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SwordsMaster

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Todo el contenido de SwordsMaster

  1. Bienvenido Nashe el lolero! No te preocupes, que la mayoría de estos viejos con medio pie en la tumba tenían tu edad cuando comenzaron a rolear en wow. Con perseverancia se aprende rápido. PD: Tampoco tengo cariño a los elfos, te entiendo
  2. Eso es. Quiero la experiencia vanilla. La auténtica. La original de los servidores de rol privados de world of warcraft. Veréis, en Legión no es la misma experiencia de rol. Mucho ha cambiado desde los inicios de World of Warcraft, y la experiencia de rol ha cambiado. Los servidores se formalizaron, sus reglas, las expansiones avanzaron. Ahora los servidores de rol usan sistemas complejos, avanzados y completos de habilidades y combate, addons y peor aún, hemos caído en la decadencia de solo querer ropa HD o nada. Hemos perdido la magia... Del rol vanilla. ES POR ESO, que sugiero PYE CLASSIC. Eso es, la solución a todos nuestros problemas. El plan es este: Sin expansiones, sin addons de rol y sin sistemas ni leyes formalizadas, solo un realmlist. Cualquier disputa de combate on rol se resolverá con la mecánica de duelos de world of warcraft. Esa es la experiencia de Rol Privado Classic para quienes vivieron la GRAN ERA DORADA, y es una OPORTUNIDAD INIGUALABLE para experimentarla aquellos que no la experimentaron. PyE Classic.
  3. https://www.kapwing.com/videos/5d5d988167e7b50013a8d3d5 Venga yo también tuve suficiente por una semana. Este meme consume demasiado dad like hay que derrotar a prototaip en el top
  4. Muy bien, estoy listo para dar mis votos. VOTO 1 JARED MILLER QUIERE TENER UNA GRANJA COMO YO. Él entiende a mi main mejor que nadie. Su personaje me habla, sabéis. Me habla al corazón. Encima es bueno, es bueno y tiene Atletismo alto, y es de origen humilde. Y técnicamente es un paladín, simplemente se ha atorado el papeleo del ascenso, pero él es un paladín. Jared hazme un hijo, tú eres el mejor personaje masculino de este servidor VOTO 2 Asmodeo Lo siento, de verdad que lo siento, pero... Fue la cúspide de la masculinidad humana en su tiempo. Lo sigue siendo, aunque no entre. Siempre lo será. O sea joder Te ponía mordaza y te dejaba la cara del culete liso. Sabes. Fue el Crom con agallas VOTO 3 Law En paz descanses, compañero. Siempre rolee que tenías las mejores y más firmes nalgas de entre los hombres hercúleos del servidor. Y aún mantengo esa idea. We'll gang, okay?
  5. Postulo a Santiago de Sveri. Tiene 22 años y cumplirá 23, pero tiene la habilidad de aparentar 21 sin importar cuanto tiempo pase (¡Se verá igual de joven cuando tenga 60!) Mide 1'85 cuando está erguido, pero Malcador me insiste en reducirlo a 1'65 con una curvatura de columna de 90º, que ignoraremos de cara a este concurso porque no es canon y JAMÁS. lo será. Ha tenido a 4 pretendientes locas por él, novicias y magas (¡y va a por más!), pero él jamás las aceptó porque te estaba esperando fielmente a tí. Si, tú, quien está leyendo (A no ser que seas el bro). Se estaba reservando para ti, fiel votante. Tiene físico 5 pero Atletismo 4, así que tiene 4 tabletas en el pecho. De mirada soñadora, blanquito de piel tras unos meses de terapia bajo tierra sin tomar el sol. Sabe cocinar, remendar la ropa tras tus aventuras, limpia, es ordenado, te arregla la pata del mueble que está floja y convierte tu hogar en una fortaleza. Es el amo de casa perfecto si a ti te molestan esas tareas. Ya no le queda dignidad, así que te dejará hacerle lo que quieras (Mis votos están pendientes, antes quiero ver las proposiciones ajenas)
  6. Un final Los habitantes del pueblo de Husen al fin habían logrado evacuar del lugar, evitando con habilidad y cubriendo su rastro a través del Bosque de Adair. Demasiados para los renegados como para molestarse en atacarlos, y con un guía lo suficientemente hábil como para evitar que se encontraran con las bestias que habían tomado raíz en Roblehondo. El encargado del campamento imperial en la entrada al bosque se sorprendió cuando vio llegar semejante cantidad de refugiados, nada más ni nada menos que a través de un bosque. Recordó la conversación que tuvo con el Montaraz antes de que este partiera en busca de la zapatilla, ahora guía de esa gente, y se decidió a romper las órdenes que tenía desde arriba de permanecer en el lugar y vigilar; debía hacer lo que su corazón le decía, y su corazón le decía que debía escoltar a toda esa gente de nuevo a territorio seguro. Y así fue como los refugiados de Husen, un pueblo que había quedado aislado hacía ya casi un año y se le había dado por muerto, volvió.. De entre los muertos, pero más vivo que los renegados. Fantasmas, pero sus corazones latían. Al menos, algunos de ellos, pues quienes no habían muerto de hambre durante los primeros meses del aislamiento, antes de lograr auto-sustentarse, habían caído en los saqueos de bandidos, antes de que lograran alzar la empalizada. Pero los que sobrevivieron, cruzaron el bosque sin incidentes, y llegaron a Riflehondo. Tendrían una segunda oportunidad de vivir, y quien sabe qué futuro les había evitado a todos ellos el aprendiz de capellán. Llegados a la ciudad y a salvo, los refugiados organizaron una pequeña celebración en la taberna local, a la cual invitaron a los 5 miembros de la compañía de la zapatilla. Y más importante, la Zapatilla izquierda de Lordain, aunque llena de agujeros y algo deshilachada por el tiempo abandonada y a merced de las polillas, estaba ahora en manos del Montaraz, pronta para reunirse con su hermana y ser devuelta a su lugar, a las manos de la Iglesia de la Luz... Quienes tendrían que hacerle una buena restauración a la reliquia para que siquiera se viese un poco como en sus días de gloria. // Todos los roles consiguientes sobre la Zapatilla de Lordain. 7 sesiones desde el último resumen, de una duración aproximada de entre 2 y 4 horas cada sesión Participantes: @Stannis the Mannis como Elegost Faler. Habilidades usadas: Escalar, Supervivencia, Advertir/Notar, Buscar, Atletismo, Nadar, Crear luz, Sanación/Hierbas, Rastrear, Reflejos, Defensa, Alquimia @Curly como Nadia. Habilidades usadas: Destilería, Reflejos, Defensa, Escalar, Atletismo @Bastián como Balín. Habilidades usadas: Escalar, Atletismo, Reflejos, Defensa @Focus como Anya. Habilidades usadas: Sanación/Hierbas, Atletismo @SwordsMaster como Edric. Habilidades usadas: Escalar, Advertir/Notar, Buscar, Atletismo, Nadar, Sanación/Hierbas, Reflejos, Defensa, Purificación con fuego a pecadores Consecuencias/Botín: -Una botella de un vino de muy buena calidad, de Lordaeron, que se dejó de producir hace ya más de una década, cuando al caída del reino. Está sin picar, se puede beber o vender a un coleccionista o aficionado de los vinos, o se puede guardar como reliquia. -4 monedas de plata, 16 monedas de bronce y 25 monedas de cobre arrebatadas de entre el recuerdo de los muertos/evacuados de Menuch. Ese dinero ha acabado en las manos de la Compañía de la Zapatilla, en posesión de Elegost. -La Zapatilla izquierda de Lordain se encuentra en posesión de Elegost. Está en muy mal estado de conservación, llena de agujeros y media deshilachada, empeorado por el duro viaje de vuelta. Pero aún no se cae a pedazos -El derrumbe que bloqueaba el paso por el antiguo camino hacia Menuch se ha vuelto incluso peor, más alto y más difícil de sortear, gracias a un segundo derrumbe en la misma zona. -Los habitantes de Husen, de los cuales algunos seguían vivos detrás de su empalizada, lograron ser evacuados de allí por Elegost y liderados a Riflehondo, en donde se encuentran a salvo y sumamente agradecidos. La comunidad de refugiados de Husen (un puñado de mineros paletos) considera a la Compañía de la Zapatilla oficialmente como sus héroes. Le deben un favor a Elegost Faler, que quizás algún día logren pagar. -Elegost tiene dos dedos de la mano izquierda rotos. Tardará entre uno y dos meses en sanar por completo, o más si no se cuida la mano. Posee también algunos cortes menores y un resfriado. -Edric ha rozado el reino de la muerte. Tiene el brazo derecho fracturado y una costilla fisurada, pero no rota. El brazo tardará entre 2 y 3 meses en sanar por completo, y al mes lo podrá usar con dificultades siguiendo terapias y ejercicios. La fisura tardará entre 1 y 2 meses. Sumado a eso tendrá tos y fiebre durante una semana. Posee una gran cantidad de cortes menores y contusiones que aunque sanarán rápido, han dejado una sensación de cuerpo de escombros en el recluta que debería de desaparecer en el correr de dos o tres semanas. -Los renegados saben todos los detalles de lo ocurrido tras seguir a los refugiados de Husen desde las sombras mientras cruzaban el bosque, sin ser vistos. Con hábiles exploradores de oido entrenado y la ayuda de un hechicero del Nuevo orden, lograron reunir bastante información, y sus respectivos mandos ya recibieron los reportes de que Husen fue evacuada y las montañas al oeste de Cornwall habían quedado completamente libres y a merced de los renegados, así como que la Iglesia de la Luz recuperó una de sus reliquias, aunque esa resultara información menos relevante
  7. Un trozo de papel escrito aparecería encima de la cama de Jasón, amarillento pero de tinta reciente y buena caligrafía, esperándole a que regresara a su habitación para ser leída Para Jasón: Para el más grande de los nigromantes de Bosque del Ocaso, Jasón Valentine. Antes que nada, hace un tiempo me pareció oirte al otro lado de la puerta de tu habitación, quejándote de no sé que, que no te llegaba una carta. O creo que decías eso. No quiero que pienses que te escucho a escondidas. Si quisiera hacer eso lo haría desde mi taller con magia, que me queda más fácil. Solo quería asegurarme de que no te sientes muy aislado de la sociedad, aquí en la Torre. Quiero que sepas que siempre me tendrás a mi si necesitas alguien para hablar, soy tu más fiel vasallo y jamás me quejaré si lo haces, y te diré que tienes razón en todo. Eso hacen los amigos. Y al final del día, eres humano, estás vivo y necesitas tener relaciones sentimentales amistosas con otros seres humanos, como yo. El caso es que me hables. Por si tú te sientes solo y abandonado. No yo. Yo no me siento así. Es que me preocupo por ti. Por si quieres hablar con alguien. De nuevo, es por ti. Yo no siento ninguna necesidad de interacción, y para eso tendría a los otros miembros de la corte, los cuales no considero seres de sub-intelecto tres escalones inferior al mío, ese es tu trabajo, Maestro. Tu más fiel y leal vasallo: Santiago de Sveri
  8. La corona del Rey de la Asamblea apoya la moción
  9. Yo también traigo mi colección. Al final está la mejor. Regordete pero majo De negro a blanco en un abrir y cerrar de bug El Maestro me ha sometido a una restauración de columna al fin. Pensé que era un sueño tan irrealista como el sueño de Vagabundo de un aumento, pero ahí está y esta para quien quiera, roleamos cosas kawai
  10. Yo solo quiero rolear con todos sin favorecer ninguna facción





    (excepto los elfos)

    1. Zora

      Zora

      Yo solo quiero libertad para Gilneas u.u

  11. Traición a la Luz -Tienes razón, son demasiadas coincidencias- Susurraba Elegost a Santiago, mientras vigilaban a Edric, Nadia y Badin en la vieja y derruida torre vigía. El plan estaba trazado. Elegost acabaría rápidamente con Nadia con la ballesta prestada, y en el caos Santiago arrojaría la criatura venenosa a la cara de Edric. Era un plan, nadie dijo que fuese un plan inteligente. Elegost no tenía experiencia con las ballestas, y el virote acabó pasando por al lado de Nadia. Al menos, con el caos desatado por tener un atacante misterioso Santiago había logrado dar con el animal en la cara a Edric, pero entonces el enano les vio. Cuando Elegost quiso acordar, Santiago ya estaba huyendo y le había dejado atrás. Pronto las cosas se fueron de las manos, y el grupo acabó reduciendo a Elegost frente a la empalizada de Husen, en donde uno de los vigías se reía del gracioso espectáculo que habían dado. A Elegost solo le faltaba sueño. Por suerte, se lo habían dado al fin. Ya volvería a despertar, y comenzarían las preguntas... // Tercer rol sobre la búsqueda de la Zapatilla de Lordain, sobre el camino a la misteriosa aldea de Husen y sobre traiciones inesperadas (Sin dudas, de parte de esos tres malhechores) Participantes: @Stannis the Mannis como Elegost. Habilidades usadas: Sigilo, Atletismo, Ballesta ligera, Reflejos, Defensa, Desarmado ofensivo @Curly como Nadia. Habilidades usadas: Reflejos, Escalar, Atletismo, Arco, Desarmado, Defensa, Advertir/Notar @Bastián como Balin. Habilidades usadas: Reflejos, Escalar, Atletismo, Advertir/Notar, Hacha, Defensa, Desarmado @SwordsMaster como Edric. Habilidades usadas: Reflejos, Escalar, Atletismo, Advertir/Notar, Defensa, Pala Vigía 2 como Vigía 2. Habilidades usadas: Partirse de la risa
  12. Conociendo los alrededores Elegost y su grupo había acomodado una pequeña cabaña abandonada para pasar la noche. Con apenas complicaciones, habían logrado hacer un rodeo a los enemigos de esta aventura, los Wendigos asentados en las ruinas de Roblehondo y un puesto de avanzada Renegado cuando salieron de las fauces del Bosque de Adair, sin entrar en ningún conflicto ni ocasionar mayores agresiones. Una serpiente intentó morder a Balin, y lo logró, más su veneno resultó inefectivo sobre la resistencia nata del enano, pues ninguna serpientucha humana podría hacer ceder a un enano. Quizás Elegost, con un humor bastante más gris y agotado que al iniciar, no viese aquello como una victoria... Más, sin duda, lo había sido. Una victoria incluso más grande que la de aquellos que obran el mal. Ya estaba cerca de la Zapatilla. // Segundo rol de la búsqueda de la Zapatilla de Lordain, sobre el trayecto para salir del Bosque de Adair. Participantes: @Stannis the Mannis como Elegost. Habilidades usadas: Supervivencia, Advertir/Notar, Fauna, Atletismo, Crear Luz (Luz, Dificultad 12) @Curly como Nadia. Habilidades usadas: Advertir/Notar, Atletismo @Bastián como Balón. Habilidades usadas: Fauna, Advertir/Notar, Atletismo, Desarmado @SwordsMaster como Edric. Habilidades usadas: Advertir/Notar, Atletismo
  13. > Esto va puesto en bucle < "Si uno se adentra lo suficiente en los bosques de cada territorio humano, y analiza cada pequeña y grande granja o comunidad agrícola humana, eventualmente encontraría que uno de cada cinco granjeros oculta algo tan intrigante como perturbador de alguna índole en sus tierras." -Cabo Frederich von Talos, III Compañía de la XV Legión, Stromgarde Ese era el caso de Hernesto. Hernesto era un ermitaño entrado hace ya varios años en la década de los 40, en soledad dentro de los profundos bosques de Trabalomas, viviendo pacíficamente de ordeñar sus vacas, cosechar sus calabazas y rezar todas las noches a la Luz. En su granero guardaba a sus dos vacas, Elsie y Ordenya, pero si uno viese el granero desde fuera y luego desde dentro pronto tendría la extraña sensación de que algo no encajaba. El granero parecía más largo por fuera que por dentro... Y lo era. Al fondo, oculto tras el heno y guardado tras tres candados de pesado hierro y varias trancas, se encontraba una segunda puerta. Una puerta que llevaba al corazón... Del agujero de conejo. Pero quizás sería mejor comenzar, por el comienzo. Hernesto había vivido hasta hacía tres años junto a su mujer y su pequeño hijo en su cabaña, pero en una noche de tormenta simplemente habían... Desaparecido. Él había quedado para contar la historia, más su familia jamás regresaría, y desde entonces trabajaría solo en la granja. Pero jamás se quedaría cruzado de brazos, pues en los tres años que siguieron se dedicó a reunir toda la información que pudo sobre la noche en la que su esposa y su hijo habían desaparecido. Revelaría el misterio. Compró libros. Compró información. Compró mapas. Pagó a investigadores, sobornó soldados, ¡sobornó hasta un par de clérigos!. Tres años resultaba ser un tiempo larga y daba para crear historias muy variopintas a alguien con una misión a espaldas. Su voluntad jamás cedió. Pero su existencia lo hizo. Hacía ya una semana, su amigo Pablo llegó, la carreta cargada de heno para sus vacas. Era de sus pocos compradores, y uno muy fiel, jamás dejaba pasar hambre a Elsie y Ordenya. El viejo Hernesto las cuidaba como a sus hijas propias. Pero, para extrañeza de Pablo, Hernesto no respondió aquel día. Golpeó la puerta de su casa, pero nadie respondió. Y, como de verdad necesitaba el dinero y era aún temprano en la mañana, decidió esperar. Y esperó. Y esperó. Y cuando se dio cuenta, sus tripas rugían y el medio día ya había pasado. "Quizás el viejo Hernesto se durmió", pensó. Hacía ya horas que había visto una de las ventanas de la cabaña abierta, y por tanto decidió entrar para despertar a Hernesto. Pero Hernesto no iba a despertar. Cuando Pablo llegó a su habitación... Cuando lo hizo... Deseó no haberlo hecho. Su amigo se encontraba colgado con una soga alrededor del cuello, pero había algo que le heló aún más la sangre a Pablo. Tenía conocimientos de medicina, incluso había estudiado en Stromgarde un par de años, pero al final la vida pacífica del mercader fue lo suyo. Aquello que le heló la sangre... Es que Hernesto no podía llevar más que una media hora desde que se había colgado, y él... Había estado ya al menos seis horas allí, esperando. Un temblor involuntario recorrió el cuerpo de Pablo y el primer instinto que sintió fue aquel de correr, irse lejos de allí, más no lo hizo. Sus ojos fueron a parar debajo del cuerpo de Hernesto, que permanecía suspendido en el aire. Debajo había un frasco de tinta derramada, un papel a medio teñir de azul oscuro por la tinta derramada y un pesado juego de llaves. Tomó el juego de llaves y el papel con las manos temblorosas. No se llegaba a leer la mitad, pero pudo distinguir algo sobre el granero. Y allí se dirigió. Al abrir las puertas del granero una pestilencia enorme fue lo que sintió. Elsie y Ordenya permanecían muertas, con sus extremidades dobladas de formas imposibles, y parecían llevar varios días así. La Luz se había llevado tres buenas almas aquella semana. Durante un rato revisó el granero, buscando algún cofre oculto en donde encajar las llaves, pero lo que encontró fue algo incluso más grande. Detrás del heno, tres sólidos candados de hierro y varias trancas, que con ayuda del juego de llaves fue abriendo. Y cuando esas puertas se abrieron... > ¡Ábreme! < Las cuatro paredes permanecían empapeladas, llenas de notas, flechas, rayas, líneas, dibujos, periódicos, recortes, apuntes, carteles de se busca, canciones... Era la habitación de una mente increíble, pero muy, muy febril. Más a Pablo le intrigaba... ¿Qué había pasado con su amigo? ¿Qué era esto? ¿Qué había ocurrido? Y así, sin ningún apuro y ningún lugar al que ir, comenzó a investigar. La "Gacela susurrante" Tu periódico trabalómico de confianza *Varias partes están tachadas o llenas de símbolos incomprensibles, más una parte parecía intacta y encerrada en un círculo* En este sexto mes del año se oyen rumores de la mítica criatura "Nariz grande" habiendo reaparecido en el norte de Trabalomas. ¿Acaso algún valiente héroe le dará caza? *"Sexto mes" y "Nariz Grande" permanecen fuertemente subrayados* En otras noticias menores, se han reportado familias desaparecidas que se sospecha podrían haber sido renegados La lista de familias afectadas incluye a... *Lo que sigue es una no muy larga lista de apellidos, donde se subraya el de la familia de Hernesto.* No muy lejos Pablo pudo ver un mapa, donde se marcaban varios puntos donde se había avistado a "Nariz grande" y la localización de las familias con desapariciones, incluida su propia granja. Ningún punto parecía estar muy lejos del otro, y había un punto marcado en el mapa, un centro a todos los puntos triangulado de forma improvisada. Desvió la vista, y a su derecha centró su vista en una nota escrita como si estuviesen apuñalando el papel con la pluma. Tres vivíamos en esta casa ¿Has oído de las tablillas del fin del mundo? Año 33. Año, treinta y tres Tres, y tres y tres y tres y tres y tres. Los desaparecidos, siempre dos, siempre dos, pero siempre tres habitantes, siempre tres, siempre tres, uno queda, uno cuenta la historia. Uno, de los tres que quedaban. Una tercera parte. Una tercera parte de los treinta y tres años que tenemos, once años. Once años tenía mi pequeño. Pablo continuó paseando la mirada por la pared, muchas notas, muchos trozos de libros o periódicos arrancados. Se detuvo en un dibujo. "Nariz Grande, lo HE VISTO, LO HE VISTO". Por desgracia, Hernesto no era un gran dibujante. Una figura humanoide, con una nariz desproporcionada y... ¿Maldad en sus ojos? Eso decía un apunte a su lado. El pobre Hernesto parecía haber perdido la cordura. Tres son las virtudes de la Luz. Tres son los grandes continentes. Tres, y tres, treinta y tres años tenemos. Encontré una nota. Tirada en el bosque. "Orden 33", decía. Es una broma de mal gusto. Tendré que tomar la honda y matar al bromista. Pablo observó otro mapa. Parecía tener trazos, con direcciones. Como si siguiera el trayecto de alguien. Por ventormenta salía una flecha, se detenía en Stromgarde. Desde Stromgarde, por tierra a Costasur, desde Costasur a la muralla de Thoradin, que permanecía encerrada, con un apunte al lado: "La bruja entregada". Más abajo, otro apunte como si hubiesen apuñalado el papel. "¿Por qué?" La bruja. Quemada por estar relacionada con dos nigromantes. Debo investigar quienes eran Por qué son importantes. La bruja, dos nigromantes. Tres. Tres son los continentes, tres las virtudes de la Luz, treinta y tres años nos quedan. En Ventormenta. Nigromantes, de Ventormenta. Ventormenta. 11 letras. 11 letras, tres, tres tres, 11 y tres, treinta y tres. ¿Por qué? ¿Quién? Te encontraré hijo. Encontraré a quien te tomó de mis brazos. Pagará. te tendré de nuevo. De nuevo seremos tres. A Pablo se le había escamado ya la piel. Si Hernesto había perdido la cabeza antes de morir, también estaba consiguiendo que la perdiera él. ¿Qué era todo esto? ¿Por qué parecía... Tener siquiera sentido? ¡Si era una locura! No iba a creerlo. Se dio la vuelta para retirarse pero... No. No pasaría nada por leer un poco más... Otro mapa. Comenzaba en un signo de exclamación en las costas, un círculo abarcando toda un área posible al norte de Costasur. Luego la flecha indicaba a Costasur. De allí iba y volvía varias veces, y luego acababa en una torre. Tres virtudes, Tres continentes, Tres herejes. Y tres fueron nuestras amenazas. Rebeldes. Arañas. Bandidos. Dos se fueron. Una permaneció, se volvió más fuerte, como yo. Dos se van, siempre dos se van, uno queda, uno fuerte. Uno sobrevive. Es el patrón. Su patrón. El patrón que nos fuerza a vivir. Con su voluntad. Se extiende, corrupta y nauseabunda, refleja su historia en nosotros sin saberlo. Nadie lo ve. Pero yo lo veo. Daré contigo, Nariz Grande. Estoy cerca. Te sigo los pasos. Te sigo de cerca. Para ese momento, Pablo ya estaba completamente inmerso en la lectura. Comenzaba a moverse por entre los apuntes, las flechas y las indicaciones de Hernesto como si las comprendiese, como si él mismo las hubiese escrito. Entendía el patrón. Lo veía. Estaba allí. ¿Qué se le escapaba a Hernesto? He comprado a un sargento al fin. Salió caro. Valió la pena. Acceso limitado a los registros. Tres los heraldos imperiales del final que acompañaron a Nariz Grande. Uno, muerto hace dos años. Dos, muerto hace un año. Tres, muerto hace una semana. En tres años. Tres muertos. Conozco tus trucos, Nariz Grande. Sé tu nombre. No te nombraré. No lo mereces. Descifraré tu secreto. El mundo debe saber Más 7 letras tu nombre. 5 tu apellido. 12. Cuatro soldados. Tres, tres, tres, tres. ¿Cuánto lo has planeado, Pequeño Nariz Grande? La última flecha en los mapas indicaba a Caer Darrow. Luego bajaba... Hacia Trabalomas... Pasaba cerca de la cabaña de Hernesto, y allí acababa el rastro. La tinta de esa flecha aún estaba fresca... El aire fresco hacía bien a Pablo. El granero de Hernesto ardía a sus espaldas, y había improvisado una pira en donde estaba dando un último funeral a su viejo amigo. A fin de cuentas, no quería dejar cuerpos para los renegados. Inhaló profundamente. Había sido una experiencia intensa, más sabía que todo eso eran delirios de un loco. Alguien que había perdido la cabeza, incapaz de aceptar que su esposa y su hijo desaparecieran, seguramente por culpa de los renegados. Volvió a subirse a su carro. Jaló las riendas de su yegua y comenzó a alejarse. Observó detrás, a su carro, para asegurarse de que aún llevaba su mercancía, tapada por la lona. Suspiró aliviado, y volvió la vista al frente. Pablo nunca volvió a ser visto.
  14. Hay que llenarse de Fe El plan había sido puesto en marcha. Por primera vez, una compañía protegida por la mismísima Luz, liderada por el Protegido en persona en su santa misión, se enfrentaba ante lo increíble e inesperado: Una de las auténticas, puras, bellas y extravagantes ideas de Elegost a las cuales mucha gente se había enfrentado ya en el pasado, con resultados tan variables como la sanidad detrás de las propias ideas. El resto de la Compañía de la Zapatilla, como Balin, Elegost y Edric habían acordado llamarla, lejos de amedrantarse ante la idea de arriesgarse en busca de una sucia y vieja zapatilla, se sumó de buen gusto al viaje, ya fuese por sus propios motivos de gloria, fortuna o auténtico deseo de ayudar a la Iglesia, pues nada pasaba por ver qué si la Luz tendría piedad con sus buscadores. Quien sabe, quizás volverían bañados en oro y reconocimiento por la recuperación de tan primordial reliquia o, en el peor de los casos, al menos lo habrían intentado y recibirían unas palmaditas en la espalda si sobrevivían. En cualquier caso, todos habían aceptado ir. Y ya reunida la pequeña Compañía en el pueblo de Riflehondo, se abastecieron de suministros para el viaje y abandonaron el pueblo, para adentrarse en los Bosques de Adair. El valor de la Zapatilla estaba desperdiciada tirada en un pueblo roñoso y deshabitado. La Compañía de la Zapatilla iba a cambiar eso. Solo una cosa estaba clara: Si Elegost no podía ir a por su Zapatilla por el sur de la provincia, entonces abriría su propio camino en el bosque a través de todos los peligros que hiciera falta. // Rol introductorio para la búsqueda de la Zapatilla de Lordain. Horario para continuar a determinarse, ya que debo intentar que no me coincida con nada en la Corte de los Mendigos. Pero si no puedo, que le den a Jasón, esto es más importante. Es la Zapatilla. Habilidades usadas: Elegost/El Protegido: Supervivencia, Advertir/Notar, Rastrear, Rumores Nadia: Comercio, Advertir/Notar Edric: Religión, Advertir/Notar, Rumores Balin: Advertir/Notar (lo siento no va lo de etiquetar gente)
  15. Bienvenido Dogama. No te preocupes, que mientras sacrifiques un ovillo mensual a Malcador y le des galletas a Vagabundo, no mordemos. Casi nunca
  16. Atributos 7 Físico 7 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 18 Mana 7 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Ballesta ligera) 8 Ataque CC Sutil (Lanza ligera) 8 Ataque CC Sutil (Daga) 8 Ataque CC Sutil (Cuchillo) 8 Defensa Físico2 AtletismoDestreza1 Ballesta ligera1 Lanza ligera1 Daga1 Cuchillo1 Cabalgar2 Escalar1 Defensa2 Nadar2 Sigilo1 Trampas/CerradurasInteligencia2 Religión1 Sanación/Hierbas1 Tradición/Historia1 Artillería (Cañón)1 Artillería (Trabuquete)1 Artillería (Catapulta)1 Arquitectura (Humana)1 Física (Humana)Percepción1 Disfraz1 Etiqueta1 Reflejos1 Rumores1 Música (Canto)
  17. SwordsMaster

    Edric

    Nombre del Personaje: Edric Expósito Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 28 Altura: 1'76 Peso: 70 kg Lugar de Nacimiento: Antiguo reino de Lordaeron Ocupación: Recluta Artillero del Ejército Imperial Descripción Física: Edric es un hombre de un rostro con rasgos duros, un mentón ancho y ligeramente prominente y mantiene su cabello negro bien recortado y peinado, como los estándares militares exigen, así como además se mantiene bien afeitado siempre que puede. A su rostro le acompañan un par de ojos de una tonalidad gris que tienden muy levemente al verde en su zona central. Su cuerpo tiene músculos más anchos que marcados y una complexión atlética, pero no por ello es especialmente robusto, y ya con ropajes o armadura encima su figura tiende a una mucho más en la media. Su tez es la de alguien que alguna vez tuvo una piel bastante más clara, pero que fue chamuscada ligeramente por el sol hasta dejarla un poco más ennegrecida que su tono de nacimiento, tono el cual aún se puede apreciar por debajo de los ropajes desentonando en las manos y del cuello hacia arriba, que es en donde la piel se torna más morena. Descripción Psíquica: A pesar de su aspecto duro, Edric es un hombre jovial en los escasos momentos de tranquilidad, aunque serio en los momentos turbulentos. Era completamente leal a Lordaeron y ahora es completamente leal al Imperio, en el cual ve un nuevo resurgir de la humanidad, una nueva Alianza, una nueva esperanza en un mundo que ha descendido ante la decadencia hasta el punto de ser irreconocible. Tiene la valentía y la lealtad de arrojarse a donde le manden, pero la cabeza en su sitio para al menos intentar aconsejar a sus superiores en contra de una mala orden, la cual aún así cumplirá si estos no ceden, pues él sabe manejar trabuquetes y cañones, pero ellos son los que conocen de estrategias. A pesar de lo que suele aparentar tras esa lealtad y dedicación, Edric está lejos de ser una persona seria, y es de hecho bastante despreocupado con qué pueda ocurrir al día siguiente o en una semana; "lo imposible es posible y seguramente así sucederá, no te molestes en planear su llegada, e improvisa cuando lo haga". Es devoto a la Luz, incluso si no va a misa todas las semanas, y cree firmemente que es esta quien guía sus pasos, quien le protege y le cuida en los momentos de carencia y quien siempre acaba sacándolo adelante. Sin embargo esto fue precisamente lo que llevó a su mayor defecto, y es la poca seriedad con la que se toma sus decisiones más complejas; a menudo sea con una moneda o un dado de seis caras tallado en madera, suele dejar varias decisiones a la "Voluntad de la luz", que por medio de la providencia le dirá el camino correcto en las decisiones más moralmente difíciles. Historia -El niño no será más que problemas- Un infante que apenas poseía 4 años en edad oía curioso al otro lado de una puerta. El lugar y los nombres olvidados hace mucho, más la vívida imagen en su cabeza permanecía de aquel solitario recuerdo, aislado de todos los demás. -Si me dais el permiso, mi señor, puedo hacerlo desaparecer. Vuestros enemigos no podrán usar al bastardo en vuestra contra- -Así sea- Aquel había sido el fatídico veredicto. Aquella noche jamás volvería a ver el hogar en el que el hombre que se hacía llamar su presunto padre le había acogido, más por pena que por nada más, aunque sus recuerdos eran el de dormir en los establos y tener una comida al día. Un infante era incapaz de entender, y solo con los años sería que lo haría: Se había convertido en un estorbo cuando un auténtico heredero había nacido. Él ya no tenía ningún lugar allí, y temprano en su vida fue enviado a un monasterio. Jamás recordaría el nombre de su padre o donde vivía, y jamás lo buscó. ¿En los registros de Lordaeron? Figuraba muerto. El muchacho que alguna vez tuvo otro nombre, también olvidado ya, y que ahora se llamaba simplemente Edric. Edric expósito. En sus años venideros crecería asistiendo en el monasterio, siendo criado entre sacerdotes y sacerdotisas, tartas de limón, calabazas o manzanas, cuchicheos sobre el mundo exterior, rezos, meditaciones, barriendo y fregando los suelos, aprendiendo a leer y escribir y participando en los coros. Y llegado a la decena de años, incluso comenzó a aprender por su propia iniciativa sobre las grandes estructuras, anhelando algún día construir el mayor de los edificios para la gloria de la Luz, un monumento tan útil como hermoso para su gloria que resistiera el paso de los siglos. Quizás en un principio el deseo había surgido como una ambición que estaba allí para convencerse a sí mismo de que no necesitaba de su pasado ni ningún lazo noble para ser algo, y fue ciertamente una noción que jamás abandonó: los títulos no significan nada, escribiría su nombre en la historia por sus propios méritos, honrando a la Luz y a su reino. Pero el tiempo probó tener otros planes para el muchacho. Tan devoto, tan entregado como era a la Luz y a sus deberes, la juventud trae sin embargo consigo la inexperiencia y la impulsividad, y una noche a sus 15 años logró burlar la seguridad del pequeño y apartado monasterio, largándose con el único deseo en el pecho de ver mundo. Los mapas que había leído indicaban que no muy lejos había una pequeña ciudad costera y hacia allí se dirigió. Aguas Turbias probó ser un sitio relativamente pacífico. Una semana estuvo allí, antes de llegar a la realización de que el mundo fuera no era ni tan bello ni tan fácil como, desde la seguridad del monasterio, creía que sería. En esa semana pasó hambre, sus ropas blancas se tiñeron de tierra y mugre, su cabello se opacó y en dos ocasiones en el sexto y séptimo día fue echado de dos posadas creyendo que se trataba de un vagabundo. El octavo día, ya no tuvo que preocuparse por ello. Cuando se despertó aquella mañana tirado en un establo, lo último que le preocupó fue el hambre en las tripas. Aquel día pensaba volver al monasterio, derrotado y listo para volver al abrazo y perdón de los sacerdotes... Más nunca ocurrió. Las columnas de humo se alzaban en varios puntos de la pequeña ciudad costera, columnas de humo que rápidamente crecían en números y se acercaban a la plaza. Pudo ver a todos alarmados, de un lado al otro, y a lo lejos por las callejuelas pudo observar por primera vez a aquellas terribles bestias que le causarían pesadillas hasta el último de sus días, muertos, muertos que andaban, muertos con espadas, muertos con lanzas, muertos con arcos, muertos... Muertos. Muertos. Solo muerte, y muerte dejaban a su paso. Volvió a la realidad tras el impacto inicial que le había producido la visión. Los milicianos y soldados Lordarenses salieron raudos a hacer frente a las bestias, y él... Él solo pudo correr hacia el puerto cuando gritaron a la gente de la plaza que hicieran eso mismo. Corrió, corrió por su vida entre el fuego y el humo, tosiendo y hambriento. Corrió, y cuando llegó al bote... No le dejaron pasar. "Hay gente más importante que cargar". ... Por un segundo se largó con lágrimas en los ojos, derrotado. Se apoyó contra un barril de entre tantos, sollozando, hasta que pudo ver a lo lejos a uno de los marinos bajando y viniendo hacia su dirección. En dirección a los barriles. ¡Agua! ¡Eran barriles de agua, y los estaban cargando al bote! Claro, necesitaban agua si planeaban evacuar gente y que no murieron deshidratada. Sin dudarlo mucho abrió la tapa de un barril y se arrojó dentro. Su peso virtió algo de agua, y entonces volvió a colocar la tapa. El espacio que le había quedado para respirar era reducido, ínfimo, tenía frío y estaba mojado... Pero tal fue su tranquilidad cuando sintió que unos robustos brazos tomaban el barril y lo alzaban. Y así, sin más... Estaba a bordo. Había sobrevivido. -¡Claro que no le darás!- Habían pasado años. El joven, alguna vez de Lordaeron, había acabado en el lejano reino del sur, en el pueblo de Villadorada. Durante un tiempo había vivido ayudando en Villa Norte, más la vida clerical nunca acabó de calarle, y cuando la guerra gnoll se desató se había alistado como un voluntario temporal, convencido de que aquello era lo que la Luz quería de él. En un principio intentaron darle todo tipo de usos: Explorador, infantería, tirador... Más cuando le asignaron a la artillería, no le volvieron a alejar de ella. Resultaba que las largas tardes en su juventud pegado a enormes tomos sobre las grandes estructuras de la Luz y la física detrás de sus construcciones habían dotado al joven de una buena base para el uso de aquel armamento, y durante el asedio final a Villadorada, allí estaba él. Un estallido, un rugido de cañón sonó a su lado tras decirle a aquel otro artillero, que de nada conocía, que jamás lograría calibrar el arma para darle a aquel gnoll, que aunque enorme, era un objetivo en movimiento. Y, a pesar de ello, lo logró. El cañón a su lado había rugido, y la bala de cañón había recorrido el trayecto hasta acabar dando a Hogger, y en aquel momento, aquel preciso instante... Es que la guerra se había ganado. Aquel artillero recibiría toda clase de reconocimientos, entrevistas y solo la Luz sabe que más en el tiempo venidero. Él, por otro lado, solo un voluntario. Una asistencia temporal al ejército, y luego de vuelta al monasterio, pasando desapercibido a ojos de todos y volviendo a ser solo un voluntarioso más ayudando en Villa Norte por necesidad y disfrutando la tarta de limón. Más todo llega a su fin. Un día, un año, quizás dos más tarde, despertó. Esa noche había tenido un sueño. Un sueño de batallas, de espadas, de sangre y gloria. Un sueño de soldados. Estaba seguro que era una señal, por lo que tomó una de sus monedas y como ya había hecho antes, la arrojó... Cara. Aquel día volvió de su guardia por las murallas de Villadorada. Simple rutina, calibró los cañones, cargando las balas, asegurando todo y luego a patrullar las calles. Sus superiores sabían que su talento estaba desperdiciado en una zona de paz, y entonces fue llamado. -Irás al norte- Fue aquello que escuchó primero. -Necesitamos artilleros preparados en Gilneas, y yo necesito que usted gane experiencia. Buscará a este hombre, en el norte.- Recibió una descripción, y un nombre. Una oferta, que podía rechazar, seguir en la seguridad de la villa, más sin embargo... Cara. Era la voluntad de la Luz que buscase a aquel hombre en el norte, que había sido recomendado por sus superiores para que le ayudase a ganar experiencia. Con una mochila con apenas unas pocas pertenencias, se subió a un bote, de nuevo hacia el norte. De nuevo cerca de casa. Justo donde la Luz le quería.
  18. Una batalla se avecinaba... Y como todo, habían preparaciones que no podían dejarse de lado. Los mendigos necesitaban saber que la hora se acercaba. Necesitaban moral. Necesitaban de su voz. Y así, desde lo alto de la torre, se oyó la puesta en manifiesto del destino del Maestro. Los muertos se alzarán Los muertos se alzarán, la guerra iniciará Sombras contra el mal, ¿y quién vivirá al acabar? Mendigos y temor, el destino proclamó Maestro solo tú nos llevarás hasta el final Lejos están ya los días de vino y paz Hora de brillar para la magia oscura En el tablero, la Torre moverá Y los peones, uno a uno caerán Se abre la marcha, la guerra comenzó La muerte será el estandarte de aquel vencedor Nuestro destino, manifiesto está La mano del Maestro al enemigo aplastará Lejos están ya los días de vino y paz Hora de brillar para la magia oscura En el tablero, la Torre moverá Y al acabar, la Reina aplastará Al caer jamás podrás, regresar Al caer jamás podrás, regresar Los muertos se alzarán, la guerra iniciará Sombras contra el mal, ¿y quién vivirá al acabar? Mendigos y temor, el destino proclamó Maestro solo tú nos llevarás hasta el final Lejos están ya los días de vino y paz Hora de brillar para la magia oscura En el tablero, la Torre moverá Y los peones, uno a uno caerán Al caer jamás podrás, regresar Al caer jamás podrás, regresar Se abre la marcha, la guerra comenzó La muerte será el estandarte de aquel vencedor Nuestro destino, manifiesto está La mano del Maestro al enemigo aplastará Lejos están ya los días de vino y paz Hora de brillar para la magia oscura En el tablero, la Torre moverá Y al acabar, la Reina aplastará
  19. Una misiva en un sobre sellado y algo hinchado, como si llevase algo más que una nota dentro, llegaría a manos del Iniciado de Capellán, Montaraz del Norte, ex-Sargento Imperial Elegost Friederich Faler von Falveri, con un sello de color turquesa sin abrir ni perturbar, con el símbolo de una estrella de seis puntas. Llegaría a manos de un ave de ojos brillantes, que sin el valor de acercarse al Capellán, dejaría en su lugar el sobre caer simplemente delante del mismo y volvería por donde se fue. ¿Cuánto podría haber tardado el ave en entregarlo? Quizás semanas. Quizás meses. Imposible saber cuanto podría haberse tardado el animal en encontrar el camino, y especialmente, el destinatario. Pero esta llegaría acabado el asedio a Caer Darrow, poco luego de que el Montaraz se marchase de las antiguas tierras del norte de Lordaeron y volviese a pisar césped verde y vivo bajo sus pies. Dentro habían una nota y un pequeño vial con un líquido azulado brillante. La letra dentro resultaba ser una caligrafía cuidada en una tinta que a la luz del día parecía un azul normal, pero si leída de noche, resultaba tener un ligero fulgor del mismo color para facilitar la lectura. Parecía totalmente natural. Al ex-Sargento del Ejército Imperial que abandonó sus deberes para unirse a la Iglesia por una elfa: Elegost Faler Emitida en el tercer día del quinto mes del trigésimo segundo año según el Nuevo Calendario Imperial Elegost, espero que la Luz te esté otorgando una buena vida. Te preguntaría como está todo, como están Lylia, Fergus, Law, Audrey, Jared y todos ellos, pero realmente no tendrías manera de responderme. Supongo que bien. Sí, lo sé, quizás te hice preocupar un poco con todo eso de que me iba a entregar. No te preocupes, logré burlar la muerte, sabes que soy demasiado cobarde como para morirme de verdad. Pero habiendo confesado mis crímenes entenderás que jamás puedo volver a tierras imperiales, pues la próxima me cortarían la cabeza para bien. La ley es la ley, ¿no? Y del mismo modo, tampoco te puedo decir dónde estoy. No me fío de que la misiva sea interceptada por el Imperio y decidan, no lo sé... Aplicar justicia o algo. Simplemente estoy aislado, con mi propia torre, buenas vistas y el aire en mi piel. También estoy intentando hacerme con una buena pipa, pero es difícil tan lejos de la civilización. ¿Sabes? También quiero iniciar un huerto. Con unas buenas calabazas, veré si logro agenciarme con algunas semillas. Creo que podría hacer unas tartas cojonudas si me esmero, receta sverina, como las salchichas sverinas. Si un día tengo la energía quizás tale un par de árboles, me haga unas vallas, un portoncillo de madera y me dedique a plantar la tierra. Me vendría bien el ejercicio y el trajo al aire libre. Creo que paso mucho tiempo encerrado, y la verdad es que dentro hay bastante humedad y es feo. Creo que en nuestras aventuras aprendí a valorar el aire libre. Tiene cierto encanto. Te adjunto un poco de una tinta que he desarrollado, por cierto. Es cojonuda, tienes que probarla. O puedes quedarte el vial como farol portátil supongo, pero no tiene el mismo encanto usarlo así que para escribir la letra de una canción en un tono brillante. Es FANTÁSTICO como queda. Pruébalo. Y oye. Si ves a Jared y Audrey, o a los viejos miembros de la compañía imperial (Sabes que hablo de Law. Descanse en paz Leonardo y eso) dales saludos de mi parte. Me alegraría de verlos algún día. Quizás... Bueno, ya veré. Tiempo al tiempo. Por la Luz. Por la Emperatriz. Por el Imperio Tu compañero, tu Sumiller de Corps, tu fiel hermano de viajes y nulo interés romántico porque somos hombres: Santiago de Sveri @Stannis the Mannis
  20. Lo siento. Espero que algún día Malcador le pague, Vagabundo
  21. Supongo que hay mecánicas, como la adicción a la magia o los desmembramientos (Cojo, por ejemplo, ya tiene mecánicas a nivel del servidor, con un -2 a todas las tiradas relacionadas con el uso de las piernas) que estaría bien tener explícitas en algún sitio, y obtenibles por rol, considerando que son mutilaciones o defectos graves que quizás sí necesitan su espacio y personalización. Sin embargo, la gran mayoría, y me refiero a todo lo centrado en torno a alterar los valores de daño/absorción/habilidades/atributos, me sobra. Creo que son cosas más destinadas a construir una ficha y no un personaje, como bien lo has comparado con el rol de mesa, y estoy de acuerdo. Creo que si un personaje quiere resaltar una providencia con una habilidad, no es difícil. Con el atributo relacionado alto y la habilidad al 2, con apenas un par de roles se sube rápido al 3, y de ahí al 4, son solo poco más que 3 semanas con el personaje creado si se usa asiduamente. No hay necesidad alguna además de reglar rasgos de personalidad/trasfondo, como lo son ser un "Cerebrito" o "Cobarde", creo que regularlo y forzarlo a tener contraparte positiva/negativa es ir algo lejos. Yo, al menos, si me hago un acróbata o un personaje chismoso, no me sentiría a gusto teniendo que pensar que penalizador me pondré en la ficha a cambio. Y si la respuesta es que se puede perfectamente crear un personaje chismoso/cerebrito por personalidad sin esas ventajas en la ficha y no tener desventajas, entonces las ventajas no están destinadas a rolearlas, si no a simplemente fichear, y eso es... Bueno. Pero esta es mi opinión, y puede no ser compartida.
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