Saltar al contenido

Roleros Destacados


Popular Content

Showing content with the highest reputation on 22/03/19 en todas las áreas

  1. 2 points
    Una pequeña misiva sería entregada en el Relicario para que le sea entregada a la susodicha elfa,el sello muestra a un fénix en llamas, atravesado por dos espadas sobre un montón de cenizas en el suelo, en su interior, un par pequeñas astillas de madera caerían al suelo tras extraer el pergamino de su sobre. Querida Golondrina Lamento no haberme puesto en contacto antes contigo,como bien sabes, no es fácil encontrarte a veces, no me explayaré más de lo necesario ni te robaré más tiempo del necesario. En estos momentos me encuentro alejado de Lunargenta, me encuentro en la antigua ciudad de Far'lerien, estoy junto al escuadrón tratando de restaurar un antiguo Sagrario que se encuentra en mal estado y.. bueno, espero poder contarte lo que nos encontramos en ese lugar la primera vez que entramos compartiendo una deliciosa copa de Sidra, el festival de la Manzana Dorada estará ya terminando para cuando leas esta carta, así que será fácil encontrar Sidra Azulada, o eso espero, la verdad es que es la única a la que le encuentro un sabor capaz de competir con el vino. Solo quería avisarte, y hacerte saber que no se cuando volveré a la capital, y en caso de volver, dudo que pueda quedarme mas del tiempo estrictamente necesario, si necesitas algo manda una misiva a la posada del Lince Saltarín en Far'lerien y el señor FuegoSolar se encargará de que me llegue. Espero poder verte antes de que vuelvas a partir lejos de nuestras fronteras PD: Creo que me dejé la puerta del balcón y la ventana de mi habitación abierta, si pudieras comprobarlo y cerrarlas te estaría tremendamente agradecido Selama Ashal'Anore Adepto de la Orden de Sangre Thala'riel Thirys @Psique
  2. 1 point
    WEB MODEL VIEWER Créditos a @Maw por el aporte! Es una página web donde podéis consultar y visualizar cualquier gob de juego hasta bfa (aunque estos cuyo prefijo es 8xx-yyy no se pueden usar debido a la versión). Es muy fácil y cómodo buscar algo en lugar de ir Id por Id. Una vez encontréis el objeto que queréis, copiais su nombre con control+c y en el juego usad ".lookup object nombre(control+v)" para ver su ID y el comando ".gobject add temp XXX YYY" para usarlo. Algunos tips: Podéis hacer búsquedas con palabras sueltas e ir mirando. Ejemplo: chair (en inglés siempre). Los gobs humanos de la ciudadela tienen el prefijo 6hu_ , si lo introducís en la búsqueda os saldrán todos. Lo mismo con los de la ciudadela de la horda, prefijo 6or_ Los gobs de legion de los elfos de la noche son 7ne_ Los de los nocheeterna son 7nb_nightborn Los de gilneas son worgen_ o gilneas_ Los de Capilla de la Esperanza de la luz son 7af_paladin (aplicable al resto de sedes sustituyendo "paladin" por la clase que busquéis, ejemplo: druid) Los de los elfos de sangre son be_ A continuación dejaré una lista con imagenes de objetos que pueden servir para cosas concretas, como por ejemplo, decorar un campamento. Índice - Campamentos humanos //en construcción
  3. 1 point
    Sethra Caminantesalvaje Raza Quel'dorei Sexo Mujer Edad 74 Altura 1,54 Peso 54KG Lugar de Nacimiento Quel'Thalas. Ocupación Mago Argenta Descripción Física Descripción Psicológica Historia
  4. 1 point
    Extracto del diario personal del Adepto Thala'riel Thirys Dia 22-3-32dP Hoy he decidido retomar las acciones, Rael sigue convaleciente y no quiero pedirle que realice esfuerzo ninguno, y aunque aun siento cierto dolor en el pecho cuando me fatigo me encuentro mucho mejor, y al parecer las Iniciadas también, ya he enviado el informe, además he echo llamar a Hel'vir Dul'virel y Lynessa, dudo que la misiva haya llegado si quiera, y aun tardarán unos días en volver, sin embargo no podemos permanecer ocioso, el deber impera. Tedi, Seina y yo hemos ido con un carro y hachas para talar el gran árbol que bloqueaba el camino, aun me sigue poniendo nervioso caminar debajo de esas hojas, pero no puedo mostrar debilidad o dudas, y no lo haré. Los conocimientos de Tedi al fin comienzan a ser de alguna utilidad, parece que devorar e invadir Vallefresno trae al pueblo orco ciertas ideas sobre como talar arboles, irónico cuanto menos. No han habido grandes problemas, arañas, insectos, arbustos, lo esperable, sin embargo, Tedi y Seina han encontrado un Lince, parece que puede ser agresivo, piensan que es su territorio y esta defendiendo su camada, trataré de pedirle a los forestales que los ahuyenten o los cacen, antes que la salvaje decida que podría ser divertido intentar domesticarlo y me quede sin carpintera, en cuanto me haya ayudado a construir barricadas, estacas, escaleras y los muebles que necesitemos, por mi como si quiere irse a vivir al bosque. El tronco resultó aun mas grande de lo que esperábamos, solo hemos talado la parte que bloqueaba el camino, y aun así, el carro lleno no ha bastado para transportar toda la madera que hemos conseguido, he decidido que lo mejor es guardarla en el almacén que encontramos junto al Sagrario, la zona parece que sigue tranquila, pero es cuestión de tiempo que más elementales vuelvan a aparecer, y no hemos estado el tiempo suficiente en la zona, no íbamos equipados como para realizar una expedición de búsqueda y limpieza, tras dejar los maderos, hemos vuelto. Toda la madera que sobraba la he traído con migo a Far'lerien, en cuanto sea posible, la llevaré al Sagrario junto al resto, y volveremos a peinar el Sagrario entero, tengo la teoría de que si eliminamos los elementales conforme vayan apareciendo no podrá volver a formarse una anomalía como la que nos encontramos. Ha sido un dia agotador, y necesito urgentemente un baño.
  5. 1 point
  6. 1 point
    PARTE II Marlon había terminado su reunión con los desconocidos con un sabor agridulce en la boca. No esperaba nada de extraños fuera de los muros, y no estaba entre los principios que el antiguo clérigo había impuesto en la Compañía el depender de los desconocidos. Aquella era una situación extrema. Por intentar evitar un baño de sangre, se veía inmerso en uno que quizá destrozara por completo el sueño de hacer de aquella comarca un santuario y un refugio libre para los supervivientes de la catástrofre. Por otro lado, la mayoría de los Compañeros habían desertado y se habían lanzado -creía él- a la rapiña de los campos y otros vivos. Sumido en sus tribulaciones y visiblemente afectado, su capacidad de liderazgo había medrado de manera exagerada durante aquellos días, pero eso no impedía que el hombre aún inspirase a los que se habían quedado a su lado: lo seguirían hasta el final. El hombre bajó a la segunda planta de la casa solariega y se encerró en una de las habitaciones, que había sido habilitada como capilla, para orar por el éxito de los recién llegados. Al otro lado de la barricada la situación era bien distinta. [...] Habían caído sobre ellos en plena noche, cuando aún quedaban un par de horas para el amanecer. Seguían combatiendo cuando el astro rey coronó los cielos, dejando un rastro de muerte y caos que rompía fácilmente con la relativa calma de aquel rincón perdido. Quien siembra vientos recogerá tempestades. No podía hacer otra cosa que seguir combatiéndolos. No podía volver a Marlon con el rabo entre las piernas. Aquello había sido una insensatez, sí, pero también había sido necesario; sin recursos y sin víveres lo mejor que podía pasar es que terminasen matándose entre ellos antes de que el hambre y la enfermedad lo hiciesen. Loira era una mujer joven que apenas alcanzaría la veintena. Había sido criada por Marlon y educada en sus valores morales, algún día habría de comandar la compañía; estaba hecha para ello. Aún así, todavía era impulsiva y se había dejado embaucar por las dulces palabras de sus oficiales. Muchos, pese a ser veteranos de la Tercera, eran a estas alturas un hatajo de mezquinos que preferían el bandidaje a vivir bajo las órdenes de un devoto que encima se había vuelto blandengue como Marlon. Una voz de alarma deshizo aquellos pensamientos rápidamente. Asió su espada en el aire y ordenó a sus guerreros: -¡Arriba! ¡Rehaced el muro de escudos! ¡Ni la muerte ni estos traidores reclamarán nuestras vidas sin sangrar por ello! Los compañeros apretaron los escudos justo a tiempo para evitar la salva de virotes que llovió sobre ellos. Vociferaron e inundaron el claro con sus gritos. Golpearon sus escudos y el suelo con sus armas, dispuestos a recibir la carga de sus adversarios. Arrojaron las jabalinas y desenfundaron sus armas. Cuerpos y aceros chocaron entre gritos y alaridos. La sangre y el dolor volvió a nublar el juicio de los combatientes e hizo eterna la refriega. -¡Han roto su línea, huyen!- Vociferó uno de los soldados. Conforme los supervivientes se replegaban a la espesura, Loira y los suyos ya estaban recogiendo heridos y despojando los cadáveres de cualquier útil. El sol ya se encontraba en lo alto para entonces. Había sido una jornada larga y la vieja hacienda sería un buen lugar para descansar lo que restaba del día, pero temía que en cualquier momento volviesen a caer sobre ellos deseosos de revancha. Los necrófagos también podían oler la sangre y husmear. Todo eran problemas allí. CONSECUENCIAS: -Habéis llegado al campamento de la Compañía Salvaje y os han recibido mejor que lo que cabría pensar de unos montañeses que llevan más de una década como forajidos. Sin embargo, ni el valle es el paraje idílico que Ardaric prometió ni la Compañía se encuentra en su mejor momento. -Marlon, el clérigo que dirige a los supervivientes, os ha propuesto un trato que habéis aceptado: Paso franco para vuestras mercancías a través del lago usando su embarcadero y su escolta por los miembros de la Compañía Salvaje hasta el Camino Real. A cambio os pide que busquéis a Loira, su segunda al mando, y la convenzáis de que vuelva al refugio con el resto de desertores. También os pide un sacerdote para la Compañía. -Habéis partido en busca de Loira a través del valle, con la compañía de dos novicios del Alba Argenta que fueron reclutados por Marlon un par de semanas atrás. Tras una ardua caminata que os toma lo que restaba de la tarde, parece que ya os encontráis con un rastro directo a su paradero. NOTAS OFF-ROL:
  7. 1 point
    PARTE I El amanecer no había sido particularmente grato para los soldados que habían de guardar el paso hacia la Tumba de Uther. Una manada de no-muertos había -literalmente- inundado la calzada real y el paso se había vuelto impracticable por durante muchas horas. Habían sangrado y habían caído allí, intentando abrirse paso entre aquel enjambre de inquina, aunque no habían sido capaces de abrir un camino para el carro que debían proteger. Sin embarg, aquellas noticias habían pasado desapercibidas en las abruptas colinas del sur. Aquella comarca había permanecido prácticamente aislada del resto del reino durante demasiado tiempo. Los pocos que habían osado sobrevivir a la muerte desde las alturas estaban más preocupados por guerrear entre ellos que por la no-muerte, cuyos largos dedos también habían alcanzado las colinas, pero dada la excepcional orografía, de manera excepcional. [...] Lo primero que llamaba la atención a los que acababan por encontrar aquel refugio entre la putrefacción era el muro improvisado que habían levantado sus defensores. Aprovechando la barreras barreras naturales de la accidentada orilla, habían apilado allí toda clase de trastos: maderos, barcazas, tocones, ruedas de carro... Todo aquello formaba un buen muro sobre el que se encaramaban los tiradores. -Llamad a Marlon, hay extraños en la puerta. Son vivos y cargan con un carro. Una de las vigías recorrió la única calle del villorrio al trote, adentrándose en una de las pocas casas que aún se tenía en pie. En otro tiempo quizá había sido la casa solariega de uno de los señores del villorrio, pero a estas alturas hacía las veces de hospicio para la Compañía, sala de reuniones y comedor. Una vez alcanzó su destino se apresuró escaleras arriba, aporreando la puerta cerrada de una de las estancias. Marlon apareció por ahí, con mala cara y un vendaje sucio en la cabeza. Cuando la mujer le comunicó las nuevas, Marlon emitió un quejido de dolor y se acercó cojeando hasta el fondo de la estancia, tomando asiento: -Desarmadles ofrecedles un catre. Lo que sea que tengan que decir que nos lo digan cuando salga el sol. Quizá nos podamos ayudar mutuamente. O quizá para mañana los desertores de Loira hayan arramplado con lo que quede de este lugar. Yo qué sé. Guardadlos bajo llave hasta mañana. La muchacha asintió, volviendo para transmitir las órdenes al portón. La calle del lugar se sumía de nuevo en el más absoluto de los silencios. [...] Lo cierto es que el hombe que hasta entonces había liderado brillantemente a la Compañía Salvaje parecía haber medrado en cuestión de semanas. Sobre todo desde que unas jornadas atrás su segunda al mando -joven y por ende impetuosa- decidiese salir de allí con el grueso de la tropa en una cruzada imposible por recuperar las pocas aldeas que quedaban en aquel lugar. Aquello abrió la veda para las rencillas personales, la indisciplina y la división. Para cuando se quiso dar cuenta la mayor parte de sus hermanos estaban acuchillándose entre ellos. El castillo de naipes que habían tardado tanto en construir se derrumaba rápidamente con cada baja. Salió del caserío cuando despuntaba el alba, haciendo su rutinaria inspección de la barricada. Después preguntó a los vigías sobre los recién llegados, intentando averiguar de dónde venían y cuáles eran sus intenciones. No consiguió averiguar demasiado, aunque sí que se molestó en examinar el carro; cuando entendió de qué se trataba ordenó a los suyos que no lo tocasen, aunque sí que permitió que diesen cuenta de las pocas provisiones que transportaban para el viaje. Después de aquello volvió cojeando hacia el caserío, no sin antes hacer llamar a sus nuevos invitados. CONSECUENCIAS: -Tras un arduo viaje por las tierras de la peste os habéis tenido que separar del grueso de la tropa que escoltaba el carro hacia la Tumba de Uther. La mayoría de la comitiva pereció conteniendo a los no-muertos y de no ser por el auxilio que las tropas de la retaguardia os prestaron, quizá ni el carro hubiese sobrevivido. -Habéis caminado durante horas por el sur de las Tierras de la Peste, tirando del carro por senderos tortuosos y escarpados; parece casi un milagro que este haya aguantado y necesitaréis un carpintero que lo repare o un nuevo medio de transporte para el despacho. -La Compañía Salvaje os ha abierto las puertas de uno de los villorrios que liberaron de la muerte. Pese a que lo normal es que no se queden demasiado en un sólo lugar, parece que desde hace unas semanas se hacinan ahí y se están haciendo fuertes. Os han permitido descansar en un catre, encerrados bajo llave. Por la mañana os liberarán. -Madlyn ha sufrido una herida superficial en la refriega con los necrófagos que sanará una vez tratada por el galeno de la compañía. NOTAS OFF-ROL:
  8. 1 point
    Fetiches trols Los trols son criaturas místicas, supersticiosas y dadas al salvajismo ritual más oscuro. Los humanos han estado en guerra con esta raza desde que tienen uso de razón, y aunque nadie como la dinastía Aterratrols y los Strómicos ha derramado tanta sangre trol en toda la historia de la raza humana, lo cierto es que el Reino de Ventormenta, pese a su juventud, ha aportado su pequeño grano de arena a esta gran montaña de matanza cultural e histórica. Desde que se asentaron en las regiones al sur de los Reinos del Este, Ventormenta ha estado en conflicto cuasi constante con las tribus trols de Tuercespina, los agresivos fragmentos de un Imperio antaño caído. Y pese a todo, pese a los milenios de guerra, la realidad es que los trols siguen siendo un misterio increible para los humanos. Incluso de los orcos se ha sabido más, pero donde los orcos, en su encierro y en su liberación, rara vez dudaron en contar la historia de su pueblo, incluso a sus acérrimos enemigos, los trols son criaturas muchisimo más esquivas, que consideran que las palabras, o más bien el mero acto de decirlas, conlleva un gran poder. Un trol rara vez mencionará siquiera los nombres de sus dioses salvajes, o Loa como ellos los llaman, usando toda clase de apelativos, títulos rebuscados y largos y fetiches para referirse a ellos, pues los trols consideran que en general solo sus sacerdotes tienen el "permiso" de sus Loa para referirse a ellos directamente. La simbología trol es increiblemente extensa, y pese a que ha habido numerosos "expertos" en historia y cultura trol a lo largo de los siglos, la realidad es que la mayoría eran poco más que auto proclamados sabios que usando una mezcla de labia, conocimiento popular, y especulaciones pausibles, engañaban a incautos, inclusive de buena posición y cuna, para aflojarles los bolsillos. Es a esta clase de expertos que, recientemente se han visto obligados a acudir los oficiales imperiales del sur. Desde la caída del Bosque del Ocaso, las guarniciones fronterizas del Norte de Tuercespina se han visto en una situación delicada, teniendo sus suministros que ser transportados por pasos montañosos desde los Páramos de Poniente, haciendo de por si su precaria situación aun más frágil. Pese a todo, desde el éxodo de la Horda Orca, sus defensas habían podido tomarse un respiro, pues los trols, que regularmente buscaban sabotear sus patrullas y atacar sus empalizadas en ataques nocturnos para infundir el terror en lo que consideran invasores en sus junglas sagradas, habían redirigido su atención al clan orco de los FosoSangrante que desembarcó en sus costas, tomando posesión del conocido como Bastión Grom'Gol, un antiguo puesto fundado por la Horda Orca en la primera guerra y que tras haber sido abandonado, fue reconquistado y restaurado por Jorin Mortojo, señor del clan. Estos orcos, brutales, cuasi caníbalisticos, expertos en la lucha del terror y en junglas como la de Tuercespina, resultaron ser invasores mucho más capaces que los humanos con sus humedecidas pólvoras y sus cansadas botas de cuero desgastadas, y en apenas unos años las tribus trol, pese a su estado constante de guerra entre ellas, decidieron redirigir su atención hacia la horda de orcos que estaba invadiendo sus territorios de caza, expulsandolos de sus tierras, saqueando sus ruinas, y masacrando tribus enteras, usando las cabezas de trols machos, femias e incluso niños para decorar sus empalizadas, su sangre, bullendo en sus calderos para sus rituales de sangre. Los trols habían encontrado unos enemigos que eran incluso más salvajes y brutales que ellos. Pero este descanso parece haber acabado. O eso creen algunos. Ya desde hace semanas, que las patrullas Imperiales comenzaron a percatarse de que en las fronteras relativamente seguras de sus campamentos amurallados, comenzaron a aparecer fetiches y estatullas de obsidiana decoradas con plumas pegadas con cera. Estas formas, que parecían representar serpientes de colores azulgrana y naranja, pintadas vivamente y emplumadas con colores rojos y verdes, iban apareciendo regularmente, incluso aunque los soldados las rompiesen y tirasen por ahí. Los oficiales, viendo como la moral de sus hombres comenzaba a flaquear, pues cuando uno se pasa meses en las junglas, comienza incluso a creer en las supersticiones trols como verdaderas, enviaron varios ejemplares a la capital Imperial de Ventormenta, solicitando alguna clase de indicación respecto a si semejantes ídolos representaban alguna clase de amenaza ante un futuro ataque, o podrían contener alguna clase de oscura magia ancestral ante la cual debiesen protegerse y actuar precavidos. Expertos en cultura trol han acudido desde todos los extremos del Imperio, reclamados, para resolver el acertijo, incluso se han solicitado sabios elfos de las tierras del norte, pues nadie en el continente tiene una relación tan estrecha con los trols. Con mucha especulación de por medio, los consejos de sabios comienzan a reunirse y especular. Algunos dicen que esos fetiches son ofrendas para los dioses de la guerra, y que una gran invasión Gurubashi se está preparando. Otros, descartan semejante habladurías como poco fundamentadas, pues está claro que esos totems rituales representan alguna clase de dios de la fertilidad, que solicita ayuda para la situación precaria de los trols. Hay otros, sin embargo, que reconocen los ídolos como referencias a un espíritu de las tribus del sur. Un loa salvaje, su nombre prohibido, cuya mera mención hace que el guerrero trol más valeroso caiga al suelo suplicante. Un dios por cuya herejía, si los expertos más sabios están en lo correcto, se originó la guerra que supondría la destrucción y subsiguiente fragmentación del Imperio Gurubashi en una guerra civil fratricida por motivos religiosos. Supuestamente, al parecer, esos totems no son ofrendas, si no fetiches rituales que buscan proteger ante la presencia de ese espíritu vengativo, y desean su expulsión. Muchos discuten estas teorías, pues todos saben que la caída del Imperio Gurubashi fue causada por una gran hambruna fruto de una serie de tormentas y maremotos que arrasaron las ricas costas de Tuercespina, base de la alimentación del Imperio hace casi medio milenio. Disertaciones históricas aparte, en la capital imperial los expertos siguen llegando y discutiendo, mientras en el sur, subidos a sus altas empalizadas, los humildes soldados protegen la frontera, observando las espesas junglas ante ellos con ojos temerosos.
×
×
  • Crear Nuevo...