Imperator

Yo voto un quizás

¡Bienvenido al servidor! Cualquier cosa tienes discord para que te podamos echar un cable.

Un sobre más ligero salió hace unos días de Ventormenta. Quien sabe cuanto tardaría en llegar, pero el contenido sería el mismo desde su salida hasta su entrega. El sobre iba sellado con el símbolo Argenta y debía ser entregada a las propias manos del Capellán Iniciado, Montaraz y algunas cosas más que Thomas había olvidado. Con la Luz, hermano Elegost. Por ahora mi visión está bien, gracias por preocuparte por los síntomas de la edad, más mientras pueda, seré yo quien las escriba y lea personalmente. Sé que te parece extraño, pero el puesto de Templario no cambia en mi visión de ver las cosas. Sigo siendo ese Iniciado Rebelde que quiere cambiar un mundo lleno de injusticias. Hasta voy al barrio pobre sin escolta, como antaño. Me temo que me encuentro en el sur, sí. Elwynn es hermosa en esta época del año, así pues conseguí tomarme esos días de descanso con mi señora esposa que sirvieron para poder unirnos ante los ojos de la Luz. Sin embargo, nuestros días de paz fueron breves, pues Jared me pidió ayuda, y como es propio, no pude rechazarle. No puedo explicarte mucho más por carta, es peligroso, más sabed que todo hombre o mujer debe afrontar su pasado. Creo que he sido suficientemente claro con esa frase. Por ahora no tenemos intención de tener hijos, no mientras la guerra perdure allí arriba. Suelo pasar tiempo entre mis hermanos, los pocos que estamos aquí, más luego me reúno con mi señora o Jared para charlar un poco sobre la situación. De todas formas, en cuanto zanjemos esto aquí, volveremos al norte, ajenos al conflicto de Gilneas y retomaré la campaña contra los restos del Azote. Sobre tu favor...Si estuviera en mi mano, te la daría viejo amigo, más temo que nunca la encontramos. Fue por falta de efectivos más que por un intento real. Lo único que puedo proporcionarte sería información, más la zapatilla, no está en posesión de mi orden. Si vas a Vigilia quizás te proporcionen ayuda, al menos una escolta y unos cuantos exploradores para la misión. Decidle a Sir Ian que vais de mi parte. Sin más, me despido viejo amigo, espero el día en que podamos reunirnos y celebrar la victoria en Caer Darrow como se merece. Intenta no morir. P.D: No sé que es vegano y me niego a seguir preguntando. @Stannis the Mannis

Bienvenido a esta nuestra comunidad. Siéntate, ponte cómodo y mírame directamente a los ojos durante diez minutos...¿Lo notas, verdad? Es la esencia.

Atributos 7 Físico 7 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 18 Mana 7 Iniciativa 9 Ataque a Distancia (Lanza Pesada) 9 Ataque a Distancia ( Espada Ligera) 9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 2 Lanza Pesada 2 Espada Ligera 1 Cabalgar 2 Defensa 1 Nadar Inteligencia 1 Leyes 1 Religión 1 Tradición/Historia Percepción 2 Advertir/Notar 1 Bailar 2 Música 1 Reflejos 1 Rumores .

A la Luz y la gloria del Imperio eterno. Mi nombre es William Blackwood, un mercader de la ciudad de Stromgarde, comerciante de sedas. Escribo esta carta con intenciones sinceras y palabras llenas de esperanza para un hijo descarriado. Mi tercer hijo, Beric, a la edad de 23 años permanece perdido en este mundo sin saber que hacer, renegado por la honorable Mano de Plata, intentó ganarse la vida como un músico cualquiera, más aquí, en mi familia, tal cosa no puede ser tolerada. Envío esta carta con la esperanza de que el ejército lo curta, haga un hombre de el y pueda traer gloria a mi apellido, y por supuesto, al Imperio al que sirvo. Sé que en las tierras verdes de Elwynn puede encontrar su servicio, allí donde se reclutan a los jóvenes inexpertos. También quiero mantenerlo lejos de aquí, por si se le ocurriera renunciar y volver. Espero que pueda encontrar un hogar en las filas del ejército. Sed duros y que aprenda lo que es ganarse el pan y si muere, que sea combatiendo. Atentamente, William Blackwood Beric arrugó el papel de nuevo, conteniendo las lágrimas mientras viajaba en un barco comercial de sedas. Había roto el sello desde que embarcó aquél día. Los mercenarios que protegían el barco lo ignoraban, pero al menos en su presencia se sentía más seguro en aguas tan peligrosas como aquellas. La carta iba dirigida a algún oficial imperial que quisiera tratar con el de primeras, pero por más que la leía una y otra vez, sentía que seguía siendo un instrumento más al que usar para poder ganar prestigio en una carrera en la que no era participe en ningún momento. No sentía el calor del amor fraternal en ningún instante de la carta, siquiera había dignado a despedirlo el día que se marchó de su hogar. Al menos le habían permitido quedarse la lira y de vez en cuando bajaba a los camarotes inferiores y tocaba algo para los soldados que no estaban de guardia durante la cena. Algunos aplaudían, e incluso le pedían canciones picantes, más Beric tenía una educación estricta y el solo hecho de que le pidieran cosas de ese tipo lo ruborizaba. Normalmente, cuando estaba solo en la parte superior, con el aire frío del mar que rodeaba los Reinos del Este, recordaba aquellas canciones de amor y juventud, aquellas que lo habían hecho despertar de la decepción y la oscuridad a la que se vio sumido. Todavía recordaba los días en la Mano de Plata, allí en la capital de su reino, todavía recordaba el rostro pecoso de aquella mujer que se mantuvo en su corazón, aquella mujer por la que dio todo y luego desapareció. Aquella noche las lunas brillaban con intensidad, sin dejar permiso a las estrellas. Aquello supuso en Beric una oportunidad de componer algo en aquella noche tranquila y por unas horas, el recuerdo de la carta se disipó, dando paso a la música en aquél barco donde reinaba el silencio. Todavía no había salido el sol, más los dedos le dolían allí donde las heridas de la practica no habían cerrado. No le importaba tocar durante horas, olvidando todos aquellos problemas que lo atormentaban...¿Qué sería de el en la guerra, en el ejército? Es sabido que el día que empezamos a preocuparnos por nuestro futuro, es el día que dejamos atrás nuestra infancia, y aquél día, llegó demasiado pronto para Beric. A veces recordaba Stromgarde, más la mayoría de recuerdos eran amargos. Los soldados de su padre, que eran mercenarios que protegían su casa, rara vez lo trataban bien si no era en presencia de este, los sirvientes lo miraban con preocupación. Es duro que te acusen injustamente, pero aún es peor cuando los que te miran con desprecio son unos zoquetes que jamás han leído un libro ni han ido a ningún sitio que esté a más de treinta kilómetros de su pueblo natal. Pero la verdad era el dolor que lo consumía cada día y noche, cada canción compuesta por su aroma, cada promesa incumplida en aquél campanario abandonado y cada beso perdido en sus labios. Recordaba su pelo rojizo y liso, cayendo hasta sus hombros, así como sus ojos verdes y su piel pálida, que la proporcionaba una imagen delicada...Esa era la mayor espina que estaba clavada, más ya no importaba. Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades. La primera es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta. La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que "el tiempo todo lo cura" es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta. La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad. La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado. Y entonces, el barco de sedas llegó al puerto de Ventormenta...Y allí empezó la historia de Beric. Quizás no sería larga, quizás no sería emocionante...Lo único que se podía saber, era que aquel muchacho rubio llegó solo con su lira y con el corazón roto como acompañantes.

Esta misiva habría sido enviada con un mes de antelación, justo cuando el torneo de Al´falador finalizó. Está bien escrita, en un pergamino bien cuidado, con un sello que parece haber cogido prestado del mismo Sargento Donnovan. Al Sumo Ejecutor Kheres Soy Sir Anthony Bélenger, seguro que ha oído hablar de mí. Se me atribuyen títulos como la mejor espada de Trabalomas, Campeón de Al´falador, el matatrols, el caballero impoluto y algunos más que considero demasiado soez de nombrar en esta pulcra carta. Llevo varios meses sirviendo a la Guardia de la muerte, que bajo mi punto de vista, es un nombre bastante burdo y poco original y fui destinado por obligación con el Sargento Donnovan, como "castigo" por atacar un civil Renegado que me había insultado. Desde que hice justicia, fui a tierras de los elfos que ahora tienen los ojos verdes y odian a los que los tienen azules por una razón que desconozco y no me importa, tampoco es que me gusten en demasía los elfos. Visten de forma extravagante, tienen armaduras del mismo color y la mayoría se creen mejor de lo que son, pero seguro que es algo que ya sabe y no me venga con formalidades, ambos sabemos que son así todos y no hay diferencias, me dan igual que sean aliados. Lo peor de todo esto, es que tenemos que convivir con orcos, algo que no comprendo del todo muy bien. Quiero solicitar una audiencia con la Reina para planificar su exterminio de forma inmediata, antes de que su raza logre reproducirse de nuevo en un número considerable y asolen los reinos con sus guerras y gritos. Así, también solicito el rango de Sumo Ejecutor por derecho propio, algo que no me puede ser negado por ley. Bueno, como iba diciendo. Mi Sargento ha dicho que como Recluta, debo jurar bandera para pasar al rango raso de Guardia de la Muerte raso. Esto me parece insultante y una vergüenza. Me niego a jurar bandera de nuevo y servir como un soldado raso. Ya juré a la bandera de este Reino antes de que usted tuviera barba, si es que la conserva, y luché contra los orcos antes de que usted pudiera montar a caballo. Por esto, escribo esta misiva para que se den cuenta de esta desfachatez y me asciendan de inmediato a un rango acorde al mío, sin tener que jurar bandera alguna como si fuera un muchacho sin barba. También una mejor armadura, estoy harto de ir con una cota de malla simple y un capuchón...¿Qué clase de vestimentas son estas? Hasta las hachas de piedra atraviesan esta maldita cota. Mi vieja armadura era mucho mejor, esto es una vergüenza. Con mi armadura nueva, solicito también un caballo para poder transportar mi armamento con menor dificultad. Dicho esto, se acaban mis exigencias. Espero una respuesta rápida, de lo contrario lo tomaré como un insulto. Atentamente: Sir Anthony Bélenger.

@Stannis the Mannis En tu honor

1º puesto. Elegost Faler. Una imagen vale más que mil palabras. No votar este cuerpo forjado por los dioses es pecado. 2º puesto. Jared Miller. Nuestros personajes han compartido la cama y el amor durante demasiado tiempo. Esos músculos marcados por los duros entrenamientos de la Mano, pfff, dios santo. 3º puesto. Asmodeo. Ha mojado la espada más que cualquier soldado del servidor en la guerra, creo que merece un puesto de honor en este lugar.

Carteles colocados por la capital de Ventormenta, así como por la zonas de Villadorada, normalmente se pueden ver siendo clavados en las tabernas y capillas que otorguen permiso por jóvenes inexpertos que portan el tabardo del sol plateado. En aquellas zonas donde se crea que la mayoría no podría leer el cartel, un novicio se encarga de narrarlo al amanecer y al atardecer para aquellos que estén dispuestos. El cartel dice lo siguiente: Por la sagrada Luz y por el antiguo reino de Lordaeron. Fieles servidores de la Luz Sagrada, ciudadanos del imperio que vivís en el corazón del mismo, os escribo estas palabras. Seguramente las noticias de la caída de la cuna de los herejes y magos oscuros habrá llegado a los oídos de la mayoría. Scholomance yace en ruinas, así como Caer Darrow está en posesión de los fieles defensores Argentas y hermanos de la Mano de Plata. Esta victoria supuso un avance primordial en la guerra contra los restos del Azote, el cual sigue vigente. Aunque la gloria y la Luz iluminó nuestras espadas ese día, muchos cayeron y otros tanto no podrán seguir combatiendo en la guerra. Sé que Gilneas encoge vuestros corazones, que preocupa vuestras mentes y que muchos de vuestros jóvenes acuden al frente, sin embargo, la lucha por la Luz es pura y noble, bendiciendo a sus fieles en los momentos más desesperados. Mi pecho fue atravesado por una hoja oscura, más la Luz me mantuvo con vida y no quiso que cayera, dando la oportunidad de poder luchar en la vanguardia en la batalla de Caer Darrow. Por la presente, yo, el Templario Sir Thomas Benet, emisario Argenta y Protector de la Vigilia de la Luz, busco nuevos voluntarios que quieran servir bajo el amparo de la noble orden Argenta. Se os proporcionará entrenamiento acorde antes de servir, aprenderéis a leer y moveros por el glorioso y caído reino de Lordaeron, así como podréis ver la noble Capilla de la Esperanza de la Luz donde tantos héroes reposan. Podréis proteger la Tumba de San Uther, el mayor paladín de todos los tiempos junto a los loables Templarios y Paladínes de la Mano de Plata. Podréis ver las ruinas humeantes de Scholomance y los muros de Caer Darrow protegidos por los nobles defensores de la Luz, y en el futuro, vosotros seréis igual. Serviréis junto a los héroes de la Orden como el poderoso Sir Eligor Albar y la Hermandad de la Luz, el inquebrantable Korfax y su poderosa hacha, la poderosa Archimaga Angela Dosantos y sus conocimientos mágicos y por último y no menos importante, Lord Tirion Vadín, portador de la Crematoria, uno de los primeros paladínes originales de la Mano de Plata. Aquellos que deseen acudir y no sean menores de 15 años, pueden encontrarme en la Embajada Argenta, en el barrio de la catedral de la ciudad. Tened fe en la Luz y todos vuestros sueños serán posibles.

Como digo en el título, al principio del servidor se realizaban asambleas donde los jugadores podíamos opinar y realizar propuestas de forma más rápida y directa con los maestres y gm, sin embargo, esto se dejó de hacer por motivos que desconozco. La propuesta es sencilla, volver a realizar estas Asambleas aunque sean cada 6 meses, por ejemplo. Considero que la comunicación mejoraría, y así los player podríamos ofrecer sugerencias y viceversa.

Un cirujano en Gilneas

Con la Sagrada, siempre fieles. Desde la Embaja Argenta queremos presentar los respetos apropiados en este día oscuro, donde recordamos a la amable reina por lejos que se encontrara. Su destino nos trae siempre pesar a los corazones, más honrar su memoria hace que este nuevo imperio florezca con determinación. El Alba Argenta, siempre fiel al nuevo Imperio y al antiguo aliado que fue el Reino de Ventormenta honrará su memoria y en esta noche rezaremos a la sagrada por su alma pura. Sabed que cada pañuelo que podamos recaudar de aquellos rebeldes, usaremos ese dinero para poder pagar un hospicio digno a los veteranos y tullidos de la guerra, así como en el futuro, crear un hospital en honor a la amada reina que falleció hace más de una década. Presento respetos como Emisario Argenta, Sir Thomas Benet, así como el noble Embajador Lord Olaf Picotormenta que no ha podido redactar la misiva el mismo por asuntos diplomáticos. Que la Luz honre su alma, por siempre.

Los edictos. Estos edictos podrán ser ampliados ante el futuro consejo consensuado. Escritos y aceptados, deben ser respetados por encima de todo, incluido la supervivencia o interés individual. . 1º. Edicto: El Primero ocupará el mando militar de las fuerzas conjuntas de esta nueva alianza establecida en el día X del año 32. Sir Ezequiel Dart será su segundo y consejero, apoyando y guiando en todo lo que pueda necesitar este nuevo comandante. Así se ha escrito y así se ha de cumplir. Todas las tropas podrán recibir órdenes del Primero, y en su defecto, su segundo en el campo de batalla. 2º. Edicto: Los caballeros de la Corte de los Mendigos, sirvientes del Maestro Jasón y Dieter, tendrán el mismo trato de igualdad que los caballeros de la aldea del Buen Pastor. Pese a esto, deberán cumplir juramento y proteger al débil que se encuentre en sus fronteras, castigando también al indecente o aquellos traidores que busquen destruir este nuevo orden. 3º.Edicto: La aldea del buen pastor, antaño territorio de la corte, es regalado a Sir Ezequiel, que será su nuevo señor y protector. Las tierras que ahora le pertenezcan serán señaladas en el nuevo mapa redactado, así como las leyes de este lugar, serán las mismas que las que se establezcan en la gran Torre. 4º. Edicto: Se establecerán unas leyes para restablecer el orden en el bosque del ocaso. Todos aquellos que se adentren en las fronteras deberán cumplirlas o serán aniquilados. Sea así por el verdadero y único Maestro. Los caballeros y soldados de esta nueva alianza se encargarán de hacerlas cumplir. 5º. Edicto: Sir Ezequiel rendirá tributo a la Torre y Corte de los Mendigos, ya sea en comida o armas, así como la Torre se encargará de ayudar en todo lo posible a la aldea del Buen Pastor. Sea así hoy, y por siempre. 6º. Edicto: Libertad de culto. Muchos cultos han nacido tras la caída, y mientras estos no representen una amenaza, serán posibles dentro de las fronteras. El Culto a la Luz, queda prohibido, así como sus sacerdotes y paladínes pagarán con la vida por su servicio ciego y amenaza al orden de Ocaso. 7º. Edicto: La ampliación de fronteras será posible, mientras que estas no afecten a los aliados de esta Alianza. El reparto de tierras se parlamentará en el futuro Consejo que se establecerá. Quien vaya en contra de sus decisiones, será declarado traidor. Las firmas de Jasón Valentine y Sir Ezequiel se muestran al final de este pergamino. @Focus

Las milicias del rebaño son humanos desgraciados sin donde caer que han jurado defender el pueblo del buen Pastor con su vida. Claramente este juramento puede cogerse con pinzas, pues la lealtad dependerá de cada individuo. Formados como la primera línea de las fuerzas de Ezequiel, su número es mayor que el resto de tropas que se componen en la pequeña aldea. Armados con lanzas en su mayoría, aunque muchos rapiñan lo que pueden de los caídos y lugares salvables. Visten corazas de cuero, bordadas con el emblema del Pastor, aunque la mayoría suele portar alguna pieza metálica o cota de malla que haya podido rescatar, la primera línea de la aldea es infantería ligera. 7 Iniciativa 9+1d10Ataque 9+1d10Defensa 2/3 Absorción dependiendo el individuo 26 Puntos de Vida. Daño: Dependiendo del arma. (Lanza ligera, espada corta, arco) Esqueletos subyugado que antaño fueron soldados, mercenarios o quien sabe que, son representados como la segunda fuerza del la aldea. De menor número que las milicias, representan la calidad media del lugar. Sin personalidad, guiados por un Nigromante o sacerdote oscuro como prefiere llamarlo el Pastor, normalmente se encargan de la protección de la zona cercana a la Iglesia. Los Guardianes del Pastor, así son llamados, están equipados con espadas largas y algunos escudos rescatados, así como cotas de malla viejas y cascos protectores que cubren parte de sus rostros decrépitos. Fieles en la muerte, al menos mientras su Nigromante viva. 8 Iniciativa 10+1d10Ataque. 10+1d10Defensa. 3 Absorción. 28 Puntos de Vida Daño: Dependiendo de su arma. (Espada larga, lanza ligera y maza de mano) Los protectores del Pastor. No son más de 3, pero su presencia forma la élite del lugar. Fieles amigos en vida, fieles serán en muerte. Cada uno con su cota reforzada, armado uno con mandoble, otro con una lanza diestra y letal, y el último y segundo del Pastor, con maza y escudo, representan la esperanza de existir del pueblo del Pastor. Cada uno con sus emblemas personales, Sir Theron Smallwood, la lanza, Sir Raymund Mallery, la espada y por último y más importante, Sir Klarl Grend, el escudo. Siempre fieles y escoltas del Pastor, aunque cada uno tiene su función importante en el lugar. Como entrenar a las milicias, preparar defensas o idear ataques rápidos. 9 Iniciativa 12+1d10Ataque 12+1d10Defensa 4 Absorción 32 Puntos de Vida Daño: (Mandoble, Martillo de mano y lanza pesada)

Edad: 24 años (ID En busca y captura) Ficha: Salud 32/32 Maná 20/20 Ataque 14+1d10 (+10 daga) Defensa 12+1d10 Equipo: Placas (Absorción 5, estorbo 4) Iniciativa: 8+1d10 Daño espada largar, Daga. Raza: No Muerto Rango Pastor de la aldea el Buen Pastor. Defectos y virtudes: [Expansionista]: Ezequiel se expandirá con el tiempo, asimilando cultos menores si no hay control sobre el. Con el tiempo, esto podría significar un grave problema contra la Corte de los Mendigos si no hay correa sobre el cuello del vasallo y nuevo aliado. [Honor y ofensa]: Arma de doble filo. Pese a la lealtad que pueda mostrar Ezequiel, su honor sigue sin ser mancillado. Siguiendo los códigos de caballería, cualquier afrenta o verbal se la tomará como algo personal, afectando a las relaciones. [Sádico]: Muchos dirán que sus castigos son justos, incluso en el fondo de su mente retorcida sigue creyendo esto con firmeza, más en el fondo de su pútrido corazón, la realidad es otra. Incluso en su estado, sigue sintiendo ese pequeño placer humano en la tortura de los que cree impuros y herejes. [Inquebrantable]: Un juramento se ha firmado, y se cumplirá. Ezequiel será leal a la Corte mientras esta respete los edictos y las fronteras, sin exceder su poder sobre su pueblo. La lealtad se deberá pagar cada tiempo, pero mientras se haga, un aliado fiel para la torre oscura se mantendrá. [Damas y caballeros]: Aquellos desterrados, errantes hambrientos y alzados liberados lo seguirán, creyendo en días de gloria ya pasados para ellos. Cada cierto tiempo prolongado, algún caballero errante, ya sea vivo o muerto, se unirá a la causa del Pastor. [Líder noble]: Capaz de conquistar un corazón con las palabras, Ezequiel es un líder tenaz y fácil de seguir. Conquistando las debilidades de los vivos con promesas de una vida más segura en un bosque caótico, muchos acudirán ha rendir pleitesía al nuevo señor, como un rebaño.

Un aliado inesperado. En la Iglesia del Buen Pastor, un lugar alejado, aunque cercano a la Corte de los Mendigos, nació un pequeño Culto liderado por el que una vez fue el hijo menor de Lord Darlow Dart. La Casa Dart era una de las muchas que pertenecían al sur del Imperio, y tenían la reputación de buena estima para los ojos de los leales servidores del Imperio. Una Casa marcada por la guerra y el acero, siempre apoyando de forma militar cualquier acto que el Reino de Ventormenta hiciese o actualmente, el Imperio. Sin embargo, Ezequiel Dart, tercer hijo y sin opciones de heredar nada, decidió servir como escudero en una orden de caballería, a lo que más tarde le sería recompensado tras la guerra gnoll, el título de caballero. Esto no dejó satisfecho a nuestro protagonista, que armado de valor, reunió un grupo de valientes hermanos, junto con algunas milicias entrenadas y cabalgó contra la oscuridad de Ocaso en busca de su reconquista. En Ocaso, sólo consiguió la muerte a manos de un Nigromante de la zona, así como sus fuerzas se dispersaron y sus loables hermanos y caballeros cayeron con él. Alzado por su asesino, junto con los tres caballeros que lo siguieron a la tumba, se mantuvo leal al Nigromante todo el tiempo que el yugo permitió, más una enfermedad debilitó al Maestro, que perdiendo el control de sus propias huestes, fue asesinado sin piedad. Ezequiel, liberado y consciente de su condición, animó a los liberados a formar una nueva cruzada contra Ocaso, más esta vez, devolvería la paz al bosque de otra forma, ajena a lo que la Luz y el Imperio aceptarían. Caminando por las tierras, limpió Cultos menores, cábalas y otros seres sobrenaturales. Aunque su mesnada iba menguando, también aumentaban los acólitos y no-muertos, que amparados por su protección, lo siguieron sin rechistar. Aunque sus caballeros estaban formados, y ahora en la No-muerte, eran más diestros si cabe, las amenazas del bosque no eran una broma. Cada paso que daban, costaba la vida de alguno de sus siervos. Buscando refugio, la Iglesia del Buen Pastor se alzó ante ellos. Allí nació un nuevo Culto, una nueva facción en aquel bosque. Y así, la Corte de los Mendigos decidiría su destino, así como la propuesta de una nueva alianza que podría traer paz y orden a un bosque caótico.

Un camino sencillo. Primera parte. Caminos oscuros, males acechando donde antaño hubo vida, y un pequeño grupo liderado por un Nigromante, su mascota y unos pocos acólitos. Tal situación ya no era ni por asomo raro en los tiempos que corrían. El viejo Nigromante, antaño mendigo, recorrió estos con sus fieles acólitos. Un grupo variopinto, sí, pero un grupo que sabía lo que tenía que hacer cuando la situación se ponía en contra. En su travesía hacia la Iglesia del Buen Pastor, encontraron al Cultista Larry, marcado como un hereje ante los ojos de otros marcados con la misma palabra. Una muerte rápida, pero brutal , se había llevado al pequeño Culto liderado por Larry. Catrina hizo lo que pudo con su alma, tampoco es que contara demasiado, más la manada de huargos no ayudó en el interrogatorio, no. Aún así, liderados por el gran Maestro, que tan sabiamente eligió al Primero como guía, alcanzaron la Iglesia, donde acamparon en las montañas que rodeaban a esta en las cercanías. Aún quedaba por resolver el misterio...¿Quién era ese Culto? ¿Qué adoraban y quien los lideraba? Oh..Tal misterio se resolvería pronto. El joven Acólito Manuel cerró el libro, palmeando la tapa de cuero duro. La Acólita Sara lo observaba con gesto extraño, sin entender muy bien que estaba haciendo. Reunió el valor para preguntar, sabiendo que la respuesta que obtendría no sería de su agrado... - ¿Qué haces, Manuel? - Pues..Escribo las crónicas de la Corte, ¿no? Cuando el Maestro domine Ocaso querrá saber como ocurrió, será como un tratado oscuro sobre los caminos del Maestro. - Eso es una idiotez, Manuel, deberías hacer algo más útil. - Prf, que sabrás tú...¿algo más útil como que? - Aprender a cocinar y sustituir a María. El joven Acólito se quedo callado. Sara tenía razón, quizás aprender cocina sería mucho más útil.

Me tomo un tiempo de reflexión.