ILUSDN

La academia solía dar a diario algunas misiones y tareas sencillas a sus alumnos a cambio de facilitar el pago de sus matriculas, pero cuando el elfo de segundo año Odriel Feathersun se presentó ante el rector de la torre del Villadorada con la solicitud de que le encargaran cualquier tarea relacionada con energías viles, algunos empezarón a dudar. ¿Eran ese el tipo de tareas que podían encargarle a un estudiante? Tal vez sería el momento de probarlo. Hacía poco habían tenido extraños reportes relacionados con la vieja mina del este, por lo que encargaron al elfo la tarea. Pocos días después Odriel se encontraba camino al sitio, acompañado por Adalia, una joven quel'dorei que deseaba estudiar en la academia. El mago hubiese preferido hacer aquello solo, pero la muchacha había insistido y finalmente, sin otra alternativa, accedió a llevarla consigo. Llegaron a la mina por la tarde y comenzaron a explorarla. Se percibía abandonada como cabía esperarse y por un instante creyeron que allí solo encontrarían kobolds. Es curioso como cambian las ideas de forma tan repentina. Cuando aquel ojo de tono verde fluorescente se les apareció y comenzó a sonar a modo de alarma comenzaron a imaginar lo que realmente les aguardaba allí. Brujos, demonios y una gema que se encargaron de destruir. Todo era demasiado confuso y las pistas escasas. Revisar el campamento de los cultistas les permitió sacar algunas cosas en claro. Por el contrario la interrogación de uno de los diablillos no fue tan provechoso, pero si aprendieron insultos y blasfemias desconocidas hasta entonces. Aun así, descubrieron donde estaría uno de los lideres de esos cultistas, gracias a una carta que Adalia logró recatar de las cenizas. Uno de los doce: Sylas, a quien el diablillo denominaba como amo. Antes de que el sol se pusiera en el horizonte regresaron a la biblioteca del aeromante en Villadorada. Allí se dispusieron a sanar las heridas y descansar, y se convencieron de que informarían a la academia y luego se olvidarían por completo del peligroso asunto, pero el nombre del brujo les seguía rondando la mente. Tal vez algún día se verían las caras. Dos sesiones de Rol de unos 3-4 horas cada una: @Mirela Adalia [Abjurar energía, Defensa, Sigilo, Reflejos, Sanación/Hierbas, Evocación Básica, Abjuración Básica, Alterar masa, Advertir/Notar, Buscar] Odriel [Abjurar Energía, Proyectil Mágico, Toque de Energía, Aura Elemental, Orbe Elemental, Voluntad del Viento, Advertir/Notar, Reflejos, Sigilo, Defensa, Aprendizaje: Detectar Energía Vil]

La senda de luz y sombra Un rugido como si el mundo se resquebrajase bajo sus pies asaltó a la compañía. El bosque pareció silenciarse por un momento mientras que aquel árbol que hasta un instante atrás no tenía nada de llamativo comenzaba a desenroscarse como si fuese una enorme serpiente. Mientras que un tronco se volvía oscuro como el ébano, el extremo contrario palidecía hasta quedar de un blanco inmaculado. Cuando todo terminó un arco mostraba la entrada que con tanto esmero habían estado buscando. El grupo avanzó, internándose en el laberíntico sendero. Era un camino antiguo, excavado en la tierra y la roca por momentos o solo dispuesto al aire libre en otros. Pero en ningún punto del trayecto dejaba de percibirse la magia que flotaba en el ambiente. No tardaron en descubrir que se trataba de una simple ilusión, más antigua y poderosa. Así avanzaron, creyendo que todo allí era seguro, pero no estaban solos en aquel sitio. Algo respiraba en la oscuridad. // Participante y habis: @Akross como Ilaren [Cosas de abjuración de roca - Lanza - Defensa - Reflejos - Advertir/Notar] @Zora como Lynn [ Buscar - Advertir/Notar - Ilusion Básica - Defensa - Reflejos] @Bastián como Auric [Arco - Daga - Defensa - Advertir/Notar - Rastrear - Fauna - Reflejos] @Shiva como Feldrendil [ Espada - Defensa - Reflejos - Advertir/Notar] Daelanor [Reflejos - Escudito de Luz - Bastón de dos manos - Defensa - Advertir/Notar]

El ascenso de Quel'Alaryath Hacía frío y estaban lejos de casa. El viento les azotaba el rostro y los copos de nieve que arrojaba la tormenta se les metían por entre los pliegues de la ropa. La mitad de los elfos empezaba a dejar de sentir la nariz y las orejas con coda paso que daban. Pero rendirse no era un opción, había atravesado por mucho para llegar hasta allí arriba. Regresar en aquel instante hubiese representado arrojar por la borda todo el esfuerzo que hasta entonces habían dedicado. De pronto la ruta por la que avanzaban les enseñó un final abrupto. Parecía que allí terminaba su viaje, pero antes de que las esperanzas se apagaran por completo Lynn señaló una roca. El viento aullaba y la tormenta les reducía la visión, pero allí donde apuntaba su dedo podía verse algo una caverna, un refugio. Se arrojaron hacía allí sin pensarlo demasiado, sin creer que esa era la ruta que los llevaría hasta el final de su viaje. A miles de metros por sobre el nivel del mar, en uno los picos más altos de la región, encontraron el mausoleo de Garadal. Extraña era la petición de aquel elfo de ser enterrado en aquel sitio, pero cuando colocaron el medallón sobre la roca y esta se iluminó de forma alterna, comprendieron el porqué de tal secretismo. El efecto formaba patrones cambiantes a medida que la tonalidad arcana se extendía por algunos sitios y permanecía alejada de otros. Allí, grabado sobre la roca, representado dos enormes árboles de ramas y raíces entrelazadas entre sí, se hallaba el mapa que tanto habían deseado encontrar. Justo en el centro de aquel laberinto de luces y sombras pudieron ver la entrada a C'llah Dhor. (3 sesiones entre subir y bajar de la montaña) Pariticpantes: @Mirela como Agora @Zora como Lynnete @Akross como Ilaren @Bastián como Auric @TitoBryan como Lyondil @yo como Daelanor Habilidades más o menos similares entre todos: [Hierbas/Sanación - Supervivencia - Escalar - Fauna - Arco (algunos) - Reflejos - Atletismo - Buscar - Tradición/Historia - Advertir/Notar - Carpintería (Auric) - Encantar Arma (Auric y Lyon)]

El Guardián de las Llaves Aquella tarde todo había sido un ir venir. Preguntar, indagar, extraer por sobre el escepticismo de los habitantes de Quel'danil cada migaja de verdad. La primera a la que visitaron fue a Fal'deeris, encargada de la biblioteca de los forestales. Ella les habló con soltura, y evidente conocimiento, de la materia acerca del guardián de las llaves y fronteras de Hath'lorien. Un título honorífico sin funcionalidad real, insistió. Quel'danil jamás había tenido ni muros ni puertas que defender, pero los miembros de Hathlorien se miraron entre si pensando distinto. Resignada a que insistieran con el tema, Fal'deeris accedió a prestarles un antiguo escrito donde se encontraban inmortalizados los árboles genealógicos de las principales familias de la región. El guardián de las llaves se hallaba listado allí, había vivido hacía miles de años y era improbable que siguiera con vida, pero su nieto era una excepción. Antiguo forestal de Quel'danil, figuraba en las ramas más altas de aquella genealogía, despertando el interés de los aventureros. Como no podía haber sido de otra forma, los miembros de Hath'lorien se dirigieron hasta el asentamiento de los verdaderos protectores del valle, los forestales. Pasaron horas entrevistando a distintos oficiales y esperando a otros, pero finalmente la respuesta no se hizo esperar más. Taendrath, un sargento de división, les hizo saber sobre el paradero de aquel a quien buscaban. Su nombre era Gaoraleth y lo hallaron en lo profundo del bosque, siguiendo las indicaciones de Taendrath. Estaba oculto en una pequeña cabaña, rodeado de trampas que le protegían de los trols de la región. Más el grupo había llegado demasiado tarde, habían atacado al forestal, y si bien este logró repeler el ataque, había quedado gravemente herido y había perdido su medallón. Insistió sobre aquello una y otra vez, apoderado por la fiebre de las heridas que se le habían infectado. Conscientes de que se trataba de algo importante, los elfos marcharon hacia el campamento trol, para zanjar el asunto, acabar con los enemigos y recuperar la reliquia thalassiana. Regresaron horas más tarde, algunos miembros heridos gravemente, pero con ellos llevaban un reluciente medallón y la satisfacción de haber dejado media docena de cadaveres trol para que los devoraran los carroñeros. Participantes y Habilidades: @Mirela como Agora [ Atletismo - Reflejos - Defensa - Advertir/Notar - Maza de una mano - Invocación Curativa] @Zora como Lynn [Buscar - Atletismo - Reflejos - Defensa - Advertir/Notar - Sigilo - Rastrear - Obscuridad Visual -Espadas Ligeras] @Bastián como Auric [Atletismo - Reflejos - Advertir/Notar - Rastrear - Arco Largo - Sigilo] @TitoBryan como Lyondil [Buscar - Atletismo - Reflejos - Defensa - Advertir/Notar - Sigilo - Espadas Ligeras - Arco Largo - Sanación/Hierbas] @Izuriel como Eleandris[ Atletismo - Reflejos - Defensa - Advertir/Notar - Arco Largo - Dagas] @Akross como Takhiara [Atletismo - Reflejos - Advertir/Notar - Defensa] @ILUSDN como Daelanor [Atletismo - Poción de Salud debil (Alquimia) - Hierbas/Sanación - Cirugia/Anatomía - Purificar Agua - Esencia Sagrada]

En un camino en lo profundo del bosque imperaba un silencio atroz. El sendero abarcaba miles de leguas de idas y vueltas, giros y recodos, luces y sombras. Hacía siglos que no se utilizaba y hasta el eco de los murmullos se había extinguido con el tiempo, pero no la magia. C'llah Dhor, es, fue y será el camino predilecto de los elfos del Quel'danil. El camino perdido, la senda oculta en la espesura. Otro más de tantos cuentos de hadas que habían quedado olvidados. Dael completó la lectura y sonrió de oreja a oreja. Si había algo que agradara más que la miel al joven sacerdote eran las historias. Y aquella apuntaba a que sería una buena. Fue a ver a Auric para convencerlo de que sería una excelente idea rastrear aquel camino. En el camino encontró a Lynnete y posteriormente se les sumaron también Liondyl y Agora. El entusiasmo de Daelanor poco a poco se les fue contagiando a los demás hasta el punto de querer desentrañar los misterios alrededor de aquella historia. Todos habían oído narrarla como si se tratase de una simple fábula para niños. En algunas versiones, un par de niños quel'doreis se extraviaba en el bosque y encontraba el camino a casa gracias al sendero oculto, logrando así escapar de un ogro que deseaba comerlos; en otros simplemente se la mencionaba como una ruta segura para cruzar el bosque. Cualquiera sea el caso, los habitantes del Valle lo consideraban una mera leyenda, un cuento o poco más. Los miembros de Hath'lorien estaban dispuestos a hallar la verdad detrás de esas historias y de ser posible, probar lo contrario... Primera Sesión. Participantes y habilidades: @Bastián como Auric @TitoBryan como Lyondil @Zora como Lynn @Akross como Ilaren @Mirela como Agora Habilidades: Tradición/Historia - Rumores - Buscar - Advertir/Notar

Yo lo veo como algo que podría habilitarse a futuro, pero actualmente no se si hay algún personaje que merezca tener una habilidad en 9. (Odriel es un panqueque). Aunque en el caso de un guerrero si es más fácil escalar en ese aspecto con uno o dos años y llegar a habilidades en 8 y luego quedarte "estancado", no se si eso ya justifica que se le habilite el siguiente nivel. Mientras que por otro lado un mago o un hibrido tiene la posibilidad de reflejar mejor su progreso aprendiendo hechizos de dificultad más alta en lugar de subir mucho los hechizos sencillos. Más allá de eso, opino de forma similar a lo que expresó Alondra, en caso de que alguien merezca esa subida, tendría que tener un rol importante no solo en cantidad sino también en relevancia. Para tener una habilidad legendaria, primero deberías ser legendario e.e

Antes estaba más fácil, que eramos muchos menos.

Que queden para la posteridad.

... Y así fue como nos enfrentamos al enemigo más peligroso que nos hemos encontrado hasta ahora. El ogro había sido un mero entretenimiento en comparación con los guerreros alados del claro del sol. - Daelanor gesticulaba y hacia muecas, movía los brazos y prestaba atención a cada uno de sus oyentes para asegurarse de que tuvieran la atención completamente puesta en la historia. El grupo de niños elfos le observaba. Estaban sentados en el pasto frente al joven sacerdote, formaban un semicírculo y aguardaban expectantes a que continuase. Daelanor cumplió, tras conformarse con sus expresiones atentas. - Habíamos partido cuando el sol rozaba el cenit y sabíamos que la misión no sería sencilla. Eramos un grupo numeroso y bien preparado, con la motivación elevada tras los solemnes discursos que se habían lanzado minutos atrás. Marchamos atravesando el bosque, sabiendo que ni trol, ni ogro, ni bestia alguna nos desviaría de nuestra misión. Nos adentramos en los montes y por fin llegamos a nuestro destino. El claro de las mil abejas... - ¿No era el claro del sol? - Interrumpió una niña que observaba a Daelanor como si desconfiase de su palabra. El pelirrojo narrador de historias observó a la muchacha, como si midiese su obstinación. - Tienes razón, era el claro del sol. - Replicó con pragmatismo - Pero ayer, la multitud de abejas era tal que opacaba la luz de Belore. El cielo se tornó oscuro ante el batir del millar de alas y los cuerpos que se cernían sobre nosotros. - La niña no volvió a interrumpir y Dael asintió satisfecho. - Ninguno de nuestros héroes daría marcha atrás ya que íbamos dirigidos por el amor profesado a Lady Cantofenix, la dama de las galletas, y protegidos por su valiente compañero arcano, el ave que hace honor a su nombre. Contábamos con guerreros de inigualable valor y osadía: Auric el joven, el más fresco y rápido de los hermanos Plumargenta, Lord Arallas, quién logró llegar hasta la fortaleza enemiga sin importarle recibir el millar de ataques de sus huestes. Y también estaban Liondyl, ser cabelloclaro, el cazador del refugio, cuya ayuda inestimable y su valor nos permitió salir con vida de allí, y por supuesto, Ilaren el viajero del ocaso, quien defendió lo más preciado de la compañía a costa de su vida, valiéndose de secretos de geomancia que pocos conocen. Yo tuve el honor de atestiguar todo eso y de como conseguíamos alzarnos con la victoria. Trajimos a nuestro pueblo el preciado tesoro que las abejas del claro, sin derecho alguno, guardaban tan celosamente. - El joven sonrió, evaluó las miradas de su público y finalmente decidió sacar un frasco. - ¡He aquí¡ ¡El dulce nectar! ¡La recompensa por nuestra victoria! - Ofreció a cada uno de los jovenzuelos su contenido, varios trozos de panal, con la miel dorada resbalando por sus perfectos hexágonos. Cuando los niños se hubieron dispersado, conformes con su recién adquirido y dulce premio, el propio Dael cogió una porción y se dispuso a vagar por la aldea. La lengua floja del muchacho pronto haría correr la ridícula historia por todo el lugar, despertando risas y alguna burla bien intencionada. Pero Daelanor estaba conforme, aquello era mejor tesoro del que habían ido a buscar.

Una carta llega hasta las dependencias de Hath'lorien, sellada con lacre de color añil. La marca tiene el contorno de un báculo y una espada cruzadas. En el dorso puede verse el remitente y el destinatario escritos en común con pulcra caligrafía. El contenido está redactado en thalassiano pero es evidente que el puño es el mismo. Estimado Auric, Espero que te encuentres bien al igual que el resto en Quel'danil. Te escribo para hacerte saber que llegué, sin mayores inconvenientes que una tormenta veraniega, hasta el puerto de Ventormenta. Extrañaba mi biblioteca y la compañía de sus libros, pero por desgracia mi retorno se verá demorado ya que no encuentro entre sus páginas las respuestas que he venido a buscar. Te pido encarecidamente que sigas encargándote de la Aguja como hasta ahora has hecho, yo volveré lo antes posible cuando, tal y como te he comentado en la anterior carta, pueda hallar una respuesta a las preocupaciones que me quitan el sueño. Acudiré a la academia de magia local y espero hallar allí al menos algún indicio que nos permita resolver el problema, pero temo que no será sencillo. Por ultimo, quiero alentarte a que me escribas ante cualquier dificultad que pueda surgir por allí y si es necesario aceleraré mi regreso. Sin más, se despide atentamente, tu amigo Odriel PD: Si ves a Bodvar por allí dile que me aseguré de que su tomo de recetas siga a salvo. Si a Auric le llama la atención la mención de una primer carta e indaga al respecto no encontraría quien verifique que hubiese llegado. Probablemente u Odriel haya mentido o al mensajero se lo comieron los trols antes de alcanzar Quel'danil.

Ahora que se viene trama Gilneana...

Re-bienvenido Saulot, ¿Tu no tenías un enano? A lo mejor me estoy confundiendo. En cualquier caso ya nos veremos in-game o por discord.

Bienvenida Feyre, Si te decantas por los hacer un elfo noble, tenemos núcleo quel'dorei por la zona de Quel'danil. Y creo que los kaldoreis se juntan de vez en cuando por Darnassus, aunque de ellos no estoy tan al corriente. Ante cualquier duda por aquí nos tienes. Esperemos verte in-game pronto. un saludo! PD: Belore es una deidad, nadie diga lo contrario.

je je El arma del trol desapareció por la magia del cine y la pereza del dibujante

En realidad es un martillo salvaje, aunque acabo de caer que no le hice ningun rasgo para hacerlo evidente

Hacía mucho que no dibujaba nada de varios personajes en una misma escena, así que me puse a tratar de recrear una parte de un evento en Quel'danil: La Caída de Del'Kan Zen

Si tomamos a todos los artistas del server si podemos fingir que dibujamos a diario je

El dibujo de la semana... O tal vez de la quincena:

Tantos artista por la comunidad me han contagiado las ganas de dibujar, así que me sumo a la moda de la semana. Por lo general no les pongo nombres, pero a este lo llamaré: "Auric subido a un árbol, para variar"

Si es un intento de disuadirme de seguir abusando de ese meme, quiero que sepas que tus esfuerzos son en vano!

La versión Hath'lorien: