SwordsMaster

Se había corrido la noticia entre varios mandos del ejército: El señor de Torre del Prado, una tierra pequeña y humilde con una aldea a sus pies, se encontraba en problemas. Nada especialmente grave, pero si lo peor llegase a ocurrir, cabía la posibilidad de que el pequeño sitio se perdiese del control imperial. Aunque eso era solo el peor escenario y el sitio no era especialmente importante, lo realmente vital era que el apoyo del señor aún era necesario para ciertas operaciones encubiertas. Simple y llanamente, debía ser protegido. Así es como habían encargado a un cabo familiarizado con la zona el dirigirse allí, con los acompañantes que viese oportuno. La única regla: Ser discreto.

Paralelamente, la noticia había llegado a la Academia Arcana. Los señores de Torre del Prado se habían caracterizado por generaciones por ser poderosos magos, uno podría decir que ya prácticamente llevaban la magia en su linaje. Aunque Lord Marle no poseía oficialmente el título de Archimago, lo cierto es que lo era en todo menos en nombre. Había sido durante décadas un generoso donante a la Academia, y aunque no poseía su propia escuela, era conocido por de tanto en tanto tomar a uno o dos estudiantes, que eventualmente se convertían en poderosos magos al servicio de la Academia. Lord Marle era un recurso valioso para la Academia, y simple y llanamente, debía ser protegido. Así que cuando uno de sus magos más prometedores vino a preguntar a la profesora Erlinda para marchar a ese sitio, no pudo decir que no. Muy por el contrario, alentó al joven Midir. Cualquier cosa que ocurriese en Torre del Prado, estaba atado a ser un asunto arcano.

Si Torre del Prado vivía, o desaparecía del mapa, aún estaba por verse.

 // 
Post para futuros posteos de la trama de Torre del Prado, no responder. Cualquier personaje que Midir o Elegost permitiese adherirse puede integrarse, si son muchos puede que cierre la puerta, por mi salud mental. Sin horarios. Ya veré. Cuando me apetezca. Soy caótico

Ronda dos: Operación Reiger. Fase de reunión de operativos

Mientras los cuatro audaces aventureros de una recién formada nueva compañía almorzaban varias calles más abajo de la Academia Real Arcana, planificando su futuro viaje entre guisos, zumos y risas... Un director escribía con tinta encantada en el libro de la Academia tres nombres. No, esos tres caóticos no volverían a pisar la Academia en MESES, si él tenía algo que decir al respecto. Bueno, excepto Midir Vormak, porque era un mago prodigio. ¿Pero los otros tres? ¿Esos MENESTEROSOS que habían irrumpido y durante horas molestado a los profesores y alumnos? Absolutamente no.

Al menos, en la cultura popular de los aprendices de mago viviría durante semanas la historia del Profesor Fantástico de Falveri y su corta, pero intensa, clase de Thalassiano arcano.

Por otro lado, el Sargento Tristán Arribald y su fiel compañero de muchas batallas, Henrich, debatían entre un montón de papeles. Solo quedaba esperar que el nuevo cabo tuviese éxito... ¿Pero podían fiarse de su estabilidad mental? ¿Era siquiera apto aún para sus labores?

 // Rolecito corto
Duración: 2 horas y media

Participantes:

@Stannis the Mannis como Elegost Faler
Habilidades usadas: Atletismo, Escalar, Advertir/Notar, Buscar, Conocimiento/Historia (Magia arcana), Reflejos, Etiqueta

@Focus como Midir Vormak
Habilidades usadas: Sigilo, Invisibilidad, Prisión arcana

@Kario como Clive Ashford
Habilidades usadas: Atletismo, Buscar, Reflejos, Callejeo, Etiqueta

@SwordsMaster como Everard de Sveri
Habilidades usadas: Atletismo, Sigilo, Reflejos, Etiqueta

Census Militaris

El soldado Everard de Sveri había recuperado la consciencia finalmente tras casi un día y una noche de intensos cuidados. Para cuando despertó, solo veía sanadoras, sacerdotes y al mismo Justicar, yendo y viniendo. La enfermería estaba... Abarrotada, heridos, supervivientes. Supervivientes de una masacre que él había sido incapaz de evitar. Había tenido la victoria entre los dedos, quizás a un golpe de distancia. Quizás... Su hermano habría podido.
El Justicar le dio las noticias de como se habían desenvuelto las cosas. En silencio se puso de pie y se dirigió fuera, tambaleándose y aún mareado. Observó los soldados fuera... Lo que quedaba de ellos, los heridos, las miradas vacías. Las atroces construcciones del Azote en la lejanía, los gases tóxicos... Y justo encima las estrellas, como si nada ocurriese debajo de ellas, inmutables.

Quizás era la primera vez que entendía a su hermano. Se había enlistado y había partido al norte esperando encontrar aquello por lo que había estado dispuesto a arriesgar su vida; imaginó aventuras por lugares exóticos, observar las grandes ciudades extranjeras, las grandes ruinas, todo tipo de criaturas exóticas, ver y actuar en frentes de guerra que cambiarían la historia de la humanidad, dejar su marca. Cualquier cosa que hubiese en ese estilo de vida, debía ser algo muy bueno para que su hermano hubiese estado dispuesto a arriesgar su vida. No lo era.
Culpa. Remordimiento. La sensación opresiva en el pecho de "Y si". El pensamiento intrusivo en la parte trasera de la cabeza de "no fuí suficiente". La cruda realización de que tus amigos han muerto por confiar, en tí, por confiar en tí. No, no era la excitación de las aventuras o la emoción de ver cosas nuevas lo que había impedido que su hermano abandonase aquella vida, era culpa, y como un novato insensato en el bosque, había caído en la misma trampa. Sabía que vería ese día cada vez que cerrara los ojos, o que cada vez que usase un cilindro para hacer un explosivo vería la cara de Eina. Ese día le perseguiría, y como consecuencia, jamás podría realmente dejar esa vida atrás.

Tal es la naturaleza de la guerra; cambia al hombre, para siempre, y pocas veces para bien.
Pero la guerra, la guerra no cambia nunca.

Para sorpresa del veterano Montaraz, junto al cargamento de suministros de la última semana a Rosgith llegaría una carta cargada en Stromgarde a su nombre. La misma olía aún a mar, y de interrogar un poco al cruzado argenta que había traído los suministros, sabría que la carta provenía del sur. Muy al sur. De Ventormenta, probablemente.

El sobre no parecía tener nada especial, ni un indicativo de parte de quién era. Lo más probable es que tuviese que leer su contenido completo si quería saber quién era. Leer el primer y último párrafo simplemente no iba a bastar.

@Stannis the Mannis

La idea era sencilla: En vistas para prepararse para la peligrosa misión que se les venía encima, tomar dos lanzas de entrenamiento, correr en sincronización absoluta y hombro con hombro hasta la cima de la muralla, soltar el mejor grito de guerra posible, volver a descender, rodear la arena corriendo y en plena carrera arrojar la lanzar contra un muñeco de entrenamiento. ¿Qué tenía eso que ver con ir a salvar gente a un campamento renegado en un bosque maldito? Nada, pero era una idea guapa de entrenamiento.

La primera ronda, entre Elegost y Everard, ganó Elegost desde el flanco izquierdo, tras una carrera incansable, un lanzamiento espectacular y una carga destructora que aniquiló al pobre muñeco. Por el flanco derecho, Everard se comió un poste, y luego casi le da a Elegost arrojando su lanza.

En la segunda ronda, entre Elegost y Fiora (Con Everard cantando para animar a Elegost), ganó Fiora por el flanco izquierdo, tras un lento pero seguro trote, un lanzamiento mediocre y una carga espectacular que también aniquiló al pobre muñeco. Por el flanco derecho, Elegost se comió el suelo, y se le metió tierra en la nariz.

Por culpa del flanco izquierdo, que parecía estar maldito, el entrenamiento se dejó ahí. La conversación siguió un rato más, Elegost y Everard se cantaron algunas cosas, acabaron con una conversación profunda y al final se separaron para prepararse. Lo peor estaba por llegar.

 // Entrenamiento

Habilidad general entrenada: Lanzar

Habilidad entrenada por Elegost: Provocar

Habilidad entrenada por Everard: Música (Canto)

Habilidad entrenada por Fiora: Lanza ligera

Habilidad entrenada por Ciel: Fauna (Mamíferos)

Habilidades usadas:
Elegost: Atletismo, Lanzar, Lanza ligera, Cuchillo, Baile, Música (Canto), Voluntad
Everard: Atletismo, Lanzar, Baile, Música (Canto), Voluntad
Fiora: Atletismo, Lanzar, Ataque desarmado, Defensa
Ciel: Fauna (Mamíferos)
Annalena: Fauna (Mamíferos)

"La carta sellada con el símbolo de la inquisición en cera fue inmediatamente repartida por los distintos rincones de Stromgarde", y justo a tiempo, pues la misiva había llegado a menos del soldado Everard cuando estaba a un palmo de abandonar el reino, y adentrarse más allá de la Gran Muralla de Thoradin, donde luego tenía planeado tomar la ruta hacia las tierras del interior.

Leyó la misiva, observó a sus compañeros de los Buscadores dormidos en el carro. Ya era la segunda vez que un agente inquisitorial le inmiscuía en asuntos de la inquisición. Aunque en otras circunstancias habría ido, esa misión ahora era parte de su pasado. La gente muere. Otros los vengarían... Había cumplido dentro de sus límites, ahora ya no era su problema. Nada que un simple soldado pudiese arreglar, de todos modos, pensó.

Con cuidado acercó la misiva al fuego de su lámpara, y la observó arder. Tampoco iba a arrugar y tirar una misiva de la inquisición por ahí, no quería su cabeza en una pica por comprometer información. Y con ese acto, era libre.

Se volvió a acomodar en el carro, apagó la lámpara y bajó la cabeza para seguir durmiendo, mientras esperaba llegar a la gran muralla. Le esperaba un largo viaje

El muchacho tomó un trozo de papel, tomó prestada sin avisar la pluma y la tinta del Escudero Ethan y se fue a su rincón en el campamento escarlata para escribir su misiva. Más tarde, se la dio al valiente enano que iba a salir a conseguirles suministros. En algún momento u otro la carta acabaría llegando. Eventualmente. Tras cambiar de manos varias veces.
Arrugada y maltratada, probablemente la había leído la mitad de los mercaderes que correteaban por los caminos.

Le había vuelto a pasar. Otra vez se le había acabado el espacio. Con cuidado dio vuelta la hoja para poder seguir

@yune134

Las ruinas de Rosgith se alzaban débiles y fracturadas, con un puente derruído que conectaba a un sitio de pesadilla. A lo lejos se veían pequeñas manchas en el cielo, inequívocamente cualquiera que llevase allí más de dos días podría afirmar que eran gárgolas.

Cerca de la entrada, nueva sangre había llegado, traídos por nada menos que Jared Miller. La nueva sangre no había esperado ni un solo minuto luego de que terminara Tristán de mostrarles el campamento, antes de dirigirse a la arena en busca de liberar el estrés como guerreros.

Al final del día, solo quedó una conclusión clara: Las armaduras completas eran impenetrables, un buen mazo no se le aplica esa regla, y el espíritu humano puede obrar milagros.

 // Entrenamiento luego de la llegada a Rosgith.

Habilidad entrenada General: PROVOCAR

Habilidad entrenada de Fergus: GOLPE DE ESCUDO
Habilidad entrenada de Ethan: DUELISTA
Habilidad entrenada de Aedan: 
Habilidad entrenada de Markov: GOLPE PARTE ESCUDOS
Habilidad entrenada de Edward: RECUPERACIÓN RÁPIDA

Ficheo:

Ethan suspiró agotado
-Bueno, terminamos-
-¿Eh? No, falta otra-
-Fergus como que otra-
-Eran tres-
-Fergus como que otra...-

Ethan se pasó la mano por la cara, y se puso a leerle la carta

La hoja no le dio el espacio con su letra gigantesca y mayúscula, así que dio vuelta la hoja para poder terminar de escribir

Ethan miró a Fergus seriamente, y solo dijo
-Tienes que trabajar en tus modales-

La carta habría llegado junto con la última a Elegost

El mensajero miró con ojos como platos la carta que le tendían mientras tomaba una cerveza en la posada

-¡Niño me estás jodiendo, estuve todo el día corriendo con esas cartitas de ustedes! ¡Esos ya deben de haber cruzado al muralla! ¡Renuncio! ¡A tomar por saco!-

Así que Fergus buscó un nuevo mensajero. Ah, perfecto, ese soldado iba a acompañar una caravana a Trabalomas. Él se encargaría. Y sin gritar tanto

Ethan terminó de leer la carta a Fergus. Lo miró. Fergus le devolvió la mirada.

-Escribe mi respuesta-

-Te ayudaré. Así aprendes-

Everard tomó un carboncillo de su mochila. Ay, ese carboncillo, que había iniciado su viaje en la Academia de Stromgarde, viajado hasta Trabalomas, luego hasta Ventormenta y de nuevo al norte, en nuevas manos. Que historias tendría para contar, si pudiese hablar. Apoyó uno de sus papeles en su pierna y comenzó a escribir.

Luego le metió una patada a Elegost para despertarlo.

 -- Toma idiota

Y se la pasó a su compañero, se giró y volvió a intentar dormir.

El burro y la dama

^{la imagen no es engañosa, eso pasó}

Muchas, muchas semanas más tarde...

El barco hizo puerto en Ventormenta. Una mujer pelirroja bajó, con poco más que sus ropas, un viejo estoque y una pequeña mochila. De forma cansada se acercó al primer trabajador del puerto que encontró, preguntando por direcciones para llegar a Villa Sveri. No tenía ni idea. Luego preguntó a otro. Y a otro. Y a otro. Nadie parecía conocerla, ¿le había jugado el montaraz una mala pasada? Lo que le faltaba, más gente traicionándola, apuñalándola, escupiéndole...

Se compró un bocadillo, y se sentó en la plaza de la Catedral a comer, en un banquillo. Un anciano sacerdote se le acercó, se sentó a su lado y le preguntó por qué parecía tan triste. Aunque, quizás, triste no fuese la palabra. Cansada, derrotada, engañada... Un final que ni siquiera digno. O quizás sí. Digno de una rata como ella.
El sacerdote no necesitó oir respuesta alguna, le ofreció su ayuda. Ella se mofó diciendo que a no ser que supiera donde quedaba la villa ficticia de Sveri, lo dudaba. El sacerdote... Lo sabía. Pero más importante, vio el pesar en su alma. Le ofreció ir a por algo de pan en uno de los hospicios, luego podría ayudarle a repartir a otros como pago.
¿Qué tenía para perder? Pensó ella. Le siguió. La Luz obra de formas muy misteriosas y... ¿Cuántas historias han comenzado, con una rata yendo a por algo de pan, y encontrando su camino?

Muchos, muchos meses más tarde...

Sería un viaje largo. Inclemente. Pero finalmente había cumplido su promesa al Montaraz. La joven novicia pelirroja dio sus primeros pasos en dirección a Nueva Sveri. La ciudad se había quedado sin carpinteros competentes. Mucho mobiliario de la capilla allí... Necesitaba ya arreglos. ¿Y quizás las casas, ya que estaba? Por qué no. Al final del día... ¿Qué tenía para perder?

Muchos, muchos meses en el pasado...

El cabo estaba furioso. Varios trozos de chorizo volaron por comandancia cuando se enteró del fracaso de los soldados, que le habían costado su ascenso a Sargento. Era una derrota absoluta para el cabo. Misión fallida. Fin.

Pero, para un soldado de la séptima que había mantenido el ojo en el caso... Ese informe había sido especialmente interesante.
-Ya hemos comenzado los preparativos necesarios para la operación. ¿Avisamos a los soldados de su nueva misión?-
-Aún no. Dales unos días de descanso. Lo necesitarán-

 // Masteo corto
Duración: 4 horas

Consecuencias:
 

Habilidades usadas y participantes:

¡Detective Faler!

El cabo siguió comiendo su pastelito de chocolate, mirando todas las pruebas que le habían traído los tres soldados.

¿Juguetes de madera? ¿Una llave? ¿Un... Dibujo? Realmente no esperaba nada de esos tres, pero esto era increíble. Habían conseguido caer por debajo de mis expecatativas.

Dio un manotazo buscando más de sus pastelitos, pero se le habían acabado. Habría que mandar a un recluta a traer algo más. Quizás churros

Supongo que no tengo nada más de lo qué tirar. Una casa noble inscrita en una llave, el nombre de un... ¿Carpintero?, y el nombre de una aldea en el reverso de un dibujo. Aldea del Prado. Hay trece, TRECE aldeas llamadas así, solo en Stromgarde.

Supongo que no se pierde nada por pedir a los cerebritos que localicen las tierras de esos Reiger y vean si hay alguna aldea llamada así en sus territorios. Las probabilidades son que sí. Hay Aldeas del Prado por todos putos lados. Pero bueno... Los oficiales quieren a esa rata viva y entre barrotes, y si puedo ganarme el ascenso, sea pues.

Se terminó rápidamente su taza de café, se colocó guantes para no ensuciar sus delicadas manos con toda esa... Basura, lo juntó todo de nuevo en su saco y se dirigió a entregarlo a los investigadores profesionales.

Me pregunto qué más puedo aprender sobre San Joaquín...

 // Pequeño masteo de unas 2 horas

Participantes y habilidades usadas:

Relaciones, amistades, romances y enemistades

A veces, uno encuentra amigos por el camino que no esperaría hacer, conecta con viejos trazos del camino de un antiguo amigo y hermano, o hace enemistades inesperadas allí donde antes había una confianza, ahora rota. O, quizás, el desagrado siempre estuvo ahí.

Esta es una lista extensa de las personas que he conocido en mi viaje al norte, aquellos de los que había leído solo en notas, y aquellos nuevos nombres que se presentan por el camino. Aquí es donde dejaré mi alma expuesta, privada de todos, con mis pensamientos y opiniones, tal y como él lo hizo antes que yo.

Estarán guardados bajo llave, allí donde nadie los encontrará, y si las estás leyendo, es que he muerto. Si no lo estás haciendo, es que afortunadamente, sigo vivo. (...)

Relaciones y opiniones:

(...) Y por la regente norma Nª 7189-B, de la segunda revisión de las Leyes del Imperio de la Humanidad, todas las notas, investigaciones e información proporcionada por los soldados y cuya información no haya sido desclasificada por las autoridades más competentes de la burocracia imperial, permanecerán apropiadamente inaccesiblee a los ojos del público civil y militar no competente o con los permisos necesarios. (...)

(...) y tenga un buen día.

_{// descubrelo on rol, maricón}

Relatos, recuerdos, notas y mementos

-> Ficha, Everard de Sveri <-

---Experiencias seguidas---

La gruta de la doncella - La gruta y los susurros del bosque
Sanación/Hierbas, Voluntad, Rifle, Advertir/Notar, Buscar

La gruta de la doncella - El ritual de la serpiente
Atletismo, Escalar, Nadar, Daga, Lanzar, Defensa, Reflejos, Advertir/Notar

La gruta de la doncella - La bestia del bosque
Atletismo, Sigilo, Advertir/Notar, Rastrear, Buscar, Rifle, Voluntad

La gruta de la doncella - El árbol rojo
Atletismo, Daga, Defensa, Sanación/Hierbas, Arco corto, Rifle, Advertir/Notar, Rastrear, Reflejos

La sociedad de los Buscadores - El Viaje (1)
Atletismo, Escalar, Nadar, Desarmado, Defensa, Fauna (Mamíferos), Supervivencia, Carpintería, Voluntad, Rifle, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Etiqueta, Reflejos, Rumores

La sociedad de los Buscadores - El Viaje (2)
Atletismo, Escalar, Nadar, Desarmado, Defensa, Fauna (Mamíferos), Supervivencia, Carpintería, Voluntad, Rifle, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Etiqueta, Reflejos, Rumores

La sociedad de los Buscadores - El Viaje (3)
Atletismo, Escalar, Nadar, Desarmado, Defensa, Fauna (Mamíferos), Supervivencia, Carpintería, Voluntad, Rifle, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Etiqueta, Reflejos, Rumores

La sociedad de los Buscadores - El Viaje (4)
Atletismo, Escalar, Nadar, Desarmado, Defensa, Fauna (Mamíferos), Supervivencia, Carpintería, Voluntad, Rifle, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Etiqueta, Reflejos, Rumores

La sociedad de los buscadores - La tumba de Urk'Kek (1)
Atletismo, Escalar, Nadar, Lanzar, Defensa, Sigilo, Trampas/Cerraduras, Fauna (Mamíferos), Fauna (Aves), Sanación/Hierbas, Supervivencia, Peletería, Voluntad, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Reflejos

La sociedad de los buscadores - La tumba de Urk'Kek (2)
Atletismo, Escalar, Nadar, Lanzar, Defensa, Sigilo, Trampas/Cerraduras, Fauna (Mamíferos), Fauna (Aves), Sanación/Hierbas, Supervivencia, Peletería, Voluntad, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Reflejos

La sociedad de los buscadores - La tumba de Urk'Kek (3)
Atletismo, Escalar, Nadar, Lanzar, Defensa, Sigilo, Trampas/Cerraduras, Fauna (Mamíferos), Fauna (Aves), Sanación/Hierbas, Supervivencia, Peletería, Voluntad, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Reflejos

La sociedad de los buscadores - La tumba de Urk'Kek (4)
Atletismo, Escalar, Nadar, Lanzar, Defensa, Sigilo, Trampas/Cerraduras, Fauna (Mamíferos), Fauna (Aves), Sanación/Hierbas, Supervivencia, Peletería, Voluntad, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Reflejos

La sociedad de los buscadores - La tumba de Urk'Kek (5)
Atletismo, Escalar, Nadar, Lanzar, Defensa, Sigilo, Trampas/Cerraduras, Fauna (Mamíferos), Fauna (Aves), Sanación/Hierbas, Supervivencia, Peletería, Voluntad, Advertir/Notar, Buscar, Comercio, Reflejos

Ruinas de Rosgith - Los suministros perdidos: Sir Godfrey
Atletismo, Escalar, Sigilo, Artillería, Sanación/Hierbas, Supervivencia, Arco Corto, Adv/Notar, Rastrear, Reflejos, Voluntad

Ruinas de Rosgith - La cripta antigua
Sigilo, Supervivencia, Voluntad, Rifle, Pistola de chispa, Adv/Notar

Ruinas de Rosgith - La cripta antigua II
Atletismo, Sigilo, Trampas/Cerraduras, Sanación/Hierbas, Voluntad, Rifle, Pistola, Buscar, Reflejos

Ruinas de Rosgith - La cripta antigua III
Atletismo, Escalar, Trampas/Cerraduras, Voluntad, Arco corto, Pistola, Adv/Notar, Buscar, Reflejos

Ruinas de Rosgith - La guerra no cambia nunca
Daga, Sigilo, Sanación/Hierbas, Ingeniería, Rifle, Pistola, Advertir/Notar, Reflejos

La Tarea de Tristán
Ingeniería, Etiqueta

Caminante, no hay camino (1)
Advertir/Notar, Rumores, Callejeo

---Experiencias recreadas---
Competencia Desleal
-Sin asistencia-

Solo un trabajo imperial más - ¡Detective Faler!
Atletismo, Conocimientos/Historia (Reinos Humanos), Carpintería, Buscar, Callejeo

Solo un trabajo imperial más - El burro y la dama
Conocimientos/Historia (Reinos humanos), Etiqueta, Disfraz

Solo un trabajo imperial más - Ronda dos: Operación Reiger. Fase de reunión de operativos
Atletismo, Sigilo, Reflejos, Etiqueta

---Experiencias avistadas---
A la caza de Matías Corvino
Atletismo, Arco corto, Sigilo, Advertir/Notar, Escalar, Sanación/Hierbas, Arquitectura (Humana), Carpintería, Leyes (Reinos Humanos), Callejeo, Rumores
Apuntado Diestro, Golpe de oportunidad

Ranas y espadas
Fauna (Aves), Arco corto, Rifle, Buscar, Reflejos
Defensa

La sierra perdida
Atletismo, Buscar, Etiqueta, Reflejos
Ingeniería

Entrenamiento Imperial Doble-Élite
Atletismo, Lanzar, Baile, Música (Canto), Voluntad
Lanzar, Música (Canto)

Dos sementales y una sacerdotisa
Atletismo, Desarmado, Equitación, Fauna (Mamíferos), Sanación/Hierbas, Reflejos
Desarmado (Equilibrado), Golpe temerario

Ficha de personaje:

 Nombre: Albóndiga [Mascota EVERARD]

Nombre del Personaje: Everard de Sveri

Raza: Humano

Sexo: Hombre

Edad: 24

Altura: Normal

Peso: Normal

Lugar de Nacimiento: Nueva Sveri (Antiguamente Villa Sveri), Ventormenta

Ocupación: Tirador veterano y Auxiliar ingeniero del Ejército Imperial

Condecoraciones: Medalla de la Espada de Acero

Descripción Física: Un hombre ya en toda regla entrado en la joven adultez. Lleva el cabello oscuro recortado, pero no muy bien peinado, y le acompaña una barba corta que mantiene a raya, cuando puede. Posee una piel blanca ligeramente tostada, y un par de ojos de un tono avellana que tiende más al café que al verde. En estatura no destaca en nada, aunque posee una complexión atlética y sana debido a años de duro trabajo manual.

Descripción Psíquica: Una persona calma y analítica, tanto dentro como fuera del campo de batalla, aunque no es inmune a los nervios. No es una persona especialmente dura ni le falta corazón, pero no le falta pulso a la hora de hacer su parte. Amistoso y jovial en su tiempo libre, serio y dedicado en el trabajo, o ambas con aquellos que logran acercarse.

---Finales del año 29---

Villa Sveri ardía envuelta en llamas. La gente gritaba. Las bestias corrían de un lado al otro, tomando prisioneros, rematando a quienes no les servían de nada, mordisqueando los restos de algún pobre miserable. Las bestias gritaban al cielo de forma desgarradora como un grito de triunfo en mitad de la noche.
La figura solitaria, humana, solo podía correr. Correr, intacto, sano y vivo. Hacia la seguridad. Ya no estaba allí, no le podían hacer daño... Y aún así, le habían hecho. Le desgarraron, no la carne, pero algo más.
Algunos escapaban. Algunos se desangraban en el suelo, o en mitad del bosque, tras haberlo intentado. Algunos, les arrancaban su rostro aún estando vivos.

Una bestia especialmente hambrienta se deleitaba, mientras sus largos dientes desgarraban la piel de un can moribundo, mientras sus sollozos de dolor se perdían en la oscuridad de la noche, los gritos de los inocentes y la crueldad de un día que nadie olvidaría en las montañas boscosas al este de Elwynn, cercanas a las Colinas de Crestagrana.

El joven muchacho de apenas 15 años había vivido, pero... ¿A qué precio?

---Comienzos del año 37---

Los rayos de la mañana entraron por la ventana, sobre el rostro de un hombre adulto joven, que con cierta pereza se rascó la mejilla, antes de ponerse de pie.
Bajó las escaleras, a prepararse su café. Su hermano aún no se había levantado, así que preparó un café para ambos. Eventualmente su hermano mayor bajó, vivo y a salvo. El hermano joven, le tendió el café.
-Gracias-
El menor asintió, mientras el otro tomaba entre sus manos la delicada taza y daba un sorbo.
-De nuevo a trabajar temprano, asumo. Haz ayudado mucho a Nueva Sveri en estos años, pero quizás deberías...-
-Descansar-
El mayor asintió tras pronunciar esa única palabra
-El alcalde ha estado rascando el fondo del barril para darme trabajos. Ayer terminé el último-
El más joven sonrió ligeramente
-Entonces te tomarás un descanso-
... Tras unos segundos de silencio, el mayor solamente dio un trago al café.
-... ¿No?-
-Nueva Sveri ya no me necesita. El comercio en Elwynn está comenzando a recuperarse, las cosechas cercanas están volviendo a ser sustentables, el bosque vuelve a tener animales...-
-No creo que siga a dónde quieres llega-
-Creo que haré un viaje. Largo-
El silencio cayó en la casa que los dos hermanos habían compartido durante casi media década. Un minuto, dos minutos, hasta que el café de sus tazas se acabó.
-Creía que odiabas esa vida. Cuando llegaste aquí, estabas...-
-No es tan fácil-
El hermano mayor desvió la mirada a un lado, dejando la taza vacía de café sobre la mesa.
-Te llama. Esa vida. Creo que nunca puedes dejarla del todo. Pero tendré más cuidado que la última vez, solo quiero viajar. Ver como está el resto del mundo. El que dejé atrás-
El hermano menor cerró los ojos durante un momento, asintiendo.

Una semana más tarde, un burro cargado con unos pocos bienes personales, poco más que un saco de dormir y algo de comida, permanecía en la salida de Nueva Sveri sostenido por sus riendas.
-Entonces esto es adiós-
Santiago sonrió. Dio un estrecho abrazo a su hermano, el cual devolvió.
-Es un hasta luego-
El menor se alejó unos pasos. Asintió mientras el ex-soldado subía encima del pobre burro, el cual comenzó a avanzar, alejándose del pueblo que había acogido a su nuevo dueño durante años, un reflejo del pueblo que aún más años atrás había sido su hogar. Un nuevo pueblo en el que él había dejado su marca. Una buena marca. Para variar

-Hasta luego, Santiago...-

---Actualidad---

Un cabo que hacía las veces de intendente, con los colores de Ventormenta, acababa de firmar unos papeles. Observó a un joven recluta, que leía de forma queda un montón de papeles. Por supuesto, decidió no molestarlo. Más o menos conocía su historia ya, había leído los historiales correspondientes.

Había sobrevivido a la destrucción de una aldea en la frontera, durante la guerra gnoll, con tan solo 15 años. Antes de eso, había sido cazador furtivo, poseyendo un antecedente en su historial que lo probaba. Vivió un tiempo como refugiado en la capital de Ventormenta, y luego había regresado para ayudar a reconstruir su aldea natal, en la actualidad oficialmente renombrada como Nueva Sveri.

Había trabajado duro como carpintero y arquitecto, y había formado parte de una milicia muy básica en la frontera, durante esos años, la cual había sido entrenada por su hermano; un antiguo cabo del ejército retirado, recientemente vuelto a llamar al deber y muerto en combate.

El arco que llevaba el recluta a espaldas no era nuevo; tenía muescas y desgaste, indicando que llevaba años de luchas y batallas. Debido a su bajo historial de combate, es más probable que el arma perteneciese al ahora difunto soldado.

Era el recluta por sí mismo quien había solicitado ser asignado al norte, por razones que solo había discutido con su oficial, considerando la falta de documentación al respecto. Se registraría el viaje en bote como parte de su entrenamiento, y al llegar a la capital de Stromgarde estaba programada su jura y nombramiento oficial como soldado del imperio.

El cabo intendente había perdido la noción del tiempo analizándolo, quizás había pasado ya media hora. Por supuesto su mirada no pasó desaparecibida, pero el recluta solo le sonrió con cordialidad, y siguió leyendo.

El recluta en cuestión poseía conocimiento del cuidado de animales y ya se había aceptado y firmado una orden para la Intendencia de Stromgarde de cederle un sabueso tras su juramentación.

Mientras el cabo observaba al hombre subir al bote más tarde ese día, solo sabía una cosa clara; probablemente no le volvería a ver regresar

La gente murmuraba por la mañana, mientras las habladurías de lo ocurrido la última noche se extendían.

Las historias... Diferían, aunque todas compartiesen puntos en común.

Algunos, decían que dos hombres, con la Luz sobre sus hombros, con almas puras como el agua cristalina, habían entrado esa noche a un burdel. Que por horas, se habían arrodillado sobre la madera astillada del bajo barrio, rezando, y rezando, y rezando por las almas de aquellos pobres moribundos, que conmovidos, los siguieron hasta la capilla más cercana, en donde todos rezaron hasta el alba, tomados de la mano, en lo que solo podía ser un milagro.

Otras historias, eran más modestas. Que habían entrado, habían rezado, se habían emborrachado y se habían metido en una pelea. Que fueron perseguidos hasta la capilla, donde les dieron refugio, donde al otro día despertaron con resaca.

Otros desmentían y decían que nada de eso había ocurrido.

Otros afirmaban con seguridad haber oído rezos del burdel.

La verdadera historia, si existía, quizás nunca se sabría.

Pero al llegar la mañana, al menos un alma había descubierto el verdadero significado de la Nobleza.

En el último episodio, de Pachanga Dice Z...

Nuestro valiente grupo de héroes descubre la terrible verdad sobre los ataques al norte de la Fortaleza Enana de Khazad-Mu-Nana (o algun nombre warhammer similar) : Enormes orcos negros del futuro invaden las colinas, matando inocentes y amenazando la delicada balanza de la guerra.

En vistas de entrenar para el peligroso desafío que les espera en su viaje para detener a las fuerzas del mal, los cuatro héroes deciden realizar un enfrentamiento amistoso contra el ser más poderoso del grupo: El temible Ethan.

Los metales chocaron, chispas volaron, luces arcanas y sagradas dentellaron el aire arriba y abajo, ida y venida, escudos volaron, puños y patadas que escalaron a cortes y misiles arcanos, todo en vista de derribar al poderoso Son Ethan.

Incluso con la breve intromisión de un aliado inesperado y amigo del joven Fergus, el poder de Ethan era simplemente demasiado grande para los patéticos insectos a los que llamaba aliados, y acabó aplastándolos a todos bajo el poder de su maza sagrada... Sin siquiera haber usado al máximo su poder.

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Habilidad general entrenada:

Ataque Desarmado

Habilidades usadas:

@Stannis the Mannis como Elegost Faler: Combate desarmado (Ofensivo), Reflejos, Atletismo, Espada pesada, Defensa, PALA

@Kario como Son Ethan: Religión (Luz Sagrada), Martillo de guerra, Defensa, Atletismo, Reflejos, Crear Luz, Proteger Escencia, Escencia sagrada, Bendición de reyes, Escudo del recto, Palabra de poder: Escudo

@SwordsMaster como Fergus Rollers: Atletismo, Combate desarmado (Defensivo), Espada pesada, Defensa, Religión (Luz Sagrada), Reflejos

@Focus como Midir Vormak: Contrahechizo, Escudo, Evocación básica, Ataque desarmado, Atletismo, Reflejos, Defensa, Cadenas arcanas

@Dorito como Markov Valentine: Hacha pesada, Defensa, Atletismo, Reflejos

Y así, el hechicero Midir Vormak había dado su primer paso en el camino de convertirse en un mago de combate, versado en el arte de la esgrima y la espada. Bueno, no realmente, pero al menos sabía hacer los movimientos de muñeca y reventar un palo sobre la cabeza de alguien con la fuerza suficiente para romperlo en dos.

El joven Fergus había visto a Midir entrenar torpemente con una espada, contra un tocón, y decidió darle una mano. Para cuando quiso acordar, ¡tenía a una muchedumbre entera esperando ansiosa para aprender! Por supuesto, eso se debía a que la fama precedía al joven muchacho, y con asistencia de su "tío" Elegost, se puso manos a la obra.
Repartió palos, y repartió tareas. Elegost entrenaría a la elfa hechicera, Fergus entrenaría al humano hechicero. En ningún caso acabí bien, o quizás acabó demasiado bien, dependía a quien preguntaras.
La elfa pareció danzar alrededor de Elegost, dándole con gracia y evitando con aún más los torpes intentos del soldado. Eso fue, hasta que casi la tumba de un burdo golpe en la cabeza.
Por otro lado, el hechicero se enfrentó a diversas pruebas, flanqueos, situaciones teóricas y demás pruebas asistidas y/o demostradas por el cruzado escarlata y la soldado de infantería media, Erwina, incluidos flanqueos, situaciones de inmovilización, múltiples objetivos, contrataques y un diverso abanico que más parecía confundir al hechicero que ayudarle. Pero al final del día el entrenamiento del hechicero acabó tan fructuoso, que cuando su archienemigo Caín (Mató a su mejor amigo) apareció en escena, este se abalanzó, palo en mano, postura perfecta, fuerza desmedida a darle con el palo por la cabeza, con tal brutalidad y efectividad que el palo se rompió en dos... Tras dar en una columna detrás de su archienemigo Caín (Mató a su mejor amigo), ya que para fortuna de su archienemigo Caín (Mató a su mejor amigo), el hechicero aún era un novato sin experiencia.

Al final los aires se calmaron, y el entrenamiento improvisado se deshizo cuando el Caudillo (No rey) Bodvar hizo llamar a su banda de guerra para una reunión.

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Habilidad entrenada general:

-Golpe de oportunidad (Aptitud diestra)
 

Habilidades entrenadas:

@Focus como Midir: -Espada pesada

@Stannis the Mannis como Elegost: -Espada pesada

@Nashe como Erwina: -Espada pesada

@Sucubxs como Iderin: -Bastón

@SwordsMaster como Fergus: -Inquebrantable (Aptitud física)

Habilidades usadas:

Midir: Espada pesada, Defensa, Reflejos, Atletismo

Elegost: Espada pesada, Defensa, Reflejos, Atletismo, Sanación/Hierbas

Erwina: Espada pesada, Defensa, Reflejos, Atletismo

Iderin: Bastón, Espada pesada, Defensa, Reflejos, Atletismo

Fergus: Espada pesada, Defensa, Reflejos, Atletismo

 // Esta mensajería tardaría aún varias semanas en llegar, aproximadamente hasta la finalización del evento de Los Corazones Negros

Eventualmente, un día acabaría alcanzando un mensajero imperial a Midir, donde fuese que estuviese en el momento. Le llegarían varios tomos que juraría, habían desaparecido hace meses de la biblioteca de la Academia Arcana. Probablemente debería devolverlos, aunque ahora estaban rayados y manipulados por una caligrafía similar, que estudiaba con esmero. Quizás jugaba a ser el mago rebelde, pero todos sus apuntes parecían indicar un grado de trabajo duro que no dejaba ver. Todos los tomos son de adivinación, y uno podría fácilmente sumergirse en esa compleja rama con todos los apuntes que tenían los pesados tomos. Quizás no del mejor adivinador, pero sin dudas de uno diligente.
También llegarían muchas notas. Notas en donde habla de Midir, de sus aventuras, de planes juntos para un futuro que nunca pareció llegar. Incluso había una narración casi simpática de como Santiago levantaba a una horda troll en el aire y Midir las encerraba en una burbuja gigante, para luego arrojarlos al mar. Y tácticas similares imaginadas por cada rincón de sus notas. Por desgracia, Midir no llegaría a ver el futuro de ese dúo imparable que parecía envisionar Santiago.
Una nota en particular destacaba. No tenía nada de especial, pero casi parecía llamar a Midir. Eran sus pensamientos sobre la noche donde Midir le había llamado su amigo con un abrazo, y había cambiado para siempre su corazón y su alma. Lo poco que duró, ese cambio lo había catapultado Midir. Y ahora, solo le quedaba el anillo agrietado, de una persona a la que había ayudado a desagrietarse. Simplemente... Siendo un amigo.
Y por último, debajo de todo en la caja donde venían las notas, encontró dos hachuelas. Eran viejas. Eran feas. Pero las conocía bien. Y ahora eran suyas

Con la Luz y que esta carta te encuentre en buena salud, Midir Vormak.

Recientemente han llegado a mi posesión las pertenencias de mi hermano, Santiago de Sveri. No creo que haya mucho que pueda decirte, he visto sus notas y sé cuanto de importante se habían vuelto el uno para el otro. Puede que yo sea su hermano por nacimiento, pero tú eres el hermano al que escogió. Al momento en el que se fue de este mundo, dudo que hubiese una persona que le importase más en este mundo, incluso si me duele decirlo.
No creo que haya palabras que pueda darte para consolarte, excepto que parecía que de verdad habías inspirado un cambio en él. Uno como el que nunca le vi hablar antes, en los años de paz que tuvo aquí siquiera. Te he enviado todo lo que he encontrado sobre él, sobre ti y sobre su tiempo en la Academia. También te he enviado sus armas. Parecía especialmente preocupado por tu seguridad. Creo que le alegraría poder seguir cuidándote, incluso si ya no está.

Con la Luz, y gracias por todo lo que has hecho por él.

@Focus

 // Esta mensajería tardaría aún varias semanas en llegar, aproximadamente hasta la finalización del evento de Los Corazones Negros

Eventualmente, un día acabaría alcanzando un mensajero imperial a Annalena Luxwell, allí donde estuviese. Se encontraría ante una misiva, de parte de un "de Sveri" que no era Santiago. Junto a la misiva un gorro de lana familiar, algunas monedas y un puñado de notas de los pensamientos de Santiago en su tiempo juntos. Esas no eran notas que bajo ninguna instancia estaban destinadas para ser leídas por Annalena, pero probablemente acallarían una duda que siempre había sombreado su corazón.
Sus pensamientos además parecían indicar sobre el final que sus conversaciones le habían recordado cuanto podía hacer realmente, y que no todo era negro y gris. Existía una tercera opción, y era blanca.
Y, por último, varios bocetos de cartas con olor a mar salado que nunca parecieron enviarse. Sus intentos de explicar en ellas sus motivos para irse eran bastante penosos, pero no parecía haberle faltado intención, si no inspiración.

Con la Luz y que esta carta te encuentre en buena salud, Annalena Luxwell.

Recientemente han llegado a mi posesión las pertenencias de mi hermano, Santiago de Sveri. No he tenido que indagar mucho para saber que eras importante para él, incluso si no te conocía de tanto tiempo. He estado revisando sus notas y pensamientos estos días, me han hecho reflexionar mucho, y he aprendido cuanto de su vida realmente ocultaba. Aunque le pedí que lo hiciera y encontré varios bocetos que confirman que lo intentó, nunca me escribió. Por lo que he entendido, hizo lo mismo contigo. Te envío sus bocetos. La Luz sabe que ayuda un poco ver lo mal que se le daba.
También encontré un gorro de lana que parecía guardar con bastante cariño entre los bocetos. Y de mi parte, un regalo. Las monedas son para ese "churro" que parece prometer en su última nota, no tenemos de eso en el sur y no sé lo que es. Lo mencionaba en la última nota que escribió.

Con la Luz, y gracias por todo lo que has hecho por él.

@yune134