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Nathan

Roler@
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  1. SImplemente que usar potenciar/canalizar/ o hacer ritual sea un "trigger" para que otros usuarios de magia puedan percibirlo. El por qué: especialización o sensibilización del personaje a X fuente mágica. El cómo pues a gusto del master. Puedes considerar que el jugador o el npc enemigo tienen un minimo de maestria con detectar X energia y hacerlo de forma pasiva, no encontrando al que lanza el hechizo pero si poniendose alerta con todo lo que conlleva. Una tirada de detectar energía con las mismas reglas que hay en el sistema de mágia, etc. La idea de que el adivinador pueda obtener esto como habilidad también me parece interesante y lo haría bastante imprescindible según que viajes/misiones.
  2. Es una sugerencia simple. Que las acciones de potenciar/reducir la dificultad de los hechizos (esfuerzo extra, canalización, ritual) conlleven llamar la atención de otros usuarios mágicos o entes. Si un mago extrae energía arcana extra o lo hace durante un periodo prolongado, pues que otro usuario con la habilidad detectar magia próximo pueda pillarlo. En el caso de energías contrarias como la luz-vacio, etc. Por lo general uno puede percibir esta clases de cosas cuando usa deliberadamente la habilidad. Sin embargo opino que con el desarrollo de estas habilidades de rastreo extra-sensoriales , cuando estas energías se desatan o concentran de forma extraordinaria llamarían la atención a alguien ya sensibilizado por así decirlo, funcionando a la manera del oído/visto u olfato del adv/notar. Además da un elemento de calculo de ganancias/perdidas bastante interesante a quien quiere lanzar un hechizo con la certeza de no fallar pero que se expone a ser detectado. Tampoco propongo un sistema reglado de dificultades/distancias, como mucho habilidad pasiva desbloqueable una vez alcanzado un rango de maestría con la habilidad detectar X (para arcano, luz, vil, vacío, etc.). Por ahora lo presento más como una opción orientativa para el master que lo vea oportuno.
  3. Nathan

    Raeg Lobo Gélido

    Nombre del Personaje Raeg Edad 39 Altura 2.1 Peso140 Lugar de Nacimiento En algún lugar de Reinos del Este Ocupación chamán iniciado del clan Lobo Gélido, herbólogo, sanador Descripción Física Tiene rostro adulto con ojos oscuros finos, casi cerrados, envueltos en ojeras amplias juntos a unos pómulos marcados, una mandíbula poco prominente de la que cuelga una barba desarreglada y colmillos bastante sobresalientes. La nariz es algo ancha y aguileña sin llegar a la exageración. Su pelo es de un oscuro azabache acabado en una cómoda trenza. Resalta el pico de su oreja derecha, el cual ha desaparecido dejando una cicatriz. La curvatura de su espalda no está tan marcada en comparación con el resto de su raza y sumado a su musculatura poco desarrollada por el combate le da un aspecto más estilizado y fibroso que el del prototípico macho orco. Descripción Psíquica Leal al clan y las tradiciones. Pragmático, amigable, generoso y difícil de provocar. Dado al entendimiento pero sin miedo a tomar la iniciativa ante el conflicto. Contemplativo hasta el aburrimiento, pero gusta de retozar y ser risueño en buena compañía. Soberbio y burlón si cree estar en lo cierto. Historia Una nube de alas grises descendían al festín de un carromato de refugiados orcos. Páramo de lanzas partidas, donde la sangre se confundía entre las amapolas y un sin cesar de pisadas de acero embarradas coronaban un sendero no muy lejano a las nevadas cumbres de Alterac; donde habría de esperar refugio y paz hallaron los dichosos orcos la muerte o algo peor para algunos: los campos de concentración. Una hueste de exploradores Lobo Gélido descendió cauta guiándose por las aves carroñeras que bailaban en círculo sobre orcos y humanos, aunque en menor número estos últimos. No encontraron nada cerca del carromato pero el alboroto de dos buitres tras unos matorrales próximos a una escarpada ladera llamó su atención. Las rapaces peleaban por la carne de un niño malherido y desnutrido que a sus ojos de animal destilaba muerte. A su lado y entre famélicos movimientos en un intento de salvar al pequeño estaba una niña joven, su hermana mayor. ****** Raeg fue criado como hijo del clan Lobo Gelido, fiel a las tradiciones orcas e inmáculos de la sangre de demonio. Todo el tiempo que estuvo malnutrido y herido por la batalla afecto su desarrollo, siendo visto como alguien débil y como tal capaz de contagiar su mismo estigma al resto del clan, pero la compasión que reputan los Lobo Gélido amparó su difícil condición. Con consciencia temprana de ello y agradecido al clan por una gran deuda honor se esforzó por integrarse, ser útil en tiempos difíciles para los orcos. Entre tensiones fronterizas con los humanos tras la Segunda Guerra se volcó al clan y sus tradiciones. Le gustaba de contemplar como los picos montañosos cambiaban de manto con las estaciones, como las nubes las envolvían y rompían como un barco contra el arrecife, estos eran sus momentos para sí mientras que su hermana Throrgha, que le superaba en todo cuando esperarían de un guerrero, se mantenía próxima sin dejar de golpear al aire con su arma en un improvisado combate contra la imagen de todo aquel que atentara contra su clan y en rechazo a la actitud de su hermano menor. En uno de estos claros en el trabajo del clan Raeg fue asaltado por un lobo huargo salvaje, muy amenazador para alguien en su estado de salud y de no ser por su hermana hoy la historia habría acabado. Para recordarle su debilidad, Throrgha le regaló un puño hecho con los colmillos afilados y después reforzados de aquel huargo. La reconciliación duró hasta el año 20, cuando ante los rumores de la partida de Thrall y la liberación de su gente de los campos se separaron: Throrgha tenía una visión de conquista de su pueblo y esperanza de reencontrarse con sus padres, Raeg dudaba de la imagen del futuro de su hermana y como un lobezno asustado prefirió la calidez de la madriguera. Conforme crecía, ya separado de su hermana, empezaba a seguir a los recolectores por las inmediateces de su hogar de Alterac en busca de hierbas con las que hacer ungüentos útiles, aprendiendo a diferenciarlas entre si y su usos. No solo hierbas medicinales, sino espirituales y tradicionales, para usarla en los ritos del clan o para los más chamanes de su tribu. Fue en estos contactos, una vez ya pasada su adolescencia orca, donde sintió el llamar de sus ancestros para que en el futuro ocupara un puente entre ellos y el porvenir de su pueblo. Aprendió de las tradiciones chamanísticas tan bien salvaguardadas por los Lobo Gélido, las referentes al trato con los ancestros y al equilibrio elemental, en busca de clarividencia pero aún era demasiado joven. Sabía lo que estaba por venir: el Om´riggor. Las expectativas de muchos guerreros del clan eran nulas y lo aceptaba, de nada le servía dedicarse a la cultura del clan si no era capaz de comulgar con ellas. Se preparó para ello durante dos años, haciendo su cuerpo a aquello que aspiraba, inspirándose en las historias de sus antepasados a un lado y a otro del Portal Oscuro. ****** Los copos que caían entre guerrero y presa se derretían en el vaho de sus acelerados pechos. El suelo empieza a tiznarse de bermellón a los pies de la lupina bestia que saca los colmillos ante un joven desprovisto solo de un puño que extiende ante la amenaza del huargo. Un salto inesperado fruto del instinto de supervivencia más profundo sorprende a Raeg quien se deja caer sobre la nieve. El peso del huargo hunde los colmillos de su propia raza en su costillar melenudo y denso que se desinfla seguido de un alarido. La sangre emana como de un manantial y cubre todo. Raeg permanece debajo del huargo unos instantes, en un trance que le embarga. El calor del animal le protege de la tempestad que arrecia pero sabe que si se mantiene ahí no volverá a levantarse y no se ganará un sitio entre los suyos ni aquí ni en el más allá. Quien clavó sobre su pecho a la muerte se ha levantado ahora en su sangre como adulto que pronto se topó con su primera responsabilidad. Aullidos, no lejos del cuerpo de la asombrosa huargo, gemidos pequeños que parecían más graves de lo que eran dentro de la roca de la nevada ladera. Una cría en su nido, al resguardo de la intemperie pero sin el calor de una madre. Los débiles no tenían lugar en el mundo, pero Raeg le había arrebatado a aquel cachorro la oportunidad que la naturaleza otorgaba a todos para demostrar su valor: la familia, el clan. Él fue un día aquel cachorro, herido, solitario y débil, pero ahora era un Lobo Gélido más y por tanto debía de cuidar del resto, empezando por el pequeño huargo. Raeg tomó a la cría en su embozo y rellenó un cuenco ceremonial con la sangre de su difunta madre, a quien desde la altura de los brazos de Raeg olisqueaba y aún lamentaba. La chamana que le guiaba en su Om´riggor quedó satisfecha con el sabor de la sangre. Ahora que es un adulto reconocido en el clan Raeg decide viajar al otro lado del Mar para ver el destino que ha cumplido su gente y a él mismo le aguarda. ***** - ¿Hueles eso Kossar? ¿lo sientes? - Raeg apoyó su brazo en la crin del huargo, la cual descansaba en la barandilla de la cubierta, y levantó la cabeza desde la escotilla para mirar las nubes que el zeppelin goblin partía en su descenso y dejarse embargar por el aroma del aire adusto que traía el recuerdo de la tierra seca, el sol a sus espaldas y los cuentos en las hogueras de los Filo Ardientes durante el Agaka-Than. El orco sintió una grave tensión en su cuerpo que le trajo al presente. La primera vez, mucho más joven e ingenuo, sintió en su espíritu una bienvenida mucho más acogedora. Él era un huésped en Kalimdor al igual que lo eran los orcos que buscaron un nuevo hogar al otro lado del mar siguiendo a Thrall. Ahora sin embargo sentía un fuerte rechazo, una violencia que no se podía gobernar y aumentaba con el descenso del zeppelin. Dejando atrás las nubes, el sol refulgió sobre el metal de la proa y su brillo colisionaba con la imagen de Orgrimmar desde las alturas. Cuanto había cambiado la ciudad, y con ella los orcos que la habitaban. Aquel clan de clanes sin pasado ni ancestros. Donde el futuro ya no se indagaba en el fuego sagrado: se forjaba en los hornos y serrerías de guerra, en los circulas de combate, en los mercados llenos de vida y trasiego, en callejones donde tanto viejos como nuevas amenazas conjuraban en idiomas que solo sirven para adular con promesas engañosas. Orgrimmar y sus hijos tenían espíritu y forma de ser propia como cada clan. Y cuando algo tiene espíritu hay que acompañarlo, nunca enfrentarlo. Con el silencio de los elementos y la voz de los espíritus ancestrales extraviada la guerra era la única salida. En el momento adecuado, bajo el mando del Jefe de Guerra Orco apropiado, habían surgido como sombras del pasado aquellos que quebraban la voluntad de los elementos para su beneficio. Orgrimmar tenía sed y el cuerno del que le ofrecían beber era apetecible. ¿Cuánto deberían de pagar esta vez por beber de él? Sus viajes con la compañía del mago Danforth le habían mostrado lo profundo y antiguo que era el débil equilibrio elemental. Como poderes que se le espaciaban a la comprensión pretendían alterarlo, desde dentro y fuera de los planos. Temió silencio y la turbación elemental que experimentó en aquellos momentos se volvieran permanentes para todos ellos. Hostigado por todo esto y fuera de sí Raeg trató de traer las viejas tradiciones y cambiar desde fuera a sus hermanos del otro lado del mar. Desafió el consejo de los sabios que estaban de su lado, enfrentó y se expuso a las cábalas, mortificaba de más a los orcos de a pie. Hizo más enemigos a su causa de la que debiera, faltó para con los chamanes, expuso a sus últimos amigos al escarnio público y la vergüenza cuando estos dieron la cara por él. En sus sueños el propio rostro de Kossar le seguía observando desde lo alto de un poste erguido para exponerlo no lejos del Cruce. Cuando el zeppelin empezó a maniobrar para ajustarse a la plataforma de aterrizaje Raeg tomó el embozo de huargo plateado que había colocado en la barandilla para que observará su vuelta a Kalimdor junto a él. Observó los ojos vacíos, antes llenos de inteligencia y audaces, de quien fuera su compañero del alma. - Estamos de vuelta
  4. Nathan

    Raeg Lobo Gélido

    Nombre: Raeg Atributos6 Físico7 Destreza6 Inteligencia9 Espíritu5 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida36 Mana6 Iniciativa9 Ataque CC Sutil (Combate desarmado defensivo)9 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 2 CC defensivo 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna (Mamíferos) 1 Leyes (Honor Orco) 2 Religión (Chamanismo) 1 Cirugía/Anatomía 1 Supervivencia 1 Sanación/Hierbas 2 Conocimientos/Historia (Clanes Orcos) Espíritu 1 Voluntad 1 Detectar Espiritus 1 Barrera Elemental 1 Introspección espiritual 1 Llamada elemental 1 Pacificación elemental 1 Detección elemental 1 Toque Elemental 1 Purificación elemental Percepción 1 Advertir/Notar 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones --- Chamanismo --- --Elemental-- Nombre: Grisha - Máscota Joven huargo de Raeg Atributos4 Físico3 Destreza3 Inteligencia3 Espíritu4 Percepción Valores de Combate 16 Puntos de vida 12 Mana5 Iniciativa6 Ataque CC (Ataque)5 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo 2 Ataque Destreza 2 Defensa 1 Sigilo Inteligencia Espíritu 1 Voluntad Percepción 2 Advertir/Notar 1 Rastrear 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  5. Nathan

    Vanlinthas Guardiafugaz

    Un jardín embotellado e iluminado por volutas arcanas se extendía bajo las cavernarias entrañas de Eldre´Thalas, enraizando gracias a las energías y altos secretos arcanos que los Altonato habían preservado en su exilio. Sin embargo los colores eran de imperecederos opacos, caducos brillos y con respiración otoñal, todo desde que la familia Alalta se instaló en aquellos aposentos lejanos a los hijos de las estrellas que no toleraban más lo arcano. Nuevos retoños de aquellos altos elfos escondidos bajo la noche que extendían las cúpulas de la vieja ciudad elfica se regocijaban en aquel vergel, disfrutando los primeros años de sus largas vidas, ajenos al destino y a las lecciones que estarían por aprender sobre su posición en Eldre´Thalas. Cuatro pequeños elfos corriendo e intercambiando historias mientras rodeaban las pieles rugosas de los arboles del jardín de la familia Alalta. Pero uno de ellos no era de esta noble familia, si no que pertenecia a una estirpe menor que por una larga y sólida historia historia de disputas y traiciones acabó heredando el deber de defender a los Alalta , sin más sino que el de la espada y la servidumbre. Privados de las más altas esferas de nobleza y aspiraciones de grandes dotes arcanas, esta familia convivió próxima a los Alalta, pero no todas las estancias le eran permitidas más allá de su labor protectora y táctica. ************************************ Vanlithas ocupaba su puesto en la entrada sur de los jardines arcanos de los Alalta. Había perdido la cuenta de los años que había estado dispuesto bajo aquel pequeño pero elegante arco de mármol decorado con volutas flotantes y enredaderas afiladas cada vez más mustias. Había olvidado el número de adoquines que alcanzaba a observar y contaba hasta la lejanía del pasillo. Había visto pasar a todos y cada uno de los miembros de los Alalta venir por aquel túnel de piedra gris para meditar, discutir, conspirar con otras familias, practicar magia, todo ello alegres, decaídos, joviales o decrépitos. Todos y cada uno a excepción de los tres hijos del patriarca de la familia, para quienes el jardín era la última frontera entre la seguridad de su hogar bajo la piedra y la fatalidad que se respiraba en Eldre´Thalas durante las últimas décadas. Así era que Vanlithas reconocía la voz de los tres, pero sus rostros no habían cambiado desde que gozaban sus primeros años en aquel mismo jardín, casi una centena atrás. Tardó varias décadas en comprender su lugar y renegar de sus ambiciones pues luchaba contra el peso de la servidumbre como la roca que se niega a que el agua avance por sus poros. No podía evitar mirar atrás en busca de sus compañeros de infancia y tras ello sentir remordimientos por faltar a su deber para ellos. Desearlos, desear otra vida, era renunciar a su juramento y con ello desistir en su protección. Abandonar sería abandonarlos a ellos y poner en peligro el reducto de paz que eran aquellos muros, y no acabó habiendo otra forma de protegerlos que la de servir y jurar lealtad. Pese a que el agua tardó en perforar la piedra, pronto el amor puro e incondicional que le mantenía impertérrito guardando aquel jardín día tras día tomó la forma de un bastión de acatamiento, conformidad y paciencia. Fiel y radical de los altos elfos, guardian de los muros, los que dentro moraban y en especial de los Alalta. Inmediatamente antes de los jardines, cruce de caminos al resto de estancias de la familia Alalta, se encontraban los humildes barracones y el patio donde se formaban los hijos de los Guardiafugaz y cumplían para los Alalta y el resto de Eldre´Thalas. Allí Vanlithas siguío un estricto código y preparación que era llevado con orgullo por los Guarciafugaz como el emblema de su nobleza e identidad pese a su rendición a los Alalta. La moderada y limitada forma que tenían para acceder a la magia pasaba por sus momentos más austeros a medida que la situación era más inestable en Eldre´Thalas dado el mantenimiento del demonio Immol'thar. Pese a los años que los Guardiafugaz habían desarrollado la abjuración y adivinación a los que los Alalta les habían permitido practicar, Vanlithas estudió aquello que solo se le permitía con resignación pues las exigencias de los Alalta hacían resquebrajarse la escasa lealtad que comenzaba a guardar la familia Guardiafugaz. Su servicio y acatamiento se mantenía intacto, pero no así el de todos. Ocurría que mientras Vanlithas estaba en su vigilia, guardando el jardín mientras a sus espaldas aquel vergel era lugar de clases de mágia, reuniones con otras familias o momentos de regocijo privados, este era perturbado de su guardia y tentado con los frutos dorados que le habían sido negados. Era observado o referido con petulancia, a veces con vanidad, y se daba cuenta de ello pese a que los emisores así no lo creyeran, pues era parte de su deber estar atento a todo. Alguna de esas veces era perturbada por los mismos hijos del patriarca, y aunque a veces la amenidad de estos era para él un recuerdo lacerante de su posición, otras suscitaban añoranza por otro destino. Lathaél, el mayor de los hermanos Alalta, fue el primero en salir al haber alcanzado su madurez y por deseos de su padre, para tener un agente fiel en las otras instancia de Eldre´Thalas. A su vuelta y paso por la entrada del jardín Vanlathiel observo un rostro frio e impasible que ni si quiera se conmovió por su presencia al pasar, del que no se podría decir si había reconocido o no a su viejo amigo o si eso le importaba. Casi tras cien años de guardia su voz era la que menos habóa oído, y por sus mensajes cortos y serenos podía imaginar en que clase de persona se había convertido, pero Vanlithas pocas veces permitía imaginar con el pasado. De parte de Ilnie, la pequeña de los Alalta, recibía altanería y desidia al igual que el resto de sirvientes e instructores de la joven, por lo que prefería el silencio indiferente de Lathaél que los dardos de vergüenza de Ilnie. Y pese a ello sentía devoción y respeto por ellos como moradores de aquellos muros que había protegido durante casi una centena. Sentía sus logros como victorias y sus contratiempos como una piedra atada al cuello que arrastraba. La segunda hija, Teraltha, fue la única que siempre supo que el elfo que guardaba aquella puerta era Vanlithas. Podrían pasar años, pero en algún momento Teraltha se aproximaba a Vanlithas. Pronto las charlas abiertas e inocentes fueron corregidas con severidad militar en Vanlithas, y aquellos acercamientos ,que suponían un agravio, tomaron formas discretas y bienintencionadas. Cuando estudiaba en el jardín sentaba en un banco de piedra cercano a la entrada , a la luz de una voluta arcana, para leer los tomos de la familia Alalta y estar cerca de él, sin decir nada o si quiera mirarlo por las circunstancias de las que eran cómplices. Hablaba y discutía con sus hermanos o sirvientes cerca de él, para que formara parte desde lo recóndito y supiera lo que ocurría en Eldre´Thalas, compartir saber, o simplemente tener compañía. A medida que la belleza de Eldre´Thalas y su magnificiencia se apagaba así también la familia Alalta como la lealtad de los Guardiafugaz. La desapariciones de muchos de ellos habían puesto al patrianca en alerta y empleó cualquier herramienta a su alcance por su hegemonía, incluido sus hijos. Vanlithas fue destinado a escoltarlos dentro y fuera de las instalaciones de la familia para protegerlos de las sospechas sospechas reinante en el hogar de los Altonatos. Los Alalta se aferraron a la lealtad de los Guardiafugaz cuando los Shen´Dralar y el príncipe Tortheldrin perdieron el rumbo, y ese fue su mayor error. ******* Vanlithas y dos guardias más rodeaban a Teraltha, los cuatro corriendo a lo largo de una maraña de pasillos de piedra en la que rebotaban unos gritos con un origen incierto. Siguiendo una estela de humo salieron hasta el jardín, donde se encontrarían con el resto de la familia para huir de Eldre´Thalas y no volver jamás. Al pasar dejar atrás la penumbra del pasillo fueron deslumbrados por una escena de combate y llamas que arrasaban el vergel mientras las huestes del príncipe entraban. Guardiafugaz y Alalta luchando o escapando, cada uno eligiendo nuevas lealtades a cada paso que daban en medio de aquella mortandad. Vanlithas abandonó la formación para lanzarse al caos y abrir un camino. Tras retirar una estocada, abrir un hueco bajo su escudo y ensartar a su primer contrincante Vanlithas se tornó para ordenar el avance de la escolta pero se encontró con el cuerpo de Teraltha casi horizontal y en el suelo por completo, mientras se sujetaba a la lanza que por detrás le había ensartado mientras uno de sus escoltas la sujetaba tras forcejear. Lo siguiente que Vanlithas sintió fue un silbido hacia su cabeza mientras se giraba, un contundente golpe y la oscuridad. Cuando Vanthias despertó estaba en un barco que partía desde la costa de Feralas, rumbo al norte, en el nuevo exilio.
  6. Nombre: Vanlinthas Guardia fugaz Atributos7 Físico7 Destreza7 Inteligencia6 Espíritu6 PercepciónValores de combate28 Puntos de vida28 Mana7 Iniciativa10 Ataque CC Sutil (Espada pesada)9 Ataque CC Sutil (Lanza ligera)8 Ataque CC Sutil (Cuchillo)9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo - Golpe de escudo Destreza 3 Espada pesada/guja pesada 2 Lanza ligera 1 Cuchillo 2 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Arquitectura 1 Supervivencia 1 Conocimientos/Historia (Magia Arcana) 2 Abjuración básica 2 Supresión arcana 1 Detectar energía arcana 2 Cadenas mágicas Espíritu 1 Voluntad Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Etiqueta 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones Abjuración
  7. Venimos por el rol. Nos que damos por las risas y ver quien gana más likes. Inicio el post que asienta el segundo pilar de la comunidad.
  8. Que tus roles sean largos y escasos tus contratiempos. En su día pensé como después de toda la movida con la sangre de demonio, la desaparición de clanes, perder el contacto con sus raices y la posterior diaspora tras ser liberados de los campos de concentración, ningún orco tuvo la gran idea de que quizás dejar por escrito o crear alguna institución que se encargue de recuperar y guardar todo el conocimiento perdido. Algo así como WikiOrc para todos, por que esperar a que el anciano de turno cuente historias alrededor del fuego es muy boomer. Btw, bienvenido.
  9. Nathan

    Ylhir´Ios

    Atributos6 Físico6 Destreza7 Inteligencia7 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida21 Mana8 Iniciativa6 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Leyes 1 Sanación/Hierbas 2 Cirugía/Anatomía 1 Supervivencia 1 Tradición/Historia 1 Encantamiento básico 1 Transmutación básica 1 Sastrería 1 Cocina Percepción 1 Advertir/Notar 1 Bailar 1 Buscar 1 Callejeo 1 Comercio 1 Disfraz 2 Etiqueta 1 Música 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones
  10. Que tus días sean largos y escasos tus contratiempos en el servidor. A tu disposición.
  11. @Bastián Para la primera pregunta:
  12. Que tus días sean largos y escasos tus contratiempos en PyE. Ante cualquier duda: Discord, Guias y El Archivium. Nos vemos pronto ingame.
  13. Que tus días sean largos y escasos tus contratiempos en PyE. Ante cualquier duda: Discord, Guías y Archivium. Mola tu proyecto trol así que a ver si poco a poco prospera. Nos vemos pronto ingame.
  14. Que tus días sean largos y escasos tus contratiempos en el servidor. Ante cualquier duda: discord, Archivium o guías de la comunidad. Espero verte pronto ingame.
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