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Blazerunner

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  1. Nombre del Personaje Auguste Lümmel Raza Humano Sexo Hombre Edad 40 Altura 1.75 mts Peso 80 kg Lugar de Nacimiento Lümmel, suroeste de Gilneas Ocupación Mercenario huargen Descripción Física Un hombre tosco y curtido, con ojos profundo de mirada seria y ceño fruncido. La cara deja entre ver algunas feas cicatrices así como en el resto de su cuerpo. De complexión gruesa con hombros anchos y brazos fuerte al igual que sus piernas, no tiene una estatura sobresaliente y se mantiene en la media. Su cabello es oscuro y bastante descuidado. Descripción Psíquica Las diferentes batallas han borrado todo rastro de compasión en su mente, aunque en su infancia apelara por el honor y la justicia estar de frente en los campos de batalla le han enseñado la horrible cara de la muerte. Aun así, todo esto le ha aclarado la mente pudiendo identificar rapidamente las intenciones de las personas asi como mantener sus pensamientos controlados en ves de dar respuestas impulsivas. No suele disfrutar mucho de la compañía aunque aun añora la imagen de su hijo por lo cual suele mostrarse condescendiente con los mas jóvenes que se encuentren desamparados. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia He luchado y padecido por estas tierras toda mi vida. Nací al suroeste de la península gilneana donde las olas chocan rutinariamente con las escabrosas montañas y riscos que cubren toda la playa. No tuve una infancia dichosa, era un niño mas aglutinado en el viejo orfanato de Lümmel, un pueblo libre habitado principalmente por curas y campesinos, el poblado recibía el nombre por la antigua tribu gilnea que habitaba estos acantilados, sin embargo algunos niños rumoreaban que el nombre del poblado era la forma como los gilnea maldecían a los colonos que se atrevían a tocar el su tierra sagrada. Allí pase la mayoría de mi niñez hasta que decidí seguir mis mas locos sueños y viajar lejos de mis natales tierras. Hui a la capital por recomendaciones de un viejo errante que viajaba entre ambos sitios, le hice confidente de mis tontos sueños juveniles de servir al rey como uno de sus mas nobles caballeros. El anciano alentó mis ideas y me apoyo en gran parte del camino antes de que la falta de alimento terminara apagando su vida. Absorbí todo su conocimiento del mundo y los valores que movían su vida, la justicia y el honor eran primordiales, El nombre que se crea y las acciones con que obra es lo que compone a un hombre, por ello decidí portar el nombre de ese sabio anciano para alargar su vida a través del tiempo, Auguste Lümmel fue el nombre que decidí portar y servir a la mesnada de la corona serian mis acciones. Una vez estuve en la capital, pude corroborar las narraciones del viejo Auguste, las grandes maravillas que se gestaban bajo la mano del rey eran formidables, grandes vidríales cubrían la enorme estructura de la catedral que se ubicaba en el centro de la ciudad junto con los edificios proliferados a su alrededor. Me dirigí entonces al barrio militar en busca de unirme a la mesnada profesional de la corona, donde los mas nobles y honrados caballeros son formados. No tarde mucho en descubrir que en el campo de batalla poco o nada importaba lo que piense cada soldado, el honor y la justicia son reservados para la nobleza y no para simples milicias. Transcurrieron muchos años antes de que mi mente empezara a corregirse al punto de perder por completo cualquier motivo para seguir luchando. El remedio vino del pasado, regresar al casi abandonado pueblo donde nací revivió en mi la llama de la vida. Contraje matrimonio con Caroline de Hammerfall quien obraba como enfermera en los campamentos de soldados, ambos decidimos partir a mis oriundas tierras para formar una familia. Mi hijo admiraba las mismas costas escarpadas que antes solía hacer yo. Aun cuando había abandonado mucho de las ideas que el viejo Auguste había inculcado en mi, aventure a mi hijo a seguir la misma senda, sin embargo mi hijo no tendría que huir de esas tierras pues allí yacía su hogar. Pasados al menos ocho inviernos con mi familia me vi obligado a abandonarles, pues los soldados volvían a ser llamados por sus señores para un nuevo enfrentamiento, un combate que no iba dirigido contra los usuales extranjeros sino dirigido a nuestra propia gente, a los insurgentes que se oponían a los designios del rey de construir el enorme muro y aislar la península de los otros reinos. sangre por mil heridas defendiendo esta tierra y hasta asesine a mis hermanos gilneanos por los designios del rey. Nada de eso recompenso las tragedias que aun a día de hoy me atormentan. Aun cuando la guerra se había enfriado nuevos problemas surgieron en el reino de manos de males místicos alejados de cualquier conocimiento humano. Los extintos lobos se erguían a dos patas en colosales bestias lupidas que asolaban poblados enteros en una sola noche. Primero cayeron los reinos del norte antes de que empezara a expandirse este horrible mal. Nada me hacia enfrentarme a estas bestias mas que mi propia supervivencia y la de mis compañeros en el frente, sin embargo, cuando el mal toco a mi propio hogar se había convertido en un asunto personal. Cabalgue a mi pueblo a gran velocidad en cuanto tuve noticias de que este estaba siendo atacado por las bestias lupidas. Cuando llegue alli la masacre ya había sido consumada y los pocos hombres armados que quedaban se mantenían de pie abatidos por la ardua lucha que habían tenido. Obvie todos los desastres causados concentrándome en mi granja la cual yacía con la puerta rota y las ventanas destrozadas. Ingrese con el temor en mi mente, el temor que había estado persiguiéndome en todo momento desde que recibí las malas noticias sobre el ataque al pueblo. Mi familia pago el horrible precio que todo gilneano estaba pagando por traicionar a sus hermanos en guerras fratricidas, ambos con la piel suelta y la sangre ya seca en el suelo habian sido asesinados por las bestias. Nada quedaba ya para mi en el mundo mas que mi iracundo deseo de venganza contra la maldición que padecía gilneas, la justicia cobraba las muertes que habia logrado en el campo de batalla pero eso no era suficiente para ella. Me aleje del pueblo en dirección a los acantilados, acompañado únicamente de mi espada. Era el fin de la tierra, un súbito corte en la planicie que dividía la vida de la muerte. Me acerque al risco con la intención ultima de ganar a la justicia una partida tomando mi propia vida fuera del destino que tuviera preparado para mi. Sin embargo, las fuerzas que mueven el destino son mas fuertes que mi propia voluntad y atrajeron a una de las bestias huargen, rezagada de su manada buscaba aun mas alimento del que saciarse y mi propia humanidad era la comida perfecta. Algunos gritos escuche antes que la bestia lupina me embistiera evitando mi destino contra las olas mas abajo. Difusos son mis recuerdos de los dias que trascurrieron luego, los aldeanos me llevaron al pueblo donde fui encadenado como ya habia visto en numerosas ocasiones ocurrir con los sobrevivientes en los pueblos. La maldición huargen me trajo devuelta a la capital pero en esta ocasión me encontraba aun mas lejos de ser un noble caballero, estaba en el espectro contrario a eso. Encerrado como un perro en la barriada donde amontonaban otros malditos como yo. He sangrado y luchado por estas tierras en muchas ocasiones, he seguido los designios de rey al pie de la letra y aun así lo único que recibo es ser maldito y olvidado en el peor lugar de Gilneas. Donde todos los males confluyen abandonados de la mano de la luz. Arrebatado de mi único deseo de morir, me veo obligado a velar por mi propia vida sobreviviendo al caos de este mundo.
  2. Nombre del Personaje Alphonse Benedikt Van Dunkelheit Raza Humano Sexo Hombre Edad 28 Altura 1.75 mts Peso 80 kg Lugar de Nacimiento Norte de Gilneas Ocupación Soldado profesional Descripción Física Ojos claros y profundo con mirada encantadora, sonrisa alargada y coqueta, cabello largo hasta la nuca con barba arreglada en un bigote de alas y perilla. Su complexión es algo delgada pero se mantiene en forma. Descripción Psíquica Un cuervo inteligente y de mente zagas, suele mostrar una actitud cortes y amistosa la mayoría del tiempo aunque en su mente es un cínico quien no confía de lleno en nadie y busca su propio beneficio sobre los demás. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Los perpetuos nubarrones en el cielo eran el paisaje habitual en el bosque de pinos. el viento se encargó de moldear con el tiempo la alargada forma de los árboles que se chocaban unos con otros en su vaivén, el sonido del viento silbando entre ellos y las ramas crujiendo cuando se enredaban entre si hacían del lugar un espeluznante pasaje que pocos se atrevían a surcar. En el suelo las protuberantes raíces creaban una pista de obstáculos para el pequeño niño que huía despavorido con el rostro pálido y lleno de sudor, pronto encontró un tronco lo bastante grande para cubrirle y de un solo salto se puso a espaldas de este. Postro su vista en el cielo aun agazapado entre la maleza y el tronco, buscaba a su perseguidor; alto en el cielo donde las ramas filtraban la luz en pequeños halos, las enormes alas negras ensombrecían todo a su paso perturbando las hojas de los pinos hasta que se desprendieran. El pequeño humano se mantenía inmóvil en su escondite esperando haber perdido a la enorme ave negra, surco el cielo una vez más ahuyentando a los venados con sus estruendosos graznidos, aunque su mirada permanecía alerta, el chico se encontraba maravillado con la sensación sobrecogedora que generaba su presencia. -¡Benedikt! – la enorme mano llena de callos y arrugas tomo al chico por el cuello del saco alzándole hasta la altura del enorme hombre - ¿En dónde diablos te habías metido?- Sostenido en el aire por su padre señalaba al cielo- ¡Allí, allí! – No pudo su evitar el hombre girar en la dirección que señalaba su hijo en el cielo – Es el cuervo gigante, lo he visto, venia tras de mi, pero lo he perdido en el bosque. – Aun cuando el viejo intento seguir las indicaciones del joven solo pudo dibujar una sonrisa algo nostálgica. Dejo libre al niño sobre el suelo al tiempo que el se arrodillaba para estar a su altura – Benedikt, hijo- puso ambas manos sobre sus hombros asegurándose de que le mirara fijamente – No existe un cuervo gigante acechando el bosque del cubil- -Tal vez se esconde en el cielo, más allá de nuestra vista...- - …Entre espesas nubes, dentro de altas montañas donde reina como príncipe de los cuervos. - Suspiro el tosco hombre – La abuela también me contaba esa historia antes de dormir. Tienes que olvidarla, chico. – - ¿Cómo tú la olvidaste? “entre espesas nubes, a través de vientos helados, dentro de altas…” – la enorme mano bajo con fuerza sobre la cabeza del chico en un trastazo que le sacudió el cabello e interrumpió las insolencias del joven. – Anda ya con el resto, no nos has ayudado en nada hoy, así nunca aprenderás a cazar. – Benedikt recordaba los días que pasaba en el cubil del cuervo mientras partía a bordo de la carroza en dirección a la capital, Su padre el hidalgo Oswald Mertzert Van Dunkelheit dueño de esas tierras cumplía con las tradiciones militares de su familia, entregando a su primogénito a la mesnada profesional de la Corona para ser educado en el viejo arte de la guerra. Dejo atrás la vieja mansión que coronaba el bosque de pinos cercenado súbitamente por el gran acantilado, aun cuando se alejaba de su hogar sentía que la gran sombra del cuervo le perseguía a donde sea que se dirigiera. Sus hermanos menores, Vincent Alexai y Veronica, también tomarían sus propios caminos. Vincent, poco tiempo después de que Benedikt partiera del hogar, tomo su rumbo a la ciudad-estado de Dalaran, donde se educaría en la magia. Los cuervos dejaban el nido mucho más rápido de lo que el señor Dunkelheit esperaba, parecía que el futuro de la familia Van Dunkelheit estaba asegurado una generación más. Alphonse Benedikt mantuvo en alto la reputación de los Dunkelheit sirviendo de la forma mas disciplinada al ejército del rey Genn Cringris. Adquirió destreza con la espada, así como en la lucha desarmada, aun así, el mayor conocimiento que cultivaba dentro de las filas de soldados fue el antiguo oficio de artillero que alguna vez tuvo su abuelo en el reinado de Archibald Cringris, pasaba horas enteras leyendo acerca de los usos de la pólvora y las utilidades del vapor, sentía una afición casi sentimental hacia sus creaciones, además de practicar su puntería con las mismas armas de fuego. Con el tiempo recibió noticias del destino que su hermano tomo alejándose también del ceno del hogar y el rápido crecimiento de su hermana menor, el cuervo graznaba en su ventana esperando volver a su hogar con las buenas nuevas de Alphonse, sin embargo, no haya palabras para describir las horas tortuosas que se vivían en la capital, las incertidumbre política y diplomática aumentaba en lo que desencadenaría los sucesos futuros. Se limito a dar descripción de sus estudios sin profundizar mucho en el titubeo que rodeaba su vida. Las decisiones del rey Genn llevaron a la construcción del inmenso muro que separo grandes extensiones del reino y en especial sus oriundas tierras del cubil de cuervos. Cuando se entero del decreto real sintió la necesidad de contactar inmediatamente con su padre, sin embargo, este ya había enviado un cuervo con un escrito amarrado a su pata. Alphonse Benedikt leía detenidamente las palabras de su padre quien pedía la mayor firmeza frente a los sosegados días que acechaban no solo a su familia sino al pueblo gilneano. Benedikt ya sabia de ante mano los proyectos que se fraguaban en el consejo de noble, sin embargo, dudo en avisar a su padre inmediatamente pues las enormes alas negras volvieron a posarse sobre su mente, se encontraba dividido entre su espada regular de soldado apoyada en el escritorio y los graznidos del córvido posado en el marco de su ventana. Mientras en la capital el conflicto se tornaba en debates políticos, el norte tomaba acciones sobre las decisiones del rey, muchos de los nobles inconformes con el muro que ahora separaba la península del resto de reinos humanos decidieron organizarse y levantarse en armas contra los lealistas de la corona. El hidalgo Van Dunkelheit junto a su familia se estableció en el poblado de Hammerfall donde no estaban exentos de los rumores de conspiración y traición, incluían entre el chismorreo palabras agrias sobre el cuervo y su familia aun mas sobre su hijo quien aun permanecía con el ejército del rey. Van Dunkelheit se mantenía aislado de todo el conflicto, aun se sentía afligido por la perdida de su hogar y aunque pudiera conservar algunos emblemas familiares no se comparaba a la inmensidad del bosque donde creció y vio crecer a sus hijos, sabia que las generaciones venideras nunca más podrían volver a ver el cubil de los cuervos. El regreso de su hijo menor dio algo de luz a sus oscuros pensamientos, había pasado tanto tiempo desde la ultima ves que lo vio que ahora regresaba al nido con las plumas largas y las garras fuertes. Sabian ambos que las ultimas decisiones del rey no eran las correctas y se habían visto demasiado afectados por las mismas, por ello ambos deciden partir a la capital esperando poder tener audiencia con el consejo de nobles apelando por las costumbres antes que a las armas como los demás. Los días pasaban agitados en la capital donde los disturbios y redadas a edificios por sospechas de traición eran el pan de cada día. Benedikt había fortalecido sus lazos para con el ejercito y no dudaba en reaccionar contra los rebeldes, era mas severo de lo que pudo ser nunca. A pesar de ello no pudo evitar mostrarse nostálgico al ver a su padre y hermano cruzar las calles del distrito militar, cálida fue la bienvenida que dio a su familia. Una ves estuvieron instalados en alguna posada los tres cuervos reposaron las garras sobre la mesa del bar para conversar asiduamente de los sucesos acontecidos hasta ahora. -No recuerdo la ultima ves que mas de dos Dunkelheit estuvieran en esta ciudad – Mostro la media sonrisa que arrugaba la enorme cicatriz en su rostro – Debió ser cuando el abuelo trajo a toda la familia al funeral del rey Archibald, aun recuerdo sus palabras en medio de la ceremonia: “Ahí yace el ultimo buen rey que tendrá esta tierra” – Benedikt clavo la vista en su padre quien devolvió la mirada inmutable esperando la reacción de su hijo. - Con los tiempos que corren, podrías perder la cabeza por tus palabras – Devuelve la sonrisa al viejo- Has tenido suerte de que tus hijos sean testigos de tus palabras y no cualquier soplón – -¡Así es! – Da un golpe a la mesa que hace girar a algunos borrachos de las mesas aledañas, sin embargo, sus hijos no se inmutaban ante la actitud del viejo – Los Dunkelheit no somos soplones, somo leales; leales a la familia, Familia y patria. – – Pareces ocupado Ben, pero las cosas se han puesto tensas en Hammerfall, algunos rebeldes envían sus misivas buscando nuestro apoyo a su causa, como es evidente los ignoramos a todos, pero parece no ser suficiente para los lealistas, aun estando tú en el ejército del rey, sospechan de nuestra afiliación - Dijo su hermano menor desde un costado de la mesa con aquel rostro colérico tan característico de él. Benedikt paso la mano por su bigote enroscando la punta derecha del mismo, luego alzo la vista a su padre manteniendo el juego de miradas – Por eso estoy aquí ¿No es así? Para demostrar en que lado del rio estamos. – - ¡Pues no parece suficiente Ben! - El tono de su hermano parecía mas un reproche esta vez, pero su padre levanto aquella gruesa mano haciéndolo callar. Luego no pudo evitar apoyarse mas en la mesa para hablarle mas de cerca a su hijo – Los cuervos no toman bando en las guerras, hijo. Solo cruzamos el campo de batalla buscando la forma de sobrevivir. No planeamos interferir con vuestros votos pero si pudieras garantizar la seguridad de tu familia entonces todos podríamos seguir con nuestras vidas. – El viejo volvió a su puesto para terminar su trago, mientras Alphonse Benedikt permanecía viéndole sabiendo que había perdido una ves mas contra su padre. Había obtenido su respuesta, los Dunkelheit no tomaban partido en esta guerra civil y pertenecer al ejército solo exponía a la familia, pero renunciar al ejército daría una impresión totalmente contraria a la que esperaría. Era el camino que había elegido siguiendo los pasos de sus antepasados y no podía retractarse en los tiempos álgidos que corrían en Gilneas. El tener a su familia cerca le daba un aire de satisfacción, no tenia que preocuparse de las decisiones que pudieran tomar a sus espaldas, si debían ser arrastrados a la guerra esperaba que al menos estuvieran del bando ganador. Aun cuando las maquinaciones del joven Alphonse parecían una estrategia consensuada, los hilos del destino no parecían ser tensados en su favor. Una ves termino su ronda habitual por el sector suroeste de la ciudad se disponía a regresar a casa, antes de salir por la puerta del cuartel vio entre la bruma a otro soldado que esperaba con la espalda apoyada sobre el adoquín de la pared. No le reconocía muy bien talvez lo hubiese visto en algún momento, aunque no era de sus compañeros más cercanos. No parecía algo porque alertarse, sin embargo, echo la vaina de su daga para adelante demostrando que estaba armado. -Que me parto un rayo si me toca patrulla de noche estos días – Dijo Alphonse en voz alta esperando avistar su presencia a cualquier otro soldado que estuviera cerca - ¿Has oído esos rumores, perros mordiendo la mano que los alimenta? Este mundo se está yendo por la tubería. - El Soldado se mantenía imperturbable ante las palabras de Alphonse, solo hizo un leve gesto, frunciendo el entrecejo con la vista en el suelo – No lo conozco señor Dunkelheit y usted tampoco me conoce. Es mejor para los dos. - Benedikt paso la vista rápida entre el cinto del hombre en busca de algún arma y el rostro del soldado que ahora lo miraba directamente. -Juzgue la información que le daré como usted quiera, pero lo más importante será las acciones que tome frente a esto porque no falta mucho tiempo para que nada se pueda salvar. - Alphonse pensaba interrumpirle, pero el soldado hizo un ademan con su mano para que guardara silencio ante el guardia montado que cruzaba la calle con algo de prisa ante la inminente lluvia que se aproximaba. Un saludo militar después, prosiguió el misterioso hombre – Su familia esta en peligro, señor. No es tarde para ahuyentar a los causantes que quieren arrastrarlos dentro de este conflicto. - El hombre se interrumpe ante el graznido de un cuervo quien cruza la calle mas bajo de lo usual, Benedikt en cambio mantenía su mirada estoica en el tipo frente a él. – Debe correr, señor Dunkelheit, no obstante, no crea que todos se salvaran esta noche. – Benedikt se acerco con ira encarnada en sus ojos tomando al tipo por el cuello, pero fue mas fuerte su raciocinio pensando en las palabras del hombre, sabia que su familia estaba en peligro y no podía abandonarlos ahora. Salió con pasos alargados del cuartel donde la lluvia ya empezaba a cubrir todo de agua, el sonido de la tormenta acelero sus temores apresurando el paso a la posada donde su padre y hermano se encontraban hospedados. Su mente divagaba con el horrible final que podría tener su padre de no llegar a tiempo, era el golpe perfecto, un madero que avivaría mucho mas este conflicto de lealistas y rebeldes. Abrió la puerta de un solo golpe y entro apresurado. El lugar tenía el aire fúnebre que esperaba no hallar cuando llegara, los ayudantes del hidalgo amontonados con otros entrometidos en una turba alrededor de una sola lampara. - ¡Padre! - grito instintivamente, Aparto a cuanto pudo abriéndose paso hasta el origen de sus intereses, sin embargo, no encontró el escenario que mas temía, Su padre seguía en pie con la mano apoyada en la mesa y la otra sosteniendo una arrugada nota apeñuscada entre su puño. -Atacaron nuestro hogar…- No puso su habitual vista en su hijo, sino que cruzo derecho saliendo del tumulto para recibir sus objetos personales los cuales, Vincent ya había alistado. – No, Espera… Algo está mal en todo esto. – -Claro que lo está Benedikt, tu madre murió y tu hermana está desaparecida, pero esto pudo haberse evitado si hubieses respondido antes, si el ejercito hubiese respondido antes. – Salió a la calle donde la lluvia era más intensa que antes. – No has hecho nada para proteger a tu familia. – - Esto no es mi culpa, ni del ejército. – Benedikt gritaba para que pudiera escucharle con el ruido de la lluvia, así mismo lo hacia su padre quien ya estaba sobre su caballo con la capa empapada. - ¿Y crees que es un hecho aislado Ben?, ¿De verdad piensas que no tiene nada que ver contigo? - Vincent lo observaba con aquella mirada amarga y brutal con la que solía mirar a todos cuando era niño. - No, ha sido nuestra por haber pensado que podíamos confiar en ti muchacho. - Oswald jalo las riendas del caballo quien se giró inmediatamente ante las ordenes de su amo. Las perpetuas nubes que se arremolinaban en el cubil de los cuervos parecían extenderse por toda la península cubriendo el cielo con la paleta de colores grises. Los presentes se extrañaban de la postura del hidalgo quien mantenía la vista en los nubarrones mas que el ataúd frente a él, allí en la caja de madera reposaba su esposa adornada entre flores y las finas telas blancas que componían el vestido. Los hijos de Mertzert permanecían estoicos con los brazos cruzados viendo el ataúd que ya empezaba a descender al agujero en la tierra, Un par de hombres soltaban lentamente las sogas que sostenían el cajón a medida que este caía en la tierra. Cuando el viejo cuervo decidió bajar la vista del cielo su rostro estaba cubierto de lágrimas que corrían por sus mejillas, sin embargo, su expresión se negaba a mostrar tristeza o debilidad, el entrecejo fruncido y los labios apretados, mostraban la severidad con la que Oswald Mertzert afrontaba su perdida. Las personas fueron retirándose de apoco hasta que solo los tres cuervos estuvieron frente al túmulo de tierra, antes de dar la ultima palada, el duque saco de su bolsillo el peine de plata que ambos hijos identificaron inmediatamente, saco un poco mas de tierra con su mano antes de dejar el peine de su amada esposa enterrado junto con ella. -No quedara ninguno en pie. – pronuncio el hidalgo mientras se erguía de nuevo girándose para irse del lugar. - No si yo los encuentro antes. – Dijo Benedikt aun con la vista en la tumba. Oswald se giro inmediatamente para ver al insolente de su hijo – ¿Aun piensas que voy a confiar en el rey y sus instituciones para vengar a tu madre? - -Estas cegado, padre. - Alzo la vista al fin viendo la encarnación del odio en el rostro del viejo – Es justo lo que esperan que hagas, verte envuelto en este conflicto. – -No estoy tomando partido en esta ridícula guerra, estoy velando por los míos. Si alguien tuvo la osadía de matar a tu madre, debe tener el coraje para recibir mi venganza, sin importar a quién diablos sirva. Tu, en cambio, pareces tener tus intereses bien arraigados. – Benedikt suspira intentando apaciguar sus pensamientos antes de hablar. – Una semana, dame una semana para buscar a los culpables, El consejo se encargará de darnos la justicia que merecemos. - -No, hijo. – Antes de terminar de hablar, Oswald mastica sus palabras viendo el rostro de su hijo, El perfil delgado que tanto le recordaba a su esposa. – Tienes solo tres días antes de que acabe con todos ellos. Entonces podrás buscar a los culpables colgando de los arboles.- El hidalgo del norte se gira para continuar con su camino dejando a Benedikt y Vincent atrás. – Le estoy mintiendo, nada podrá devolver a mamá a la vida. No hay forma justa de apaciguar su dolor. – Pasa la vista a Vincent quien aun mantiene la vista en la tierra. – Debí volver en cuanto se desato este infierno, no debí aislarme de la familia. - - No has protegido a tu familia, pero aún puedes vengarlos Ben. ¿Que eres entonces hermano, Cuervo o sabueso? – -Tengo tres días para descubrirlo. – El día y la noche no importaban para los cuervos quienes empezaron a agitar la tierra bajo el agua en busca de nombres. Oswald y su hijo Vincent empezaron su cacería sin ningún tipo de pudor, bajo las narices de Alphonse Benedikt quien buscaba entre sus contactos en la ciudad respuestas sobre el asalto al poblado Hammerfall, nadie parecía oponerse a sus propios intereses dentro del caso. Mientras su familia se acercaba mucho más rápido a los asaltantes, Bendikt desvió su investigación al encontrar incongruencias en los hechos, pues los guardias del pueblo no parecían estar en sus rondas habituales el día del asalto, no era de esperarse una reacción diferente ante los rumores que se tenían acerca de los Dunkelheit, sin embargo, la extraña actitud de los guardias parecía responder a algo más. Debía existir una razón de mayor peso para que los guardias dejaran pasar a los asaltantes, tal ves fueron sobornados por los culpables o estaban confabulados con ellos, eso solo conducía a que era un ataque planeado como predicaba su hermano, un ataque dirigido intencionalmente contra la familia Van Dunkelheit. - ¡Los hallaron, Alphonse! - Grito su compañero entrando al cuarto de Benedikt. - ¿Los asaltantes? ¿Dónde se encuentran? - El soldado negó mientras se acercaba a Benedikt – En Hammerfall, amigo. Pero no pudieron ser capturados- - ¿De qué hablas? No puedes ser que hallan huido. - -Los encontraron empalados, Benedikt. Atravesados del culo hasta la boca. – Se había agotado el tiempo, los Dunkelheit eran famosos por empalar a sus enemigos después de arrancar sus ojos y ofrecerlos a los cuervos. Sin embargo, los asaltantes no eran cualquier comida para aves, si eran o no los ladrones ostentaban también el cargo de soldados en las filas de la corona y ahora adornaban la plaza de Hammerfall. Era una declaración de guerra con una firma inequívoca, fuera o no la intención de Oswald Mertzert, ninguna palabra suya o de sus hijos podría cambiar la apariencia que daba tal acto. Seria juzgado y desvalido de sus títulos nobiliarios, la familia Dunkelheit dejaría de existir más que como otro ducado rebelde a la corona; quien quiera que estuviera interesado en destruirlos lo había logrado. Oswald Mertzert es condenado al encierro junto con otros rebeldes de la puerta norte, Sin embargo, ante la brutalidad de las muertes Vincent decide cargar con toda la culpa para librar a su padre de la magna condena de la horca. El pueblo de Hammerfall se arremolinaba cerca de la plaza central viendo la gran tarima de madera donde las sogas se alistaban para la condena pública. Vincent ya tenia la soga al cuello cuando los aullidos se escucharon a las afueras del pueblo, las horribles bestias de las que corrían rumores hoy se presentaban en carne y hueso para asolar a todos los habitantes allí presentes. Mientras la multitud corría despavorida, Benedikt hizo sonar su rifle que rompió la cuerda que amenazaba la vida de su hermano, nadie se percato de su presencia en medio de la histeria entre tanto los hermanos Van Dunkelheit escapaban lejos del pueblo. No pudo ver atrás cuando se separo de su hermano pues la bestia lupida seguía encima suyo intentando alcanzarle, corría con tal destreza recordando sus días en el bosque familiar huyendo de las garras del príncipe cuervo. Cuando al fin alcanzo una saliente en la tierra salto sin pensarlo dos veces dejando pasar al huargen sobre él, esta se giro inmediatamente al caer buscando a su presa la cual ya había recargado el rifle y lo levantaba directo al cráneo de la bestia. Pasaron los días en la ciudad capital, Benedikt aun se preguntaba que pudo haber ocurrido con su hermano, las noticias sobre Hammerfall llegaron directamente de su mano por lo que nadie sospecho de su traición, sin embargo aún le afligía la pérdida de su familia. Fue entonces cuando vio a uno de los primeros carromatos cargados de las bestias entrar al recién acomodado barrio huargen, en su interior vio los ojos ámbar que le miraban desde la oscuridad supo entonces quien era y lo corroboro con el gutural grito de la bestia - ¡BEN! -
  3. Nombre: Alphonse Benedikt Van Dunkelheit Atributos6 Físico7 Destreza7 Inteligencia6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida21 Mana6 Iniciativa9 Ataque a Distancia (Rifle de chispa)9 Ataque a Distancia (Espada Ligera)8 Ataque CC Sutil (daga)8 Defensa Habilidades Físico Destreza 2 rifle de chispa 2 Espada Ligera 1 Daga 2 Cabalgar 1 Escalar 1 Defensa 1 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Callejeo 1 Comercio 1 Leyes 1 Tradición/Historia 1 Artilleria 2 ingeniería gilneana 2 granada de contusion leve Percepción 1 Advertir/Notar 1 Etiqueta 1 Rastrear 1 Rumores Escuelas/Especializaciones
  4. Que la misericordiosa luz siempre este con la emperatriz y el imperio. Como he informado cuando me uní al ejercito es mi deseo prestar mis conocimientos como cartógrafo al glorioso ejercito imperial para lo cual he cumplido cabalmente con mi entrenamiento los últimos días, así como he adquirido gran conocimiento de la biblioteca privada de la guardia imperial, sin embargo, para continuar con mi fructuoso desarrollo es indispensable llevar todo este conocimiento a la práctica. Los enanos apostados entre las montañas de khaz modan han solicitado cartógrafos para explorar las altas montañas de Ort'nuk una oportunidad única para utilizar mis habilidades en un estudio de campo junto a los mas versados aventureros y exploradores de Reinos del este. Pido al superior encargado concederme el permiso para viajar a tierras enanas por un par de semanas para curtir mis habilidades y ser mucho mas útil a las filas del ejercito y la gloriosa emperatriz. Atentamente, Recluta Patrick Rowling @Vagabundo
  5. Que la misericordiosa luz siempre este con la emperatriz y el imperio. Mi nombre es Patrick Rowling, Deseo prestar mis servicios a la gloriosa guardia imperial como antaño han servido mis antepasados como fieros guerreros al servicio de Ventormenta contra las invasiones orcas. Ademas de prestar mi mano al combate espero sean tomados en cuenta mis conocimientos básicos en la cartografía y estudio del terreno, pues me he educado junto al cartógrafo Owën como aprendiz suyo en este indispensable oficio para el ejercito imperial. Con la mayor humildad y disposicion, Patrick Rowling. @Vagabundo
  6. Mejor tarde que nunca. Estuve ausente ya un rato y es que he cambiado el pc pero se le unio la universidad asi que no he podido estar tan activo como antes, asi que hasta finales de noviembre volvere a rolear en forma, aun asi si se me necesitara para algun rol *tos* el llamado de la manada*tos* pues podria entrar algun fin de semana.
  7. Parte II: Pesadilla Lucida El edificio se desvanecía entre maderos rotos y escombros que caían del techo, allí en medio de la habitación Meriel permanecía de rodillas llorando en un rincón de la oscura habitación, apretando algo entre sus brazos con fuerza hasta que decidió ver que era lo que aferraba con tanta devoción. Antes que pudiera diferenciar su propio rostro en la cabeza que yacía en sus manos despertó del sueño con la frente bañada en sudor y la respiración agitada, miro por la ventana una ves el ritmo cardiaco se había calmado relajando la expresión aunque su mirada no era igual, las largas noches de terribles pesadillas habían comenzado a hacer mella en su estado mental. El sol apenas empezaba a levantarse sobre las nubes de polvo denso que cubrían la plaza de Corín, Esta vez no llegaría tarde. Arthur termino de limpiar el mandoble y lo guardo en su vaina, aun cuando se había demorado bastante en pulir de forma adecuada el filo de la espada no parecía que fuera a llegar pronto ninguno de sus compañeros. Suspiro un momento mirando al cielo para luego sacar su relicario de entre su camisa, al abrirlo se encontraban los retratos de su hija en un lado y su esposa en el otro, los contemplo por un tiempo casi indefinido muchas cosas cruzaron por su mente antes de que el soldado imperial se acercara hasta él. Mientras ambos hablaban sobre sus vidas, Meriel ya había llegado al lugar, aun así se mantenía mucho más distante de lo usual, en su rostro se veía el cansancio y el mal humor que esto traía. Cuando el soldado Matt llego fue el momento de partir nuevamente por el camino que había recorrido antes, aún quedaban dos callejones que cerrar en el costado izquierdo de la calle principal, sin embargo estos se encontraban más retirados de la plaza central de Corín, por lo tanto sería más difícil volver si hubiera algún enfrentamiento. La exploradora de cabellos dorados caminaba ensimismada con el arco tenso y la mirada perdida en el camino, En ocasiones se dejaba llevar por las visiones y confundía sus sueño con la realidad, en un instante caminaba por las calles de Villadorada y en otro momento caminaba por los escombros de sus recurrentes pesadillas, Agitaba su cabeza para recobrar la consciencia sin embargo esto no la salvaba del miedo que recorría su corazón, miedo a que sus pesadillas la alcanzaran al fin. Cuando al fin llegaron al lugar, una vieja casa con pendones y carteles, la cual hizo las veces de tienda en el pasado, se mantenía en pie en la esquina de la calle, sus ventanales antiguamente decorados mostrando los productos a la venta ahora estaban tapiados con maderas y clavos. En la esquina contraria a la tienda abandonada se encontraba una enorme casa de dos pisos enrejada a todo su alrededor, Terenar junto con Arthur avanzaron a dicha casona corriendo agazapados por campo abierto hasta llegar al otro costado, entre tanto, Meriel y Matt entraban en la tienda para explorarla por completo. Una vez dentro Meriel cerró la puerta y se acercó enseguida a una de las ventanas tapiadas que daban al callejón donde se podría ver, entre las ranuras de los tablones, la enorme casa. Vio como Terenar y Arthur corrían rodeando la casa hasta perderse en el patio trasera de la misma, su vista se desvió enseguida hacia la izquierda por el fondo del callejón pues los sonidos guturales empezaron a alzarse retumbando en todos los edificios vacíos. Un grupo enorme de zombies caminaban vagabundos en su dirección sin prestar mayor interés en los edificios y simplemente arrastrándose en busca de un camino. La exploradora alerto a su compañeros para que mantuviera el silencio, lo que hizo Matt enseguida pegándose a la pared para ver también el paso de la hueste no muerta, al menos unos diez zombies se movían por el callejón tomando el camino principal buscando otra salida para seguir con su usual patrulla por la ciudad en busca de comida, aun así eran lentos y la luz del día no iba a durar para siempre. Arthur y Terenar habían logrado entrar por la puerta trasera de la casa, una vez allí bloquearon la puerta y revisaron el lugar, en ese preciso instante vieron Por las sucias ventanas de la fachada, los no muertos desdichados caminando por el callejón separándolos de sus compañeros. EN CONSTRUCCIÓN
  8. LIMPIANDO EL CAMINO Parte I: Hogar sin alma La chica de cabellos dorados se encontraba en un cuarto vacío viéndose a sí misma de rodillas llorando, cuando intento acercarse vio su rostro manchado de sangre como si de lágrimas se trataran. Cuando despertó de la horrible pesadilla dio un salto que hizo que recibiera un golpe del camarote sobre ella, luego de un instante de dolor miro por la ventana y vio que el sol ya se encontraba cerca del mediodía, se había quedado dormida. Los hombres corrían con los maderos sellando las ventanas y puertas de los edificios que antes sirvieron de campamentos y empalizadas para los soldados, y mucho antes de casas y tiendas de los habitantes del derruido pueblo. Eleandris había impartido las ordenes para sellar todos los edificios pues no pensaba dejar todo lo que habían recuperado del marchito pueblo a disposicion de los necrofagos, asi empezaron los preparativos para abandonar el Cruce de Corín. Arthur ajustaba sus muñequeras al igual que sus guantes, su mirada se mantenía hierática como había sido desde que llego al pueblo con los demás reclutas. Aunque ya había dado su opinión sobre los pasos a seguir se mantenía aislado de los que estuvieran a favor o no de emprender la retirada, sabía que era un lugar hostil y no todas las batallas se ganaban, aun así solo se limitaba a seguir órdenes y esta fue la que recibió: El camino de retirada era el que mas protegían, salir de la ciudad en dicha dirección los llevaría a Mano de Tyr uno de los más grandes bastiones de la cruzada escarlata sobre las antaño tierras lordeñas. Era la misión de Arthur asegurar la ruta hasta las afuera de la ciudad para que no hubiera inconvenientes cuando la caravana cruzara por allí. Su plan era simple, cerrar los callejones más grandes que cruzaran la calle principal aunque se perdieran las barricadas cuadras más adentro por los mismos callejones, usaría cualquier cosa que tuviera a su alcance, desde escombros hasta puertas rotas que pudieran aguantar un embate de no muertos. En su misión, había sido asignado la exploradora Meriel Lawrence así como la ayuda voluntaria del Soldado imperial Terenar Joshech junto con uno de los reclutas escarlatas, el joven Matt. Una vez las puertas de madera sonaron chocando una con otra empujadas por los soldados, Meriel no pudo evitar mirar atrás un instante y pensar en la horrible pesadilla que tuvo temprano ese día, cuando llego con el resto ya estaban preparados para partir y no tuvo tiempo de hablar mucho más que para presentarse y recibir las instrucciones de Arthur. Giró su vista al frente, vio el desolado panorama, la calle principal se extendía hasta perderse en las nubes de polvo que caían desde los techos inclinados hasta el suelo, la vista se reducía completamente. Luego de caminar un tramo largo llegaron al callejón que cortaba la secuencia de casas del costado derecho del camino. Una vez allí, Arthur entro a la casa ubicada en la esquina más próxima seguido por Matt, mientras Terenar avanzaba a la próxima esquina seguido por Meriel quien mantenía su arco descolgado con una flecha cargada. Corrieron agazapados hasta el edificio apostándose contra el marco de la puerta, enseguida el soldado imperial dio una embestida a la puerta para abrirla. El lugar se veía en muy mal estado, lleno de polvo y telarañas, sin embargo el primer piso no parecía tener cosa útil para sellar el callejón por lo tanto decidieron subir al segundo piso. Una vez allí Intentaron entrar al primer cuarto donde algo parecía bloquear la puerta, mientras golpeaba con todo su peso la puerta para abrirla Meriel se adelantó por el pasillo a la siguiente habitación, aunque parecía agil y aerodinámica en el momento que paro frente a la puerta vio como el piso cedía a sus pies acompañado de un crujido de madera y el polvo deslizándose por las brecha que se abría en el pasillo hasta. LA exploradora corrió instintivamente de vuelta hasta Terenar pero solo pudo llegar a sostenerse de las vigas rotas que aun sostenían el resto de pasillo frente a ella. El soldado dejo su labor para socorrerle tomando su mano para ayudarle a subir. Una vez recuperada Meriel, Terenar continuo con su labor empujando la puerta con gran esfuerzo, en ese preciso momento se escuchó tras la puerta un fuerte golpe sobre el piso y la puerta se abrió aunque esta choco unos centímetros más allá contra lo que parecía un enorme guardarropas que ahora se encontraba tirado en el suelo. Al entrar en la habitación vieron el cuarto sumido en polvo y en olores putrefactos. En la cama se observaba un relieve alargado debajo de la sucia sabana, Meriel se acercó para descubrir lo que se encontraba allí, Sin embargo Terenar, cauteloso por todo el tiempo que llevaba como voluntario en Corin, detuvo a la chica comprobando que nada fuere a atacarles, una vez estuvo completamente seguro retiro la sabana y descubrió el par de cuerpos acurrucados en un abrazo final antes de que la vida fuera arrebatada de sus cuerpos, tal vas por lo que destruyo todo este sitio o solo por la muerte próxima del final de sus días lo que evito que tan siquiera hubieran pensado en huir del pueblo y optaron por asegurar el cuarto para terminar su existencia definitivamente sin ser interrumpidos por las energías nigrománticas que invadían el pueblo. Meriel miraba los cuerpos con cierta nostalgia que hubiera desatado tristeza en la vulnerable chica si Terenar no la hubiese interrumpido tapando de nuevo los cuerpos de nuevo, El soldado en verdad se mantenía rígido ante la situación sin mostrar mayor indicio de debilidad y así mismo lo hizo Meriel esperando que la imitación del soldado fuera suficiente para sellar sus pensamientos melancólicos y concentrarse en la misión. Terenar aterrizo por los pelos al otro lado del agujero que ahora separa el pasillo del segundo piso, todo su equipo dificultaba sus maniobras y más un salto largo como ese. Una vez entro en la habitación vio la biblioteca demacrada por el tiempo ademas de una puerta al otro lado del sitio que llevaba al balcón el cual rodeaba toda la esquina de la casa. Mientras esto ocurria, Meril se dirigía a la salida que ahora estaba cubierta por los resto que había dejado el agujero en el piso superior, La pequeña chica se escabullo por debajo de las vigas hasta llegar a la parte exterior y reunirse con Terenar quien había soltado desde el balcón previniendo que no habría más salida que esa. Una vez juntos cruzaron la calle en dirección a donde se separaron del resto del grupo, frente a la puerta del edificio no escucharon actividad dentro por lo que Terenar recurrió a abrir la puerta de la misma forma en la que había procedido antes. El golpe hizo ceder la puerta enseguida, el soldado levanto el escudo caminando sigiloso, seguido por Meriel con las dagas desenfundadas, caminaron por todo el salón sin encontrar nada notable ni siquiera a sus compañeros, solo fue hasta que oyeron los ruidos guturales al fondo de la casa que se alertaron corriendo enseguida esperando poder ver a Arthur y Matt aún con vida. El par de soldados corrían por la casa siguiendo los sonidos infernales y el choque del metal, cuando llegaron a la parte trasera se encontraron con el enorme hoyo en la pared que rompía la separación entre casas, allí en el salón contiguo, estaban los soldados escarlatas luchando por mantenerse vivos ante el par de necrófagos que acosaban su humanidad con cada salvaje zarpa. Terenar salto entre los escombros uniéndose enseguida a la batalla y siguiendo su ejemplo, Meriel entro en el sitio con las dagas en alto. Sus rostros demacrados eran inexpresivos mientras su cuerpo involuntariamente luchaba con furia sobrehumana para alimentarse de la carne roja y fresca de los soldados. Meriel intento clavar sus dagas en repetidas ocasiones pero fallo en la mayoría, dudaba, nunca había tenido tan cerca estos seres de cuentos norteños que llegaban a la taberna de Villadorada. ¿En verdad estaba preparada para estar en este sitio? ¿O acaso solo fue un impulso idiota por ser alguien útil? Solo pudo reaccionar cuando la uña afilada del necrófago corto su brazo en una línea larga que llegaba casi hasta su mano, La chica cayó al suelo retrocediendo viendo como su sangre manchaba el suelo. Terenar finalmente acabo con el ultimo necrófago, en el mismo instante Matt cayo de rodillas apoyado en su espada, su ojos se mantenían bien abiertos con el sudor mezclado con la tierra cubriendo parte del rostro, aunque no decía nada su miedo era evidente, Meriel le miraba desde su sitio, nunca había visto tal expresión, se llevó la mano al rostro comprobando que ella misma no tuviera esa mirada, esperaba que en verdad se hubiera mantenido firme ante el peligro, sin embargo no estaba en su hogar.
  9. TIERRA SIN LUZ El viento parecía estático aun para las nubes de polvo que se movían en el cielo cubriendo el sol, una señal de que la luz estaba lejos de este sitio. Los soldados apostados en la barricada oeste contenían el aliento para no interrumpir el silencio fúnebre que rodeaba el lugar, algunos de ellos intercalaban miradas con sus compañeros esperando no ser los únicos que mostrase miedo en su rostro. Ya hace unos minutos que la alarma se había dado y los demás soldados de la llama carmesí, dispersos por todo el centro del pueblo, se acercaban a la barricada completando la formación. Los recién llegados no estaban seguros de lo que sucedía pero si se daba el llamado a las armas en este lugar sumido en la oscuridad de la Plaga era motivo suficiente para temer. A diferencia de sus compañeros abajo, los soldados en la barricada tenían motivos suficientes para desenfundar las armas y temblar si su carácter no les era suficiente para mantenerse rectos ante los horrores frente a ellos. La colina más lejos de Cruce de Corín no era el paisaje más llamativo, hace mucho que sus verdes pastos habían caído al fango de la corrupción, sin embargo esto no era lo que horrorizaba hoy al batallón apostado en el centro del pueblo, sino los antiguos habitantes del pueblo entremezclados con otros humanos levantados en la no-vida que completaban al menos cincuenta Necrófagos cubriendo la colina en un negro ejercito de carne pútrida con ojos llenos de odio y necromancia. Cuando las huestes no muertas se desperdigaron en el campo la confusión reino más que el alivio de no ser atacados, pues varios necrófagos aún permanecían en la colina para luego emprender la marcha hacia las desoladas calles periféricas de Corin. Era la señal que el explorador de primera clase Eleandris esperaba para dar la inevitable orden de retirada.
  10. La luz misericordiosa ilumine todos sus actuares como lo ha hecho hasta ahora. Mi nombre es Arthur Render he atravesado Arathi para llegar aquí dejando atrás la tierra que cultivaba y la familia que amaba, pues las putrefactas huestes de renegados apostados en el antiguo puesto orco me ha arrebatado ambas cosas. La luz me ha dado una nueva oportunidad para remediar mis errores del pasado pues aunque tengo la habilidad necesaria con la espada para haber participado en la campaña que emprendieron los cruzados de la orden escarlata, desobedecí la voluntad de la luz procurando por el bienestar de mi familia lo que repercutió en las perdidas que hoy carcomen mi alma y el arrepentimiento que plasman estas palabras. Si la luz ha me ha protegido durante este viaje hasta Stromgarde es para que remedie las decisiones alejadas de su justa voluntad, por eso pido toda la clemencia que esta orden posee para recibirme como recluta en sus filas pues mi nuevo camino es nunca negar los designio que la luz tenga preparado para todos nosotros. Así mismo pido que la misma misericordia caiga sobre el joven Derick, quien me ha acompañado en este largo viaje y no posee ningún familiar, mas siempre ha estado bajo mi protección y no puedo dejarle abandonado ahora que se ha quedado sin ningún otro lugar a donde ir, por lo cual espero sea bien recibido y sea de utilidad en las labores que le sean encomendadas. ARTHUR RENDER A los veintisiete días del cuarto mes del año treinta y uno. @Malcador
  11. Blazerunner

    [FICHA] ARTHUR RENDER

    Nombre: Arthur Render Atributos8 Físico6 Destreza6 Inteligencia6 PercepciónValores de combate32 Puntos de vida18 Mana8 Iniciativa12 Ataque CC (espadon pesado)12 Ataque CC (combate sin armas)8 Ataque CC Sutil (daga)10 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 4 espadon pesado 4 combate sin armas Destreza 2 daga 2 Cabalgar 1 Escalar 4 Defensa 1 Nadar Inteligencia 2 Leyes 2 Religión 2 Sanación/Hierbas Percepción 2 Advertir/Notar 2 Buscar 1 Rastrear 2 Reflejos 2 Rumores Escuelas/Especializaciones
  12. Elune-Adore hermanos centinelas, me dirijo a ustedes con bastante preocupación y urgencia puesto que en los últimos días estuve investigando las recientes perturbaciones en Costa Oscura debido a la desaparición de Shan'do Eltharien. Cuando di con su paradero, el druida se encontraba en un estado muy grave del cual se encuentra recuperando ahora mismo, me ha informado que mientras investigaba las perturbaciones en las manadas de sables que habitan en la costa fue atacado por fuerzas oscuras que mas tarde pudo corroborar estaban guiadas por un Sátiro. Pido ayuda de cualquier voluntario miembro de los centinelas para acabar con este mal que acecha las tierras vecinas de Teldrassil y poder eliminar cualquier perturbación que afecte la naturaleza del mundo. Espero su pronta respuesta. Ande’thoras-ethil, hermanos. Cordialmente, Athalas Shan'Athor. @Malcador @Elireth @Reluctant Hero @Akross
  13. Blazerunner

    Wowerror

    En su momento me daba el mismo error por varias razones, puedes probar las soluciones que les di a las mismas: 1. Tienes algún objeto equipado que te tira error, por lo tanto puedes quitar los parches, desequiparte totalmente e ir probando. 2. La zona donde este causa el error, alguna ves sobrevolando entrañas me buge horrible y me sucedia lo mismo, asi que pedi ayuda a uno de los master para que llevara el pj a otra zona. 3. Alguna opción gráfica también produce error, prueba a quitar los parches y cambiar las opciones gráficas mas que nada con la resolución que en mi caso fue lo que lo soluciono. Como ves la mayoría de soluciones implica quitar los parches e ir probando que pudo provocar el error. Espero lo soluciones pronto!
  14. Mi sugerencia va encaminada al único problema con el que me encontré en su momento cuando llegue aqui, me refiero a la creación de personajes, en el momento en que te aceptan la historia nadie te indica que debas postearla por ti mismo en la sección correspondiente, algo que solucione rápidamente preguntando por Discord, aun así sugiero que las guías para creación de personaje detallen mas el proceso correspondiente a la creación de personaje y todo el proceso que este lleva. En consecuencia, pienso que guías como "Soy nuevo ¿Por donde empiezo?" Debería detallar muchísimo mas esto, o crear nuevos link en la portada que redireccionen a una nueva guia sobre este tema. Otro tema a sugerir es la progresión sin clases, me parece una característica que define el servidor sobre otros o al menos yo no me he topado con otro así, debería darse mucha mas publicidad a este tema, explicar las limitaciones y posibilidades que esto otorga, ya que ahora mismo solo he visto referencias a esto en dos lugares distintos: La portada, muy acertado por cierto; y el sistema de magia en el cual se sobre entiende que puede tenerse multi-clases. Por lo mismo pienso que debería añadirse un apartado mas extenso sobre esto, algo como "características del servidor" Que explique este y otros temas relevantes del servidor. La ultima sugerencia como ya dije en un principio son links en la portada que puedan redireccionar inmediatamente a temas relevantes del servidor como los dos que ya he mencionado así como la normativa y nuestro sistema de dados... y eso seria todo. Gracias por su atención!
  15. Nombre: Athalas Shan' Athor Atributos6 Físico7 Destreza7 Inteligencia6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida21 Mana7 Iniciativa9 Ataque CC Sutil (Espada Ligera)8 Defensa Físico1 AtletismoDestreza2 Espada Ligera1 Cabalgar1 Escalar1 Defensa1 Nadar1 SigiloInteligencia2 Fauna1 Sanación/Hierbas2 Supervivencia/Cazar1 Tradición/Historia1 Guarda Natural2 Llamada Lunar1 Comunión con la NaturalezaPercepción1 Advertir/Notar1 Buscar1 Rastrear1 Reflejos Escuelas/Especializaciones Equilibrio
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    Athalas Shan' Athor

    Nombre: Athalas Shan 'Athor Raza: Kaldorei Sexo: Hombre Edad: 1500 Altura: 2,10 Peso: 150 Lugar de Nacimiento: Monte Hyjal Ocupación: Druida Historia completa Descripción física: Un elfo que luce viejo aun para los de su raza, bastantes líneas de expresión decoran su rostro así como la barba frondosa y enredada que cubre la mitad de su rostro. A través de los años su cuerpo a recuperado la masa muscular que antaño perdió en cautiverio, sin embargo las diferentes heridas de los azotes y rasguños no sanaron en su totalidad dejando varias marcas por todo el cuerpo casi hasta el cuello donde la marca de tres garras paralelas lo recorren hasta la clavícula, su espalda también se encuentra bastante cicatrizada por diferentes líneas cruzadas hechas por azotes. Aun cuando sus heridas pueden ser vistas como señal de su valentía, no suele mostrarlas en público por lo cual siempre lleva ropajes que cubren su cuerpo casi por completo. Su rasgo más notable es la falta de su mano derecha la cual fue cortada desde la muñeca y con el tiempo sano dejando una capa de piel lisa por encima de la terminación de los huesos del antebrazo, no suele dejar el brazo al descubierto más que para dormir o en su intimidad, el resto de ocasiones lleva consigo la garra de madera hecha por su amigo, La garra cubre la terminación del antebrazo además de sostenerse del mismo casi hasta el codo; Encima de este suele colocar algún guante o muñequera de cuero para ayudar a mantenerlo en su lugar. Descripción psíquica: Al igual que su familia, posee una gran cólera por lo que suele enojarse con facilidad y tomar decisiones llevado por sus impulsos, aun asi, tras seguir los largos años reflexionando en el sueño esmeralda ha desarrollado cierta paciencia y cautela en su actuar aunque conserve su fiera actitud. Un cambio que se reflejó en el momento en que pidió que cortaran su mano siendo un símbolo del desligue al círculo de odio y venganza que implicaba conservar la herida causada por los sátiros, entendió que la guerra no era el único medio para preservar la naturaleza sino que existían medios de mayor utilidad para tal fin. En sus años de reflexión aprendió además el camino del equilibrio como filosofía a seguir, tiene por máxima conservar la naturaleza y todo ser viviente que en ella habite aun sobre las tradiciones de su raza, ya que con el tiempo se ha desligado de las posturas más conservadoras de su gente para abrir su mente a posibilidades más fructíferas para la restauración del mundo. Historia -¿Cómo hemos dejado que esto ocurra?- Decía Narsil Shan’Athor, padre de Athalas, a su esposa viendo los horrores causados por la guerra de los ancestros que termino con el gran cataclismo del mundo, aun sostenía su espada manchada de sangre vil viendo el reino de antaño que hoy solo eran fragmentos y pensaba en el hogar que iba a darle a su familia. Aunque las tierras se calmaron, los corazones de sus compatriotas se mantenían intranquilos, muchos de ellos olvidaron todo vestigio de su antigua civilización para buscar nuevas tierras alejadas en el mar que ahora separaba las tierras de Azeroth, Otros decidieron quedarse para salvar lo poco que quedara en el continente fragmentado de Kalimdor. Athalas nacio finalmente en las altas tierras del monte hyjal, pertenecía a una larga tradición militar entre su familia que se alargaba en la longeva vida de los elfos, por lo cual termino uniéndose al ejercito Kaldorei en la posterior reconstrucción de la civilización elfica. Su padre era de carácter muy severo y siempre exigía de Athalas la mayor disciplina, heredó todos sus dotes con la espada además de su colérico carácter el cual siempre caracterizo a la familia. Aun así, también había heredado la paciencia e intuición de su madre quien lo educaba en los designios de Elune y toda su sabiduría, lo cual siempre tuvo presente aun pasado los milenios. Linrond es de los pocos amigos que tenía fuera del ejército pero este decidió seguir las enseñanzas del archidruida Malfurion Stromrage por la senda del druidismo, lo que separo a los viejos amigos por mucho tiempo. El gran carácter bélico de Narsil lo llevo pronto a su muerte al sur de las altas tierras del monte hyjal donde la gran mayoría de Kaldorei se habían ubicado, Las guerras contra los vestigios de la legión ardiente fue lo que llevo finalmente a la muerte al padre del joven Athalas. La gran mayoría de su familia pereció en dicha época, Siendo de los pocos que aun alzaba el estandarte de la familia Shan’Athor en las guerras venideras. Durante todos esos años solo pudo contemplar como la tierra sufría mientras él y los otros combatían por mantener a salvo sus tierras de los mismo males que su pueblo había creado, los sátiros. Durante dichas batallas contra los antaño alto natos, hoy corruptos por su codicia, Athalas cayó en cautiverio junto con varios de sus hermanos, uno a uno fueron cayendo con su espíritu y esperanzas marchitas, sin embargo la cólera y el odio aun mantenían despierto a Athalas ante los horripilantes Satiros que lo azotaban día y noche, las bestias corruptas decidieron finalmente colgar al moribundo elfo de su mano derecha en los portones de su asentamiento junto con las cabezas de sus compañeros, algunas puestas en estacas otras colgando del cuello de Athalas, todo esto como símbolo de los perturbadores castigos que podían llegar a realizar a quien cayera en sus manos. Cuando las centinelas junto con los recién despertados druidas acabaron con los sátiros de la zona pudieron constatar la gran voluntad de Athalas, pues aun pasado el tiempo se había mantenido con vida aunque su salud había decaído dramáticamente. El druida Linrond, de los primeros en seguir el llamado de la naturaleza y las enseñanzas de Malfurion, subió rápidamente a ayudar a su amigo de antaño el cual aun con sus labios cuarteados y su piel marchita pronunciaba palabras - Córtame la mano, Linrond. No dejes huella de lo que he sufrido aquí- Parecía que Athalas había sucumbido finalmente pero hablaba con total determinación entre su cansado rostro, no había enloquecido, quería arrancar la mano que le ardía prisionera de los grilletes, no solo quería terminar con su sufrimiento también esperaba terminar con todo el horror que había presenciado en su cautiverio, sumando toda la perversión que esta tierra había sufrido con las acciones de los Sátiros. Linrond dudo un instante pero viendo la poca voluntad que aún mantenía a su amigo accedió a sus designios cortando la mano al ras del grillete y sosteniendo inmediatamente el antebrazo de su hermano. Luego de una ardua recuperación, Athalas volvió a recobrar su estado de salud aunque las laceraciones en su cuerpo no pudieron ser sanadas en su totalidad, así mismo, las cicatrices en su mente también permanecieron incurables. El viejo soldado ya no quería volver a pisar un campo de batalla en el que la tierra sufriera tanto como él lo había hecho, pidió a su viejo amigo instrucción en el camino que él había escogido para unírsele también pues ya no pensaba que las armas pudieran preservar este mundo y mantener el equilibrio que lo gobernaba. Pasado el tiempo, Los druidas se habían internado largo tiempo en el sueño esmeralda, aunque Athalas no parecía interesado en aprender sobre el druidismo sino explorar las vastas tierras del sueño esmeralda. Aunque nunca llamo Shan’do a Linrond, sabía que su viejo amigo era su guía a través de su aprendizaje y recuperación mental. Y es que, mientras mas pasaba tiempo en el sueño su carácter fue cambiando, su cólera había sido apaciguada casi por completo dejando solo un gran sentido de curiosidad y admiración por la naturaleza viviente que corría a su propio ritmo. Athalas encontró consuelo no tanto en la tierra que lo cobijaba sino en los astros que se alzaban sobre él, recordaba las enseñanzas de su madre sobre Elune por lo cual no podía evitar su admiración por las lunas, el sol y las estrellas. Su estadía en el sueño hizo de él un elfo calmo y de mucha intuición, había olvidado la mayoría de tradiciones familiares viendo que el equilibrio del mundo no es una labor que convenga solo a los druidas sino un trabajo constante de todas las razas que habitan esta tierra. Su última perdida fue la de su viejo amigo Linrond quien sucumbió en la batalla monte hyjal. Una vez despiertos los druidas para combatir la invasión demoniaca, Linrond tallo un pequeño tronco de los más fuertes árboles en el bosque, tomo el brazo de Athalas mientras retorcía la madera moldeándola a la forma del brazo – Hemos de luchar una vez más, hermano, pero no serán las espadas ni los arcos los que ganaran este encuentro- La madera pronto se aseguró al Antebrazo de Athalas rematando en el lugar donde iría su mano con una garra abierta. – Serán los espíritus de antaño que habitan estos bosques los que salvaran el mundo está ves – Un último abrazo hubo entre ellos antes de partir al campo de batalla. Medhros volvió una vez más al sueño para despedir el espíritu de Linrond, luego de eso se mantuvo despierto Viendo los cambios que sufrían los bosques a causa de las razas que ahora se debatían la tierra, Así fue como decidió custodiar los bosques buscando el consuelo en los astros que decoraban el firmamento y aprendiendo cada vez más sobre sus poderes.
  17. La vieja casa tiene la estética de las primeras épocas de Ventormenta, ubicada en el distrito militar de Villadorada, Ha sido remodelada una sola vez cuando se reconquisto Ventormenta y su dueño volvió allí tras participar en las guerras, En ese lugar se ubica la tienda de "La Pluma Azul" especializada en todo trabajo de cartografía y servicios de escribientes. En la fachada cuelga el pendón con el nombre de la tienda, Al ingresas a la tienda una campana suena según la puerta se abre avisando la llegada de alguien. En el primer piso, un escritorio grande sirve de escaparate donde varios pergaminos están apilados haciendo espacio en el centro para un gran libro al cual se le añaden hojas a medida que las requiere, es el libro de contaduría y pedidos, así como otros libros en los cuales tiene paginas enteras decoradas con letras en orden alfabético escritas con diferentes estilos como muestras para los clientes, aquí Owën Darrel cumple sus funciones del día. En el lado izquierdo un armario que llega hasta el techo tiene varios espacios cuadriculados donde se dejan aun mas pergaminos y libros, en frente del armario hay una mesa con dos sillas que decoran el espacio sobrante. Finalmente a la derecha, otro gran mueble sirve de biblioteca con los libros apilados por orden temario, enfrente de este, otro mueble cumple las misma funciones apilando aun mas libros; al lado de ambos en un escritorio mucho mas pequeño esta la oficina de Patrick Rowling quien se encarga de redactar los libros o escritos que le sean encomendados. La tienda se encuentra decorada con mapas enmarcados en cada pared, así como paisajes hechos por la mano y mente de Owën rememorando algún suceso o paisaje que haya presenciado. Personal de la Pluma Azul Owën Darrel Cartógrafo, escribiente y propietario de la tienda Patrick Rowling Aprendiz de cartografía, escribiente y recadero en general.
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    [FICHA] MATTHEW

    Nombre: Matthew Atributos 6 Físico 7 Destreza 7 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 21 Mana 7 Iniciativa 9 Ataque a Distancia (Arco largo) 8 Ataque CC Sutil (hachuela ) 9 Ataque CC Sutil (espada ligera) 8 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 2 Arco largo 1 hachuela 2 espada ligera 1 Cabalgar 1 Escalar 1 Defensa 1 Robar bolsillos 1 Sigilo Inteligencia 1 Callejeo 1 Comercio 1 Tradición/Historia 2 Evocar fuego 2 barrera de fuego Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Rastrear 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones Destrucción
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    Matthew

    MATTHEW Nombre: Matthew Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 30 Altura: 1,90 Peso: 70 Lugar de Nacimiento: Stromgarde Ocupación: novato de la hechiceria y Mercenario Historia completa Descripción física: Un hombre de altura notable llegando a medir 1,90 metros, de complexión delgada y de postura encorvada aunque no la mantiene todo el tiempo siendo en realidad una postura de descanso. Su rostro tiene líneas de expresión bastante notables para su edad de 30 años, un mentón alargado acompañado de una nariz aguileña con una curva prolongada hacia abajo rematando en punta, sus ojos se adornan con ojeras que manchan la piel de los pómulos, lo que resulta en una mirada algo cansada y despreocupada. Esta mirada se contrasta con la parte inferior de su rostro la cual es más flexible, las líneas de expresión de las comisuras son más alargadas terminando en sus labios los cuales a diferencia de su mirada se ven amistosos y de fácil movilidad debió talvez a sus risas involuntarias por sus “tics” nerviosos. El rostro se ve cubierto la mayoría de veces por el largo pelo negro que llega hasta sus hombros y que no parece ser muy cuidado el cual ha estado creciendo desde que dejo el orfanato por lo tanto no tiene ninguna estética o forma definida. Descripción psíquica: Su actitud ha sido un carrusel de acontecimientos que fueron moldeando su personalidad, desde muy pequeño creció siendo un niño calmado y algo amigable con los demás, en ese entonces aun convivía con sus sueños los cuales maravillaban a niños y adultos, pero cuando empezaron a tornarse siniestras y oscuras las personas empezaron a ignorarlo por lo cual siempre busco recobrar la atención de las personas cometiendo robos o simple vandalismo lo cual empeoro con el tiempo hasta su adultez. Su personalidad tendiente a lo caótico evita que compagine con muchas personas más que para buscar un beneficio propio y llegando a extremos como actos involuntarios con la simple razón de crear algo de discordia o caos entre las personas. También se suma su gusto por los objetos quemándose debido a sus sueños los cuales lo perturbaban pero que ahora acepta como su propia interpretación de la realidad, aun así siempre busca los daños a gran escala más que simples acontecimientos sin trascendencia. Aunque pareciera el perfil de un sociópata, tiene momentos de lucidez por lo cual puede comportarse como una persona normal la mayor parte del tiempo aunque siempre esté pensando en alguna forma de propagar sus deseos más siniestros. Posee además algunos rasgos menores: siempre emboza una sonrisa o carcajada alegre cuando siente algo de nervios o ansiedad convirtiéndose en una respuesta inmediata ante tales situaciones aun cuando ni él mismo piense que la situación amerite una risa. Los únicos momentos en que en realidad parece tener algo de estabilidad emocional es cuando usa su arco o lee algún libro acerca de sus estudios de hechicería. Historia La noche se mantiene oscura mientras la dama y la niña dan su ronda nocturna en el cielo seguidas de pequeñas estrellas que decoran sus trayectos hasta que llegue el alba. Su tradicional color azul y blanco se ven perturbados por las rojizas brasas del fuego y el negro humo que se eleva sobre la ciudad de Stromgarde nublando todo el horizonte. Las llamas en el interior de las casas pronto revientan los vidrios en una explosión ahogada seguida de una llamarada, los cultivos de maíz pierden su apariencia mientras el fuego los consume por completo, la gente corre despavorida a buscar refugio del incendio que se propaga sin encontrar impedimento alguno. Desde una torre aun en pie sobre los escombros de la muralla, un hombre se mantiene sentado en cuclillas al borde del fuego y el caos unos metros más abajo de su posición. Su complexión delgada y estatura alta, combinados con su nariz aguileña y pelo largo azabache a juego con su ropa hacen confundir su silueta con la de un cuervo esperando algo de carroña al final del encuentro. Sus característicos ojos azules se ven tinturados por el reflejo del fuego en un rojo claro reposando en su rostro que mantiene una expresión asombrada y fascinada con la anarquía que provoca las llamas en la civilización decadente de Strom. Después de una sonrisa de satisfacción, el hombre pierde su posición agazapada para ponerse de pie estirando sus brazos como si abrazara el calor de las llamas en el aire, adelanta la pierna derecha dando un paso al abismo frente a él dejándose caer al infierno de fuego que le espera más abajo. -No puedo creer que sigas acostado – La señorita Emereth, de brazos fuertes y mirada intransigente, levanta la colcha donde Matthew soñaba con el caos de la ciudad haciendo que este despertara de inmediato. Las ojeras parece ser lo único que decora ahora sus ojos azules mientras pasa sus manos por los mismos para limpiarlos, al tiempo su boca se abre de forma desproporcionada en un gran bostezo. – No voy a permitir que sigas durmiendo aquí sino pagas por tu hospedaje- La señorita Emereth reacomoda la colcha y tiende las cobijas aun con el ceño fruncido pronunciado los alegatos en contra del hombre que ahora reside en el suelo. Matthew se acomoda las botas mientras mete su camisa dentro del pantalón ajustándolo finalmente con el cinturón, toma los mechones que le estorban en la cara y los recoge tras sus orejas y finalmente se pone su capa negra que lo cubre casi todo por completo. Antes de salir por la puerta de la habitación se gira y tira una moneda de cobre que agarra la señorita Emereth en el aire, la mira por un instante antes de volver a apretar el gesto y mirar al flacuchento hombre -¿Crees que esto es paga suficiente por todo el tiempo que has estado aquí? Esto no es ni un cuarto de lo que me debes maldito perro callejero. ¡Nunca más quiero volver a ver tu rostro por aquí…! - Matthew cierra la puerta tras de sí antes de que Emereth termine su sermón. La posada “la bota de oro” no era la más famosa en la ciudad de Stromgarde, se encontraba cerca al puerto en el sur de la ciudadela y era propiedad de la señorita Emereth desde que su esposo falleció, no resultaba ser el lugar más agradable para pasar la noche, siempre era frecuentado por ladrones, prostitutas y vagabundos, aunque el estirado hombre siempre se encargó de que nadie se sobrepasara con la Señorita Emereth y su posada, talvez por la larga amistad que tenían o por simple juego de Matthew. Salió a la calle entre cerrando los ojos ante la luz del día, se puso en marcha antes de que pudiera ver claramente manteniéndose cabizbajo. El Distrito sur de la ciudad era su hogar, desde su infancia como huérfano hasta ahora, cada calle y cada rumor él los conocía. Habia crecido en la parte mas pobre de la ciudad viendo el crimen y la anarquía como algo habitual. Matthew alzo la mirada solo un momento para revisar su alrededor antes de que su vista fuera nublada por el saco negro que tenía ahora en su cabeza, acto seguido sintió el fuerte golpe en el rostro que lo dejo inconsciente. Cuando quitaron el saco de su cabeza pudo reconocer el sitio, la vieja plaza abandonada era el lugar donde ahora estaba. A medida que recuperaba la conciencia las siluetas frente a él se aclararon y vio a los hombres con pañoletas rojas como distintivo de su grupo. Delante, los cinco hombres le miraban fijamente mientras uno más estaba en su espalda sosteniendo una daga contra su cuerpo de forma amenazante -No te ves tan amenazante como habíamos pensado- dijo uno de los hombres mientras levanta una silla de los escombros que aún se mantenía en buen estado para luego tomar asiento, - pareces más un vagabundo… – el hombre bajó la pañoleta roja que cubría la mitad de su rostro para llevarse a la boca un puro que tenía previamente armado. Matthew mantenía la mirada tranquila aun en su sitio con la persona a sus espaldas aun sosteniendo la daga que amenaza su vida – No sabía que era una reunión de nobles, hubiera traído mis mejores vestidos y joyas- Una fuerte carcajada sonó en el lugar dejando una sonrisa larga y curva en el afilado rostro de Matthew. Los hombres se sentían extrañados viendo al escuálido sujeto pues además de su actitud, no era la persona que esperaban y para la que se tomaron tantas molestias. Los sujetos de pañoleta roja habían venido del sur, allá en la capital principal del Imperio humano, Ventormenta, los seis hombres que pertenecieron en algún momento a los Defias hoy eran desertores de la causa que acogía el gremio criminal pues sus planes solo eran buscar algo de riqueza para sí mismos y huir de la ciudad. Ya habían conseguido una nave por cuenta de su capitán quien no se opuso ante las amenazas de chantaje por sus nexos con los Defias, su siguiente blanco era conseguir alguien con la suficiente inteligencia o la simple valentía para intentar un ataque en la ciudad sureña, su primer pensamiento fue el brujo Nar-gurth quien asolo varios pueblos alejados de la capital donde los defias también operaban, hasta que desapareció sin dejar ningún aviso, tanto era su odio que declaraba abiertamente su guerra contra la corona de Ventormenta por lo que gano la admiración de Harathir quien lideraba este peculiar grupo de desertores. Aunque lograron seguir su rastro entre rumores y chismes para lograr encontrar su paradero en Stromgarde no muy grata fue su sorpresa al enterarse que el viejo brujo había muerto de forma extraña dejando un único discípulo en la ciudad el cual había huido de la casa del anciano. Después de una ardua investigación los cabos pudieron unirse y supieron la historia del huérfano Matthew. __________________________________________________________________ Matthew tenía el hilo de la realidad bastante difuso, desde temprana edad las sacerdotisas del orfanato decían que vivía entre sueños lucidos o que su imaginación era infinita, Siempre hablaba de tierras distantes llenas de valles y colinas o ciudades las cuales describía con extensos detalles pero que no coincidían con ninguna ciudad real. En un principio era catalogado como un niño visionario pero cuando sus sueños se tornaron opacos y llenos de malos prefacios como bosques incendiados o ciudades sucumbidas en lagos de magma ardiente fue aislado por el resto de personas pensando que había perdido el juicio entre tantas visiones y había sucumbido en la locura; y talvez fue así, pues los sueños y visiones empezaron a atormentarlo más de seguido afectando su vida cotidiana. En su adolescencia su rostro ya había tomado una apariencia adulta y marcada como aquel soldado que ha visto miles de muertes en muchas batallas, con el tiempo aprendió a convivir con los sueños oscuros sin aceptarlos en su totalidad, solo hasta que el anciano Bëor lo acogiera y educara, Matthew empezó a adquirir un gusto peculiar por sus visiones. Los días en la casa del anciano Bëor fueron la única ocasión en que Matthew tuvo una vida digna, aprendió a leer y escribir a una gran velocidad para su ya avanzada adolescencia; y pronto impuso sus propias lecturas sobre los temas que más le interesaban, aprendió además a manejar la espada y el arco, su puntería era excepcional y hasta el día de hoy sigue siendo igual de formidable, - cada vez que fijo un blanco aíslo cualquier otro pensamiento de mi cabeza para concentrarme en mantener el blanco fijo y es en ese momento en el que en realidad tengo paz – describía el mismo la sensación cada vez que usaba el arco. El anciano Bëor siempre inculco sus saberes sobre magia y taumaturgia en el joven huérfano pero este nunca lograba armonizar sus pensamientos algo que parecía disgustar mucho al viejo hombre quien lo reprendía con fuerte golpes de su baston que dejaban inconsciente al chico para luego retirarse a sus aposentos, solo antes de la muerte del anciano, Matthew pudo entender la frustración que siempre le invadía. Días antes del fallecimiento, Matthew había estado leyendo en secreto uno de los libros personales de Bëor que había robado de su cuarto. El libro a diferencia de toda la biblioteca no contenía textos académicos sobre magia, este trataba sobre la hechicería y el control del fuego vil, el joven huérfano parecía haber encontrado un diario detallado de todos los sentimientos que le invadían en sus sueños, pero el libro se diferenciaba por el trato técnico y preciso que daba a tales sensaciones y de sus posibles usos; El libro se encontraba firmado por “nar-gurth” quien lo había escrito en una tinta diferente y en letra más grande. Matthew no entendía porque Bëor quería ocultar semejante texto que parecía ser la senda que en verdad le ayudaría con sus atormentados pensamientos. Cuando tuvo el valor de confrontar al anciano este se encontraba en su cuarto como en los últimos días, Matthew sospechaba que su repentino aislamiento se debía a que había descubierto el robo de su biblioteca personal, aun así no pensaba ocultarlo más. Cuando entro en su habitación vio al anciano sentado en el suelo de espaldas con varios brebajes en frascos de diferentes tamaños, uno de ellos regado por el suelo. Matthew se acercó a Bëor tomándolo por el hombro a lo que el anciano giro inmediatamente viendo desde el suelo al escuálido hombre frente a él, la mirada de Matthew se tornaba algo pasiva para los oscuros pensamientos que cruzaban su cabeza. Bëor se giró por completo aun arrodillado en el suelo, - Supe que encontrarías ese libro algún día – El anciano sonrió nostálgico talvez recodando cuando vio a Matthew por primera vez – Solo quiero que sepas que el camino que... – Antes que el anciano terminara su discurso Matthew tomo con ambas manos su cabeza para luego, desde sus palmas, empezar una combustión rápida que creo un pequeño fuego abrasador el cual consumió la carne por completo dejando únicamente el cráneo ennegrecido por el carbón y las cenizas de la piel, el cuerpo se desplomo a un costado cayendo sin ningún rastro de vida en él. Matthew ahora con una mirada bastante espantada, con la euforia y nervios recorriendo su cuerpo solo logro, de forma involuntaria, embozar una sonrisa que se convirtió inmediatamente en una fuerte carcajada. A través del humo que aun despedía el anciano vio un pedazo de hoja en el suelo reconociendo inmediatamente la misma letra del libro, fue por ella saltando el cuerpo de Bëor, se sentó y guardo silencio para leer detenidamente su contenido “Yo soy Nar-gurth, la muerte roja, el brujo de la destrucción, asesino y luego maestro, por cuanto me he arrepentido de la senda vil que seguía para en mis últimos días, poder enseñar magia arcana a un joven aprendiz, pero en el trascurso de su aprendizaje he aprendido una última lección por la cual hoy estoy muerto: Todo lo que nazca libre y puro debe preservarse así y no será coaccionado para seguir una u otra senda, su propia naturaleza dictara las directrices que quiera seguir en su vida sin que nadie pueda restringir su paso con ideologías ajenas a las suyas. Por esto me proclamo maestro pues he dado implementos para que un ser libre y puro siga su propio camino.” Matthew solo pudo dar a cambio una risa estruendosa de las cuales no había podido dar nunca a nadie hasta ese momento, esto no solo en honor a las palabras del viejo Bëor sino también como aceptación de su propio ser que ahora no luchaba contra sí mismo y aceptaba sus sueños como lo que fueron en un principio: visiones de sus más oscuros deseos. ______________________________________________________________ El encapuchado mantenía el cuchillo recto cerca a la espalda del hombre alto frente a él sin llegar a aplicar mucha fuerza para no clavarla en el cuerpo pero si amenazar con su presencia, sin embargo mientras la conversación avanzaba el encapuchado perdía la confianza ante las palabras del hombre, - … Así que no encuentro razón por la que deba acompañarlos más que el chico a mi espalda con el cuchillo, el cual espero este preparado para cuando me gire y tome su mano junto con el cuchillo y haga que ambas cosas ardan a tanta temperatura que dejara de sentir calor para sentir una sensación de frio como reflejo al inmenso dolor que sentirá su cuerpo cuando queme toda la carne y huesos de su mano – Mientras terminaba de hablar, Matthew se giró rápidamente para tomar al hombre en su espalda mientras una pequeña llama se creaba en su mano pero que se desvaneció inmediatamente al recibir un golpe con el mango de la daga en el rostro, se tambaleo unos metros hacia un lado cayendo de rodillas. Harathir mantenía una mirada pensativo viendo a Matthew. Este discípulo de Bëor no era nada de lo que ellos buscaban, sin embargo Harathir tomo una decisión en el momento que se levantó de la silla y mando a sus hombres levantar a Matthew del suelo. Aunque este hombre no tenía ni un cuarto de la habilidad de su maestro podrían serle de utilidad para sus planes en el sur, además de darle la oportunidad de seguir el camino que Matthew había escogido, todo esto en honor al brujo que Harathir admiraba. El líder de los desertores conto su plan con mayor detalle enfocándose en las ganancias que podrían llegar a tener al final, pero Matthew lo interrumpió con una nueva carcajada – Me has convencido solo con describirme esa ciudad de dónde vienes – Matthew cambio la mirada dejando la expresión bufona – Puedes quedarte con todas las piezas de oro que quieras, yo solo quiero algo de caos por las calles ¿puedes darme eso? – Así fue como Matthew abandono la ciudad de Stromgarde acompañado de los desertores defias rumbo a la ciudad sureña de Ventormenta, mirando con nostalgia “la bota de oro” donde horas antes Matthew se despedía de la señorita Emereth. – Debo marchar ahora, lejos de mi cuna – Matthew pasaba su mano por el rostro de mujer la cual no pronunciaba palabra – Cuando vuelva, espero sigas igual a como te dejo ahora – La señorita Emereth estaba sentada en el oscuro sótano con los ojos secos e inmóvil, su habitual delantal ahora estaba manchado por la sangre que escurría de su cuello cercenado, Matthew dio un beso en los palidos labios seguido de su típica sonrisa burlona – Hasta la siguiente vida, Señorita Emereth-
  20. FICHA DE PATRICK ROWLING ATRIBUTOS Físico....................6Destreza................7Inteligencia...........6Percepción ...........7 VALORES DE COMBATE Puntos de vida.....24Mana...................18Iniciativa...............9Espada ligera1.......9Daga2....................8Defensa.................8 1.Ataque sutil - Estoque 1d6 + 2 - Dual, +3 de iniciativa, Desenfundado rápido 2.Ataque sutil - Daga 1d6 + 2 - Dual, Ocultable, Desenfundado rápido HABILIDADES Destreza Espada ligera.......2Daga.....................1 Arco Largo.............1Cabalgar...............1Escalar..................1Defensa................1Nadar....................1 Sigilo....................1 Inteligencia Comercio............2Leyes..................1Historia...............2 Supervivencia .....1 Percepción Advertir/Notar....3Buscar.................2Etiqueta..............1Reflejos..............2Rumores.............1
  21. Blazerunner

    Patrick Rowling

    PATRICK ROWLING Nombre de Personaje: PATRICK ROWLING Lugar de Nacimiento: VENTORMENTA Raza: HUMANO Altura: 1,70 MTS Sexo: HOMBRE Peso: 68 KG Edad: 25 AÑOS Ocupación: APRENDIZ DE CARTOGRAFÍA Y ESCRIBIENTE DESCRIPCIÓN FÍSICA Es un joven que mantiene una postura erguida en todo momento que lo hace lucir esbelto y atlético, es algo delgado aunque mantiene buena formación física. Su cabello es dorado por herencia materna, bastante largo y que mantiene suelto, su barba es abundante y descuidada. Patrick no suele preocuparse por su apariencia física por lo cual no lleva las mejores ropas y apunta por la sencillez y comodidad. DESCRIPCIÓN PSICOLOGICA Es un joven con muchos sueños y ambiciones para su vida, no tiene muy desarrollado su carácter aunque siempre se ha mostrado como una persona amable y cordial, dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Muestra gran entusiasmo por la lectura y el conocimiento, su profesión lo ha hecho alguien curioso y analítico. Su gran amor por el conocimiento también ha creado un sentimiento menor de codicia por todo lo que escapa a sus estudios así mismo suele mostrar envidia sobre artes que no maneja como la magia o la esgrima de las que no pudo destacar tanto como sus hermanos, así mismo el comercio es una habilidad que se le escapa por completo llegando a ser ingenuo en algunos casos y dejarse llevar por sentimientos. HISTORIA Patrick nació en el seno de una familia noble que obtuvo su estatus gracias a la labrada reputación y hazañas de su abuelo Reginald Rowling quien combatió en las primeras guerras. Su afamado renombre fue recibido por dar muerte a uno de los importantes comandantes orcos que dirigían la antigua horda contra las tierras de Ventormenta, finalmente perdió su vida sin llegar a ver la ciudad sureña de nuevo. La familia de Patrick se componía por su hermano gemelo Roy quien es bastante hábil con la espada por lo que termino uniéndose al ejercito del imperio; y su hermana Claire que desde muy pequeña mostro dotes para la magia por lo cual fue recibida en la escuela arcana para formarse en dichas artes. Su padre Joseph, tras la muerte de su esposa se enfocó completamente en los negocios familiares, administraba y supervisaba constantemente lo locales de armamento en la ciudad al igual que mantuvo productivas las tierras otorgadas por el imperio a su familia por títulos nobiliarios. Toda la familia reside en la antigua casa hecha por su abuelo tiempo antes de la llegada de los orcos a Ventormenta, Cuando su abuela y su padre volvieron al reino con todas sus pertenencias y las de Reginald, se asombraron al ver que la casa se mantuvo en pie junto con la mayoría de libros que el abuelo paterno había estado acumulando en su vida. La biblioteca abarcaba muchos temas desde historia hasta recetarios, Patrick tenia especial apego por la historia, le parecía fascinante los sucesos allí narrados, muchos de ellos escritos por soldados y caballeros que vivieron en carne propia dichos relatos, su padre mostraba cierta inquietud porque su hijo pasara mucho tiempo en la biblioteca por lo cual siempre lo alentaba a practicar junto con su hermano quien irremediablemente siempre ganaba las justas, aunque no evito que Patrick pudiera desarrollar ambas actividades y lograr cierta conocimiento en ambas. Patrick decidió dedicarse a la cartografía y la escritura, con ayuda de Owën un viejo amigo de la familia y veterano de guerra pudo empezar sus primeros trabajos. En cierta ocasión, Patrick encontró un libro con algunas páginas sueltas en ellas, para su sorpresa eran escritas por su abuelo, era una carta dirigida al arquitecto que construyo la casa donde ahora estaba, pero había algo extraño en los esquemas, una sala en la biblioteca que Patrick nunca había visto. Siguiendo los planos dio con el enorme retrato de su abuelo clavado en la pared, lo tomo por uno de los bordes para intentar quitarlo y este se abrió como una puerta, sostenido por bisagras del lado opuesto. Patrick se aventuró al interior de sala donde yacían más libros todos escritos por su abuelo, uno de ellos parecía su diario personal. “--- Hoy todos me alaban y condecoran como un soldado ejemplar, pero nadie sabe la verdadera historia…. Solo fui un cobarde que presencio la muerte del orco y me beneficie de su muerte proclamándola como mía….” Se escribía en las últimas páginas que Patrick leyó lentamente asimilado lo allí escrito. Lo primero que pensó fue en buscar a su padre y contarle acerca de su hallazgo, en el momento que giro con el diario en sus manos vio a su padre al final de la sala cruzado de brazos y mirándolo fijamente. Joseph había encontrado la sala hace tiempo cuando volvieron a su hogar y decidió guardar las pertenencias de su padre en dicha sala, no solo como un tesoro familiar sino también escondiendo el secreto que había dado a su familia los honores como nobles en la reconstrucción de Ventormenta. Hablo de forma amable a Patrick explicándolo todo mientras tomaba el diario de sus manos y lo volvía a poner en la sala oculta, cerró entonces el cuadro y puso su mano en el hombro de Patrick guiándolo a la salida. – Ahora, como heredero de la familia también eres heredero de sus secretos.- En mitad de la noche, Patrick volvió a la biblioteca decidido a tomar el diario, no pensaba seguir con la tradición familiar y mucho menos mantener la mentira. Entro en la sala oculta y tomo el diario junto con otros libros escritos igualmente por su abuelo, además de ello tomo la vieja espada que había sido otorgada a Reginald en condecoración por su falsa valentía. Su salida fue limpia y sin dificultades, tomo a su caballo en dirección a Villadorada donde pensaba refugiarse en casa de Owën para iniciar una nueva vida lejos de todo título nobiliario que su familia poseía falsamente. Aun así las motivaciones de Patrick iban más allá del honor y la justicia, estaba impulsado por un ardor en su pecho que clamaba por cabalgar a todo galope fuera de las tierras que lo vieron nacer, era la misma sensación que sentía leyendo sobre lugares recónditos habitados por criaturas maravillosas, era su sueño vivir aventuras y ver en persona todos los lugares fuera de los dominios de Ventormenta, escribir sobre todos los sitios de los cuales no se han escrito aun, basado no solo en rumores y noticias sino en sucesos vividos en carne propia. Cuando el caballo tomo velocidad se alejó pronto del patio de la casa, bajo los ojos vigilantes de su padre en el balcón quien no parecía tener intención de frenarlo en absoluto aunque no expresaba aprobación en su rostro. Owën recibió a Patrick con agrado sin importarle las altas horas de la madrugada. Patrick explico lo ocurrido en su hogar pero el anciano no se mostró sorprendido por la noticia, su reacción fue reflexiva mientras peinaba su barba – Debes saber que Joseph y yo no tenemos una buena relación debido a este diario que tú has descubierto, Patt. – Dijo Owën mirando al chico. El anciano conocía la verdad de vieja data pues presencio al igual que Reginald la muerte del orco por la espada de Grimma, un soldado del mismo escuadrón de los dos hombres. Grimma había logrado apuñalar al orco que se desangraba rápidamente pero antes de poder culminar con su vida, el fuego que inundaba la ciudad alcanzo su rostro quemando sus ojos y dejándolo inconsciente, fue entonces que Reginald junto con Owën llegaron al sitio viendo al orco arrastrándose al filo de la muerte con la espada de Grimma clavada en su vientre. Reginald aprovechó el momento para cortar su cabeza y salir del lugar sin prestar ni siquiera ayuda al joven soldado en el suelo. Owën siempre reprobó su actitud pero nunca se atrevió a denunciarle pues Reginald con su fuerte carácter siempre amenazaba con asesinarle. Pasado los años el anciano apelo por la buena fe del hijo Joseph cuando este vino a él tras enterarse del contenido del diario pero este se mostró reacio a confesar lo sucedido al resto mostrando un carácter similar al de su padre – No encuentro error en el actuar de mi padre y si ha escrito estas palabras debió ser en la nostalgia que trae sus vejez. – Recordaba Owën las palabras de Joseph – Ha hecho bien mi padre en alejarse de ti, un hombre que busca destruir la reputación de otro hombre aun la de su amigo más antiguo y por esto mismo mi familia también se va mostrar indiferente hacia ti – Esto aclaraba las discusiones de Patrick con su padre cuando empezó a trabajar para Owën. Patrick se enrojeció de ira como pocas veces hacía, - los errores de los padres han sido repetidos por los padres – se puso en pie más eufórico – Pero declaro que aunque lleve el nombre Rowling me desligo desde hoy de cualquier empresa que decida emprender el resto de mi familia – Owën miraba sonriente la actitud del joven chico aunque luego bajo la mirada ante las últimas palabras – Aun sobre esto que declaro ahora, pienso volver algún día por lo que me corresponde como heredero de la familia para darle una correcta administración a lo que mi familia ha conseguido con engaños – Termino de hablar retirándose a sus aposentos dejando al anciano solo, pensaba entonces el anciano que la codicia era una herencia que ningún hijo podía negarse a recibir.
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