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SwordsMaster

Roler@
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  1. Hazlo por tu Bro Las murallas de Costasur habían quedado ya atrás. El Montaraz avanzaba impasible a lo largo del camino que se dirigía al norte del pueblo. La lluvia caía desde arriba bajo el cielo oscurecido por la caída de la noche, mientras el viento se colaba por entre los altos pinos que conformaban un bosque, sacudiendo el manto del explorador y ayudando a calar el frío y el agua por entre su ropa y armadura. Su rostro cubierto y la gruesa capucha como única protección para su cabeza de las inclemencias del clima. La larga marcha para traer de vuelta a su aprendiz, compañero y hermano había comenzado. Tras una larga caminata, el camino se acababa y se dividía en dos en ambas direcciones, este y oeste. Su camino en la relativa seguridad de los caminos acababa allí. Continuó su avance al norte, por entre los bosques de pinos, esperando dar con la primera pista relativa a los rebeldes. El camino era silvestre y de difícil tránsito para alguien inexperimentado, pero no era nada que el explorador del norte no hubiese visto antes en sus propias tierras natales. Acabó llegando a la zona donde los informes de los exploradores de la guarnición local de Costasur habían dicho avistar las huellas marcadas en el terreno seco. Por supuesto, este rastro estaba ahora siendo borrado por la incesante lluvia y era difícil de seguir, reduciéndose la mayoría de las huellas a nada, y las que aún quedaban se limitaban a ser un agujero deforme en el barro con forma de bota. Aunque el cabo pudo seguir un pequeño tramo el rastro en dirección oeste, pronto este se le hizo imposible de seguir y perdió el rumbo. Pero aún tenía otro rastro más tangible al que aferrarse. Desde su localización, tomó rumbo al sur-oeste con la esperanza de dar con la zona espesa en flora, con arbustos rotos y rastros de que alguien se hubiese abierto paso por allí: donde habían encontrado el trozo de tela rasgado. Pero, a pesar de sus mejores esfuerzos, el lugar descrito por los exploradores de Costasur escapaba a su capacidad de búsqueda. Tras un largo rato andando en la misma dirección, se hizo claro para el Montaraz que no encontraría el lugar que buscaba. Pero cuando estaba por rendirse y volver de su misión de exploración, su oído, afinado por el bosque y los entrenamientos para percibir todo detalle en el bosque se activó, mientras permanecía en silencio oyendo cada sonido que escapa de lo habitual en el ambiente. Un chapoteo a su izquierda. Un susurro avisando que hizo ruido, a sus espaldas. Una rama rota a su derecha. No eran animales, eso lo tenía claro, y le tenían rodeado. Personas. Sabiendo cuantos eran y donde estaban, Elegost tenía la iniciativa. Tomó una bocanada de aire y se largó a correr lejos del sitio donde planeaban emboscarle. Para su fortuna, Elegost era un explorador experimentado en aquel ambiente, mientras que sus persecutores parecían no serlo tanto. Sin embargo no era difícil para aquellos tres individuos seguir el rastro y los ruidos del montaraz corriendo acelerado por entre los bosques. Sabía que no podía seguir huyendo por siempre en la inmensidad de un bosque, por lo que se detuvo un momento, observando a su alrededor y aprovechando la distancia que había logrado crear entre él y sus persecutores. Logró localizar una zona de arbustos y árboles tupidos tras los cuales esconderse, y allí permaneció hasta que los tres jóvenes encontraron el final del rastro, equipados con ropajes de tela baratos de tonalidades marrones y tan solo una ligera pechera de cuero para resguardar pecho, estómago y espalda. Su armamento, como cabía esperar de una fuerza desorganizada y civil era básico: Uno de ellos llevaba una lanza ligera, otro un hachuela y finalmente uno de ellos con hachuela y un arco corto, con poco más de 10 flechas. Al comienzo los tres jóvenes rebeldes parecían no haber notado la presencia del Montaraz entre los espesos arbustos, hasta que el lancero comenzó a acercarse, desenfundando la lanza y con la mirada fija en Elegost, en su escondite. Cuando el muchacho silbó a sus compañeros, estaba claro que le habían encontrado. Cuando el montaraz tuvo claro que no podía escapar, se lanzó desde los arbustos hasta el lancero para tomarlo del cuello y tener un rehén. Y así fue, con la espada a la altura del cuello y mirando a los otros dos jóvenes quienes pronto entendieron que, de pronto, la vida de su compañero dependía de su colaboración. Lancero: ¡N-no! ¡Entregad las armas, por favor, POR FAVOR! - Los otros dos tragaron saliva, sin saber muy bien como proceder ante la delicada situación. Parecían conocerse bien entre los tres. Rebelde arquero: Tranquilo... Déjalo ir, y te dejamos ir...- Pronunció con calma el más calmo de los tres, mientras alzaba levemente las manos para indicar su cooperación con el soldado imperial. Elegost: ¡¿No habéis oído?! ¡Deponed las armas! ¡Ni más ni menos! ¡O ensarto la espada por entre el ojo de vuestro amigo! - El arquero observó a su compañero con el ceño fruncido e inclinó la cabeza. Tras eso, ambos retiraron sus armas, dejándolas caer al suelo húmedo. Rebelde arquero: Bien... Ahora suéltalo- Pronunció con firmeza aquel joven rebelde que no parecía pasar de los 20 o 21 inviernos, a diferencia de sus compañeros que no parecían alcanzar ni tan siquiera los 20. Elegost: ¡No aún! ¡Ahora os vais a dar la vuelta y echar a andar! ¡Contad hasta veinte! Yo haré lo mismo. Cuando lleguéis a diez, soltaré a este. Rebelde joven: ¡Va a matarlo, va a matarlo Marty! Elegost: Aquí los asesinos sois vosotros, no yo. Rebelde Marty: ¿Asesinos? Queremos salvar Costasur señor. Salvarlo... Elegost: ¡¿Quién ha salido a emboscarme a mí a mis compañeros?! - El explorador observaba a uno y al otro, intercalando la mirada. Lancero: ¡No íbamos a matarlos, no hemos matado a nadie! ¡Por favor! Elegost: ¿Por qué habéis atacado a soldados como yo? ¡Salvarlo con más muertes es como condenarlo!- Elegost pasó a apretar el cuello del joven lancero con más fuerza. La tensión se respiraba en el aire, y el rehén parecía temblequear cada dos por tres. Elegost: ¡¿Dónde está el soldado moreno al que habéis raptado?! Marty: ¿Quién...?- Elegost tomó una bocanada de aire, claramente también tenso. Elegost: ¡Cuatro soldados del Imperio fueron por aquí esta tarde y fueron atacados! ¡Uno no volvió! ¡¿Dónde lo tenéis?! Marty: ¡N-no lo sé! ¡No lo sabemos! ¡Debió ser otra patrulla, otras personas! ¡No sé! Jacob: ¡Marty, va a matarlo! ¡VA A MATARLO! Lancero: ¡POR FAVOR, NO! Elegost: ¡No he venido a matar a nadie! Marty: Nadie va a matar a... A nadie. Calma. Elegost: ¡Voy a soltar a vuestro amigo, Marty! ¡¿Me oís?!- La espada comenzaba a alejarse del lancero... Jacob: Va... Va a revelar donde estamos... Marty: Jacob, tranquilo... Está bien. Está bien. Elegost: ¡Quiero parlamentar! ¡Y buscar la mejor solución! - Y con un brusco movimiento la espada volvió a acercarse el ojo del lancero aterrorizado. Elegost: Pero quiero un voto de confianza... Pues sois tres contra uno. Jacob: Le va a contar a todos donde estamos. Va a arruinar la causa, Marty. Es un soldado, nos quiere a todos muertos... Marty: No pasa nada... Estamos hablando. Hablemos. Elegost: Uno se pondrá a diez pasos a la derecha...Otro a diez pasos a la izquierda. Os daréis la vuelta y contar en alto hasta diez. Jacob: Va a escapar y a llevarse a un rehén... Elegost: ¡Yo no soy como vosotros! Jacob: ¡ERES QUIEN TIENE UN ARMA AMENAZANDO A MI AMIGO! Marty: Jacob... Elegost: Vosotros jugáis con las vidas ajenas como si fueran piezas de ajedrez... ¡Sois vosotros quienes han raptado al mío! Ahora haced lo que os digo... - El Montaraz soltó una bocanada de aire por la boca. El cuello del lancero seguía aferrado con fuerza. Jacob: No... Tenemos que salvar Costasur. Marty... Elegost: Si en cinco segundos no hacéis lo que os digo... ¡UNO! - Marty había comenzado a andar a un lado, pero el otro permanecía estático, paralizado. Marty: Jacob... Elegost: ¡DOS! Lancero: ¡JACOB, POR FAVOR! ¡POR FAVOR! Elegost: ¡TRES! - El Montaraz tragó saliva, tenso... Jacob: ¡No puedo! ¡Costasur, la causa! ¡Tanta gente! ¡MARTY! Lancero: Voy a morir... Voy a morir... Decidle a papá y mamá... Cuando Costasur esté a salvo... - Un par de lágrimas comenzaron a resbalar por los ojos del joven. Elegost apretó los dientes. Ellos... ¡Ellos se llevaron a Santiago! - Decidle que los quiero... Elegost: ¡CUATRO! Marty: Jenklins... - El muchacho observaba con una marcada pena en el rostro a su compañero en sus últimos momentos de vida. El rebelde Jacob apartó la mirada... Elegost: Que así sea... ¡CINCO! - Tras eso, la hoja del Montaraz se enterró a través de la cavidad ocular del lancero rebelde. Jacob: ¡A... ASESINO! ¡Todos los soldados iguales! Y tras el asesinato, el combate había iniciado. Jacob se agachó para recoger la hachuela del suelo, lanzándose a por Elegost, pero en el último momento el montaraz arrojó el cadáver del lancero sobre el joven impidiendo el iracundo ataque. Mientras tanto, Marty había retirado un cuchillo oculto tras su espalda y se había lanzado corriendo a socorrer a su compañero. El Montaraz, anticipándose, tomó un cuchillo tras su espalda y se lo arrojó a Marty, a quien se le provocó un corte en el hombro izquierdo en su carrera. Rápidamente Elegost volvió a alzar la espada en horizontal para desviar la hachuela de Jacob. Sin embargo pronto la superioridad numérica se hizo presente cuando fue flanqueado por Marty con el cuchillo, rajando una zona débil de la armadura y llegando a raspar la piel. Dando unos pasos atrás, el montaraz trató una vez más de lograr encarar a ambos oponentes. Con un veloz movimiento, el explorador lanzó una estocada a las piernas de Jacob, quien pronto sintió el hierro enterrándose en su carne. Con un rápido contraataque el muchacho hizo acabar de rodillas al montaraz, incapaz de resistir el embate del hacha. Y antes de poder reaccionar, un corte de Marty que aunque desviado, había logrado arrebatar la hombrera del explorador y arrojarlo al suelo. Allí el Montaraz resistió los golpes que le caían por parte de ambos rebeldes en esa precaria posición, hasta que finalmente Marty lo tomó del cuello, alzándolo y dándolo contra el árbol a sus espaldas con fuerza mientras sus manos apretaban el cuello del Montaraz. Rápidamente Elegost lanzó un corte al vientre de Marty para liberarse, un corte de gravedad que acabó haciéndole retroceder y caer de rodillas pasos más atrás con una mano en el estómago. Cuando Elegost creyó volver a estar a salvo, rápidamente tuvo que agacharse para evitar ser decapitado por Jacob enfurecido. Tras eso, Elegost se adelantó y enterró la hoja en el pecho de Marty, quien en sus últimos momentos de vida observó a los ojos al montaraz. El más decente de los rebeldes había muerto. Justo entonces, Elegost le pareció oír a su bro en su mente... "Lo has matado mucho." Elegost observo a Jacob y murmuró suavemente... "Lo sé, bro..." Ahora eran solo ellos dos. Rápidamente Elegost avanzó, intercambiaron golpes un momento hasta que finalmente Jacob acabó por realizar un feroz tajo que hizo caer a Elegost, en el borde de la inconsciencia. Mientras la lluvia y el barro mojaban su rostro, varios rebeldes con arcos salieron de entre los árboles, acompañados de una voz familiar, lejana, conocida de hace años pero incapaz de reconocerla, emergió. Kon... ¿Kon qué? -Jacob, tranquilo. Yo me encargo ahora...- Y tras eso...... Oscuridad. // Rol Corto. Participantes: Elegost Faler @Stannis the Mannis Master: @SwordsMaster Habilidades usadas: Elegost Faler: Rastrear - Buscar - Advertir/Notar - Reflejos - Espada pesada - Defensa - Sigilo - Cuchillo - Atletismo Duración: 4-5 horas. Editado para añadir la habilidad Atletismo.
  2. Al volver al campamento, Fergus y Tiagus Jr. se encontraban revoloteando por el campamento, molestando a Santiago quien había regresado de comprar algunos materiales junto a Arnold y Tin. Elegost detuvo a los mellizos un segundo. Tras hablar con ellos un momento, descubrió que un hombre con capucha y la cara cubierta había entrado a tomar a Lilián de la casa y ellos habían escapado. Más tarde en la noche del accidente, habían visto a ese mismo hombre a lo lejos, a las afueras de Costasur, dirigiéndose al norte. No tenían más detalles.... Un día después... Los soldados Enrique y Tristán jadeaban agotados bajo la sombra de la improvisada construcción. El cabo Elegost, con las manos sobre la cintura, observaba impasible el intento de Almenara aún apagada. A su espalda los pasos de Santiago sonaban mientras se acercaba con movimientos acelerados al montaraz del norte.Le esperaban; a él. En la tienda de mando le esperaban un soldado de la guarnición de Costasur y un mensajero en nombre del asistente magistrado. Previendo quien tardaría más en hablar, decidió comenzar con el mensajero. Este formalmente le informó que había conseguido una cita con el magistrado... Para el día 24 del séptimo mes del año 30 según el calendario imperial oficial. Dentro de un mes entero. El montaraz rápidamente despachó al mensajero y decidió centrarse en el soldado, quien probablemente traía noticias más apremiantes. Y tal y como se le había informado, el soldado venía con una pila de papeles e informes sobre la investigación al norte de Costasur en la última media semana en busca de aquellos aclamados rebeldes, todo listo para ceder la investigación al cabo. Los informes de los exploradores de Costasur indicaban a dos posibles rastros, pero leves imposibles de relacionar con los rebeldes. El primero era un informe sobre huellas marcadas en un terreno especialmente húmedo al norte de Costasur, huellas que se dirigían al oeste. Según los informes había otro rastro, descubierto recién el día anterior al suroeste de las huellas y noroeste de Costasur: Un camino de ramas rotas, arbustos cortados y un trozo de tela rasgada, como si alguien se hubiese abierto camino a través de una zona especialmente silvestre. Debido a que era un informe reciente, aún no se había mandado una patrulla de exploradores a investigar más y determinar la dirección del rastro. Elegost se quejó por un momento debido a que no se le había enviado junto a los documentos el trozo de tela, por lo cual se dirigió rápidamente a la torre de la guarnición. Allí, fue atendido por el Sargento Mateo y rápidamente se le pidió disculpas y se le entregó la muestra encontrada, oficialmente destinando toda la investigación a los exploradores imperiales. De vuelta al campamento, Elegost analizó lo que tenía. Ordenó a Santiago tomar a Bronn, Alberto y Arnold y dirigirse a la zona donde se habían encontrado las huellas para analizarla. Mientras Santiago se preparaba, Elegost por su parte se encaminó a Costasur una vez más. Cruzó a través del pueblo fuertemente militarizado y se detuve una vez más frente a la casa de Lilián, tocando a la puerta con tres firmes golpes. Tras un momento Fergus abrió la puerta de la casa, pero antes de poder Elegost reaccionar Tiagus Jr entró corriendo como una bala a la casa y gritó a Fergus que cerrase la puerta, el cual la cerró en la cara de Elegost. Rápidamente las luces dentro se apagaron y las cortinas se cerraron. Un hombre llegó corriendo por la espalda de Elegost, jadeando, con bigote y piel tostada. Un comerciante de toda la vida. Tras un momento hablando, Elegost convenció al comerciante de que se había prohibido la reventa de objetos en Costasur debido a la situación, de lo que vivía el comerciante. Rápidamente mandó al suplicante comerciante a dirigirse al campamento de los soldados imperiales para tratar de acordar algún trato con el cabo de Sveri antes de que este se fuera en misión de exploración. Cuando el comerciante se alejó, los muchachos volvieron a abrir la puerta y dejaron entrar al cabo. Tiagus Jr. había robado una barra de pan para poder comer algo. Elegost le dio unas monedas a Tiagus Jr para ir a comprar algo de comida de manera más legal, y con el permiso de Fergus entró al dormitorio de Lilián, con la esperanza de encontrar algo respecto a su desaparición, o el porqué se la llevarían. La habitación era sencilla: Un armario, una cama para dos personas, dos mesitas de luz y un mueble con tres cajones pequeños y dos puertecitas, de no más de un metro de altura. Elegost comenzó por el armario, abriendo ambas puertas. Dentro habían vestidos, pantalones y ropa de todo tipo, de calidad media-baja en su mayoría y de diseños simples. Tras rebuscar un segundo no encontró allí nada más que las vestimentas de la mujer. Con cuidado volvió a ordenar todo y cerró el armario, dirigiéndose ahora a las mesitas de luz. En la primera encontró un sobre ya abierto hace años guardado, junto a un pequeño saquito vacío dónde probablemente había dinero. Cerró la mesita de luz y se dirigió a la del otro lado de la cama. Dentro encontró algo más, un pequeño libro sin título y varios carboncillos a un lado. Con cuidado tomó el libro y lo abrió al comienzo, viendo una fecha al comienzo del año 30 y texto escrito debajo. Era un diario. Con cuidado pasó las páginas, buscando el día en el que Lilián le conoció. La leyó detenidamente y allí estuvo por horas, leyendo entradas relacionadas con aquellos días... Eventualmente, se dirigió a la última anotación: hacía 5 días. Hoy ha sido un día raro... Estoy preocupada, el pueblo está en un estado tan deplorable. Todos están preocupados de que nuestros líderes no se esfuercen en defendernos, pero actuando así solo nos dejan más vulnerables a todos... Y ahora... Ahora, hoy, he sentido que me seguían. Que me observaban. Había un joven que parecía seguirme en el mercado, juraría que su cara me era familiar de algo... Y hace un rato he oído ruidos fuera de casa. Probablemente estoy siendo paranoica. El ambiente, todo lo que ocurre... Sé que hay gente a la que estarían siguiendo antes que a mí, pero no puedo evitar preocuparme. Sigue sin volver. Todos los héroes que cruzan por mi vida, simplemente... No vuelven... La anotación de ese último día acababa ahí. No había nada más. El montaraz volvió a dejar todo en el cajón como estaba y lo cerró. Se dirigió al último mueble, con los tres cajones pequeños y dos puertas. Comenzó por abrir los pequeños cajoncitos, todos a la vez. En el primero habían calcetines. En el segundo, ropa interior femenina. Y finalmente, en el tercer cajón, habían guardados varios libros, con números desde el 22 hasta el 29. Eran todos diarios de cada año desde el año 22. Tras eso cerró el cajón de los libros y de los calcetines, rebuscando entre la ropa interior del último cajón. No había nada escondido allí, por lo cual la búsqueda fue "futil" aunque especialmente deliberada. Elegost acabó sentándose en la cama, pensando. Pensando. Y tras un rato, palpó la cama. Era un colchón. Con cuidado se levantó y con una mano alzó el colchón. Debajo, una nota mal doblada y algo arrugada, pero sin marcas de mal trato por el tiempo. Era reciente. Retiró el pequeño papel arrancado de algún sitio y dejando bajar el colchón, lo desplegó para poder leerlo. La caligrafía era mala e indicaba que se había escrito sobre una mala superficie, como sobre la cama o una pierna. Una carreta se detuvo frente a casa. Estoy asustada. Cre Y allí acababa la nota, probablemente para tener tiempo de esconderla rápidamente donde no pudiesen encontrarla. Nadie había dicho nada de una carreta. Volviendo a la habitación principal, Tiagus Jr ya había vuelto y estaba comiendo con su hermano. Con su permiso, Elegost se dirigió a la ropa sucia y apartó toda la que pertenecía a Lilián para llevársela, para poder "seguir su olor" en caso de necesitarlo. Volviendo al campamento, Santiago, Bronn, Arnold y Alberto ya habían partido. Elegost entró a su tienda y dejó la ropa allí. Tras un rato de intentar infructíferamente de hacerse con el "aroma" de Lilián, y ser visitado brevemente por Elisa, salió de su tienda, solo para ver a los exploradores imperiales que habían acompañado al cabo de Sveri aparecer jadeando y agotados. Bronn presentaba una herida en el hombro por lo que fue llevado por Elisa y el resto para ser atendido, mientras Arnold y Alberto se quedaban para dar parte de lo ocurrido. Aparentemente, habían sido incapaces de seguir el rastro de huellas, al igual que los informes de los exploradores de la guarnición, por lo cual el cabo decidió tomarse las órdenes de Elegost un poco por su cuenta, decidiendo investigar también la zona donde se había encontrado el trozo de tela rasgado. Allí, habían logrado seguir el rastro en dirección norte durante un largo rato, hasta que fueron emboscados. Trataron de retirarse, pero los emboscadores, con mayor conocimiento del terreno, lograban alcanzarlos constantemente. Ante la situación, alguien debió quedarse atrás para dar tiempo al resto a escapar... Y aquel había sido el cabo de Sveri. Elegost informó de que partiría a investigar algo y dejó órdenes a los soldados de esperar 5 días por su regreso, o de lo contrario quemar el bosque hacia el norte con todo en él. El Montaraz del Norte tomó su manto, su capucha y su armamento. Se retiró el tabardo para dejarse solo el broche de explorador. Su bro le necesitaba. // Evento corto. Duración: 4-5 horas. Participantes: Elegost Faler y Santiago de Sveri Master: @SwordsMaster
  3. Los soldados Enrique y Tristán jadeaban agotados bajo la sombra de la improvisada construcción. El cabo Elegost, con las manos sobre la cintura, observaba impasible el intento de Almenara aún apagada. A su espalda los pasos de Santiago sonaban mientras se acercaba con pasos acelerados al montaraz del norte. Le esperaban; a él. Un día antes... El sol no se había logrado ver salir por el horizonte, cubierto de grandes nubes. La lluvia descendía desde el cielo, empapando el día de tonalidades grises y apagadas. Tres de las cuatro parejas de exploradores imperiales habían acabado de montar las tiendas junto al campamento de mando improvisado por el cabo Faler cerca de la torre de la guarnición. A excepción, claro, de la disfuncional pareja de Enrique y Tristán, que no habían dejado de discutir en toda la noche sobre cómo hacer una buena tienda de campaña. Al toque del alba, Elegost revisó las tiendas de los exploradores, acabando por castigar a Enrique y Tristán dejándolos sin tienda y durmiendo al raso por su incapacidad de colaborar. El día pasó lento, entre educar a los soldados e indagar sobre sus actitudes y pasados. Llegado a un punto y ya acabando el día, el Montaraz del Norte acabó por colocarse la capucha y el grueso manto y encaminarse a Costasur. Cruzó por entre las calles, militarizadas y con la vigilancia incrementada ante los rumores de rebeldes y conspiradores. A veces algún aldeano pro-rebelde trataba de dar problemas, recién salido ebrio de la taberna, pero era rápidamente aplacado por los guardias de la guarnición de Costasur. Los pasos del cabo acabaron por detenerse frente a una pequeña y familiar vivienda; Lilián, una habitante de Costasur que en el pasado les había ayudado cuando ambos montaraces estaban perdidos y sin nada en aquel pueblo. Se adelantó unos pasos y dio tres firmes golpes en la puerta. Esperó. Nada ocurría. No habían luces en el interior, las cortinas permanecían cerradas y los mellizos no parecían estar en casa. Elegost se dio la vuelta y se sentó en la entrada, en la puerta, esperando. Durante un buen rato pasaron patrullas y más patrullas de soldados de la guarnición; algunos saludaban, la mayoría simplemente seguían de largo, sin notar al montaraz allí sentado. Finalmente acabó pasando una cara familiar que reconoció a Elegost allí sentado y se detuvo. Era al Cabo Mateo. Tras intercambiar algunas palabras, el montaraz le pidió al cabo que fuese al grano, recibiendo las malas noticias. Lilián había desaparecido. Afortunadamente, esta vez a diferencia del herrero habían dos testigos vivos y sanos; los mellizos, Tiagus Jr. y Fergus, los hijos de Lilián. El sargento acabó por destinar la investigación al respecto a Elegost y sus exploradores, prometiendo enviarle los detalles que se tenían al respecto al día siguiente. Con una breve despedida del recién ascendido Sargento Mateo y nada por parte de Elegost más que silencio, este se dirigió al centro del pueblo, a la alcaldía. Al comienzo le costó abrirse paso dentro a través de la fuerte vigilancia en el lugar, y cuando finalmente consiguió que le dejasen entrar solo atinó a hablar con el asistente del magistrado. Tras un rato de insistencia, lo único que este pudo prometer fue tratar de conseguirle una cita con el magistrado al cabo. Elegost acabó retirándose del sitio y se decantó por regresar al campamento junto a la torre de la guarnición donde permanecían los soldados imperiales por el momento. La lluvia seguía cayendo con pesadez encima suyo, debajo de la gruesa capucha y el manto de explorador. // Rol corto. Participantes: @Stannis the Mannis como Elegost Friederich Faler von Falveri de Lordaeron (Elegost para los vagos) Master: @SwordsMaster Habilidades usadas: Etiqueta - Elegost Friederich Faler von Falveri de Lordaeron Duración: 3 horas.
  4. Escuadra Falveri Nombre: Alberto "Albert" de Villangosta Edad: 24 Años Descripción Física: Es una persona un poco robusta, con cabello y barba color café. De rostro endurecido y ojos del mismo color que su cabello. Personalidad: Es un hombre sencillo que no destaca en nada. Creyente de la Luz, de costumbres sencillas y modestas, no es mucho más que un aldeano entrenado para luchar. Procedencia: Villlangosta, Este de los Bosques de Elwynn. Trasfondo: Antiguo leñador, acabó refugiado en Villadorada durante la Guerra Gnoll cuando el este de la región fue arrasada. Como conocía los bosques, decidió alistarse en el ejército imperial para ayudar a combatir la amenaza que había destruido su hogar. Nombre: Tin "Timmy" Dannison Edad: 21 Años Descripción Física: Su cabello es rubio y corto, con una piel clara acompañada de unos ojos grises y serenos. Es un muchacho joven de rasgos norteños y una complexión normal. Personalidad: Es un joven que aunque aún aprendiendo sobre ser soldado se muestra confiado, seguro, sereno y tranquilo. No tiene problemas en reconocer que aún se está adaptando a la vida militar. Procedencia: Nacido en el Norte, creció media vida en Villadorada. Trasfondo: Llegó al sur cuando aún era pequeño, hace unos diez años. Su procedencia de origen es el norte, Lordaeron, pero se considera a sí mismo más sureño que norteño debido a que ha pasado la última mitad de su vida en la región de Ventormenta. Nombre: Enrique "Heinrich" Sacacorchos Edad: 26 años Descripción Física: Es un adulto de cabello marrón oscuro corto y la barbilla poblada por una barba de dos-tres días. De rasgos sureños y toscos, pero de rostro tranquilo, meditativo y una mirada respetuosa. Personalidad: Educado, honorable y de buen habla, Enrique no está demasiado lejos del ideal de caballero, pero con arco y flecha en lugar de armadura y escudo. Siempre respeta las palabras de sus superiores y es buen conocedor de leyes y protocolos militares. Procedencia: Villadorada, Bosques de Elwynn Trasfondo: Aunque hijo de dos aldeanos de lo más paletos, Enrique se las ingenió para aprender modales y buen habla. Demasiado refinado para sus padres, acabó alistándose en el ejército hace años donde se adaptó rápidamente por su capacidad para aprender los protocolos militares, el respeto y seguir órdenes. Nombre: Bronn... "Bronn" Edad: Entre 30 y 35 años. Descripción Física: De una complexión gruesa, Bronn posee un cabello pelirrojo y piel sonrosada. Su cabello es largo y posee una amarañada barba y bigote que poco tiene que envidiar de las de los enanos. Aunque en un principio su complexión hace dudar a uno de cómo alguien así acabó entre los exploradores y no entre la infantería pesada, pronto la resistencia que le otorga su estado físico para sobrevivir en las espesuras salvajes quita toda duda a cualquiera. Personalidad: Callado y silencioso. Hacerle hablar más de una frase entera es un milagro, por lo cual realmente es un enigma como persona. Procedencia: Stromgarde, Tierras de Arathi Trasfondo: Se sabe que no tiene padres vivos que se conozcan y que su procedencia original es de la ciudad de Stromgarde, pero nada más. No se sabe nada de su pasado o de cómo acabó en el sur. Escuadra Fatálix Nombre: Damián Rocaverde Edad: 18 Años Descripción Física: Un joven que tiene más de muchacho que de adulto. Posee pecas y piel pálida, con un cabello marrón no muy oscuro. Ojos oscuros. Su mirada siempre está yendo y viniendo y su cabeza permanece gacha cuanto pueda. Personalidad: Es un joven preocupado y temeroso de la vida que le aguarda. Teme de las batallas, de sus superiores y de cualquier cosa que pueda acabar haciéndole daño. Vive nervioso. Procedencia: Villadorada, Bosques de Elwynn Trasfondo: Nacido y crecido en Villadorada. Como acabó enrolado en el ejército y cómo se las ingenió para sobrevivir a su tiempo de recluta o, más importante, siquiera ascender es un misterio. Nombre: Tristán Arribald Edad: 20 años Descripción Física: Un joven de cabello negro y corto y ojos grises. Tiene la cara bien cuidada y libre de cicatrices y mantiene su cabello bien peinado. No parece hecho para la vida del explorador, ni tan siquiera soldado. Personalidad: Deja mucho, mucho que desear. Engreído, rebelde y desafiante, mantiene una actitud hostil contra ambos cabos y básicamente cualquiera en su escuadra, o la otra escuadra. Siempre quiere estar dando órdenes a los demás, por muy idiotas o inviables que sean. Procedencia: Casa Arribald, Bosques de Elwynn Trasfondo: Segundo hijo de un noble arruinado, Lord Arribald. Aparentemente se unió al ejército imperial por orden de su padre, y es un misterio como este permitió que su hijo fuese enviado al norte, si es que no fue también algo intencional. Sea cual sea su pasado con su familia, está ahora lejos de su hogar en un ambiente hostil. Nombre: Arnold O'Brien Edad: 18 años Descripción Física: Un joven de tez quemada por el trabajo en el campo. Su cabello es marrón oscuro, al igual que sus ojos. Su complexión está levemente entrenada, tanto por el ejército como por el tiempo arando la tierra. Personalidad: Es un joven con principios y aparentemente honorable y justo, pero carente de la educación y modales avanzados de personas como Enrique. Procedencia: Granjas a las afueras de Villadorada, Bosques de Elwynn Trasfondo: Cansado de arar las tierras, se unió al ejército imperial. Pero no fue el único motivo, pues el campo que trabaja su familia... Y su familia fue todo arrebatado durante la invasión Gnoll a Villadorada. Se unió al ejército imperial para impartir justicia contra aquellas criaturas a finales de la invasión. Es el único de los ocho soldados que conoce las aventuras y desventuras de ambos cabos durante la guerra gnoll y parece fascinado y honrado de tener la oportunidad de servir en el norte. Nombre: Elisa Grimmlyn Edad: 19 años Descripción Física: Una joven delgada, de cabello rubio y ojos verdes. De rasgos simples pero una mirada que esboza una suma inocencia. Su pecho no destaca y su figura aunque bien formada, tampoco destaca del promedio de una muchacha de su edad. Personalidad: Amable, idealista e inocente, eso deja ver al resto. Tiene un tono de hablar dulce y trata de ser respetuosa en todo. Quiere ayudar a todo y a todos con sus problemas y a sentirse bien, sea como sea. Procedencia: Villa del Lago, Montañas Crestagrana Trasfondo: Originaria de la región montañosa al este de los Bosques de Elwynn, Elisa acabó de alguna manera en Villadorada hace un año. Acabó alistada en el Ejército Imperial porque "quería ayudar a la gente". Sus objetivos son nobles e idealistas; demasiado, hasta el punto de que para otros resulta obvio que tarde o temprano acabará chocándose contra la realidad de mala manera. Fichas facilitadas por @Malcador Salud: 24 Iniciativa: 10 Ataque CC: 9 Ataque a Distancia: 11 Defensa: 9 Daño CC: 4 Daño Distancia: 6 Absorción: 1 Por ahora, han venido equipados con una Daga, un Arco Corto y armaduras de cuero ligero.
  5. SwordsMaster

    El nuevo Amanecer

    El nuevo Amanecer Las dos escuadras de cuatro soldados exploradores imperiales cada una se habían formado ya caída la noche. Los dos cabos salieron de la torre de la guarnición y observaron a los soldados formados en la entrada. Y comenzaron a pasar revista y revisión. La escuadra al mando del Cabo Faler era un lujo. Sus armas bien afiladas, limpias y engrasadas. Sus arcos igual, las cuerdas bien tensadas y mantenidas y las armaduras bien colocadas y cuidadas de los daños del ambiente. La escuadra estaba compuesta por Alberto de Villangosta, un hombre de unos 24 años nativo de Elwynn. Tin Dannison, un joven de 21 años originalmente nacido en el norte y que acabó refugiado en el sur de pequeño tras la tercera guerra. Enrique Sacacorchos, de 26 años (Aunque prefiera no utilizar su apellido por obvias razones), un hombre educado y honorable nativo de Elwynn y Gronn, un soldado robusto y silencioso que pasaba de los 30 años, desconocido su origen exacto. La otra escuadra... No tanto. Sus armas melladas y sin afilar, o simplemente hecho mal. Sus arcos y armaduras sin haber recibido poco o ningún cuidado contra los daños del ambiente. Todos ellos soldados recién ascendidos hace un par de meses, alguno más u otro menos. Damián Rocaverde era un joven temeroso y nervioso de unos 18 inviernos. Tristán Arribald era el segundo hijo de un noble arruinado, de 20 inviernos, que había sido alistado en el ejército por orden de su padre y había acabado siendo enviado al norte, sin quedar claro porqué su padre permitió tal cosa. Arnold O'Brien tenía 18 inviernos y era hijo de granjeros a las afueras de Villadorada que se alistó en el ejército ya casi finalizada la guerra gnoll. Y finalmente Elisa Grimmlyn, una muchacha de 19 inviernos nativa de las Montañas Crestagrana, demasiado inocente e idealista y... Única mujer del grupo. Tras darle una lección al joven Tristán que no olvidaría en mucho tiempo, el cabo Faler dio un discurso sobre comportamiento durante un largo rato a los soldados, especialmente dirigido a la escuadra joven e inexperta, pero no carente de regaños al otro grupo. Y seguido a eso, organizó a los exploradores en parejas mezclándolos entre escuadras para incentivar un compañerismo que faltaba a raudales entre ambos grupos de soldados, y un intento esperanzado de que los novatos pudiesen aprender algo de los otros soldados menos inexpertos. Las parejas serían... Alberto y Damián. Tin y Arnold. Enrique y Tristán. Y finalmente, Gronn y Elisa. Cada pareja se le ordenó montar una tienda en la que descansarían juntos, formando un pequeño campamento cercano a la Torre de la Guarnición a las afueras de Costasur, y el sitio donde el cabo Faler planeaba entrenarlos ante lo que se avecinaba. Pues aunque hubiesen sido entrenados como exploradores, a varios les faltaba el saber actuar como verdaderos soldados... Y ese sería el verdadero entrenamiento. // Rol corto para introducir a las tropas enviadas desde el Sur. No se ha usado ninguna habilidad.
  6. El retorno de los anti-héroes Los dos cabos Imperiales se acercaban por el camino a Costasur una vez más, tras una larga y agotadora travesía por los confines de Trabalomas para derrotar al enjambre de corruptas arañas. El sol ya se ocultaba en el horizonte. El ánimo estaba desgastado tras una amarga despedida, y todos parecían finalmente haber llegado a aquel pueblo. Elegost y Santiago, sin embargo, se detuvieron. Indicaron a los dos jóvenes rescatados que se adelantasen y avanzaran sin ellos, pues verlos juntos podría darles problemas. Los jóvenes les costó entenderlo en un comienzo, pero se adelantaron al pueblo silenciosamente agradecidos. Solo quedaban los tres. Ambos cabos y la elfa; Alayratiel. La decisión de Elegot estaba clara, entregarse, y sus dos compañeros no parecían dispuestos a dejarle entregarse solo. Caminaron por el pueblo. Miradas de desconcierto e incluso temor se dibujaba en algunos habitantes e incluso milicianos al verles pasar, con la incertidumbre de qué podría pasar con el retorno de los soldados que el sargento había puesto en búsqueda hace tiempo. La torre de la guarnición se dibujó ante ellos, y en la entrada los milicianos encargados de vigilar la entrada. Los tres individuos fueron desarmados, pues aparentemente se había prohibido recientemente la entrada de civiles armados a la torre debido a la situación vivida. Pero mientras los milicianos llevaban dentro a aquellas personas en busca y captura, el Cabo Mateo que Santiago y Elegost ya conocían los interceptó a todos en la entrada. Con unas pocas palabras les dejó claro a los soldados que ya no debían seguir las ordenes del ex-sargento Adolfus Impera, algo que aparentemente ya debían saber hace tiempo. Ya dentro, el Cabo Mateo les explicó todo para sacarlos de su confusión. El ex-Sargento Adolfus Impera había sido retirado de su posición y aguardaba Juicio Militar. Aparentemente los soldados imperiales que habían llegado de refuerzos habían abordado en Stromgarde para luego dirigirse por tierra hacia Costasur, y de camino habían extraviado los nuevos documentos, teniendo que solicitar un tercer envío de documentos al ejército imperial, pero solo los documentos, siendo el envío descontado del sueldo de los soldados por su falla y error. Sin documentación, el Sargento en un ataque de la paranoia que lo corroía mandó a encerrar a los recién llegados soldados de apoyo por "fraude", acusándolos de ser rebeldes tratando de infiltrarse. Cuando los documentos arribaron una vez más y confirmaron la identidad tanto de los ocho soldados imperiales como de los dos cabos en búsqueda, el sargento estaba en problemas. Ya todo aclarado, a los exploradores se les devolvió sus tabardos, documentos y armamento imperial. Todo lo que quedaba, era mandar a las dos escuadras de soldados a estar formadas para el anochecer... // Masteo corto sobre el regreso a Costasur. No se usó ninguna habilidad.
  7. Hola. ¿De nuevo en servicio para encerrar nuevos reclutas en la letrina y regalar cigarros? Bueno tenerte de nuevo. No como Law que es un mierdecillas (pero no se lo digas)
  8. Los hechizos melee, a mi punto de vista, cumplen dos funciones. Dan al mago cierta defensa cuerpo a cuerpo cuando el enemigo se acerca, y se encarga de suplementar a las clases híbridas. No es un hechizo que un mago puro usaría muy a menudo. Justo paralelamente al hechizo de toque de energía creo recordar que había uno de misma difi de evocación a distancia que lanzaba misiles a distancia.
  9. Bueno, realmente lo de la vida se arregla manteniéndose lejos del alcance de los golpes. No es un gran misterio. El único modo de perder esa vida es que el personaje con 20 de vida se lance a combatir en primera línea (Me ha ocurrido con Santiago) o que la primera línea caiga y lleguen a él (También me ha ocurrido.). En ambos casos, tiene bastante sentido tal y como está.
  10. Y solo como dato, recuerdo que es una solución rápida. Si preferís hacer las cosas de otro modo, poned las neuronas a trabajar y buscad una solución innovadora y creativa con la que todos queden felices. Como se ha dicho, se podría tratar de enfocar el tema desde el tema de los personajes físicos y no desde el lado de los personajes mágicos. Solo es pensar algo bien, pulirlo y que sea aceptado. Yo por mi parte, si no comento más es que me he quedado sin ideas. Pero somos una comunidad entera y 10 o 20 cabezas piensan mejor que una. pd: no es que no esté de acuerdo con los maestres, es que me he quedado sin la ración de 10 likes por día. Y QUE ME PARECE BIEN LA SOLUCION RAPIDA. ¿FELIZ STANNIS, YA NO SUENO IRONICO? ESTOY DE ACUERDO. ESTOOOOOOOOOY DEEE ACUEEERDOOOO.
  11. Y aumentar la dificultad de los disparos con las armaduras, viendo que hay algunos de dificultad 19 (Hablando de disparar a 3 turnos de distancia), ¿no es significativo también? Pero se hace, porque se debe y es lógico. Y con respecto a Kario, pues realmente ese es el punto, una clase híbrida no solo tiene las ventajas de una clase física en casi su totalidad si no que además poseen magia. Y realmente la difi de 12 con armaduras de malla y una buena habilidad quedaría fácilmente accesible, y el personaje podría practicar primero su magia sin usar armaduras, para luego, teniendo más soltura, poder usarlo más cómodamente con ese +2 de Dificultad. La idea de Psique sigue gustándome y realmente no complica mucho las cosas. A fin de cuentas, la magia en sí tampoco otorga una tirada de salvación o defensa a su enemigo, y no es muy distinto a la penalización de acierto que se da a un hechizo cuando un enemigo está cubierto.
  12. Me gusta. Si alguien lo desarrolla más (Porque yo soy muy bestia y hardcore y fijo acabo convirtiendo difi 12 en difi 30) podría funcionar realmente.
  13. Si te refieres a las descargas de los parches, recientemente he visto que se han subido alternativamente a Google Drive (Cosa que agradezco de corazón) Te dejo el link: https://drive.google.com/drive/folders/0B58qbgBaUlubYWJ6ZmNVcTlwbE0
  14. Buenas a todos. He leído las respuestas, he razonado y he pensado en todo. Como alguien que tiene magos, y exploradores, y guerreros (Toda la gama vamos) he entendido todos los puntos expuestos y he acabado dando la razón a varias cosas. Sin embargo, el problema sigue abierto y, lo diré desde la experiencia personal de alguien que usa un mago con 8 de Inteligencia, arco, armadura de cuero y espadas, si Santiago de Sveri tuviese habilidades mágicas que no fuesen solo Adivinación si no de combate, sería igual o hasta mejor mago que la mayoría de magos con iguales atributos que llevan la toga de toda la vida y estudian libros a diario. Y como alguien que quiere desarrollar más la faceta mágica de su personaje, no quiero ni me gusta aplastar los roles de otros pjs y pasar a ser lo que se conoce como un Gary Sue. Ahora, la defensa principal de este caso han sido los Atributos de los personajes, pues las razas híbridas llevarán menos Inteligencia. Esto, por sí mismo, significa que por norma general las clases híbridas llevarán un 7/6/7/6 y las clases mágicas un 6/6/8/6 para poder representar correctamente los roles de sus personajes, cuando los Atributos deberían reflejar solo las capacidades innatas de un personaje. No hay que olvidar que ante todo un 8 en Inteligencia significa una mentalidad innatamente superior a la promedio y no un entrenamiento de la mente en sí. El promedio de un personaje, ya sea un mago o un guerrero, siempre debería ser dos atributos a 7 y dos a 6. Mi punto con esto no es nerfear a los magos, pues como digo yo mismo uso magos, exploradores, guerreros y espadachinas y he probado el sistema desde muchas de sus perspectivas. Siendo justos, considerando el desarrollo que le planeamos dar al orco que tiene un 6 de Inte y usa armaduras pesadas, esta idea es una patada en los huevos a mí mismo. Pero como dije, los penalizadores eran por dar una idea y pueden ser cambiados a algo más ligero. Era consciente de la penalización para usar armaduras dependiendo del físico y no lo consideré digno de mención porque simplemente significa que un usuario mágico debería tener un físico inferior a la media para que recién se le vetasen las armaduras más pesadas, cuando de nuevo los Atributos deberían representar lo innato de un personaje, pues de nuevo estamos diciendo que los magos por norma general deben de ser intelectualmente superiores al promedio y físicamente más débiles al promedio, cuando claramente Rol Errante busca un rol caracterizado por la simpleza y el punto medio de un personaje, pues creo y no miento que todos los que alguna vez hemos creado personajes con atributos por debajo y por encima de la media hemos oído el "¿No prefieres tener atributos en la media? Recuerda que tus atributos se salen de la media y rolea en consecuencia". Por lo que, según lo veo yo, lo mejor es dejar los atributos de lado en esto pues deberían ser los determinantes de la menor cantidad de cosas posibles y ser simplemente un pequeño "boost" a algunos factores del personaje según sus capacidades natas. Por lo que según la propia lógica de Rol Errante, un mago/sacerdote puro con un 7 de Inteligencia debería de ser casi tan capaz con el suficiente entrenamiento por su desarrollo como aquel que tiene un 8 de Inteligencia o un 5 en Físico y un 9 en Inte. Y, una vez más, si la mayoría de clases híbridas utilizan un 6 o 7 de Inteligencia, esto significa que sí deberían de ser capaces de llegar a todas sus habilidades con suficiente experiencia, tal y como alguien con 6 de Físico igualmente podría con suficiente experiencia ser mejor que alguien con 8 de Físico pero con mucha menos experiencia. Y creo que con esto he dejado claro que lo mejor es no volver a tocar el tema de los atributos porque, tal y como son y lo que representan en el sistema, no deberían de tener habla en este tema, relacionado con las armaduras y el desarrollo de los personajes híbridos y puros tanto físicos como mágicos. Sin embargo, sí entiendo el punto de por ejemplo las clases híbridas como paladines o magos de combate y sé que la penalización es una bastada, pero he dejado claro que se podían bajar. Si por ejemplo dejáramos la penalización de 1 para la armadura de cuero y mallas y 2 con las que sobran más arriba, pasar de lanzar 12 hechizos de dificultad 14 a lanzar 8 con un 8 de Inteligencia y usando armadura de mallas no me parece realmente un castigo, especialmente considerando el pedazo de 3 de absorción que tienen las mallas (Que es la armadura que usa mi orco y digo por experiencia que el daño que se llega a recibir acaba siendo poco y nada). O lanzar 6 con la penalización de +2. Y sobra decir pues que este "coste" que se suma al maná resulta más insignificante cuanto más se escala en dificultad, de modo que un hechizo de difi 20, que cuesta 5 de Maná, pasaría a costar 6 y 7 respectivamente lo cual no es un cambio muy brusco. De este modo, es cierto que un usuario de la magia podría lanzar menos hechizos al usar armaduras más pesadas, sin ser una penalización bestial, pues hay que asumir que la absorción de las armaduras más pesadas son una bastada y alguien que usa magia con ellas básicamente aplasta el rol de lanzadores más puros. Poniéndolo más simple, las clases híbridas imperan, y no es coincidencia que cuando miras los tipos de personajes predominen magos armados y paladines por encima de sacerdotes o magos estudiosos en togas. A fin de cuentas no hablo desde la inexperiencia, he roleado de manera cercana a dos personas que tienen personajes con magas estudiosas con togas y, si Santiago se pusiese una armadura de mallas como planeamos acabar haciendo también, y aprendiese más hechizos, estaría muy por encima de esos otros dos personajes que necesitarán colocarse detrás de las filas para no ser dañadas sin tener ningún bonificador real en su magia ante el pedazo Montaraz Arcano embutido en armaduras que sería Santiago. Por lo que como lo he sugerido hoy, quedaría así. Tela 0 Coste de Maná Cuero 1 Coste de Maná Mallas 1 Coste de Maná Cotas 2 Coste de Maná Placas 2 Coste de Maná Sobra decir que no es necesario tampoco para una clase híbrida llevar siempre una armadura, por lo que si quiere dedicarse plenamente a ayudar a sanar heridos en una clínica, está claro que no va a hacerlo embutido en armaduras. Y consecuentemente el agotamiento sería menor que sanar a alguien en medio de un combate portando un pedazo de cotas reforzadas encima. Por otro lado y relacionado con el estorbo de las armaduras de cuero. Lo he pensado como dice Malcador y realmente no encuentro problema con ello, pues a fin de cuentas es cierto que una armadura de cuero ligero podría usar 1 de Absorción y 0 de Estorbo, mientras que una del mismo material siendo tachonado y reforzado tener 3 de Absorción y 2 de Estorbo. Por lo cual dejo el quitar la penalización de estorbo de la armadura de cuero fuera de la mesa, pues también es cierto que una armadura de cuero real tiene su cierto peso (Esto lo he estado debatiendo con mi dios y salvador Stannis) Y por último, no puedo opinar nada respecto a la fatiga o no fatiga de las clases físicas debido a que realmente no hay un sistema para ello. De haber un sistema para ello probablemente habría dicho una o dos cosas al respecto porque soy un rebelde iconoclasta, pero no es el caso. Espero opiniones al respecto. A ser posible, ruego una vez más que sea dejando los atributos de lado pues he dejado claro arriba que no deberían jugar un papel en esto. Sigo esperando llegar a un punto medio en el que todos estemos felices, así que realmente no espero que esto acabe aquí. Un saludo y buen rol a todos.
  15. Buenas comunidad. Hoy vengo aquí para sugerir un cambio sutil pero importante en el sistema de Estorbo de las armaduras, para hacerlo más acorde a como desde la vista de algunos consideramos que podría ser mejor, y por eso vengo a sugerirlo para ver la reacción, gusto o disgusto por parte de la comunidad ante la idea. El punto principal es que he notado que para el rol clásico de un pícaro basado, por ejemplo, en el sigilo, abrir cerraduras y robar bolsillos la armadura que más le conviene a usar a nivel de sistema es la de tela, debido al estorbo de la armadura de cuero. Pero, por otro lado, a un mago específicamente centrado en ser un mago no tiene demasiados inconvenientes para usar una armadura de cuero, o incluso mallas o más, debido a que las habilidades de destreza no forman casi parte en su rol. Entonces, ¿cuál es la sugerencia que propongo para dar una solución a esto? Pues bien. Primero que nada, todos estamos de acuerdo en que las armaduras metálicas, tales como mallas o superiores, son una penalización a tener en cuenta a la destreza general del personaje, por lo cual esas no son tocadas (no en ese sentido) de ninguna manera. Sin embargo, el estorbo de la armadura de cuero quedaría reducido a 0, justo al igual que la armadura de tela. Bien, hasta ahí ya hemos solucionado el problema para los pícaros o asesinos de toda la vida, ¿verdad? Pero tal y como queda la cosa, la armadura de cuero queda como algo superior a la tela en todos los sentidos. Y aquí es cuando aplicamos la nueva idea para reflejar el agotamiento que genera canalizar hechizos en armaduras más pesadas, y lo cual haría a los magos preferir armaduras más ligeras: El estorbo mágico. Esto es algo que siempre se ha roleado como algo principalmente reflejado en la interpretación, pero todos sabemos que, tal y como el peso es un estorbo importante para la Destreza, también lo es para la magia y los magos en general, y que es por esa misma razón que los magos que lanzan hechizos en armaduras requieren un entrenamiento tan intenso. Entonces, ve al punto de una vez condenado Davos de los- Sí sí, voy a ello. La idea del Estorbo mágico sería aumentar el costo de lanzamiento de los hechizos acorde al peso de la armadura. De modo que quedaría, por ejemplo, algo así (Abierta a ediciones o cambios, a reducir/aumentar los valores, etc. El punto es la idea) Armadura de tela: +0 Coste de Maná Armadura de cuero: +1 Coste de Maná Armadura de mallas: +2 Coste de Maná Armadura de cotas reforzadas: +3 Coste de Maná Armadura de placas: +4 Coste de Maná Y, de este modo, tenemos a los magos de toda la vida que prefieren las armaduras más ligeras para evitar una extenuación excesiva. Y la misma separación ocurre entre, por ejemplo, paladines y sacerdotes. Ahora mismo, un paladín es un sacerdote en armadura. Con esta sugerencia, un sacerdote está plenamente centrado en sus hechizos sagrados, mientras que un Paladín podrá lanzar menos hechizos debido a la extenuación de su armadura, pero estará mucho más entrenado para el combate que un sacerdote clásico. Lo dejo abierto a debate y posibles modificaciones y espero sea acogido con calidez. De otro modo, podemos olvidarlo y seguir usando el estorbo exclusivo a la destreza. Un saludo a todos y buen rol.
  16. Lo sé. Aunque a mi me sucede por el parche B, pero el tuyo podría ser otro. Prueba a sacar uno por uno los archivos customs para ver cual es el que te da error y que un miembro del equipo técnico pueda tener más información de como ayudarte.
  17. Prueba a utilizar el Parche B "corregido" que ha colocado Chrono en un mensaje el 22 de Abril ahí mismo. A mi se me soluciona con eso. Aunque para poder crear personajes tendrás que quitar todos los parches y crearlos en base a los modelos classic no-HD, ya que hasta ahora no se ha buscado una solución real al problema. Espero que te sirva. Saludos.
  18. Atributos 5 Físico 6 Destreza 9 Inteligencia 6 Percepción Valores de Combate 20 Puntos de Vida 27 Puntos de Maná 7 Iniciativa 6 Ataque CC (Llave de Tuercas) 8 Ataque a Distancia (Pistola) 6 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo 1 Llave de Tuercas Destreza 2 Pistola 1 Nadar 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Callejeo 1 Comercio 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia/Cazar 1 Tradición/Historia 1 Matemáticas 1 Estupefacientes 1 Ingenieria 1 Detectar Energía 1 Conjuración Básica 1 Encantamiento Básico 1 Transmutación Básica 1 Alteración Arcana 1 Alterar Masa Percepción 2 Música (Eructos) Escuelas/Especializaciones: Transmutación
  19. SwordsMaster

    Gustagus Intedex

    Nombre: Gustagus Intedex Raza: Gnomo Sexo: Hombre Edad: 60 Altura: 90 centímetros Peso: 25 kilogramos Lugar de Nacimiento: Gnomeregan Ocupación: Genio drogadicto sin propósito Descripción Física: Gustagus es un gnomo de avanzada edad, con una altura promedio para su raza. Es delgado y una vida entera de malvivir entre alcohol y drogas hace que aparente más edad de la que realmente tiene, y aunque ello ha deteriorado enormemente su estado físico, una vida entera entre conflictos mantienen afinada su puntería tanto con armas como con su fiel llave de tuerca. Descripción Psíquica: Intedex es un genio incluso para el promedio de su raza, y le encanta proclamarse como tal. Sin embargo, toda su vida ha malgastado su inopacable intelecto en una vida de mierda: conflictos, droga y alcohol, justificando que la existencia misma no tiene propósito.Muchas veces dice cosas sin sentido, y algunas veces le cuesta distinguir la fina barrera que separa la realidad de las alucinaciones, especialmente cuando se encuentra bajo efectos de estupefacientes o alcohol… O ambos.No se toma la vida en serio, ni la suya ni la de nadie, por lo que muchas veces no mide riesgos en nada y acaba con vidas inocentes sin que esto le importe demasiado. Historia . . . Los pasos de aquel diminuto ser avanzaban con lentitud. Una pistola aferrada al cinto de cuero y la munición al otro lado del mismo subían y bajaban con cada paso dado, al igual que la pequeña mochila vieja deshecha colgada a sus espaldas. En su mano derecha iba aferrada una botella a la que sin dudarlo mucho le dio un trago. Los pasos del diminuto ser seguían avanzando con lentitud. A sus espaldas, las llamas ardían con lentitud entre los restos de una caravana y las ondas de sonido provenientes de los gritos agónicos de los comerciantes llegaba a los oídos del gnomo. Solo eran eso, ondas de sonido emitidas por la vibración de unas pocas cuerdas en la garganta que finalmente llegaban a sus oídos. Ellos tenían una pieza que necesitaba. Ellos no se la dieron. . . . Prólogo: La Presa… Un humano se movía de un lado al otro. Dio una calada al cigarrillo y observó el techo. La habitación era sencilla. Parecía estar bajo tierra y las paredes y suelo eran de plana piedra gris. Una mesa de madera y dos sillas, una en frente de la otra. Una ocupada, un gnomo permanecía en ella, despojado de todas sus pertenencias. Solo había una puerta que salía de la habitación, observando silenciosamente al problemático ser captivo. Su interlocutor exhaló el humo y bajó la mirada. Se dio la vuelta y se quedó observando fijamente al gnomo. -Sin armas, sin máquinas y sin trucos mágicos. No eres tan rudo ahora, ¿no?- El humano tenía una expresión dura e ilegible. Su cabello era de un castaño oscuro, corto y bien peinado. Una leve barba de dos o tres días decoraba la cara de la persona que le mantenía captivo, seguramente de entre 30 y 35 años. El gnomo se limitó a sonreír y, tras unos segundos, eructó mientras observaba detalladamente a su interrogador. Lo analizaba. El humano se limitó a fruncir el ceño y, tras unos segundos, volvió a hablar. -No creo que seas consciente de la desventajada posición en la que te encuentras- -Lo sé. Por eso no me importa- El humano suspiró exasperado. Su ceño permanecía fruncido. -Mira, ya sabes cómo funciona esto. Sé que no querrás hablar por lo que…- El humano dejó un pequeño libro sobre la mesa. A su lado un simple lápiz. -Quizás seas más del tipo que escribe. Comienza desde el principio. Volveré en media hora. Lo quiero todo- Y sin nada más, el humano se había dado la vuelta y marchado. La sala era calurosa y asfixiante, por lo cual seguramente se encontraban en un sitio especialmente caluroso. La llave se oyó. Volvía a estar encerrado y despojado de todo, probablemente con una fuerte vigilancia al otro lado. Con desinterés el diminuto ser acercó su mano al lápiz y la otra al cuaderno, abriéndolo… Y comenzó desde el principio. Capítulo 1: Origen “Gustagus Intedex es el gnomo más listo que jamás se ha concebido. Nació en Gnomeregan pero no duró demasiado allí. No, él estaba destinado a más. Cuando tuvo edad suficiente se marchó tras opacar a muchos de sus maestros y eh… Bueno se fue y no volvió a ese agujero por lo que no le importa que ahora esté hecho mierda. La cosa es que… Ah sí, se fue y no volvió y eso. Estuvo un tiempo en Dun Morogh pero hacía mucho frío y tal y también se marchó. Lo intentó un tiempo en Forjaz pero ese sitio era otro agujero de mierda en una montaña, pero JODER que sabían beber allí. Aunque eso sí, vaya cerveza de mierda tenían, sabia a tierra y rocas. Supongo que por eso no duró mucho y se fue también de allí. Vagó un tiempo por el reino ese humano, los tíos del león dorado, ya sabes, antes de que formasen una cutrada de imperio o yo que sé. Estoy bromeando, obviamente sé cómo se llamaba pero son tan cutres que ni merecen mención, ¿sabes a lo que me refiero, ah? Ah sí, la cosa. Es que ese sitio da asco y el pueblo medio es más idiota que una mula, o sea venga ya, era una marabunta de analfabetos con deficiencia mental en el mejor de los casos. O sea o sea, escucha esto, que unos le querían quemar de hereeejeee, ¡jajaja! ¡porque dijo que la luz era solo una energía como la magia! ¿t-te lo puedes creer? ¿Y te puedes creer que esos idiotas montan grupos sociales para matar cosas y ganas dinero? O sea era como algo popular y de moda entre granjeros analfabetos que creían darle un sentido a la futilidad e inutilidad de su vida. Es increíble que sigan manteniendo ese caos de confederación o imperio o lo que sea, ¿no? ¡Ni los hombres son originales sabes a lo que me refiero! Bueno y por eso no duró mucho y huyó de ese sitio y ah bueno, acabó en la jungla y tal. Y LUEGO… llegó la bahía de los mocos verdes. Ya sabes, esa que huele a pescado podrido todo el día. Allí vivió mucho tiempo y se metió en muchos problemas y cosas chungas. ¡incluso mató gente y allí a nadie le importaba! Y todo era sexo y drogas, aunque la cerveza no era mejor que en forjaz, yo diría que seguramente era peor pero joder, no estaba mal para alguien como Intedex, ¿eh? Y bueno, no necesitas saber mucho más que eso sobre la bahía de los mocos verdes coño. Que es solo eso, droga y sexo, ¿lo pillas? Nada más. Fin. Muchos años haciendo locuras por ahí. Y bueno eh… Bueno luego vino Trinquete, sí… Creo” Capítulo 2: El Secreto “Eh… Trinquete sí. Bueno. La cosa es que el gran genio cometió algunos errores y luego había matones por todos lados buscándole y eh… Huyó. Sí, huyó, ¿qué esperabas? No es un guerrero joder. Trinquete era otro sitio de mierda lleno de mocos verdes. Y fue ahí donde el gran Gustagus Intedex descubrió El Secreto. Y luego había más mamones siguiéndole en ese sitio de mocos porque sabía El Secreto y ellos lo querían. Como si fuese su culpa que ellos sean tan idiotas como para no descubrirlo por sí mismos, ¿no? Vaya mamones. Mamones son. MAMONES DIJE. Así que Gustagus siguió huyendo. No sin antes hacer volar tooooodo un puto local lleno de esos mamones en el que estaba el hermano de un mamón obsesivo que luego le perseguiría por todos lados y no sé qué mierdas. No mató a su hermano por nada personal, es que el puto mamonazo le quería muerto, ¿verdad? Todos harían lo mismo joder todos coño. Así que Gustagus siguió huyendo y cruzó un sitio con más leones y orcos apestosos que árboles y sombra solo para llegar a un sitio con aún menos árboles y hombres vaca y hombres- no no, MUJERES pájaro y unas con muy mala leche, que tenían la regla o algo sabes. Y además de los hombres vaca y las mujeres pájaros en ciclo menstrual estaban los hombres caballo que coño, al menos podrían haberle dado un aventón visto su edad y sus pequeñas piernas débiles, pero NO, NO joder tenían que perseguirle todo un puto tramo. Por suerte el gran Gustagus es pequeño y puede esconderse fácil entre las rocas, ¿eh? JAJAJA MENOS MAL o estaría muerto el muy cabronazo que no puede correr ni medio metro sin morirse asfixiado y esos eran putos caballos del desierto. Luego llegó al desierto ese de NaCl y estuvo unos meses para cruzar el puto sitio interminable sabes o sea casi se queda sin puta agua y comida. Por suerte tenía bastantes eh... Estimulantes para pasar el rato cuando se detenía junto al camino a acampar y eso mh... Oye, ¿te he contado ya que durante una de esas acampadas el condenado gnomo se petó a estimulantes y vio a un mensajero de los cielos? Sisi tal cual o sea mira, se le apareció un encapuchado en uno de esos sueños psicodélicos diciendo algo de ser el primo del nieto de un tal Jayno Turalyon III, creo que el encapuchado se llamaba eh... Jayno Ardas'Tuzad IV, sí, eso mismo. ¡Y va y le dice que tiene que conseguir una eh... ¿cómo se llamaba? Bueno una cosa... Acababa con Safal fijo. Bueno luego sucede que de tanto avanzar y llegó... A otro desierto, pero de arena no de NaCl aunque era igual de mierda e insoportable y creo que casi muere un par de veces en el camino por el calor o algo que el pobre mierdas no está hecho para largos viajes, mucho menos en un puto desierto cojones sabes lo que digo, por suerte el cuerpo gnomo es diminuto y requiere consumir menores cantidades de H2O que el resto eh jajajaajJAJAJJA bueno lo importante es que llegó vivo (casi) a una aldea en el desierto, Gadgetzan creo. Pero antes de llegar a la ciudad el puto obsesivo que le perseguía le tendió una emboscada y bueno luego le llevaron sedado a un sitio donde le tienen puto cautivo joder y quieren El Secreto pero no les diré una mierda ¿me oyes? UNA MIERDA UNA MIERDA JAJAJJAAJAJJAJAJAJAJAJ” Prólogo: … Y el Depredador El humano volvió a entrar a la sala. Observó el cuaderno abierto y escrito sobre la mesa con una retorcida sonrisa. Cerró la puerta a sus espaldas y se aproximó para tomar el libro mientras le daba un rápido repaso. -Cuando dije “Todo” no me refería a toda tu puta vida. Pero mientras digas El Secreto…- El Gnomo eructó. El humano siguió leyendo, y su sonrisa desapareció para pasar a una cara de frustración al llegar al final. -Tiene que ser una broma- -Nop- Se limitó a responder el gnomo. Y antes de que su interlocutor pudiese reaccionar, un rápido movimiento de manos y sus pies se habían despegado del suelo por el tiempo suficiente para que el gnomo pudiese levantarse de su silla y echar a correr hacia la puerta. -¡Já, IDIOTAAAA! ¡El encantamiento discruptor de magia que has colocado sufre una desestabilización cada 12 segundos Y MEDIOOO!- Se oía el grito a través del pasillo, pero pronto fue rodeado por un enano y un goblin claramente más robustos y preparados que él. Esperó unos segundos y cuando creían tenerlo -¡12 SEGUNDOS PERRAS!- Y con dos rápidos movimientos de manos ambos enanos se despegaron del suelo el tiempo suficiente para darle una ventaja en la carrera al agotado gnomo, mientras el humano salía gritando con enfado de la sala en la que antes se encontraba captivo el gnomo. El gnomo claramente no estaba en condiciones de correr a ningún sitio con su edad y su estado físico, por lo cual rápidamente fue alcanzado por la espalda por el enano, el goblin y el humano, que lograron dejarle tumbado y hacerle rodar de una sola patada. Un intenso dolor recorría la zona impactada del gnomo mientras sus enemigos se acercaban. Eructó y rápidamente se apresuró a vociferar… -¡¡12, HIJOS DE PERRA!!- Y con dos veloces movimientos su pistola y su munición había vuelto a sus manos, un solo disparo preparado a la rodilla del humano que gritó de dolor. El enano y el goblin se abalanzaron sobre él mientras trataba de correr de nuevo mientras recargaba pero una vez más fue alcanzado, placado y tumbado mientras un fuerte dolor recorría el débil cuerpo del gnomo, que soltó un alardido. Pero una sonrisa burlona se dibujó incluso entre sus muecas de dolor, y sus perseguidores lo entendieron. 12 Segundos. Sus pies se volvieron a despegar del suelo. La pistola apuntó a la cabeza del enano y abrió fuego, fulminándolo en el corto período de tiempo que duró el hechizo. El goblin volvió a tocar el suelo, su jefe se arrastraba cojeando por el suelo a sus espaldas, aferrado a la pared para no caer y con una bala enterrada en la rodilla, y como es nato en su raza consideró que no valía la pena, echando a correr en dirección contraria al pasillo y dejando al anciano gnomo atrás. -¡Nunca tendrás El Secreto, perraaaa!- Y con una risa tonta y un eructo de por medio el gnomo se dio la vuelta y se dirigió con lentos y agotados pasos a las escaleras que ascendían fuera de ese sitio con los gritos iracundos del humano a sus espaldas. La trampilla para salir del sitio estaba bloqueada y el humano iracundo aún se arrastraba en su dirección dejando un rastro de sangre, su determinación era incuestionable. Rápidamente tomó uno de los proyectiles de su pistola. Esperó unos segundos hasta poder detectar que la energía del campo discruptor se debilitaba y rápidamente transmutó la pequeña pieza metálica en una ganzúa. La insertó en el candado y tras varios segundos de intentos estaba abierta. Una ráfaga de viento y arena se coló dentro mientras el gnomo se cubría la cara. Antes de salir, volvió a cargar un último proyectil en la pistola. Observó detrás y jalando rápidamente el gatillo acabó con la miseria de su persecutor, que ya se encontraba a apenas poco más que un metro de él. Y afuera, Gadgetzan. -Entonces, ¿cuál era El Secreto como para costar tantas vidas y persecución? - Preguntó el enano en aquella taberna de mala muerte en Gadgetzan. Un viejo conocido de la Bahía de los Mocos Verdes que había encontrado hace años, ahora más endurecido por los años. El gnomo dio un trago a la botella y soltó un profundo eructo. -Creí que lo habrías adivinado. No tengo ningún eh… Secreto importante o lo que sea- El enano se le quedó mirando confuso por varios segundos. -No lo pillo, pero si te han perseguido desde Trinquete por El Secreto…- El gnomo sonrió y se tambaleó ebrio sobre el alto taburete. -Un día probé una innovadora comida en Trinquete llamada… “Pizza”. La receta era secreta según el cocinero. Así que hice algunas eh… Pruebas y eso y descubrí la receta. Tuve que comerme algunas ah… Bastantes. Y bueno luego esto… Se corrió el rumor de que yo sabía el…- Gustagus dio un trago a la botella y eructó, antes de seguir hablando -S-secreto, sabes lo que digo? Y luego estaban estos tíos con mala hostia que creo que acumulan conocimientos secretos de todo tipo de cosas, armas y eh… magia supongo y todo eso. Supongo que oyeron que yo soy un puto genio de los cojones o algo y creyeron que tenía el elixir de la inmortalidad o algo, yo que sé- El gnomo dio otro trago a la botella. El enano lo miraba entre confuso y sorprendido. -Gustagus, ¿has matado a toda esa gente por un secreto que no existe? ¡JODER! Si serás mejor enano que muchos en Forjaz- El enano estalló en risas, pero Intedex no parecía inmutarse. Para él sonaba normal. -Iban a morir de todos modos tarde o temprano o sea… Sabes a lo que me refiero y eso- Con torpeza de ebrio el gnomo dejó la botella sobre la barra, que acabó por caer de lado y rodar hasta el suelo donde se hizo añicos. El gnomo escaló en descenso el taburete para bajarse, ya experto en no matarse estando ebrio. -Eh, Gustagus. ¿Y ahora a dónde vas?- Preguntó el enano desde la cima de su taburete. Gustagus se limpió un rastro de alcohol cerca de la boca con el brazo y echó a andar entre tambaleos fuera de la taberna. -A buscar un modelo de sacacorchos que solo venden en la Bahía de los Mocos para eh… Ah… Mi próximo experimento sí…- Y así sin más, el Gnomo desapareció tras el umbral de la salida de la posada de mala muerte. . . . Los pasos de aquel diminuto ser avanzaban con lentitud. Una pistola aferrada al cinto de cuero y la munición al otro lado del mismo subían y bajaban con cada paso dado, al igual que la pequeña mochila vieja deshecha colgada a sus espaldas. En su mano derecha iba aferrada una botella a la que sin dudarlo mucho le dio un trago. Los pasos del diminuto ser seguían avanzando con lentitud. A sus espaldas, las llamas ardían con lentitud entre los restos de una caravana y las ondas de sonido provenientes de los gritos agónicos de los comerciantes llegaba a los oídos del gnomo. Solo eran eso, ondas de sonido emitidas por la vibración de unas pocas cuerdas en la garganta que finalmente llegaban a sus oídos. Ellos tenían una pieza que necesitaba. Ellos no se la dieron.
  20. 2.0. Anuncio oficial, el PC ha petado por todos lados. Pero como los maestres habrán visto sigo por el foro para dar por culo mandando habilidades e historias porque me aburro. Como los Orlesianos dirían: Á plus tard!
  21. Buenas. Vengo con dos dudas acerca de nuestro aún en progreso sistema. Ambas relacionadas con la rama Adivinación de la magia Arcana. La primera es acerca de la detección de energías en general. Sé y tengo claro que el hechizo de Detectar Magia solo permite detectar energía arcana, ¿pero podría un Adivinador desarrollar por medio de roles hechizos por separado para detectar otros tipos de energía? Me explico. Por un lado, tendria la habilidad Detectar Magia que podria estar a nivel 5. Y tener otras habilidades apartes con otros rangos aparte, como Detectar Vacío a 1 o Detectar Luz a 2. Aunque sea con una Dificultad mayor a la de Detectar Magia arcana. La otra es una extensión de la primera en caso de que la respuesta sea negativa. Tal y como los usuarios de la Luz pueden detectar las energías de su magia contraria (Vacío), ¿no debería un mago de lo arcano ser capaz de detectar la energía de su magia contraria (Vil)? Esas son mis dudas respecto a la rama de Adivinación. Buenas noches y buen rol.
  22. Prueba a ejecutar el launcher como administrador. No se me ocurre más, si no funciona Prometeus te responderá algo mejor. O Chrono, depende.
  23. Consecuencias actuales del evento "Los Rebeldes del Norte": -El apoyo popular de los rebeldes ha crecido recientemente entre la población de Costasur, pero manteniendo siempre un perfil bajo. La gente no sabe quienes son los rebeldes o donde se ubican, pero muchos los consideran los héroes que se opondrán a sus actuales y descuidados líderes. Algún que otro joven impulsivo ha huido de casa con la intención de unirse a los rebeldes. La mayoría vuelven con las manos vacías o son atacados por Arañas en el bosque, de otros sencillamente no se vuelve a oír nada al respecto. -Más saqueos de suministros y armamentos para mantener y armar a la "rebelión". Los comerciantes y burgueses en general, a diferencia del apoyo popular, están especialmente resentidos respecto a las políticas de saqueos de estos "libertadores". -Han surgido algunos asesinatos envueltos en misterio respecto a algunos cabecillas de los más bajos escalones, incluidos miembros de la guarnición local. Se ha tenido que ascender a algunos soldados inexpertos en el liderazgo como sub-oficiales. Ningún rastro de intentos violentos contra nadie especialmente importante. -Sea donde sea que se escondan, con todos los sucesos recientes es fácil intuir que los rebeldes se encuentran no solo en una zona muy bien escondida y resguardada, si no que además se encontrarán armados relativamente bien, para ser lo que son. // Bueno Malcador, voy a suponer que tienes algo que editar al respecto. Sin usar adivinación. Adelante, tienes vía libre y mis bendiciones.
  24. La situación se agrava Los soldados de la guarnición local de Costasur se apresuraban de un lado al otro del pueblo. Mientras tanto, el Sargento Adolfus Impera andaba de un lado al otro de la torre de la guarnición. En los últimos días las rutas comerciales de Costasur habían comenzado a ser saqueadas con mucha más intensidad, golpeando duramente a Costasur. Aunque esto se debía principalmente a un aumento en la actividad de los renegados, también habían llegado reportes de la desaparición de caravanas de alimentos además de armamento. Obviamente, los Renegados no necesitaban comer, y en algunos casos comerciantes que habían sobrevivido alegaban saqueos a manos de "bandidos". Por supuesto, el Sargento estaba lejos de considerarlos bandidos: Para él, se trataba de los mismos rebeldes de los que llevaba tiempo volviéndose loco por su persecución. Aunque eso apenas resultaba una espina en el pie comparado con el verdadero problema: Algunos funcionarios menores y sub-oficiales de menor rango de entre los soldados allí apostados habían aparecido muertos. Asesinados, sencillamente. Los rebeldes habían movido ficha... // Pequeño relato, consecuencia del tiempo sin actuar al respecto (El grandioso Dú0 ha tenido complicaciones y se tardan un siglo en llegar). El evento no ha fracasado aún, pero los rebeldes ya tienen una presencia mucho más sólida en Costasur y contarán con bastante apoyo popular. Colocaré detalles al respecto en el post de Situación de Costasur en Rumores, creado por @Stannis the Mannis Consecuencias aquí:
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