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Roleros Destacados


Popular Content

Showing content with the highest reputation on 09/06/18 en todas las áreas

  1. 4 points
    Todos unidos por los pobres campamentos que mueren con cada deslogeo, por cada casa decorada que desparece sin dejar rastro, unidos pondremos fin a todo esto ¡¡¡UNIDOS JAMAS SEREMOS VENCIDOS!!! Solo era para reflotar esto, hasta luegi.
  2. 3 points
    Un grupo de usuarios que se dediquen a hacer decoraciones permanentes para ambientar, y que dichas decoraciones sean subidas a un post para tenerlas en cuenta para posibles roles. Y listo.
  3. 2 points
    No se si para ir tirando decoraciones random por ahí, pero al menos para atender pedidos de los jugadores vendría más que bien. Ya da lastima ver a Swordmaster armando su campamento todos los días.
  4. 2 points
    Simplemente sobreviviendo Los días que siguieron a la llegada a Quel'danil se desarrollaron veloces para el grupo de aventureros. Recuperar energías era una de sus prioridades pero tampoco podían permitirse relajar demasiado. Habían llegado allí con una misión y habrían de orientar sus acciones para cumplirla. Estaban en Quel'danil para brindar su ayuda, no para recibirla, de modo que abastecerse a sí mismos era una de las principales metas a corto plazo. El joven elfo Auric era uno de los más entusiastas y Odriel vió en él al aliado perfecto para cumplir sus propósitos. Fue así que, la mañana posterior a la llegada al refugio, llamó al muchacho y le indicó que preparase su arco. Irían de cacería.Las tierras del interior no eran como los bosques que el mago conocía, pero el joven elfo era oriundo de aquella región y más de una vez había partido en cacerías junto a sus hermanos mayores. Al menos eso creía Odriel. Una larga travesía a través de aquel océano verde dio como resultado que la cena de aquella noche estuviese asegurada. Un faisán y unos poco afortunados polluelos en sus cascarones fueron el premio para el esforzado grupo.En los días posteriores no solo Auric había quedado a cargo de estas tareas,sino que también tanto Klamendor como Feldrendil se le habían unido, tomando ventaja de la pericia del muchacho. Cada día que pasaba el grupo iba acostumbrándose más y más a la zona y se alejaban del refugio en expediciones, si bien no arriesgadas, si un poco atrevidas. Odriel, percatándose de esto, decidió que sería mejor fomentar ciertas instrucciones para que, llegado al caso, el grupo estuviese capacitado para afrontar cualquier situación en la que se vieran involucrados. Fue así que, con Auric como conejillo de indias, se sometió a sí mismo y al muchacho a una serie de estrictos entrenamientos en pos de aumentar la resistencia de ambos. Durante aquellos días también se sumó a sus aventuras la presencia de un enano que se encontraba en busqueda de su viejo compañero. Alertados por la presencia de trolls en la zona, los elfos decidieron acompañarlo para evitar alguna posible desgracia. Eran los primeros pasos de un grupo pequeño que aspiraba a mucho, pero que con el tiempo confiaban en poder lograr su cometido.
  5. 1 point
    Una reunión inusual El rasgido de una pluma era lo único que cortaba el silencio que se extendía por aquella habitación en penumbras. Sobre una mesa de madera oscura y refinada una vela se consumía poco a poco. La luz que proporcionaba a duras penas iluminaba la figura de un quel’dorei de cabellos plateados. El individuo se encontraba inclinado sobre un trozo de pergamino y realizaba continuos trazos con la pluma con cierto nerviosismo. Cuando finalizó su escrito, alzó el pergamino y observo el resultado, de cierta manera, conforme. Días después casi todas las posadas de Villadorada y unas pocas en Ventormenta mostraban carteles en letras thalassianas que llamaban a una reunión en casa de Odriel Feathersun. Cuando el día de la reunión llegó, Odriel no esperaba encontrarse con demasiada gente pero aun así se llevó una sorpresa cuando el número fue incluso menor de lo que había supuesto. Tres elfos llamaron a la puerta aquel día. El primero fue Loresh, un muchacho confiado que delataba a simple vista que se dedicaba a la magia ya que llevaba consigo una moneda que envolvía en llamas cada vez que la arrojaba hacia arriba. Aunque Odriel le permitió entrar en la biblioteca, no se quedó tranquilo hasta que esa moneda hubiese ocupado su lugar apropiado dentro del bolsillo del mago. Después de Loresh llegó Klamendor, un robusto elfo al que Odriel conocía bien y al cual había ayudado en anteriores ocasiones. Por desgracia Klamen padecía de una severa amnesia por lo que no recordaba gran parte de su pasado entre los Quel’doreis y su motivación estaba centrada en recuperar esos recuerdos. Por último llegó Auric el más joven de todos y a quien el bibliotecario conocía desde hacía pocos días cuando le ayudó a colocar los carteles de la reunión. Auric era un muchacho entusiasta y decidido, por lo que al oir la propuesta de Odriel había aceptado con gusto. Ahora al bibliotecario solo le restaba convencer a los otros dos, pero no estaba preocupado ya que confiaba completamente en la causa que defendía. Fue así que les habló sobre libertad e independencia y también habló sobre la oportunidad de ayudar a los suyos. Porque por años habían devuelto el favor a los humanos de haberles permitido acceder a sus territorios, pero todo tenía un límite y la ayuda prestada excedía a ojos del mago lo que podía llamarse un intercambio justo. Odriel creía que ya no eran aquel pueblo debilitado y sin rumbo que se había visto obligado a buscar un nuevo hogar entre los humanos. El exilio les había cambiado, sí, pero también les había dado nuevas herramientas con las que podrían hacer renacer la antigua gloria quel’dorei. Con estas ideas y la intención de forjar un nuevo hogar, donde cada quel’dorei pudiese tener mejores oportunidades que en las ciudades imperiales, fue que el mago les habló de viajar a Quel’danil. Allí intentarían poner el futuro y el destino de la nación de nuevo en sus propias manos
  6. 1 point
    El tiempo pasaba, la vigilancia continuaba y sin embargo..nada ocurría, un día...dos.. Dio tiempo para que Lynder intercambiase varios mensajes con Tranquilien, informando de la situación constantemente, al parecer todo había acabado con el mejor resultado y los Amani se habían encargado de los no muertos, y finalmente, tras días de vigilancia infructuosa el grupo de Forestales estaba preparándose para marcharse, más un extraño olor volvió a sus fosas nasales, un olor conocido, un olor que traía malas noticias, rápidamente actuaron y se alejaron, buscando una posición segura desde la que vigilar el grupo de no muertos. Su numero había menguado, de eso no cabía la menor duda, sin embargo seguían siendo un numero considerable, Lynder observó a sus muchachos, rostros cansados, con odio y miedo reflejado en ellos, y eso fue lo ultimo que el veterano Forestal vio, jamás supieron en que momento los habían detectado y el primero en caer fue Lynder, dos descargas poderosas de energía atravesaron el cuerpo del elfo en conjunto, acabando con su vida al instante, el pánico cundió y los Iniciados no sabían como reaccionar, algunos optaron por huir lo más rápido posible, otros se quedaron paralizados por el miedo, incluso hubo uno que trató de tomar el control de la situación, más nada funcionó, y paulatinamente el pequeño grupo acabó sucumbiendo a los ataques mágicos de los lideres de aquellas abominaciones, los habían capturado con la guardia baja y no tuvieron tiempo de reaccionar, los cazadores se habían convertido en la presa. Sin nadie que pudiera seguir sus pasos, el grupo de no muertos se internó una vez más en tierras elficas y solo la Luz sabía cual era su objetivo o que pretendían.
  7. 1 point
  8. 1 point
    Dios sabe que lo necesito.
  9. 1 point
    Un ayudante inesperado El sol ya se encontraba a mitad de camino del cenit cuando el improvisado campamento quel’dorei empezó a mostrar los primeros indicios de actividad. El viento, el frío, el rocío de la mañan y las incesantes risas de renegados que aún resonaban en sus cabezas les habían impedido descansar apropiadamente. Lejos habían quedado la comodidad y la tranquilidad de Villadorada y empezaban a darse cuenta de ellos. Para cuando reanudaron el viaje, sus cuerpos estaban agarrotados y más de uno se sentía enfermo, asaltado por los catarros y estornudos y con el cuerpo agarrotado. Más aun así no se detuvieron, sabiendo que no se encontraban en una zona segura y avanzaron rumbo al norte una vez más. No tuvieron mayores contratiempos, pero al llegar hasta el río que debían cruzar, el grupo se detuvo y comenzaron a notar cierta incertidumbre. El lecho del río en esa zona mostraba un caudal elevado, de aguas agitadas y profundas. ¿Debían ir río arriba o río abajo para buscar un mejor sitio por donde cruza? ¿O acaso debían arriesgarse a pasar por allí en lugar de perder tiempo? Antes de que llegaran a tomar una decisión, vieron como una figura de enormes proporciones se acercaba por el otro lado del río. Para cuando pudieron visualizar de cerca se percataron de que se trataba de un tauren de pelaje amarronado el cual dirigió sus manos a la corriente y, como si el río le obedeciera, hizo reducir la fuerza con la que corría lo suficiente para permitirse cruzar. Aunque al principio se mostraron recelosos, el tauren parecía tener intenciones de ayudarles y finalmente accedieron. Tantanka, como dijo llamarse, no solo les ayudó a cruzar el río, sino que también los guió por un camino seguro hasta el paso de las montañas que estaban buscando. Allí, mientras se despedían y agradecían por su ayuda, el Tuaren sanó las heridas de Astrea y luego partió por su propio camino mientras que los quel’doreis y la draenei lo hacían en dirección contraria. Tras un par de horas de caminata divisaron la fortaleza de los martillos salvajes y antes de que se dieran cuenta un grupo de enanos les había salido al paso y al verificar que eran aliados les escoltaron hasta el lugar. Allí Klamendor decidió recorrer el sitio en busca de una cerveza mientras que Auric, Astrea y Odriel se encargaban de reabastecerse de medicinas y provisiones. Tras una pequeña odisea encontrando a Klamendor, el grupo volvería a ponerse en marcha. Finalmente, con los últimos rayos del sol escondiéndose en el horizonte, alcanzaron Quel’danil. Allí les recibió un elfo de cabellos oscuros perteneciente a los forestales locales y les autorizó a montar un campamento en el perímetro del pueblo donde el grupo pasaría la noche.
  10. 1 point
    Tenían ante ellos una tarea dificultosa, pues la moral del pueblo de Costasur no era muy favorable debido a los últimos acontecimientos del lugar. Aún así en un primer intento fallido de intentar unir a la gente del lugar, no se rendiría e intentaría hacerlo otra vez, buscando una figura más representativa en la ciudad, el Magistrado. Así pues, cogió pluma, papel y tinta, comenzó a escribir con buena caligrafía con la esperanza de que la carta llegara al Magistrado y este quisiera darle audiencia. Una vez terminada la carta, plasmó el sello de la Mano de Plata sobre ella y se la entregó al primer mensajero que vio, con una suculenta propina para asegurar que la carta llegaría a buen puerto. Con la Luz, Magistrado. En primer lugar me presentaré, soy Jared Miller Escudero de la Mano de Plata, como bien habrá llegado a sus oídos hace unas semanas llegamos a sus puertas, para intentar ayudar a vuestra lucha contra la oscuridad que acecha en estas tierras. No sé si le sonara Bosque de Ocaso, pero he visto como esa zona ha caído, junto con centenares de vidas inocentes, debo decir que, desgraciadamente me resulta igualmente de parecida la situación. La oscuridad acechando, esperando la oportunidad para acabar con todos sin ningún tipo de piedad. Como defensores de la Luz y la Vida, entenderá que no podemos permitir que esto ocurra, no otra vez. Por ello, le pido una audiencia para hablar con usted más cómodamente sobre el asunto y de cómo podemos afrontar dicha situación. Si no es mucha molestia acudiré con dos hombres más que son mi de máxima confianza. Y además son viejos conocidos por la zona, pues estuvieron en el pasado aquí ayudando a la gente del lugar. Hablo del Cabo Santiago de Sveri y el antiguo Sargento, ahora Iniciado a Capellan Elegost Faler. Muchas gracias por su tiempo. Que la Luz ilumine por siempre tus pasos. Jared Miller, Escudero de la Mano de Plata. @El errante @Malcador
  11. 1 point
    Un tropezón no es caída El grupo estaba reunido, las pocas nubes en el cielo les auguraban un viaje tranquilo y el viento soplaba hacia el norte. Era difícil para Odriel imaginar una mejor situación que aquella y el entusiasmo por el viaje que les aguardaba se iba intensificando.Habían sido varios días de preparaciones y un sinfín de horas dedicadas a analizar cada minucia que pudiera afectarles la travesía.Finalmente la mañana del embarque había llegado y por un par de semanas de lo único que tendrían que preocuparse era de no obstaculizar ni entorpecer el trabajo de los marineros. Para fortuna del grupo de quel’dorei y la draenei, el clima se mostró favorable en la mayor parte del trayecto y llegaron a Costasur rondando la fecha prevista. El poblado les recibió con una visión deteriorada de la zona y sus habitantes, la mayoría afectados por una u otra causa a raíz del avance renegado. A medida que atravesaban el poblado el grupo recibió varias miradas que si bien no eran hostiles si denotaban la incomodidad ante la presencia de aquel grupo exclusivamente formado por elfos y una de esas criaturas de apariencia caprina. A raíz de esto fue que Odriel, pretendiendo ahorrarles alguna mala experiencia a sus compañeros, se aproximó a Auric, el más joven de ellos, y le consultó si sería capaz de guiarlos hasta el paso de las montañas. Auric era quel’dorei que había crecido en Quel’danil y, al oír la solicitud del mago que depositaba su confianza en él, quiso mostrarse seguro ante el resto de sus compañeros. Fue así que el joven aceptó guiarlos y el resto le siguió rumbo a la salida del poblado. El camino les aguardaba con la promesa de compartir con ellos largas horas de monotonía y los elfos no parecían dispuestos a perder segundo algunos, por lo que se lanzaron hacia él y emprendieron el viaje sin demorarse en hablar con la gente del pueblo. Cuando ya se había alejado un par de leguas y el sol ya se elevaba en el firmamento, oyeron que algo se acercaba por el camino. Feldrendil y Klamendor enseguida advirtieron el reflejo de armaduras metálicas a la lejanía y todos acordaron ocultarse por si se trataba de algún posible enemigo. Ya ocultos desde los arbustos que crecían a los lados del camino, pudieron ver un pequeño contingente de soldados humanos que marchaban rumbo a costasur. En las armaduras eran evidentes los golpes y las manchas de sangre, por lo que asumieron que más de uno estaba herido. Aunque Odriel por un instante pensó en salirles al encuentro para consultarles sobre el estado del camino que les aguardaba, creyó que aparecer por sorpresa podría alertarlos. No fue sino hasta que se alejaron por completo que los elfos salieron de su escondite y reanudaron la marcha. De haber hablado con los soldados o la gente del pueblo hubieran tomado conciencia del estado de la zona, pero las oportunidades solo se dan una vez y los elfos no supieron aprovecharlas. Auric continuó guiándoles y para cuando se percataron que el rumbo tomado les llevaba a zona renegada era demasiado tarde. Unas risas comenzaron a oirse a sus alrededores y para cuando quisieron darse cuenta estaban rodeados por una patrulla de no-muertos. A pesar de las burlas renegadas proferidas al encontrarlos perdidos en aquella zona, no estaban mucho más abiertos al diálogo y el combate fue inevitable. Al no encontrar un hueco por el que pudiesen huir, Klamendor, Feldrendil, Astrea, Auric y Odriel formaron un círculo cubriéndose las espaldas mutuamente. Al principio los golpes de ambos magos y el joven arquero les dieron una leve ventaja sobre los guerreros con espadas renegados, pero la respuesta también fue dura por parte del brujo que los dirigía y uno de los arqueros. Para cuando entablaron la lucha cuerpo a cuerpo, Astrea ya había sido herida por una flecha, Auric había quedado imposibilitado de usar su arco y Klamendor se había paralizado ante la visión del rostro del no-muerto que se le aproximaba. El combate fue cruento y de no haber sido por el sacrificio de Astrea, Klamendor tal vez no hubiese sobrevivido. Al final todo quedó en calma y en el campo de batalla solo quedaban los cadáveres renegados y un grupo de elfos agotados y malheridos. La que peor estaba era Astrea, quien había recibido un profundo corte en una de sus piernas y apenas podía mantenerse en pie. Con las últimas fuerzas que les quedaban, Odriel y Auric ayudaron a la draenei a andar mientras que Feldrendil daba una mano a Kalmendor. Sin voltear la vista atrás y con el murmullo de las risas renegadas zumbando en sus oídos, abandonaron la zona, regresando hacia el este donde finalmente se verían obligados a buscar un sitio donde hacer un alto y montar un campamento improvisado para tratar sus heridas.
  12. 1 point
    Reconocimiento ¿no-letal? de la vieja torre No era ningún secreto ya para los miembros del campamento que no muy al noreste del asentamiento que habían alzado se encontraba una vieja torre abandonada y derruida, en desusos desde la gran guerra contra los orcos y que había sido maltratada por el tiempo. Era desconocido si la torre poseía o no gente ocupándola, si estos serían amistosos u hostiles o incluso podía estar siendo usada como una base secreta renegada. Hasta donde el grupo sabía, era un misterio. Y Elegost y Santiago sabían mejor que nadie que el desconocimiento era el primer paso de la perdición. Estaba lloviendo, así que se equiparon con sus capuchas y trajes de exploradores, preparándose para una misión de reconocimiento. Algo rápido, ir y volver sin ser vistos o reclamar el control de la torre si estaba desocupada. Arcos en mano comenzaron a avanzar fuera del Campamento de avanzada militar falverino de la Luz en dirección este. Por el camino Santiago y Elegost fueron discutiendo la estrategia para la misión de reconocimiento. El plan era simple: Mientras Santiago funcionaba como oteador cercano, Elegost buscaría un sitio elevado desde el que mantener vigilado a su compañero. Avanzaron cada uno por su lado. El Montaraz del norte avanzó en dirección norte, y encontrando un enorme árbol al oeste de la vieja torre comenzó a escalarlo. Para su fortuna llegó a la cima con una destreza increíble, y además logró mantenerse oculto a los ojos de la única persona visible en la entrada de la torre, una persona con una lanza y una hoguera protegida de la lluvia por una lona y cuatro palos. Simple, pero ingenioso. En la cima de la torre no logró divisar a nadie vigilando en ese momento, por lo que era imposible para el montaraz saber si habían más desde su posición. Santiago por otro lado escaló unas colinas también al oeste de la vieja torre, pero desde otro ángulo más cercano al frente que Elegost y desde bastante más cerca. Santiago logró mantenerse oculto de la vista del vigía frontal. Todo estaba bien y Santiago se mantenía vigilando, si todo seguía así en un rato podrían volver y poner puesta en común de lo que cada uno había visto. Pero obviamente las cosas no podían ser tan simples. Elegost pudo notar desde su árbol que los ocupantes de la vieja torre habían improvisado una plataforma de madera desde la que vigilar en la cima. Aunque ahora mismo no había nadie allí, pudo ver una improvisada escalera formada de sogas que llevaba a la plataforma sacudiéndose de un lado al otro. Alguien estaba subiendo y, lo que era peor, desde la cima de la torre sería excesivamente fácil descubrir a Santiago. Pero Santiago, estando en una zona inferior a Elegost, no tenía forma de saber que debía alejarse y ponerse a salvo si Elegost no encontraba el modo de llamar su atención, y el tiempo se agotaba. El montaraz intentó primero imitar el sonido de un ave típica de Elwynn, de manera que Santiago reconociera que era Elegost y se diese la vuelta. Pero debido a la lluvia camuflando el sonido y un desperfecto en la entonación del montaraz Santiago continuó completamente ignorante al sonido. Entonces fue cuando Elegost tomó la única decisión que creyó correcta: Lanzaría un pequeño golpe de Luz al cabo que no debería de hacerle, en teoría, una cantidad excesiva de daño más allá de una molestia. Pero que sorpresa para Elegost cuando la Luz, de entre todas las veces, decidió aquella en particular para acudir a su llamada con todas sus fuerzas, dirigiéndose en forma de un brillante destello hacia Santiago, que recibió el choque de Luz en el pecho y se dejó caer al suelo gritando de dolor ante las quemaduras. Y para mal de males, el vigía de la entrada también había visto el enorme destello de Luz viajando desde la posición de Elegost, ahora revelada, hasta la posición de Santiago, ahora también revelada. El dúo, sin embargo, había llegado en una misión de reconocimiento y no estaban dispuestos a entablar combate solo ellos dos contra un número de fuerzas desconocida, aunque luego lograría ver Elegost que se trataban de tres. En un comienzo, Santiago fue el primero en reaccionar luego del desastroso choque de Luz. Anteponiéndose al dolor y apenas manteniendo su conciencia el montaraz arcano emprendió una carrera hacia la espesura del bosque, en donde apenas desapareció del rango de visión del vigía decidió ocultarse, buscando arbustos y revolcándose entre el barro y la tierra para camuflar sus olores corporales. Elegost por otro lado decidió bajar del árbol, pero en el apuro de bajar deprisa antes de la llegada del vigía se apoyó con demasiada fuerza en la rama equivocada, que se rompió llevándose consigo al montaraz al suelo. El vigía comenzó a correr hacia el grupo y Elegost pudo ver a dos personas más salir de la torre. Tenía que salir de allí. Haciendo gala de su entrenamiento físico, el montaraz comenzó a correr por la espesura del bosque como si fuese su entorno natural, y en apenas una fracción de tiempo ya había perdido a sus persecutores y pudo llegar a salvo al río que daba con el campamento. Santiago por otro lado permaneció escondido. Al comienzo el vigía se quedó en la espesura para buscar y vigilar que nadie se hubiese quedado detrás, pero fue incapaz de encontrar a Santiago y tras desistir volvió a la torre. En el momento en el que Santiago al fin quedó solo en el bosque salió de su escondite y se dirigió también al Campamento de avanzada militar falverino de la Luz, en donde debería de ponerse al día con Elegost y pedir explicaciones por aquel aberrante ataque con Luz que le había propinado y que había puesto en riesgo toda la misión. Pero, al menos, la parte de "reconocimiento" había sido una especie de éxito precario... Incluso si les había costado enfadar a sus vecinos. Y solo la Luz sabía que consecuencias podría acarrear eso. // Rol corto como preparación para investigar a los moradores que habitan una torre derruida y abandonada al noreste del Campamento de avanzada militar falverino de la Luz. El éxito de la misión respecto al reconocimiento ha sido positivo, pero con el efecto secundario de haber abierto las hostilidades con los vecinos del campamento, lo cual puede traer consecuencias hacia todo el campamento y todos quienes habitan el campamento. Participantes/Habilidades usadas: @Stannis the Mannis como Elegost Faler: Escalar - Atletismo - Reprender esencia - Sigilo - Advertir/Notar - Esencia sagrada - Reflejos @SwordsMaster como Santiago de Sveri: Escalar - Atletismo - Sigilo - Advertir/Notar - Reflejos
  13. 1 point
    El Orgullo de Vadrik es un edificio de herrería ubicado a cercanías del barrio eclesiastico, más concretamente cerca de la abadía de Villadorada. Cuya característica principal es que el negocio está dirigido casi en su totalidad por enanos, los cuales trabajan tanto en la forja como en otras tareas de manufactura. //En obras
  14. 1 point
    Al entrar en la herreria hay una notable variedad de armas exhibidas para los compradores, un bonito y pequeño cartel hecho de madera con un estampado de cobre atrae a los campesinos con el simple nombre de "Escaparate". En el extremo izquierdo hay un apartado esculpido en otro cartelito de madera: "Espadas" Ligeras Cimtarra Espada Corta Espadin Estoque Sable Alfange Pesadas Espada ancha Espada de mano Espada larga Espada media Machete Dos manos Espadones Mandoble Bastarda Claymore Pasando a la zona central del escaparate se puede observar otro cartelito de madera apodado "Hachas" Una mano: Hacha dentada Hacha doble Hacha de mano Hachuela Dos manos: Decapitadora Hacha de guerra Finalmente llegais al extremo izquierdo que da lugar al cartelito nombrado "Mazas" y esta justo al lado de la entrada. Una mano: Mazas de mano Maza ligera Dos manos: Mazas de guerra Finalmente, llegais a la entrada donde hay varios soportes de armadura y algunos escudos. La mayoria de las armaduras no estan terminadas por la falta de recurosos y solo se distingen petos de mallas y corazas reforzadas. Peto de malla (este se puede destingir una pequeña coraza de cuero) Corazas reforzadas (Varios soportes no es tan terminados pero destacan dos con una armadura completa, a su lado, los escudos adornan la zona) Y ya por fin, del techo cuelgan una variedad bastante grande de escudos yendo de más pequeño a más grande haciendo terminar un escudo encima de la entrada que por sus ornamentos atrae hasta el más humilde. Rodela Escudo mediano Escudo grande Escudo ornamentado El interior de la herreria es tan solo donde los enanos forjan su futuro a base de martillazos al hierro candente mientras bromean en su querida lengua natal.
  15. 1 point
    Lista de Contratos: Contrato Se responde a Pedido Trámite Forja de armas @TitoBryan Leonardo de la Vega Dos unid. Alfanjes Completado 7, 80 Reparación de arma @TitoBryan Ricardo Sierra de Villanueva Arreglar mellas en espada Completado 65 Forja de armas @TitoBryan, @Firefly Law Una unid. Espada Larga Completado 3 Manuf. Piezas metálicas @TitoBryan, @Firefly Jäger Martillobronce Diez unid. Piezas de metal Completado 71 Terminos Duración Clientes: Indigo & Ocre @ILUSDN Juego de 20 piezas metálicas (Cilindros, resortes,arandelas...) Indefinido, el encargo será entregado tras la transacción. 1010 Bisemanal Clientes: Jared Miller, Escudero @Kario Mantenimiento mensual de armadura (Solo dos al mes...) Indefinido, el trabajo se llevará a cabo por petición del respectivo cliente. 51 Mensual, Extra de 10 adelantado //Ultima actualización: 11/03/18
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