso no era suficiente, necesitaban tomos supervivientes que ilustraran historias, estrategias, cuentos y mitos, las leyendas que florecían en el bosque de las Tierras del Interior al menos, pero solo quedaba una última grada que visitar, aquella sin techo ni murallas, pero según comentó el joven quel'dorei era aquella que funcionaba como corazón de biblioteca en los jardines del mirador, lejos de los observatorios y más resguardado, con algo de esperanza los sesenta años que sus libros vivieron en la intemperie no habrían hecho tanto daño a sus letras. Aquel sería su próximo objetivo, después de regresar con la pintura de el gran Lojierno Nubacaso para preservar su arte: Los misterios de la naturaleza reflejados en el rostro de puro de los "bien nacido". provenientes del poderoso alto reino, donde el sol hace nacer el poder real de la naturaleza - Lojierno Nubacaso: "El Lince del Sol Eterno".

PASEO AL PASADO I Los acantilados del Mirador del Amanecer eran un recuerdo joven para los elfos de Quel'danil, su historia, que apenas echaba raíces entre los sucesos de la avanzada de altos elfos, fue desapareciendo conforme la brisas, rocas y ríos golpearon contra el observatorio, a pesar de que algunos forestales echaron encima la responsabilidad de recuperar lo perdido en las ruinas desmanteladas, nadie consiguió restaurar el franco conocimiento que Ireth Canción Eterna pudo tratar de trasplantar de Quel'thalas al refugio en Tierras del Interior. La extravagante elfa Ireth fue en su momento, una respetada erudita de Quel'danil, conocedora no por sus artes mágicas sino por su enorme pasión al conocimiento, libros y tomos de tamaños que los más jóvenes quel'dorei se asustaban de ver. Iba siempre vestida de su icónica gama de telas azules, su color favorito, ducha de caminar todos los días desde el refugio hasta el observatorio, siempre atenta a los caminos acompañada de su fiel seguidor Rhodes, el pequeño ratón que adopto. De un momento a otro, Ireth se ausento para nunca volver, y con ella desapareció el esplendor del Mirador. Auric recordaba las historias y conversaciones al fuego de la chimenea durante su niñez, una vez que le dijeron que ya no podían volver al observatorio de la azul erudita. En su memoria se grabo el recuerdo de su infancia, donde su lengua se le fue enseñada y donde aprendió a entender el significado de los libros. El conocimiento del pasado hizo un lugar en el presente del joven elfo, era cierto que la lectura no era ninguna pasión y que los libros prestados por sus amigos y compañeros de Hath'lorien habían sobresaturado el sustento de literatura por al menos un mes, había una razón para traer devuelta los libros, misterios e historias que alguna vez pudo ver con sus propios ojos. Para enfrentar las amenazas de ahora, debía ir más atrás de lo que ven sus ojos, a lo que vieron tiempo atrás.

Si lo miras bien... entrecerrando la mirada, achinando el ojo izquierdo y tapándote el derecho, desde dos metros de distancia... Digo, ¡Tu puedes uwu!

Atributos6 Físico5 Destreza9 Inteligencia6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida27 Mana7 Iniciativa6 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 2 Religión 2 Sanación/Hierbas 2 Cirugía/Anatomía 3 Leyes 1 Supervivencia 2 Tradición/Historia 2 Evocación Básica (Piromancia) 3 Abjuración Básica (Piromancia) 2 Ilusión Básica 3 Supresión Arcana 2 Refuerzo de Energía 1 Conjuración Básica Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 2 Etiqueta 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones Piromancia Abjuración

DOCTOR YOUNG "¿Mago? Prefiero el término Aprendiz de las Artes Místicas"

Ficha Atributos 7 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 7 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 18 Mana 7 Iniciativa 9 Ataque CC (Hacha) 10 Defensa Habilidades Físico 4 Atletismo 2 Hacha Destreza 2 Cabalgar 2 Escalar 4 Defensa 2 Nadar Inteligencia 2 Fauna 2 Supervivencia 2 Tradición/Historia Percepción 2 Advertir/Notar 2 Comercio 2 Buscar 2 Rumores