Roleros Destacados

Atributos 6 Físico 9 Destreza 6 Inteligencia 6 Espíritu 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 24 Mana 6 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Arco corto) 11 Ataque CC Sutil (Espada ligera) 11 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 2 Espada ligera 2 Equitación 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 2 Sigilo Inteligencia 2 Fauna (Dragonantes) 2 Supervivencia 1 Conocimientos/Historia (Clanes Orcos) Espíritu Percepción 2 Arco corto 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Rastrear Escuelas/Especializaciones

Nombre del Personaje Kurgraz Sangrevil Raza Orco Sexo Hombre Edad 44 Altura 1'93. Peso 85 kg. Lugar de Nacimiento Draenor Ocupación Vagabundo Descripción Física Un orco bajito para los estándares de su raza, escurridizo y de piel de un verde más intenso que el resto de los orcos. Sus colmillos son más prominentes, al igual que sus uñas, que han crecido hasta formar una especie de garras. Todos estos rasgos son debido a la cantidad de sangre vil que ingirió a una edad temprana. Al igual que sus ojos, con las pupilas permanentemente inyectadas en sangre. Descripción Psíquica Honorable, leal al clan y fiero en combate. Kurgraz es lo que se puede esperar de cualquier orco. A pronta edad se vio envuelto en un delirio provocado por la sangre demoniaca que ingirió, permanentemente sediento de sangre, es por eso que se ve muy envuelto y comprometido con las juventudes de su clan. Guiándolos espiritualmente para que consigan encontrar un futuro mejor que el que tuvo él. Ficha Rápida No (600 palabras mínimo) Historia Días antes de partir hacia el Portal, se sometió al Om'riggor. Caminó durante días y noches por las áridas y peligrosas tierras de Gorgrond acompañado de una pandilla de niños orcos que también tenían la necesidad de mostrar su valía hacia el clan. La travesía fue dura y fatigosa, pero para nada amigable. Kurgraz, cegado por su instinto de gloria acabó separándose por propia voluntad del grupo. Y así fue como encontró una enorme cordillera, en esa clase de sitios es donde los rylaks ponen sus nidos. O eso le habían enseñado. Trepó haciendo uso de pies y manos durante horas, una escalada dura y fatigosa hasta llegar a la cumbre. Y allí fue cuando lo vio, un majestuoso rylak, como aquellos que su padre y hermanos habían sometido. No lo dudó apenas segundos antes de cargar y saltar sobre el animal, hundiéndole las dos espadas en su correoso torso. La bestia se agitaba y echó a volar, pero Kurgraz seguía bien aferrado a él, siendo consciente de que soltarse era la muerte. Peleó contra la voluntad del rylak durante horas, y cuando ya anochecía, este se rindió a la voluntad del orco. Kurgraz comandaba ahora al rylak, y puso rumbo a casa. Aterrizando justo a la entrada, los vigías se quedaron anonadados, y así Kurgraz se convirtió en el orgullo de la familia. A prontas edades cruzó el Portal Oscuro acompañado de su padre y sus seis hermanos, todos enloquecidos por la cantidad de sangre vil ingerida. Apenas era un crío para los estándares orcos, pero la situación era complicada y Zuluhud le reclamó a él también. Tanto él como su familia bebieron más sangre de la solicitada por el señor de la guerra demente, demostrando su total devoción hacia el clan. Peleó en las grandes guerras, al servicio del jefe de guerra Puñonegro, derramando sangre humana como el que más. Y después de su muerte, en contra de los ideales de su padre y hermanos siguió a Martillo Maldito, abandonando su clan y sus raíces para perseguir lo que él creía correcto. Libraron grandes batallas, pero finalmente fue apresado junto al grueso de los orcos y reconducido a uno de los múltiples campos de internamiento. Allí fue forzado a trabajar y pelear en los fosos de combate para deleite de los humanos, donde destacó rápidamente por su agilidad. Los años fueron duros, y mató a muchos de sus camaradas en aquellos combates inhumanos, aunque algo que había en él le hacía disfrutar de la muerte. No le importaba quién fuese. Humanos, orcos...Kurgraz disfrutaba del mero hecho de matar. Le producía placer, un inmenso placer. Y veía gloria donde no la había. Una noche como otra cualquiera, un grupo de orcos salidos de la nada le liberó de sus cadenas y le dio un nuevo objetivo. La Nueva Horda. Una Horda honorable. Kurgraz no dudó en tomar las armas y pelear por aquel orco que le había rescatado de las garras de los humanos. Participó en la liberación de cientos de orcos, y peleó junto a Thrall y sus seguidores para secuestrar la flota humana que los trasladaría a Kalimdor. Allí el mismo jefe de guerra solicitó la presencia de Kurgraz para salvar la vida de los tauren, combatiendo contra los fieros centauros para devolverle a los hombres vaca su hogar ancestral. Tras eso, se ha dedicado a vagabundear por lo largo y ancho de Kalimdor. Apareciendo de la nada para unirse temporalmente a regimientos de la Horda y pelear contra cualquiera de sus enemigos juramentados. Todavía se habla de él en su clan, como un gran guerrero que verdaderamente ha encontrado el honor en su servicio a la grande y poderosa Horda.

-La elfa escapó. -¡Inútih'! Devue'veme el dinero que te dí. El orco mercenario gruñó y antes de devolverle la bolsa de piel con el dinero espetó: -El otro orco me atacó desprevenido, les daré caza a ambos si me dejas conservar el dinero. Ambos mantuvieron la mirada fija, en el edificio se formó un largo silencio, pero el emisario trol terminó por ceder. -Te pagareh' el doble si loh' traeh' con vida. Offrol

Aquel día quedaría para la memoria de los implicados durante un tiempo. De hecho aún notaba el amargor de la fruta en las fosas nasales. Y aún en sus movimientos se respiraba la impotencia y la rabia, o el orgullo y la satisfacción. El viejo halcón seguía observándoles con sus afilados ojos, atentos a cualquier flaqueza, hasta que uno de ellos, expresase una sola debilidad. Había competición en su nidada, la aspiración de ser quien más alto volaba. Uno de ellos, destacaba por predilección, otro por fuerza bruta. Eran diferentes. Y cada uno, ocuparía un lugar en el brillante futuro del Camino Dorado.

El sonido de los cantos del barco improvisado como taberna se alzaba por todo el lugar alumbrado por pequeños faroles anaranjados que esculpían con timidez las formas de los piratas que con la animosidad de las bebidas que servían gritaban. Y Dereck se encontraba dentro de esa epifanía, su mente no compartía la alegría de sus compañeros pero estaba claro que lo haría pronto nada mas terminar con el asunto que tenia pendiente. Y su asunto se encontraba cubierto con una larga capucha hecha de jirones. -¿Y bien?- Dereck había entregado la caja a la figura que se encontraba en la vorágine de cantos y golpes, lentamente inspeccionó el contenido pero no hubo comentarios al respecto, el chasquido de la madera cerrarse lo confirmó. Dereck satisfecho se echo sobre el respaldar de la silla, este crujió quejándose del peso del pirata y su oronda barriga. - No trabajaron mal, algo sucio pero acorde con el estilo de Fuerte Libre - Soltó una risotada, sin decir nada mas se dispuso a encenderse un largo puro dejando las palabras madurar en el aire mientras tomaba este momento. -¿Les damos mas trabajo?- Por mucho tiempo solo una silaba siseante salió de su compañero - Sí - Consecuencias: Habilidades:

Al abandonado campo de batalla se le unieron más cuerpos. Más alimento para los carroñeros, insectos y la propia tierra, por fortuna para las razas invasoras solo fueron cuerpos centauro. Una vez más los aventureros salían victoriosos y junto a un carromato abandonado pudieron volver al Cruce, pero el futuro del clan Centauro era oscuro. Alkan junto a la sabía de la aldea huyó junto a los supervivientes para buscar un nuevo hogar donde asentarse, no pudieron resistir el asalto del cruce y menos después de desplegar tropas para dar caza a los asesinos de su anterior Bey. Pero el veterano centauro sigue acechando en los Baldíos, convencido en que conseguirá su venganza contra la banda de guerra del ogro Vrok. El camino fue largo, los guerreros estaban agotados, mal alimentados y heridos, los últimos días se habían llevado paliza tras paliza, por suerte contaban con un nuevo guitarrista y las aventuras y conocimientos de los orcos ancianos para hacer del viaje algo más llevable, hasta agradable. OFFROL