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Roleros Destacados


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Showing content with the highest reputation on 02/10/18 en todas las áreas

  1. 1 point
    Mannel dormía en su cómoda cama mientras empezaba a escuchar los cacareos de los gallos que alzaban sus voces al alba. Empezaba la jornada de trabajo en Lebucka, una pequeña aldea, de las últimas que quedaban en las regiones del oeste de las Laderas de Trabalomas, pues el resto habían sido abandonadas fruto de la amenaza renegada. Pero las gentes de Lebucka contaban con Sir Roland, un veterano Paladín retirado, que con la ayuda de los hombres y mujeres del pueblo habían conseguido mantener a raya a los grupos de escaramuzadores renegados enviados a sembrar el pánico. Se incorporó de su cama, y medio adormecido, comenzó a ponerse los pantalones. Hoy le tocaba reparar las botas de viaje de Mode y remendar los calzones de la cuadrilla de leñadores. Se auguraba una mañana tranquila. La tranquilidad, sin embargo, se esfumó de golpe cuando escuchó un inmenso estruendo de madera quebrarse. Tal fue el ruido que le hizo pegar un bote en su cama, cayéndose a cuatro patas al suelo, con el estómago prácticamente en la boca. ¿Qué había sido eso? ¿Alguna clase de explosión? Mientras se incorporaba aun algo acongojado comenzó a escuchar los gritos, los golpes, y unas voces graves que le hacían temblar los tímpanos. Corrió con velocidad a la ventana de su dormitorio, situado en el primer piso sobre su taller, la cual abrió con violencia para ver qué demonios ocurría. Pese a que sentarse ante su ventana y ver la plazoleta central de la aldea era uno de sus pasatiempos favoritos, esta vez no fue el antiguo pozo de piedra rodeado de una plaza de barro lo que le vieron sus ojos. Un muro de metal oscuro se alzaba ante él, cortándole la visión. Mannel parpadeó confuso varios segundos, hasta que lo que le cortaba su visión comenzó a girarse hacia la ventana que acababa de abrirse. La mirada del artesano del cuero se cruzó con dos cuencas oscuras y profundas, ocultas tras un gran yelmo de metal tallado con la forma de una bestia que el hombre jamás había visto. ¡Santa Luz! Dijo para sus adentros, mientras veía como los brazos del gigante que se había detenido delante suya comenzaban a alzar una inmensa maza grande como un ariete. Mannel se quedó congelado dos segundos, antes de reaccionar justo a tiempo para tirarse por el hueco de las escaleras hacia su planta inferior, un segundo antes de que toda la planta superior de su hogar volase por los aires, destrozada de un brutal impacto que quebró muros , columnas y techo de madera como si fuese un niño jugando con juncos en el borde de un río. Mannel tardó varios segundos en reincorporarse, ignorando el fuerte dolor de haber caído con violencia por las escaleras fruto de la adrenalina que bombeaba en sus oídos, golpeándolos como tambores de guerra, instándole a huir. Los gritos de dolor, de guerra, la madera y roca siendo quebradas, inundaban su mente cuando abrió la puerta de su hogar. La escena que se encontró ante él era simplemente irracional. Al menos una docena de esos seres salidos de la nada se dedicaban a arrasar casas con sus inmensas armas, tras haber destrozado el portón de madera de la pequeña aldea como si ni estuviese ahí. Las buenas gentes de la ciudad corrían en todas direcciones, asustados, siendo aplastados, arrojados contra las paredes de sus propios hogares, o simplemente pisoteados. Sus vecinos, sus amigos, estaban siendo asesinados a sangre fría, sus gritos de dolor ahogados por los cánticos guturales de las bestias que los estaban atacando. Llegó a ver a Mode, con su arco largo, la mejor cazadora de la aldea, disparando desde un callejón contra una de las criaturas. El artesano vio como sus flechas impactaban en las pesadas pieles de la espalda la criatura sin que esta pareciese inmutarse. Intentó gritar para avisar a Mode de que otro se había fijado en ella desde su retaguardia, pero no pudo abrir siquiera la boca para gritar. El miedo hizo un nudo su garganta, y observó en silencio como la veterana rastreadora era empalada contra el muro tras el cual tomaba cobertura por lo que parecía ser no más que un hacha arrojadiza para estos gigantes. Sabía que si se quedaba ahí moriría, como los demás, pero el terror había hecho presa de sus piernas como frías zarpas heladas que penetraban en su carne y se clavaban en el hueso. No fue sino los gritos de Sir Roland lo que consiguieron hacer que volviese en sí. -¡Artesano, aquí, por la Luz, reacciona! - El veterano paladín, con su maza de guerra y en ropas de cama se alzaba delante de la posada acompañado por otros cinco vecinos que con lanzas y arcos temblaban aterrados tras el guerrero sagrado. Mannel corrió hacia ellos con una velocidad que desconocía era capaz de alcanzar. Calló a cuatro patas tras el paladín, jadeando agotado, pero notó como cierta calma llegaba a su mente cuando la mano del paladín se posó en su hombro y escuchó su grave voz. -Mannel, no se qué clase de criaturas son estas o porqué nos han atacado. ¡Pero la aldea está condenada! ¡Corre, has de correr hacia Costasur, da el aviso, y llévate contigo a todo el que puedas encontrar en el camino! ¡Nosotros intentaremos cubriros! El artesano se incorporó, observando al paladín, la convicción reflejada en sus ojos, ni rastro de miedo era perceptible entre las arrugas de su curtido ceño. No podía decir lo mismo del resto de milicianos, que aterrados observaban como dos de las inmensas figuras se acercaban a ellos. No dudó. Le gustaría decir que hizo amago de quedarse y luchar, de morir junto a sus vecinos, pero Mannel echó a correr en cuanto el paladín se lo ordenó, con un impulso nacido de las partes más oscuras y egoístas de su alma. Antes de abandonar la aldea por la pequeña puerta trasera de la empalizada, tras la taberna, miró un segundo atrás, pero la visión de un inmenso lobo grande como un carromato abalanzarse sobre el paladín y los milicianos hizo que sus piernas se moviesen por sí solas. No encontró a nadie en su huida apresurada por los bosques. Tampoco los buscó. Tras prácticamente un día entero de correr ininterrumpidamente, llegó a vislumbrar los muros de Costasur en la lejanía, antes de caer inconsciente. Cuando se despertó un día después en la enfermería de la Iglesia, no tardó en comenzar a gritar, desesperado, haciendo que tras una hora de forcejeo el capitán de la guardia en la ciudad acudiese a ver qué ocurría. No consiguieron sacarle mucho al hombre, cuasi enloquecido, aunque había una cosa que no paraba de gritar una y otra vez. -¡Los gigantes! ¡LOS GIGANTES! // Evento maestre , primera parte de una trama mayor, que ocurrirá entre los días 25 y 30, con margen a mayor longitud en base a las necesidades del rol. Habrá rol tanto para renegados y afiliados así como para humanos y enanos por la zona de Laderas de Trabalomas. Quién no tenga personaje en la zona, podrá enviar formulario de historia rápida y ficha para crearse ST's temporales para el evento. Todos estos serán revisados la noche del Domingo 24, cuando acaba el plazo para hacerlo. En la historia rápida no hace falta escribir nada más que nombre, sexo, e indicar qué es el personaje de entre la siguiente lista: -Soldado Imperial de Costasur -Cazador de Costasur -Iniciado de la Iglesia (Puede coger hechizos de Luz de Nivel 12-14) -Guardia de la Muerte renegado -Mortacechador Renegado -Boticario Renegado (Se le dará acceso a un conjunto de compuestos alquímicos especiales) -Guerrero de Clan de los Colina de Hierro -Montaraz Colina de Hierro -Artillero Colina de Hierro (Se le dará acceso a un conjunto de herramientas especial) A diferencia de las fichas normales, estas fichas podrán empezar con habilidades de hasta nivel 3. Cualquier duda, por favor, envíenme un MP al foro, pues no podré atender el Discord. Habrá más respuestas a este tema y noticias onrol en los días previos al evento.
  2. 1 point
    Nombre del Personaje Gabriel Riversong Raza Humano Sexo Hombre Edad 23 Altura 1,90 m Peso 80 kg Lugar de Nacimiento Boralus, Estrecho de Tiragarde Ocupación Mercader (Aprendiz) Descripción Física Ligeramente mas alto que la media de los humanos, Gabriel mantiene unas facciones jóvenes y distribución corporal claramente kultirense, siendo difícil confundirlo con un humano de otro reino. De tez ligeramente tostada, no posee marca alguna en su cuerpo, mas si algo de vello en sus extremidades y pecho, siendo este escaso ademas de recortado habitualmente. El cabello del joven nativo de Kul'tiras es de un tono negro, ligeramente ondulado y corto. Suele peinarlo de forma sencilla pero elegante a la vez para mantener un aspecto pulcro. Su barba suele afeitarla dejando la perilla como la zona con mas pelo en su rostro, ademas de un bigote arreglado. Sus ojos son de color turquesa, ligeramente rasgados y atentos a su alrededor, sobretodo si se encuentra trabajando o bien en el propio mercado, siempre buscando los mejores productos ademas de precios. Descripción Psíquica Una persona atenta, con una sonrisa siempre dibujada en su rostro. Suele ser amable con todas las personas en un inicio, cambiando su actitud lentamente según las vaya conociendo ya que no actúa de la misma forma con las personas que le caen realmente bien que con aquellas que solo le interesan por ser potenciales empleados o bien socios comerciales. Gabriel es una persona centrada en su trabajo, siendo bastante organizado y siempre queriendo aprender mas para mejorar todo lo posible en sus habilidades comerciales ademas de navales. No es agresivo, pero no duda en defenderse si le amenazan y/o atacan mas siempre como ultima alternativa, estando la huida mucho antes que esta o bien el engaño con palabras. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Nacido en el seno de una familia mercante de buen nombre dentro de Kul'tiras, Gabriel era el menor de siete hermanos. Si bien tuvo una infancia tranquila, el joven kultirense era alguien realmente tranquilo en comparación a sus familiares, prefiriendo leer o dibujar en su tiempo libre, sobretodo lo relacionado con el mar y los navíos de su nación. Fue con el tiempo que su interés creció en estos temas, pues el viajar por el mare magnum a bordo de su propio barco para visitar todo Azeroth e intentar establecer lazos comerciales con cada lugar que visite para su familia. Sus hermanos habían decidido no seguir el legado de su padre, alistándose cuatro de ellos a la marina kultirense y los dos últimos uniéndose a los sabiomar en el Valle Canto Tormenta, mientras que Gabriel decidió seguir los pasos de su padre con el fin de cumplir su sueño, manteniendo ademas la fuerza de la propia familia basada en el comercio. Este hecho marco la personalidad del joven, dedicándose a estudiar con mas ahincó sobre los navíos, las naciones humanas, sus productos, temporadas y posibles rutas comerciales ademas de leyes de cada lugar, con el fin de convertirse en una persona de provecho como su propio padre. Fue a los dieciséis años que esa determinación fue puesta a prueba por primera vez, tras conocer a una joven de Brennadan que llamo su atención en un pequeño viaje de negocios con su padre. Lucille Brinnegan, una muchacha de cabellos rojizos, tez pálida y ojos de un verde tan intenso que parecían esmeraldas. Era la primera vez que veía a alguien así, a una persona tan enérgica como amigable era la niña de aquel pueblo en el Valle Canto Tormenta. Fue Lucille la que se animo a hablar con el, un muchacho de aspecto elegante y cuidado, estirado tras su padre atento a las lecciones de este sobre los productos que vendían en aquel lugar, como identificar uno fresco de otro algo pasado o a punto de estar pasado, regateo y una larga lista de habilidades que este consideraba imprescindible para un buen comerciante. Aprovechó un momento en el que Gabriel se descuidó para así tirar de su brazo, llevándoselo inadvertidamente del lado de su padre, comenzando a asaltarle a preguntas sobre Boralus, quien era el y que hacia allí exactamente con su progenitor, preguntando una vez tras otra y tras cada respuesta, dos preguntas mas surgían de los labios de aquella muchacha. El se sentía abrumado por la energía de Lucille, mas aun al ver que esta no le dejaba escapar de su interrogatorio, acabando finalmente por rendirse y seguirle el juego a la muchacha. Pasaron aquella lejana tarde paseando por el pueblo, enseñándole Lucille sobre las gentes que vivían en Brennadan ademas de sus alrededores, contándole anécdotas del lugar y suyas propias. Si bien al principio estaba tensó por lo que podría pensar su padre al haberse escapado, suspiro mas aliviado tras estar un rato con la muchacha terminando por seguirla en sus andaduras por el pueblo en aquel día. Tras conocer a Lucille, Gabriel mantuvo el contacto con ella por carta, buscando cualquier excusa para ir al Valle Canto Tormenta y así pasar tiempo con aquella joven que le había caído tan bien, estrechándose poco a poco la relación de ambos a lo largo de los años. Si bien eran buenos amigos, los padres de ambos creían que quizás podrían comprometerse por la buena amistad que mantenían, en un pequeño intento para así que sus hijos acabasen finalmente en el buen camino para ambas familias. Esto incomodo a ambos, provocando que decidiesen distanciarse públicamente, quedando de forma mucho mas discreta desde ese momento para disfrutar de la compañía mutua en secreto, haciendo esos momentos mas emocionantes incluso, desafiando los designios de su padre pues deseaba comprometerle con la hija de uno de sus asociados y veía que Lucille, tras el supuesto distanciamiento, podría ser una distracción innecesaria si conseguía reconciliarse con ella. Poco a poco Gabriel dejo de ir a Brennadan ademas de quedar con su amiga, pues su padre le tenia mucho mas vigilado al notar sus constantes idas y venidas a altas horas de la noche, teniéndole mas ocupado con pequeños encargos en el mercado o bien con los libros de contabilidad del propio negocio familiar. Harto de ese tipo de control, poco a poco fue desviando dinero de los negocios de su familia a su propio bolsillo, tornándose mas frio con su padre cuando este se dirigía a el, reuniendo a una pequeña tripulación mientras negociaba la compra de un pequeño navío con el que huir de Boralus rumbo a los Reinos del Este. Fue una noche tras una acalorada discusión con su padre que tomo sus pertenencias, dirigiéndose rápidamente al puerto de la ciudad kultirense, tras mandar una carta a su amiga, con sus pocos ahorros y los cuatro hombres que decidieron acompañarle tras un pago por adelantado. Partieron en la oscuridad, cubiertos por el oscuro manto de una noche sin luna, rumbo a Ventormenta ya que era la única ciudad que conocía Gabriel como un lugar seguro y con una buena disposición para comenzar una nueva vida usando sus habilidades para labrarse un nombre fuera de Kul'tiras. La travesía fue tranquila, sin mayor inconveniente que el mar ligeramente agitado conforme mas se acercaban al sur. Cerca ya de la ciudad humana, una tormenta se desencadenó, provocando que la pequeña embarcación se hundiese tras varios embates de las olas contra el casco de la nave. La tripulación fue tragada por el mar, desconociendo el kultirense el destino de esta, siendo lo ultimo en recordar el como se aferraba a un cabo y a una tabla para tratar de sobrevivir antes de ver todo negro. Lo despertó el movimiento de las olas, así como el sonido de las gaviotas, tardando en reaccionar por el estado en el que se encontraba tras la noche anterior, abriendo los ojos para mirar al cielo llamando su atención una bandera de fondo azul con un león dorado como emblema. Una sonrisa afloro en su rostro al entender donde estaba, había llegado a Ventormenta finalmente, pero sin nada mas que sus propias habilidades y la ropa empapada que llevaba puesta. Se puso en pie tras reposar unos minutos, encaminándose al puerto de la ciudad tras dejar aquella zona en la que había acabado, pues su siguiente objetivo era conseguir un patrón para el que trabajar y así conseguir comenzar de cero... Y esto no fue demasiado difícil tras encontrar a uno que accedió a realizarle una prueba de sus habilidades, demostrando que, si bien le queda bastante camino por delante, conocía mas que otros muchos a los que tendría que enseñar desde cero. Gabriel consiguió llegar a Ventormenta, liberándose del yugo de su padre para ser libre y ahora, tenia por delante un largo camino que recorrer para hacerse un nombre alejado de la influencia de su familia.
  3. 1 point
    Humanos: Día Primero La caminata desde Costasur no había sido especialmente dificultosa. El sendero desgastado llevó al grupo de exploradores hacia el grupo de campos y haciendas conocido como las Plantaciones sin mayores dificultades. Fue ahí donde se dispuso la primera decisión del grupo, decidiendo este marchar hacia el sur y visitar la guarnición de Torre Sombría, en el centro del bosque. Esta guarnición nunca había sido especialmente relevante. Su principal labor en tiempos antiguos era evitar que grupos de bandidos estableciesen sus guaridas en la profundidad de los bosques. Pero en vistas del contexto actual, su relevancia podría demostrarse mucho mayor. Lo que esperaba a los voluntariosos era una espesa niebla que cortaba la vista a unos pocos palmos, obligándoles a extremar precauciones pues las sombras se volvían enemigas etéreas, y los ruidos llegaban alterados por los nervios alterados y la espesa capa de humedad que se pegaba al cuerpo, piel, garganta y pelo. La caminata fue agotadora, y tras más de una hora y media caminando por el bosque, perdiendo el camino repetidas veces, y encontrarse con peligrosas criaturas salvajes, el grupo consiguió llegar a la Torre Sombría. Esta tal vez fuese impresionante en el pasado, pero en el presente ni siquiera podían verla, fruto de la niebla. Pese a un primer grito de alto, fueron recibidos de brazos abiertos entre rostros adustos y cansados por los vigilantes del lugar. La espesa niebla llevaba meses asfixiando al bosque, y había pasado factura en la salud mental y física de los tenaces centinelas. El óxido había carcomido armas y armaduras, la podredumbre sacudía las reservas de comida y los maderos tanto de las estacas protectoras como de las tiendas. Incluso la torre que daba nombre a la guarnición había sido presa de esta humedad cargante. El grupo habló e intercambió impresiones con el sargento de la guarnición, y con una superviviente de la cercana aldea de Dunherber, arrasada hacia poco más de un mes. Se dispusieron que este fuese su objetivo, al cual marcharían al día siguiente, una vez el sol hubiese ascendido en la bóveda celestial. James Carnes Sargento de la 11ª compañía de la 10ª Legión Veterano soldado del ejército de Lordaeron, y ahora Ejército Imperial, el sargento James Carnes lleva asignado a la guarnición de Torre Sombría desde hace seis meses, junto a sus leales y valerosos hombres y mujeres. Corpulento, pese a tener apenas cincuenta y dos años, llevar en la guerra desde los quince ha hecho que aparente mucha más edad fruto del desgaste. De carácter alegre y jovial, tras meses con la niebla destrozando sus ya achacados huesos, no es más que una sombra del hombre que era, siendo esta imagen la que el grupo vio al intentar tratar con él. Acosado por las sombras de los fracasos pasados y recientes, se muestra indiferente ante un problema que ha hecho suyo, y busca resolver sin interferencia externa. Sasha Única superviviente de Dunherber Esta joven muchacha, de unos catorce o quince inviernos, fue encontrada por los hombres del sargento Carnes cuando llegaron a Dunherber, una vez esta ya había sido arrasada. Conmocionados por la destrucción de la aldea, pensaron que no había sobrevivido nadie. Cual fue su sorpresa cuando tras llevara varias horas juntando los trozos de los cuerpos para enterrarlos, la joven muchacha salió arrastrándose de debajo de un agujero cubierto por una tapa de madera y tierra, lleno de carne podrida, puesta ahí con el fin de usarla para espantar depredadores salvajes. Sucia, llorando, y con el rostro desfigurado por un horrible zarpazo, llevaba dos días ahí encerrada. No habló con nadie, y tardó varias semanas en articular palabra. Una vez empezó a hacerlo, se negó a contar nada a nadie sobre lo que había sucedido. Vagando por el campamento, era un recuerdo viviente para los guardias de Torre Sombría sobre su fracaso a la hora de proteger Dunherber. El sargento confeccionó con sus propias manos una muñeca para la muchacha, la cual pasó a acompañará a todas horas, normalmente vigilando la espesura de los bosques más allá de la niebla, mientras ella excavaba agujeros en el suelo de manera compulsiva. Es la única persona que ha visto a los invasores directamente, y sobrevivido. Humanos: Día Segundo El día amaneció con una niebla ligeramente menos espesa, que el grupo decidió utilizar para marchar hacia Dunherber. Se intentó hablar con Sasha, y esta dio algo de información. Precavió al grupo de la niebla, y del monstruo de ojos de fuego. Esto no les amedrentó y animó a huir, como pretendía la muchacha, si no que les animó a indagar más, para desazón de la joven que veía como esas buenas gentes marchaban a una muerte segura. El camino hacia Dunherber fue menos accidentado que hacia la guarnición, pues la niebla permitía un radio visual mayor, y los rayos del sol la penetraban con mayor intensidad, a diferencia de la tarde y noche anterior. Por desgracia para el grupo, esto no fue una ventaja para ellos, pues significó que pudieron contemplar los horrores de Dunherber en todo su apogeo. La destrucción del lugar es demasiado horrible para ser aquí registrada, y entre cadáveres, cenizas y madera destrozada, encontraron una inscripción con un mensaje claro. No perdieron el tiempo y marcharon a Villa Honda, donde se encontrarían una destrucción equivalente, y a un nutrido grupo de hostiles mercenarios dirigidos por un enano de piel oscura. Este intervino para evitar conflictos, antes de despedirse del grupo dirección Nueva Villadorada, tras comprobar que no tenían información valiosa para ellos. Fue así que el grupo decidió que lo mejor sería dividirse para cubrir más terreno. El tiempo pasaba, y el riesgo de otro ataque era cada vez mayor. Mucha gente moriría si no lograban cumplir su cometido a tiempo. Grom el Panzudo Jefe de la Banda Mercenaria de los Cuervos Tuertos La visión de un enano de tez oscura no es común en tierras humanas, creyéndose seres de leyenda por muchos habitantes del sur y del norte durante décadas. Pero desde el alto el fuego decretado por los grandes clanes, más de uno de estos misteriosos medianos ha visto en esta una señal de que un nuevo mundo de oportunidades se abre ante ellos. Grom es uno de ellos. Mató a su padre cuando consideró que había aprendido suficiente respecto al negocio familiar de él, para posteriormente llevarlo a la ruina tras comprobar que, al final de todo, carecía de los talentos de su progenitor. Humillado, huyó del Reino de los Hierro Negro, perseguido por unos hermanos que buscaban su cabeza. En tierras humanas encontró la oportunidad de usar la mala fama que le precedía fruto de su tez para atraer a su alrededor a toda clase de mugre y miseria, a la cual decidió darles un nombre acorde a su ineptitud. Actualmente, él y su grupo se encuentran en Costasur. Para buscar a los gigantes, o para aprovecharse de su paso, es algo que solo ellos saben.
  4. 1 point
    Renegados: Introducción Los mensajeros habían partido en los corceles esqueléticos para reclamar la presencia de los distintos grupos de no-muertos que , bajo órdenes claras, llevaban meses sembrando el caos y la discordia en las tierras de Trabalomas con el fin de cumplir los pérfidos objetivos de sus líderes. Todos fueron reunidos en el fortín de la torre Cuerno de Águila, un bastión que se alzaba sobre las colinas, usado desde hacia siglos como silencioso guardián que protegía el paso entre las regiones de los Bosque de Argénteos y Trabalomas, abandonado tras la tercera guerra, y reclamado por los renegados hacía varios años. Una vez allí, los renegados fueron informados de un cambio en el curso de sus deberes. Una nueva fuerza había llegado a los Reinos del Este. Una que representaba un cambio en el paradigma geopolítico. Los renegados contaban con la ventaja de conocer a su enemigo, y bajo órdenes e indicaciones estrictas, los numerosos grupos partieron para cumplir la voluntad de sus superiores, localizar a estas criaturas. Hay muchos grupos de composiciones variopintas, todos ellos siervos y firmes seguidores del Nuevo Orden. Jinetes Carmesí del Ejecutor Mueller: Un pelotón reducido de jinetes veteranos, afamados por adornar sus yelmos con penachos carmesís en honor a la sangre derramada de los caídos durante la guerra contra la Plaga. Actualmente se dirigen hacia el Oeste, buscando los rastros de los invasores en los alrededores del Fortín de Lord Menchster, uno de los únicos puntos que se ha mantenido impermeable a las incursiones renegadas. Banda de Guerra de Lady Susurracadáveres: Los asesinos de la Verdugo Mariane Susurracadáveres, expertos en sabotaje y tácticas de terror, han hecho pública su intención de marchar al sur, hacia Roblehondo, posición fortificada donde bajo la información renegada, la mayor parte de los mercenarios están acudiendo para usarlo como nexo de encuentro. Su intención es capturar e interrogar a los que sean necesarios para cumplir su objetivo. Exploradores de Zarpincho: El Cabo Zarpincho es un renegado ascendido hace apenas unas semanas, fruto del fallecimiento a manos de bandidos humanos de su superior. No son los más veteranos, o los más avispados. Tal vez por eso el Cabo haya decidido marchar hacia el Sureste, usando la noche y los bosques para pasar más allá de Roblehondo y explorar los bosques y marismas al sur de Villa Honda.
  5. 1 point
    Atributos 7 Físico 8 Destreza 6 Inteligencia 5 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 18 Mana 9 Iniciativa 9 Ataque CC (Desarmado (Equilibrado)) 8 Ataque a Distancia (Ballesta ligera) 12 Ataque CC (Espada pesada) 10 Ataque CC (Daga) 10 Defensa Físico 4 Atletismo 2 Desarmado (Equilibrado) Destreza 2 Ballesta ligera 4 Espada pesada 2 Daga 4 Cabalgar 2 Escalar 2 Defensa 2 Nadar 1 Robar bolsillos 2 Sigilo 2 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Sanación/Hierbas 2 Tradición/Historia Percepción 2 Advertir/Notar 2 Callejeo 2 Disfraz 4 Reflejos 2 Rumores 2 Música (Canto) Reglas Especiales: Cojo: Este individuo está cojo. Tal vez por un accidente, una herida, o una infección, ha perdido una de sus dos piernas. Tal vez la sustituya por alguna clase de prótesis arcaica, como una pata de palo. Sea como sea, esto le genera serias dificultades a la hora de desenvolverse en muchas situaciones. Efecto: El personaje tiene un -2 extra a la hora de realizar acciones de "Correr". El personaje sufre una penalización de -2 a la hora de destrabarse de combate, o impedir que otros se destraben de él. Sufre un -2 a toda acción fuera de combate que requiera substancialmente de una habilidad notable con las piernas (Bailar, Escalar, Nadar, Sigilo, etc...) // El -2 con la ballesta no es un error, es un penalizador autoaplicado, como nota para futuras correcciones de habilidades.
  6. 1 point
    Introducción: Humanos Costasur se encontraba en un estado de agitación. Con una gran cantidad de mercenarios y aventureros acudiendo, las historias sobre los gigantes invasores eran a cada cual más imaginativa e inverosímil, pero el rastro de destrucción que dejaban a su paso era innegable e increiblemente preocupante. Por ello, el Ayuntamiento y el Alguacilazgo, desbordados por los conflictos en sus tierras, decidieron recurrir a la ayuda de terceros. La tarea era simple. Localizar a las fuerzas invasoras, y descubrir el método por el cual, eran capaces de moverse de una aldea a otra sin dejar rastros. 10 platas por cabeza al grupo que los localizase, 20 por cabeza si descubrían sus métodos de transporte. Un precio increíblemente suculento que hizo que muchos se lanzasen sin tener realmente idea de a lo que se enfrentaban. Pero a diferencia de estos grupos de mercenarios, el Alguacilazgo no se iba quedar de brazos cruzados. Varias patrullas de carácter militar fueron enviadas a rastrear al enemigo, como cabía esperar. Una de estas fue compuesta con ayuda externa. Se solicitó la ayuda de un ex-sargento del Ejército, veterano explorador y que en el pasado ya había ayudado a Costasur. Un Escudero de la Mano de Plata, ordenado por su superior en la ciudad en ayudar en lo que fuese posible. Eso, sumado a un grupo de voluntarios y al escuadrón de exploradores de la cabo Suárez, bajo órdenes del Sargento Raleigh, de la Cuarta Compañía de la Doceava Legión, conformaría uno de estos grupos militares. La información era escasa: La primera aldea en ser arrasada, Lubecka, se encontraba en las provincias más occidentales de Trabalomas, pero la mayoría de asaltos siguientes habían tenido lugar en la provincia de Merburry. Armados con su ingenio, un mapa de la zona, provisiones y las herramientas que considerasen necesarias, el grupo partiría para cumplir su cometido, o morir en el intento. Mapa de la zona. Introducción: Enanos Dun Garok se encontraba anímicamente apagada. La ciudad-fortaleza enana se encontraba en un dilema interno desde que la Legión de Piedra había dado su vida en batalla por sus aliados humanos. Muchos opinaban que tal acto merecía una respuesta militar contundente, pero otros, entre ellos el Thane Colina de Piedra, decidieron respetar las tradiciones y no responder ante la muerte de aquellos que ya estaban muertos. Entre las voces más discordantes, se encontraba la de Garun, sobrino del Thane e hijo de Durin, el comandante de la Legión de Piedra, fallecido en Arathi. Su tío hizo oídos sordos a su insistencia, hasta que el joven enano, incapaz de soportar más la vergüenza de quedarse sin hacer nada, marchó junto a un grupo de parientes cercanos hacia el Oeste, con la intención de ir a cazar y matar renegados donde más abundaban actualmente, en la frontera con Bosque de Argénteos. Tal señal de desobediencia enfadó considerablemente al Thane, pero cuando las noticias de que su sobrino habían desaparecido, esta dejó paso a la preocupación, tanto familiar como política. No podía dejar que el hijo de su hermano desapareciese de esa manera. Y menos, con los rumores que habían llegado incluso a la fortaleza, respecto a invasores monstruosos en la zona en la cual sus parientes habían justo desaparecido. Con este motivo, organizó a numerosos grupos de montaraces que partieron hacia el oeste. Pero tras semanas, ninguno de los que regresó trajo noticias sobre su paradero, o por lo menos, sobre su destino. Esto llevó al Thane a hacer una muestra de humildad, y solicitar ayuda de enanos voluntarios que estuviesen por la fortaleza. Aquellos que lo hiciesen, se ganarían la gratitud del Clan Colina de Hierro. Y fue así que varios de estos voluntarios, acompañando a uno de los grupos de Montaraces más novatos de la fortaleza, partiría al Oeste con el objetivo de traer de vuelta a los familiares del Thane. O al menos, descubrir que había sido de ellos. Retrato de Gurin, hijo de Durin: Descripción: Enano jóven, de apenas 47 inviernos. Barba corta, de color castaño, cabeza libre de pelo, afeitada y con runas tatuadas en ella. Complexión ligera, alto para un enano. Armadura de acero de calidad, pintada de negro con runas blancas, siguiendo el estilo de las armaduras de la Legión de Piedra. Hacha de doble filo, de torio. Resto de Desaparecidos: Puren - Hermano de Mera, Primo Segundo Oedesen - Sobrino del Thane por parte de Tía Eughen - Sobrino del Thane por parte de su Prima Mera - Prima Segunda de Garun
  7. 0 points
    Un simple sueño. Aquella noche no era diferente a las del resto en esas oscuras y fétidas tierras. Pocos conseguían conciliar el sueño más de lo necesario cuando había unas pocas horas de descanso, sin embargo, a medida que pasaban las semanas y el contingente se acercaba a su objetivo, los susurros comenzaron sin cesar entre los fieles hermanos. Rumores acechaban, leyendas para no dormir. La mayoría pensaba eso, pues pocos habían visto lo que en realidad se encontraba cerca del camino real. Cuando descansaron la primera noche, pocos quisieron conciliar el sueño, incluso aquellos que decían que no eran más que cuentos de niños o historias de soldados somnolientos, más ninguno quiso correr el riesgo. Dos decidieron hacer caso omiso de ello, el cansancio les podía y necesitaban dormir más de dos o tres horas. La petición de auxilio que el Escudero había aceptado socorrer significaba que pronto habría problemas y que mejor que dormir unas cuantas horas para estar frescos para la marcha, más cuando cerraron los ojos, su mente proyecto no un sueño, sino lo que fueron dos vidas paralelas. Sara y Sanders, dos personas de la antigua Lordaeron proyectaron sus historias en la mente de ambos jóvenes atormentados, que en su vida habían cometido actos de dudable moralidad. Estos observaron aquellas vidas, inconscientes ambos de lo que en realidad significaba todo lo que estaban viendo. Ambos se negaron y decidieron romper dicho sueño de forma abrupta, pero antes de ello una advertencia recibieron. No pasaréis por lo que fue nuestro hogar. Off Topic// Duración del evento: 3 horas aproximadamente. Participantes: @Berettacomo Alondra y @Akross como Doyran Masteo por: @Imperator Habilidades usadas: Alondra: Historia, Disfraz Doyran: Historia, Disfraz, Etiqueta, eliminar ilusión.
  8. 0 points
    Mientras Elegost descansaba junto a su grupo, en aquella villa arrasada y maldita, tuvo un tiempo antes de separarse de los demás, y en ese tiempo escribió varias cosas que entregó a Jared. Las instrucciones eran buscar a las mujeres cuyos nombres estaban escritos en la nota y ... cantar la letra que había en la otra. ¿Cantar? Cantar. El humor de Elegost en momentos tensos era extraño y en aquel instante en una parte de él creía que no volvería de las marismas. Al menos, pensaba él, sería gracioso imaginarse a Jared cantando a desconocidas muchachas de Azeroth. Si es que Elegost no volvía ... Pero seguro que sí, porque tiene una flor en el culo mucha suerte. (Haz click por tu cuenta y riesgo) // @Kario @Curly @Rupphire @Blues @SwordsMaster @Prototaip @Janorey Y no sé si habrá algún otro con alguna waifu de Elegost... Sea como sea, quería parodiar la canción. No hace falta que la escuchéis o la leíais, con dar like vale igual.
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