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DBunbury

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Todo el contenido de DBunbury

  1. Recuérdame que te de dineros en cuanto tenga liquidez. Te pongo en la wishlist.
  2. Jackson había tardado un poco en acostumbrarse al ajetreo de su nuevo hogar, aquel lugar lleno de extrañas personas que habían acogido a su hermana y a él, a cambio de que trajeran dinero a la casa. Incluso desde antes de que Jax (Pues así le llamaba su hermana) pusiera un pie en la casa, su hermana ya le había pedido que empezase a idear una forma de conseguir dinero. Así pues, con aquel objetivo en mente, se decidió a emplear su tiempo por las mañanas en pasear por la ciudad, recopilando toda la información que fuera posible. Valiéndose de su memoria y diseñando una ruta distinta para cada día de la semana, se pasó los siguientes meses observando diversos negocios, memorizando todo lo que sucedía. Sabiendo que aquella información apenas tenía sentido, todas las tardes escribía en un cuaderno sus descubrimientos, apuntando además la inclinación del sol a modo de referencia horaria. De este modo durante todo el tiempo que estuvo estudiando el comportamiento de los trabajadores dentro de sus respectivos negocios, también estuvo recopilando información. Con el tiempo acabó descubriendo una joyería en la que guardaban sus más valiosas posesiones en una caja fuerte de pequeño tamaño situada en una estantería clavada a la pared tras el mostrador del local. Llevado por un hombre y su mujer, de mediana edad. La joyería tendría sus horas más altas sobre las diez de la mañana, reduciéndose según se acercaba el medio día. Abría una hora después de que amaneciera y cerraba varias horas después del anochecer. Jax pudo observar una vez al dueño abrir la caja fuerte, sin poder llegar a distinguir los números de la combinación. Un giro a la izquierda, otro giro a la derecha, seguido de un tercer giro (Esta vez más amplio) a la izquierda y finalizando con un leve giro a la derecha. Cuatro movimientos. Decidido a actuar, el joven en casa se dispuso a colocar los papeles donde había recopilado toda la información. Mientras lo hacía, llegó Kano Sokolov, que al ver toda la parafernalia de folios se decidió a ayudarle, viendo además un gran potencial en la memoria del chaval. Pero para dar el golpe necesitarían un poco más de ayuda.
  3. Mi actividad se ha reducido porque estoy examinandome de las últimas dos asignaturas que me quedan del grado y no quiero repetirlas. En cuanto termine se vienen cosas chulas.

  4. Como han dicho el resto, ¡Bienvenid@ y espero que te encuentres a gusto!
  5. Atributos 6 Físico 6 Destreza 9 Inteligencia 5 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 27 Mana 5 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Rifle Chispa) 8 Ataque a Distancia (Pistola Chispa) 7 Defensa Teniendo en cuenta que es Asperger, he considerado reducir la percepción a 5 debido a que, aunque no se encuentra discapacitado, su forma de percibir los estímulos que le llegan es tan diferente que no creo que pudiera nunca destacar en ninguna tirada que implicase percepción. Además, he añadido el 9 a inteligencia debido a que debería destacar sobre los demás en tareas que requieran de memorización y mecanización. Como no creo que Jax siquiera fuera a interesarse por cualquier otro tipo de conocimiento ya que no lo terminaría de entender, considero que para cualquier tirada que requiriera de inteligencia y que no entrase dentro de una situación en la que se necesitaría de memorizar o de mecanizar simplemente yo no participaría, o de hacerlo no sumaría absolutamente nada, porque sería lo más lógico a nivel interpretativo. Físico 1 Atletismo Destreza 2 Rifle Chispa 2 Pistola Chispa 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Robar bolsillos 2 Sigilo 2 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Cirugía/Anatomía 2 Ingeniería 2 Dibujar Percepción Escuelas/Especializaciones
  6. Nombre del Personaje Jackson "Jax" Putnam Raza Humano Sexo Hombre Edad 23 Altura 1.70m Peso 65Kg Lugar de Nacimiento Afueras de Villadorada Ocupación Ingeniero/Criminal Descripción Física Cuerpo promedio dentro de la media en lo que se refiere a tamaño, presenta un buen físico sin llegar a tener la musculatura marcada. Su rostro mantiene facciones típicas dentro de los estándares humanos, sin ningún elemento que sobresalga sobre el resto. Lo más curioso es su rostro que por lo general tiende a resultar ligeramente inexpresivo, lo cual da un ligero aire deshumanizador a la apariencia de Jax. Su pelo es liso y lo lleva corto. Su barbilla no es precisamente prominente y la mantiene afeitada con regularidad. Por lo demás es un humano promedio. Descripción Psíquica Es determinante aclarar que Jackson padece de síndrome de Asperger. Esto implica que su interpretación de los estímulos que le llegan es completamente distinta. Principalmente afecta a la interacción social recíproca (Es decir, a su interacción con otras personas), la comunicación verbal (Con palabras) y la no verbal (El lenguaje corporal), además de presentar una alta resistencia a aceptar cambios, presentando un pensamiento muy inflexible que se retroalimenta por la existencia de campos de interés estrechos y absorbentes. Sus habilidades sociales son pobres, lo cual le han llevado a ser tratado por los demás o como alguien con alguna discapacidad mental o como a una persona loca. En realidad, se trata de una persona bastante inteligente, con grandes capacidades para memorizar y reproducir, lo cual le convierte en alguien muy eficaz a la hora de mecanizar acciones. Tiene memoria fotográfica, lo cual le hace idóneo para recordar prácticamente cualquier cosa que ve con sus ojos. Sin embargo, su condición como Asperger le impide leer señales sociales, y esto le lleva a no entender y por tanto no dar respuestas sociales y emocionales adecuadas. Ve el mundo como un lugar sumamente confuso, ya que es normal que lleve su atención a detalles pequeños, impidiéndole ver el cuadro completo de lo que sucede a su alrededor. Tiene problemas para comunicarse, puesto a veces tiene problemas para entender el lenguaje hablado ya que es incapaz de entender metáforas, expresiones no literales, analogías e incluso expresiones que impliquen inexactitud. Debido a su memoria, tiende a replicar frases que ha escuchado previamente, pero muchas veces lo hace sin tener en cuenta el contexto de las mismas, por lo que no es raro que a veces no se le entienda cuando hable. Su pronunciación tiende a ser monótona, incluso cuando habla de algún tema que suscita su interés. Además, cuando habla da la sensación de que no mantiene conversación alguna con nadie, sino que en realidad parece estar meramente dando información, hecho que se acrecienta por su mirada rígida y su cierta inexpresividad. Aun así, es alguien muy callado que no suele hablar con los demás, a excepción de aquellos que se encuentran en su círculo de confianza. No es capaz de comprender el lenguaje corporal, ni ningún tipo de sarcasmo o ironía lo cual de nuevo ofrece a cualquiera que no le conozca la sensación de que se trata de alguien disminuido intelectualmente. Tiende a interesarse especialmente por un tema en concreto, el cual va variando a intervalos de tiempo relativamente largos. Eso significa que rara vez se dedica a dos cosas a la vez, y mantiene su atención al 100% en algo la mayoría de las veces. Estos temas, de nuevo, van rotando, aunque la mayoría coinciden en que se tratan de actividades que requieren de seguir patrones concretos, como puede ser la anatomía, la ingeniería o incluso la estructura de las cerraduras. Sin embargo, tiene una ligera obsesión con terminar lo que empieza, por lo que incluso cuando ha perdido el interés, nunca abandonará algo a medio hacer. Suele autoimponerse rutinas rígidas para su día a día, en las que esquematiza todo lo que ocurre a su alrededor de manera ordenada. De este modo consigue mantener un estilo de vida más o menos independiente. Esta obsesión por la rutina le lleva a un pensamiento inflexivo, perjudicando su creatividad e imaginación, ya que cualquier cosa que se salga de sus esquemas le resulta incomprensible y una fuente de agobio y ansiedad. Que las cosas no salgan como espera le frustran y agobia muchísimo, hecho que le lleva a reaccionar mal ante dichas situaciones. Su actitud ante estas situaciones suele ser desmedida, ya que a menudo se encuentra incapaz de comunicar su frustración. Con el paso del tiempo ha ido desarrollando diversas estereotipias que suelen aflorar en momentos de tensión o ansiedad, que suele ser producida en situaciones en las que Jax se siente presionado o incomodado por los demás. En primer lugar, tiende a ladear ligeramente la cabeza hacia los lados cuando algo le incomoda o le resulta molesto. Si la molestia persiste, entonces pasa a rascarse el antebrazo derecho. Esta estereotipia va aumentando de intensidad hasta el punto de que cuando está altamente estresado agita el dedo índice de su mano derecha, a menudo golpeando alguna parte de su cuerpo o alguna superficie. Si la fuente de ansiedad persiste aun así acaba por perder el control y gritar antes de romper a llorar. Entre las cosas que le agobian y le incomodan se encuentra cualquier elemento que dañe o altere sus patrones rutinarios, aunque cuando tiene que relacionarse encuentra incómodos ambientes donde la gente haga mucho ruido o donde no se respete su espacio personal. Odia que alguien le incordie cuando está ocupado o que le molesten si está ocupado. Para entretenerse es normal que de vez en cuando haga filigranas con lo que sea que tenga en las manos, bien sea un lápiz, una moneda o un colgante. Este comportamiento no es estereotípico, pero si es cierto que lo hace cuando no tiene otra cosa que hacer, lo cual indica que ha perdido prácticamente cualquier interés en lo que sucede a su alrededor. Por último, es alguien sumamente emocional, aunque no lo demuestre. Con sus allegados es cariñoso a pesar de que su forma de expresar cariño no sea convencional, sino que simplemente está más dispuesto a tolerar comportamientos que le molesten o a permitir que hagan ligeros cambios a su rutina. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Afueras de Villadorada: Año 13 después de la apertura del Portal Oscuro. Un trueno retumba en las montañas que repuntan al norte del Bosque de Elwynn. En un porche de madera que cubre la pedriza entrada de una cabaña a las afueras de Villadorada un niño que acaba de pasar su cuarto invierno observa paralizado como las gotas impactan sobre el pedregoso camino salpicando todo a su alrededor. Realmente poco importa si salpican las gotas o no, porque ya de por sí está todo empapado, pero sin embargo el niño sigue observando, sin apenas pestañear, refugiado bajo el porche de madera. No comprende la lluvia y de hecho nunca comprenderá del todo por qué nunca llueve a la misma hora, o siquiera los mismos días. Una mano acaricia el hombro desnudo del joven. Las gotas pierden completamente su encanto y el niño gira el rostro. Observa a una mujer, su madre, le llama para ir a cenar. El niño, llamado Jackson, acompaña a su madre hacia el interior de la cabaña, donde esperan su padre y su hermana. Se acerca a la silla, primero apoya el pie izquierdo, luego el derecho, porque así es como siempre se ha sentado, y así es como siempre tiene que sentarse. Observa el plato, puré de patatas y judías. El puré delante y las judías detrás. Así las hace su madre, porque así es el puré de patatas con judías. Siempre así. Año 15 después de la apertura del Portal Oscuro. Jackson juega con un carro de madera. Pero no juega como el resto de los niños de su edad. Él lo monta y lo desmonta. Le quita las ruedas, y las vuelve a colocar en los ejes. Ni siquiera cambia el orden. La rueda delantera izquierda siempre tiene que ser la rueda delantera izquierda. Lo monta y lo vuelve a desmontar, primero quita la rueda trasera izquierda, luego la derecha, luego quita el eje… Nunca cambia el patrón, simplemente se entretiene y se maravilla. Para él su mundo gira en torno a ese patrón. Simple, ordenado, en equilibrio. Él no se da cuenta, pero su hermana llega corriendo a la casa. Entra llorando y chillando, buscando desconsoladamente a su madre. Pasan varios minutos y de nuevo su madre le aborda, apartándole de su entretenimiento. - Jackie… papá no va a volver. Pero Jackie no lo entiende. Su padre llega al anochecer, cuando termina de trabajar, a excepción de los miércoles y los viernes que sale a cazar. Hoy es Jueves, así que llegará al anochecer. Y cuando llega siempre le levanta en brazos y le cuenta qué árboles ha talado, aunque Jackie nunca escucha. Llega el anochecer, Jackie se levanta y se planta frente a la puerta, pero pasa el tiempo y su padre no llega a casa. Pasa horas, como si de un maniquí se tratase, pero su padre no vuelve. Su padre nunca volverá. Año 18 Jackson juega en un pozo. No saca agua, solo mueve la manivela que sube y baja el cubo con el que se saca agua. Tres ciclos hacia arriba, y tres ciclos hacia abajo. Su madre le toma de la mano y se lo lleva a Villadorada. En la plaza del pueblo hay niños jugando, pero él no los comprende. No comprende por qué corren, por qué cambian de ritmo o por qué alteran su trayectoria. Nada es ordenado, no ve un patrón en su comportamiento. Simplemente no lo entiende. Su madre le detiene frente a un banco. Le pide que espere, volverá en diez minutos. Le da un lápiz y un pequeño pergamino por si le apetece dibujar. Jackson mira el papel, él dibuja después de comer y todavía no ha comido. Coge el lápiz y lo mueve de un lado a otro de la mano, lo hace girar sobre sus dedos y va desplazándolo como si de un titiritero se tratase. El lápiz describe giros y vueltas entre los dedos del niño, siempre en un mismo orden. Primero desde el índice al meñique y vuelta para volver a empezar en el índice. Un niño se le acerca, intenta hablarle pero Jackson sigue pendiente a su lápiz. Poco tiempo tarda otro niño en quitarle el lápiz de las manos. Vuelve la mirada hacia quien le ha arrebatado su juguete. Varios niños se encuentran alrededor suyo, le gritan y le hablan. Todo a su alrededor da vueltas, no entiende nada de lo que está pasando. ¿Por qué gritan? ¿Por qué no puede jugar? ¿Qué está ocurriendo? Jackson grita, más fuerte de lo que cualquiera de los niños podrían siquiera imaginar. Pero no emite palabra alguna, solo un grito salido de lo más profundo de sus pulmones. Por un segundo todo a su alrededor parece detenerse. Los demás niños dejan de gritar, miran sin comprender del todo qué acaba de ocurrir. Jackson sigue clavado como un poste, no mira hacia nadie, y su gesto, a parte de las lágrimas que afloran por sus enrojecidos ojos, no ha cambiado prácticamente. Su madre llega e increpa a los niños. Les cuenta que Jackson es diferente a ellos, pero ninguno parece comprenderlo del todo. Más adultos comienzan a apelotonarse, pero ellos tampoco entienden el comportamiento del niño. Lo tachan de loco, de anormal, pero a su madre no le importa. Para ella es su hijo, y sabe que en realidad es mucho más de lo que aparenta. Año 22: Todo ha cambiado. Hace un año que la madre de Jackson murió. Ahora es su hermana Betty quien cuida de él. Pero no es lo mismo. El puré no lleva judías, ya no hay carne especiada para comer el tercer sábado de cada mes. Ni siquiera duerme en su cama de siempre. Todo es distinto y Jackson no entiende por qué. Nada debería ser como está ocurriendo. Solo su hermana permanece. Ella entiende en parte cómo funciona la mente de Jax, como ella le llama. Ahora ha dejado de llamarse Betty y se llama Eris, pero eso tampoco lo entiende. Para Jax, Betty siempre será Betty. El resto es desigual a como era antes. Sus patrones ya no están, todo funciona de forma incomprensible para él y no puede ser. No puede cenar antes del anochecer, no puede dormir en un sitio distinto cada noche. Nada de eso tendría que ocurrir. Pero su hermana lo comprende, intenta explicarle que no siempre las cosas ocurren como deberían ser, pero Jax sigue sin entenderlo. La paciencia de su hermana ayuda a que poco a poco, Jax vaya haciéndose a la idea de que la vida que ha conocido toda su vida ha dejado de existir. Cada vez que la ansiedad le puede, su hermana le abraza, le recuerda lo mucho que le quiere y le tranquiliza diciéndole que todo va a salir bien. Él no entiende muchos gestos que ella hace, pero al menos las palabras de cariño le reconfortan. Es un pequeño acto que sabe que siempre ocurre cuando las cosas van mal. Año 26 La vida se ha normalizado un poco para Jax. Su hermana a base de paciencia y soberbio esfuerzo le ha enseñado poco a poco a ser un poco más flexible. Se ha acostumbrado a su nueva vida, y poco a poco ha creado nuevas rutinas que son compatibles con su nuevo estilo de vida. Su hermana tuvo que hacer la calle para que los dos comieran, aunque él no entiende prácticamente a qué se dedica exactamente. Simplemente entiende que trabaja por las noches. Por el día los dos comen juntos, y de vez en cuando le trae algo a su hermano con lo que se entretenga. Jax se aficionó a las matemáticas desde que Eris le trajo un libro que birló de la bolsa de uno de sus clientes. Encuentra orden y tranquilidad en los números, estudiando las leyes que los gobiernan. Todo sucede exactamente como sus libros dictaminan. Con el tiempo, su hermana le trae más libros, que estudia y devora rápidamente. Poco tiempo después deja las matemáticas a un lado para volver su mirada al dibujo. Calca todo lo que le viene a la cabeza, aunque es incapaz de imaginar nada. Todo tiene que haberlo visto, todo tiene que estar en su memoria. Y tras sus dibujos, llega el turno de la ingeniería. Encuentra una tabla atornillada a una carretilla y descubre que para construir hay que seguir una serie de pasos que no tarda en memorizar. Jax encuentra en estas tareas un refugio seguro donde estar tranquilo. Y, aunque preferiría una vida mucho más estable, es medianamente feliz. Año 32 Es tarde, Jackson está terminando de cenar lo que cena prácticamente todos los días. Puré de patatas. Lo hace exactamente como recuerda que lo hacía su madre, como debe de ser. No le gusta la comida de la casa dónde han acogido a su hermana y a él. Les permiten quedarse siempre que su hermana aporte un poco de dinero y él ayude con las tareas de la casa. Por ahora es un lugar provisional, como muchos otros. Su hermana aparece llorando. Es extraño, debería estar trabajando. Algo va mal. Se acerca a ella, está sollozando y tiene una quemadura que recorre su rostro. No entiende qué ha ocurrido. ¿Por qué se haría algo así? Es lo primero que piensa el joven. Su hermana sigue llorando, llamando la atención del resto de residentes, que al ver su estado ni siquiera preguntan, sino que van a buscar a un galeno para que trate su quemadura. Mientras tanto, Jax y su hermana se quedan solos en el pequeño salón de la vivienda. Jax observa a su hermana llorando, pero no entiende por lo que está pasando. No entiende por qué está llorando, ni si le duele. Pero algo llega a su memoria, recuerdos de su adolescencia, de su niñez. Recuerda una serie de palabras, que sin entender mucho qué significan repite delante de su hermana, emulando el tono cálido que ella transmitía a su hermano. - … Te quiero mucho, todo va a salir bien. No comprende el significado de la expresión, no sabe por qué está bien decirlo, pero lo hace sabiendo que a él le tranquiliza. Eris se abraza a su hermano mientras éste sigue repitiendo cada poco la misma frase. Quizás Jax no comprendiera las emociones de la misma forma, pero eso no significaba que él no pudiera sentir.
  7. ¿Y nuestro bocadillo qué hace?
  8. ESPERA, A ÉL LE DAS UN ELIXIR Y AL RESTO BOCADILLOS??? QUÉ ES ESTE DOBLE RASERO.
  9. Celereon abriendo la última puerta:

     

    Spoiler

    @Curly @Prototaip y al resto que no se quienes son pues ya les citaré en otro momento.

     

    1. Curly

      Curly

      Vas a tener que pedirle el escudo a Athael ( @Kario ) para atreverte a abrir aunque sea la puerta del baño :excited:

  10. El imperio invadiendo Gilneas:

     

  11. Buen resumen del asalto al muro de Cringris:

     

    1. Zora

      Zora

      Esos efectos especiales me matan jajajaja

    2. DBunbury

      DBunbury

      Los hindúes son unos máquinas a la hora de no tomarse en serio sus propias películas

       

    3. Zora

      Zora

      El soundtruck me encantó. Muy epic para esa chorrada jajaja

  12. Ese bocata tiene mejor pinta que el que me ofreciste a mí... me voy a empezar a sentir desplazado.
  13. Nombre: Celereon Cinderfate Atributos 8 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 32 Puntos de vida 18 Mana 6 Iniciativa 10 Ataque CC (Mandoble) 8 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 2 Mandoble Destreza 2 Escalar 2 Defensa 1 Nadar Inteligencia 1 Fauna 1 Leyes 2 Navegar 1 Religión 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia 1 Tradición/Historia Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Comercio 1 Música Escuelas/Especializaciones
  14. Nombre del Personaje Celereon Cinderfate Raza Sin'dorei Sexo Hombre Edad 293 Altura 1.85m Peso Sobre los 90Kg Lugar de Nacimiento Brisa Pura Ocupación Espada a sueldo, mercenario. Descripción Física Con una altura y corpulencia superior a la media de sus compatriotas elfos, Celereon destaca sobre la mayoría con un porte ciertamente majestuoso, hombros anchos y brazos fuertes. Su musculatura claramente marcada por décadas de entrenamiento y riguroso cuidado, está algo ensombrecida por algunas cicatrices, fruto de varios combates en los que se ha enzarzado. Pelo negro y liso, pero con tres mechones cercanos al rostro unidos en una fina trenza, la cual finaliza en un nudo acordonado con una diminuta cinta de color burdeos. Mentón ligeramente marcado, y rostro experimentado debido a su madurez, recientemente ha decidido dejarse una perilla medianamente larga y una ligera barba incipiente que resalta especialmente cuando viaja. Curiosamente en su rostro no hay rastro de cicatrices, aunque hay un par de recortes en su oreja izquierda, insuficientes para comprometer su capacidad de escucha. Por lo general lo que más destaca de su físico es su altura y corpulencia, ya que por lo demás se trata de un elfo cuyas facciones se encuentran en la media. Su voz no obstante es grave y cálida, en contraposición quizás con el aspecto de rudeza que puede generar su cuerpo y rostro, en especial desde que decidió dejarse barba. Descripción Psíquica Fue criado en un ambiente prácticamente bucólico, en una familia bastante liberal (para los estándares de su raza), lo cual le ha llevado a, aún considerando a los Sin’dorei como una raza favorecida, a respetar o al menos a no mirar demasiado por encima del hombro al resto de razas de Azeroth, a excepción de los no-muertos a los que considera aberraciones, o a los Quel’dorei, a los que califica de traidores a la patria. Ese sentimiento de relativo respeto se ha acrecentado debido a la naturaleza viajera de Celereon, que ha pasado cerca de medio siglo viajando por Azeroth en total. Eso también le ha permitido formarse e incluso estudiar levemente el comportamiento del resto de razas, algo que le resulta especialmente útil y que considera crucial para el combate. Es por tanto alguien bastante meticuloso y estratega a la hora de luchar, tomándose todo el tiempo necesario (dentro de lo posible) para estudiar a su adversario, aprovechando que por lo menos él “tiene todo el tiempo del mundo” a términos prácticos. A pesar de ser un mercenario que vende sus habilidades por dinero, no es alguien en exceso egoísta, y tiene un alto sentimiento del honor y de la justicia, algo que le ha llegado a pasar factura en alguna que otra ocasión. Considera que el arte y la cultura también son importantes, y no descuida su faceta intelectual. Tiene ligeros conocimientos en dibujo y sabe tocar la flauta, algo que ha amenizado bastante sus viajes. También prefiere disfrutar de momentos contemplativos o de la lectura de algún libro antes que de la compañía de los demás, haciéndole un elfo algo introvertido y solitario. Sin embargo, no es tímido ni rehúye el entablar conversación, lo cual sorprenderá a muchos, pues demuestra ser alguien con quien conversar durante horas debido a sus conocimientos en multitud de ramas. En resumen, se trata de un elfo patriota, que busca ayudar a su gente a su manera, para lo cual se debe a una férrea disciplina y voluntad, acompañada de un gusto refinado por el arte y la lectura. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Diario de Celereon Cinderfate: Año 32 posterior a la apertura del Portal Oscuro Mi llamo Celereon Cinderfate, hijo de Cynaria Cinderfate y Rubidion Cinderfate. Me crié en una pequeña hacienda en la Aldea Brisa Pura, naciendo hará cerca de tres siglos. Mis padres me inculcaron los valores básicos que todo elfo perteneciente a la ahora conocida como raza de los Sin’dorei, honor, tradición y amor a la patria. Pocos inviernos tardé en conocer las maravillas del Alto Reino, aquel que considero mi hogar, la ciudad de la que me enamoré, por la que estoy dispuesto a verter mi sangre por el bienestar de mis compatriotas. No conocí más dicha que entre los jardines de Plaza Alacón, lugar donde me he sorprendido pasar tardes enteras disfrutando de cualquier banco en compañía de cualquier tomo que mereciera la pena leer, sobre todo cualquiera que incluyera a alguno de los muchos espadachines famosos que han surgido en el Alto Reino. Mi infancia resultó gratificante, todo lo que un niño podría querer. Mi padre decidió regalarme una espada de madera a mi decimosexto invierno y me llevó a un instructor de esgrima con el que empecé a entrenar. Me inculcó la disciplina que creo a día de hoy me caracteriza, y me mostró que la esgrima no solo consistía en agitar el acero hasta que el oponente dejara de moverse. No, en el interior de aquel arte había una milenaria tradición detrás, una que enseñaba honor y respeto por el oponente, que no solo requería estar en buena forma física, sino además conocer el valor de la vida, pues al final será inevitable que tengas que arrebatarla, y antes de arrebatar algo debes comprender el valor que tiene. Así pues, me dediqué durante décadas a estudiar, compaginando mis arduos entrenamientos con noches de estudio. Anatomía básica, religión, leyes, música, pintura… Comprendí que un guerrero debía apreciar el mundo que le rodeaba más que el resto, yo debía apreciar el mundo que en algún punto de mi vida quizás tendría que proteger. Y así fue, que fueron sucediéndose los inviernos, seguidos de hermosas primaveras y anaranjados otoños, que fui convirtiéndome en un espadachín. Mi padre optó por regalarme mi primera espada, a la que decidí bautizar como “Presta”, debido a lo ligera que era. Pasé alrededor de medio siglo en el Alto Reino, hasta que decidí conocer el resto del mundo que se abría ante mí. Poco tardé en despedirme de mis padres y marcharme, con la promesa de volver siendo una mejor versión de mi mismo. Mi primer viaje fue duro, no estaba acostumbrado a las largas jornadas en los caminos, ni a pasar noches a la intemperie sin más refugio que una pequeña tienda que me había fabricado con algunas telas cosidas de forma rudimentaria. Sin embargo, a pesar del frío y del hambre, conseguí establecer contacto con algunos asentamientos de mi pueblo, donde pude aprender cómo era la vida fuera del Alto Reino. Pasé varios meses conviviendo entre los míos en Quel’danil y luego proseguí mi viaje, a tierras humanas. Por el camino pude aprender algunas costumbres de los enanos de Pico Nidal, y conocer algo de su historia. Y así fui poco a poco empapándome de las culturas de humanos y enanos, visitando algunos de los reinos de la humanidad. Allí fue donde decidí pasar un par de años, en compañía de tan extrañas criaturas (Tan extrañas como peculiares a su modo). Aun así, también aprendí de los humanos su naturaleza impulsiva y en ocasiones carente de honor. En una taberna un truhan me sorprendió con un abrecartas e intentó acabar con mi vida en plena taberna debido a una estúpida riña que a día de hoy no tiene importancia, seguramente porque después de tres siglos y medio la descendencia de ese indeseable ya será pasto de las lombrices. De ese encuentro conseguí mis primeras cicatrices, que no las últimas. Después de mi aventura por los reinos humanos, decidí retornar al Alto Reino casi diez años después de mi partida. Durante todo ese tiempo traté de mantener correspondencia con mis padres, a los que relataba mis vivencias como cuando un infante le enseña su juguete nuevo a sus amigos. Al volver decidí retomar mi aprendizaje y adiestramiento, pero poco tardé en descubrir que, en esta ocasión, el mar clamaba mi nombre, y acudí raudo a su llamado. Me enrolé en un barco mercante y en aquella tripulación estuve otros quince años, hasta que la cálida luz del atardecer irrumpiendo en las vidrieras de la ciudad de Lunargenta volvieron a encandilarme en su festival de colores y brillos. El tiempo siguió su transcurso y pasaron las décadas, que se tornaron en tres siglos. Llegaron los orcos a Azeroth, pero yo permanecí donde debía, en mi pueblo con los míos. Pero cuando los pielesverdes se acercaron a nuestras fronteras y se aliaron con los Trols que tanto dolor habían causado a mi pueblo, decidí ofrecer mi espada para defender el reino en el que me había criado. Varias refriegas recuerdo de aquella guerra, ninguna digna de cantar alguno, pues entonces descubrí que la guerra distaba mucho de los cuentos con los que me deleitaba, donde el honor se dejaba a un lado y la sangre de unos y de otros regaba los campos arrasados por las llamas. Una vez acabó el conflicto, decidí retirarme de la lucha, pues necesitaba descansar de tanta muerte y destrucción. Me refugié en Quel’danas, lugar donde decidí reposar mente y cuerpo durante al menos unos años. Pero el reposo me hizo abandonar mi obligación como ciudadano y observé impotente como la Plaga arrasaba Lunargenta, para luego destruir mi hogar en su casi totalidad. Solo la fortuna sabe como mi familia se salvó de la invasión de la Plaga. Al retornar a lo que quedaba del reino, vi como además la sociedad se fracturaba cuando más juntos debíamos permanecer. Nuestro príncipe Kael’thas decidió renombrarnos como Elfos de Sangre, título que acepté con gusto y honor, pues ya no estaría dispuesto a dejar que otros luchasen y se sacrificasen por mí.
  15. Pues ya he vuelto del pueblo.

  16. Pues me voy dos días al pueblo.

  17. Esperando que revisen mi historia y mi ficha be like... lentitud-del-impaciente_97929e5f_846x846

  18. ¡Gracias por la bienvenida! Sobre eso, tengo algo pensado... ya veré cuando me pongo a escribir. Viendo la imagen de perfil creo saber quien eres... ya me confirmarás cuando llegue el momento, supongo. También tengo pensado hacerme un huargen.
  19. Hola! A lo mejor alguno que otro me conoce, preferiría que no la verdad pero aquí estamos. Tenía mono de rolear en wow y me gustaría probar en este server. Espero no hacerme la picha un lío como se dice por aquí con el tema de fichas, que estoy acostumbrado a sistemas muy simples. Dicho esto, ¡Espero veros in-game!
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