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SwordsMaster

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  1. Imperio Rolero. www.imperiorolero.com RE ---> IR. Pero en inglés, las siglas siguen siendo RE (Roleplayer Empire) así que es la polla. ¡Vota por Imperio Rolero hoy! (Imperio del Rol también sirve, aunque las siglas sean más cutres)
  2. Cuando la nota arrugada y sucia de barro alcanzó los cuarteles de la Guardia de la Muerte, todo sub-oficial y oficial se jaló de los hace mucho tiempo muertos cabellos, rogando por paciencia. Y era normal, cuando la nota lograba hacer sangrar ojos hace mucho secos. La nota seguía la estructura básica de una nota militar, como si quien la escribiese ya lo hubiese hecho antes, pero la ortografía y el formalismo a cada palabra dejaban mucho que desear. Demasiado que desear. dia beintiuno del mes tres del anio treinta o treinta i uno no recuerdo vien escrito por tiagus rolers vuenos dias aunque aqui sempre parese de nose mi nombre es tiagus rolers i ase unos meses un soldado vastante majo de buestras filas me alludo a isn incs inscrivirme como siudadano ofisial del nuebo orden como llo era un gran jerero i espadasin durante la tersera jera tanbien conosida como la gran jera donde murio barian i todo eso desidi ce os seria util otra vuena espada en buestras filas ademas donni es majo i me cae vien asi ce ponedme bajo su liders liderasgo tenia cara de sarjento o algo apuesto ce es sarjento cibil tiagus rolers larga bida a la reina alma en pena
  3. Buenas. Lamento hacer nigromancia, pero hoy se cumplen 10 días desde que inicié este tema. Normalmente no solicitaría esto en una propuesta normal porque suele haber mucha divergencia, pero ante el unánime apoyo que recibí en esta propuesta creo que es mi deber pasarme por aquí para hacer un pequeño recordatorio e inciso de las normas del servidor, más particularmente el tema 1.2: Normativa del parlamento Secciones 1.1 y 1.2 relacionadas con la Asamblea y la Cámara de Votos. 1.1. Asamblea: La asamblea es el órgano principal del parlamento, aquí es donde cualquier usuario de la comunidad (incluyendo administradores y miembros del concilio) puede poner un tema a debatir por la asamblea. Esta decidirá si se debe cambiar algo de la propuesta para llevarla a voto o si merece la pena hacerlo a través del diálogo y el consenso. Se dan 10 días de debate antes de presentarla a voto o desecharla. Aparte, se pueden postear temas que tengan que ver con objetivos comunes que el servidor necesite y hablarlo con la comunidad. 1.2. Sala de voto: Aquí no se permite el debate, en un máximo de 3 días los miembros de la comunidad han de poner los votos sobre la propuesta. Tan solo se contabilizarán aquellos que pongan Si o no. Las propuestas que salgan aceptadas irán al concilio para aprobarse. Si el concilio ve que no es aplicable a la idea general del servidor tiene el derecho al veto, pero justificado de manera coherente sus acciones. De no ser así la medida es aprobada. Esto no será muy frecuente de ser ejecutado puesto que los miembros del concilio tienen voz y voto en el parlamento Con eso dicho, solicito el derecho pasado los 10 días de pasar el tema a la Sala de Votación para que el Parlamento de Errantes pueda votar respecto al tema a lo largo de 3 días. El Parlamento de Errantes según esta misma normativa está compuesta por todos los usuarios roleros de Rol Errante, teniendo además los narradores y maestres voto. Esta es, una norma, que hasta ahora se ha pasado por encima. He entendido el motivo, sin embargo, al no haber acuerdo respecto a la idea. Pero en esta ocasión no veo desacuerdo, y me gustaría hacer las cosas aferrándome a la normativa. Un atento saludo.
  4. Santiago no le quedaba mucho tiempo antes de tener que entrar a sus horas de servicio en el ejército. En su rústico escritorio, con tinta y papel sobre la mesa, suspiró aliviado cuando bajo la luz de una pequeña vela acabó de escribir. Era una obra maestra. Y sería la publicidad perfecta, pues sin dudas tenía intención de salir a cantarla al otro día en cada rincón de Villadorada. Hace mucho, un día en el monte Todo comenzó al volver del norte Habían dos amigos Y planes para abrir un local No es una bodega, ni una herrería Y venden cosas para casas más pequeñas Que la mía como si eso fuese siquiera una posibilidad SVERI Con robles y pinos y un gran artesano SVERI Muebles para vagos que entran en cualquier lado Todos tienen un hogar Y si no tienes un hogar, ¡SVERI te lo da! Así que ve y pásate Entrega tu dinero y solo ten fe En la tienda que puede hacer todo mueble encajar La "Estantería Jared" dice hola También su amiga mesa, su nombre es Doyran Y la cama es solo una cama pero Odriel le llaman SVERI Con robles y pinos y un gran artesano SVERI Muebles para vagos que entran en cualquier lado Todos tienen un hogar Y si no tienes un hogar, ¡SVERI te lo da! SVERI Roble y tornillos SVERI Manzanas sabrosas SVERI Trabajo sverino ¡Todo barato! ¡Todo para mí! Y si dices que SVERI apesta No has visto el precio de las mesas Y las camas, las sillas Las puertas y hasta estatuillas Yo tenía dudas igual que tú Hasta que que una "Puerta Law" en casa instalé ¡Nadie ha logrado volverme a entrar a casa en la noche! SVERI Con robles y pinos y un gran artesano SVERI Muebles para vagos que entran en cualquier lado Todos tienen un hogar Y si no tienes un hogar, ¡SVERI te lo da!
  5. Santiago se paseó por la carpintería un momento. Aún le faltaba algo. Le faltaba carisma. Le faltaba ofrecer algo más. Por un segundo meditó. No tenía familia, no tenía bocas que alimentar... Bocas que alimentar. ¿Bocas que alimentar? ¡No tenía bocas que alimentar! Cuando su sueldo estaba claramente destinado a soldados con familias que alimentar. Podía, entonces, permitirse comprar comida extra... Pero no, él no comería tanto. ¡A no ser!... Que revendiese comida. Algo sencillo. Algo que pudiese tener en el mostrador y ofrecer a los clientes rápidamente para salir del paso, algo que pudiese ofrecer por poco precio y aún así sacar ganancias... ¡Y ese algo, eran claramente manzanas! Esa misma tarde buscó de dónde podía sacar un suministro de manzanas a buen precio para reventa. Y, pocas horas después, una pequeña canasta decoraba el mostrador ofreciendo gustosamente las manzanas por un precio con un margen de ganancias mínimo, pero una ganancia extra a fin de cuentas.
  6. Si algo le sobraba a Santiago a pesar de todo cuando estaba fuera de servicio, era un retorcido humor. Y no contuvo su mano cuando las ideas llegaron a su cabeza arremolinándose en un tormentoso espiral de inspiración. Sus muebles no podían simplemente ser muebles. ¡Necesitaban personalidad! Con esa chispa de genialidad en la cabeza, comenzó a pegar etiquetas de papel en cada uno de los modelos de los distintos objetos que iba creando. Podía hacer que sus objetos cobrasen vida sin la más mínima necesidad de magia, lo cual hacía un irónico contraste viniendo de un mago en el barrio mágico. Puerta "Law" Una robusta puerta de madera de roble con un cerrojo y bisagras simples de manufactura de terceros. El cumplimiento de la ley dentro de la casa que defienda está garantizado. Estantería para libros "Jared" Una simple estantería de madera de roble fabricada para depositar una modesta cantidad de conocimiento y sabiduría en ella. Lamentablemente el destino ha limitado su función, y nunca servirá para acompañar a nadie en sus horas de sueño. Taburete "Elegost" Es simple. Es sencillo. Es un taburete. No hay más, ve a ver algo más interesante. Violín "Alayratiel" Un instrumento de los más costosos de realizar, por lo que rara vez se ve siquiera uno en SVERI. Su sonido está destinado a ser melodioso, pero algunos irremediablemente lo encuentran tedioso y fastidioso. ¿Y no tendrían razón? Mesa "Doyran" Es una mesa sin demasiado misterio, de madera de roble y un cuidadoso acabado. Por desgracia, los mantos de tela que se le suelen colocar encima son de diseños bastante feos. Estatuilla "Alondra" Una estatuilla de madera humanoide, normalmente representados en forma humana o, los más caros, con la silueta de las mismas estatuas que dan la bienvenida a la ciudad capital de Ventormenta. Puedes esperar que esta estatuilla te juzgue constantemente con su mirada, pero no esperes que hable. Escudo "Leonardo" Un escudo de madera de roble reforzado con cuero, capaz de resistir varios embates. En situaciones normales, este objeto recibe una mayor cantidad de golpes que ningún otro objeto de madera. Muchos, muchos más golpes. A fin de cuentas, ¿quién no adora destrozar un buen escudo a golpes? Cama para una persona "Odriel" Una cama convenientemente creada de a piezas para ser fácilmente armada, desarmada y transportada de un lado al otro, aunque no resistirá demasiado castigo físico. Siempre puedes tener la seguridad de que esta cama encontrará el modo de arrebatarte la consciencia. Cubo para la basura "Kaileth" Un simple cubo de basura fabricado con tablones de roble para cumplir con su propósito. Este será el mayor punto de desagrado de la casa; a nadie le gusta ver ni oler un cubo de la basura, pero al menos siempre servirá para contrastar cuan limpia está en realidad el resto de la casa. Y la lista de objetos etiquetados con una enorme y variopinta cantidad de nombres seguía, y parecía incluso que aparecían nuevas y originales formas de llamar a los objetos cada día. Si de algo no cabía duda era de la arbitrariedad de Santiago a la hora de escoger nombres y descripciones, pero el ver todos los objetos etiquetados representando aspectos de la gente que conocía le resultaba cuanto menos divertido, y hacía notoriamente más ameno mantener el ritmo de trabajo en la carpintería. Algo notoriamente curioso era que si bien la inmobiliaria de madera firme y robusta de toda la vida se vendía allí como en cualquier otro lado, Santiago se había tomado la molestia de crear variedades desamables y fácilmente transportables de prácticamente todo, y lo máximo que se requería a veces para armar un mueble donde guardar la ropa era poco más que unas planchas de madera y unas ingeniosas indicaciones de donde colocar los tornillos. De ese modo, Santiago se ahorraba trabajo y tiempo al crear poco más que unas planchas de madera con agujeros, y podía venderlos a un precio levemente más barato al carecer de complejidad. No serían los objetos más populares entre la nobleza, pero no contaba con tener de esos entre su clientela y, en el extraño caso de que sí, siempre podía hacer muebles a medida.
  7. SwordsMaster

    SVERI

    Santiago había pagado una modesta suma a un artista en el barrio militar, con una única y peculiar orden: Dibujar dos docenas de copias por cada dibujo, siendo solamente dos dibujos. Un par de días más tarde, estando ya acabado, Santiago se tomó la molestia de añadir él mismo a mano un poco de texto debajo de todos y cada uno de los dibujos, y especificando la dirección al pie de página de dónde residía su tienda, en la Avenida de Xarda. Tres días más tarde, Santiago había escogido los puntos más concurridos de Villadorada y salió a empapelar esos puntos calientes de la ciudad como si su vida la fuese en ello, con su cuanto menos peculiar método de propaganda. Unas horas más tarde, dos clases de papeles distintos empapelaban cada uno de los rincones más fuertemente concurridos de Villadorada:
  8. SwordsMaster

    [Carpintería] SVERI

    Un camino de tierra se dividía en el barrio mágico denominado como la Avenida de Xarda. No muy lejos una modesta localidad se veía con un cartel de madera tallada y delicadamente clavado por encima de la puerta, con una única palabra grande y visible: SVERI. El cartel de madera había sido pintado con únicamente dos colores, simples y planos: Turquesa y gris. Aunque con el cartel principal de la entrada no alcanzaba para distinguir de qué tipo de tienda se trataba, un cartel de madera con forma de flecha a un lado del camino, clavado en la tierra, indicaba hacia el local con la palabra "Carpintería" tallado en la madera misma. Al entrar al local y abrir la puerta, un timbre de viento se puede oír sonar a un lado al removerse el aire por el movimiento de la puerta misma. Dentro el fuerte olor a distintas clases de madera, predominando el aroma de los fuertes robles de Elwynn, se aprecia fácilmente, mezclándose con el olor la aserrín de la misma madera. Dentro se podía apreciar todo tipo de objetos, algunos acabados y otros en construcción: Desde un enorme armario hasta pequeños objetos de madera como figuritas de madera replicando la silueta de héroes de la humanidad, pasando por sillas, mesas, barreños, tejas, vigas, tablas de distintos tamaños y grosores o incluso réplicas del timbre de viento colocado en la entrada de la tienda, con diferentes diseños. Desde luego, no podían faltar colgados en una pared detrás del mostrador un par de arcos y ballestas representando a las variedades más comunes y mayormente usadas de ambas clases de armas, y sobre alguna de las mesas de trabajo se podría ver normalmente varias de aquellas clases de armas en construcción, pues comenzaba a hacerse saber que el buen Cabo de Sveri, regente y único trabajador del sitio, hacía un precio especial a todos sus hermanos y hermanas de armas, ante quienes no tenía problemas en rebajar sus precios del apartado armamentístico hasta el mínimo que le era posible sin perder dinero. Sobre el mostrador había una pequeña balanza de comerciante y varios objetos pequeños de madera en exhibición, con todo preparado para que el codicioso y ambicioso regente pudiese cerrar toda clase de tratos.
  9. Segunda tarea: Reconstrucción Santiago llegó por la tarde al cuartelillo en el casco antiguo de Villadorada, luego de acabar todo su trabajo administrativo por la mañana en el cuartel principal de Villadorada. Su aspecto aún denotaba un enorme agotamiento y su brazo seguía entablillado, pero parecía extrañamente diligente respecto a aquel proyecto. Y su subordinado y compañero Law no se hacía desear tampoco, que había llegado incluso antes y ya le estaba esperando. Hicieron un conteo de todo lo que había que reparar en aquel sitio. El conteo de cosas era demasiado grande, por lo que tomarían solo una de las tareas cada uno para completar de momento. Se repartieron justamente las tareas según las cualidades de cada uno: Santiago se dedicaría a cambiar el suelo de madera de la primera planta en el interior del edificio con ayuda de dos de los cuatro soldados que estaban allí ayudándolos. Santiago por sí solo entablillado no podría hacer mucho por sí solo más que colocar algunos tablas, pero con ayuda de dos soldados podía dirigirlos, guiarlos y ayudarlos a hacer un trabajo decente. Law, por otro lado, acordó armar un pequeño espacio para trabajar el metal fuera con los suministros que había enviado el ejército, pues aunque antes quizás hubiese existido una pequeña fragua allí, hacía tiempo que el lugar había sido saqueado y resaqueado, y poco quedaba. Luego de eso, retirarían las dos puertas metálicas del único par de celdas con las que contaba el cuartelillo. Se lijarían, se repararían las abolladuras y se reforjarían las bisagras. Law tuvo problemas al comienzo para adecuar el yunque. Necesitaba algo firme y sólido para colocar debajo de este para que no quedase sobre la tierra, pero no lo tenía. Por lo que diligentemente salió a dar una vuelta por el barrio pobre mientras los dos soldados que le ayudaban se quedaban preparando algunos materiales. No le costó demasiado encontrar una casa abandonada. Luego del asedio gnoll hacía ya año y medio, muchos sitios estaban vacíos y desocupados. Aunque la casa estaba en pésimas condiciones, algo resistía impenetrable ante las inclemencias del tiempo en el lugar: La chimenea. Aunque mohosa y vieja, quizás hacía muchos cientos de años, cuando la barriada era un sitio glorioso y no el barrio pobre, la chimenea fuese parte de una de las casas más sólidas y mejor alzadas de Villadorada. Ahora poco más que una fría sombra quedaba de aquello. Law volvió con los soldados, teniendo una idea. Tomó un martillo, cincel y carretilla y regresó al sitio abandonado. Allí, puso al soldado con un martillo y cincel a retirar ladrillos de piedra, mientras Law se limitaba a destrozar el suelo de madera en torno a la chimenea misma. De ese modo, dejaron libre la plancha de piedra que estaba colocada como base en la chimenea. Con bastante esfuerzo Law retiró la losa de su sitio, y con ayuda del soldado lo llevaron hasta la puerta. Allí se tomaron un descanso, pues se vieron incapaces de continuar ante el enorme peso del trozo de piedra. Y tras, recobrar el aliento, lo alzaron para colocarlo encima de la carretilla. Con todo listo, regresaron al cuartelillo. Allí, Law finalmente descendió la losa con ayuda de ambos soldados. La colocaron en un rincón detrás del cuartelillo y debajo de una lona improvisada. Con mucho esfuerzo y tras algunos intentos de coordinación, alzaron el yunque y lo colocaron sobre la plancha de piedra que Law se había rapiñado del barrio pobre, probablemente ahorrándole unas monedas en coste de reparación al Imperio. Posicionado correctamente el yunque, aún le quedaban dos cosas: La fragua y la piedra de afilar. Law decidió ir armando la fragua, pues de ese modo esta podría ir calentando. No le costó demasiado, y con la ayuda del soldado Alberto rápidamente armó la estructura con piedras debajo de la lona, y con una de las palas colocaron carbón. Law entonces colocó algo de yesca y encendió la fragua, dejándola calentar. Eso hecho, solo quedaba la piedra de afilar. Montarla no fue difícil, pues todo lo que tuvieron que hacer fue alzar el pesado pedrusco entre dos soldados mientras el tercero armaba, colocaba y acomodaba la estructura de madera y el sistema de pedal de la misma. El soldado Alberto una vez más hizo un buen trabajo, y para cuando Law y el otro soldado soltaron la piedra y probaron el pedal, el mecanismo funcionaba perfectamente y con fluidez. Con todo armado bajo una lona improvisada en la parte exterior trasera del cuartelillo, Law volvió dentro en busca de las puertas metálicas de las dos celdas. Dentro, Santiago y los otros dos soldados hacían un trabajo decente reemplazando los tablones del suelo en el primer piso. Aunque al comienzo del lado derecho de cara a la entrada las tablas habían quedado colocadas de una manera más regular, estaba claro que pronto habían logrado seguir el ritmo que el cabo les demandaba, pues el resto del suelo estaba colocado de una manera mucho más firme y bien estructurado, resultando en un suelo de calidad en la mitad que llevaban reemplazado. Law no perdió demasiado el tiempo admirando el trabajo en el suelo, pues su misión era otra. Con dos compañeros soldados detrás, ingresaron a la habitación en donde se encontraban las celdas y retiraron una de las puertas de sus bisagras, llevándola fuera. Y, en un momento, tenían ambas puertas fuera esperando mantenimiento. Una de las puertas tenía tres abolladuras y algo de óxido superficial que fácilmente saldría lijando, pues más allá de la humedad no había tenido demasiado contacto con factores deteriorantes de la intemperie. La otra puerta estaba en un estado algo peor, con bastantes más abolladuras y una bisagra rota, y una cantidad aproximada de oxidación. Más pronto que tarde, todos se encontraban lijando las puertas para eliminar la oxidación de las mismas. Pronto llegaron también Alondra y Doyran, quienes decidieron ayudar a lijar las puertas (Aunque más bien fueron mandoneados por Law para hacerlo). Mientras tanto, Law comenzó a calentar la pequeña fragua más digna de un campamento de campaña que de una ciudad. Para cuando la primera puerta estuvo lijada, pidió ayuda a los soldados para llevar la misma hasta la fragua y calentarla sobre la zona de las abolladuras. Cuando eso estuvo hecho, solo tuvo que sacarla de la fragua y arreglar las tres abolladuras. Sin embargo, Law solo logró arreglar una de las abolladuras antes de que la puerta se enfriase. Con pesadez tanto suya como de los soldados, volvieron a llevar la pesada puerta hasta la fragua para que se calentase. Mientras la puerta volvía a calentar y los voluntarios lijaban la puerta restante, un enano de nombre Jäger se acercó a la zona. Se presentó ante Law, y le explicó que era un conocido del cabo. Law y el enano intercambiaron unas pocas palabras mientras la puerta se calentaba en la fragua, pero lo suficiente como para enterarse de que el enano era ingeniero. Law no perdió oportunidad y le explicó que necesitaban crear un cerrojo para la puerta frontal, pues este había sido reventado probablemente hacía meses o años, y ahora mismo no había modo de mantener la puerta de la entrada cerrada. El enano pronto se puso a dibujar algunas ideas para el cerrojo. Mientras tanto, Law retiró la puerta del fuego y acabó de arreglar las abolladuras con éxito, dejando de nuevo la puerta recta y libre de óxido. Mientras Law colocaba la segunda puerta a calentarse junto a la fragua, el enano le mostró el cerrojo a Law, explicándole el funcionamiento. Law, desde luego, no entendió nada de la explicación técnica, más allá de que se abría como todo cerrojo: Con una llave, aunque con más vueltas de las usuales. Law decidió centrarse en lo que se le daba bien. Le explicó al enano lo básico de trabajar con el metal, para que este pudiese dar forma a las piezas él mismo mientras Law reparaba la puerta. Cuando las explicaciones acabaron hizo eso mismo. Retiró la puerta del fuego mientras el enano seguía las instrucciones y calentaba parte del poco metal con el que contaban en la fragua. Law comenzó a dar golpes a la segunda puerta, mucho más abollada que la primera. Igual que antes, requirió calentar la pesada verja de metal una segunda vez antes de poder acabar el trabajo. El enano, por otro lado, tuvo que calentar el metal reiteradas veces antes de poder acabar de darle forma a sus piezas, lo cual degradó mucho la calidad final, acabando siendo unos objetos bastante rústicos los cuales luego con ayuda de Law logró pulir de imperfecciones. Entre todos comenzaron a llevar las puertas dentro, y las volvieron a instalar en su sitio. Aún quedaba pendiente sin embargo reparar la bisagra rota de la segunda puerta. Santiago, por otro lado, en todo ese tiempo había logrado remover y reemplazar los tablones del suelo por unos en muy mejores condiciones, creando un suelo firme y robusto que probablemente sería capaz de resistir allí un largo tiempo. La puerta frontal, por otro lado, también se le habían reemplazado algunas partes y reforzado otras, aunque la calidad acabó siendo moderada, no mal, pero tampoco excelente. Sin embargo hacía el trabajo, y para cuando el enano acabó de instalar el cerrojo en la puerta, estaba claro que la misma sería capaz de resistir algo más que un par de golpes. Se habían hecho dos llaves. Una se la quedaría Santiago, y la segunda la portaría el soldado Law Wyght hasta el regreso del sargento. Al final, muchas horas de trabajo habían pasado y la noche había caído hacía horas. Aunque aún quedaban muchísimas cosas que hacer a lo largo de los días, era innegable que al menos había habido un avance, y eso era más que suficiente para los soldados. Sin embargo no podían bajar la guardia, pues aún quedaba mucho por delante, y en la barriada nunca se está seguro. Off-rol:
  10. Había pasado un tiempo. Darius lo había pensado, lo había meditado. Había profundizado en qué haría con su vida, en el mejor modo de redimir sus errores. El único sitio que se le podía venir a la mente: La iglesia de la Luz. Una orden en particular le intrigaba, una que el maduro hombre había visto nacer incluso, pues tenía sus años y para aquel entonces, era todo un adulto. La Mano de Plata. Acabó tomando una decisión. Con pesados pasos se asomó a la Iglesia de Villadorada, y entregó su petición al primer sacerdote que vio en los pasillos, esperando que lo hiciese llegar a sus superiores. Día 10 de Marzo del año 31 Remitente: Darius Rollers Asunto: Solicitud de Ingreso a la Mano de Plata Alabados sean vuestros días, y la Luz os tenga en su gloria. Mi nombre es Darius Rollers, ciudadano imperial trabajador temporal en una herrería de Villadorada, sin residencia. En esta carta, formalmente extiendo mi deseo de ingresar en las filas de la orden de la Iglesia de la Luz, "Mano de Plata", como un novicio para ser entrenado y guiado en los intrincados caminos de la Luz. Poseo experiencia militar previa. He participado y sobrevivido a la comúnmente conocida como "Primera Guerra", así como un extenso tiempo invertido como mercenario en tierras del norte y del sur. Me temo sin embargo que tras un extenso tiempo de inactividad sea probable que mis cualidades bélicas estén oxidadas, pero mi determinación en encontrar la salvación y el perdón de la Luz son sinceros, y puedo asegurar que mis motivos son tan puros como me es posible. *La misiva acaba con una firma bastante simple, pero que hace el trabajo.* @Malcador
  11. // Añadido el Prólogo con el primer rol realizado al respecto. Ahora quedan todas las tareas de reparación del cuartelillo. Esta etapa del rol os tomará mucho más, así que id desempolvando las profesiones que toca reparar mucha cosa.
  12. Santiago se sentó con pesadez en uno de los escritorios del cuartel. Tenía una cojera y el brazo izquierdo entablillado. De nuevo. No hacía falta mirarse en un espejo para saber que su aspecto daba pena, que tendría unas ojeras enormes, la coleta mal recogida, varios moratones por todo el cuerpo y partes de la cara o que sus ojos estaban enrojecidos aún tras una noche que apenas lograba recordar. Había acabado mal, fuese por lo que fuese, pero había rechazado de nuevo cualquier baja médica. Sin Elegost, alguien debía llenar papeleo extra, y a eso se dispuso a la tarde, tras estar toda la madrugada y la mañana inconsciente bajo tratados médicos. Tomó papel, tinta y pluma como buenamente pudo con la única mano sana y comenzó a escribir. De: Santiago de Sveri, cabo de la XIII Legión, IX Compañía del Ejército Imperial Para: Autoridades de la Inquisición Asunto: Percival Morton A las santísimas autoridades de la sagrada inquisición, la Luz los tenga en su gloria por su noble misión en este mundo. Procedo a informar de que en el pasado día ocho del tercer mes del año trigésimo primero del calendario imperial se procesó al individuo reconocido como Percival Morton, buscado por la Inquisición por acusaciones de herejía contra su persona. El reo fue encontrado por el soldado Law Wyght de la IX Compañía, XIII Legión. Es de destacar la pacífica entrega del individuo Percival Morton, quien no ofreció resistencia en su captura y se presentó él mismo a las puertas de la ciudad. Se les confía el juicio del hombre, pues solo la Inquisición podría actuar con justicia ante este caso, y así lo dicta la ley ante herejes y similares. El hombre se encuentra recluido en las celdas del cuartel del ejército imperial en Villadorada esperando su extracción por parte de la Inquisición de la Iglesia de la Luz. Por la Luz, por el Imperio, por la Emperatriz *La misiva acaba con una firma del cabo Santiago de Sveri justo debajo del sello imperial* Santiago se refregó los ojos un segundo con la mano libre. Era increíble que siquiera hubiese logrado mantener la caligrafía intacta en su estado. Con un pesado movimiento tomó la misiva y se la guardó. Tendría que acabar todas las tareas de contabilidad, conteo de suministros y gastos y reparto de sueldos del Imperio que le acometían como tesorero y acabado todo ello se dirigiría, sin ninguna clase de apuro, más cerrada la noche a entregar la misiva en persona a la edificación de la Iglesia de la Luz en Villadorada. El resto ya no era cosa suya. @Malcador
  13. Eso se explica en este post En la sección de "El nacimiento del Imperio Humano - Año 24 / Año 26" La Emperatriz electa del Imperio es Meriane Ellerian I, quien es además y a su vez la gobernadora y reina del reino de Ventormenta.
  14. Bienvenido, elfo imperial. Si renuncias a tus contaminadas costumbres élficas y abrazas la grandeza de las costumbres imperiales humanas, hasta podrían darte un puesto menor en la alcaldía. Y abrazarás la Iglesia de la Luz, y no estarás contaminado como tus ex-compatriotas, que han caído tan bajo como para aliarse con las criaturas que destruyeron su reino. Eso aparte bienvenido.
  15. En primer lugar: Las pistolas tienen recargas. Eso significa que con una pistola, tienes 4d6+2 de daño recién cada 4 turnos, que no dista tanto del daño que hace un arma de 1d6+X a lo largo de 4 turnos, y me atrevo a decir que es menos daño. Por otro lado, llevar dos pistolas significa dos turnos de recarga. Si se lleva dos pistolas se puede disparar dos veces seguidas, sí, pero también tienes que gastar dos turnos de recarga: Uno por cada pistola. No veo el problema con ello, sigue siendo 4d6+2 en cuatro turnos, y sigue siendo menos de lo que una espada ligera puede inflingir en cuatro turnos.
  16. Prólogo: Lex Santiago se había colocado todo su atuendo de soldado. El tabardo bien alisado, el ligero casco bien acomodado en su cabeza. Aunque con un brazo entablillado y cojo, se dirigió al centro de Villadorada. Allí, los soldados Law Wyght y Leonardo de la Vega la esperaban como les había indicado, junto a Odriel Feathersun, Jared Miller y Elegost Faler. Sin embargo, los últimos dos tomaron un camino diferente, yéndose a la catedral a estudiar las escrituras de la Luz y meditar. Pero Santiago tenía una misión muy distinta a Elegost ese día, y estaba dispuesto a hacerlo estuviese en condiciones o no; podía hacerlo sin derramar sangre, y en el peor de los casos podía dejar a sus dos compañeros soldados comerse lo peor. Junto al elfo imperial Odriel Feathersun, quien se ofreció voluntario a dialogar, dispusieron la marcha hacia el casco antiguo de Villadorada. Antes de ingresar al maltrecho barrio, donde las ratas podían verse pululando incluso en la misma entrada, se detuvieron. El día era gris, y el clima alternaba entre nublado y lluvioso. En ese preciso instante: llovía. Allí, se tomó un segundo a explicar a los dos soldados y el voluntario el plan: Dialogar. El único conocimiento que se tenía era que había media docena de personas asentadas ilegalmente en el cuartelillo que necesitaban retomar, y Santiago tenía claro que dos soldados, un elfo y un tullido poco podrían hacer al respecto. La situación tendría que solucionarse derramando la menor cantidad de sangre posible, pero siendo contundentes, firmes y justos. Se respondieron a algunas preguntas y luego se procedió. Los miembros imperiales avanzaron por las calles hasta llegar cerca de la capilla rehabilitada por la Cruzada Escarlata. No muy lejos se encontraba el cuartelillo imperial. El estado era penoso: Las paredes era un milagro que se mantuviesen en pie. Varias ventanas tenían los vidrios rotos. En la entrada había un tiradero de basura cerca de la puerta reflejando la naturaleza poco pulcra de sus habitantes. La puerta, antaño sellada por unos tablones de madera, había sido forzada. Los tablones estaban viejos y podridos, habían sido rotos hacía mucho tiempo. Law y Leonardo se posicionaron frente a la puerta. Trataron de abrirla. La puerta en cuestión tenía el cerrojo roto, por lo que únicamente se mantenía cerrada por el peso que algún objeto ejercía detrás de esta. Mientras los dos soldados revisaban la puerta y Santiago los miraba desde una distancia prudencial debido a su estado, Odriel llegó a notar a un muchacho encapuchado asomándose por entre una de las ventanas rotas del segundo piso para ver quién demonios había venido a molestar. Pero cuando Odriel trató de hablarle y el muchacho vio de quienes se trataban, rápidamente desapareció detrás de la ventana. En ese mismo momento había llegado la médica del casco antiguo, conocida y querida por los lugareños: Margot Tanner, quien se aproximó preocupada por en qué líos podrían estarse metiendo los soldados y Odriel. El soldado Law trató de derribar la puerta con el objeto detrás, pero se vio incapaz de lograrlo. Sin embargo, Leonardo en un arrebato de ira por la inutilidad de su compañero reventó la puerta y e hizo retroceder y caer al objeto de madera que bloqueaba por detrás la puerta. Sin embargo, antes de que siquiera llegasen a entrar uno de los muchachos se asomó por una de las ventanas del segundo piso con una pequeña ballesta. Por un momento solo apuntó a los desconocidos al ver la guarida que habían reclamado como suya amenazada, pero ni siquiera tuvo tiempo a hablar. Leonardo, quien ya llevaba su arma cargada y preparada, había desobedecido la orden de establecer diálogo con los menesterosos y con un certero disparo hizo retroceder al joven, que soltó un alardido de dolor cuando la bala le impactó al hombro. Por un segundo se hizo un alto al fuego. Margot retrocedió junto al cabo y tomaron cobertura detrás de una de las ruinosas casas del deteriorado barrio. Finalmente, hubo algo similar al diálogo entre las dos partes. Los matones, por un lado, exigían dinero, trato preferencial y tratamiento para su amigo herido por parte de la doctora Margot, y dejarían el lugar en paz. Los soldados del Imperio, ni cortos ni perezosos, rechazaron semejante oferta de corrupción. Law y Leonardo avanzaron dentro del local, vehementes por cumplir con su deber con y para el mundo de la ley. Feathersun y Tanner fueron diligentes en seguirlos dentro para evitar que se metiesen en más problemas. El cabo permaneció fuera tras cobertura, tratando de evitar meterse en más problemas o verse envuelto en medio de una trifulca en su penoso estado. Ya dentro se podían oír algunas cosas pesadas arrastrándose arriba. Los jóvenes probablemente estaban utilizando la poca inmobiliaria que quedaba en el sitio para barricar la subida al segundo piso y, efectivamente, lo habían hecho. Una vez más se trató de dialogar a gritos entre ambos pisos. Los matones seguían exigiendo dinero, protección y tratamiento a la guardia así como el dejarles ir en paz, no tenían planeado simplemente regalar la guarida con la que se habían hecho. Cuando la discusión parecía estar llegando a un punto muerto, Margot aprovechó la confianza que arduamente se había ganado con el paso del tiempo en la zona para que le permitiesen subir arriba y tratar al muchacho que Leonardo había herido, así como negociar con ellos. Los jóvenes matones aceptaron. Abrieron un hueco en su barricada y, tan pronto la doctora había cruzado, volvieron a cerrarla. Los jóvenes apenas si estaban armados con un par de ballestas, cuchillos y hachas, al final habían resultado no ser la gran cosa. Por un largo rato Margot dialogó con los jóvenes mientras daba una atención básica al joven herido, retirando la bala y cerrando la herida, aunque necesitaría más tiempo para recuperarse y un mejor lugar en el que descansar. El diálogo iba y venía entre la doctora de la barriada y los jóvenes delincuentes. Por un largo rato se negaron a absolutamente nada, pero con sutileza y tacto Margot fue logrando que cedieron en su postura, hasta finalmente aceptar que recibirían refugio en la posada del Reino si bajaban desarmados y en son de paz, y además se le darían los tratos médicos pertinentes a su amigo herido, cuyo estado se deterioraba progresivamente debido a la pérdida de sangre. Para cuando Margot bajó con todos aquellos muchachos detrás, el cabo ya había entrado con sus compañeros bajo techo debido a que había vuelto a llover fuera. Los jóvenes bajaron desarmados y en son de paz. Margot les indicó presentarse, pero antes de que estos siquiera pudieran mencionar palabra Santiago traicionó el trato con la doctora: Ordenó le inmediata detención de los jóvenes delincuentes tan pronto vio como estos bajaban desarmados. Estos se forcejearon, se quejaron y gritaron en frustración mil maldiciones a los soldados, pero ya desarmados detenerlos y esposarlos se trataba de tarea sencilla para Leonardo y Law. Margot desde luego no estaba feliz con como el cabo había roto su palabra, pero su sentencia había caído como un mazo: Los jóvenes serían llevados a los calabozos aguardando juicio por irrumpir y ocupar ilegalmente propiedad del Imperio y la posterior negación a abandonarlo pacíficamente, la posesión de armas sin permiso amparado por la ley y el haber apuntado a los soldados con las mismas desde la ventana. Sin embargo, el cabo permitió a Margot llevarse al joven malhechor herido, con la condición de que este fuese trasladado inmediatamente al cuartel luego de su recuperación para ser procesado y metido al calabozo junto a sus compañeros. Aunque Santiago no contaba del todo con que el joven delincuente herido fuese enviado al cuartel tras su recuperación, incluso si quedaba libre funcionaría como un emisario de que la ley y el orden habían llegado a aquel barrio alejado de la mano de la Luz y la Justicia. O, en caso contrario ser enviado el cuartel, podría ser procesado debidamente y se haría justicia, por lo que el futuro del joven herido realmente poco le importó. Los soldados procedieron a llevar a los malhechores a los calabozos del cuartel general en Villadorada, cuyo futuro sería decidido por los nobles jueces del Imperio; pero el futuro de los mismos se auguraba negro y poco esperanzador. Off rol:
  17. Que las espadas no se arrojan leñe, no des malas ideas Ilusdn. Solo se arrojan armas con el rasgo de arrojadizas. De otro modo, haces el tonto. Las espadas pesan mucho para irlas arrojando. No lo hagáis niños. Edito: Sin embargo, es cierto que contra las armas arrojadizas existe una tirada de defensa como si fuese un ataque más.
  18. SwordsMaster

    Lex et ordo

    Lex et ordo Las órdenes habían sido dadas. El sitio: Escogido. La IX compañía de la XIII Legión se había ofrecido voluntaria a hacerlo realidad. En ausencia del Sargento Faler von Falveri, que se preparaba para sus nobles tareas de entrenamiento en la Iglesia de la Luz, el Cabo de Sveri se había ofrecido como voluntario temporal para ayudar con la organización de la operación. Con las órdenes dadas y el sitio escogido, solo quedaba lo más importante: Dar vida al esperado cuartelillo del casco antiguo de Villadorada, cuya noble misión sería llevar la ley y el orden a cada rincón de esas salvajes tierras que, para pesar de muchos, eran consideradas parte de Villaodrada y ensuciaban su noble porte e imagen con crímenes, bandas y toda clase de actividades ilegales. Pero eso podía cambiar, y la IX Compañía se encargaría de crear la transición entre "Puede cambiar" y "Cambió". La operación Lex et ordo había comenzado Offrol:
  19. Hay un problema que tengo con esta sugerencia, y es que ya existen formas de joder muchísimo la capacidad de acertar de un tirador. Y, en segundo lugar, que únicamente acabaría aplicándose contra los arcos (Cosa sumamente injusta que desbalancearía el sistema, pues espero que nadie esté pensando que puede ponerse a evadir disparos o detener virotes con la mano). Sobre lo primero, resumámoslo a un ejemplo. Juan es arquero, Roberto es un guerrero con escudo medio. Juan está a dos turnos de distancia, lo cual significa que su dificultad de acertar es de 13. Sin embargo, como Roberto tiene escudo, esta dificultad asciende a 16. Además, Roberto ha tomado refugio detrás de un árbol, y ahora cuenta con una dificultad añadida además de +5, tornando la dificultad de acertar al individuo en un 21. Juan suma 10 en Arquería, que bien podría ser porque tiene 8 en Destreza y 2 en Arco, o por tener 6 de Destreza y 4 en arco. Juan suma 10. Juan, bajo esas circunstancias, necesitaría mandatoriamente un 10 para poder acertar a Roberto, cuando bajo circunstancias normales habría requerido únicamente un 3 o más. Ahora bien. Tenemos además que Roberto, siendo un formidable guerrero, tiene 4 de Atletismo y 7 de Físico. Superando una dificultad de 12, podrá avanzar hasta estar a melee con el arquero (2 turnos de distancia), y eso significa... Sí, exacto. A no ser que saque pifia, Juan está muy jodido. Y como dije al comienzo, esto solo aplicaría contra los arcos, pues coberturas y demases para protegerse de ballestas y armas de fuego ya existe. Y aplicarlo solo a arcos, lo siento mucho, pero lo veo injusto. Sin contar de que una flecha puede llegar a viajar bastante rápido. No creáis el mito de que se puede evadir una flecha o detenerla con una mano. Y la dificultad añadida de dar a alguien con escudo, quien puede protegerse de la lluvia de flechas, también está contemplado. Con eso dicho, lamento tener que estar en contra de una sugerencia. No es mi bando natural. Un saludo.
  20. BOLETÍN DE ÚLTIMA HORA He hecho una modificación rápida, o más bien un añadido rápido a las normas de la edición de armas que se desbloquea al nivel Diestro (5) de las habilidades capaces de crear armas. Esto se debe a una preocupación que se me planteó. El cambio está anotado al final del post, pero lo dejo aquí para los vagos que no quieran subir y buscarlo: Dejar en claro que, obviamente, es denunciable ante un maestre el abuso de la modificación de ventajas y desventajas para hacer un arma igual a otra. Me explico: Si alguien toma un espadón ligero y lo modifica de manera que tenga las ventajas/desventajas y daño de un MAZO pero contándolo como ESPADÓN LIGERO y por ende sumando ese último como habilidad de ataque, será denunciable y un maestre puede ver de rechazar el cambio, o que el arma, al ser excesivamente distinta del arma original, requiera otra habilidad distinta para manejarla. De este modo se evitarán abusos de la edición de armas para que nadie tenga, por ejemplo, tres clases de dagas y que cada una supla completamente el rol que deberían de suplir otros tipos de armas.
  21. Vale sigo sin poder dar más likes por hoy, así que toca comentar. Me conformo con esa solución, me parece bien.
  22. Por ahora he subido la espera a 4 meses. De ese modo, con dos artesanos maestros en el servidor podrían aparecer un máximo de 6 armas de ese tipo en un año, notablemente inferior a las 24 que mencionó Ilusdn.
  23. Podría aumentar el tiempo si todos están de acuerdo. Puse 1 mes por poner un tiempo, pero ciertamente podría estirar más la espera.
  24. Yo traté de pasar las armas a distancia a Percepción así todos los atributos tenían algo en lo que penalizaran con fuerza el tenerlos bajos : ) Traté Tema aparte, apoyo colocar un requisito a las armas, o como mínimo los escudos. No demasiadas grandes en realidad, alguien con Físico 6 debería de ser capaz de usar cualquier arma o escudo ya, a alguien con Físico 5 se le vetarían las más pesadas y Físico 4 pues... Bueno, es una deficiencia grave. Ahora mismo sobre los otros atributos poco se puede hacer. Percepción se me dejó claro en su día que está hecho para afectar al rol social, no al combate en lo más mínimo, e Inteligencia para asuntos académicos y magias y además determinando el Maná me parece bien como está actualmente siempre que la deficiencia mental se rolee acordemente.
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