Saludos, comunidad.

Ha pasado mucho tiempo. Demasiado tiempo, dirían algunos. La mayoría, más bien. 

Demasiado tiempo en el que nos hemos dispersado, separado, seguido nuestras vidas y vivido nuevas aventuras, tanto dentro como fuera de Azeroth, en nuestras vidas, fuese online o en el mundo real. 

Yo mismo, Malcador, durante este tiempo, me he perdido, re-encontrado, y vuelto a perder para siempre acabar con el mismo propósito. El mismo gusano, runrún detrás de mi cabeza.

El deseo de recuperar algo que había quedado atrás. De restaurar sueños perdidos. De re-establecer algo que no se debió dejar morir.

Durante estos años, la idea de retomar el servidor de Pluma y Espada fue algo siempre sobre el tintero pero nunca ejecutado: Siempre había tanto que hacer, la idea parecía titánica y, honestamente, infructuosa. Es por esto que de nuevo, un grupo, más envejecido pero por ello más sabio, se ha reunido con un deseo.

Recuperar un sitio al que llamar comunidad. Al que llamar hogar, y donde poder pasar buenos ratos, en compañía. De esa idea, y de los desafíos que plantea, nace una idea. El renacer de esta comunidad.

No será un camino sencillo. Pero si que lo recorreremos más aprendido, esta vez, esperamos, sin incidentes, sin incendios repentinos de servidores, y otra clase de crisis ineludibles.

Es por esto, que el Concilio os da la bienvenida, queridos compañeros y miembros de la comunidad, tanto a aquellos que regresan, como a los nuevos que se unen por primera vez. 

Nos aguarda un futuro de aventuras, de diversión. De buen rollo y de amistad. Respeto y pasión por un proyecto común y compartido.

Nos aguarda Pluma y Espada.