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Psique

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  1. Ya he facilitado los ficheros de las configuraciones de mis addons más arriba, en cada sección. Salvo el weakauras. Mis fichas no os sirven y total, son 3 pasos tontos.
  2. Hay muchos elementos en la interfaz básica del juego que en PyE no necesitamos, básicamente porque no utilizamos el sistema de combate implícito en el juego, si no los dados. Es por eso que tras muchas horas buscando addons compatibles y probando una configuración más o menos cómoda, me he puesto a hacer esta guía para quien quiera hacerle un lavado de cara al juego. La interfaz final (actualizada el 26/04/2018) La interfaz que veis a continuación es el resultado de sumar varios Addons. Todo cuanto veis en ella es editable y desplazable al gusto, además, varios elementos se pueden ocultar o descartar. Voy a explicaros paso por paso cómo obtener cada uno de los apartados, además de adjuntaros la configuración descargable para ahorraros tiempo y quebraderos de cabeza (ficha, roleando con..., chat onrol y offrol y Menú). Por petición popular he reformulado la guía de esta manera, y ante nada, muchas gracias a todos los que me habéis contactado para compartir vuestras impresiones y proponerme vuestras ideas <3. Ante cualquier duda o incidencia, no dudéis en contactarme via Discord, Mp o en este mismo post. Lista de Addons utilizados - Barthender - Bagnon - Chinchilla minimap - Minimap Button Frame - Prat - Weak auras - KgPanels (opcional) - Shadowed Uf - nibChatTabs Para instalar la configuración una vez hemos instalado el addon en la carpeta Interfaz->Addons: Descargamos el archivo de la configuración facilitado en el apartado del addon correspondiente en este post. Deberemos tener dos archivos, uno formato .lua y otro .lua.bak Metemos ambos archivos en la carpeta WTF->Account->[vuestro nombre de usuario]->SavedVariables. ¡Listo! Ejecutamos el juego. - Chinchilla minimap Al igual que el sexymap, es un addon que sirve para cambiar la apariencia del minimap, tal y como se ve en la imagen. Nos permite seleccionar el marco, con opciones muy variadas, opacidad, longitud y color entre otras cosas. Pero lo que realmente es interesante en este addon, es que cuenta con un botón que sirve para esconder/desplegar el minimapa, para esas veces donde no lo necesitamos. Es un addon muy fácil de configurar y se puede poner donde se quiera simplemente arrastrándolo con el ratón. Este addon es incompatible con otros addons de minimapa. Es una opción mucho más editable que el sexymap y la recomiendo por encima de este último. Link de descarga de Chinchilla minimap: https://drive.google.com/file/d/1HYonfD8YLp_cmYTOLweplxOJh1wxpGsZ/view?usp=sharing Descargar mi configuración: https://drive.google.com/drive/folders/1lvXJsDokvVd8QI6fIJNd8Oc2hCMmK1CF?usp=sharing - Bartender Con él podemos eliminar la barra gris inferior que blizzard ha incluido por defecto como fondo de las barras de acción. A no ser que tengais en uso muchos macros o habilidades, con una sola barra es más que suficiente para apañarse. Recomiendo situar en el 1, 2, 3 y 4 los siguientes botones: montura terrestre rápida, montura voladora, montura terrestre lenta, macro para acceder al addon KgPanels (de tenerlo). Con este addon además he desplazado el minimenú a la parte superior derecha de la pantalla para que no moleste, pues lo interesante es que el chat sea el elemento principal en la pantalla, así como la ficha. Además, os recomiendo deshabilitar los botones de las bolsas, como todos sabemos, para abrirlas basta con pulsar la tecla B o al atajo que hayáis configurado en el teclado. Comando para abrir el barthender: /bartender o clickando sobre su miniicono del minimapa, la jarra de cerveza con el botón izquierdo, botón derecho para simplemente desplazar las barras. Link de descarga Barthender: http://static.wowace.com/content/files/439/962/Bartender4-4.4.2-12-g94f3b58.zip Descargar mi configuración: https://drive.google.com/drive/folders/1BIHUbSToX4T6K185J0VfnILotHRlapX9?usp=sharing Después de aplicar la configuración, entramos al juego y seguimos estos pasos: Abrimos el Bartender haciendo click derecho en su icono del minimapa (o en la barra del Button Frame). Buscamos la pestaña "Perfiles" y desplegamos la pestaña de la derecha. Seleccionamos el perfil "Lilthidel-Pluma y Espada". Listo. - Minimap Button Frame Este pequeño addon sirve para incluir en una caja a parte los minibotones del minimapa. Podéis elegir cuales queréis que aparezcan, y estos, se pueden ocultar clickando en la pestaña donde pone MBF. También tiene un par de modificaciones estéticas, pero lo interesante es que están todos recogidos y no se solapan en el minimapa, además de poderlos ocultar cuando no los necesitemos. Comando para abrir la configuración: /mbf Link de descarga Button Frame: https://drive.google.com/file/d/1mbIIoTE6WoaM5oCL53w0byxJLbdvLURn/view?usp=sharing Descargar mi configuración: https://drive.google.com/drive/folders/1Lfh69HjPp82y7B7h2lNRDAdpAUYL4CD8?usp=sharing - Bagnon De este addon ya hablé en otro post, en resumidas cuentas nos permite editar la apariencia de las bolsas cuando las tenemos abiertas. Nos permite escocger la transparencia, dimenciones, número de columnas, etc. Comando para abrir la configuración: /Bagnon Link de descarga Bagnon: https://wow.curseforge.com/projects/bagnon/files/441052 Descargar mi configuración: https://drive.google.com/drive/folders/1R7RhP79lpL2Ap9uldR4DqNJg_YrtORzn?usp=sharing - Prat Un addon que añade una gran cantidad de ediciones en el chat, desde fuentes hasta alineación, orientación, desvanecimiento, etc. Personalmente lo tengo configurado para que el último mensaje aparezca arriba y no abajo, y que los mensajes se desplacen en orden descendente, para no tener que bajar la vista hasta casi el marco para leer lo último. Recordad que es muy útil separar el chat offrol del onrol, es decir, dejar en una ventana el Decir, Emoción y Gritar, y en otra, Grupo, Líder de Grupo, Susurro, Líder de Banda, Banda, Hermandad, Oficial de hermandad y sistema. Si os manejáis con los comandos de gobs temporales, os recomiendo separar los mensajes de sistema en otra pestaña adicional que podeis apilar junto a las otras cuando no la tengáis en uso, pero recordad que el comando /dados se engloba con los mensajes de sistema, por lo que os recomendaría incluirlo con la pestaña Onrol. Mis ventanas de chat son transparentes, pero podéis cambiar esto al gusto con la configuración básica del juego: botón derecho sobre la pestaña del chat->fondo. Si queréis situar la caja de edición en otro lugar, pulsar enter y cuando sea visible, arrastradla donde queráis. Una vez hecho esto, escribid /prat para abrir el panel de configuración y en Mostrar Ajustes->Caja de edición->attach to...->Free floating. Loked. De esa manera se quedará bloqueada en la posición en la que la halláis dejado. Para volverlo a mover, la opción es Free floating. Sobre los botones de desplazamiento, yo los he deshabilitado. Si queréis volverlos a habilitar, /prat->Mostrar ajustes->Botones->Y marcáis los botones que os interese ver. Link de descarga Prat: http://old.addony.pl/chat-2/finish/36-335-chat/1326-prat/0 Descargar mi configuración: https://drive.google.com/drive/folders/1b8asPRb-SCUutNmwJGmD8vZvVF83kjOI?usp=sharing - nibChatTabs En relación al Prat, este lo único que hace es customizar las típicas pestañas de chat. Instalándolo sin tocar ninguna opción, las ventanas de chat sólo serán visibles cuando pasemos el cursor encima del recuadro del chat, además de ser más atractivas estéticamente. Para que no estén ahí en medio básicamente. No lo he tanteado mucho, pero lo que sí se es que puedes editar la fuente, el tamaño entre otros. Para ver la configuración: Escape->Interfaz->Accesorios->nibChatTabs Link de descarga nibChatTabs: https://drive.google.com/file/d/1k7w3KfcpMebm7SOyvIihZ4Z4P4TAXMf2/view?usp=sharing - Shadowed UF Sencillo donde los haya, un unit frames de toda la vida, cuya función es recoger, customizar y desplazar los recuadros de jugador, party, focus, pet, etc. Este addon es recomendable si queréis dejar libre la parte izquierda de la pantalla para poner ahí la ficha, lo cual explicaré más abajo con el WeakAuras. Tiene MUCHÍSIMAS opciones para configurarlo. Os invito a que lo trasteeis, pero para quien no se quiera calentar la cabeza, os adjunto mi configuración. Link de descarga Shadowed UF: https://drive.google.com/file/d/1VpHE2kpocIukP5d7w716XPdEFF-T2izb/view?usp=sharing Descargar mi configuración: https://drive.google.com/drive/folders/1aSCTqnECrxbYLq5WLzgN-_FCrYp6OivG?usp=sharing - KgPanels Este es un addon meramente estético. Crea paneles que se pueden personalizar añadiéndoles color, textura (como de pergamino), un borde e incluso en degradado. Sus aplicaciones dependen de vuestra creatividad, yo con ellos he hecho dos marcos en degradado a izquierda y derecha, además de las barras de vida y maná de la parte superior. Las opciones son bastante sencillas. Para abrir el addon, os recomiendo crear una macro por comodidad: /KgPanels config Vamos a la pestaña "Activar Paneles" y clickamos en el +. Se nos abrirán más pestañas de configuración. Para crear un panel nuevo, clickad sobre "Activar Paneles", insertad el nombre que querais para el panel y le dais a "Crear". El panel creado aparecerá más abajo. Link de descarga KgPanels: https://drive.google.com/file/d/1ZZOYmauzmAxKlSNOTfba17gLLjpC8LGy/view?usp=sharing Descargar mi configuración: https://drive.google.com/drive/folders/1Zk4sSaoV23TgFsYgnb6rv_rxPYZZZz4w?usp=sharing - WeakAuras Este addon brilla tanto por lo útil que es como por las millones de cosas que puedes hacer. La buena noticia es que solo lo utilizaremos de manera básica para crear textos o para incluir algún iconito por ahí (la runa inferior derecha que se aprecia en la primera imagen del post es de este addon, así como los dos iconos de vida y maná que he elegido). La configuración se abre con el comando /wa Nota: es posible que al logear, estos elementos hayan desaparecido. Para que reaparezcan targetear a cualquier npc/jugador, o abrir la interfaz del weakauras con /wa. Link de descarga WeakAuras: http://tinyurl.com/wa2f335rar Cómo crear textos/fichas Cómo añadir iconos/imágenes predefinidas.
  3. No existe ni la profesión de encantamiento, y la magia en Re está claramente nerfeada, esta propuesta va en contra absolutamente con ese criterio.
  4. Psique

    Raina Hein

    El tiempo pasa factura a todo lo que nos rodea, lo transforma o lo destruye. Pero incluso cuando pretendemos alejarnos de aquello que nos hace enfermar, de aquello aislado en recónditos recovecos en nuestra memoria, el pasado nunca nos suelta. Me encuentro frente a la puerta, el frío del pomo me petrifica, y después, la oscuridad de la habitación, ese templo de soledad y lamento silencioso, me golpea con su indiferencia. No es mio ese santuario, y al mismo tiempo, es parte de mi. Parte de mi sangre, de mi herencia paterna. Me da la bienvenida, cede y se resigna, me deja entrar. Mis pasos hacen que la madera se queje y gruña. Veamos qué hace aullar a los perros por la noche, y enderezar las orejas a los gatos después de las doce, me digo intentando vestirme de la frialdad propia de un espectador ajeno a la obra y drama de los personajes. Me aproximo al caballete dispuesto en mitad de la habitación, lo único que parece haberse encontrado en el centro del huracán que terminó alborotando el resto del inmueble ante uno de sus arrebatos de furia desbocada que, con el tiempo, se habían vuelto crónicos. Descubro el lienzo de la tela que lo cubre, y ésta cae inerte sobre el suelo ante mi espanto. ¿Mamá?, me pregunto con miedo al advertir los caóticos trazos, colmados en exceso de pintura al óleo que armaban una atroz e irreal representación de una figura femenina, la única que dejó entrar en su vida voluntariamente para hacer de ella la diana de una ira abstracta y masculina. El amor de un hombre duele, decía ella, pero es voluntad divina la de que seamos sometidos a incontables dificultades a lo largo de nuestras vidas, que la esposa sepa acoger la dicha que le brinda el marido y aprenda a soportar sus desaires. Nos pone a prueba, nos concede nuestros anhelos a cambio de hacernos infinitamente desdichados para que el día en que dejemos este mundo, nuestra virtud pueda ser defendida ante el juicio divino. No llores, hija mía… Aunque mi cuerpo sangre y mis huesos se quejen, tu mera visión me aplaca, mi pequeño ángel, mi gran anhelo. Mi madre era una feligresa redomada y complaciente cuya vida giró en torno a su deseo imperioso de convertirse en una esposa y madre modélica. Una mujer clásica y tradicional, heraldo de la mismísima compasión. Mi padre por el contrario, consagró su vida a las ciencias empíricas en concreto a las referentes a la salud y la enfermedad, con el tiempo, se convirtió en un reputado médico gilneano gracias a un par de patentes de su propia cosecha. Sin embargo, su cinismo y osadía le generaron tantos enemigos que se vio obligado a abandonar el territorio junto con nosotras, cuando yo apenas era un bebé. Sus torpes y erráticos pasos le llevaron hasta Bosque del Ocaso, y allí, no tuvo otra opción que la de aceptar uno de los pocos trabajos ofertados a los forasteros -aunque en un lugar como este, puedan pasar una veintena de años y sus inquietantes residentes te seguirán viendo como un extraño-. Y así, empezó a ejercer el escasamente glorioso cargo de enterrador local. Mi madre siempre sospechó que tener que rendir culto a la muerte en lugar de a la vida como hacía en su antigua ocupación terminó desgajando la cordura de su elevada mente conforme pasaron los años. ¿Y a quién no? El trato con los muertos hace de la persona un ser inestable y tenebroso. Convivir con él se había vuelto un tormento. Durante las noches miraba el techo tumbada en la cama escuchando los gritos de mi padre hacia la oveja servil de mi madre, hasta que al final, se convirtieron en mi canción de cuna habitual. Aún podía escuchar en aquella casa el aullido de ese tempestivo perro desgraciado aunque hubieran pasado horas desde su funeral. Me llevó días macerar todo ese torrente de sensaciones, sentimientos y recuerdos. Registré la casa por entero, revolví cada cajón y levanté cada tablón suelto mientras imaginaba las atrocidades que había podido ejercer en ese apartado a espaldas de todo el mundo. Y encontré lo que buscaba. Acaricio las desgastadas cubiertas de una libreta sin título. Con pulso firme, la abro de par en par y comienzo a leer. Notas médicas. ¿De quién? La fecha insinúa que fueron tomadas hace poco más de un año, cuando... No puede ser. Mujer… Fiebre elevada… Escalofríos… Erupciones cutáneas… Viruela. Carolina Hein. Mamá. Y nunca lo sospeché… Después de tantos años donde había aprendido de él mediante intervenciones de práctica sobre cuerpos inertes… No se me ocurrió pensar que se atreviera a tratarla sin medios, sin instrumental apropiado… que quisiera arriesgarse a sobrepasar el umbral de cuarentena por la elevada capacidad infecciosa de la viruela. Incurable y atroz. Y ella… Guardó silencio. Como siempre. Las páginas están plagadas de pruebas y ensayos. La sometió a tanto tormento… A tanto dolor… Se me caen las lágrimas, sudor frío de impotencia. Y un miedo atroz me consume. La ira es lo que resta tras unos momentos. Antes de darme cuenta, me encuentro frente a ese dichoso cuadro. ¿Es esta tu mofa, perro? ¿La culminación de tu mal interior una vez te diste cuenta de que no podías retener a tu diana personal más tiempo contigo? Arrojo el cuaderno al suelo. Me planteo destruir el cuadro. Su recuerdo no se merece permanecer enturbiado por la visión de un loco. Nunca lo mereció… Nada de todo lo que tuvo que soportar y que de tan buen grado supo perdonarte. Ahí, sin ojos, sin expresión, con el cuerpo retorcido… Como un pedazo de carne muerto y pálido. Un cadáver. Tomo el lienzo entre ambas manos y miro hacia la chimenea encendida. Pero me detengo a un par de pasos. Nunca la amaste verdaderamente. Tus actos lo demuestran. ¿Cómo era posible que la locura y no la lucidez te arrojasen a amarla con tanta desesperación? ¿Por qué cuando ya yacía inerte? No se merece esto. Ella, no lo merece. No merece ser por última vez la víctima de tus barbaridades. Dejo el cuadro donde estaba y me hago con una de las botellas de licor que se encuentran en el cuarto. Me hace falta. Miro ausente el cuadro, sentada en la silla enfrentada a éste… Y me puse a continuar lo que él hizo. No. A rehacer lo que él había roto tan compulsivamente. Una. Y otra. Y otra vez. Fue en una de esas largas noches de arte nocturno que un aporreo en la puerta me hizo soltar los pinceles y la paleta del sobresalto. Una noche lluviosa que auguraba una mañana neblinosa. No hay más médicos en el pueblo salvo yo, y aunque ahora mi oficio también requiera de atender a los muertos por herencia mientras encontraba a alguien lo suficientemente demente como para aceptar el puesto de enterrador, son los vivos quienes suelen despertarme a altas horas de la noche. Por mucho que puedan decir que acudir a un médico que también hace las de enterrador sea igual a poner el brazo frente a un lobo hambriento, no había otra alternativa. Cubro el lienzo con la tela y me encamino a la puerta. Tras ella, un hombre carga con otro al borde del desangramiento. Les invito a pasar amablemente y este, tiende a su compañero sobre la camilla. Están empapados y apestan a lodazal. -Me alegra que hayas venido.-Le interrumpo entonces, cortando en seco el relato sobre fantasmas y espectros de la noche que deambulan por Ocaso, ya cansada de escucharlos. Está sentado en la ventana, muy pálido. Junto a uno de sus brazos arden dos velas casi derretidas que proyectan una enfermiza luz ambarina sobre su nariz larga y su breve mentón. Nathan, el amigo del herido Eloy, es un hombre entrado en años, de mirada cansada y muy malas pulgas. Uno de esos tantos perros sarnosos que moran este pueblucho de mierda. Un perro sarnoso muy duro de matar, todo un reto incluso para los lupinos bípedos del norte. Un cazador, un mercenario o lo que hiciera falta que fuera para sobrevivir en una región donde sólo los fuertes sobreviven. -Quieres decir que te alegra tener trabajo del que lucrarte esta noche.- Es cierto, los cazadores suelen costearme aproximadamente la mitad del mes a cambio de curarles sus rasguños, típicos de las cacerías. Se aproxima a la camilla donde descansa Eloy alejándose del pollete de la ventana sobre el que reposaba de un leve impulso. Va armado, y un hombre armado significa que se cree más de lo que es.-Aun que preferiría que fuera de otro tipo.-Estoy acostumbrada a ese tipo de comentarios. Una mujer adulta, soltera, viviendo sola, nada más lejos de la realidad. Punteo con los dedos cual aguijón la herida abierta que le surcaba el hombro a Eloy que dolía como mil demonios. El hombre dio un respingo y se le arrugó la expresión de un rugido, pero contuvo las ganas de mentar a todos mis difuntos. Me limité a mirar a Nathan una vez me aseguré de que había captado la indirecta “no le toques las cosquillas a un médico.” Lavo mis manos y preparo los útiles necesarios para atender ese desgarro. Parece la mordida de un lobo. Tras administrarle una dosis de anestésico, comienzo a limpiar y coser la herida. Me extrañaba que Nathan guardase silencio durante mucho tiempo. - Me sorprende que un médico sea devoto,-dice mirando los libros sacros entre los infinitos volúmenes de medicina avanzada en la estantería- uno competente me refiero, ¿o a caso es de tu padre? ¿Qué es del viejo sepulturero? Concluyo la sutura valiéndome de un par de giros de muñeca de mi diestra. Lo he hecho tantas veces… El tirón final es de propina. -Teniendo en cuenta que el anterior médico del pueblo creía a ciencia cierta que la pus en una herida es beneficiosa, competente podría serlo cualquiera.-Llevo la vista a las profundas cicatrices que liman el rostro y cuello del hombre, tan mal cosidas y tratadas por el susodicho que me hace hasta gracia. Maldito incompetente. Me incorporo y comenzo a buscar en las estanterías llenas de compuestos alquímicos, docenas de frascos etiquetados de distintos tamaños y colores.-Y mi padre murió hace unos días. Lo poco que la locura no se había llevado de él terminó arrebatándoselo un brote de viruela. No te vi en el funeral. A pocos os vi allí.-Lo interrumpo antes de que me brinde alguna excusa barata.-Era un lobo, ¿verdad Nathan? -Lo era, uno muy grande, de pelo negro. -¿Estaba escondido en alguna cueva? -Eh… Sí, ¿es importante? Como me temía, no encuentro lo que ese pobre diablo necesita, así que tomo el libro sacro y se lo tiendo a Eloy, que me mira con cierto desconcierto. -Mi madre decía que los médicos tenemos el don de darle una segunda oportunidad al enfermo y al herido para que puedan redimirse e intentar hacer llegar la virtud a su vida antes de que irremediablemente deban rendir cuentas ante la Luz por pecadores. -Eloy coge el libro, sintiendo en sus venas el miedo al juicio divino, como sienten todos los malnacidos como él.- Reza, Eloy. Dale motivos para evitarte una muerte lenta y agónica por desangramiento mañana, o de rabia dentro de una semana. Demuestrale que hay dicha en tu alma para que esta no se pierda en el olvido. No puedo tratarte. -¿Rabia? No me jodas. Miro al idiota de Nathan y aproximo un candil prendido a Eloy. Sus pupilas se contraen dolorosamente por la insidiosa jaqueca. Está babeando, tiene fiebre y leves combulsiones en las extremidades. No nota el brazo zurdo. Sensibilidad anómala en la zona mordida. Es rabia. Me incorporo y me encamino hacia la puerta que da al salón. -Puedes dejarle aquí esta noche, pero procura poder pagarme la atención que va a requerir. También puedo ahorrarle sufrimiento. -No es un sucio perro al que sacrificar, matasanos. -Ni yo hago milagros, Nathan. Ten más cuidado ahí fuera, las noticias que llegan estos días parecen sacadas de cuentos de viejas. Da gracias porque vaya a morir por un perro y no por un muerto que camina. Nathan me paga mi parte y se lleva a su amigo con él. Lo veré en cuestión de días pasando por la puerta con los pies por delante. No tardo más de un par de meses en sentir la imperiosa necesidad de huir de mi pasado. He encontrado un hombre dispuesto a ser el guardián de los difuntos, así que ya nada me ata a este lugar. Por dicha divina, mi diligencia sufrió desperfectos en el camino y no llegué a Villa Oscura antes de que las cosas empezasen a enturbiarse. Las sombras se arremolinan en el bosque, los cánticos paganos devoran el silencio en la noche. Los muertos se alzan y reclaman el hogar de los vivos. Ofrezco mis conocimientos médicos a los refugiados y a los heridos. Sus rostros de terror hacen de los cuentos de viejas una noticia local. El nigromante ha abierto sus fauces y arrancado la frágil tranquilidad que tenían los antiguos residentes de los pueblos cercanos. Este bosque se ha convertido en el hogar de los parias, los desterrados y los malditos. A veces, durante las ruidosas noches dudo entre si esta cadena de desdichas no es fruto del mal, si no un castigo divino infligido hacia los impenitentes moradores de Ocaso. Ya ni la tumba es un descanso para nadie.
  5. Esto es una bobada realmente, pero creo que deberiamos eliminar los apartados Horda/Alianza de la sección de Fichas e Historias, induce a confusión, en el sentido de que parece que en el servidor el concepto Horda y Alianza es clónico al oficial, cuando respecto a ello el servidor sigue su propio canon (alianzas de rutas comerciales o libre paso, pero no de alianza estrecha y estricta como en el oficial). Fichas/Historias->subforos de razas simple y llanamente.
  6. ¡Noooo, Nuva-chan! No he tenido oportunidad de rolear contigo todavía T_T pero muchas gracias por los ratitos sueltos en los que hemos coincidido. Eres una personita maravillosa y espero que todo vaya guay. Un besito picudo muy grande, y espero que vuelvas a dejarte caer por aqui <3
  7. Se me acaba de ocurrir algo más. La sección del archivium es super útil así como el nuevo canal para preguntas sobre lore/sistema, pero creo que ha llegado el momento de ir recopilando esa información de manera ordenada y estructurada para añadirla a los post de ambientación. ¿Qué tal delegarle a miembros de la comunidad ese trabajo? Así simplemente, tendríais que revisarla una vez redactada y añadirla.
  8. ¡Bienvenido! *Copia y pega lo dicho anteriormente sobre las dudas.* Espero que te agrade el ambiente y te quedes mucho tiempo con nosotros. ¡Un saludete!
  9. Que la Luz os ilumine. Mi nombre es Raina Hein, una humilde refugiada natal de Bosque del Ocaso, quien se dirige a quien competa para solicitar permiso estatal para seguir ejerciendo como médico en el territorio de Ventormenta y alrededores. A pesar de que por suerte o por desgracia, mis competencias han sido relegadas al ámbito forense por el negocio familiar, poseo conocimientos de las bases de la medicina moderna, y capacidad para demostrar mis habilidades y conocimientos en una prueba presencial, tanto en la práctica médica como en el campo de la alquimia. A pesar de los desagradables acontecimientos que han asolado mi región, me encuentro fervientemente interesada en seguir ejerciendo en este campo, tan necesario como el respirar. Estoy abierta a concertar una cita en la fecha que se considere oportuna para tratar mi caso en particular de manera más extensa si es necesario. Sin más que añadir prematuramente, me despido a espera de una respuesta. Atentamente, Raina Hein. @El errante @Malcador //Escribir cartas sigue sin ser mi fuerte, espero que esto sirva. ¡Un saludo!
  10. Atributos 6 Físico 6 Destreza 8 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 24 Mana 7 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Arco corto) 7 Defensa HABILIDADES - Físico 1 Atletismo - Destreza 2 Arco corto 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo - Inteligencia 1 Callejeo 1 Fauna 1 Leyes 1 Supervivencia/Cazar 1 Tradición/Historia 2 Carpintería 1 Cetrería 1 Transmutación básica [Trans] 1 Conjuración básica [Conj] 2 Evocación básica [Trans] 2 Alteración arcana [Trans] 2 Alterar masa [Trans] - Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores 1 Zanfoña Nombre: Agur Sexo: Macho Clase: Ave Orden: Falconiformes Género: Falco Especie: Falco sparverius (Cernícalo americano) Atributos 5 Físico 6 Destreza 5 Inteligencia 5 Percepción Valores de combate 20 Puntos de vida 15 Mana 7 Iniciativa 5 Defensa Físico 2 Vuelo Destreza 1 Sigilo 1 Garras Inteligencia 1Supervivencia/Cazar Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Rastrear 1 Reflejos
  11. Psique

    Helverion Isolrien

    Los Isolrien eran una conocida familia en el Alto Reino cuya dedicación por la artesanía les granjeó un reputado puesto en la sociedad como diestros carpinteros. Adoquines, tallas, estatuas, muebles... Por sus manos pasaban los encargos más codiciosos de magisters y políticos por igual, hasta que con el tiempo, los competidores empezaron a ser un problema. Thuold, el para entonces heredero de la estirpe, de carácter adusto y difícil de tratar, se dejó embaucar por la ambición de llevar su negocio fuera de la frontera, donde los autómatas no hacían la mayor parte del trabajo artesanal y donde la destreza de un elfo sería inigualable para otras razas inferiores. Fue así como junto con su familia, abandonó Quel'Thalas cuando su hijo a penas tenia cinco primaveras. Ventormenta acogió con escepticismo a Thuold, y con el tiempo, se ganó un lugar en el gremio. La invasión de los orcos a Ventormenta no dejó a nadie indiferente, y toda la prosperidad que pudo reunir en aquel momento se vio truncada por aquella horda de seres barbáricos. Junto con otros refugiados, huyeron del reino del león para ampararse en su tierra natal, aun que fuera durante un breve periodo de tiempo. El conocido aire que allí se respiraba era como recordar a qué sabía la esperanza, era ese lugar donde uno se guarece de la tormenta, un sitio que siempre estará allí esperandote a perpetuidad, imperturbable. Sin embargo el arrojo de Thuold no se hizo esperar, y pronto partieron hacia un nuevo destino: Kul Tiras, un añejo territorio de cuando los tiempos de Arathor con una asentada y refinada tradición naval que podría brindarle un nuevo enfoque a su negocio. Las noticias de la Invasión llegaron tardías a ese confín, pillándolos por sorpresa. A pesar del reclamo de su soberano, mucho era a lo que debían renunciar. Al final, la seguridad de una vida ya establecida fue más fuerte que la necesidad de acudir a su deber patriótico, por lo que permanecieron en Kul Tiras como también optarían por hacerlo otros. Sin embargo, la lejanía no les aislaría de las consecuencias de las acciones y medidas implantadas por el Príncipe Kael’Thas Caminante del Sol. A pesar de que los quel’dorei permanecieron fieles a los reinos humanos, las acciones del resto del pueblo renombrado como Sin’dorei, crearon un recelo en las razas aliadas, que endureció todavía más el racismo que estos ya soportaban. Como ciudadanos de segunda, hermanos de los crímenes del pueblo que abandonaron, las dificultades económicas terminaron llegando con el tiempo. Hace relativamente poco tiempo, la familia volvió a Ventormenta en un último coletazo de esperanza, intentando arañar con las uñas los recuerdos de prosperidad que habían conseguido en el reino sureño del león hace unas cuantas décadas. La mañana estaba despejada, con ese típico cielo azul ventormenteño, un día de verano como cualquier otro. El sol se filtraba a través de las ventanas, iluminando el apagado color azul del vidrio que las cubre. Era como echar un vistazo a un lago donde te habías sumergido. La silueta de los transeúntes de la concurrida calle estaba tan difuminada que casi parecían pequeños peces que buscaban sustento en el fondo. Un golpe seco le sacó de su ensimismamiento, deteniendo el incesante tamborileo de su lápiz contra la mesa, que finalmente había crispado la paciencia del profesor de la academia. Le dedicó una mirada iracunda y un par de gritos de advertencia. Helverion tan solo pegó con vagancia la espalda contra el respaldo, dejándose caer levemente por él para volver la vista a sus apuntes, solo por tenerlo contento. Sin réplicas, sin provocaciones, cansado ya de ese constante tira y afloja con el susodicho. Dejó que el resto de horas pasasen solas, el tiempo es irrisorio cuando estás demasiado metido en tus pensamientos. Cuando perteneces a una raza tan longeva, incluso sin quererlo, tiendes a tomarte las cosas con más calma, como si el tiempo fuera un cuento, más aún cuando apenas has llegado a la primavera de tu vida. Cuando las clases concluyeron, recogió sus apuntes y útiles de clase y se dispuso a salir del aula, encontrándose al profesor esperando a hablar con él. Helverion suspiró con cansancio resignado y le sostuvo la mirada mientras este hablaba, sin prestarle una real atención. - [...] Tienes que esforzarte, y no te lo digo por cumplir, lo digo enserio. Tienes un gran potencial y ni si quiera has consultado tu último exámen. - Déjame adivinar… -Dijo con voz ronca, la que queda tras no haber abierto la boca en horas y por los irremediables cambios hormonales. La voz de un mezzo con constipado, que deja de ser algo melódico para volverse desafinado como un chello en mal estado.-Un cinco sobre diez. - Olvida el cinco. - Ya.-Deslizó la mirada desinteresado hacia la ventana vidriosa, buscando los peces. - Escucha, Helvion… He visto a otros chicos como tú en todos estos años, y te digo que todos acaban de la misma forma: conformándose con lo poco que consiguen rascando con las uñas en lugar de abrir la mano y coger lo que merecen. No seas como estos chavales, no te hagas eso a ti mismo. Los exámenes de acceso a la Academia están cerca y te aseguro que esto -dijo cogiendo el exámen y lanzándolo con desdén sobre la mesa- no son más que juegos de niños. - ¿Y si son juegos de niños, por qué debería de tratarlos como si no lo fueran? Imperó un tenso silencio durante unos segundos, cuando el profesor, como siempre, elegía una metáfora o paralelismo que él con fluido y poco meditado desdén le daba la vuelta. Siempre conseguía sacarle la puntilla, siempre. Fuera un discurso calibrado durante horas o una simple frase coloquial. Y eso, terminó, como siempre, crispándole. - Vete a casa, Helverion. -Dijo dando el asunto por perdido.-Dale saludos a tu familia. Nada más dijo esas tres primeras palabras, Helverion ya había comenzado a marcharse. Ya había atardecido y el cielo había dejado atrás el despampanante azul para vestir el anaranjado. Los pájaros surcaban el cielo en bandadas hacia sus nidos, para guarecerse antes de que cayera la noche. El sonido de sus botas marcaba un ritmo de cuatro por cuatro, la base más básica, propia de las melodías conocidas. Mientras caminaba, el repiqueteo de sus dedos contra el asa de su bolsa ceñida a un hombro armaba la ilusión de estar tocando las teclas de su zanfoña, cuyo sonido casi parecía venirle de las orejas y no de la memoria. Unos rápidos pasos le alcanzaron prontamente, arrítmicos con la llamada de una voz azucarada, una soprano inquieta. - ¡Helverion! ¡Helverion, espera!-Helverion volteó quedando de canto y no precisamente inmediatamente. Alice Brown se detuvo apoyando las manos sobre las rodillas, cogiendo aliento. Su sonrisa algo rígida por el esfuerzo hacía despuntar todavía más su nariz respingona, la corona de un rostro alargado y cubierto de manchas por el sol.- Tienes las piernas más largas que yo, ¡casi te me escapas! ¿Volvemos juntos a casa? - Sí, claro. -Dijo vagamente volviendo a retomar el camino. Durante el trayecto, su compañera de clase no paraba de contarle cotilleos de otros, rumores que le importaban tirando a nada y algunas impresiones vagas y desordenadas sobre el último exámen.-[...]¿Cómo lo haces tú? Esa parte del temario se me escapa… ¿Me ayudarías? Solo un par de clases, por favoooor.-El elfo se quedó mirándola mientras esta casi se colgaba de su brazo cuya mano mantenía ceñida la mochila al hombro. Relajó el brazo provocando que casi se cayera por apoyar demasiado peso sobre él, acabando con el brazo estirado y la mochila sobre el empedrado de la calle. La chica le miró con ojitos de cordero, suplicante, obviando la broma. - Abres el libro y lees. No es difícil, no me hizo falta estudiar. - ¿Enserio no estudiaste nada? ¡Si era muy difícil! - No.-Le insistió. - Venga, por favor. Solo dos clases, ¡no!, una. Sí, con una me conformo. - No se me da bien enseñar. Déjalo estar, Alice, no seas pesada. La joven hizo un mohín desilusionada y continuó el resto del trayecto en silencio. Siempre le buscaba, con la misma excusa o parecida. Era la típica que se rompe los cuernos estudiando, la típica alumna pedante y pelota cuya vida gira entorno a un número sobre un papel. Pero siempre, sacaba menos nota que él, y esa insistencia no era admiración, era envidia malsana disimulada por interés. La academia no estaba lejos de su casa, tal vez a unas cuatro o cinco manzanas tras atravesar el parque y cruzar el puente, cerca del puerto. La tienda de carpintería de su familia, si destacaba por algo, era por el contraste que mostraba entre el interior y el exterior. Por fuera, de ladrillo blanco y tejas azules, como todas las casas de la zona, por dentro, una vez pasada la parte delantera de la tienda, se vestía de detalladas molduras de madera, telas tejidas de corte refinado y sendos muebles de corte thalassiano. Era un pequeño refugio, un apartadillo, para aquellos que ni se mojan ni bordean el río. El empeño de su madre por cubrir el hogar de recuerdos fue acogido por Helverion como una muestra de hipocresía, como quien acude a la iglesia los domingos por aparentar pero nunca reza en casa, solo que en este caso era a la inversa. Ella había cambiado, se había adaptado, si de verdad echaba todo eso de menos ¿por qué no volvió? Zyen apareció por la puerta de la cocina dándole la bienvenida. Vestida como las amas de casa típicas, un delantal, un faldón desgastado y una camisa holgada muy sufrida, para que las tareas domésticas no terminasen armando una tragedia con una prenda más refinada y elegante. Los elfos nunca fueron machistas, pero hasta ella parecía haber olvidado eso, haber olvidado que una vez, fue una reconocida maga. Hija única de una familia añeja del Alto Reino, en la cual se puso la expectativa irrefutable de verla convertida en una ilustre maga. Jamás dijo que le disgustara serlo, incluso enseñó a su hijo a evocar algunos hechizos básicos, pero el hecho de que con los años terminara abandonándolo sólo lo confirmaba. Lejos de la influencia familiar, no tenía expectativas que cumplir salvo las que su familia más cercana esperara de ella. Siempre tan complaciente… Tan sumisa, con una perpetua sonrisa cándida en su rostro. Cenaron a solas, su padre como siempre, volvería más tarde del puerto tras cerrar unos asuntos. Con el tiempo dejó de darle importancia, de todos modos, no tenía nada de qué hablar con él. Cerró la puerta de su habitación y se encaminó al escritorio. El dormitorio parecía más un pequeño taller desordenado que un lugar donde descansar, pero era a su gusto, su refugio. Había recortes de madera, tallas inacabadas, alguna maqueta a mitad de construir y el suelo cubierto de limaduras y virutas dispersas. Pasaba largas horas allí dando rienda suelta a su creatividad que, a pesar de ser artísticamente considerable, no cumplían una función específica más allá de entretenerle. Ni si quiera cuidaba sus obras más destacables, como si una vez acabadas perdieran todo su valor. Lo hacía para entretenerse y luego, se aburría de ellas, así que las dejaba en montones o en las estanterías sin orden ni limpieza. Agur descansaba plácidamente en su posadero, con la pata derecha escondida entre el plumaje inflado, despertándose al ver que su dueño había llegado. Un cernícalo ventormenteño, de plumaje pardo y blanco amarillento, despeluchado y medio desplumado, lejos de lucir los colores vivos de su adultez puesto que no era más que un pollo que encontró en un nido en el bosque cuando apenas tenía un puñado de días de vida. Nada más decidió quedárselo, se buscó la vida para convencer a un cetrero de que le enseñase a criar uno. Éste le dedicó una mirada desdeñosa al tratarse de un falco menor, un primo inferior a la grandeza de los halcones que él criaba y adiestraba para los nobles que gustaban de practicar la caza de liebre. Sin embargo aceptó enseñarle a cambio de confeccionarle un par de posaderos nuevos, cuyo acabado y detalle lo dejó boquiabierto. A pesar de la insistencia de brindarle más pedidos, incluso de facilitarle algún contacto, Helverion no mostró interés, pues el hecho de tener que trabajar por encargo y ceñirse a un plazo de entrega era algo que le provocaba pereza. Además, él era un estudiante, no tenía intención alguna de terminar herendando el negocio familiar, si bien tampoco había decidido a qué quería dedicarse en el futuro. Estudiar magia era una espectativa silenciosa que su madre reservaba para él. Es común que entre las familias de altos elfos, al menos un integrante recorra la senda de la sabiduría arcana. Su madre nunca se lo dijo claramente, es de ese tipo de mujeres que guardan sus deseos para si mismas, legibles tan solo en los pequeños detalles y que cuyo incumplimiento les reporta una tristeza que al igual, guardaban dentro. A él al final, le daba igual, pocas cosas de este mundo que dependieran de sus manos y memoria no se le daban bien. Agur comenzó a piar pidiendo comida, con el copete inflado coronando el pompo que era su cuerpo. Helverion abrió el seguro de las pihuelas y lo sostuvo en su mano, llevándoselo consigo a la cama. Alargó el brazo y sacó de una caja un pequeño saltamontes que había cazado el día anterior y lo soltó para que el pollo se dedicase a perseguirlo por la habitación hasta darle caza, con el fin de mantener avivado su instinto. Se recostó en la cama y se dedicó a tallar con su navaja un pequeño trozo de madera de abedul mientras Agur revoloteaba por la habitación.
  12. Pe-pero... Si aún no me habia dado tiempo a hacerte la manicura thalassiana! te me vas con las zarpas hechas un desastre. Bueno Hogger, ha sido un placer, lamento mucho no haber tenido más cruces de palabras ingame. Mucha suerte y nada eso, un placer^^
  13. - Añadir a los post de organización los rangos accesibles y qué función cumplen de manera rutinaria. Personalmente no se exactamente qué funcion desempeña un adepto en comparación a un iniciado, ni que ventajas tiene respecto a este, así como obligaciones añadidas. - Estructurar de manera más visual los post de reglamentos y guías ayudaría a hacer la lectura más amena. El formato del texto es importante cuando nos vemos de cara a muros y muros de información, más teniendo en cuenta lo bien que luce este nuevo foro y que no tenemos las limitaciones del papel. Si requerís de encabezados, separadores, o alguien que se ocupe de esto, me ofrezco voluntaria para dejarlos bonitos y visibles. Entrar por los ojos es importante. Vosotros ponéis el contenido de calidad y yo os lo luzco con colorines y luces de neón. - Estaría guay contar con decoradores, aun que sea por un tiempo limitado. Coger a un grupillo de personas externas y dejarles una cuenta con permisos y comandos solo relacionados con poner/quitar/buscar gobs (sin poder dar objetos/dinero/etc) y darle carisma a los nucleos de rol actuales. Villadorada es muy bonita, lunargenta está limpia de escombros, pero algo de mimo a los no-muertos, a la horda en general e incluso en zonas de rol concretas para eventos y demás ayudaría mucho a la inmersión. Bastaría con que estos devs dejen constancia de sus trabajos en un subforo y que un miembro del staff se pase por esas zonas para ver que todo va bien y a nadie se le ha ido la mano. - Se podrian aprovechar los accesos cerrados de casas en las ciudades para crear npcs teleport como los que llevan a las zonas custom para dar acceso y salida a viviendas de personajes, ahorrando en espacio. Tan fácil como poner el gob de una casa bajo el suelo y que el tp lleve ahi. Ejemplo de a lo que me refiero: https://gyazo.com/aeca3e70b6150159181667b42ae3dd6e
  14. Queridos ratones de biblioteca, archivistas olvidados, frailes escribas y demás menester... Esta sección la abro para que tengamos un lugar donde recomendarnos y comentar sobre los últimos libros/cómics/novelas gráficas que hemos leído. Podéis comentar lo que os plazca, pero por favor, evitemos los spoilers por supuesto. ¡Ale, al lio! Removiendo mis estanterías, he reflotado de mi pasado de artista adolescente un libro que me parece una auténtica pasada, un must have si te gusta el tema de la arquitectura o te atrae la idea de dibujar escenarios fantásticos con influencias de los distintos periodos artísticos. El libro se llama "cómo dibujar y pintar Arquitectura de Fantasía", de Rob Alexander, Norma Editorial. En él, te explica el contexto histórico, te habla de los detalles arquitectónicos más icónicos de cada uno y las influencias externas que tuvo ese arte para llegar a ese estilo. Arte islamista, gótico, románico, asiático, gótico, vikingo, modernista, futurista... Bueno, un montonazo de estilos. Después nos cuenta como conseguir el efecto de distintos materiales como el mármol, el yeso, la paja, etc, para lograr perfilarles esa textura. Juegos de luces, sombras, perspectivas... Y por ultimo, algunas técnicas para darles carácter ambiental, dramatisto y empatia entre otros. No es un libro extenso, a veces peca de ser demasiado concreto y breve, pero es bastante decente para iniciarse en este tema. Sí, sí, lo se, no es un Hamlet de la vida, pero por algo se empieza. Otro libro que me recomendó un cetrero del centro de recuperación de fauna de la albufera fue "H de Halcón", un libro que habla de una mujer y su relación con un azor con el que se hace. Ves el proceso, cómo se lleva a cabo el proceso de alumbramiento, el acercamiento ave-cetrero, algo de adiestramiento y una historia detrás de todo ello, por supuesto, aun que lo más interesante de todo es que la escritoria como buena cetrera que es, no humaniza al animal, el carácter que deja notar de él es totalmente realista y puedes apreciar ese contraste entre una conciencia humana (ella) y una animal (el azor). Es bastante chulo, fue escrito por Helen Macdonald, editorial Ático de Libros, y si os va el tema del adiestramiento de aves es un titulo que os recomiendo encarecidamente. Hasta aqui por mi parte, estoy deseando ver alguna recomendación vuestra.
  15. Dos semanas más tarde de cuando debí postear... El terror a una hoja en blanco. Ese vacío insidioso, devorador de esperanza y punto de fuga de toda creatividad. Ese espacio donde, hagas lo que hagas, y escribas lo que escribas, pierde la forma y el sentido con un simple golpe de vista. Esa angustiosa sensación era la que restaba tras haber vagado en la densa niebla durante horas, en circulos. Daba igual el tramo, el paisaje ceniciento del bosque seguía siendo el mismo. Derrotados y agotados, se dispusieron a meditar sobre lo ocurrido, encontrando entonces als evidencias de que la realidad que ellos vivían a día de hoy, no era más que el reflejo de una pesadilla que acosó a los Errantes siglos atrás, cuando Tok'Wata era una aldea fronteriza y no un recuerdo mal guardado. Totems, visiones, maleficios... Al final, todo ese sinvivir comenzó a encajar, dando como resultado una suposición terrible. No hay bestia más peligrosa que la que se siente acorralada, y no fue si no ese el fin precipitado de la susodicha aldea. Tok'Zora, el cazador de cabezas; Zelha, la bruja del bosque; Tok'goh, el profeta. Destales, totems, profecías. Tres elementos de una época ya acaecida. ¿Qué sentido tenía volver a padecer ese azote tras tantos años? Confiar en el paralelismo impreso sobre las páginas del viejo diario de Delron era un única y más arriesgada apuesta. Si todo se debía a un maleficio que se alimentaba a través de diversos totems con uno como nexo, purgar los menores serviría para debilitar el primero y así, quedar libres de su influencia. Lo acontecido entre aquellos árboles quedó como recuerdo imborrable de aquellos que osaron internarse en él, quienes contra todo pronóstico, consiguieron regresar un día y medio después, cubiertos de fango, roídos por el cansancio y derrotados por el desconcierto. Pero lo importante, era que habían sobrevivido, y que su testimonio aun que funesto, arrojaba claridad a las desapariciones. Entre los Errantes se farfullaba sobre apariciones espectrales, zombies retorcidos y totems malignos. Quienes habían peleado por aquella tierra, sabían que si los trolls estaban tan desesperados como para perturbar a los muertos, era porque se encontraban en las últimas o... Porque estaba a punto de ocurrir algo severamente perturbador. Al día siguiente, el reporte del grupo llegó a la mesa de la Orden, y días más tarde, una misiva sellada por ese mismo capitán, que alertaba de que los sucesos relatados por el grupo de Iniciados, era inquietantemente preciso. Totems, cadáveres, apariciones y una densa niebla que había parecido aminorar... Al menos por el momento. Consecuencias - Las desapariciones han dejado de sucederse en la parte norte de Tierras Fantasma en los días señalados, sin embargo, se insta a no transitar estos caminos durante el tramo en el que la Dama Blanca se encuentra nueva y la Niña Azul en cuarto creciente. - La densa niebla que envuelve el Lago Elrendar ha decrecido hasta niveles normales. - No se ha vuelto a tener noticias de los 23 elfos y elfas desaparecidos durante este periodo. - Se han tomado medidas referentes a los nuevos movimientos de los trolls: los Errantes vigilan con más celo los bosques del noreste, y la presencia de sacerdotes y magisters se normaliza en los días siguientes a lo ocurrido. - Se preparará una maniobra militar contra los nuevos movimientos enemigos en un corto/medio plazo. - Los rumores exagerados de tonos fantasmagóricos llegan al Alto Reino en poco tiempo: muertos que caminan, peces muertos en el lago, totems maliciosos y torturas mentales diversas. - Todos los participantes: padecen cansancio intenso durante 3 días onrol(ya transcurridos). Azálea padece quemaduras de segundo grado en las manos (tiempo de recuperación completo estimado: 5 días con tratamientos pertinentes). Rael padece un -3 a acciones relacionadas con la mano izquierda, dos semanas de recuperación. Leana: visiones retorcidas y pesadillas monstruosas durante una semana. - Yáriel gana el objeto: cuaderno de campo de Delron.
  16. Voy a traeros un pequeño apunte sobre diseño gráfico. A la hora de escoger un nombre, no solo debemos preocuparnos de que quede bonito, si no que se aprecie el concepto de a lo que da nombre. Errante estaba preocupado por la publicidad del servidor, tanto a la hora de saber de que va esto como para usar tags en los buscadores, que contenga la palabra "rol", "warcraft" y similar ayuda a que seamos encontrados. Sin embargo, votare por el aporte del compañero Nathan: El Tintero de Medivh. Es un nombre sencillo, que no utiliza términos de dimensiones demasiado grandes como "guerra", "imperio", etc, si no que acude al detalle de algo mucho más pequeño y humilde, aludiendo a la escritura y al espiritu humilde de este servidor. Al hacer mención a un personaje conocido de este universo vincula el nombre con el significante y se entiende a la primera que esto va de World of Warcraft. Como dice Beretta, tomaroslo con calma a la hora de pensaros el nombre que quereis, que si fuera por el logo esos elementos pueden aparecer de todos modos aun que se llame de otra manera si os resultan atractivos.
  17. ¡Wolas! Me gustaría preguntar sobre los hijos bastardos. Ya que estos no contaban con la misma realidad cultural/legal en el medievo por ejemplo que en la antigua roma, empecé a pensar que igual no todas las razas tratan de la misma manera a los hijos no legítimos y que esto varia segun la sociedad de la que hablamos. Me interesan, como siempre, los elfos por encima de otras razas, pero creo que tener visible la información referida a ellos del resto de razas en el Archivium podría ser de utilidad para quien esté interesado en rolear uno.
  18. Me gusta más esa lista que propone Malcador.
  19. Creo que para lo único que sirve es para hacer abusos. +1 a la propuesta.
  20. Las aguas batían pesadamente los cadáveres de los sonados peces muertos que arrastraban cada atardecer. Ese pútrido hedor fue lo primero que llegó a los olfatos del grupo cuando, tras salvar las distancias con las arañas de cristal y la frondosidad del bosque, llegaron a orillas del tenebroso lago, donde se encontraba aquella caseta de pescadores y ese escueto muelle, sin uso desde hacía décadas. Una trampilla en el sótano, un totem de huesos ensangrentados y un ídolo pagano escondido en un viejo baúl. Pronto la oscuridad de la noche cayó, la niebla, se volvió espesa como el humo y las retorcidas figuras amenazaron con rodearles. Rodeados y desesperados, intentaron huir con los zancudos, pero los destales de un viejo desconocido truncaron la huida. El ritual del sótano volvía más oscura aquella pesadilla, y fue purgarlo lo que arrojó algo de quietud a esa pesadilla. A unos más que otros. Huir del bosque se antojaba un imposible pues no recordaban cuanto tiempo habían estado durmiendo. Lo que si parecía arrojarles una sutil certeza, fue la seguridad de que la Niña, ya había empezado a sonreir. Mapas Utilizados Tiradas
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