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Roleros Destacados


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Showing content with the highest reputation on 12/06/18 en todas las áreas

  1. 2 points
    A lo mejor esto es innecesario por que llevo un montón de tiempo sin dar señales de vida por aquí pero como varios saben me van los dramones así que si me puedo ir con drama de por medio mejor que mejor. Hasta hoy me tentaba la idea de hacerme un nuevo personaje y de hecho fue algo que converse con varias personas de aquí a las que desde ya pido disculpas. Hoy tuve un día muy jodido por que he comenzado a trabajar y me di cuenta de que tengo que sacrificar ciertas cosas en mi vida. Llevo roleando en Warcraft 10 años prácticamente justos desde que me cree a Alastor en la antigua FDR allá por el 2008 así que es innegable que ha sido una parte importante e influyente en mi vida. He roleado todo tipo de personajes, me lo he pasado genial y he conocido mucha gente pero tampoco puedo negar que cada vez me ha sido mas complicado conectar regularmente y ya desde hace tiempo que me venía frustrando mucho no poder tener la calidad y cantidad de rol que me hubiese gustado tener, y siendo muy honesto conmigo mismo no me veo con motivación para nuevos proyectos de personajes por que mi carrera me absorbe completamente. Los ama a todos. Jano <3
  2. 2 points
    VTP Nombre en clave: Vecinos de la Torre Próxima Era de tarde en las Laderas de Trabalomas. Desde el campamento, observando la posición del sol, se podía intuir que quizás faltaban unas horas aún para el ocaso. Jared y Santiago se habían reunido en un inicio debatiendo sobre la torre abandonada que se encontraba al noreste del campamento, y pronto se les unieron Elegost y Pecas. Jared propuso una idea que quería tratar de descartar: Iría a dialogar con los habitantes de la vieja torre, acompañado por Pecas, mientras Elegost y Santiago cuidaban ocultos desde los flancos. Cuando se disponían a partir una visita inesperada llegó al campamento; Alayratiel. Santiago no le dio mucho tiempo a saludar a nadie o ponerse al día con Elegost, pues nada le gustaba la idea de retrasar la misión con semejantes impertinencias: Destinó a Alayratiel junto a Jared en la misión diplomática y entonces se pusieron en marcha. A mitad de camino Elegost y Santiago ya se habían separado del grupo diplomático, buscando alcanzar los flancos de la torre por el bosque, subirse a un buen árbol y tratar de no llamar la atención para poder vigilar tanto al grupo como a la torre desde allí. Cuando el grupo alcanzó la torre, un lancero estaba frente a una hoguera improvisada en la entrada, que no tardó en desenfundar su lanza al avistar a los campistas vecinos. Las palabras se intercambiaron durante largo rato. Se intentó ofrecerles ayuda, alojamiento, trabajo, comida. Toda ayuda ofrecida lo denegaron fervientemente. Sobre el final, el hombre de la lanza había llamado a casi cuatro más de los suyos de dentro de la torre que solo esperaban problemas por parte del grupo. Sin embargo el grupo diplomático de campistas se retiró pacíficamente, con la única advertencia de tomar su campamento y marcharse, además de una insinuación de que habían descubierto que tenían a un vigía armado en los árboles haciendo guardia mientras hablaban. Al final, al grupo solo le quedó volver al campamento con un amargo sabor en la boca y una sensación de que se acercaban problemas. // Rol corto de diálogo con los vecinos, creo que no fueron mas de 2 horas. Este es el primero de los dos resúmenes sobre este rol, el siguiente lo postearé luego con lo que ocurrió un par de días luego. Master: @SwordsMaster Participantes: @Kario como Jared Miller - Advertir/Notar @Blues como Audrey Lee - Advertir/Notar @Rupphire como Alayratiel Aureaster - Advertir/Notar @Stannis the Mannis como Elegost Faler - Escalar, Sigilo, Advertir/Notar @SwordsMaster como Santiago de Sveri - Escalar, Sigilo, Advertir/Notar
  3. 1 point
    La jornada había terminado de una forma agotadora y el sitio donde se había llegado a parar no era el mejor. El olor pútrido de los huevos podridos acompañaba a ese "bosque", si se podía llamar así, en un lugar perdido de tierras de la peste, cerca de Corin. La humedad de la tumba llegaba hasta los huesos para aquellas pobres almas que intentaban dormir sobre ese lecho, a sabiendas que el día de mañana iba a ser peor que el anterior. El suave aullido a lo lejos, un aullido de eco sobrenatural, no ayudaba a conciliar el sueño y la mayoría se mantenía en vigilia en el campamento. Hoy ya habían pedido a dos miembros de la compañía, y esperaban no perder ninguno más. Delante les quedaban kilómetros para llegar a tierra amiga. No se espera ayuda, estamos solos contra todo esto. La caravana A) Alrededor de 60 almas (sanas 60) - 20 voluntarios nobles - 20 tiradores escarlata - 1 sacerdotisa escarlata - 1 Novicia - Jugadores B) Carga - Agua (4 días) - Comida (4 días 2 raciones al día) - Proyecto Talfink + 1 día de marcha - Medicinas ( 4 dosis) - Recursos varios (antorchas, tiendas) + 1 día de marcha C) Viaje Corin-Tyr - 2 días base + 2 días sobrepeso + 1 día marcha en cuadrado = 5 días de marcha
  4. 1 point
    Quel’danil Antes de la tercera guerra, Quel'danil se usaba como centro diplomático por los Altos Elfos, pues las puertas de Quel'thalas estuvieron siempre cerradas a cualquier no-elfo. Toda clase de relación diplomática con otras naciones humanas se hacía o en las propias tierras humanas o en Quel'danil. Actualmente, tras la caída de Quel'thalas, los habitantes del último asentamiento exclusivamente Quel'dorei, han dejado de lado sus labores diplomáticas para concentrarse en lo que realmente importa; La supervivencia. La Capitana Forestal Jalinde Dracoestío lidera el asentamiento y cuenta bajo su mando con aproximadamente cien forestales. Además, la población de Quel'danil escalaría hasta los 500 Altos Elfos, siendo tras Dalaran, Theramore y Ventormenta, la mayor congregación de Altos Elfos del mundo, contando a los Forestales mencionados previamente y sus familiares. Quel'danil sobrevive por su amistad y alianza con los Martillos Salvaje de Pico Nidal, la caza y la pesca, y llevan un estilo de vida muy ermitaño, viviendo de la naturaleza y despreocupándose de los problemas del mundo, comerciando con los Martillo Salvaje y colaborando con estos para proteger sus tierras de los Trols del Bosque. El recién llegado grupo asentado en la Aguja Plumargenta ha sido testigo de los problemas de la zona y ha comenzado a plantear sus objetivos en base a las necesidades contando con una suerte de tablón de misiones: Conociendo al enemigo COMPLETADA Los trols del bosque han sido un problema difícil con el que lidiar desde que los primeros Quel’doreis pisaron por vez primera las tierras de Lordaeron. Aun así, esos milenios de enemistad no fueron en vano para aquellos que conocen las ventajas de la escritura. Es por eso que las bibliotecas de Quel’danil resguardan información sobre los trolls del valle y las maneras de hacerles frente. Aunque parece que han estado abandonadas durante años, tal vez alguien debería dar un vistazo a lo que allí se guarda. Dificultad: * Escaramuzas en la espesura Recelosos de aquellos a los que consideran usurpadores de sus tierras ancestrales, los trols del bosque no pierden oportunidad alguna de lanzar sorpresivos ataques a los asentamientos, caravanas o viajeros desprevenidos, tanto quel’dorei como martillo salvaje que se encuentren en la región. Buscando evitar esto, Quel'doreis y Martillosalvaje se mueven incesantes, patrullando los bosques en busca de contrarestar los movimientos de sus sangrientos enemigos. De más está decir que cualquier ayuda a los forestales para lidiar con ellos sería más que bien recibida. Dificultad: *** Un trol muerto es un buen trol Pero Delkan’zen, líder de la tribu trol Taintedswamp, no es un buen trol. Ha dado problema a los forestales y enanos de la zona, atacando y retirándose con la velocidad del rayo a su guarida al suroeste del valle. Se dice que el troll tiene una aversión insana por los enanos de Pico Nidal y carga, colgando de su cintura, las cabezas de los guerreros más osados a los que dio muerte. Entre ellos se sabe que se encuentra el hijo del earl Haldrad Thunderfist. Tras incontables fracasos del enano en reclamar su venganza, su esposa ofreció a sus espaldas una buena recompensa, tanto sea en metálico o en recursos para quién de caza a Delkan’zen. Dificultad: ***** La Atalaya Paso del Sol Otrora un puesto de vigilancia utilizado para mantener a raya a los trols en el sur, tras la caída de Quel’thalas y la merma de efectivos disponibles para defenderla ha sido abandonada al olvido. Desprotegida y con los años pasando factura, la estructura no tenía derecho a aguantar el paso del tiempo.Y no lo aguantó. Si alguien fuese capaz de reparar la atalaya y mantener allí la vigilancia, sería un punto favorable para garantizar la seguridad de la zona. Pero atentos, la zona no deja de ser un sitio estratégico por donde los trols suelen lanzar sus ataques. Dificultad: **** La Bestia COMPLETADA Se dice que los lechucicos lunares alguna vez fueron criaturas pacíficas defensores de la naturaleza y los lugares sagrados. Tras el paso de la horda, estos seres que alguna vez gozaban de gran sabiduría se convirtieron en bestias agresivas y descontroladas. Por fortuna, territoriales y confinados en lo profundo del bosque, es extraño que los elfos se topen con ellos por casualidad. A pesar de esta certeza, durante los últimos días se han registrado ataques de una de estas criaturas, más grande, agresiva e insolente que el resto. La bestia se lanza sobre los viajeros desprevenidos entrando de manera atrevida en los territorios cercanos a Quel’danil. Aunque los forestales ya están tras la pista del ser, no vendría mal que alguien diera muerte al mismo y les evitase tener que perder efectivos en otros sitios más importantes. Dificultad: **** Reparaciones en la Aguja Plumargenta COMPLETADA Tras haber conseguido los materiales y la promesa de ayuda por parte de Annlethil, la carpintera, y sus dos ayudantes, el grupo finalmente puede dedicarse a finalizar con las reparaciones. Días tras día durmiendo en el suelo comienza a tornarse un incomodidad inaguantable por lo que no vendría mal aprovechar la presencia de la elfa y solicitar su ayuda para la fabricación de algunos muebles de necesidad básica. Dificultad: ** Slime en el techo COMPLETADA La aguja plumargenta en vista de ser reparada aun tiene un problema. Tras la primer excursión en la misma se creyó haber exterminado a todos los slimes que habitaban allí como una plaga, empero se han visto goteras de babas verdosas cayendo del cielo raso. Tal vez solo se trate de restos de los anteriores o aún hay un par de esas criaturas en el techo. En cualquier caso, no vendría mal verificarlo para evitar futuras sorpresas. Dificultad: ** // Listado de tareas sugeridas para el grupo asentado en Quel'danil. Abierto a modificaciones por parte de los narradores si se requiriese.
  5. 1 point
    Un perro llamado Joe La mañana era apacible, a pesar de las densas nubes que baticinaban una tormenta de verano que insistía en no despegarse de la localidad de Costasur desde hacía ya dos días, con lluvias breves pero intensas, que comenzaban tan rápido como se desvanecían. Transitaban el pinar que cobijaba el camino desdibujado rumbo a uno de los pueblos cercanos, protegidos por una carabana que vendía su resguardo a los peregrinos que comenzaban su andanza desde Costasur hacia la aún lejana Tumba de Uther. El verdor del bosque era tan intenso e imperturbable como los ojos de una víbora. Quedaba descubrir dónde escondía los colmillos. - "Tenía un perro llamado Joe, jou jou."-Cantaba Jack Willem, el dueño que aquel humilde negocio, con voz rasposa y pobremente entonada, aburrida como la vida que llevaba.-"Que cuando ladraba decía jou, jou, jou."-Gabrielle se había desinteresado totalmente tanto de la canción como de la conversación que libraba con sus dos amigos mercenarios, pero necesitaba preguntarlo. -"¿El camino es seguro?" -"Tan seguro como ese chochito en un arrabal, encanto. Estamos lejos de la zona de guerra, pero siempre hay sorpresas."-Gabrielle optó por no responder, ni tampoco se molestó en intentar restarle a esa indebida respuesta cuando Armand pareció dejárselo claro con una indirecta. Estaba tan acostumbrada a las respuestas soeces de los de baja casta que no sabía si sentirse apenada o reir por no llorar. Decidió dejarlo estar, atenta al camino. Armand continuó una superficial conversación con su guía durante unos minutos, hasta que la tranquilidad se vio perturbada por un silbido al viento. Una saeta. Un caballo derribado, un mercenario muerto y el segundo de los caballos de tiro hincando la rodilla en el suelo cuando una tercera se le hincó en el muslo. Luego, silencio. La víbora volvía a cerrar la boca y a esconder los colmillos antes de retroceder y dar otra dentellada, asomando la cabeza entre los arbustos. Cinco figuras vestidas en cuero negro y encapuchadas se revelaron instantes después. Pero ese brillo sepulcral, desalmado, solo podía ser de -"¡Renegados! ¡Armand, cubrid el flanco!"- ¿Qué acabo de hacer...? El arrojo de intentar organizar la defensa salió de ella con una exalación, un impulso inconsciente. No era premeditado, y no pudo sino castigarse por ello. ¿No habías dejado la costumbre? Tus palabras son tan firmes como la arena entre los dedos. Acalló sus pensamientos tan pronto como el enemigo comenzaró el ataque. Pronto se vieron rodeados. Jack bajó de un salto del carromato y se enzarzó con uno de ellos, así lo hizo también su compañero y Armand al otro lado del carro. Gabrielle cubrió la parte trasera del carromato, protegiendo a los peregrinos que no paraban de chillar presas del terror.Vio tanto en aquellos ojos incandescentes... Tantos recuerdos malogrados. El aire se cargó con los sonidos del metal entrechocando. Todos parecían poder mantener a ralla a su enemigo, mientras el quinto se mantenía al margen, contemplando la escena con indiferencia. Todos salvo uno. Armand tuvo el día. Ese que nadie querría tener, cuanto hiciera lo que hiciera, salía mal. Su maza no lograba alcanzar a su enemigo, que constantemente desviaba sus ataques, para devolvérselos con una fuerza atroz. Tres golpes bastaron para someter al joven paladín, momentos antes de que Gabrielle consiguiera acabar con el suyo. Jack había recibido un mal golpe en la rodilla, pero mala hierba nunca muere, y ahí seguía, peleando, así como hacía su compañero en mejores circunstancias. Cuando dejó que la punta de su espadón besase el suelo, manchada de carne correosa y sangre seca, oscura como la medianoche, Gabrielle contempló como Armand caía al suelo presa de las heridas. No tardó en acudir en su ayuda, evitando que este diera muerte al novicio. Jack cayó después, llevándose al Vacío a aquel malogrado ser consigo, y el mercenario, consiguió hacer que su enemigo retrocediera y se batiera en retirada junto a aquel que se limitó a ser espectador. Mortacechadores silenciosos que ni si quiera les brindaron palabra alguna, como si no fueran más que presas en el bosque. Conejos para un lobo. Gabrielle se arrodilló junto a Armand, y pegó su oreja a su pecho comprobando sus constantes. El mercenario no encontró rastro de vida en el cuerpo de su amigo, que maldijo a viva voz, como si su muerte hubiera sido culpa del pobre Jack que nunca volvería a incordiarle con sus cansinas canciones del folclore. Sin caballos, sin guía, se tomaron un momento de reflexión. -Y ahora... ¿Qué?-Le preguntó Gabrielle desalentada a Joe. Irónico el nombre cuanto menos, o tal vez aquella canción no era más que una broma conjunta. El mercenario desenfundó su puñal y dio muerte al animal malherido, que no paraba de bramar de agonía. Con aquel silencio, se miraron, miraron a los pasajeros, al novicio y con voz pesada y apática, optó por decidir. -Estamos cerca de Villa del Castor. Nos desviaremos del camino, pero dudo que en estas condiciones consigamos llegar a Lobrega antes del anochecer. Y no tengo ganas de tentar al lobo una segunda vez hoy. Joder.-Lanzó una patada furibunda a la rueda del carro y escondió sus manos tras la nuca, mirando al cielo, conteniendo la impotencia. Esa maldita impotencia. Llegaron a Villa del Castor en a penas media hora, intentando no detenerse en exceso. Allí, pidieron atención médica para Armand, que sin medios ni manos no pudieron hacer más que malvendarle las heridas para que no se desangrase. La fiebre no tardó en llegarle por una infección, los delirios y la consciencia intermitente. Gabrielle se pasó la mano pesadamente por el rostro, sin saber qué hacer. Qué hacer. -No puedes irte sola.-Le espetó Joe, que de la noche a la mañana se había quedado sin jefe, sin amigo y sin trabajo.-El camino es peligroso. Os mataréis los dos. -¿Qué insinuáis pues que me proponga hacer? No pienso dejarle morir. -Haz lo que te de la gana, solo era un aviso. -¿Sabéis de alguien que esté dispuesto a alquilar una montura hasta Lobrega? -Depende de lo que te urja. Se inteligente y que no se te note si no quieres que te desplumen como a una maldita gallina.-Gabrielle le miró sintiendo el temperamento que yacía bajo la piel. Pero prefirió tomarse unos momentos... Y no poner en medio su orgullo para que saliera herido. Suspiró pacientemente, cerrando los ojos y cerrando con más firmeza las manos entorno a la taza de té. -No sabéis cuanto siento lo de Jack. -No lo sientes.-Le cortó, no estaba arreglando nada. Pero tampoco era justo sentirse responsable por su muerte.-No le conocías.-Gabrielle volvió a alargar un tenso silencio, antes de mirar su reflejo sobre la infusión. -Gratitud por la ayuda y los servicios prestados. Si pudiera hacer algo por vos, hacédmelo saber.-Se levantó de la mesa dispuesta a marcharse a visitar a Armand, cuando en última instancia, Joe volvió a hablar. -...Si vais hacia Cártega... ¿Podrías darle esto a alguien? Gabrielle miró lo que le tendía. Armand se removía entre sueños, infectos de pesadillas. La fiebre no le dejaba dormir, pero tampoco mantenerse en vigilia. Lo observó en silencio unos instantes, reticente a despertarle, o a alarmarle, lo que fuera que pudiera provocarle. Le había visto llorar en los pocos momentos en los que estuvo despierto, apenado por la muerte de Jack y de Oel. Era tan familiar aquel sentimiento... La Compasión es la virtud más difícil de equilibrar, el gran martirio de los misericordes. Pero de eso consistía este viaje, ¿no? De superar el duelo al que todo paladín se somete, cuando deja de repetir lo aprendido y reflexiona. La naturaleza humana no nace afín a la Luz, esta, debe amoldarse, cambiarse, forjarse como el buen acero. Y esto muchas veces, conllevaba a los feligreses a librar una batalla en su mente, cuanto la imperfección humana se debate por seguir latente frente a los ideales que intentamos inculcarle. El misericorde debe aprender que no puede ayudar a todo el mundo, que incluso a veces, es mejor no intervenir. El tenaz debe impedir que su perseverancia se enferme y deforme ante la adversidad o las acciones truncadas, para tornarse impotencia, y que de ella, nazca la inquina y el resentimiento. Y el respetuoso debe aprender que no toda conducta es disculpable, o que no todo aquel que comete un error debe juzgarse sin tener en cuenta las circunstancias, conoce, y te hará fuerte. Es difícil. Todo lo es. Gabrielle le acarició la mano, y con la poca lucidez que pudo brindarle, le ayudó a vestirse, preparó el caballo y se encaminaron hacia Lobrega, con un corcel sin dientes y mucha distancia que salvar. Armand era un peso muerto recostado contra ella, obligada a alcanzar a ver algo sobre el hombro de este. Era agotador, le cargaba la lumbar, le ardían sus propias heridas... Pero él no se merecía acabar así, de esta manera. Estaba convencida de que estaba destinado a un fin mayor, rezaba porque así fuera, y poder llegar a tiempo junto a alguien que pudiera devolverle la salud. Durante el camino, le asaltaron las dudas, la pena... Y mantener el silencio era incluso más doloroso que cualquier herida física. Al final, de entre sus labios temblorosos y sus ojos empañados salieron palabras cojas, magulladas y enturbiadas, que él no oiría. Armand se removió, farfulló algo, e intentó mantenerlo consciente como fuera. Le preguntó si le gustaban los caballos, qué opinaba de ellos. Cualquier cosa que sirviera para mantenerlo consciente. Le pidió siete u ocho veces que no muriera de camino, que fuera fuerte. -Háblame, inténtalo. No te duermas.-Le insistió. -Me gusta... Caminar. Los caballos... Son útiles.-Hizo una pausa, le costaba hablar, interrumpido constantemente por una pesada tos.-¿Tú... Cómo estás? -Bien.-Dijo, la respuesta automática, la que siempre ha de ser dicha cuando a uno le preguntan eso. Le mintió, pero era mejor así. -¿A ti te gustan? -Sí, pero yo a ellos no demasiado.-Armand rió quedo. -¿Por qué...? -Los animales son muy empáticos, sobre todo los mansos. Captan el aura de las personas... Esa misma presencia que suelo inspirar en quienes me rodean, la perciben ellos también. No es que se pongan violentos conmigo, se vuelven reservados y tienden a evitarme. Conocí una vez a un maestro de canes. Seguro que habrás oido sobre ellos, de la Cruzada. Tenía una buena jauría con él. Pero a pesar de lo terribles que eran, con él se comportaban como cachorros. Admito que sentí cierta envidia. - A mi..los caballos..suelen lamerme la cara.. -Un bache le hizo perder la escasa estabilidad que tenía, casi cayéndose al suelo. Gabrielle lo mantuvo en vilo como pudo, obligándose a mantener tu peso contra ella como fuera, sentado al frente en la silla. - No estamos lejos... -Dijo, en un intento por autoconvencerse. Le facilitó algo de agua cuando la amargura de la garganta le impedía hasta hablar. - Gracias por cuidar de mi... -Le dijo en un tenue hilo de voz. -No te me mueras aquí -le pidió por duodécima vez- con eso me contento... Tienes que morir... En una gran batalla, tras purgar el mal de este mundo. Tiene que ser así.... -Creía en él. De corazón. Se le hacía inconcedible que muriera siendo tan joven.-Me recuerdas tanto a alguien... - ¿Eso es bueno...? -A mi hermano Jian. Es... Da igual lo que preguntes, un norteño embadurna sus recuerdos con el dulzor de la miel y el ácido de la sangre. -¿Mur...ió? -Sí. -Dijo en un breve desaliento, mirando al frente.-Mi consuelo fue... Que murió mucho antes del desastre. Mi fe está en que su cuerpo hoy no vague entre docenas de ellos. Era... Dulce, afectuoso, y puro de corazón. Rubio, claro... -Le apartó el pelo de la cara, compacto por la fiebre.- A pesar de que tú eres todo un hombre... Tienes esa pizca de inocencia que solo tienen los niños, mucho antes de madurar y perderla. Hay un brillo especial en tus ojos. Desearía que jamás lo perdieras. -¿Inocente...? ¿Qué quieres decir? - Me refiero a... ...-Gabrielle acalló repentinamente cuando sus sospechas se despejaron. No estaban solos, y sin más opciones, la huida era la única viable.- ... Maldita sea... Agárrate. Gabrielle espoleó al caballo y este apretó el paso con un bufido sentido. Armand alcanzó a ver un túnel, la hierba desdibujándose a su alrededor, perdiendo sus pinceladas por la velocidad. El horizonte poco a poco aplanó el relieve de las colinas, volviéndose uniforme... De nuevo las sombras y las luces, los mareos por el trote, y la fiebre hizo el resto, sumiéndole en un profundo estado de inconsciencia mientras a su alrededor todo se detuvo. El frenetismo, las pezuñas del caballo sobre la tierra batida, los alaridos de Gabrielle alentándole a apretar más el paso... Y lo que fuera que les perseguía. Rol de Costasur->Villa del Castor->Lobrega(en curso). Armand interpretado por @Thala. Habilidades: Maza pesada, reflejos, defensa, imbuir arma, advertir, tradición/historia. Gabrielle interpretada por @Psique. Habilidades: Espadón pesado, reflejos, defensa, advertir, cabalgar. Consecuencias: Armand cayó inconsciente (-4 de vida), y arrastra heridas serias que le pudieron atender malamente. Necesita atención médica, y tras recibirla, -1 a todas las acciones de atributo físico/destreza durante 2 sesiones. Tiene fiebre y debilidad por las heridas infectadas. Pedazo de penco a ver si aprender a tirar dados.
  6. 1 point
    El segundo nombre de Pan La ciudad de Floralba, centro neuralgico de la sociedad Pandaren, posiblemente el mayor de todos los asentamientos, un lugar donde todo Pandaren, jinyu, grumel o incluso Hozen puede encontrar su lugar. Labradores, vendedores, artesanos, músicos, bailarines, no hay nada ni nadie que se quede fuera, como tal, es común que incluso en las horas de trabajo, cuando las granjas circundantes han de ser atendidas, cuando las minas de jade del norte han de ser picadas y cuando es necesaria la vigilancia exhaustiva en las cervecerías para cubrir la sed de todos los pandaren que allí habitan, que la ciudad se encuentre en movimiento y animada, especialmente en la plaza principal. Corría ya la media mañana, Shanliang, tras haber terminado sus ejercicios y meditaciones, decidió dar un paseo por la ciudad, pues a pesar de ser nativo del Bosque de Jade jamás había tenido la oportunidad de visitar Floralba, y dado a la tardía hora de su llegada el día anterior tampoco había tenido tiempo de adentrarse en las maravillas de la capital Pandaren. En comparación al estilo de vida que todo acólito del Shadopan se ha acostumbrado tras años de entrenamiento en el Monasterio, Floralba exponía una deliciosa contraposición, el bullicio era constante, sin embargo no molesto, comerciantes que claman a los clientes a voz en grito, ofreciendo los mejores precios del mercado, puestos que son poco más que unas pocas maderas vendiendo comida, cerveza, bufandas, cualquier cosa que pudieras imaginar, y como no podía ser de otra manera era inevitable escuchar a los cachorros pandaren, jugando y molestando con sus correrías a todos los pobres peatones. Tal vez estuviera distraído por el bullicio, tal vez demasiado en sus propios pensamientos, como fuera, Shanliang no escuchó el ruido hasta que fue demasiado tarde, casi como si hubiera aparecido de la nada un joven Yak había comenzado a correr, asustado y furioso cargaba por la calle sin control alguno, sobre su espalda se encontraba un joven Hozen, el cual azuzaba y asustaba al animal con una larga vara de bambú mientras saltaba, reía y bailaba, divertido con los gritos de pavor de los Pandaren que corrían a apartarse del camino de la bestia, por suerte la bestia no atrapó a nadie en su embestida, sin embargo un pequeño puesto de cerveza no corrió la misma suerte, su dueño consiguió apartarse a tiempo, cayendo con la panza por delante cuando saltó, sin embargo, su pequeño puesto se vino abajo ante el envite del Yak, y la mayoría de su mercancía acabo bañando el suelo de la ciudad. Shanliang empezó a moverse con celeridad para tratar de ayudar, sin embargo vio atónito como el Yak se dirigía hacia una Pandaren, ella había visto sin lugar a dudas el Yak descontrolado, más no se apartó del camino, se quedó quieta, mirándolo fijamente. Shanliang dio por sentado que el miedo había paralizado a la pobre Pandaren y corrió tanto como le era posible, sin embargo no llegó a tiempo, y el lo sabía, era imposible que llegase a apartarla a tiempo, y ante sus ojos, la bestia envistió, más poco antes de que el Yak llegase hasta la Pandaren esta realizó unos extraños movimientos que el acólito reconoció rápidamente como el manejo del chi, y el Yak se detuvo en seco cuando chocó contra la Pandaren, la cual no se movió lo más mínimo, más un gruñido de dolor fue audible para todos los presentes. El Hozen que montaba el Yak salió disparado ante el abrupto golpe, cayendo en su vuelo directamente dentro de una olla de estofado de nabas y carne de tortuga que estaba siendo vendido en un puesto cercano. Shanliang observó como la Pandaren seguía de una pieza, y sabiendo que debía de estar bien fue rápidamente hacia el lugar donde había caído el Hozen, mientras un par de miembros del Ashigaru llegaron a la escena y comenzaron a poner algo de calma entre los curiosos transeúntes. Shanliang se encontró al Hozen nadando en la olla del estofado, disfrutando triunfal mientras comía y se remojaba como si fuera un baño totalmente deseado, El Pandaren trató de capturar al Hozen, que se resistía con toda su fuerza mientras le lanzaba nabas y caldo, empapando las ropas del pandaren, finalmente con la ayuda de uno de los Ashigaru que parecía conocer al Pandaren consiguieron reducirlo y atarlo para que se estuviera quieto. (...) -No! Pan bueno! Pedo decir que Pan no tener krakus komo para hacer enfadar Yak *El Hozen rió, feliz por su éxito y su hazaña* Ahora Pedo tener que llamarme Pan Pan! -Pan, esta vez has ido demasiado lejos, es una suerte que no haya habido ningún herido! No puedes actuar de este modo! *Le reprendió el Ashigaru mientras sujetaba al Hozen del pellejo como si fuera una cria de gato* -Khé? Pan Pan bueno, ir a jeringar a Pedo, ser idea de Pedo, Pedo ser mal miko! -Pedo no es quien ha causado todo este desastre Pan.. -Ahora ser Pan Pan! Y si Pedo no decir que Pan no tener krakus komo para jeringar Yak Pan no hacer nada, Pedo es el mal miko! *Volvió a quejarse el Hozen* Viendo que la conversación no iba a llegar a ningún lado, Shanliang le metió una naba en la boca para acallar los chillidos del mono, el ashigaru le agradeció su ayuda al Pandaren y le comentó que se dejase pasar por la taberna del Escarabajo de jade por la noche que era regentada por su familia y le invitarían a una cena deliciosa. Acto seguido Shan se dirigió hacia la Pandaren que había detenido la embestida del Yak. A su vez, Yukiko, sintiendo el dolor del envite de la bestia había conseguido calmar a la bestia mediante su conexión como seguidora de la senda del Buey Negro e inmediatamente se había puesto a ayudar al dueño del puesto que había sido destruido a recuperar lo poco que el Yak no había destruido. Cuando Shanliang llegó había otro pandaren en la escena, que parecía ser el dueño de la bestia. -De verdad que lo siento..Mishy nunca se había portado así..te pagaré los desperfectos causados... -No..no te preocupes *Suspiró el abatido pandaren ante la visión de su puesto destrozado* Llevaba un tiempo pensando en mudarme a El Alcor con mi familia.. tal vez esto sea una señal de Yu'Lon de que ha llegado el momento.. -A El Alcor has dicho? Ya se! En menos de una semana he de ir a entregar unas mercancías, te lo suplico, déjame que os lleve a ti y a tu familia, gratis.. Será mas seguro que viajar solos, además no tendréis que caminar.. -Eso si me parece un buen trato.. *Se esforzó por esbozar una sonrisa, pues era consciente de que el Pandaren no tenía la culpa de las travesuras del Hozen* Yukiko y Shanliang no tardaron en alejarse un poco de la zona y se descubrieron mutuamente como acólitos del Shadopan, entonces la Pandaren invitó a Shan a comer y beber en una posada cercana que conocía, y así se dirigieron hacia allí. Una vez en la taberna, Yukiko le dijo a Shan lo que quería y se adelantó hacia el piso de arriba, y cuando el pandaren llegó de nuevo con la comida y la bebida se encontró a la Pandaren comprobando si tenía heridas frutos del embate del Yak, se preocupó por su estado, sin embargo uno de los muchos brebajes que Yukiko llevaba consigo le amortiguó parte de ese dolor. Tras eso, los Pandaren mantuvieron una cordial charla, prácticamente compitiendo en quien podía comer más y así, se despidieron tras acabar para que Shan pudiera cambiarse y asearse, pues tenía el pelaje todo pringoso y sucio por culpa del caldo, habían quedado para visitar un santuario.. y esa no era forma de presentarse en un lugar sagrado... Lista de participantes y habilidades usadas: Yukiko ( Master, @Thala ) Brebaje del Buey, Comunión Animal, Inamovible cual Yak Shanliang ( @Psique ) Advertir/notar, Atletismo
  7. 1 point
    Un Duro Golpe. Will quería seguir aprendiendo y ser útil, sabía que su puesto en un futuro combate estaría en primera línea así pues se dispuso a hablar con Jared, tal y como Santiago le había dicho. Tras que ambos hombres tuvieran una conversación íntima sobre sueños y ambiciones, Will quería entrenar con Jared y el Escudero accedió a tal propuesta. Justo cuando iban a marchar a algún lugar más adecuado para entrenar, Santiago los avisto y se acercó, finalmente se unió a ambos hombres y los guió hasta un claro en el bosque no muy lejos del campamento, apenas un paseo. Cuando llegaron al sitio comenzaron a calentar un poco y una vez el calentamiento estuvo realizado, ambos desenfundaron sus armas y fue Will quién tomó la iniciativa del combate. Por otro lado Santiago, tomó asiento y comenzó a leer su libro de hechizos, algo más distraído del combate entre ambos hombres. Hasta el momento era lo que se esperaba Santiago, Jared dándole unos cuantos golpes a Will, sin llegar a nada serio, pero, Will, consiguió golpear a Jared fuertemente en la boca con el pomo de su arma, de la cual comenzó a sangrar abruptamente. Eso llamó la atención de Santiago y dejó el libro a un lado para centrarse en el combate. Cuando el Escudero se recuperó del golpe, centró toda su atención en Will y no le dejó si quiera respirar. Bloqueaba todos sus ataques manejando la maza con una gran maestría y sorprendente velocidad no dándole oportunidad alguna al joven Will. Finalmente un brutal golpe del Escudero directo a la cadera del joven muchacho finalizó el combate. Will quedó aturdido por varios minutos tumbado en la hierba de aquella planicie. Tanto Jared como Santiago aplicaron los primeros auxilios pertinentes a Will y más tarde llevaron a Will de vuelta a su tienda para que descansara. A Santiago le había entrado la curiosidad, él mismo se había sorprendido y no esperaba el que el Escudero fuera tan buen luchador, así que decidió retarlo a un duelo. Como se sabe del Montaraz no iba a retar a Jared sin tener un plan entre manos. Lo tenía e iba a aplicarlo durante el duelo. Una vez llegaron nuevamente al lugar, acordaron las reglas del duelo y comenzaron el combate. La rapidez del Montaraz era infinitamente superior y antes de que Jared pestañeara ya tenía al Montaraz encima de él. Aunque no le atacó, solo posó sus manos sobre la maza de Jared. El Escudero extrañado observo su maza y luego a Santiago, al ver que no ocurría nada, le proporcionó un contundente y doloroso golpe en las piernas a Santiago. Tras un pequeño quejido de dolor, el Montaraz lo volvió a intentar, posó sus manos sobre la maza de Jared y esta vez, si que funcionó. El Escudero no se esperaba ni se creía lo que estaba viendo, Santiago había transformado la cabeza de su maza, en una especie de flor. Le había dejado su maza inservible. Aún así, Jared se había visto en situaciones parecidas así que no supuso mayor problema para él. Dejó la maza en suelo y Santiago aprovechando su velocidad comenzó a fustigar a Jared que ahora se encontraba desarmado e indefenso o al menos eso creía el Montaraz. Tras una última estocada en una de las partes débiles de la armadura, Jared giró sobre si mismo y proyectó un rayo de Luz cegador a los ojos de Santiago, quedando momentáneamente sin visión, el Escudero aprovechó para desarmar al Montaraz y cuando Santiago recuperó el sentido se sentía molesto y quizá algo enfadado, así pues comenzó a dispararle flechas arcanas, mientras que Jared creaba pantallas protectoras de Luz, que servían como defensa ante los ataques mágicos del Montaraz. Finalmente el duelo se había convertido en un duelo mágico. Tanto el Montaraz como el Escudero creaban escudos mágicos para defenderse de los proyectiles de Luz o Arcanos. Hasta que en uno de ellos, Jared arrojó una descarga de Luz sobre el Montaraz, a las piernas y consiguió derribar a Santiago, el cual ya estaba demasiado fatigado y se rindió. Sin duda fue un combate exigente y cansado. Tras una charla y elogios, Santiago encendió una hoguera y pasaron unas horas ahí descansando y preparando el siguiente movimiento que llevarían a cabo en la zona. //Master: @Kario Horas: 2-3.5h aproximado. Participantes: @C0rt3x como el joven Will "Henry": Reflejos, Defensa, Espada. @SwordsMaster como el Montaraz Arcano Santiago: Reflejos, Defensa, Espada, Cuchillo, Evocación básica, Abjuración Básica, Transmutación Básica, Hierbas/Sanación. @Kario como el Escudero de la Mano Jared: Reflejos, Defensa, Maza de guerra, Reprender Esencia, Esencia Sagrada, Toque de Luz, Proteger Esencia, Crear Luz.
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