Saltar al contenido

Idunne

Roler@
  • Contenido

    12
  • Registrado

  • Última Visita

Reputación en la Comunidad

2 Neutral

2 Seguidores

Sobre Idunne

  • Rango
    Miembro
  • Cumpleaños September 11

Visitantes recientes del perfil

442 visitas al perfil
  1. // Yo me apunto! A que hora o cuando pensais ir? (Sorry, teclado ingles)
  2. Idunne

    Lynn

    Atributos 6 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 8 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 18 Mana 9 Iniciativa 7 Ataque CC Sutil (Dagas) 6 Defensa Físico Destreza 1 Dagas 1 Cabalgar 1 Sigilo Inteligencia 2 Callejeo 2 Leyes 2 Religión 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia/Cazar 1 Tradición/Historia 1 Imbuir Arma 1 Detectar Entes malvados 1 Reprender esencia Percepción 2 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Etiqueta 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones Represión
  3. Idunne

    Lynn

    Nombre: Lynn Raza: Humano Sexo: Mujer Edad: 33 Lugar de Nacimiento: Alterac Ocupación: Novicia de la Iglesia/embajadora de la Luz Historia completa Descripción física: Lynn es de estatura media y no especialmente corpulenta. Sus ojos son de un color gris oscuro, que fácilmente se podría confundir con azul. Lleva el pelo descuidado, pero relativamente corto. El color es similar al de una mesa de taberna, como madera desvencijada, y su piel es del mismo tono que el de un melocotón maduro. Las ropas que lleva están ajadas, pero hacen mención a tiempos mejores. De unos colores apagados, tales como el gris, o el blanco viejo, tanto jubón como pantalones han visto mejores días, y las manchas de viaje lo convierten en atuendo ideal para pasar desapercibido en los barrios bajos, no así en los rincones donde la aristocracia se reúne. Las botas también dan muestras de haber sido usadas durante mucho tiempo. Las pocas piezas de armadura en cambio, pese a sí tener notas de vejez, está en condiciones óptimas, así como sus armas. Si bien no son las más bonitas del mercado, su utilidad, da la sensación, ha sido validada en más de una ocasión. Cualquiera que vea a Lynn caminar, sin embargo, sería consciente de que no acostumbra a pasar desapercibida. Su porte es regio y serio, con una mirada inquisitiva y dura: Sin ninguna duda, ha recibido algún tipo de entrenamiento marcial. Una característica distintiva es la sucesión de marcas en su antebrazo izquierdo. La visión inexperta podría afirmar que alguna bestia salvaje lo mordió. Alguien que lo mirara con detenimiento observaría que los cortes que se ubican en solo una zona, han sido hechos con un acero, y que bajo ellos todavía se distingue la tinta de un tatuaje. Un examen exhaustivo podría inferir que dicho tatuaje no era tal, sino una marca de hierro, y que esta tenía la forma de un ave. Descripción psíquica: Lynn habla poco. En parte para no mostrar que es de Alterac, en parte porque no tiene mucho que decir. Ha sufrido mucho. Habla no muy alto y mantiene una actitud distante. Esto no significa que no sepa montar un buen follón si hay que hacerlo, o que no sepa hacerse notar. Simplemente prefiere no hacerlo. Lynn es cauta en su juicio, pero implacable. Esto no lo hace estúpido. Su máxima no implica inmediatez en la muerte (sí que reniega del sadismo), sino utilidad. Si un pecador mediocre pudiera ser útil para eliminar a un pecador mayor, no dudaría un instante en perdonarle la vida al primero... temporalmente. Ella es jurado, juez y verdugo, pero no considera que la pena tenga que resolverse de inmediato. Historia Tras leer el informe acerca de su hermano, acusado de herejía, Lynn dio un largo suspiro. Aquella no iba a ser tarea fácil, pero, en el fondo, nada en su vida lo había sido. Se reclinó sobre la silla, puso las pesadas botas sobre la mesa y pasó sus manos por su nuca. Todo lo que había escrito en el informe acerca de la vida pasada de Damian era real. Ella tenía un hermano que había sido el sexto, y entre medias estaba el pobre... ¿Wilbur? ¿Gilbert? Lynn no lo recordaba con claridad. Hacía mucho tiempo que no pensaba en ninguno de ellos. Hacía mucho tiempo que no volvía la vista atrás. Su padre había sido una persona bastante mediocre, pero honrado. Luchó durante la primera guerra, y se le recibió de vuelta en Alterac con honores. Cuando estalló la segunda guerra, la traición de Perenolde, él estuvo al frente de la defensa de la ciudad, mientras que el resto de la familia huyó... Alanna, que por aquel entonces contaba con ocho o nueve años (la verdad, cuando no se tiene qué celebrar, los años pasan de manera bastante inocua), se sintió bastante confusa, sin saber qué sería de ellos y cómo haría su madre, Elynne, para cuidarlos a todos. Recordó también que había seguido a su madre hasta los cimientos de la nueva gran Catedral de Ventormenta, posiblemente el hogar del Arzobispo Benedictus, asesino de su padre. El padre Bellecio los recibió y aceptó como refugiados de guerra. Si alguien pudiera acceder a las memorias de Lynn, recordaría cómo, en una de las noches, Elynne fue descubierta por su hija en el lecho con un hombre en las sombras. Y, si alguien pudiera verla ahora mismo donde está, podría ver unos ojos profundos y llenos de tristeza. Del tiempo entre ese momento y cuando comenzó a trabajar en una de las primeras tabernas de la ciudad, el Cordero degollado, apenas tiene memorias. Recuerda fugarse de la re-incipiente ciudad, renegando para siempre de su madre tras aquella noche, y recuerda, si hace un esfuerzo, que antes era una muchacha viva y observadora, que velaba por sus dos hermanos (los dos que le quedaban puesto que el resto habían muerto a lo largo de los años que fueron pasando) y que encontraba pan donde otros no veían nada. El Cordero marcó un antes y un después en su historia. Obligada a trabajar hasta altas horas de la noche, lidiando con más de uno y más de dos indeseables, Lynn se cambió el nombre. En realidad, el nombre de Lynn se lo puso un cliente, un hombre gordo y sudoroso que quería llamarla como su ex-mujer, que le había abandonado por su dependencia a las posadas y a las apuestas. Le prometió el oro y el orco, y más de una y más de dos veces esperaba a que ella acabara su turno para intentar colarse en su alcoba. Todas las veces se negó, y todas las veces él se mostró airado y ligeramente irascible, aunque tampoco es que en el Cordero se mezclara la flor y nata de Ventormenta. El posadero que regentaba el local era simpático y agradable, aunque siempre con un deje egoísta en sus intenciones, escogiendo siempre para sí los mejores trozos y favoreciendo según sus preferencias personales. Sin embargo, nunca preguntó por su procedencia, ni por esos cortes que tenía en el brazo. Lynn se rascó el brazo inconscientemente. Aquel tatuaje le había traído muchas desgracias a lo largo del tiempo. El águila de Alterac, se dio cuenta en su juventud, no era un símbolo bien recibido en la ciudad. Pero un día sucedió lo intevitable. Si alguien hubiera podido leer la mente a Lynn sabría que recordar ese momento era uno de los pocos eventos que hacían que sus ojos, normalmente imperturbables, se oscurecieran y se enturbiaran con ira. Un cliente, ojos marrones, cabello rojo, orejas de soplillo, daga en el cinto, saco de monedas vacío, jubón de cuero, camisa azul, pantalones raídos y botas desgastadas, decidió que sería divertido hacerle ver que la belleza era algo que se iba en un abrir y cerrar de ojos, tras haberle rechazado durante varias noches seguidas. Una de ellas, la siguió por los callejones del mercado... Lynn se levantó de la silla y se miró en el espejo del lúgubre despacho. Iluminada por unas velas, se acarició las cicatrices que ese bastardo (literal y metafóricamente) le había dejado en la cara. La ira que le consumía todo su ser solo pudo ser aplacada clavando esa daga en el pecho de aquel hombre. Una, dos y tres veces, cada día lo recordaba en sueños. Cuando el posadero comprendió qué había pasado la echó del local para no volver jamás. Ella agarró la puerta y se mantuvo silenciosa todo el tiempo. Desesperada y sin saber qué hacer, Lynn fue al único sitio que recordaba como lugar de ayuda. Bellecio, aquél que se hizo cargo de su familia la primera vez, no dijo nada. La cogió de la mano y la instruyó en las antiguas vías de la Luz. Sus manos, acostumbradas al trabajo manual, no tuvieron problema en entender que una daga y un cuchillo de cocina son, esencialmente, lo mismo, especialmente si se usan para defenderse. Su mente, sin embargo, era una tábula rasa. Le costaba aprender, dado el trauma que había sufrido. Benedictus decidió que, pese a ser una mujer observadora y analítica, había perdido las capacidades emotivas. Carecía de cualquier tipo de empatía. Esto, le dijo, era un problema, ya que el estudio de la Luz requería de una capacidad de socialización importante. De esta manera, y movida por el miedo a perder su refugio, Lynn aprendió a teatralizar emociones y situaciones. No era la mejor, pero podía hacerse pasar por alguien normal. Reservada, pero no incómoda. Silenciosa, pero no enervante. Frente al espejo, con una sonrisa irónica, Lynn impostó una reverencia mientras murmuraba ligeramente "mi señor". Miró por última vez el informe. Su hermano era, con casi toda probabilidad, su último nexo de unión con su familia pasada. Al parecer, su madre había muerto hacía algunos años por la Plaga. Si dejó alguna nota, nunca se le notificó. La Plaga también había acabado con mucha de la gente con la que había llegado a trabar algo similar a una amistad, y ella misma había visto a los no-muertos en alguna ocasión, especialmente durante su entrenamiento. Nunca tuvo ningún reparo en enviarlos al descanso eterno, si es que tal cosa existía. Lo que a ella le preocupaba era que desaparecieran una vez fueran inútiles. Suspiró, y tras un movimiento calculado, arrojó el informe al fuego. Hoy era un día importante. Era su ordenación como iniciada, finalmente. Forzó su mejor sonrisa, y supo que a partir de ahora sería Novicia y embajadora de la Luz.
  4. ¡Gracias a todo el mundo por la bienvenida! Ya he mandado la ficha y la historia, a ver qué tal @Curly, ¡sí! En Servers como TorreOscura, Ultima Iberia o Senderos de Cenizas, por ponerte unos pocos ejemplos, se roleaba, y, en mi opinión, muy entretenidos. De hecho, me gustó más que en el server de rol de GPLP que había, por ejemplo. Al núcleo duro de NW nunca llegué a poder jugar, y el NWO no era para nada lo mismo...
  5. ¡Hola a todo el mundo! Aunque jugaré un poco casual, espero encontrarme aquí con gente con la que disfrutar de unas cuantas escenas de rol buenas. Experiencia rolera tengo algo, en PC menos (UO y algún que otro server de WoW), pero esta es la primera vez que uso dados para PC. Espero hacerlo bien. Un saludo!
×
×
  • Crear Nuevo...