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Beretta

Exiliado2
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Todo el contenido de Beretta

  1. Bienvenido! Me uno a la ovación por ese brujito de la cosecha <3 <3 Algún dia podré llevar el mio a conocer a los peludos. Lo prometo! Disfruta de la mugre!
  2. Bienvenida y pásalo bien por aquí! Recuerda que la mugre es vida en este lugar.
  3. [Interludio] Verdadera Lealtad ¡Qué fácil era creer que con la fuerza se entrenaría mejor a aquellos cachorros! Un golpetazo a tiempo en el morro, una azotaina, y ya conocerían su lugar. Solo era cuestión de aplicar la debida fuerza, mostrarles la verdadera autoridad. Una manera de proceder que seguramente cualquiera que no conociera otra forma de hacer las cosas consideraría como única opción. El manotazo. El látigo. Un grito, o un tormento. El cómo le habían aconsejado adiestrar a aquellos tres cachorros no era muy diferente de cómo Merek había sido educado por los cruzados. Como un animal, que acorralado por los constantes castigos, acababa cediendo todo impulso de voluntad o deseo a sus amos. Una comparación odiosa, y seguramente injusta, que no obstante se le antojaba demasiado adecuada, visto lo visto. Su camino era mucho más pesado, mucho más pausado y más largo-..pero la experiencia le había enseñado que era el mas adecuado. Confiaba en su propio criterio, que había adquirido de criar y entrenar a Runa. Poco a poco, con calma. No eran solo perros de batalla. Serian compañeros, amigos y protectores de cualquiera que fuera con ellos. Serían soldados leales, curtidos en la lealtad más pura, y no en el odio y el miedo. Y tal vez consiguiera que Merek abriera los ojos también a esos principios. Poco a poco y sin ninguna vara a mano. Como un cachorro mas en la manada.
  4. El caballo pálido Cabalgaba un caballo pálido, y su nombre era Muerte. //Resumen en breve
  5. Alondra observó la carta durante largo rato, releyéndola unas cuantas veces. La suave brisa que se había levantado en la zona traía la suave fragancia del árbol que había florecido en el centro de la Vigilia. Leyó la carta de nuevo-..y estalló en carcajadas, espantando al cachorro que se había quedado dormido a su vera. Confuso dio un par de ladridos, tratando de enfrentarse a cualquiera fuese el peligro que había causado esa reacción en Alondra. La muchacha alargó la mano, acariciándolo mientras no dejaba de reír. El perro no tardó en tranquilizarse, rebulléndose incómodo entre sus brazos, como disgustado por haberse alterado por nada y volviendo a ocupar su privilegiado lugar en el regazo de la joven. Edric-... años atrás habría dado tanto por permanecer a su lado. No había cambiado nada, desde luego-..y aunque lo añoraba y probablemente no fuera la última vez que pensara en él, sabía que se había provisto de una buena vida. Mujer, dinero que gastar, y seguramente más de una amante en el burdel. No era la vida que siempre había deseado, pero estaba convencida de que le sería mas que placentera. Tocaba hacer lo mismo. @Murdoch
  6. Sellada con el símbolo del Alba Argenta, en su interior se encuentran algunos pétalos de plantas medicinales ya resecas con intención de quitar el olor a podredumbre y barro que arrastra el paquete. Un pétalo de distinto color y menos seco que el resto destaca entre los que contiene, blanquecino. A la Inquisidora Tamia Torreardiente, Es esta la última carta que, con suerte, os envío desde estas tierras malditas al norte, y la última con sello argenta en ella. Esta carta era algo que rondaba mi mente desde hacía mucho, y que he meditado durante mucho tiempo en silencio, pero antes de dar el paso debía solucionar algunos cabos sueltos.Era mi deseo el acudir una última vez ante el Alto señor y cerrar algunas heridas abiertas que aún atormentaban mis noches. Habiéndome presentado ante él me fue impuesta una prueba ante la luz que superé, siendo aceptada como hermana de pleno derecho.. Fue mi deseo no obstante el de rechazar el honor que se me ofrecía y deponer mis armas como Argenta, pese a que luciré el tabardo unos días más mientras termino con la misión en la que me encuentro envuelta. Ambas sabemos que mi camino ha sido tortuoso. He seguido a hombres que no lo merecían, he aceptado que otros decidieran constantemente mi destino. A quien debía servir, como debía hacerlo, que armas debía usar, como debía mostrar mi afecto, cómo debía ser, a quien debía amar. Otros hombres tratando de vivir su vida a través de la mía, una búsqueda constante de su aceptación que nunca necesité, pese a que me negaba a verlo. Dejo atrás todo cuanto otros quisieron que fuera para ser simplemente Alondra. Me encuentro ahora por fin liberada de todo eso gracias a la confianza que el Alto señor me hizo depositar en mi misma, y que no habría podido crecer sin la semilla que usted plantó, hace ya tanto, en nuestras continuas charlas bajo la atenta mirada de Tenacidad. Soy consciente de lo mucho que le debo, Tamia. Y ahora, por fin, controlo mi propio camino. Marcho al sur con la intención de cumplir con lo que siempre debí, y entregar mis armas a vuestro servicio, si así lo aceptáis. Me siento ahora preparada a hacerlo, liberada de las pesadas cargas que me acompañaban, conocedora del enemigo, templada en la batalla. Ya no sólo un filo apuntado en una dirección al azar, deseando que fuera la correcta. Espero poder charlar estos y otros asuntos tranquilamente la próxima vez que nos veamos, ya que no es mi intención alargar más esta misiva, pues se de buena tinta que sois mujer ocupada. Espero poder presentarme ante vos tan pronto como vuestras obligaciones os permitan, y poder terminar de explicaros algunos asuntos concernientes a lo que sucedió en el norte. @Malcador
  7. Beretta

    [Ficha] Elodía

    Nombre: Elodía Atributos 6 Físico 6 Destreza 8 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 24 Mana 8 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Pistola de chispa) 8 Ataque CC Sutil (Sable) 9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 1 Pistola de chispa 2 Sable 2 Defensa 1 Nadar 2 Sigilo Inteligencia 1 Fauna 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia/Cazar 2 Tradición/Historia Percepción 2 Advertir/Notar 1 Buscar 2 Música 2 Reflejos 1 Rumores 2 Arte- Dibujo Escuelas/Especializaciones
  8. Beretta

    A Doyran.

    Sellada con el emblema en cera negra del Alba Argenta en su interior se encuentran algunos pétalos de plantas medicinales ya resecas junto con un pétalo blanco, que otorga al documento un olor agradable. La carta está escrita con letra elegante y tranquila, como si se hubiera tomado su tiempo para escribirla. No se muy bien como empezar esto. Nunca se me han dado bien este tipo de misivas, pero creo que he tenido tiempo de sobra para meditar sobre lo que quería contarte, y tal vez sea el momento adecuado para ello. Desde que te fuiste-...no he tenido ninguna noticia de ti. He tratado de mantenerte alejado de mis pensamientos,porque no podía permitirme asumir más pérdidas, pero lo cierto es que últimamente he pensado mucho en tí. Cuando te marchaste siento que no dije cuanto debía, que no hice cuanto podía. Mi mente permanecía aún demasiado aletargada con la muerte de Runa, y las palabras de mis mas cercanos me aconsejaban constantemente el mantenerme alejada de ti y la falta de lo adecuado de nuestra relación, pese a que jamás hicimos alarde de ella. Palabras que acabaron calando en mis decisiones. Palabras vacías de quienes nunca me conocieron lo suficiente, y que ahora veo con claridad como lo que son. No pretendo que eso sea una excusa: Decidí dejarte marchar sin pelear por nada, porque consideré que esas palabras y tu bienestar estaban por encima. Un error que en cierta medida lamento, pero me alegro de haberte ahorrado las miserias que aquí hemos vivido. No te merecías pasar por esto. Por suerte, la lucha ha terminado y poco falta para que pueda marchar de aquí. Es posible que tarde en dirigir mis pasos al sur, pero me gustaria saber qué ha sido de ti y que todo te va tan bien como espero. Espero que pronto podamos reunirnos de nuevo, compartir unas cervezas en el Chichi de la Puerca o en la Ninfa Bailarina y presentarte a los tres cachorros que me acompañan. Sé que los amarás con locura. @Akross
  9. Ruina y Abandono Corrió con rapidez entre los árboles, alejándose con toda velocidad que sus piernas permitían del granero. Con las manos aún empapadas de sangre mantenía una expresión jubilosa, excitado por el olor a sangre y muerte. Una sensación reconfortante que se extendía en todo su ser, llenándolo como ninguna otra lo hacía. La adrenalina aún recorría su cuerpo, alerta aún por la perspectiva de que aquellos tres desdichados pudieran dar con él. Pero no parecía que fuera a ser el caso y aquello lo decepcionaba un poco. Deseaba en su fuero interno acabar con la vida de esos tres exploradores que se habían adentrado en los dominios de sus amos, pero sus órdenes habían sido precisas. Debían encontrar el desafíó. Debían conocer el desprecio y la promesa de represalia que los suyos prometían. Los preparativos habían sido finalizados hacía mucho. Solo era cuestión de tiempo que se cobraran su merecida venganza.
  10. - Luz-...Luz! No puede ser! - Alondra lanzó la carta a la cama, llevándose las manos a la cabeza mientras la observaba aún con aire incrédulo. Arrugada y plegada de malas formas, apenas la había atisbado mientras ordenaba sus cosas, descubriéndola primero con incerteza y después con franco pánico - No me lo puedo creer. Como-..como se me pudo olvidar-... - con un gesto cansado dejó caer la mirada, observando el suelo con expresión enfadada. El morro de Tenacidad asomó entonces ahi, mirándola antes de acercarse para darle unos golpecillos, buscando calmarla. Tras acariciarlo con dulzura miró de nuevo hacia la cama, decidiendo que hacer con aquel estropicio. No había otra, desde luego. Tenía que enviarla-.. A la atención de la Inquisidora Torreardiente : Hace mucho que no recibo noticias vuestras, pero espero que todo vaya bien en el sur. Imagino que a estas alturas, cuando llegue la carta, habrán empezado a recibir las nuevas del norte. Caer Darrow ha caído, y las órdenes se han cobrado una gran victoria aquí. Espero poder contarle todo esto a mi vuelta a Elwynn, en los meses venideros. No obstante, hay otro tema que necesito que sepa-..con más urgencia: Escribí una carta, hace un tiempo-..que jamás llegué a enviar por asuntos de lo que nos acaecía aquí en el norte. Creí haberla escrito y ahora he dado con ella, y creo que es información que debería tener : Jasón y Dieter estuvieron aquí en el norte. No sé si los dos-..pero sí almenos uno de ellos. Vinieron a por mi. Se llevaron los restos de Runa de su tumba -...consegui recuperarlos, pero se ocuparon de dejarme un mensaje para que supiera que habían sido ellos. Si no hubiera sido por mis acompañantes habría muerto allí mismo. No sé si siguen por aquí o si se habrán marchado a otro lugar, pero tengo la certeza de que volveré a saber de ellos. Por lo que escribieron no parecía que fueran a olvidar mi 'traicion' con facilidad. Creo que es algo-..que tendrá interés en saber. PD: Sí, a mi también me gustaría hablar con los que vigilaban el cementerio, o con el iluminado que en plena tierras de la peste lo dejó fuera de las murallas. PD: Dele recuerdos a Tenacidad, tengo que presentarte a su tocayo, aunque mejor que no se haga ilusiones, es un nombre horrible y tal vez termino llamándolo de otra forma. A la atención del bravo e inigualable Tenacidad : Espero que todo vaya bien, y que la Inquisidora no se tome muy a mal que esta información llegue tan tarde. Si te envia a por mi intenta hacerlo rapidito ¿eh? Luz, no se me ha podido olvidar enviar la carta. Intenta-..no se, calmarla si se enfada mucho. ¿Por favor? @Malcador
  11. Tras la sombra del jinete Nuestra hora se aproxima. El sol empezaba a despuntar en el horizonte, arrojando luz en el plagado erial que se abría frente a las puertas de la fortaleza. Sobre las murallas, el relevo de guardia terminaba de realizarse, mientras perezosamente el resto de sus habitantes retomaban sus funciones diarias, mucho más tranquilas desde el fin del asedio. Sobre sus cabezas se alzaba la torre , desde la que el Templario vigilaba en silencio alrededor, con el rostro aún crispado por las nuevas que su segundo le había entregado. Con paso lento, Brandt descendió las escaleras, perdiendo de vista la escarlata efigie del Protector, y dejando que desquitara en soledad su furia. Mientras bajaba de nuevo hasta la base de la torre, evitó las miradas de aquellos con quienes se cruzaba, permaneciendo con el ceño fruncido y expresión preocupada. Lo hacía de forma deliberada, intranquila, mientras toda clase de pensamientos cruzaban su mente. Recién ascendido tras su participación en el asedio apenas sí le había dado tiempo a asumir sus nuevas funciones cuando la noticia había destruido la tranquilidad que esperaba. Un jinete. Un jinete de blancas vestiduras que cualquiera en la Vigilia reconocía a esas alturas. Un jinete-..avistado al este.
  12. Epilogo El pasado es el maestro del futuro Alondra observaba en silencio el movimiento de los árboles muertos al mecerse por la suave brisa que se había levantado en los alrededores de la Vigilia. La exaltación y catarsis que había sentido durante el asedio se había ido amortiguando con el paso de los días, y por fin sólo sentía paz y tranquilidad. Aún en reposo por las terribles heridas que había sufrido en última instancia en el asedio, escribía en silencio nuevas cartas para viejos conocidos, deslizanto pétalos suaves entre sus dobleces para ocultar el hedor del lugar, más cada vez parecían hacer falta menos para disimular la malicia que desprendía la tierra. Una suave melodía acudía a sus labios mientras escribía, escuchada tanto tiempo atrás en alguna de las tabernas de Elwynn. Su sonrisa amarga y mirada triste se habían tornado en una sonrisa sincera y esperanza en sus palabras. Había hecho las cosas lo mejor que había sabido y había dado todo lo que podía. Había ayudado a dar muerte a sus enemigos, a esos engendros que habían arrebatado el hogar tanto tiempo ha a aquellos que apreciaba. Había salvado también a quienes había podido, sin duda en su corazón. Tal vez otros no hubieran hecho lo mismo por ella, pero no importaba ya, pues nada atormentaba su conciencia. ‘’No hay buenos y malos, solo hombres creyendo hacer lo correcto.’’... Durante mucho tiempo, despreció a Hebert por intentar inculcar esa idea en su mente. Por hacerla desconfiar de todo el mundo, por crear en ella un vacío y una maldad que poco a poco la había ido consumiendo. Después, con el tiempo, había comprendido lo que escondía aquella frase, y la había aterrorizado más aún. Pero en los últimos tiempos había comprendido por fin todas sus implicaciones, y aquello la había liberado del dolor que había sentido en las últimas semanas. Incluso un mal hombre podía dar un pensamiento certero de tanto en tanto, y un bueno hombre también podía ser cruel o fallar creyendo hacer lo correcto. Era fácil juzgar desde ese momento sus errores y los caminos que había tomado, más no se culpaba ya por ellos. Aguardaban ahora nuevas opciones ante ella, y la redención que ella misma buscaba estaba a su alcance. Entendía por fin también todo cuanto había sentido la primera vez que había visitado la tumba de Uther, cuando el espíritu de Runa había rozado el suyo en una despedida amarga. Dos personas rotas se habían adentrado allí, bajo la estatua, y por fin se encontraban completas, cada una a su manera. El anillo de Hebert pendía ahora de su cuello, con el hueso de Runa. Símbolos que le recordarían siempre sus fallos, pero también sus triunfos. La daga con su inicial junto a la Tumba de la que fue su amiga, las dos pérdidas más cercanas que había sufrido en aquellas Tierras. A quienes no olvidaría, pero por quienes no derramaría más lágrimas. Esperaba con paciencia a los preparativos de las festividades que se celebrarían en la Vigilia, mientras el mando era pasado de un protector a otro. Sir Ian era un buen hombre, y sería capaz de mantener en pie lo que tanto había costado construir, lo que tantos sacrificios se había cobrado. La Vigilia debía mantenerse como un lugar de encuentro entre las tres órdenes, un símbolo de que juntas podían ser mucho más poderosas contra sus enemigos. Un lugar a ser recordado. Pronto, después de encontrarse de nuevo ante el juicio del Alto Señor podría encaminarse de nuevo al sur con los cachorros, donde encontrarían un lugar mejor para crecer. Tenacidad permanecería a su lado, un último regalo de la Luz para su espíritu, que ya no se encontraba quebrado.
  13. Madlyn es mas guapa, maldito. Espera a que suba a Varno, que le debía un dibujo y no me acordaba-...*escurre el bulto*
  14. Empecé hace tiempo en los descansos una cosilla para los personajes de la Vigilia, que por varios motivos se quedó a medias. Con todo y con eso algo quedó hecho, y como me sabe mal que se quede en la carpeta, ahí van algunas carillas, con algun que otro retoque para estar a la última.
  15. La carta pasa por muchas manos antes de ser enviada y empezar a atravesar los extensos terrenos hasta su destino. Sellada con el símbolo del Alba Argenta,en su interior se encuentran algunos pétalos de plantas medicinales, con intención de quitar el olor a podredumbre y barro que arrastra el paquete. La carta está escrita con letra un tanto tosca pero clara. A Varno: Me alegra muchísimo tener noticias vuestras, Varno. No me atrevo a decir si saber de mi situación son buenas o malas noticias, más cuando nos encontramos ya ante las puertas del enemigo. Es posible que no vuelva a ver un nuevo día, pero me siento especialmente tranquila. No se si esto se ajusta a tu descripción de sana y cuerda, pero me gustaría pensar que si. Ojalá pudiera decir lo mismo que tu, y asegurar sin duda ninguna que el camino que he escogido ha sido el más correcto. He cometido muchos errores en él, y no sé a dónde me conducirá. Tal vez sea lo más precioso de cuanto se extiende ante mí. De lo que estoy segura llevaré cicatrices el resto de mis días, y no todas provocadas por nuestros enemigos. Pese a todo no me arrepiento de haber venido al Norte, aunque admito que las playas en Tuercespina siempre me han tentado. Nunca he creído que fueras débil, Varno. Creí que eres frágil, porque todo cuanto eres me es preciado, y he visto una y mil veces hombres como tú traicionados por otros tan o más terribles que los muertos que asolan estas tierras. Me preocupaba que eso te quebrara, y me sigue preocupando, aunque me alegro que hayas encontrado en quienes yo no pude una familia que te arrope. Deposité mis esperanzas y mi confianza en quien no debía, aunque eso supongo que a estas alturas no debería sorprender a nadie. Hay ruindad en todos los hombres y tal vez Hebert no se equivocara tanto con el legado de conocimientos que me dejó. Pero yo tengo claro en qué lado de la batalla quiero estar, y quiero creer que nunca dudaré en tender la mano a quien la necesite. Dales recuerdos a todos, Varno, y un abrazo a todos y cada uno de ellos. Espero poder volver a tener noticias vuestras, y a que vosotros las volváis a tener de mi. Si no es así, solo deseo que puedas encontrar todo cuanto busques en los Mares del Sur, y que los vientos te sean propicios y las noches tranquilas.
  16. Otro mini spoiler de cosas. <3
  17. Beretta

    Dibujitos

    Ostia, que canelita noo???? Y este upgrade?? Mi única queja por el quisquillismo que me caracteriza sería notar que sus miradas realmente no cruzan y que es una lástima que un arma te haya quedado fuera de encuadre. Pero joder, 10/10, composición triangular so nice, carnero y enano fetén y todo perfect <3
  18. Beretta

    [Ficha[ Sagar Drusas

    Nombre: Sagar Drusas Atributos7 Físico6 Destreza6 Inteligencia7 PercepciónValores de combate28 Puntos de vida18 Mana8 Iniciativa9 Ataque CC (Espada una mano)8 Ataque a Distancia (Ballesta Ligera)7 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo 2 Espada una mano Destreza 2 Ballesta Ligera 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Fauna 2 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia Percepción 2 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Callejeo 1 Comercio 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones
  19. Beretta

    Sagar Drusas

    Sagar 'Incompleto' Drusas Raza Humano Sexo Hombre Edad 35 Altura 1,78 Peso 60 Lugar de Nacimiento Stromgarse Ocupación Mercenario Descripción Física De complexión fibrosa y atlética y una estatura mediana para los hombres de la zona, caminando algo encorvado y con la mirada siempre perdida entre sus alrededores, como si le gustara mantener un cierto control de sus entornos. Su piel es ligeramente morena, fruto de la mezcla de linajes. De pelo oscuro recortado a cuchillo, normalmente grasiento y pegado a la cara, y una barba no mucho más cuidada que oculta las marcas de la viruela que salpican su cara. Varias cicatrices y trofeos de peleas pasadas se reflejan en su cara, enmarcando unos ojos azules que podrían ser lo único medianamente llamativo en su semblante. Le falta un dedo en la mano izquierda, lo que parece dar pie a su apodo. Descripción Psíquica De carácter tranquilo y resignado a los pesares de la vida, que lo hacen parecer mucho más mayor de lo que realmente es. Acostumbrado ya a la vida de armas, no parece guardar interés ninguno por algo más allá de las mujeres y la bebida, conformándose con lo que le depara cada nuevo día, sin esperar mucho más de la vida. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Alzó la ballesta, colocando el virote de punta acerada en la cuerda y tensándola lentamente hasta que un quedo chasquido lo avisó de que se hallaba ajustado y listo para disparar. Se permitió unos instantes para deleitarse en acariciar la madera del gatillo, asegurándose de que poseía rápido acceso a éste. El olor a madera, aceite y metal apenas le permitía oler nada mas, tensando sus sentidos. Acojonado por si un mal giro del viento llevaba ese mismo olor hacia sus presas. Amparado por el espeso ramaje del árbol en que se había encaramado, tornó de nuevo la vista en dirección al claro. Su presencia y la de sus compañeros había pasado desapercibida hasta el momento para la pareja de ogros, que habían estado compitiendo encarnizadamente por las vísceras de su última víctima, un cazafortunas de poca monta que había tenido la mala pata de adentrarse en sus terrenos. El hombre apenas sí había dirigido una mirada desinteresada en dirección al cuerpo inerte del muchacho, con el que había mantenido una conversa apacible pocos días atrás. Él mismo había estado tentado de aceptar el trabajo que el muchacho había tomado para sacar unas cuantas monedas, pese a que la ruta que les habían propuesto para acompañar la carreta parecía poco segura. El que arriesgaba no ganaba, que solían decirle, pero finalmente había optado por declinar el trabajo y esperar un poco. No había tardado en aparecer esa nueva ocasión. Tanto él como el resto de los que ahora rodeaban a los ogros habían sido llamados a posteriori, cuando el cargamento no había pasado por donde debía, y se había perdido todo rastro del conductor y los dos mercenarios que iban con ellos. La misión de escolta era ahora una de rescate, aunque lo único que llevarían de vuelta serían las malditas telas y vituallas, pues poco había ya que rescatar de esas tres almas. Pobre diablo. Tendría que haber hecho caso de los más veteranos cuando le avisaron del peligro de esas rutas, pero la labia del mercader lo había convencido. Y su plata, por supuesto, que había refulgido rápidamente entre sus manos como un adelanto fugaz de la buena paga que le esperaba. Su muerte le inspiraba cierta lástima, pero había pasado a ser uno de tantos. Era la misma historia de siempre y había aprendido, con sangre y rabia, que no debía permitir que la afectase. Un bramido procedente del claro la hizo tomar consciencia de nuevo de dónde se hallaba, apartando por completo los pensamientos sobre el muchacho de su mente. La danza de las bestias había finalizado abruptamente cuando una de ellas en un alarde de poderío habia lanzado un puñetazo a la cara de su compañero y le había arrancado los restos de carne de las manos para alejarse con rapidez, rumbo a su túmulo. A preparar el caldo que muchas veces ya habías visto. ‘’Se ha llevado la mejor parte, pero aún te queda una carcasa para el caldito. Acercate’’ - pensó, aguantando aún en tensión. Veía, desde su posición, como sus compañeros habían empezado a acercarse, con las lanzas y los filos en las manos. Como respondiendo a su pensamiento, el ogro se acercó lentamente a los restos, moviéndolos con un gesto del pie para ver qué mas podía rescatar, lamentándose de tener que contentarse con la carcasa del muchacho. Se apoyó en el tronco árbol, para darse más firmeza en el brazo y mantener la ballesta erguida, mientras seguía a su presa con la mirada. Ahora que estaba solo sus posibilidades de éxito eran mucho más elevadas. No obstante el otro volvería pronto, dispuesto a reclamar hasta los huesos del manjar. Tenían que actuar con rapidez. Apuntó a su yugular y disparó. [...] Un sentimiento de tranqulidad invadió al hombre cuando la silueta de la fortaleza de Stromgarde se dibujó poco a poco tras la colina, iluminado por un sol radiante que había empezado a caldear esas tierras con la llegada de la primavera. No le había costado acostumbrarse a ese ritmo de vida, a entrar y salir constantemente de la seguridad de las murallas para ganarse unas monedas que le hicieran el día a día más sencillo. Era a fin de cuentas el sino de los hombres como él, que habían nacido con cierto don para las armas y la guerra, pero sin la férrea disciplina que el ejército imponía. Aquello no había sido para él, como había descubierto a temprana edad, pero el filo había seguido siendo su modo de vida. La vida no era misericordiosa con los débiles, y sus preocupaciones rara vez salían de sus necesidades básicas-..y de la necesidad de encontrar más encargos, lo suficientemente sensatos para no acabar como el pobre muchacho que ahora yacía con las tripas desparramadas por medio Arathi. Allí, con la disposición que los nobles y los terratenientes albergaban para discutirse, enfrentarse o comerciar, siempre había algo de trabajo. Era curioso el como de un día para otro la gente cambiaba de parecer, hasta el punto de que ya no sabía que tipo de trabajos le esperarían al día siguiente. Los hombres como él no eran mas que brazos ejecutores, herramientas para el que tenía monedas en las manos. Resignarse o morir. O disfrutar, como había decidido en última instancia. Permaneció un rato frente a la lumbre, observando el baile incesante de las llamas, meditativo. Lace no tardaría en llegar de nuevo hasta ellos, con la recompensa que el mercader había prometido por recuperar el cargamento. Sabia lo que venía ahora. El hombre habría puesto pegas, porque una u otra tela estaba manchada de sangre, porque una u otra vitualla había perdido algo de lustre en una esquina. Siempre era igual, y se repetía la misma situación. Lace por suerte era buen negociador, y conseguiría buena paga para los que habían ido a rescatar el cargamento, aunque fuera inferior a lo que habían acordado. Ya contaban con aquella maldita manía. Tomó una botella de whisky, sirviéndose un vaso. Entornó los ojos de nuevo hacia las danzantes llamas, observándolas fijamente durante unos instantes. Se permitiría unos días de tranquilidad después de charlar con Lace de nuevo, antes de salir de nuevo en una misión. Las chicas del burdel estarían encantadas de echar mano de su saquillo de monedas, y él-..por qué no, de disfrutar de una compañía fogosa. //ya arreglaré este despropósito mas adelante
  20. Beretta

    Abel

    Nombre: Abel Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 45 Altura: 1,79 Peso: 75 Lugar de Nacimiento: Alterac Ocupación: Errante Historia rápida Descripción física: De pelo canoso y corto, repeinado hacia atrás con esmero. Su cara, marcada por la viruela y por las arrugas muestra unas facciones toscas, de pómulos y mandíbula cuadrada y dura. Sus ojos observan siempre con unas marcadas ojeras que enfatizan aún mas su aspecto envejecido.Pese a todo, sus facciones no destacan de forma excesiva entre el vulgo. De complexión fuerte y estatura media, vestido siempre de forma elegante mas no ostentosa. Cuando su indumentaria lo permite se puede apreciar que tiene el cuerpo lleno de cicatrices, algunas claramente hechas por su propia mano. Descripción psíquica: Un hombre de pocas palabras, de carácter voluble e irascible. Quien lo conoce diría que es imposible que alguna vez amara a algo o alguien más allá de sus propia arte. Miserable, déspota y cruel son palabras que bien se adhieren a lo que representa. Carece de escrúpulos en lo que concierne a alcanzar sus propios objetivos. Historia Poco cuenta de su vida. Podría contar mucho, por supuesto, sobre sus años de felicidad allí en el norte, en las heladas montañas de Alterac. De su vida como mercader y entregado siervo de su patria. Pero calla cuando le preguntan. Cuanto se sabe de él podría resumirse en una breve nota a pie de página. Como todo hombre fue hijo, claro. De quienes poco dinero tienen y apenas tiran adelante con lo que la vida les provee. Fue marido, también. De una mujer sencilla como él, de virtud y tesón. Y como no podía ser de otra forma, fue padre. Antes de que la hambruna y la guerra le arrebataran a los suyos. Y sólo después de eso dejó de ser, dejando atrás una vida de miserias. Se hundió en una botella de licor. Surcó sus mares, dejándose llevar hasta donde ya no podía sentir ni recordar. Y justo allí encontró a alguien. O alguien le encontró a él. Los pormenores de éste tipo de historias suelen esconder los verdaderos deseos de uno. Hay quien diría que le rescataron del fondo de la botella, pero difícilmente se podría decir que salió entera su alma después de todo aquello. Se convirtió en el mas solícito de los aprendices, dándole la bienvenida a la locura y el dolor. El oscuro arte y sus enseñanzas como una forma de reivindicar su presencia en el mundo. De reclamar todo aquello que se le había arrebatado y de sentir de nuevo. Incluso a costa del sufrimiento ajeno. Su nombre empezó a escucharse en el bosque cuando las últimas reuniones tenían lugar en el Cerro del Cuervo. Rondando allí, tentado por la promesa que se alzaba en la oscuridad del Bosque. ¿Había llegado el momento de compartir con el mundo la visión que había tenido? Las promesas de poder y el despliegue que habían ejecutado en la Villa revestían el lugar de un encanto especial. Quizás iba siendo hora de salir del escondite y moverse.
  21. Beretta

    [Ficha] Abel

    Nombre: Abel Atributos6 Físico6 Destreza7 Inteligencia7 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida21 Mana8 Iniciativa7 Ataque a Distancia (Espada Ligera)8 Ataque a Distancia (Pistola de chispa)7 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 1 Espada Ligera 2 Pistola de chispa 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Leyes 1 Religión 1 Sanación/Hierbas 1 Cirugía/Anatomía 1 Supervivencia 1 Esencia Vital 1 Detectar Vitalidad 2 Toque Vampírico 2 Salvar Esencia 1 Condenar esencia Percepción 1 Advertir/Notar 1 Rastrear 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones Energía Vital
  22. Capítulo V - Entre máscaras La Baronesa aguardaba con tranquilidad en su estancia privada, dedicando unas tiernas caricias al gato que se había encaramado a su regazo. Hacía rato ya que las últimas llamas se habían apagado en la hoguera que calentaba la estancia, si bien el calor residual había dejado un ambiente agradable, y el cambio de tiempo que poco a poco se había producido en los últimos días ayudaba en mantener un ambiente templado. Junto a ella descansaba su hermano, con la mirada perdida entre las ascuas que se iluminaban aún de tanto en tanto entre los restos de ceniza, pensativo aún y considerando como afrontarían los siguientes pasos. Sobre la mesa se encontraban esparcidas las últimas cartas que debían ser enviadas, todas con el sello familiar y las firmas de ambos. No le quedaban ya muchos más tramites a hacer, después de haber recibido la noticia de que la reliquia había sido entregada a la Mano de Plata tal y como habían 'acordado' con Lady Von Master. En su delirio de triunfo y renombre había perdido fugazmente el norte, entregando una de sus posesiones mas preciadas a la organización con tal de elevar aún mas su apellido. La compadecía, un tanto, pues sabía que ese lugar finalmente lo ocuparían casas más poderosas, si bien ese mismo acto la había honrado en el fondo, pese a que sus intenciones fueran tan poco honestas. Las suyas tampoco lo habían sido, después de todo, y el haber arreglado este asunto había acercado aún mas la relación entre su familia y la organización donde su propio hermano había ingresado, tantos años atrás. Solo quedaba, pues, cumplir su parte y hablar en favor del grupo de soldados de la Luz que se habían acercado a ella con la esperanza de conseguir más respaldo del lado de la Mano de Plata, con el único fin de hacer caer Scholomance en los meses venideros. Era una campaña ambiciosa, pero las grandes hazañas solo se forjan en este tipo de situaciones, y habían sido ser valiosos aliados. Esperaba que la Mano escuchara sus relatos. Consecuencias Información Offrol
  23. Varias cartas son entregadas a diferentes personalidades en la ciudad de Strom, entre ellos el Templario Argenta que ronda la ciudad en esos días y el escudero de la Mano de Plata que sirve junto a él. A la atención de quien reciba esta carta, Esta misiva, entregada en sus manos por gracia de uno de mis mensajeros, honra a su portador con mi sincera invitación a la gala que tendrá lugar en la mansión Von Master, situada en el barrio alto de Stromgarde. Agraciados con la presencia de la Baronesa Marría Ponteur de Rocapiñón y su ilustre hermano, Sir Laurence Ponteur de Rocapiñón, Paladín consagrado a la Mano de Plata, tengo el honor de anunciar unas gloriosas festividades en la hacienda de la familia Von Master. Considere mi sincero interés en su atención a este evento, así como mis mejores deseos para que disfrute del mismo. La ropa de gala será requisito indispensable para su entrada, así como unas máscaras para el baile. Lady Klaudia Von Master @Kario @Imperator y en general, a cualquier miembro de la Vigilia que quiera acudir a la fiesta para el evento que empezaremos mañana, si todo va bien. <3
  24. As promised. Baal observando muy intensamente la naturaleza. Y a Ludoveca. Grrrrr-..... Y el cutreboceto de donde salió. Tendré que rehacerlo, me gustaba mas la pose antes-...
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