Prototaip

Andra nunca se había planteado abandonar nunca su hogar, un hogar con una falta de cariño por parte de quiénes se supone que eran los protectores del reino: Páramos de Poniente. Una mujer de naturaleza fuerte y valiente, pero con una vida que no ha sido fácil, como todos los que ese territorio. Su familia, como otras, había sufrido una gran pérdida económica por culpa de grupos organizados, a lo que ella se vio obligada a buscar trabajos lejos del campo para poder sobrevivir. Desesperada por encontrar una forma de ganar oro, Andra se unió a un grupo de bandidos de baja escala que operaban en los Páramos de Poniente. "Robar o ser robado", era con lo que justificaban sus actos.

No se convirtió en una forajida de gran habilidad, su grupo se centraba en robos y extorsiones. Trabajaba duro para ayudar a su familia y se esforzaba por ser la mejor dentro de este ámbito criminal. Sin embargo, su vida como bandida no duró para siempre. Un día, las fuerzas del orden del Imperio realizaron una redada en la pequeña choza que bautizaron como base de operaciones, su grupo y especialmente ella huyeron en diferentes direcciones. Huyó lejos, uniéndose a una caravana, herida por el conflicto, la cual se dirigía a las cercanías de Ventormenta. Sin dinero ni amigos, se encontró luchando por sobrevivir en las calles. Mientras tanto, el ejército de Ventormenta estaba en busca de nuevos reclutas para luchar contra personas con las que ella colaboraba a diario. Andra no vio sino otra oportunidad para enviar dinero a su familia, y se alistó como ballestera imperial al demostrar sus conocimientos previos que los justificaba con la caza. 

La mujer se sorprendió al descubrir que su experiencia como criminal resultaba tan valiosa para el ejército. Su habilidad marcial y su conocimiento de las tácticas de los forajidos eran útiles en la lucha contra los mismos. Además, su determinación por la familia y su fuerte carácter de campo la ayudaron a adaptarse rápidamente a la vida militar. Decidió convertirse en una valiosa recluta del ejército de Ventormenta con tal de aumentar de posición. Sin embargo, su pasado como una fuerza del crimen no la dejaba en paz. A veces, se sentía atormentada por remordimientos debido a las acciones pasadas. Sin embargo, su lealtad al ejército y especialmente el pago por sobrevivir un día más la ayudaban a seguir adelante.

El día a día, sabiendo que los hombres y mujeres con los que trabajaba no fueron capturados, hace que la mujer siempre tenga un ojo avizor a su alrededor, porque sabe que si el secreto de su pasado se revela, su futuro será próximo como integrante de la horca. La posibilidad de volver a Páramos siempre estaba ahí, pero sabe que si vuelve su familia tendrá una menor calidad de vida y aún peor: alguien que, si es descubierto, puede condenarles a ellos. El dolor por no poder estar con ellos lo sufre cada día, pero es un dolor que una soldado tiene que aguantar, sea de dónde sea, pues en cualquier momento el frente puede otorgar muerte. 

Actualmente, está a la espera de ser desplegada en la posición que requiera el ejército imperial, con su ballesta y código de protección a los ciudadanos del Imperio, cueste lo que cueste. El camino del pillaje y el robo no era sencillo, pero era más fácil que este, pues el tabardo que porta no sola la representa a ella, sino a todos los ciudadanos que la ven tanto como un problema como una ayuda dependiendo de la situación en que decida aparecer.

Cita

"Vuelve cuando tengas tu título de archimago, cariño, sé que será pronto."

Tipo de personaje: NPC
Ocupación: Peletera
Raza: Humana
Relación: Madre
Estado: Fallecida
Vista por última vez en: Forjaz, cuando Darlon fué de visita hace años.

"Mi madre, un pilar para la familia Gebb, después de mis tíos muriesen ella tuvo que llevar las riendas debido a lo fatal qué fue perder un negocio para la economía. Es fuerte, a la par que cariñosa, y trabaja conjuntamente con mi padre para las armaduras, siendo peletera desde que tengo consciencia de ello. Me apoyó en el uso de la magia a espaldas de mi padre, creo que sin ella, nunca hubiese llegado a estudiarla."

"La Luz tiene caminos que confunden, y se llevan a quiénes tienen el corazón más puro. La enfermedad es algo que aparece cuando alguien menos se lo espera, y cuando menos la necesita. Te echaré de menos, mamá."

Cita

"Quizás el comercio no sea tu camino después de todo."

Tipo de personaje: NPC
Ocupación: Herrero
Raza: Humano
Relación: Padre 
Estado: Vivo
Vista por última vez en: Forjaz, después de que Darlon partiese a Stromgarde.

"Mi padre, no creo que tenga mucho que añadir, aunque me prohibiese el uso de la magia y me obligase a intentar hacer el oficio de la herreria, en el fondo, sé qué se preocupa por mi al igual qué mi madre. Lo ví en Forjaz por última vez que es donde intenta ganarse la vida debido a qué Marius hizo un trato comercial con él para trabajar allí. Aúnque tenga la espina clavada de su prohibición, es mi padre, y no puedo dejar de quererlo."

"... Con la muerte de mamá necesitó mi compañía, y yo no podía negársela bajo ningún concepto. Estos años ayudándole nos han unido de nuevo, pero se que no quiero esto para toda mi vida."

Cita

"¿Tú también le has echado ojitos a ese paladín, Gebbi?"

Tipo de personaje: NPC
Ocupación: Bibliotecaria
Raza: Quel'dorei
Relación: Hermana sin vinculo de sangre
Estado: Viva
Vista por última vez en: En su biblioteca, hace quince años.

"Keelaya y yo nos conocimos cuando yo simplemente tenía nueve años, y nos encontramos por los mismos motivos. Yo me escaqueaba de las clases de mi padre y ella se escapaba de los deberes qué tenía en la biblioteca familiar. Debido a su naturaleza noble, mi padre no quería que estuviese cerca, y cuando los padres de Keelaya se enteraron, me amenazaron con qué hundiarian el negocio a mi familia si me acercaba a su hija de cristal. En su momento, nos veíamos a escondidas, y no, esta historia no acaba cómo crees, nunca hubo atracción por parte de ninguno, pero... simplemente nos separamos, quizás por miedo a qué mi familia perdiese todo. No sé qué es de ella, solo sé qué... su biblioteca ya no está."

Cita

"Seguramente esto haya sido provocado por el Subversivo, pero que nadie ose meterse con él ni con su sombrero."

Tipo de personaje: Player
Ocupación: Explorador del Ejército Imperial
Raza: Humano
Relación: Hombre que conoció en sus inicios cómo mago, con el cual se ha reencontrado (de nuevo) en Stromgarde.
Estado: Vivo
Vista por última vez en: Stromgarde

"Años hace de la última vez que ví a Elegost, y la última vez no tenía muy buenos recuerdos, ¿dónde está el campamento Falveri? ¿Y Santiago? ¿Y Melissa? Son preguntas qué quizás debería evitar, podría ser duro, pero la curiosidad me invade, y debo saciarla de alguna manera. En todo caso ha cambiado para muy bien, es centrado, además de recto, aunque me siga llamando subversivo... ¡¿por qué?!..."

"...Me llama subversivo pero luego me apoyó cuando tenia el importante rol de las ilusiones, ¿será que le caigo bien? Igualmente, para mi, lo sigo considerando el aliado que era en Villadorada cuando empecé mi viaje cómo mago, y espero siga así por tiempo..."

"Pasaron más cosas, pero en esos momentos no tenía este diario, deberé empezar a rellenar a partir de aquí..."

Nuevos escritos

"Faler siempre encuentra la manera de aparecer en el lugar menos esperado, pero en el más necesitado. Ya sea en un agujero en el suelo, ayudándose de una pala, o cayendo del cielo al grito de '¡Esto lo aprendí en el Arrabal!' Y esta vez no ha decepcionado. Han pasado años y parece que no le hayan afectado, sigue igual que siempre, quizás algo más apagado y reservado. Al menos, hasta que aparece una quel'dorei de altura reducida. Es un placer haber retomado el contacto, ¿quién sabe dónde aparecerá a futuro?"

Cita

"Ese bastón, esa barba... ¿Eres un profesor?"

Tipo de personaje: Player
Ocupación: Sacerdotisa
Raza: Humana
Relación: Primer contacto de Stromgarde.
Estado: Viva
Vista por última vez en: Stromgarde.

"La Luz siempre está allí dónde los humanos se asienten, y que mejor ejemplo que con Annalena. Una figura que vigila las puertas de la academia durante varias horas, solo para bajar la cabeza y volver con su rutina. Se ve demasiado inocente, incluso más que la sacerdotisa media, y alguien que está esperando a que vuelva una persona a la cual echa de menos. Tener un mago cómo contacto cercano es difícil, y espero que vuelva a encontrarse con quién tanto tiempo lleva esperando hacerlo."

"...las personas que siguen a la Luz siempre tienen un pie dentro de mi círculo..."

Cita

Quieto ahí, fanegas.

Tipo de personaje: Player
Ocupación: Soldado Imperial
Raza: Humano
Relación: Gordofóbico
Estado: Vivo
Vista por última vez en: Stromgarde.

"La representación de alguien que no quiso dedicarse a la granja sino a imponer su autoridad. Este hombre, de nombre Duncan, me recuerda a todo lo que odiaba de lo que vi en Villadorada hace unos años. Soldados que no tienen integridad por los civiles, quizás es una exageración y hace bien su trabajo, pero la primera impresión ha sido la peor de todas."

"...¿cómo qué puto gordo?..."

Nivel de Afinidad: ✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮ 
Grado de confianza: Mínima.

¿Qué hiciste? Darlon no te ve con buenos ojos, seguramente no te dirija la palabra o simplemente será muy precavido. No hay una categoría inferior porqué Darlon no llega a niveles extremos de odio o similar por personalidad, pero si acabaste directamente aquí, la primera impresión fue mala, lo siento. Aún así, también su forma de tratarte depende de muchas cosas, así qué, ¿esfuérzate?

Nivel de Afinidad: ✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮
Grado de confianza: Media.

Empiezas a establecer los primeros vínculos con el mago. Darlon está analizando cómo te comportas, lo qué te gusta, lo qué no te gusta, tu forma de tratar al resto, incluso tu forma de vestir, ya qué todo detalle es poco. No es qué le caigas neutral, realmente, si no has acabado en desagrado es qué la primera impresión ha sido buena, ¡sigue así! Aún eres para Darlon un misterio por resolver, y a los magos les gustan los misterios.

Nivel de Afinidad: ✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮
Grado de confianza: Alta.

¡Hey, le has caído bien! Seguramente vio que podías ser de confianza y te ha dado un voto de amistad, aunque obvio, no te lo dirá. Te tratará de mejor forma, y eso llevará que la confianza cómo dicen: da asco. Quizás te hace una broma, es más sarcástico, menos pulcro o recto... ¿Eso es bueno o malo? Depende de ti, en todo caso, eres su amigo, y un mago no olvida. 

Nivel de Afinidad: ✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮
Grado de confianza: Muy alta.

Ahora eres una persona cercana al mago, pocos realmente han llegado a donde estás tu ahora. Darlon tiene en mente tu forma de comportarte, lo bella persona que eres o lo mucho que le aprecias o te preocupas, todo vale. Hará lo qué sea por tu integridad y ayudarte, te tendrá en mente por tu seguridad, y cuando esté en problemas, acudirá a ti.

Nivel de Afinidad: ✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮✮
Grado de confianza: Máxima.

No se cierra a la familia. Alguien cercano que considere un hermano o hermana, su pareja, o incluso si le ocurriese algo a sus padres, otros que puedan hacer de "protectores". Si llegaste aquí, es qué te lo has currado, y Darlon te agradece todos los buenos momentos qué le has dado y haría lo qué fuese por ti.

Darlon Gebb nació en Villadorada, lugar donde se crió y creció. Tenia y actualmente tiene una familia de una economía media, la cual se sustentaba del campo, el mercado, la herrería y la panadería, siendo cada miembro de la familia "especialista" en cada una de estas. Darlon creció viendo a su tío cocinar y tratar el pan, que aunque su padre le interesaba que fuese herrero, Darlon no le gustaba el trabajo físico realmente.

Su tío le llevaba a su biblioteca, bastante extensa, donde de pequeño le contaba cuentos, le leía leyendas, historias y... cuando Darlon alcanzó al adolescencia, empezó a leer a escondidas en la biblioteca todo tipo de libros de historia, terror... y magia, siendo esta última siendo algo que le llamó durante muchos años la atención, practicando con una enseñanza autodidacta, avanzando muy lento, teniendo que llevarlo juntamente con su trabajo de ayudante en la panadería de su tío. Los libros tenía de todo realmente, historia, leyes, religión... pero encontró un tomo que le llamó la atención por el "dibujo" que tenía la portada, que al leer un poco de este descubrió que lo de la portada era una runa arcana, sintiendose intrigado por lo que esta "magia" podía hacer o no hacer.

Poco a poco empezó a interesarse por la magia arcana, concretamente le parecía bastante divertido la transmutación, por lo que podía leer, podía modificar el tiempo de un objeto y le pareció... relativamente sencilla la verdad, aunque seguro no se esperaba la dificultad de esta para su aprendizaje. Su canalización era muy pobre, digna de un hijo de herrero que trabajaba en una panadería, a lo que con los años aprendió a poder "ralentizar" con mucho gasto de energía y concentración un objeto, sintiéndose realizado y muy orgulloso de su hazaña.

Nadie de su familia excepto su tío conocía el interés de Darlon por la magia arcana, ya que su padre no quería que Darlon se interesase por algo que no fuese el negocio familiar, y que decir, eso realmente entristecía a Darlon... pero una cosa no quita la otra, Darlon QUERÍA aprender, y es lo que iba a hacer.

Nunca tuvo una vida emocionante, su padre le enseño a usar una espada en caso de defensa, ya que nunca se sabía si había que defender el negocio familiar, habiéndole forjado una espada ropera que el guarda con mucho cariño. Unos años después, su padre tuvo que movilizarse a Forjaz, viendo que ahí podría hacer más negocio juntando una herrería de un enano del cual Darlon desconocía su nombre, pero al tener la mayoría de edad, se quedó con su tío a trabajar en la panadería y a aprender más rápido sobre la magia arcana, viéndose capacitado para ello, o eso es lo que el creía. Fue siempre muy cercano a su tío, el cual quedó viudo por culpa de unos bandidos defias hace años, los cuales quisieron atracar a su mujer, pero ella intentó defenderse y se encontró con el horroroso final conocido como la muerte... su cadáver por gracia o por desgracia fue encontrado y enterrado, desde ese momento Darlon le cogió asco a todo bandido y a toda persona que se quisiese aprovechar del resto.

Su vida amorosa nunca fue muy provechosa, en la adolescencia siempre solía jugar con otra chica, la cual tuvo que separarse de el ya que era de clase alta y sus padres no dejaban que se acercase a el por si "le pegaba algo", aún así, la chica le enseñó a bailar un poco. El realmente nunca ha sentido nada por esta chica, pero es lo más cercano a una pareja que ha tenido, aunque le tenia algo de envidia... sus joyas, sus vestidos... a su madre le hubiese encantado todo eso que ella llevaba, pero tenia que aprender a valorar lo que uno tenia como bien dijo su padre, y eso es lo que hizo.

Un año, siendo su tío viudo, cayó enfermo de una enfermedad que le causó la muerte, otorgándole un colgante de un pequeño triangulo de piedra a Darlon como recuerdo. Llevando ahora la panadería un amigo muy cercano de su tío, un enano, con el cual no se habla mucho, pero le permite seguir trabajando en la panadería a modo de "honrar" a su difunto tío, además de seguir estudiando por su cuenta todo lo que puede, ya sea por libros, o buscando gente que entienda del tema. Su padre al enterarse de la enfermedad y la muerte de su hermano, acudió a su entierro, ofreciendo a Darlon ir a Forjaz a trabajar, pero no, Darlon no quería irse por el momento, tenia mucho que estudiar sobre la magia, a lo que hizo alquilar la casa de su tio, a cambio de poder llevarse todos los libros de la biblioteca a su habitación, la cual estaba en el interior de la panadería, en el interior, llenando la habitación de libros y libros.

Visualizó a los magos de la torre arcana una vez en la plaza de Ventormenta, con sus visibles tabardos y sus ropajes, viéndose cuidados, los cuales hablaban de temas mágicos que escapaban de la comprensión de Darlon, pero alimentaban su curiosidad cual leña alimenta al fuego, siendo uno de sus objetivos unirse a una academia arcana para poder ser uno de los mejores estudiantes de esta.

El objetivo de Darlon actualmente es aprender sobre la magia, llamándole sobretodo el tema de la creación de portales, pensando en lo fácil que sería moverse de un lado a otro del mundo, ya que piensa que la magia puede ser muy destructiva, además que poder modificar las cosas de su alrededor... le gustaba mucho, bastante, de hecho, y espera poder aprender del mundo que le rodea y de la magia que lo impregna.

Aunque su economía no le permita acceder con facilidad a una escuela de magia, espera poder aprender algo más de alguien que entienda de esto, un mentor o gastar sus ahorros en estudios mágicos y poder trabajar de ello, o quizás... alcanzar un alto cargo en algún institución, siempre es bueno soñar, o eso piensa él.

...

¿Cinco años? ¿Seis? Es todo lo que piensa Darlon mientras saca otra bandeja de barras de pan para vender, suspirando por la nariz a medida que el trapo que usa para secarse el sudor hace contacto con su frente. Su iris de tono azulado observa esas piezas que anteriormente eran harina dando forma, y todo le recuerda a la transmutación, a la magia. ¿Es realmente feliz así? ¿Sin llegar siquiera a avanzar? 

No, claro que no.

Abrió el armario, dónde en sus profundidades había ese sombrero de tono azulado, sucio y con polvo, uno que desapareció con unos cuantos golpes. Se lo colocó, mirándose al espejo... Era su lugar. Tomó el ahora bastón, anteriormente estoque, debido a que al menos el bastón le serviría para caminar... Y se adentró en volver a centrarse en sus estudios, cual adolescente que no terminó una educación más primaria.

MASTEADOS

PARTICIPADOS

[Clase de Conjuración] Como lidiar con un Elemental Arcano. - Eventos - Pluma y Espada

Cita

Conocimiento/Historia (Arcano)

Un pequeño teaser de una cosa que tenía pensada. (Enfocado a mercenarios, ejército e iglesia incluso).

¿Será pronto o tarde? Ni yo lo sé, pero espero haber causado curiosidad cuanto menos, estoy por Discord por si hay dudas.

Cáustico no siempre fue el nombre del no-muerto que ahora es portador de las pócimas y el saber de la nigromancia, antes era un hombre, un joven, que tenía una vida, un negocio, una pequeña familia. Pero por el destino, ahora mismo, está en el lugar que cree correcto, sintiendo que la no-muerte era un lugar al que pertenecía, era todo ventajas, o eso siempre pensaba él mientras observaba las reacciones de las pócimas en el juego de alquimia, el cómo los gases inundaban la sala y a él no le hacía daño, pero a las ratas de su jaula sí que las aturdía o en grandes cantidades, las mataba, era precioso poder dominar el que te daña o no, era un arte.

El siguiente sujeto, un animal de mayor tamaño, debía probar sus vapores con él, el Gas Weisel, su propio gas, un gas que hereda el nombre de su padre, Weisel Teron, un nombre que provoca que nunca olvide de quién ha aprendido todo el conocimiento anterior a la no-muerte, además de nunca olvidar quién lo llevó a este estado, porque si, su padre, fue el que hizo que acabase enterrado para luego ser alzado.

Desde pequeño acompañó a su padre en la tienda de alquimia, una humilde tienda de Lordaeron que todo el mundo pensaba que era simplemente un lugar al que acudir cuando tenías fiebre o tos, pero realmente dentro del lugar, era todo diferente. Cuando Cáustico se llamaba Vayner Teron, siendo un largo tiempo atrás de ese nombre el cual abandonó, su padre no era un simple alquimista, era un "artista", un "experimentador revolucionario", o eso siempre decía él en sus delirios mientras obligaba a Cáustico a probar toda poción, ¿podía hacerlo en animales? Podía, pero en humanos era más satisfactorio, y lo que no sabía Cáustico es que su madre, la cual creía muerta de antes de que naciese, también murió a manos de un experimento del padre, pero eso son secretos de familia, secretos que Cáustico aún a día de hoy, no sabe, ni sabrá nunca, creyéndose por siempre que su madre simplemente murió.

Encerrado en una habitación, tenía solo veinte años, el padre le obligaba a beber, a inhalar, a probar todo lo que hacía, los vecinos pensaban que el hijo se había ido al sur a estudiar, pero la realidad era diferente, encerrado en un lugar donde casi no podía estirarse, el padre no tuvo un hijo por amor, bueno, si por amor, por amor a la ciencia, por amor a la alquimia, una alquimia que si bien Cáustico estaba probando, debido a ello, aprendió mucho de la misma, conocimientos que sigue manteniendo a día de hoy en su no-muerte.

Pero un día ocurrió lo que debió ocurrir hace tiempo, el padre estaba probando su mayor invención: el Gas Weisel, siendo el experimento más peligroso que había hecho en su tienda, y estaba decidido a probarlo en su hijo, en su propia descendencia sin dolor alguno, ya que todo era por el bien de experimentar y de conocer resultados, sin mirar por el dolor ajeno, ¿no?

El gas se liberó en la habitación donde estaba encerrado Cáustico, golpes a paredes, gritos de dolor, tosia sangre, si bien no era letal por el momento, era doloroso y traumático, el no poder escapar, esperar a tu muerte... pero el padre quería ver hasta que punto aguantaría, a lo que echó más, más y más contenido de ese Gas Weisel en la habitación, hasta que simplemente, cuando el padre quiso darse cuenta, había matado a su propio hijo, con su propia invención, por su propia ambición.

No lloró, ese hombre estaba demasiado ido como para hacerlo, el como el gas en altas dosis hizo ese resultado, destrozando el interior de su hijo ahora inerte de vida, el cual metió en una bolsa y por la noche, de forma esquiva, enterró, pero lo que no sabía él, es que al poco tiempo, llegaría su propia muerte a manos de una no-muerte, una horda que Lordaeron no esperó, pero lo que si esperaban era conseguir nuevos adeptos para el nuevo reino de Lordaeron, un reino dominado por la muerte.

Abrió los ojos, ¿estaba vivo? ¿Muerto? ... ¿Ambos? No sabía lo que ocurría, ¿cuánto había pasado? ¿Años, días... horas? Ni él lo sabía, solo sabía que ahora estas criaturas esqueléticas-podridas dominaban el lugar. Su mente tardó en asimilarlo, pero le dieron una opción: servir o morir. Él no quería morir, estaba seguro, no obstante... ¿Esto era lo mejor? Tenía dudas, sin embargo al paso del tiempo, acabó por perderlas debido a la reeducación que recibió por parte del Nuevo Orden, era otra persona, más fría, leal, la cual aprendió nigromancia y sus beneficios, no sería como su padre, eso estaba seguro... sería peor, siguiendo los datos del gas de su padre, el Gas Weisel, así es cómo fue bautizado, y con ello, aprendió lo básico de "arreglar" a no-muertos, a hacer gases beneficiosos solo para ellos y lo que considera más importante, nigromancia, un poder que nunca esperaba dominar, pero que enfocó para complementar la reparación de los suyos, de sus ahora hermanos en la muerte.

Los años pasaron para él, no tardó en acostumbrarse (todo gracias a la reeducación del Nuevo Orden, ya que cualquiera pierde la cabeza en esa situación), empezando su carrera cómo boticario, cómo sanador en la muerte, era algo irónico, pero también romántico, o eso siempre pensó él, mientras reparaba zonas menores y fáciles de un no-muerto, ya que no era un experto, pero sabía defenderse, aún heredado su cuerpo en vida, el cual estaba destrozado por los experimentos que su padre hacía con él, experimentos que, ahora, Cáustico hacía con otras víctimas, víctimas vivas, ya que él, empezó a respetar a la muerte, a comprender su significado, adoptando los valores de los renegados.

Él era un artista y los artistas tienen apodos normalmente, ya que no quería mantener su antiguo nombre, siendo ahora Cáustico. Sus pociones eran sus pinceles, y los vivos eran lienzos con piernas, lienzos listos para ser pintados de un color rojo, un rojo sangre, provocado por las reacciones de sus pócimas en sus débiles cuerpos, ¿para qué los quieren, si la no-muerte es lo más cercano a ser inmortal?

DIRIGIDOS

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PARTICIPADOS

[Lunargenta] Hay que estar loco - Entrenamientos - Pluma y Espada 

(Reflejos, adv/notar, rifle de chispa, toque profano, llamada de lo profano, Conocimiento (Magia oscura))

[Tierras Fantasmas] Un viaje entre trincheras - Eventos - Pluma y Espada

(Adv/notar, atletismo, toque profano, llamada de lo profano)

@Imperator cómo Curro (Robar bolsillos, Defensa, Desarmado, Advertir/Notar, Reflejos, Callejeo, Música)

@Focus cómo Bravos (Advertir/Notar, Callejeo)

@Dorito cómo Corinne (Desarmado, Defensa, Reflejos, Advertir/Notar, Callejeo, Conoc/Historias (Folkrore Gilneano))

@er proto cómo Thurlow (Defensa, Disfraz, Desarmado, Sanación Hierbas, Conoc/Historias (Folkrore Gilneano), Reflejos)

El sonido de la pala clavándose en otro agujero se hacía denotar, otra noche fría y oscura para el enterrador, el cual simplemente hacía el trabajo cómo cualquier otro, con un alegre silbido que podía sonar macabro bajo el oído de uno de los transeúntes. La voz de Giffer, algo rasposa, sonó mientras terminaba de hacer el agujero.

"Gracias por la lectura, ¿qué hacías con esto tan escondido?" - Y sonríe al cadáver, inerte, antes de tirarlo al agujero, el libro lo guarda en su mochila para una futura lectura. La tierra es movilizada mientras cae en la cara del cuerpo, poco a poco su labor siendo finalizada. Esa noche empezó una espiral que, a día de hoy, no ha parado de girar. ¿No era malo esto que decían? ¿Una energía prohibida que no debía utilizarse? Pero... ¿Y su utilidad? Las almas son algo tan interesante, y tan pocos son capaces de hablar con ellas.

Pasaron los años, y ahora mismo sería encerrado bajo llave, que si bien no es alguien peligroso, es un manipulador novato de estas energías, alguien que no parece buscar el mal... No obstante el vacío bien sabe que es una energía insidiosa, que afecta cuando menos te lo esperas, y está ofreciendo poder a cambio de, poco a poco, la cordura. Un enterrador, pero también un guía... Ese es su destino. 

"¡M-Mira Lathorn! ¡Nuestra herencia... nuestro futuro…! ¡Cuánta tecnología hay aquí! ¡Con todo esto seremos... gobernaremos Gnomeregan una vez más! No tendremos que vivir como ratas... con la espada y el rifle recuperaremos el cielo de metal y el sol eléctrico... podremos entrar todo lo profundo que queramos... reconstruir los niveles, que vuelva a haber vida... que los túneles de Gnomeregan vuelvan a llenarse de rápidos trenes plateados... Todo será... Todo-"

Estas fueron las últimas palabras de Hexan, imbuido por alucinaciones, antes de recibir un disparo de pistola en el rostro por parte de Lathorn, el cual bañado en lágrimas, tuvo que terminar con la vida del afectado gnomo, un gnomo afectado por gases, que alucinaba, y su vida iba a apagarse a los minutos. El resto de los gnomos, ajustándose la mochila, cabizbajos, esperaron los pasos del que ahora sería líder del escuadrón.

"Llaves Rojas, volvemos."

Esa voz que resuena por la máscara de gas, apagada y distorsionada, de alguien que debe seguir adelante aún con una carga a la espalda. Subieron a una carretilla y avanzaron por los túneles de nuevo, linternas en mano en los rifles y las armaduras, mochilas llenas de chatarra que seguramente podría intercambiarse en la zona superior.

"Solo hay dos cosas que puede salvar a un gnomo de la locura aquí abajo. Una es la máscara de gas y otra la incertidumbre, ¿lo sabíais? Lo contó el otro día Gunter en las literas." - Añadió Percil, el ingeniero encargado de la supervisión y conocimiento de tarjetas, pasándose la mano por la máscara de gas, intentando sacar algo de conversación, algo que no era lo más seguro, pero estaban más que cerca de las puertas de los pisos seguros.

"Calla, Percil." - Replicó Lathorn, pasándose la mano por el cuello, visualizando su espada sierra y luego su pistola, la cual guardó, sin poder verla, recordando lo que ocurrió anteriormente. No era la primera vez, sin embargo, era muy joven, y su primera vez fuera de los pisos superiores, alguien positivo, que pensaba que se podía recuperar las zonas inferiores... Y murió, esa pequeña luz en la oscuridad murió.

El silencio se hizo presente durante el trayecto, iban a llegar a un punto de control del ejército de Gnomeregan, pero ocurre lo que siempre nadie espera, un ataque sorpresa en los lugares que consideras seguros. Bestias mutadas, rápidas cómo un huargo, fuertes cómo un ogro, que empezaron a devorar a Percil, mientras el resto del escuadrón disparaba a las criaturas para que no se acercasen. Sangre y sudor, gritos, mientras veían la puerta de control abrirse lentamente. Lathorn saltó de la carretilla, espada en mano y la pistola, mientras ayudaba a mantener la puerta abierta. Los compañeros avanzaron, querían rescatar a Lathorn, no buscaban otra baja, pero eso les dejó en una posición desventajosa: la caridad, algo que todos debemos tener, pero controlar. Las bestias se sumaban, sumaban... Y Lathorn tenía que hacerlo, por el bien del punto de control. Tiró de la palanca, la puerta bajaba lentamente, y observó la mirada de uno de los compañeros corriendo hacia la entrada, extendiendo su mano... Hasta que se cerró, y solo se escucharon gritos y las tripas destrozarse, con Lathorn tomando su pistola, respirando con fuerza. La alzó, la apuntó contra su boca... Y de una patada, una gnoma le observó desde arriba:

"El número de plazas para la vida es limitado; solamente en la muerte hay espacio para todos, gnomo. No seas egoísta, has hecho lo que debías." - Añadió Mixxia, sargento del ejército de Gnomeregan, la cual lo ayudó a levantarse para guiarlo al médico.

...

"Hay cosas que no quieres hacer y te prometes a ti mismo que no las harás, te lo prohíbes, y de repente suceden solas. Ni siquiera tienes tiempo de pensar en ellas, y no llegan a los centros cognitivos del cerebro: simplemente suceden y ya está, y te quedas mirándote a ti mismo con sorpresa, y convenciéndote de que no fue tu culpa, simplemente sucedió por sí solo". - Fueron las palabras del psicólogo a Lathorn, el cual después de varios años, sigue con pesadillas, ojeras, sin dormir bien.

Su mente sigue llena de pensamiento sobre Hexan, el joven con fantasías de recuperar la ciudad. Es cierto lo que su psicólogo ha dicho: prometes que no harás algo, pero lo haces. Los años han pasado factura a Lathorn, pero no va a morir en una cama, tiene que redimirse, porque únicamente así, pueden terminar las pesadillas.

"En este nuestro reino, todo elfo tiene un cometido, un cometido que bien tiene honor si se acepta, pero puede provocar desgracias si se salta. Un cometido que todo hijo del sol tiene al nacer, que debe conocer cuanto antes, un cometido, un objetivo, ya sea el de dirigir o servir. Subir o mantenerse, o incluso bajar si es necesario, la división de los líderes y los liderados."

Sabias palabras de un buen elfo que descansa en paz en el seno del descanso de un guerrero que ha dado la vida por su reino. La vida de Tassarion fue siempre la de un humilde criado en un ambiente hecho para esa palabra, el ambiente de una familia que se dedicaba por parte de padre a la magia y parte de madre a la peletería, si bien ninguno tenía un alto cargo, la vida era buena, ya que la filosofía que su padre seguía que adoptó la madre y finalmente el hijo acabó de aceptar del todo, la filosofía del fuerte, del servidor, de que hay honor en cada parte del gran mecanismo que forma el mundo y el reino en general sobre todo. Para profundizar más, el padre era un colaborador de los herreros de los militares para poder encantar escudos con protecciones mágicas, siendo un abjurador con parte de inscriptor, dedicando sus estudios a la magia para ser el gran peón del que siempre habla, un peón que ayudaba a los fuertes, siendo estos los soldados, a luchar contra lo malvado.

El objetivo de los padres era simple, que su hijo, Tassarion, pudiese seguir su rol de lacayo, de secuaz, o esas son las formas "malas" de llamar a su "destino", el de una persona servicial que ayuda a los fuertes a conseguir grandes cometidos, personas que no se mencionan en los libros de historia, personas que no tienen una marca en el mundo, si se piensa de forma lúgubre, pero que realmente si se piensa detenidamente, nadie llega a los lugares donde están sin esos "seguidores" o "servidores", si bien muchos le discuten esta idea al padre, no es algo que Tassarion cuestione, le ve el sentido, el sentido a un autoritarismo benevolente. El reino es similar a lo que plantea es cierto, pero hay gente que intenta avanzar a posiciones dónde no debe, a posiciones dónde una persona más capaz debería acceder antes que esas personas que nacen para ser seguidores y no líderes. No se debe alterar el equilibrio.

El resumen de su historia es sencillo, su padre le enseñó la básica de magia defensiva, ya que su padre su sueño era poder llegar a ser rompehechizos, no obstante la vida da vueltas y no pudo cumplirse, a lo que él que gestionaba al pequeño grupo militar que protegía la aldea Brisa Pura empezó a dar clases de escudo y glaive Tassarion, para que supiese defenderse, ya que tenía un destino, impuesto por los padres, pero un destino al fin y al cabo: ser soldado.

Tassarion nunca mostró devoción ni rechazo por esa decisión de sus padres, realmente, solo seguía órdenes, y eso seguramente le serviría a futuro para cuando se inscribiese, llegados el momento, claro está, ya que no todo puede ser tranquilo en todo el recorrido de su centenaria vida, tuvo que pasar EL hecho, el hecho que rompió al reino, que casi destruye la sociedad, el avance del ejército de la muerte y lo tenebroso, el cual se llevó grandes vidas por delante... vidas cómo las de su padre, un seguidor del reino que se enfrentó a lo malvado para ofrecer su apoyo para el mismo. El daño mental fue considerable, un daño que el tiempo repararía mínimamente para seguir con la vida que llevaban antes, una vida tranquila y humilde, de dos padres que querían un hijo líder o peón, no les importaba, pero lo que ambos sabían... o creían saber con exactitud, es que su lugar no era en la peletería o en una biblioteca aprendiendo magia, era un propósito mucho más grande que uno mismo.

Una dura pérdida, pero un elfo nunca se rinde, un elfo siempre renace de las cenizas, y eso es lo que marcó el punto de inflexión para Tassarion, el punto para decidir que su futuro estaba en lo militar, en quién defiende al reino, pero sobre todo, el peón que es guiado por el maestro, el que si debe sacrificarse lo hará, el que no cuestiona, el nacido para servir. El pensamiento era algo errático, ya que su madre ya no tenía tanto interés, necesitaba tener a su hijo cerca, un buen tiempo, estaba sola, la pérdida de su marido era algo duro, horrible, y aunque muchos no viesen a Tassarion llorar, lo hacía, y mucho, era su objetivo a seguir, su ejemplo, lo que un verdadero elfo debía ser, un leal al reino, listo para morir por el mismo.

Si bien fue complicado en un primer momento por la situación, ya que la madre necesitaba toda la ayuda posible para poder aguantar el negocio y alcanzar para tener la posibilidad de comer, Tassarion brindó todo el apoyo que estaba en su mano, ese pequeño pilar que necesitaba, el cual le ayudó a ser más sociable con la gente, ya que al ser el "niño de mamá y de papá" nunca consiguió habilidades sociales muy destacables, casi cómo un golem se podría comparar, o eso le han llamado alguna vez, el crío del ceño fruncido que parece querer morirse en alguna batalla, lo veían cómo un loco, ciertamente, el que no duraría... y quizás están en lo cierto.

Cuando la situación se estabilizó a lo largo de los años, sin abandonar estudios mágicos ni la habilidad del combate, ya decidió por fin que su lugar en el reino era sirviendo por el bien del mismo, su corazón y cuerpo, ambos unidos, juntos para derrotar al enemigo de los hijos del sol, los únicos y verdaderos guerreros de Azeroth. Alzó sus armas y su improvisada armadura humilde, y sus pasos fueron hasta la oficina de reclutamiento, y con una mirada extrañamente decidida hasta el punto de ser incómoda, se ofreció para servir, tanto con su glaive, cómo su corazón.

@Prototaip como Regiall (Sanación de Toque, Esencia Sagrada, Detectar Entes Malvados, Voluntad, Detectar Malestar, Conocimientos/Magia Oscura)

@Galas como Monik (Voluntad, Toque de Energía, Misiles de Energía, Advertir/Notar)

@Focus como Tesalia (Voluntad, Visión sagrada, imbuir arma, golpe temeroso, advertir notar, atletismo, hacha de guerra, defensa mágica)

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