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Roleros Destacados


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Showing content with the highest reputation on 01/07/17 en todas las áreas

  1. 3 points
    Ciao! Quizá os suene. Quizá no. Lo cierto es que he decidido darle un try a Rol Errantes porque el wow -hablando del rol online- es un amante que deja una huella adictiva. Así que ya veremos que sale de esto. Y por cierto, no tengo ningún plan de personaje todavía, por lo que -a pesar de tener una predilección por los hijos de las estrellas- agradezco sugerencias. Me tomaré un tiempo antes de decidirlo y entrar, me gusta tratar las cosas con calma. Y creyendo que ya está todo... Buen día!
  2. 2 points
    Hazlo por tu Bro Las murallas de Costasur habían quedado ya atrás. El Montaraz avanzaba impasible a lo largo del camino que se dirigía al norte del pueblo. La lluvia caía desde arriba bajo el cielo oscurecido por la caída de la noche, mientras el viento se colaba por entre los altos pinos que conformaban un bosque, sacudiendo el manto del explorador y ayudando a calar el frío y el agua por entre su ropa y armadura. Su rostro cubierto y la gruesa capucha como única protección para su cabeza de las inclemencias del clima. La larga marcha para traer de vuelta a su aprendiz, compañero y hermano había comenzado. Tras una larga caminata, el camino se acababa y se dividía en dos en ambas direcciones, este y oeste. Su camino en la relativa seguridad de los caminos acababa allí. Continuó su avance al norte, por entre los bosques de pinos, esperando dar con la primera pista relativa a los rebeldes. El camino era silvestre y de difícil tránsito para alguien inexperimentado, pero no era nada que el explorador del norte no hubiese visto antes en sus propias tierras natales. Acabó llegando a la zona donde los informes de los exploradores de la guarnición local de Costasur habían dicho avistar las huellas marcadas en el terreno seco. Por supuesto, este rastro estaba ahora siendo borrado por la incesante lluvia y era difícil de seguir, reduciéndose la mayoría de las huellas a nada, y las que aún quedaban se limitaban a ser un agujero deforme en el barro con forma de bota. Aunque el cabo pudo seguir un pequeño tramo el rastro en dirección oeste, pronto este se le hizo imposible de seguir y perdió el rumbo. Pero aún tenía otro rastro más tangible al que aferrarse. Desde su localización, tomó rumbo al sur-oeste con la esperanza de dar con la zona espesa en flora, con arbustos rotos y rastros de que alguien se hubiese abierto paso por allí: donde habían encontrado el trozo de tela rasgado. Pero, a pesar de sus mejores esfuerzos, el lugar descrito por los exploradores de Costasur escapaba a su capacidad de búsqueda. Tras un largo rato andando en la misma dirección, se hizo claro para el Montaraz que no encontraría el lugar que buscaba. Pero cuando estaba por rendirse y volver de su misión de exploración, su oído, afinado por el bosque y los entrenamientos para percibir todo detalle en el bosque se activó, mientras permanecía en silencio oyendo cada sonido que escapa de lo habitual en el ambiente. Un chapoteo a su izquierda. Un susurro avisando que hizo ruido, a sus espaldas. Una rama rota a su derecha. No eran animales, eso lo tenía claro, y le tenían rodeado. Personas. Sabiendo cuantos eran y donde estaban, Elegost tenía la iniciativa. Tomó una bocanada de aire y se largó a correr lejos del sitio donde planeaban emboscarle. Para su fortuna, Elegost era un explorador experimentado en aquel ambiente, mientras que sus persecutores parecían no serlo tanto. Sin embargo no era difícil para aquellos tres individuos seguir el rastro y los ruidos del montaraz corriendo acelerado por entre los bosques. Sabía que no podía seguir huyendo por siempre en la inmensidad de un bosque, por lo que se detuvo un momento, observando a su alrededor y aprovechando la distancia que había logrado crear entre él y sus persecutores. Logró localizar una zona de arbustos y árboles tupidos tras los cuales esconderse, y allí permaneció hasta que los tres jóvenes encontraron el final del rastro, equipados con ropajes de tela baratos de tonalidades marrones y tan solo una ligera pechera de cuero para resguardar pecho, estómago y espalda. Su armamento, como cabía esperar de una fuerza desorganizada y civil era básico: Uno de ellos llevaba una lanza ligera, otro un hachuela y finalmente uno de ellos con hachuela y un arco corto, con poco más de 10 flechas. Al comienzo los tres jóvenes rebeldes parecían no haber notado la presencia del Montaraz entre los espesos arbustos, hasta que el lancero comenzó a acercarse, desenfundando la lanza y con la mirada fija en Elegost, en su escondite. Cuando el muchacho silbó a sus compañeros, estaba claro que le habían encontrado. Cuando el montaraz tuvo claro que no podía escapar, se lanzó desde los arbustos hasta el lancero para tomarlo del cuello y tener un rehén. Y así fue, con la espada a la altura del cuello y mirando a los otros dos jóvenes quienes pronto entendieron que, de pronto, la vida de su compañero dependía de su colaboración. Lancero: ¡N-no! ¡Entregad las armas, por favor, POR FAVOR! - Los otros dos tragaron saliva, sin saber muy bien como proceder ante la delicada situación. Parecían conocerse bien entre los tres. Rebelde arquero: Tranquilo... Déjalo ir, y te dejamos ir...- Pronunció con calma el más calmo de los tres, mientras alzaba levemente las manos para indicar su cooperación con el soldado imperial. Elegost: ¡¿No habéis oído?! ¡Deponed las armas! ¡Ni más ni menos! ¡O ensarto la espada por entre el ojo de vuestro amigo! - El arquero observó a su compañero con el ceño fruncido e inclinó la cabeza. Tras eso, ambos retiraron sus armas, dejándolas caer al suelo húmedo. Rebelde arquero: Bien... Ahora suéltalo- Pronunció con firmeza aquel joven rebelde que no parecía pasar de los 20 o 21 inviernos, a diferencia de sus compañeros que no parecían alcanzar ni tan siquiera los 20. Elegost: ¡No aún! ¡Ahora os vais a dar la vuelta y echar a andar! ¡Contad hasta veinte! Yo haré lo mismo. Cuando lleguéis a diez, soltaré a este. Rebelde joven: ¡Va a matarlo, va a matarlo Marty! Elegost: Aquí los asesinos sois vosotros, no yo. Rebelde Marty: ¿Asesinos? Queremos salvar Costasur señor. Salvarlo... Elegost: ¡¿Quién ha salido a emboscarme a mí a mis compañeros?! - El explorador observaba a uno y al otro, intercalando la mirada. Lancero: ¡No íbamos a matarlos, no hemos matado a nadie! ¡Por favor! Elegost: ¿Por qué habéis atacado a soldados como yo? ¡Salvarlo con más muertes es como condenarlo!- Elegost pasó a apretar el cuello del joven lancero con más fuerza. La tensión se respiraba en el aire, y el rehén parecía temblequear cada dos por tres. Elegost: ¡¿Dónde está el soldado moreno al que habéis raptado?! Marty: ¿Quién...?- Elegost tomó una bocanada de aire, claramente también tenso. Elegost: ¡Cuatro soldados del Imperio fueron por aquí esta tarde y fueron atacados! ¡Uno no volvió! ¡¿Dónde lo tenéis?! Marty: ¡N-no lo sé! ¡No lo sabemos! ¡Debió ser otra patrulla, otras personas! ¡No sé! Jacob: ¡Marty, va a matarlo! ¡VA A MATARLO! Lancero: ¡POR FAVOR, NO! Elegost: ¡No he venido a matar a nadie! Marty: Nadie va a matar a... A nadie. Calma. Elegost: ¡Voy a soltar a vuestro amigo, Marty! ¡¿Me oís?!- La espada comenzaba a alejarse del lancero... Jacob: Va... Va a revelar donde estamos... Marty: Jacob, tranquilo... Está bien. Está bien. Elegost: ¡Quiero parlamentar! ¡Y buscar la mejor solución! - Y con un brusco movimiento la espada volvió a acercarse el ojo del lancero aterrorizado. Elegost: Pero quiero un voto de confianza... Pues sois tres contra uno. Jacob: Le va a contar a todos donde estamos. Va a arruinar la causa, Marty. Es un soldado, nos quiere a todos muertos... Marty: No pasa nada... Estamos hablando. Hablemos. Elegost: Uno se pondrá a diez pasos a la derecha...Otro a diez pasos a la izquierda. Os daréis la vuelta y contar en alto hasta diez. Jacob: Va a escapar y a llevarse a un rehén... Elegost: ¡Yo no soy como vosotros! Jacob: ¡ERES QUIEN TIENE UN ARMA AMENAZANDO A MI AMIGO! Marty: Jacob... Elegost: Vosotros jugáis con las vidas ajenas como si fueran piezas de ajedrez... ¡Sois vosotros quienes han raptado al mío! Ahora haced lo que os digo... - El Montaraz soltó una bocanada de aire por la boca. El cuello del lancero seguía aferrado con fuerza. Jacob: No... Tenemos que salvar Costasur. Marty... Elegost: Si en cinco segundos no hacéis lo que os digo... ¡UNO! - Marty había comenzado a andar a un lado, pero el otro permanecía estático, paralizado. Marty: Jacob... Elegost: ¡DOS! Lancero: ¡JACOB, POR FAVOR! ¡POR FAVOR! Elegost: ¡TRES! - El Montaraz tragó saliva, tenso... Jacob: ¡No puedo! ¡Costasur, la causa! ¡Tanta gente! ¡MARTY! Lancero: Voy a morir... Voy a morir... Decidle a papá y mamá... Cuando Costasur esté a salvo... - Un par de lágrimas comenzaron a resbalar por los ojos del joven. Elegost apretó los dientes. Ellos... ¡Ellos se llevaron a Santiago! - Decidle que los quiero... Elegost: ¡CUATRO! Marty: Jenklins... - El muchacho observaba con una marcada pena en el rostro a su compañero en sus últimos momentos de vida. El rebelde Jacob apartó la mirada... Elegost: Que así sea... ¡CINCO! - Tras eso, la hoja del Montaraz se enterró a través de la cavidad ocular del lancero rebelde. Jacob: ¡A... ASESINO! ¡Todos los soldados iguales! Y tras el asesinato, el combate había iniciado. Jacob se agachó para recoger la hachuela del suelo, lanzándose a por Elegost, pero en el último momento el montaraz arrojó el cadáver del lancero sobre el joven impidiendo el iracundo ataque. Mientras tanto, Marty había retirado un cuchillo oculto tras su espalda y se había lanzado corriendo a socorrer a su compañero. El Montaraz, anticipándose, tomó un cuchillo tras su espalda y se lo arrojó a Marty, a quien se le provocó un corte en el hombro izquierdo en su carrera. Rápidamente Elegost volvió a alzar la espada en horizontal para desviar la hachuela de Jacob. Sin embargo pronto la superioridad numérica se hizo presente cuando fue flanqueado por Marty con el cuchillo, rajando una zona débil de la armadura y llegando a raspar la piel. Dando unos pasos atrás, el montaraz trató una vez más de lograr encarar a ambos oponentes. Con un veloz movimiento, el explorador lanzó una estocada a las piernas de Jacob, quien pronto sintió el hierro enterrándose en su carne. Con un rápido contraataque el muchacho hizo acabar de rodillas al montaraz, incapaz de resistir el embate del hacha. Y antes de poder reaccionar, un corte de Marty que aunque desviado, había logrado arrebatar la hombrera del explorador y arrojarlo al suelo. Allí el Montaraz resistió los golpes que le caían por parte de ambos rebeldes en esa precaria posición, hasta que finalmente Marty lo tomó del cuello, alzándolo y dándolo contra el árbol a sus espaldas con fuerza mientras sus manos apretaban el cuello del Montaraz. Rápidamente Elegost lanzó un corte al vientre de Marty para liberarse, un corte de gravedad que acabó haciéndole retroceder y caer de rodillas pasos más atrás con una mano en el estómago. Cuando Elegost creyó volver a estar a salvo, rápidamente tuvo que agacharse para evitar ser decapitado por Jacob enfurecido. Tras eso, Elegost se adelantó y enterró la hoja en el pecho de Marty, quien en sus últimos momentos de vida observó a los ojos al montaraz. El más decente de los rebeldes había muerto. Justo entonces, Elegost le pareció oír a su bro en su mente... "Lo has matado mucho." Elegost observo a Jacob y murmuró suavemente... "Lo sé, bro..." Ahora eran solo ellos dos. Rápidamente Elegost avanzó, intercambiaron golpes un momento hasta que finalmente Jacob acabó por realizar un feroz tajo que hizo caer a Elegost, en el borde de la inconsciencia. Mientras la lluvia y el barro mojaban su rostro, varios rebeldes con arcos salieron de entre los árboles, acompañados de una voz familiar, lejana, conocida de hace años pero incapaz de reconocerla, emergió. Kon... ¿Kon qué? -Jacob, tranquilo. Yo me encargo ahora...- Y tras eso...... Oscuridad. // Rol Corto. Participantes: Elegost Faler @Stannis the Mannis Master: @SwordsMaster Habilidades usadas: Elegost Faler: Rastrear - Buscar - Advertir/Notar - Reflejos - Espada pesada - Defensa - Sigilo - Cuchillo - Atletismo Duración: 4-5 horas. Editado para añadir la habilidad Atletismo.
  3. 2 points
    No había pasado ni dos horas desde que saliese el sol por los Claros de Tirisfal y ya los mortacechadores habían logrado dar caza a un pequeño grupo de humanos seguidores de la luz que se habían desviado de la ruta de su peregrinaje hacia la tumba de Uther junto al Alba Argenta. Sin duda aquella mañana la luz había abandonado completamente a su suerte a aquellos pobres devotos. Según contaban los participantes en la contienda que habían acudido al Apothecarium para ser reparados, habían logrado pillar completamente por sorpresa a los humanos y apenas ofrecieron resistencia… salvo uno que no soltó su arma en todo momento hasta que lograron acabar con su patética existencia causando algunos problemas al comando mortacechador. - Los mortacechadores han traído carne fresca boticario Gunt. Va a ser un día entretenido. – Comentó un renegado en bastante buen estado que parecía ser el ayudante del boticario con el que hablaba ya que no dejaba de asistir en todo el trabajo que estaba llevando a cabo. - Espero que podamos rescatar algo de valor entre esa pila de cadáveres. Últimamente solo traen sujetos en tan mal estado que solo sirven para recambios o como componentes de una abominación. – Respondió con un tono frio y seco. El boticario se encontraba en lo que parecía ser un pequeño habitáculo personal asignado por el Apothecarium para poder trabajar junto a su ayudante de laboratorio donde únicamente había un par de frías camillas y un par de estanterías donde almacenaba botes con diversos órganos en formol, viales vacíos relucientes y algunas plantas y raíces secas listas para ser utilizadas en algún potingue alquímico de extrañas propiedades. Ayudado por uno de los mortacechadores que acababa de ser remendado, el ayudante de laboratorio logró entrar un par de cadáveres al habitáculo de trabajo del boticario y tumbarlos en las camillas para que este pudiese estudiar el estado de los cuerpos y ver que se podía salvar de aquella carnicería matutina. - Espero que utilicen las tripas del malnacido al que le falta un brazo para hacer una abominación o usar sus partes como recambios… el vivo dio muchos problemas antes de sucumbir a nuestro filo. – Refunfuñó de mala gana el mortacechador mirando fijamente al boticario nada más soltar los restos de Walter Crowler en la última camilla que quedaba libre. - Puede marcharse soldado, usted ya ha cumplido con las tareas que se le han asignado. – Respondió sin dejar acabar al soldado su frase mientras le invitaba con la mano a ir hacia la puerta para poder trabajar tranquilo. No soportaba que nadie le dijera lo que tenía que hacer en sus dominios… y menos un mero soldado. El breve relato de un mísero soldado había hecho ver que aquél cuerpo sin vida al que le faltaba un brazo tenía el potencial de ser un gran servidor de la dama Sylvanas. Era el momento de moldear los restos de un antiguo fiel seguidor de la luz en un pozo de oscuridad fiel a los intereses a los nuevos habitantes del reino de Lordaeron. ******** Casi un año había pasado desde que aquél grupo de mortacechadores llevase los restos de la emboscada y los miembros del Apothecarium decidiera regalar el preciado don de la no vida al antaño seguidor de la luz Walter Crowler. Por algún motivo propio del mas caprichoso azar, el cuerpo del renegado no había conseguido mantener un aspecto similar al que tenía antes de morir. Todo su cuerpo se encontraba en un estado leve de descomposición y mucha de su piel simplemente había sido comida por gusanos y podían verse sus huesos en ciertas partes de su cuerpo, aunque esto jamás fuera algo que le preocupase en demasía. Al contrario que muchos otros levantados por la orden de boticarios de Entrañas, Walter no lograba recordar nada de su antigua vida. Quizás eso fuera uno de los motivos por los que jamás titubeara ni un mísero segundo al cumplir los encargos que iba recibiendo para asaltar y eliminar a otros humanos fieles seguidores de la luz sagrada. Desde su segundo nacimiento, Walter tan solo se había propuesto una única meta en su no vida: Acabar con la mayor cantidad de humanos posibles para que fueran reutilizados como recambios para los suyos o pudiesen ser levantados una segunda vez si se podían reutilizar sus cuerpos… cosa que casi nunca sucedía tras recibir las heridas que recibían en el combate previo a antes de morir ante sus frías y pútridas manos. Sin embargo, no todo en su no vida era simplemente despedazar a todo humano incauto que se atreviese a cruzar por los Claros de Tirisfal o se adentrase entre los tenebrosos Bosques de Argenteos buscando claramente una muerte sin piedad. Pocos días después de haber recibido el don de la no vida, Walter había comenzado a sentir un gran placer al comenzar a conocer las virtudes que el vacío podía ofrecer a las pobres almas atormentadas como la suya. Era completamente irónico, sin duda alguna, como alguien que antaño profesaba una gran admiración y un gran fervor por las escrituras de la luz sagrada no tuviese ningún tipo de reparo por admirar la idea completamente opuesta y a la que se enfrentó en su antigua vida. Su admiración era tal que llegó incluso a ser capaz de manipular ligeramente estas heréticas energías a su gusto para causar más sufrimiento si cabe a sus presas y debilitar su alma antes que abandonase su cuerpo. En la actualidad, algunos renegados que han decidido viajar por pequeños caminos secundarios afirman haber visto a Walter agazapado entre los árboles podridos y flora apestosa. Encorsetado en una antigua y oxidada armadura y únicamente pertrechado con su antigua hacha de combate afilada y un puñal algo desgastado, Walter espera acechante escondido entre el tétrico paraje que dispone a su disposición. Tarde o temprano algún vivo volviera a caer en los mismos errores que sus predecesores y decida adentrarse en los dominios de la dama de la muerte. Solo debe esperar pacientemente… y tiene una no vida entera para hacerlo.
  4. 1 point
    ¡Hola a todos! Hoy os traigo una lista de addons que utilizo actualmente que tienen como fin la practicidad y la limpicieza de la interfaz. Coinciden con la versión actual del servidor por lo que son totalmente funcionales e igual alguno os causa interés. Si encontraseis algún addon que pueda ser incluido en esta lista, dejad un post en este hilo con su link de descarga para que sea añadido a la lista. Comandos Cambiar la cámara de posición: sobre el hombro derecho del personaje. @Barbas /console ActionCam full Desactivarla: /console ActionCam off Parche chino no-muertos Este parche pone codos y rodillas a los renegados, aun que también afecta al juego en otros ámbitos. Elimina cualquier atisbo de huesos (como en las abominaciones que tienen la tripa cosida) y en los zombies (que en vez de codos desnudos tienen brazos). Estos cambios son sutiles y bien llevados. En el caso de los esqueletos, veréis renegados en calzoncillos, pero por si preferís que vuestro personaje se vea un poco más "integro" seguid estos pasos: Vamos a la carpeta WTF Abrimos el archivo PyECon.wtf con el block de notas. Añadimos esta linea de código al final: SET overrideArchive "1" Si lo quieres desactivar, es igual de sencillo. Buscais esta línea de codigo, la elimináis y guardáis los cambios. Capturas de los cambios Parche recolores worgen (macho) feat @Dorito Este parche modifica los colores de pelaje básicos de los worgen macho para añadir una paleta más amplia, incluyendo rojizos, blancos y castaños. ¡Gracias por el aporte! Para instalarlo, descomprime el archivo y añade lo que contiene a la carpeta "Character" (si no la tienes en la carpeta raiz, crea una con ese nombre) Addons Si queréis ver un ejemplo de interfaz a la suma de varios de estos addons, os recomiendo echar un ojo a este post. Barthender - Este addon bien conocido sustituye las barras de acción de blizzard por unas transparentes y totalmente movibles allá donde queramos dejarlas. Yo las utilizo para librar mi pantalla de contenido totalmente innecesario como esa barra de color gris de blizzard. Al fin y al cabo no las necesitamos para hacer una rotación, como máximo para macros o para las monturas. Descargar. UnlimitedChatMessage - Este amiguito sirve para eliminar el límite máximo de carácteres que podemos introducir en la barra de texto. Podremos escribir sin límite y el addon se encarga de partir el mensaje en dos cuando el límite de carácteres de mensaje llegue al máximo. Descargar. Bagnon - ¿Cansado de que te agobien las bolsas cuando las abres? Este addon las compacta en una sola ventana. Tiene un montón de opciones para personalizar cómo verlas, entre ellas, la opacidad, el número de filas, el tamaño de la ventana de las bolsas etc. Descargar. AddonControlPanel - Este addon crea un botón en el menú para acceder cómodamente a los addons que tenemos desde la cual podemos desactivarlos/activarlos y recargar el IU sin necesidad de salir al menú de selección de personaje. Descargar. Minimap Button Frame. Este pequeño addon sirve para incluir en una caja a parte los minibotones del minimapa. Podéis elegir cuales queréis que aparezcan, y estos, se pueden ocultar clickando en la pestaña donde pone MBF. También tiene un par de modificaciones estéticas, pero lo interesante es que están todos recogidos y no se solapan en el minimapa, además de poderlos ocultar cuando no los necesitemos. Comando para abrir la configuración: /mbf Descargar. Prat. Addon que nos permite editar la caja de texto así como la de edición, cambiar fuentes y muchas más opciones referentes a texto. Me encanta personalmente, y por fin he encontrado la versión que funciona sin problemas. Link de descarga WIM. Un addon del tipo messenger que crea ventanas emergentes para los whisp. Muy útil si eres master para que no se te pierdan los whisp! Aun que va a gustos, a mi me resulta super cómodo. Link de descarga. nibChatTabs. No necesita ninguna configuración, al activarlo, las pestañas con los nombres de los diferentes chats serán invisibles a no ser que pasemos el cursor por encima. Descargar. BugGrabber y BugSack. Oculta los mensajes de errores de LUA. El minicono es un saco verde si no ha ocultado nada, y se volverá un saco rojo si ha ocultado alguno. Para visualizarlos clickamos en el icono del minimap. Cuando detecte algún error de LUA, emitirá un sonido al ocultarlo. Si queremos silenciarlo tenemos la opción en Interfaz->Addons->BugSack. Descargar BugGrabber. Descargar BugSack. Simple Dice 2. Addon para tiradas que utiliza los dados de sistema, no unos propios. Implementa un panel con botones configurables para recoger tiradas concretas que al clickar, reportará en el canal grupo/raid, efectuando la suma. ¿Cansado de tener que ir a consultar tu ficha al foro? ¿Te atascas sumando? ¡Entonces este es tu Addon! Para acceder a las opciones vamos a interfaz->pestaña "addons" -> Simple Dice 2. Descargar. TinyPad. Un addon escueto que sirve para tomar notas, útil si quieres tener algo apuntado e ir modificándolo en tus mastereos como la vida de los personajes, las fichas de los enemigos, etc. Descargar. ¡Espero que os sea de utilidad! Si utilizáis algún otro addon que no he incluido y queréis compartirlo sería de gran ayuda
  5. 1 point
    Coliseum Desde las antiguas y grandes arenas de Ogropolis, hasta las mas salvajes matanzas cometidas en las tierras de los Gurubashi, hombres y mujeres tanto libres como esclavos dispuestos a tallarse un destino en sangre, albedrío, reconocimiento... Muchos se han perdido en el camino por alcanzar la gloria, la fama y la libertad de ser los mas queridos, vanagloriados por el pueblo para que sus nombres pasaran a la eternidad cincelados en piedras, bañados e inscritos en estatuas para sobrevivir al paso del tiempo. Pergaminos y piedras escritos con sangre, orgullo llenado por los vítores de la plebe, la gloria de llenar de oro, plata y bronce los bolsillos. ¿Seras de los recordados en los grandes salones o serás de los que yacen para la fama de otros? Mantén tu arma todo lo afilada que puedas, bien. Ahora haz lo mismo con tu determinación y por su puesto no se te olvide lo que te voy a decir, es lo mas importante. Saluda antes de morir
  6. 1 point
    Formato texto: En los sueños encontramos partes de nosotros que habíamos guardado bajo llave. Nos postramos, en un combate en desventaja. Nos recuerda la vida que nos hizo ser como somos. Nos recuerda quienes fuimos. // Sesión mastereada por @Psique Participante: @Axl como Gustaf Tiradas: Advertir/notar Duración aproximada: 4 h
  7. 1 point
    Descripción física: Altura 1,59 cm, Peso 46 Kg. Sin'dorei de apariencia joven, cabello rojizo largo y liso, ojos rasgados, nariz pequeña y labios finos junto a una cara afilada deja entrever una complexión delgada. Su cuerpo sin ser exuberante tiene ligeras curvas, Musculatura fibrada por el ritmo de vida. Su pose es firme y sus movimientos fluidos y ágiles. En la imagen inferior se muestra sus gesticulaciones y físico (sin los añadidos). Descripción psíquica: Hiperactiva y traviesa, si algo no llama su atención suele mostrarse descaradamente indiferente ya sea en una situación relajada o de estrés, y solamente pierde dicha actitud en situaciones extremas donde se quiebra la cordura. Vividora, suele hacer lo que le apetece aunque a veces roce la inconsciencia. De carácter sencillo, su capacidad de adaptación le permite moverse con soltura en bosques y ciudad. Sensible a su entorno, empatiza con los seres que la rodean. Pese a su actitud dispersa ama a su raza y a la Horda. Historia Haciendo amigos Situada de pie en el centro de la sala, contaba una a una las horas que transcurrían a medida que el rayo de sol anaranjado que se filtraba por la ventaba iba iluminando progresivamente distintas partes del hogar mientras el cielo tomaba aquel cariz anaranjado. Para entonces se hallaba sola y siendo continuamente ostigada por el aburrimiento mientras esperaba el regreso de sus progenitores. La pobre escoba encantada que había dejado su madre en casa realizaba con torpeza su función mientras era víctima de las continuas patadas propiciadas por la aburrida Sin’dorei. A sus 40 años (10 humanos) ya estaba acostumbrada a cierta desatención paterna a causa de los cargos que aparentemente ostentaban sus progenitores, deberes que los mantenían bastante ocupados y alejados de casa durante el periodo diurno. La joven se movía inquieta mientras persistía en la labor de entorpecer el trabajo de la escoba encantada, la cual aliviada pudo reprender su movimiento programado en el instante que la sin’dorei prestó toda su atención al reflejo que captó a su diestra. A través de la ventana atisbó un brillante destello proveniente de cierto extraño objeto que portaba un aldeano el cual caminaba por el sendero próximo a la vivienda. Absorta observaba a través de la ventana cuando repentinamente un agudo dolor le empezó a escalar por la pierna zurda en el instante que, en una de esas pasadas, la escoba asestó un golpe seco en el tobillo de la joven, hecho que la hizo caer al suelo sollozando mientras se apretaba con las manos la pierna afectada. ¡Maldita…! —Exclamó mientras se le humedecían los ojos—, ¡Te vas a enterar! La escoba se zarandeaba en su rutina realizando el baile de la victoria mientras azotaba continuamente el costado de la adolorida sin’dorei. Sin pensarlo, con la pierna aún adormecida y sedienta de venganza, saltó sobre el palo de madera de aquella escoba. Lo cierto es que Yáriel esperaba más resistencia por parte de su agresora, pero en el instante que la embistió ésta cayó a lo largo quedando extendida e inerte en el suelo, con la pequeña elfa de rodillas encima. Ella la puso de pie con esperanza de que retomara su labor, pero la escoba hizo caso omiso volviendo a caer. Mamá se va a enfadar… —Murmuraba mientras se mordisqueaba el pulgar— ¿Y ahora qué hago? Miró detenidamente el entorno que la rodeaba y a los pocos segundos se le dibujó una sonrisillaa maliciosa. Acercó el palo de la herramienta de limpieza a un extremo de la habitación y lo rodeó dándole unas vueltas con la cortina. Así creerá que se enredó solita y… —pensaba mientras miraba la escena no muy convencida—… Por si acaso, será mejor salir de aquí, iré al puente a esperar a papá, sí. Yáriel salió de casa caminando con una ligera cojera en la pierna derecha. Mientras avanzaba por el sendero, observó como el ocaso había oscurecido el cielo y el plateado claro de luna resplandecía los bosques y el valle de las montañas del oeste de Quel’thalas los cuales tantas veces había transitado. Al bordear el último hogar de la avenida los ojos se le fueron instintivamente a un brillo que le resultaba familiar el cual le hizo recordar la ligera cojera que aún resistía a disiparse. Con una ansiedad que la invadía por descubrir de qué se trataba, la pequeña se acercó con tal sigilo que podía pasar inadvertida entre la mayoría de los gatos que poblaban la aldea, acercándose al hogar aparentemente vacío que estaba al lado de su objetivo. Esa cosa brillante trata de decirme algo… los faros brillan para señalizar, pero son muy grandes para ser cogidos, esa cosa es pequeña y brilla así que quiere que la coja, está claro, es de sentido común —se dijo a sí misma. Tras el razonamiento se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja y agachada fue lentamente rodeando el hogar hasta que en sus pies vio el brillo que tanto llamaba su atención. Extendió el brazo agarrando el objeto y lo acercó para examinarlo mejor. ¿Qué es esto…? —Se preguntaba a si misma mientras observaba la gema engarzada que tenía el lateral del extremo superior. Con la mano izquierda estiró de la base del objeto y notó como cedía una funda negra de cuero, observó con el verdor radiantes de sus ojos completamente abiertos como se descubría una hoja plateada que la luna dotaba de un brillo espectral, haz que reflejó en el suelo la sombra de alguien sentado con la espalda apoyada en la pared y vestido con ropajes negros. La sorpresa hizo que Yáriel diera un ligero quejido de sorpresa. Rápidamente elevó la mano tapándose la boca pero supo que era demasiado tarde para pasar inadvertida, y sin pensarlo rodeó a toda prisa el hogar apoyando la espalda en la pared de la fachada opuesta tratando de pasar inadvertida. Se le cortó la respiración al divisar como la sombra negra corría con una presteza realmente acentuada, por suerte la dirección que tomó la alejaba de ella. La pequeña jadeaba con el pulso acelerado, normalmente era ella la que observaba sin ser advertida. Esperó un tiempo prudencial y al no percibir movimiento se giró poniéndose cara a la pared y se dejó caer sentándose con las piernas flexionadas en el suelo. Más tranquila, elevó el objeto que sostenía y examinó detalladamente la piedra rojiza que portaba en el extremo. Se sentía extraña al observar el rubí engarzado en la empuñadura de la daga, se percató que retenía un rojo intenso, como si tuviera vida. Yáriel examinó detenidamente el interior de la gema y extrañada se percató de dos pequeñas luces verdosas que se encendían en su interior, como si el rubí estuviera devolviéndole la mirada. Algo no iba bien, por unos instantes esas dos pequeñas luces que permanecían en el interior desaparecieron y volvieron, instante en que dejó de estar absorta y volver a la realidad. La intensidad de la brisa nocturna que acariciaba su espalda se detuvo, sus sentidos alertaron peligro y efectuó un movimiento veloz girando la cara contemplando horrorizada como una sombra estaba justo detrás de ella. Se dispuso a dar un paso para el lateral pero sintió la tela del vestido rasgarse cuando la mano de ese ser la sujeto de la parte del torso elevándola y la otra mano la posó sobre su boca para silenciarla mientras la aprisionaba contra la pared. Asustada y sin poder pronunciar más que quejidos ahogados Yáriel observo como ese ser que la retenía portaba una capucha puesta que ocultaba su rostro bajo la penumbra, era negra al igual que todo su ropaje. La mano que la sujetaba de la pechera y la aprisionaba contra la pared le provocaba un ligero dolor, pero fue un dolor que olvidó cuando su captor bajó la mano que le cubría la boca y le arrebató la daga. En ningún momento la joven pudo verle la cara, lo que sí pudo apreciar fue un brillo debajo de la capucha que portaba. Yáriel extendió elevando el brazo izquierdo agarrando ese objeto oculto bajo la oscuridad de la capucha, hecho que provocó una reacción defensiva de ese ser que dio un salto para atrás causando que ella cayera con brusquedad al suelo lastimándose el trasero. La joven no pudo reprimir un quejido de dolor cerrando los ojos con fuerza y pasándose la mano derecha por la parte de atrás. Al abrir los ojos se encontró en su mano un tejido con una especie de protector de metal en el centro. Elevó la cara y lo primero que observó frente a ella fue una cabellera rubia recogida en una coleta, unas orejas puntiagudas y unos ojos azules que la miraban fijamente. Ese ser dejó su rostro descubierto cuando la capucha se le fue para atrás a causa del salto evasivo, y resultó que era un Quel’dorei de unos 110 años. Pequeña ladrona —El elfo soltó una risa siseante, fijó la daga en el cinturón y dio unos pasos quedando frente a ella arrodillándose—. Tienes unas manos muy traviesas. Esa cosa de tu cinturón… me devolvió la mirada, era como si me quisiera decir algo… —Pronunció consternada tras descender la mirada a la daga del elfo. El elfo frunció el ceño sorprendido y quedó unos segundos pensativo. Eres muy pequeña para jugar con dagas, pero conozco otro juego que seguro te va a gustar… —dijo mientras sus manos sujetaban a la elfita de las axilas incorporándola y se puso a examinar su silueta. ¿Un juego? —Yáriel preguntó curiosa. Así es, pero con esta ropa que llevas no podremos jugar —Con manos ágiles examinó el ligero vestido que portaba Yáriel ciñiéndolo momentáneamente en distintos puntos. ¿Qué haces? —Preguntó sin comprender que se disponía a hacer, estando acorralada entre él y la pared. El Quel’dorei se desabrochó el sobrehombros de tela negra con capucha que portaba y lo extendió por la espalda de ella hasta rodearla por delante, le arrebató de la mano el protector que antes llevaba en el rostro y la rodeó con dicha tela por la cintura atándola de forma que quedó ceñida, y por último le cubrió la cabeza con la capucha. El resultado fue un sobrehombros ceñido a la cintura que por su estatura le llegaba hasta las rodillas y una capucha que cubría su cabello rojizo así como su cara. ¿Conoces el juego: Escapar del vermis de maná? Ese que gana el que coja la piedra más cercana a un vermis sin que se dé cuenta —le preguntó en tono contenido. Pues claro, todo el mundo lo conoce. —Exclamó mientras se colocaba bien la capucha para poder verle. Genial, pues vas a tener que coger la piedra que yo te diga sin que el vermis se dé cuenta. Sin esperar réplica por parte de la pequeña, la rodeó abrazándola y se la llevó caminando por zonas boscosas que tras haber anochecido quedaron en penumbra. Llegaron a la parte trasera de una casa de grandes dimensiones que contaba con tres plantas de altura y puso a la elfita en su espalda. Sujétate fuerte de mis hombros —Le susurró y al instante empezó a escalar con agilidad por la pared. Yáriel observó como algunas ventanas tenían luces y al llegar al tercer piso se dio cuenta que habían llegado a un balcón. A diferencia de los otros dos pisos este nivel contaba únicamente con una habitación que ocupaba todo el nivel menos la parte del balcón. El elfo observó por el alto ventanuco de no más de medio metro el interior de la habitación, Yáriel se tomó la libertad de mirar a su entorno. Al ver la fuente en el lado frontal de la casa grande donde se encontraban adivinó que estaban en cierta posada ubicada no muy lejos del Sagrario del Oeste de Quel’Thalas, no especialmente lejos de su casa. Él desconocido se arrodilló delante de ella acercándose tanto que notó su respiración en la mejilla. Empecemos el juego. —Susurró en el oído de su compañera. Yáriel se percató de que el rostro del elfo estaba serio, tenía una mirada gélida y un escalofrío le recorrió por la espalda. Susurraba tan bajo que tenía que prestar toda la atención para poder seguir sus palabras. Tienes que ser todo lo silenciosa que puedas para no despertar al Vermis que duerme en la cama, ¿entiendes? —La mira fijamente a los ojos. El elfo se desabrocha la daga y la eleva poniendo la empuñadura delante de su rostro. Verás sobre la mesa una gema como esta, tienes que cogerla sin hacer ningún ruido y traérmela, ¿entiendes las normas? —Tras la pregunta se quedó mirándola fijamente. Tras echar un rápido vistazo a la daga Yáriel movió el rostro arriba y abajo mirándole con cautela y susurró— Si… Bien, recuerda guardar silencio todo el rato. —El elfo finalizó la conversación de forma tajante. Extendiendo los brazos tomándola de los costados elevándola y caminó hasta colocarse frente a la ventana. Allí gesticuló señalando la ubicación del vermis y la de la piedra. Intercambiaron una mirada y la aproximó al marco para que se sujetara y bajara lentamente por el interior de la habitación. Algo confundida Yáriel se preguntaba cómo había llegado a esa situación, aunque a decir verdad el juego parecía bastante fácil y por algún motivo estimulaba placenteramente sus sentidos. La habitación estaba en penumbras, pero gracias al previo paseo por el oscuro bosque pudo acomodar su vista élfica a ambientes de poca luz y avanzar lentamente. Giró la cara al percatarse de que el Vermis estaba roncando y prosiguió avanzando. Se subió de rodillas sobre la silla bajo la atenta mirada de esas dos luces azules en la pequeña ventana y encontró sobre la mesa una daga prácticamente igual a la que había tenido en sus manos hace un rato, a excepción de que el rubí de ésta parecía muerto, no tenía ningún tipo de brillo, su interior era una sombra. La elfita se bajó de la silla mostrándole la enfundada arma a su compañero de juegos y se percató de que la funda tenía una tira de cuero negro con una argolla de sujeción. Estiró de ésta sacándolo de la funda y depositó el arma sobre la mesa, dio unos pasos a la ventana portando la funda y Yáriel arqueó una ceja extrañada al ver a su compañero moverse como si le fuera a dar un ataque. Empezó a hacer gestos señalando su daga y luego a la mesa a lo cual la pequeña volvió a coger la daga y caminó hacia la ventana. Al llegar, levantó los brazos y sin esperar ni un instante el desconocido elfo tomó la daga enfundada. Yáriel aguardó mirando arriba, hacia la ventana, y veía a través de ella el cielo estrellado, pero su compañero de juegos ya no estaba allí. Se agitó algo nerviosa mientras examinaba la oscura habitación, volvió a mirar hacia la ventana y aliviada vio los brazos del elfo extenderse hacia ella, correspondió el gesto estirándose hacia estos y pudo salir al exterior. Llevándola a su espalda el elfo no desperdició ni un segundo, se subió en el borde del balcón y con un ágil salto pasó a la rama del árbol que había crecido en la parte trasera de la taberna, y sujetándose al tronco se deslizó en dirección descendiente, seguidamente se alejó a paso ligero de la zona volviendo por la ruta que habían tomado previamente. Al llegar a la casa vacía cerca del final de la avenida bajó de su espalda a la pequeña y se arrodillo frente a ella, observó más detenidamente y con una sonrisa algo perturbadora la daga que había traído su amiga y seguidamente las fijó en el cinturón ¿Gané? —Preguntó Yáriel divertida mientras gesticulaba una sonrisa excesivamente amplia. Él la miró y no pudo reprimir una queda carcajada, cogió la tira de cuero con la argolla de sujeción que portaba la funda y rodeó el cuello de la pequeña abrochándoselo de manera ceñida, dejando la circunferencia de metal colgando por la parte delantera del cuello. Lo hiciste muy muy bien, cumpliste mis expectativas, ¿te gustaría jugar más veces conmigo? —Le dijo mientras posaba la mano acariciándole la cabeza. ¡Vale! —Dijo mientras cerraba los ojos y le dedicaba una sonrisa de oreja a oreja. Ya nos veremos otro día —Le guiñó un ojo y le dio una palmadita por la parte de atrás para que regresara al camino por el que había venido Yáriel Itheya SS. Inicio Algunas décadas pasaron creciendo mientras mantenía aquel estilo de vida que finalizó de manera cruenta a causa de los estragos causados por el Azote cuando penetraron las fronteras del Alto Reino destruyendo todo con el rastro de muerte que dejaron a su paso, Los ahora llamados Sin'dorei cicatrizaban sus heridas mientras luchaban por erigir nuevamente lo que una vez fue su hogar. El precio a pagar fue realmente alto y nada volvió a ser lo mismo. De alguna manera la joven consiguió anteponerse a las adversidades, pero esa es una historia que ningún bardo ha podido escribir a causa de las heridas aún abiertas del Alto Reino.
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