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Commander

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  1. Aviso de que voy a estar ausente de manera indefinida por causas personales (por la cual no tendré internet en casa temporalmente). Nos vemos a la vuelta, más tarde o más temprano. ^^U Pd: Habrá que ignorar esa carta que Roy mandó, lástima.
  2. Extendiendo un pergamino, estirando los dedos y mojando una pluma en la tinta, Roy puso en práctica toda la elocuencia de la que era capaz... A la atención de quien corresponda. Mi nombre es Royce Reinhart y ha llegado a mi conocimiento, de boca de algunos de sus leales hombres de armas, que vuestras mercedes se han visto faltas de personal que pueda ocuparse de la intendencia del ejercito desde hará algún tiempo, y qué mal es siendo estos unos tiempos tan complejos a causa del conflicto que hay con los gnolls. Es por eso que alentado por estos servidores del reino me ofrezco dada mi experiencia previa a cumplir con las tareas que se requieran, al menos durante un breve tiempo o hasta que se pueda encontrar a alguien adecuado más adelante. Espero acepten mi ofrecimiento, todo sea por sentirme colaborador en los difíciles momentos que el reino está atravesando. Firmado, atentamente: Royce Reinhart
  3. Me había fijado ya en que no hay muchos buzones en el juego (aunque tampoco busqué demasiado), pero si es verdad que sería una utilidad poder usarlos y si es gratis mejor. Pero también creo que es conveniente el mantener las cartas oficiales vía foro, como siempre, ya que así se tiene un registro y un orden. El correo dentro del juego como mucho está bien para cosas de poca importancia.
  4. I. Con la boca seca, torcida y embarrada por las horas bajo tierra, que parecieron eternas, aquel cadáver que parecía retornó de entre los muertos para asombro de los que allí se encontraban. Aquellos testigos le observaron, delgado y enfermizo, cubierto por la suciedad y la tierra además de una cabellera espesa de porquería en compañía de una barba de meses, igual de sucia. Sus ojos perdidos fijaron la atención en un pequeño odre de agua, que fue presa de sus manos raudas buscando refrescar su desamparado gaznate. Entonces para sus adentros sonrió, pese a que el cansancio le sometía cruelmente, pues el plan había tenido éxito: Era libre. Su socio Olson discutía con aquel tipo al que parecía haber convencido de ayudarle, a falta de un par de manos y ojos necesarios para aquella tarea, aunque fue una conversación larga y tediosa, llegando al punto de poner en duda si toda la estratagema se había puesto en riesgo. De hecho así era, pues en los caminos por los que estos dos sinvergüenzas, Olson y el recién "revivido" Roy, el hecho de toparse con gente honrada no solía ser una ventaja. Afortunadamente, esta vez supieron interpretar bien su papel. Olson se llevó a su camarada tan pronto vio la excusa para desaparecer al fin entre la noche. Dejaron atrás el cementerio y a cien metros volvieron a donde éste había dejado el caballo, que aunque no era corcel, sería suficiente montura para llevar a los dos rufianes de regreso a lo que ellos pudieran considerar hogar. Y qué mejor lecho y compañía que la que se encuentra en los locales más mugrientos y atestados de mala saña. Que ya sería vicio, pero allí entre ratas y comadrejas de todos los tamaños nadaba aquel pececillo llamado Royce Reinhart. Hubiera querido él que fuera la tasca habitual del puerto de Ventormenta, pero recorrer tal distancia durante la noche no iba a ser posible. Al menos en su estado. En lugar de ello, el burdel de Elwynn sería opción ideal para pasar lo que quedaba hasta la mañana siguiente. Y mientras tanto, dada la delgadez que llevaba, Roy se dedicaría únicamente a comer. Malpensados sí, pecadores... también. Cuando hubo recuperado energías y el sueño se le había quitado, apenas faltaba una hora para el amanecer y ambos socios se miraron el uno a otro con sendas y satisfechas sonrisas en el rostro. —¿Y cómo has pensado pagar todo esto, canalla? — la voz de Roy terminó con el silencio. —Bueno, esperaba que tú me ayudaras con eso—dijo Olson, ampliando su sonrisa. Sin embargo, su compañero le devolvió una repentina cara de poker—. ¿Qué? —¿Tú eres tonto?—Roy le miró con incredulidad, pensando si le estaban tomando el pelo. —¿Qué dices? Ahora estas forrado, no se a qué viene tanta preocu- —Olson... Piensa, ¿a razón de qué terminé en la cárcel?—preguntó Roy, reuniendo paciencia. —Porque le birlamos el mapa al capitán Harvey, y... —Sí, y escondí el mapa. Ahora es mío, pero no deja de ser un trozo de cuero ¿verdad?—la mirada de Roy se mantuvo sobre el rostro de Olson a medida que éste iba reflexionando. —¡MIERDA! II. Tras un alboroto matutino, en el día que siguió después -al inicio de su recién recuperada vida- no hubo de lo que preocuparse. Situaciones como aquella habían vivido incontables veces, y no por menos se las habían arreglado para salir airosos, aunque esta vez Roy tuvo que convencer a su camarada de pagar el precio fuera como fuere. No era su estilo, pero los primeros pasos habían de darse sobre terreno seguro, y esta vez le tocó a Olson trabajar en el burdel. ¿Cómo? Ni le importaba, ya fuera limpiando, cocinando o entregando su vergüenza a las más impúdicas tareas. Roy no tenía culpa de las malas cuentas del otro, pero un favor no compensa meter la pata, y él no iba a tragar con más problemas. Le tocaba a Olson esta vez. Mientras vagaba distraído en sus pensamientos Roy reparó en lo mal que sonaban esas dos frases una tras la otra. La idea le provocó una risotada que le sacó de su ensimismamiento, y cuando se dio cuenta había caminado hasta los límites orientales de Villadorada. Los estragos de las últimas batallas eran abundantes y recientes, y él hasta ese momento no había sido consciente de lo que la amenaza de los gnolls estaba suponiendo para la región. Tras husmear un poco entre los escombros dio cuenta del par de hombres allí apostados, probablemente en función de centinelas. Parecían mantener una vaga charla, y Roy se vio inevitablemente atraído por la curiosidad y la posibilidad de gorronear algo de comida gratis. La charla no fue extensa, lo justo para que le diera tiempo a entrar en calor y secarse un poco de la lluvia que iba y venia a ratos, pero de ella sacó algo de mucho interés. Bien parecía ser que, dada la expulsión del anterior intendente, el ejercito carecía de alguien que se ocupara de las atenciones que los almacenes militares requerían, especialmente en tiempos de guerra. Los ojos de Roy fueron iluminándose cada vez que uno de los montaraces mencionaba palabras como: material perdido, armas extraviadas, reorganizar inventario. Gracias a que ya de por sí se podía caer la baba a causa del hambre, de no ser un hombre astuto y sabido, la apariencia de hiena acechando un suculento banquete se le habría reflejado en el rostro. Afortunadamente se marchó de allí haciendo buenas migas, con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro, un corazón batiente de emoción, y un bolsillo dispuesto a llenarse. III. Roy se despertó una mañana, que era la del día posterior, sin recordar cómo ni cuándo había acabado en una habitación que no era la suya. Tuvo la tentación de llevarse algo, pero le retuvo la consciencia de no pillarse los dedos en el intento. Simplemente se marchó de allí con la resaca propia de un hombre que pasó buena noche el día anterior. Necesitaba un lugar tranquilo donde el bullicio habitual del pueblo no le martilleara las sienes, por lo que, guiado por inspiración divina, acabó yendo hacia la iglesia más cercana a dormir la mona. Se echó sobre de un banco y dejó que el silencio lo envolviera, seguido de la ensoñación que producía el alcohol que aún quedaba recorriendo sus venas. Pensó en la mar y el impacto del viento húmedo y salado sobre el rostro, seguido de una travesía en buena compañía sobre la cubierta de un barco. Desde ella podía observarse la vastedad del océano, y dejar lejos cualquier preocupación. Cualquier problema. Abrió los ojos de golpe, como si hubiese espabilado de repente. Se sentó y puse orden en sus pensamientos, con un extraño sentimiento de inquietud recordando que estaba en mitad de Elwynn. ¿Echaba de menos algo o era simplemente el recuerdo de todo lo que aún le quedaba por hacer? Observó al diminuto sacerdote que rezaba a su lado y pensó: "Vale, demasiado alcohol..." No demoró mucho tiempo en el sacralizado suelo, marchándose por la puerta antes de que empezase a humear si la Luz supiera la de pecados que mantenía sin confesar. Esto le arrancó otra risilla a Roy, tapando los rayos del sol cuando salió al exterior, y mientras andaba rumbo al cuartel local se puso a meditar sobre las decisiones que estaba por tomar.
  5. Commander

    Royce "Roy" Reinhart

    Nombre: Royce Reinhart Alias/Apodo: Roy Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 36 Altura: 1'80 Peso: 75 Lugar de Nacimiento: Kul Tiras Ocupación: Contrabandista Historia completa Descripción física: Alto, delgado, ambidextro para ciertas cosas (generalmente zurdo), de complexión atlética y erguida. Por la estructura de su cuerpo podría ser capaz de desarrollar un físico fornido, pero la falta abundante de alimento o un arduo entrenamiento le han mantenido alejado por el momento de tal aspecto. Pelo castaño oscuro, desaliñado y con mechones canosos cortado irregularmente, al estilo de la gente de costa (piratas, comúnmente). Ojos verdes con una larga cicatriz en el derecho fruto de un accidente naval. Barba de una semana en torno a una sonrisa sorprendentemente cuidada. Acostumbra a llevar ropa típica de arrabal, un cuchillo en la bota, chaqueta de bucanero de la que sobresalen dos pistolas de chispa, faltriqueras de cuero sobre dos cinturones de distinto tamaño, y un pequeño medallón al cuello. Descripción psíquica: Despreocupado, osado, valiente cuando la fortuna llama. Es un hombre abocado a menudo al fracaso aunque mantiene los arrestos de enfrentar la derrota siempre que esta llegue, incluso cuando es consciente de las consecuencias. El que su vida fuera un continuo perder y saborear el polvo o la sangre le ha llevado a acostumbrarse a una vida exenta de comodidades, cosa que le ha hecho perder el miedo o los reparos de realizar actos de dudosa moral. Los modales y la cortesía son algo poco comunes en él, aunque no inexistentes, así como cierta nobleza que por alguna razón permanece viva muy en el fondo de él. A pesar de que termine a sabiendas en situaciones adversas, es hombre de sabia cobardía, que consiste en salvar el pellejo ante todo o guardarse de acabar muy mal parado. Le apasionan las aventuras, la libertad, de la cual se jacta; o cualquier tipo de emoción fuerte que suponga algo con que divertirse. Comer hasta reventar, beber que nunca falte, y disfrutar de cada placer que la vida le permita. El oro y la plata son para gastarlos, nunca acumula demasiada fortuna pues bien sabe que el dinero vuela. También a veces es tan desprendido que siente una reverente caridad por aquellos que no tienen nada, especialmente hacia los niños. Es algo torpe con la mayoría de destrezas en el uso de un arma, valiéndose mucho más de su ingenio para sortear las dificultades. O se le ha dado siempre mal, o nunca nadie ha tenido la paciencia de enseñarle debidamente. Cosa que no compensa con el hecho de ser a menudo el primero en iniciar una pelea, aunque no permanezca en pie por mucho tiempo. Es fácil de provocar si se le encuentra, aunque por lo general ignora las burlas o las amenazas, pero nunca olvida ni perdona cuando le han herido de verdad. Pero por otra parte, es cariñoso y leal con quien le muestra afecto, hasta el punto de dejar a un lado su propia seguridad con tal de salvar a un ser querido. Y solo aquellos que ostentan su más sincera amistad, podrían lograr lo que más vulnerable lo hace: la traición y el abandono, pues para alguien que fue huérfano a una edad tan temprana no existe nada peor, por mucho que trate de esconderlo. Historia
  6. Atributos 6 Físico 6 Destreza 8 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 24 Mana 7 Iniciativa 7 Ataque a Distancia (Pistola de chispa) 7 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 1 Pistola de chispa 1 Cabalgar 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Robar bolsillos 1 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Callejeo 1 Comercio 1 Leyes 2 Navegar 1 Artillería Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 2 Disfraz 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  7. Después de mucho meditar he pensado que lo que más se acomoda a mi rutina es, sin lugar a dudas, el siguiente personaje: - Humano adulto, (cazador/pícaro) salteador/contrabandista. Caótico - Neutral Tengo claro que únicamente podría conectarme con fiabilidad los fines de semana, y coincidiría con la actividad de una persona de su oficio, que consiste en dejarse ver poco y, cuando aparece, es para realizar ciertos actos de "caridad". Iré trabajando en él a medida que se baja el juego.
  8. Gracias por los comentarios! Bien pues, dándole vueltas al coco, estoy barajando con qué personaje empezar mis andanzas. Viendo los focos de Rol que me has mencionado @Curly, me llama la atención el foco enano y el de la horda. A voz de pronto las razas que se me ocurren son enano, gnomo, orco y tauren. Por otra parte, entre los humanos vi más o menos por encima las "clases" que se suelen manejar, y soy propenso a buscar un lugar entre las minorías. Entonces por el momento sería... - Enano adulto, (cazador) artificiero/mecánico. Neutral - Bueno - Enano anciano, (cazador) criador de carneros. Neutral - Bueno - Gnoma joven, (guerrera) berserker. Caótico - Bueno - Gnomo adulto, (guerrero/pícaro) piloto/mecánico. Legal - Bueno - Orco anciano, (brujo/chamán) vidente. Neutral - Malvado - Orca adulta, (guerrera/cazadora) jinete de huargo. Legal - Neutral - Goblin joven, (cazador/pícaro) tirador/artificiero. Caótico - Neutral - Humano adulto, (sacerdote/mago) bibliotecario. Legal - Bueno - Humano adulto, (cazador/pícaro) salteador/contrabandista. Caótico - Neutral
  9. Rol Errante. El nombre me gusta, evoca tiempos pasados de las más viejas y genuinas hazañas. ¿Eso que huelo es vieja escuela? Intrigante, y la estética lo acompaña. Si, si... Llevo algo menos de una semana observando este lugar, y aunque he tomado la decisión de darme a conocer, admito que todavía no estoy del todo seguro de si me quedaré o si solo vengo de paso. Hace mucho tiempo que no me dejo caer por una comunidad de rol, pero confieso que el interés despertó en cierto modo con cierta película hará unos meses. Y pasa lo de siempre, que te pica la curiosidad. Ese reglamento tiene buena pinta, se ve que se preocupan por afinar, y no conformarse con un formato estándar que no llega a las necesidades del rol, o que se descompensa de alguna manera. Eso está bien, y el que un staff lo tenga en cuenta, llama. Y he aquí que me llama, me pide que ocupe mi lugar entre los roleros, en los atrios del Warcrafthalla, el lugar donde viven los valientes para siempre. Así que ya lo ven, me tomaré con calma eso de bajar el juego y rondaré estos lares, si soy bienvenido, y con suerte (y sobretodo tiempo libre) quizá podáis contar con mi espada, mi hacha, o mis /emote. Un saludo a todos. Pd: Se agradece cualquier recomendación o consejo en mis primeros pasos, en lo referente a adaptarme al sistema o conocer un poco como funcionan las cosas por aquí.
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