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Stannis the Mannis

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Todo el contenido de Stannis the Mannis

  1. Día 4 - El Río Falveri Parte 1 La última travesía del Capitán Drake Extraños. Vagabundos. Gentes de mala vida. ¡Eso es lo que venia al Campamento Falveri! Un nido de ratas y supervivientes. Pero el encanto estaba ahí. Kenway, Elegost y Santiago se unieron a almorzar. Hablaron de cosas banales y al final Kenway se levantó. Necesitaba ropas limpias y que no estuvieran rajadas por los Múrlocs. Así que los Monteros le acompañaron. El marinero se empezó en cruzar el río. Llovía y no hacia un buen tiempo. Elegost dijo que era peligroso, mejor dar un rodeo, pero Kenway se empezó y cuando tenia el agua por el pecho, se hundió en el lodo. Santiago se alarmó, se esperaba lo peor. Y durante un buen rato el capitán estuvo con el agua dulce hasta el cuello. Muchos intentos y ningún resultado positivo, el río empezó a coger fuerza mientras seguía empeorando el clima. La mala fortuna quiso que el capitán terminara siendo arrastrado hasta el puente del paso Oeste. Los Montaraces corrieron, con cuerdas para sacarle, lo esperaron en el puente y el capitán ... Pasó de largo. Unos buenos golpes con los pilares del puente y luego, quedó inconsciente. Santiago corrió y corrió río abajo, era un lugar peligroso, el río terminaba en otro mayor; El Río Nazferiti. Y allí ya no podrían hacer nada. Santiago, con arrojo y valor, y con varios intentos en vano, se lanzó a las aguas bravas a por el capitán Drake Kenway. Lo atrapó y justo llegó Elegost. Río más abajo, el montaraz del norte les arrojó una cuerda, todo estaba en manos de Santiago, pero el pobre muchacho no podría sacar a Kenway también ... sólo salvará su vida uno. Y Santiago con mucho dolor tuvo que soltar a Kenway. Pero de nuevo, la mala suerte hizo que Santiago se soltara de la cuerda de Elegost y si no llega a ser por un madero, hubiera terminado ahogado. Elegost bajó más, ya estaban cerca de los rápidos y más allá el gran río. Intentó una locura, era demasiado difícil, pero qué le quedaba. Agarró un palo y lo ató a la cuerda, lo arrojó e intentó pescar al Capitán. ¡Basta decir, que no lo logró! Y Kenway desapareció de la vista del Montaraz.. Santiago pudo salir y estuvo un buen rato escupiendo agua. Elegost estaba destrozado, el pasado le llamaba, la perdida de un compañero porque él no se esforzó más. Un buen rato estuvieron sin moverse, hasta que Elegost reaccionó. Irian al Este, luego al Embarcadero de Jasper. Quizás allí los pescadores se toparían con Kenway. Y de paso, iria por las granjas obteniendo cosas y ayudando. Pero Santiago, que tenia la pena y la visión de que Elegost no se esforzó más , le espetó que todo era culpa de él. Elegost no lo pudo soportar y dejó ahí a Santiago después de una calurosa discusión. Los dos Montaraces se separaron. Todo había terminado, el Campamento Falveri pasaba a tener menos habitantes. Las malas elecciones habian repercutado demasiado... Participantes: Kenway - Santiago de Sveri - Elegost Duración: 2-3 horas Día 5 - El Río Falveri Parte 2 El Granjero que no quería ser granjero Pero no era el final. Ni mucho menos. Era todo una estratagema para darle suspense. En verdad Elegost volvió al campamento y Santiago ... Bueno, apareció a la tarde siguiente, medio muerto y hambriento. Después de comer, empezaron a idear la construcción de un puente. Primero talaron un tronco cerca de la cascada. Pero seguía siendo peligroso pasar. Luego Elegost pensó en aprovechar un estrechamiento del río que era menos profundo. Arrojar piedras que crear una base y pone encima una plataforma con madera cortada. Aunque los dos no lo tenían muy claro. Pero era eso o seguir dando un rodeo de una hora o nadar. En el río consiguieron algas que usar como cuerdas para atar las maderas. Santiago taló. Elegost recogió piedras y el Atlas de Santiago las cargó en el carro con una fuerza sobrecogedora. Mientras estaban en la orilla planificando la construcción, apareció un hombre harapiento -Más que los dos monteros- que lavaba un cuenco. Elegost le gritó si necesitaba ayuda, que tenían comida. Y así comenzó una larga charla mientras los monteros trabajaban. El plan tenia muchas fugas. Las tablas se movían y se las llevaría la corriente del río. Las algas no ataban bien los pilares de las tablas hechas con las jabalinas de los múrlocs... Y el vagabundo de la otra orilla les dio la idea de tender un puente colgante. Cuatro troncos. Una cuerda y tablas. Y tendrían un puente. Algo fácil de decir, difícil de obtener. No tenían la cuerda suficiente y las tablas ... pues tampoco. El vagabundo les habló de una granja a no muchas horas, cercana a una mina, las cuales habían ardido y estaban a la espera de rapiñadores. Ni cortos ni perezosos, los monteros marcharon a la otra orilla por el tronco que tiraron en la cascada. Pero tampoco era el mejor camino. Santiago acabó en el río y ayudado por el vagabundo. Y Elegost tardó un buen rato en cruzar y gracias al vagabundo que retiró las ramas del tronco. Pero ahora sí, ya estaban en camino. El vagabundo les llevó por entre árboles, direcciones extrañas y se paró frente un árbol. Lo abrazó ante las confusas miradas de los monteros. Y de pronto, el vagabundo sacó un arma de fuego. Les encañonó y les dijo que levantaran las manos. Santiago no tardó en hacerlo y Elegost -Que era más astuto en esto- sabia que les tomaba el pelo. ¿Robarles a unos pobres como las ratas? Y claro que era una broma. Unos metros más allá y ya estaban en la granja. El vagabundo les abvirtió de que habían guardias. Elegost dijo de ayudarles, el hombre se rió de él. Varias veces. Había conflicto de ideas pero .. ya llegarían a eso, por ahora había que refugiarse de la lluvia pesada que estaba cayendo. Se refugiaron en un bosquejo y ahí aguardaron, descansado y pensando qué hacer a continuación... Continuará.... Mastreador: Stannis the Mannis Participantes: Dieter - Elegost - Santiago de Sveri Duración: 3-4 Horas
  2. Yo soy más antiguo que tú. Hinca la rodilla o serás destruido. Y volviendo a la presentación. A ver si no nos decepcionas.
  3. Se encontraba terriblemente confuso en el bosque, mientras se mecía en brazos un Múrloc cagado. Tras un solitario Tauren
  4. Día 3 - Gloria Perdida Parte 2 Sangre Nueva Ya habían tocado misa en la iglesia de Villadorada cuando los dos Montaraces seguían dormidos y así estuvieron hasta pasado el mediodía. Técnicamente habían perdido un día entero, pero estaban tan casando de los días anteriores... Entre que se arreglaban, comían y se serenaban, el atardecer les cayó encima. Demasiado tarde para ir buscando mercaderes que les vendieran lo que necesitaban. Santiago sugirió alguna algunas ideas que no podrían ser llevadas a cabo ya. Por lo que Elegost decidió buscar algún aviso en los tablones locales. Encontraron al rato uno, pero ni concretaba ni aseguraba, pero algo era para empezar. Y mientras estaban buscando más notas, Kenway se les acercó por atrás. - ¿Qué toca hoy en el menú de la posada? Menudo brinco pegaron, les habían cogido despreocupados. Entre que Elegost presentaba a Kenway el cual conoció brevemente en el pasado, se acercó un hombre de pintas pobres que pedía comida. El Montero del norte le ofreció un trozo carbonizado y de ahí empezaron a contar que tenían muuuucha más carne en el campamento. El vagabundo no se lo pensó y pidió que lo guiaran al campamento después de leer la nota que dejó Santiago en el tablón. A ellos se unió Kenway después de meditarlo, pues él prefería alcohol... pero el condenado tenia hambre y no lo podía ocultar. Elegost los guió hasta un bosquejo en la villa, donde había ocultado el carro de la noche pasada. Con la ayuda de todos -Y algún intento extra- lograron sacarlo y llevarlo fuera de los muros. El camino fue costoso pero llegaron al puente del paso Oeste y ahí pararon. Elegost les advirtió si escuchaban algo, los Múrlocs podrían acechar... Pero todo estaba calmado y prosiguieron hasta la ribera oeste, subiendo el río. Con todo el sigilo que podría salir de cuatro desperdicios como ellos y un carro destartalado. El carro se hundía en el fango, el vagabundo con el farol que le entregó Santiago, atraía más que luciérnagas y Santiago... bueno, cada metro tenia que estornudar o toser. Por lo que los Múrlocs no lo tuvieron complicado para volver a asaltarles, tres de nuevo. Pero ahora los hombres eran más. El vagabundo huyó, no se iba a ensuciar él. Kenway, Santiago y Elegost hicieron frente a los Múrlocs. Con más o menos suerte, algunas heridas se ganaron, pero nada grave, en contratarte de los Múrlocs que cayeron todos y fueron a parar al carro. Más carne para los conquistadores del "Nuevo Mundo" Ya en el campamento iniciaron el fuego, Kenway preparó a los Múrlocs y comieron una buena para luego meterse en las tiendas. Elegost se preguntaba por el vagabundo, esperaba que estuviera bien. Además más de uno se fue a dormir con la revelación que hizo Kenway: Los Múrlocs eran nocturnos, eso explicaba varias cosas. Continuará... Participantes: Santiago de Sveri - Jasón - Kenway - Elegost Duración: 2 horas Mastreado por: Stannis the Mannis Cambios en el Campamento Falveri Repuestas las perdidas de carne de Múrloc por nuevas piezas tomadas en la batalla Población actual: 4 hombres
  5. Se encontraba terriblemente confuso en el bosque, mientras se mecía en brazos un Múrloc
  6. Día 3 - Gloria Perdida Parte 1 El Precio de una Milla El sueño convertido en pesadilla. La sangre formando charcos en la tierra embarrada del campamento. Los gritos de los Múrlocs aún vivos en Elegost. Los golpes y heridas no le dejaban dormir. Su amigo malherido había sufrido bastante pero se mantenía estable. La noche pasaba como una lenta tortura. Al llegar el alba, después de momentos vacíos en la mente del Montaraz, todo parecía cobrar sentido. Una vez puestos los dos en pie, recobrado algo las fuerzas, llegó el momento de contabilizar daños. ¡Sus tiendas! La peor parte... estaban con las lonas rajadas, el campo lleno de cadáveres Múrlocs, las defensas depuestas, menos las barricadas de los árboles. Manos a la obra después de un fuerte desayuno con los restos de carne de oso que quedaban comestibles. Se repartieron las tareas: Elegost recolectaría plantas de la zona para preparar más medicinas. Habia agotado todas estos últimos días. Santiago mientras pondría en orden el campamento. Recogiendo las armas de los Múrlocs, arreglando las empalizadas y demás. El Montaraz del Norte tardó lo suyo en recorrer los alrededor del campamento, no quería adentrarse mucho en el bosque pero no tenia opción. Raíces de tierra para infusiones que sanaran los músculos, flor de paz para el dolor y hojaplata para potenciar la curación. El montero se conocía el bosque, pese a casí perderse y seguir un rastro que lo hubiera conducido a una batalla perdida, todo marchó bien. Menos por la flor de paz, de lo demás encontró bastante. Una hora después ya había vuelto al campamento para encontrar a su compañero a medias con sus tareas. Juntos repararon las tiendas con la piel de venado que les quedaba. Crearon alfombras-camas de piel de oso y Santiago se confeccionó un manto corto con ella. Las cosas parecían ir por buen rumbo. Pero entonces, Santiago se lastimó. Otra vez. Mientras cavaban una zanja al lado del campamento, para echar los desperdicios y sanar el campo, Santiago se arrancó una uña. Algo grave, posiblemente hubiera muerto o perdido la mano, si no fuera por su templanza y pronta acción. Reunieron los cuerpos de los Múrlocs abatidos la noche pasado e hicieron cuentas mientras separaban lo comestible de lo que no. Tenían decenas de kilos de carne. ¡Demasiada carne! Tendrían que encontrar sal para conservar todo esto. Por lo que idean un viaje a la Villa, así como confeccionar unos carteles donde publicaran su "Conquista" del Nuevo Mundo. Con los restos de los parches de venado, hicieron notas, con la sangre de los Múrlocs: tinta. Y con juncos tenían las plumas. En unas pocas horas marcharon a Villadorada. Colgaron los carteles en diferentes puntos, uno en el tablón municipal y otro en la posada. Luego se encontraron en la plaza y pensaron su próximo movimiento. Elegost insistió que era demasiado tarde para volver al campamento y ya que estaban ahí, se quedarían a dormir en algún rincón y al alba, encontrar un comerciante que vendiera sal ... aunque no sabían cómo pagarlo. El Montaraz Arcano; Santiago, no se sentía a gusto en Villadorada. Temía que los Múrlocs volvieran al campamento. Pero Elegost creía que los Múrlocs irian a por ellos, por venganza, no al campamento el cual estaba vacío. Así que se fueron a un rincón de la villa para pasar la noche sin tener que pagar. La zona del pozo era un buen lugar. Tranquilo y acogedor con agua limpia. Rellenaron las cantimploras y revisaron un viejo carro que estaba abandonado. Pensaron en llevárselo pero Santiago se molestó y se negó al enterarse de unos restos orgánicos en su interior. Elegost los retiró y se lo llevó sin más. Era demasiado valioso y necesitaban de veras ese carro para transportar cosas pesadas. Su compañero no quería saber ya nada del carro durante un buen rato, como siempre que se ponía nervioso repetía; Luz luz luz. O luzu luzu luzu. Con el carro terminaron en el jardín del oeste de Villadorada, cerca de la salida y lejos de la plaza, un lugar tranquilo o eso creían. Mientras Elegost se disponía a limpiar su carro, una joven impertinente, extranjera y de tez morena con aires de dominadora se empezó a mofar del carro de Elegost. El Montaraz del Norte, como rapiñado y orgulloso de sus logros, defendía el carro. Y así empezó una larga lucha que podría resultar cómica y patética a partes iguales. El caso y después de muchas carantoñas, Elegost se impuso. La mujer provocaba la curiosidad de Santiago y la repulsa de Elegost. Uno le fascinaba lo nuevo, al otro era arisco con las personas mofadoras. Pero al final la mujer se terminó marchando después de aclararse un poco en la fuente del jardín. Aunque los dos Montaraces sabían que estaba rapiñando monedas, como Santiago le intuyó que hiciera para "tomarse algo" El alba estaba cerca y después de cambiarse de lugar de nuevo, se echaron en el carro a dormir... y se quedaran bastante dormidos los dos vapuleados rapiñadores. Continuará en: PARTE 2 - SANGRE NUEVA Participantes: Santiago de Sveri - Elegost Faler - Con la colaboración final de Victoria Cruz en el papel de: La Rufián que no deja de mirar MI carro. Duración del Evento: Entre cuatro y cinco horas. Bienes y cambios en el Campamento Falveri Carro viejo con las ruedas oxidadas. Sin pintura ni protección. Plantas curativas de la zona de Elwynn oeste: Raíces de tierra. Una flor de paz y otras cuantas de Hojaplata. Dos tiendas pequeñas y una grande reparadas con parches de piel de venado. Repuestas las empalizadas con jabalinas de manufactura Múrloc Reparadas las defensas entorno al campamento. Dos alfombras-camas de piel de Oso. Manto corto de piel de oso pardo para Santiago. Ya no quedan más pieles. A rapiñar de la caza otra vez 114 kilos de carne de Múrloc por 16 Múrlocs normales abatidos. La mitad se echará a perder y un tercio es convertido en abono y cebos. Una zanja de cuatro metros de largo y uno de profundo al lado de la barricada de la viga de madera entre los árboles. Platos, cuencos y demás herramientas para comer hechas de piedras del río. Una caja de herramientas con lo siguiente: Martillo simple. Sierra de una mano y clavos. Un hacha de un filo para cortar leña y una hachuela. Población: 2 personas.
  7. Un cartel hecho de piel de venado curtida y con tinta seca de color rojo oscuro -lo cual no era otra cosa que sangre Múrloc- habia sido colocado en un tablón de anuncios de la posada Orgullo del León. Al caer la noche y sin llamar mucho la atención. Cualquiera que viera el cartel pensarian que estaban locos pero ... ¿Carteles de piel de animal y tinta de sangre? ¡ESO llamaría la atención! O pasarían de largo como de muchas otras notas que seguían colgando del tablón, viejas y destrozadas. Elegost esperaba que no fuera así, o volvería, con otra piel más grande aún. El trozo de cuero era irregular y la letra complicada de ver en la noche. Al menos tenia cierta buena letra, en comparación con las otras notas. AD VICTORIAM ¡ATENCIÓN, ATENCIÓN,CAMARADA! ¡Lee con mucho ojo si buscas cobijo en este gran trecho! ¡El Campamento Falveri está disponible para cualquiera que le guste la vida silvestres, no tenga techo para pasar las noches o busque una gran aventura con recompensa final! En el Campamento Falveri vivimos de lo que obtenemos de nuestras propias manos. Cada día es un aventura por sobrevivir. ¿Eres escoria y no tienes pan que llevarte a la boca? ¡Se acabó, di basta y ven aquí a luchar por tierras perdidas que reconquistar! Así es, Campamento Falveri es la puerta al "Nuevo Mundo" lleno de posibilidades. ¡Los Gnolls y los Múrlocs os han arrebatado vuestras tierras, es hora de retomarlas! ¡Únete a los Montaraces, reclama lo que es tuyo o bien tómalas para formar tu nuevo hogar! Sé un libertador, un conquistador, un pionero, un colono ... ¡Levanta hogares sobre las ruinas, alza puentes sobre cascadas, cruza montañas impontes y libera los caminos del peligro. El comercio prosperará y tus cosechas también! Te enseñaremos a valerte por ti mismo en el bosque y te ayudaremos a prosperar, a cambio de tu compromiso y ayuda para la causa. ¡Defender Elwynn es cuestión de minutos! Si por el contrario necesitas ayuda, si tus tierras se ven mancilladas por la penumbra y la desesperación.. Los Montaraces estarán ahí ¡PARA TI! Defendemos Elwynn sin importar el peligro. Nuestro ÚNICO pago, es vuestra AYUDA, granjeros y terratenientes. Formaremos a las milicias populares por ti. Unidad y la voluntad para hacer realidad una Elwynn segura. Por otro lado, si eres un soñador granjero que ha perdido todo ¡VEN! Y restablece tus tierras. El Campamento Falveri aguarda tu llegada. ¡La Conquista del Paraíso os está esperando! PRIMO VICTORIA Atte: El Montaraz del Norte; Trancos. Nos encontrarás al cruzar el puente del Paso Oeste, subiendo por el río al Lago Espejo. O quizás nos puedas encontrar en Villadorada. Déjanos un mensaje si así puedes. //La cosa va de poner si queréis, las reacciones de vuestros pjs ante esta nota. Y si quieren o no participar. Y si algún NPCs quisiera venirse... Pues que venga. Si, NPCs. Se necesita mano de obra barata también. Basta decir que todo esto forma parte de la cadena de eventos del Campamento Falveri. Así también para dar pie a otros roles aprovechado las posibilidades de exploración y reclamación de tierras ocupadas por Múrlocs, Gnollos y otras bestias.
  8. Apéndice. Eventos - Mastreados: La Fundación del Campamento Falveri - Reapertura de la cantera de Jaspe - La Bruja de tus Sueños Asistidos: Noche 2 - La Defensa de Falveri. Ruina Imperii - 45 Lirios - Parte 1 - El Alzamiento del Hambre - Recolección entre risas - Asalto a Blackwell - [Evento Maestre] Los Perros de la Guerra - ¿A quién le importan unos dientes? Objetos y propiedades. Tesoro - Total: 30 y 8 Recuento y pagas: Rango económico: 6 Casa solariega en Villadorada: 650m2 Dos plantas. Sótano. Un habitante. Equipo - Espada larga de Montaraz.De un metro de largo y fina hoja, de acero y simple decoro. Buen acero y en buen estado. Con vaina oscura, sin adornos. Ideal para toda clase de combates y situaciones. Arco corto de caza. De madera de fresno Un arco simple y aunque lo intente mantener; ya tiene muestras de bastante uso. No es ideal para el combate, por lo que lo usa para la caza y práctica. Además usa flechas más cortas. Arco largo de madera de tejo y carcajHecho con tejo y la cuerda de intestinos de animales. Aproximadamente de un tamaño de; 1,50cm. Siendo la principal arma de los Montaraces, reparación así cómo la fabricación de flechas es algo que deben de saber si quieren sobrevivir. Tiene la posibilidad de engancharse el arco al carcaj. Antiguo cuerno de los Montaraces de Lordaeron.Gran cuerno de asta de buey salvaje de las Montañas de Alterac, guarnecido de plata y adornado con caracteres antiguos,sujeto a un tahalí. Broche de los Montaraces del NortePara reconocerse, los Montaraces del Norte portan broches en forma de hoja de los árboles que crecen en las tierras de Quel'Thalas, o también broches con forma de estrella blanca. Elegost porta la hoja, que enganchada a la capa entorno al cuello siempre muestra. >Equipamiento simple- Capa de sobra para abrigarse (posiblemente de piel para el invierno). Además de una manta fina que hace las veces de almohada."Trancos se contentaba con una capa y estaba sentado un poco aparte."- Bufanda de punto verde, hecha por las manos de una abuelita a la cual ayudó. Es suave y cálida.- Cuchillo, para despedazar piezas, cortar leña para refugios u hogueras, escarbar buscando raíces, pinchar la comida, arma de último recurso, etc.- Piedra de afilar (y aceite) para mantener la espada afilada y el cuchillo y libres de óxido.- Pedernal y acero para encender fuego: "Unos montaraces han estado aquí últimamente. Son ellos quienes dejaron la leña para el fuego." - Pellejo o cantimplora; o más de una dependiendo del tipo de terreno y libertad de movimiento. - Aguja de metal e hilo para remendar ropa. Además de parches de cuero y ovillos. - Sedal y anzuelo para pescar. - Cuerda (3m) para trampas y reparaciones. - Sal (esencial para la supervivencia humana). - Como objetos adicionales se pueden incluir los siguientes: Mochila mediana. Zurrón donde guarda plantas y ungüentos. Varias faltriqueras. Ropa de sobra para ponérsela mientras se seca la ropa mojada o reemplazar las prendas muy dañadas.
  9. Día 2 - Rapiñadores ¡Ad Victoriam! Elegost nombró lo que necesitarían para resistir en la zona el tiempo que hiciera falta, a la espera del asalto Múrloc. Lo necesario era lo siguiente... Madera. Para la fabricación de estacas, barricadas, hogueras más duraderas y grandes. Además de poder en un futuro, hacer tiendas con esta madera que fueran más resistentes que las actuales de lona. Alimentos. Estando en un bosque como Elwynn, no seria complicado cazar algunas piezas. Desde peces del río, hasta liebres. Pero también frutos silvestres. Plantas. Esencial para curar heridas, hacer infusiones y demás utilidades. Herramientas. Nada seria posible sin los instrumentos adecuados. ¿Cómo obtener madera de un árbol sin un hacha grande? ¿Cómo juntar tablas, sin clavos y martillos? Pieles. Santiago no tenia mucha ropa y las noches eran frías en el bosque, necesitaban pieles abrigadas para ellos y parches de cuero para reforzar las tiendas o sus propias ropas deterioradas. A la mañana siguiente de establecerse, Santiago anunció a Elegost, que Gael se había marchado. ¿A dónde habría ido? ¿Era un cobarde? ¿Tenia algo mejor que hacer? ¿O se había perdido? Una lástima que se fuera, lo iban a usar como carne de cañón, cebo, alarma... etc Pero eso no desanimó a los pioneros montaraces, que después de un nutritivo desayuno a base de infusión de raíz de tierra con bayas y una pastosa pasta de insectos triturados, se pusieron rumbo norte a las orillas del Lago Espejo. Era el amanecer y los animales, como las personas, necesitaban desayunar y beber. Antes de irse a su destino, observaron el alto del campamento desde la cordillera de la cascada. Idearon dónde pondrían cada cosa, las barricadas entre los árboles, estacas en la pendiente, una hoguera con la que atraer a los Múrlocs al centro del campamento y ellos, entre los árboles pequeños que habían en la colina. El plan era aprovechar que sean muchos para confinarlos en un lugar y descargar sobre ellos una lluvia de flechas. Ya en su destino, sigilosos con más o menor éxito, encontraron un oso pardo. Ni más ni menos que una imponente masa de grasa, pelaje y potentes garras. ¿Qué harían ahora? Si se iban a otro lugar, perderían horas esenciales. Elegost ideó alejar al Oso con carne de Múrloc que les sobró, aunque Santiago no logró arrojar la carne muy lejos y el Oso estaba cada vez más cerca de ellos, hasta que... Al parecer en la zona es frecuente encontrar venados en celo, que tan imperiosos echan a cualquier bestia o persona de sus tierras. Quiera la fortuna o no, eso pasó esa mañana. ¡Bravo y directo, con su cornamenta en riste, impactó el noble venado en el oso! La lucha duró durante largos y agonizantes minutos. El Venado parecía tener las de perder pero, para asombro de los dos monteros, el venado logró clavar su ornamente en lo más profundo del pecho del oso. Victorioso pero moribundo, Santiago acabó con la vida del imperioso venado. Pero la suerte estaba de su lado. Tenían un oso y un venado. Carne y pieles de sobra. ¡Y no habían tenido que hacer nada, tan solo mirar como asquerosos bandidos a la espera de su presa débil! Toda la mañana, horas de sangre, sudor y sobre esfuerzo para obtener toda la piel de los animales. No lograron la carne del venado, pero con lo que tenían, era más que suficiente. Descansaron hasta la caer la tarde, era la hora de obtener la madera y las herramientas. La lluvia empezó a caer con fuerza y la noche estaba próxima. La tormenta hizo caer algunas grandes ramas, pero necesitaban más madera. La respuesta a sus dudas de qué hacer llegó pronto. Santiago nombró la barriada. Era una suerte todo aquello. La situación del lugar y el clima a su favor. Podrían entrar, rapiñar alguna casa en ruinas y "obtener" las herramientas de la casa en obras que vieron la primera vez que estuvieron. Lo primero fue fácil de obtener, pero Santiago perdió el rumbo entre las calles enfangadas y oscuras. Más tempo perdido, pero ... encontraran las herramientas. Solo quedaba llevar todo al campamento. Tarea tiránica, arrastrar las vigas de la casa en ruinas. Santiago se lastimó y tuvieron que dejar una. Pero aún tenían la más grande de cuatro menos por lo menos. La suerte de tiempo hizo que nadie andará por las calles y con mucho esfuerzo, llegaron a su refugio sin más reparo. Lo tenían todo. Las pieles, la carne, la madera, las herramientas ... Solo quedaba prepararse. Santiago se preguntaba si esa seria la noche, si los Múrlocs vendrían. Usó de nuevo sus dotes arcanas y con más certeza que la última vez, percibió el peligro, la marea escamosa se acercaba. ¡Tenían que apresurarse! Continuará en: Noche 2 - La Defensa de Falveri. Participantes: Santiago de Sveri - Elegost Faler
  10. Día 1: La Conquista de Falveri El Nuevo Mundo Continuamos la aventura por donde la dejamos. Con la aventura por encontrar tierras seguras donde montar un campamento. Una idea noble aunque complicada de llevar, pero a los dos montaraces no les faltaba entusiasmo -Aunque Santiago era un vago y Gael solo les acompañaba temporalmente- Elegost intuía que en el flujo del río que nacía del Lago Espejo y terminaba en el río Nazferiti, podría encontrar un buen lugar. Cerca del agua y protegido por las depresiones del terreno. Así que encabezó la marcha esperando encontrar aquel lugar deseado. Hacia tiempo, los niños de Villadorada iban a una cascada no muy lejos del pueblo, donde pasaban los calurosos días, hasta que los Múrlocs del Linde del Bosque hicieron del lugar un peligro potencial. Además había que sumarle que la zona estaba llena de trampas de oso, a lo que se adelantó Elegost, avisando a sus compañeros. La idea seria ir en fila, uno delante con un palo oteando el terreno hasta llegar a la cascada. Claramente, Elegost iría delante. La cosa no empezó nada bien, viejas trampas de oso, oxidadas y olvidadas por a saber quién, saltaron al paso del imprudente Elegost, que terminó sin el palo y con una herida en la pierna. Gael y Santiago -En especial el último- se asustaron al ver al Montaraz con la trampa cerniendo su pierna, pero gracias a la destreza de Gael, consiguieron liberarle y reanudar el viaje. Con más palos que antes y más prudencia, detectaron y anularon las demás trampas, cosa de la que se ocupó Santiago. Les llevó un buen tiempo y cuando llegaron a la orilla del río, debatieron si el lugar era adecuado. La colina no daba tanta protección, apenas habían árboles cerca... No era el mejor lugar. Pero al otro lado, había el lugar que buscaban. Con protección del viento del norte por las colinas más altas, árboles, rocas, resguardado del clima. Solo deberían dar otro rodeo y más horas de viaje. Siguieron el camino hacia Páramos del Poniente, cruzando el puente del paso Oeste y siguieron río arriba. El viaje estaba siendo demasiado tranquilo, hasta que el atento Gael notó algo en el agua... ¿Peces? No podían ser, eran demasiado grandes e iban contra corriente. Elegost no le dio importancia. Habían salmones y junto a Santiago, habían sobrealimentado a muchos peces de la zona. Gael no era de las personas que se confiaban a la primera e insistió en que era algo más grande que un pez. El pensamiento pasó por sus cabezas: Múrlocs. Alertados apresuraron el paso, ya estaban cerca... Pero de improvisto, les asaltaron por los juncos del río. ¡VEINTE MÚRLOCS! -Algunos dicen que eran solamente tres, pero los rumores es lo que tienen- Gael y Elegost que iban delante, se sorprendieron por el asalto escamoso y tan solo Santiago, fue capaz de actuar con presteza, disparando una flecha que surcó el cielo por encima de sus cabezas y atravesó la de uno de los Múrlocs. Los humanóides anfibios se entristecieron por unos segundos. La perdida de un ser querido, otra boca menos que alimentar... ¡Pero no se lo pensaron mucho y fueron a la carga contra Elegost y Gael! Aunque a decir verdad, sus patéticas armas rudimentarias y primitivas, nada podían hacerles, por lo que el contraataque recibido fue mayor para los Múrlocs y asustados, heridos y en inferioridad numérica, partieron en retirada. Salvo Santiago, que lanzó una flecha fallida contra uno, nadie más alzó su arma. Seria algo que se lamentarían en un futuro. Con la victoria obtenida y un botín más que suficiente; Un múrloc para cenar, llegaron a la zona indicada. Usando los objetos "rapiñados" de la barriada de Villadorada, el campamento se alzó con mayor o menor éxito. Una gran tienda y dos más pequeñas. Santiago tuvo la idea de ponerse en lo más alto, sobre rocas de la colina y su tienda fue la peor montada. La personal de Elegost, algo más cerca del río, era la más estable. Y la grande, se mantendría a menos que cayera una tormenta con fuertes vientos. Santiago cocinaría el Múrloc. Un manjar muy querido en Páramos, pero que lamentablemente el Montaraz Arcano no conocía, aún así les dio para una buena cena y repetir. Establecido el campamento y habiendo cenado, cada uno hizo algo diferente. Mientras Elegost se curaba las heridas de la trampa, Gael iba a dormir y Santiago volvía a comer. La noche no tuvo más percances y el comienzo de una historia se empezaba a forjar. Ahora ¿Y esos Múrlocs? ¿Vendrían más? Elegost contaba con que sí. Que esos tres eran simples exploradores que iban a echar a los que querían quitarles tierras. Por lo que le contó a Santiago lo que harían mañana; Cazar. Recolectar suministros para fortificarse y prepares para el asalto Múrlocs. Continuará en: Día 2 - Rapiñadores. Participantes: Santiago de Sveri - Gael - Elegost
  11. Prólogo Una aventura preparada Si juntas a dos personas necesitadas, con falta de aventuras y dinero, así como de techo ¿Qué obtienes? Muchas ocasiones de perder la vida. No es lo que pensaron los dos Montaraces cuando comenzaron esta aventura, ellos pensaban en un rincón de Elwynn donde resguardarse del clima sin pagar, cazar sin ser molestados y dormir sin tener a un vagabundo rabioso al lado. Como siempre, todo comenzó en una posada. En la del Orgullo del León. Santiago de Sveri y Elegost, habían tenido una mala aventura la noche anterior. Se les había ocurrido ir a "Rapiñar" -Como a Elegost le gustaba decir- objetos varios en la barriada de los muros exteriores de Villadorada. No era mala idea. Habían muerto muchas personas. El lugar estaba casi abandonado y la Guardia Imperial no se mostraba ya muy presente. Seria fácil entrar, ir a unas ruinas y obtener algo de basura. El objetivo eran lonas, con las que montar unas tiendas. Algo fácil, pero no para esos dos que tienen más mala suerte que un Gilneano mirado mal por un Renegado. Los dos recorrieron la barriada en una tarde triste y lluviosa, aprovechando aún más la falta de gente por las calles. Les cayó la noche y dieron con una chabola y lo que parecía ser el inicio de una nueva casa. Aunque la noche les quitó la posibilidad de encontrar nada, salvo las cuerdas que sostenían el techo de lona de la chabola. La tarea recaía en Santiago de Sveri. Hizo cálculos: ¿Era posible cortar una cuerda sin que cayera todo? La respuesta se le escapaba, así que probó suerte, y todo se vino abajo. La chabola perdió el techo y un viejo salió de malas. A Santiago le dio tiempo a saludar antes de que junto a Elegost, recibieran pólvora y perdigones. Los dos dos rapiñadores a malas consiguieron volver a ponerse en pie y salir del lugar ayudados el uno del otro. Huyeron como buenas ratas que eran y tomaron un descaso. Santiago tenia una mala herida, estaban cerca de la salida y cuando parecía que se iban a salir con la suya, el viejo les pilló. Soltando un feo impropio y Elegost un grito de aviso, volvió a caer contra ellos perdigones. Con los dos saqueadores en el suelo, el viejo se confió e iba directamente a degollaros. Santiago intentó correr, pero no lo logró y Elegost se tuvo que defender. Una puñalada a costa de la vida del viejo, el pobre hombre no tenia oportunidad. Habian matado a un hombre semi-inocente pero .. ¿Qué importaba? La vida era dura y ellos se defendían, ese lugar estaba sembrado de sangre. Antes de que los dos compañeros, destrozados y con más agujeros que un queso se marcharan de ahí, Elegost se acordó de la chabola del viejo que no estaba lejos. Él no lo iba a usar ya, así que tomarían ellos sus cosas. Desde una mochila grande vieja, hasta una hachuela. La noche no se les había dado tan mal, quitando las heridas. Aunque dos miserables como ellos, poco dinero tendrían para pagar los servicios de un galeno y en la iglesia podrían pedirles explicaciones. Por lo que Elegost llevó a Santiago a la posada Orgullo del León, pagó con el dinero obtenido en el trabajo del Barón; algo que le ayudara a sanar a su compañero y que no les molestaran. Gael se unió a ellos. Aunque desconfiaba mucho del Montaraz de Norte, por lo que intentó buscar ayuda mientras Elegost cuidaba de Santiago. Le hizo un apaño, el cual hubiera quedado mucho mejor pero ... era lo que tenían. Gael apareció al final para ayudar a atender las heridas del Montaraz. Y así, la noche terminó para esos dos, que cayeron en un profundo sueño a causa de la aventura. Y así llegamos a esa mañana con los dos Montaraces teniendo que irse de la Posada al no tener dinero que darle a Brog, se veían con la soga al cuello. La idea de montar un campamento en los bosques cobró más fuerza. -Porque es barato. -Espetó Santiago a Gael cuando le preguntó por el motivo de hacer tal cosa. Era barato, y porque quedarse a coger polvo en la posada no era propio de ellos. En ellos era propio moverse, salir de aventuras y aprender. Así fue como Santiago y Elegost -Seguidos por Gael, porque no se fiaba, de nuevo, de ellos- marcharon al oeste del Bosque de Elwynn, buscando un lugar donde asentarse. Continuará en: Día 1-La Conquista de Falveri. Participantes: Santiago de Sveri - Elegost - Gael(Muy al final, pero por no hacerle un feo)
  12. No sé si estaré. De no ser así, mi Sumiller de Corps; de nombre SwordsMaster. Dirá por mi alguna aportación.
  13. Stannis the Mannis

    45 Lirios

    //Elegost como buen asalta caminos a la espera de dinero, estará.
  14. ¡Agarra un hacha y con la Horda acaba!

  15. ¿Un Quel¡Dorei? ¡Qué poca originalidad! Esta vez llama al Elfo: Fëanor'lan.
  16. Elegost and George. Aventuras por el mar. Segunda parte. Nada más diré...
  17. Volarán cuchillos cuando mi internet vuelva a ser lo que era. Cayó tormenta por Rocadragón y desde entonces no funciona... Le diré a Melisandre a ver si llama al Señor de Luz para solucionar el tema.
  18. Stannis the Mannis

    Elegost Ficha

    Ficha Atributos 7 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 7 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 18 Mana 13 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Arco corto) 12 Ataque a Distancia (Arco largo) 13 Ataque CC (Espada pesada) 10 Ataque CC (Combate desarmado: Ofensivo) 12 Defensa Habilidades Físico 6 Atletismo 6 Espada pesada 3 Combate desarmado (Ofensivo) Destreza 2 Arco corto 6 Arco Largo 6 Defensa 6 Sigilo 2 Cabalgar 2 Nadar 4 Escalar Inteligencia 4 Fauna 4 Sanación/Hierbas 6 Supervivencia 4 Tradición/Historia 2 Carpintería 2 Peletería 4 Religión (Iglesia de la Luz) 2 Estudio contra magia herética (Vacío) 2 Alquimia -Poción de Salud Débil -Poción de Ojo de Gato -Antiinflamatorio -Poticosmo 2 Bestiarum Arkana (Criaturas Nigrománticas) 2 Detectar Entes Malvados 3 Esencia Sagrada 2 Proteger Esencia 2 Reprender Esencia 3 Crear Luz Percepción 6 Advertir/Notar 6 Buscar 6 Etiqueta 6 Rastrear 6 Reflejos 4 Baile 4 Música (Canto) Especialización: Luz (Sagrado) Alquimia: Aprendiz: Antiinflamatorio: Compuesto por Raíz de Tierra principalmente, Hojaplata y algún que otro ingrediente, este compuesto líquido disminuye la inflamación de los tejidos. Su intervalo de acción no es inmediato. PotiCosmo: Su consumo puede resultar dañino para el estómago, pero a menos que el receptor no permanezco bajo ciertas condiciones, su efecto es nulo. Su ingesta produce delirios lúcidos que pueden durar minutos o menos de cinco horas. (Dura tantos Minutos/Turnos como nivel de Alquimia del creador) Equipo: Nombre del Arma: Artamir (Arco Largo) Descripción: Éste arco compuesto, de manufactura humana, es una copia del estilo tanto de diseño como funcionalidad de los arcos élficos que han llegado a manos de los artesanos del imperio, que aunque hayan querido igualarlo, sólo han logrado unas ciertas mejoras con respecto a los arcos largos habituales. Su peso resulta menor que los otros arcos gracias a las maderas especiales usadas para su creación. Los tendones que componen la cuerda son de plata fina. El barniz aplicado es de un azul intenso, que en la oscuridad resulta gris y bajo el sol es claro como el cielo de verano. Tiene adornos en plata que recuerdan a la escritura Thalassiana -Quizá intencionado, buscando ser una mejor copia- pero son sólo eso; diseños intrigados que le dan un toque elegante y llamativo. Reglas: Artamir 1d6+3(2M) Parábola, Iniciativa -3, Ignora 1 punto de estorbo Apariencia
  19. Historia del Montaraz "El Árbol Blanco de Lordaeron" Cuando los sueños se rompen y el recuerdo del hogar perdido vuelve a tú memoria, es el momento de pensar en todo lo olvidado y vivido, y creer que todo lo que has hecho, fue por un buen propósito que ha servido para algo.
  20. Nombre: Elegost Friederich Faler von Falveri Títulos: Sargento Imperial - Comandante Electo de Falveri - Conquistador del Falveri- Sargento Fraile El León del Norte - Cabeza de Hierro - Trancos - Mediaflota - von Falveri - Sub Campeón de Ojo del Halcón/Año 31 Lugar de nacimiento: Andorhal - Reino de Lordaeron Edad: 28 años (Nacido el 19 de Marzo) Altura: 1.78cm Peso: 70kg Afiliación: Imperio de la Humanidad Ocupación: Novicio de la Iglesia (Ruta Capellán) Primo Victoria. Por Lordaeron~ Descripción física Elegost es un hombre de estatura media (1,78m), de constitución atlética, siempre erguido y con expresión solidificado. Barba bien cuidada que le cubre la barbilla, perilla y bigote. Caballera dorado bronce, largo y algo rizado que le cae sobre los hombros. Ojos azul intenso, de mirada orgullosa y seria. De piernas largas y tonificadas, suele caminar a largos y seguros pasos. Sus manos firmes y ágiles. Descripción psicológica Lee en el corazón de los hombres con tanta penetración como su padre, y lo que en ellos lee le mueve piedad antes que el desprecio. Es de porte gentil, y un amante de la música y por encima de todo, de la naturaleza. Por lo que muchos juzgaban su coraje menor que el de su hermano. Pero no era así, salvo en que no busca la gloria en el peligro sin propósito. Es un hombre de honor, valor y deber, poniéndolo antes que su propia vida. Amable, servil y siempre caballeroso. Esarus thar no'Darador (Por sangre y honor servimos) Thanagor Verum rhas A'gathor. (La voluntad del Rey. Pureza de luz)
  21. Tenia la duda entorno a los Defias. ¿Qué papel tiene en este servidor? ¿Siguen existiendo? ¿Están en auge? ¿Son una facción emergente que trastoca todo en las sombras?
  22. Si Perséfone ha llegado, tendremos que empezar con los misterios eleusianos. Pero como no tengo cocimientos de tal, comeré verduras y uvas en vuestro honor.
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