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Un nuevo horizonte [FINALIZADO]

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Un nuevo horizonte

 

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Basto y cruel océano,  murmullo que trae visiones, fuego y acero.

Atormenta con tan infame fuente de recuerdos penosos.

Puesto en tierras lejanas, otrora amada mía, ha quedado enterrada.  

Las fauces mismas que arrancaran mi orgullo diestro conservan los restos del lamento.

Sangre propia que marca la tierra, dejando en pasado impío bosque y torres de rocas en llamas…

 

 

Odriel dejó de leer, apoyó el libro sobre una robusta mesa de madera barnizada y lo deslizó hacia su interlocutor. Eric Eastmond apenas si le echó una hojeada superficial, carraspeó y alzó una ceja - ¿Y qué significa todo… esto?

-  Es un viejo diario, mal traducido por cierto, de mi difunto abuelo, Drael Arlor Feathersun. Ha caído en mis manos recientemente, y he descubierto algo interesante en él. Aunque esta traducción no me es útil, del original podría saber el sitio exacto donde mi antecesor perdió su legendaria arma. – Hizo una pausa para mirar a Eric, pero este no parecía con intenciones de acotar nada al asunto.

-Donde dice el lamento – Continuó el elfo - bien debería decir “El lamento del viento”. Una frase complicada en thalassiano: Hath’lorien laral. La espada perdida de la familia Feathersun, tiene un gran valor para mi y quiero recuperarla.

- Aham… - Eric se estaba distrayendo, tardo un instante en percatarse que el mago había dejado de hablar y volvió a centrar su atención en el. – Y sabes que está en Kalimdor. La pregunta es ¿Por qué yo invertiría un solo céntimo en ese viaje?

- La verdadera pregunta es ¿Por qué no lo harías? – El elfo sonrío levemente – Imagina los honores que recibirías y el reconocimiento tras la empresa. Tal vez incluso la emperatriz misma te recompense. Una expedición a esas tierras desconocidas pueden revelar multitud de riquezas o la posibilidad de prosperas inversiones. Además…

Odriel se lo pensó, pero finalmente decidió no mencionar el hecho de que Eric le debía un pequeño favor. Sabía cómo se ponía cuando intentaban reclamarle cosas y no era momento para arruinar la relación con el adinerado muchacho.

- Tú corres el riesgo monetario y yo corro el riesgo mortal. Creo que es bastante justo.  – Concluyó encogiéndose de hombros.

Eric se lo pensó por unos minutos, jugando con los puños de un jubón que valían más que toda la indumentaria que el elfo llevaba encima. Luego se sonrío. - Que así sea.

 

 

// Post para ir agregando los avances de: http://www.rolerrante.com/index.php?/forums/topic/3109-carteles-de-reclutamiento-un-nuevo-horizonte/#comment-8214

¡A las 20hs comienzo con la parte del reclutamiento!

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Gracias al renombre de la bien asentada casa Eastwond, no le había tomado demasiadas dificultades hallar su hacienda y preguntar por Eric, encargado de esta, sobre los detalles de la expedición que apuntaban al continente occidental. Su búsqueda de información parecía trabarse nuevamente ante la aparente ausencia del noble, por suerte el mayordomo pudo encaminarla a otra persona encargada de organizar el viaje.

La dirección otorgada por el mayordomo le resultaba realmente familiar, y con sorpresa pudo salir de dudas cuando esta la condujo a la librería de su amigo Odriel. quien se dispuso de buen agrado a informar detalladamente sobre el planteamiento del viaje. Aunque aparentaba ser una expedición de resultado incierto, la propuesta contaba con matices interesantes, agregando que la idea nacía de un compatriota no necesitaba más motivos para participar en la búsqueda de conocimientos olvidados. Así pues sin más dilación puso rumbo a su tienda para iniciar los preparativos del largo viaje.

// Como hablamos, voy con Mélandyel

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Reclutamiento y partida

 

La taberna El Gamo era un típico local de ciudad, atestado de clientes de todo tipo de coloridas clases sociales. . Los que entraban en la taberna, no tardaban demasiado en notar, en un rincón de la enorme sala, un grupo de personas haciendo fila tras una mesa.

La mesa, iluminada por algunas velas estaba cubierta de pergaminos, y algunas jarras vacías.  Detrás de esta se podía ver a al enano Bodvar y al quel'dorei  Odriel, anotando a la gente que iba acercándose. Incluso la dueña de la tienda de inscripciones el Cántico Olvidado, Mélandyel, se había presentado a dar una mano.

Aunque en un comienzo el reclutamiento se veía ordenado, la llegada de un sujeto llamado Garret causó algo de revuelo en la zona, obligando al elfo a llamar el orden. Más no llegó a mayores y finalmente se terminó con el procedimiento.

La lista de voluntarios incluía nombre apellido y oficio de cada uno de ellos. Tras pedirles esa información, se los hacía firmar y finalmente se les confiaba la hora y el lugar de partida.

Al día siguiente, el punto de reunión fue el puerto de Ventormenta. Habiendo finalizado los preparativos durante la mañana, el elfo Odriel esperaba a los voluntarios empezando la segunda mitad de la tarde.

Los primeros en llegar se toparon con la necesidad de ayudar a cargar las provisiones y el equipaje esencial que debían llevar consigo durante la travesía. El barco que los llevaría a destino era un bergantín de dos mástiles y velas cuadradas, capitaneado por un hombre robusto de mediana edad llamado Beau Berrant.

Mélandyel, Garret y Elodía se encontraron entre la segunda tanda de voluntarios en sumarse. Minutos más tarde todos estaban a bordo y Odriel reunió a todo el grupo para responder las últimas dudas y hacer que se presentaran entre sí. Sin más dilación, elevaron anclas y zarparon.

Aunque los problemas se insinuaban por momentos, no fue hasta la aparición de Lewelyn en estado ebrio que la cosa se puso difícil. Después de intentar ligar con Elodía y con Mélandyel, tener encontronazos con Garret y Bodvar y estar a punto de ser golpeado o arrojado al mar, el muchacho se superó a sí mismo para volverse el centro de atención. 

Subiéndose a una de las mesas mientras que esperaban a que sirvieran la cena, el joven accidentalmente terminó en llamas y corriendo por toda la sala, derribando todo a su paso. Fue gracias a la intervención de Bodvar junto a algunos marineros y sobre todo a Mélandyel y su magia que lograron extinguir las llamas que habían comenzado a extenderse.

La cena se sirvió finalmente y la noche pasó. El barco seguía su rumbo siempre hacia el oeste. Entre mares cada vez menos concurridos y más salvajes.

 

// Participantes:

Garret - Mélandyel - Elodía - Lewelyn - Bodvar

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PNJS

 

  • Julius y Piedmont

Trabajan directamente para la familia Eastmond y están encargados de vigilar las acciones de Odriel durante la expedición, velando por el beneficio de su señor.  Ambos, son hombres de mediana edad, de apariencia ruda y notable experiencia.  Julius es un hombre de pelo graso y oscuro, de nariz ganchuda y una gruesa barba azabache. Es impaciente e impulsivo. Por el contrario, su compañero Piedmont, que parece ser mayor que el primero, es más relajado y silencioso. Es alto y delgado. Porta un bigote rubio y unas entradas importantes.

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  • Jorad y Adiana

Miembros de la guardia nocturna que tras la pérdida de su hogar y sus trabajos, con la caida de ocaso, decidieron buscar un nuevo comienzo, uniéndose a esta partida que los llevaría a tierras hasta entonces desconocidas para ellos

 

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  • Christopher, Luca, Astrid y Liv

Un grupo de campesinos refugiados provenientes de Ocaso y las zonas más pobres de Elwynn. No cuentan con experiencia combatiendo pero no tienen problemas en realizar labores manuales o que exijan esfuerzo físico. Además por su vida en la campiña, saben cuidar de las bestias de carga.

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  • Sigmund  

Un anciano que en su juventud trabajó para el ejército Lordaeriano como cirujano ahora retirado y sin posibilidades de ser admitido en otras fuerzas militares, decide unirse a la partida con tal de ganar unas monedas.

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  • Rolson

Un cocinero de mediana edad, regordete y de expresión risueña. Se unió a la compañía con la esperanza de conseguir nuevos y exóticos ingredientes para sus recetas. De momento ya se ha hecho con un barril de algas.

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  • Capitan Beau Berrant y sus marineros

Es un hombre de mediana edad. Fornido y de espesa barba oscura. Es de altura media y viste de manera algo descuidada. Teniendo una deuda con la familia Eastmond, se le ha otorgado la oportunidad de saldarla a cambio de llevar al grupo de manera segura hasta el puerto de Theramore y, en caso de regresar, llevarlos de vuelta a Ventormenta. Dirige un grupo de hombres curtidos y disciplinados, acostumbrados al mar y a sus peligros.

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  • Alathis Silversun

Heredera de una familia quel'dorei que ha sabido ganarse la vida en la ciudad de Theramore. Es alta, de cabello castaño y viste una elegantemente. Odriel se enteró mediante una de sus colegas que la familia Silversun tenía en su poder un tomo perteneciente a la familia del mago. Ante la insistencia de Odriel, la elfa aceptó reunirse con el y su grupo con la finalidad de negociar un intercambio por aquel manuscrito antiguo.

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Algas para rato

 

La mañana del tercer día recibió a los tripulantes del bergantín con una niebla ligera que les dificultaba la visión.  El grupo se mostraba algo desanimado tras los días en altamar. Adolph y Garret incluso habían iniciado el día con uno de sus ya usuales concursos de insultos, sacándose los ojos el uno al otro mediante palabras hasta que estas no bastaron y decidieron pasar a un método más literal. Odriel tuvo que aparecer para separarlos mientras ambos se repartían golpes sin asco.  Este "pequeño espectáculo" más la llegada de Rolson con el desayuno levanto un poco el animo de los presentes.

Todos estimaban que no faltaría demasiado para llegar a las tierras del continente vecino, pero en aquel momento el barco se detuvo con una brusca sacudida. Algunos cayeron al suelo mientras que otros lograron sujetarse a las mesas o apoyarse contra las paredes del barco. Al salir a cubierta, notaron que el navío estaba rodeando por una gruesa formación de algas y otras plantas marinas que lo mantenían prisionero.

Unos cuantos marineros y voluntarios, incluidos Garret y Odriel, bajaron del barco para descubrir que aquella extraña formación verdosa era lo suficientemente firme como para pararse sobre ella y avanzar, con cuidado de no pisar algún hueco, con el agua y las plantas cubriéndoles hasta la altura de la rodilla.

Tras un análisis rápido de la situación, determinaron que les tomaría un buen rato desenganchar aquellas algas que se aferraban a los lados y al frente del barco, impidiéndoles avanzar. Mélandyel, sin perder tiempo, se dirigió a la bodega con intenciones de conseguir herramientas que les facilitaran la labor. El resto se había puesto manos a la obra valiéndose de las manos desnudas o dándole uso a algún cuchillo que llevaban consigo.

Todo parecía estar en completa calma hasta que, sin previo aviso, unos brazos sujetaron las piernas de varios de los marineros y tiraron de ellos hacia abajo, dejándolos atrapados entre las algas. Mientras luchaban por liberarse, un grupo de murlocs se mostraron en la superficie, pasando a través del entramado diseño vegetal gracias a la viscosidad de su piel. Los pocos voluntarios que no habían sido atrapados se sumaron a Garret y Odriel para enfrentar aquella amenaza.

Mientras tanto, en la bodega, Mélandyel permanecía ajena a esos acontecimientos. En su afán de encontrar las herramientas paso por la zona donde guardaban los animales. El quejoso rebuzno de una de las bestias le llamo la atención y, al asomarse por el pasillo del improvisado establo, vio a un pequeño ser viscoso y de ojos saltones picando al animal con el extremo opuesto e una lanza.

La elfa hizo ruido para llamar su atención y luego guiarlo hasta las escaleras, allí le preparó una pequeña trampa, congelando los escalones y causando que el murloc resbalase.  Aunque la criatura logró llegar finalmente hasta la elfa, habiendo sacrificado su lanza, la llegada de uno de los marineros la puso en fuga, delatando que había ingresado en el barco a través de un orificio bastante pequeño en el casco del navío.

Tras encomendarle al marinero que asegurase aquella avería, Mélandyel volvió a cubierta algo alarmada y dispuesta a advertir al resto. Por fortuna Garret, Odriel y el grupo de voluntarios y marineros habían logrado repeler el ataque. Algunos murloc yacían muertos, tiñendo con su sangre las aguas de la zona, y otros simplemente se dieron a la fuga.

Ya contando con las herramientas, la labor se les volvió tediosa pero no les supuso más contratiempos.  Rolsón fue el que más a gusto se mostró con aquella provisión de algas que podría añadir en sus platillos como ingrediente especial. Tras un par de horas de trabajo,  el barco quedó liberado y se pusieron en camino una vez más.

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Cargamento de la compañia

 

Pequeño sistemita para medir la capacidad de carga de la que dispondrá el grupo. El peso/espacio que ocupa cada tipo de suministro u equipo está englobado en una sola medida que llamaré unidad. Una unidad no representa en si misma un solo artículo de determinado objeto, sino el espacio/peso que exige para ser transportado. Por ejemplo 1 unidad de espadas bien podría tratarse de 3 o 4. 

 

Capacidad de carga:

Carreta pequeña –  40 unidades.

Burros – 12 unidades en el lomo o 15 tirando de una carreta

Mulas – 20 unidades en el lomo o 25 tirando de una carreta

 

Suministros necesario al día:

Alimento por persona: 2 raciones al día

Agua por persona=  2 raciones

8 Raciones =  1 Unidad

Alimenta 20 personas al día = 5 unidades

 

Disposición inicial:

Carreta con dos burros = 30 unidades

4 Mulas = 80 unidades

Total = 110 unidades disponibles

 

Cargamento Inicial

10 x Tienda 2-3 Personas =  3 Unidades (30)

1 x Caja de Agua Bendita(x5 Botellas) = 2 Unidades

Ollas,  sartenes, cuencos, cubiertos y otros elementos de cocina = 5 unidades

Materiales varios (Clavos, estacas, cuerdas, cadenas, madera) = 5 unidades

Herramientas varias (Picos, palas, sierras, palancas, hachas, martillos) = 12 unidades

Provisiones (Pan duro, queso, cecina, legumbres, arroz, pescado seco, verduras, etc)= 20 unidades

Agua(Más los odres o botellas)= 20 Unidades

Equipo quirúrgico, agujas, hilo, vendas, antisépticos = 6 unidades

Paja para los animales = 10 unidades

 

Cargamento tras atravesar Mil Agujas:

8 x Tienda 2-3 Personas =  3 Unidades (24)  

Ollas,  sartenes, cuencos, cubiertos y otros elementos de cocina = 5 unidades

Materiales varios (Clavos, estacas, cuerdas, cadenas, madera) = 3 unidades

Herramientas varias (Picos, palas, sierras, palancas, hachas, martillos) = 8 unidades

Provisiones (Pan duro, queso, cecina, legumbres, arroz, pescado seco, verduras, etc)= 5 unidades

Agua(Más los odres o botellas)= 8 Unidades

Equipo quirúrgico, agujas, hilo, vendas, antisépticos = 3 unidades

Paja para los animales = 4 unidades
 

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Trás varias jornadas de viajar bajo el rayo del sol, agotados, heridos y un poco hambrientos, la caravana regresó a Theramore. Su número se había mermado durante la travesía, ya que había un grupo que se había separado en Mil agujas. El viaje, había cumplido con su propósito, trazar una ruta entre los bosques del suroeste del continente y la ciudad portuaria regida por la maga oriunda de Kul’Tiras

La ruta más los puntos recomendados donde hacer paradas se veían reflejados sobre un mapa que los quel'doreis de la comitiva portaban consigo. Además, entre las alforjas de las mulas, muestras de diversas plantas, minerales y piedras se agrupaban con esqueletos y cráneos de variadas criaturas con las que se habían topado

 

Theramore, día 29 del décimo mes del año treinta

 

Estimado Eric,

He decidido escribiros esta carta porque hay asuntos que me obligan a permanecer en Theramore por algunos días más. Julius y Piedmont, a quienes confío estas palabras, se encargarán de liderar lo que resta de la travesía.

Sé que os gustaría oír de los pormenores del viaje y os aseguro que me encontraré con vos tan pronto pueda retornar al imperio. Aun así, un pequeño resumen bastará para ir preparando el terreno para nuestra futura charla.

El viaje tuvo su inicio sin contratiempos la fecha pactada. En tan solo unas pocas jornadas atravesamos en Mare Magnum, superando dificultades a las que los marinos que nos acompañaban ya estaban habituados. Vale destacar que el capitán Beau Berrant se mostró totalmente correcto, cumpliendo con lo pactado.

 La llegada a Theramore se desarrolló con normalidad. Mientras un grupo de hombres se encargaba de preparar las provisiones para la travesía, otros de nosotros nos adentramos en el pantano que precede a la ciudad insular. Allí realizamos una breve labor de exploración, encargándonos de algunas criaturas locales, con motivo de cumplir con quien tenía el tomo, del que tanto os he hablado, y así pactar un intercambio.

Finalmente podíamos comenzar la travesía y así lo hicimos. Tan pronto como los primeros rayos de sol iluminaron el sendero, comenzamos a avanzar entre pantanos y maleza, sufriendo algunos ataques de las bestias hambrientas de la zona. Aunque debo admitir que fueron los insectos los que mayor desprecio se ganaron.

Gracias a la ayuda de los soldados locales conseguimos seguir una ruta que se podría catalogar como segura, pasando lejos de campamentos de criaturas enemigas entre las que se contaban tanto taurens, de tribus hostiles, como ogros. La visión que obtuvimos al dejar atrás esos pantanos no fue la más agradable.

Una extensa sabana plagada de animales salvajes nos esperaba. Cada tramo que avanzábamos nos veíamos amenazados por el abrasador sol que nos hizo gastar de manera inesperada gran parte de las reservas de agua. En más de una ocasión tuvimos que sobreponernos a peligros que superaban nuestras capacidades bélicas. Por supuesto, que la decisión en esos casos fue emprender retiradas.

Fue la fortuna la que nos obsequió con la llegada de un tauren que conocía nuestra lengua. El ser se acercó una mañana al campamento, seguido por criaturas hostiles, similares a jabalíes. El tauren necesitaba de nuestra ayuda y nosotros de su conocimiento del terreno, por lo que, tras salvarle la vida, llegamos a un acuerdo. La mañana siguiente emprendimos una vez más la marcha, esta vez con un ejército de jabaespines pisándonos nuestros talones.

Atravesando una serie de cavernas, donde crecían plantas nunca vistas antes, logramos llegar hasta un desfiladero llamado las mil agujas. Este sitio está dominado por una tribu de centauros, seres mitad humano mitad caballo, que vagan por allí atacando todo lo que se cruza en su camino. Con la ayuda de Hakar, el tauren, evitamos en gran parte a sus exploradores y ascendimos a unos pilares que dominan la zona. En las alturas, si bien nos topamos con peligros, enfrentando otros seres humanoides con apariencia de aves, esos combates no fueron mortales para nuestro grupo.

Al fin, tras varias jornadas logramos llegares a los bosques de Feralas, una zona habitada tanto por elfos nocturnos, como por ogros, taurens y gnoll, entre cientos de razas de animales exóticos propios de la zona. Nuestro primer encuentro con los elfos no inició con el pie derecho, pero tras hablar con su líder logramos llegar a un acuerdo. Nos permitieron avanzar una vez más por esos territorios, brindándonos incluso el apoyo de algunos exploradores conocedores del terreno.

Con su ayuda logramos llegar nuestro objetivo final. Unas ruinas antiguas escondidas en la profundidad del bosque y protegidas por las montañas. Al adentrarnos allí descubrimos una especie de templo con una roca que coronaba el centro de la sala. Un guardián salvaguardaba el sitio, pero con especial ayuda de la abjuradora Mélandyel Ronae y el enano del clan Drakkigson Bodvar fue posible asegurar la zona. Con el sitio asegurado, se tomaron muestras de aquella extraña roca y además se exploró la zona, revelando información de la que os haré conocedor tan pronto nos encontremos personalmente.

Días después. Tras aprovisionarnos, emprendimos la vuelta. Os hará gracia leer que, a pesar de todo pronóstico, encontré la espada de mi antepasado. Además, en la caravana hallareis un buen número de especies de plantas y animales que individuos más especializados en los campos correspondientes podrán estudiar a fondo. Confío en que estos hallazgos os sean de utilidad para futuros viajes que tengáis en mente.

 

Mi más sincero agradecimiento

Odriel Feathersun

 

PD: Un grupo de hombres se ha separado de la caravana en la zona de Mil agujas. Desconozco que fue de ellos, ya que insistieron en separarse y lo hicieron sin provisiones. Si la magia así lo quiere, volveré a encontrarlos aquí en Theramore. Por otro lado, el resto de sueldos fueron repartidos, al llegar a Theramore, entre los hombres y mujeres que completaron la travesía.

 

// Resumen de las doce sesiones. La verdad es que la lista de habilidades usadas era bastante amplia, pero si alguien quiere que haga mención de algo en particular, avíseme y lo agrego. 

@Janorey como Lewelyn

@Curly como Mélandyel

@Beretta como Elodía

@Shiva como Feldrendil

@Murdoch como Varno

@Kario como Garret

@C0rt3x como Adolph

@Axl como Bodvar

@ElCapitan como Hoat

Parte final: Maw, Elireth y Blues, como Erebus, Dicea y Xirene respectivamente.

Gracias por participar!

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