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SwordsMaster

Roler@
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  1. // Esta mensajería tardaría aún varias semanas en llegar, aproximadamente hasta la finalización del evento de Los Corazones Negros Eventualmente, un día acabaría alcanzando un mensajero imperial a Annalena Luxwell, allí donde estuviese. Se encontraría ante una misiva, de parte de un "de Sveri" que no era Santiago. Junto a la misiva un gorro de lana familiar, algunas monedas y un puñado de notas de los pensamientos de Santiago en su tiempo juntos. Esas no eran notas que bajo ninguna instancia estaban destinadas para ser leídas por Annalena, pero probablemente acallarían una duda que siempre había sombreado su corazón. Sus pensamientos además parecían indicar sobre el final que sus conversaciones le habían recordado cuanto podía hacer realmente, y que no todo era negro y gris. Existía una tercera opción, y era blanca. Y, por último, varios bocetos de cartas con olor a mar salado que nunca parecieron enviarse. Sus intentos de explicar en ellas sus motivos para irse eran bastante penosos, pero no parecía haberle faltado intención, si no inspiración. Con la Luz y que esta carta te encuentre en buena salud, Annalena Luxwell. Recientemente han llegado a mi posesión las pertenencias de mi hermano, Santiago de Sveri. No he tenido que indagar mucho para saber que eras importante para él, incluso si no te conocía de tanto tiempo. He estado revisando sus notas y pensamientos estos días, me han hecho reflexionar mucho, y he aprendido cuanto de su vida realmente ocultaba. Aunque le pedí que lo hiciera y encontré varios bocetos que confirman que lo intentó, nunca me escribió. Por lo que he entendido, hizo lo mismo contigo. Te envío sus bocetos. La Luz sabe que ayuda un poco ver lo mal que se le daba. También encontré un gorro de lana que parecía guardar con bastante cariño entre los bocetos. Y de mi parte, un regalo. Las monedas son para ese "churro" que parece prometer en su última nota, no tenemos de eso en el sur y no sé lo que es. Lo mencionaba en la última nota que escribió. Con la Luz, y gracias por todo lo que has hecho por él. @yune134
  2. // Esta mensajería tardaría aún varias semanas en llegar, aproximadamente hasta la finalización del evento de Los Corazones Negros Eventualmente, un día acabaría alcanzando un mensajero imperial a Jared Miller, con las dificultades usuales y la burocracia asociada a contactar con una persona de alto rango. En su caso, llegaría una misiva que venía de parte de un Sveri, pero no el Sveri que él conocía, un mapa con una marca en algún sitio de Elwynn y varias notas. Todas las notas parecían ser de pensamientos o conclusiones de Santiago en las aventuras que tuvo junto a Jared, y otras tantas hablaban de la muerte de Audrey y la influencia que habían tenido en su corazón. Santiago nunca la había visto caer, pero paradójicamente eso parecía hacerlo peor. Y quizás, solo por un momento, el paladín no se sintiese tan solo en su carga al leer las notas. También habían varias que hablaban de Ethan. Santiago parecía tener una opinión bastante firme en que debía conseguir que el maestro se abriese más con su aprendiz. Parecía considerarlo una misión de vital importancia, aunque ahora, no iba a estar ahí para cumplirla. Con la Luz y que esta carta le encuentre en buena salud, Jared Miller. Siento interrumpir vuestras labores, sin dudas de mayor importancia. Pero mientras revisaba las pertenencias que he encontrado de mi hermano, he apartado diversas notas que creo que le serían de interés. Admito haber ojeado las hojas en las que narraba sus viajes, y tengo la sensación de que estas podrían serle de cierto valor sentimental. Mi hermano parecía tenerle en la más alta de las estimas, y parecía pensar bastante en usted en sus... últimos días. Creo que ver a su aprendiz le recordaba a usted, y usted inspiraba muchas cosas buenas. Las notas de mi hermano hacen sonar que las historias que llegan sobre vos parezcan más ciertas que leyendas. Santiago parecía compartir un dolor que él creía vos compartíais muy estrechamente, pero nunca pudo encontrar el momento para visitaros y hablar de ello. Creo que daros sus notas con sus pensamientos al respecto, es lo mínimo que puedo ofrecerle a mi hermano a esa conversación perdida. También envío un mapa, con el sitio en donde he alzado un pequeño altar para él. Si un día os pasáis por el sur, por favor, visitadle. Con la Luz, y gracias por todo lo que ha hecho por él. @Kario
  3. // Esta mensajería tardaría aún varias semanas en llegar, aproximadamente hasta la finalización del evento de Los Corazones Negros Eventualmente, un día acabaría alcanzando un mensajero imperial a Elegost Faler, con mayor o menor dificultad dependiendo de en dónde se encontrase. Le entregaría una buena pila de papeles. Entre ellos, buena parte letras de canciones, que ahora le pertenecían. Otras notas, de sus pensamientos y vivencias en los tiempos con Elegost. Entre las cosas un memento; una simple banda de tela para llevar en el brazo, que indicaba el rango, división y legión. Pero no era la nueva, si no la vieja, aquella que señalaba el rango de Cabo de la IX Compañía de la XIII Legión, aquella donde habían servido con Law hacía tiempo. También hallaría un pequeño mapa, indicando un punto en Elwynn que conocía bien, era la localización de lo que había sido Falveri. Y junto al mapa, una misiva, venía de un Sveri, pero no era aquel que había sido su Sumiller de Corps. Quizás resultaba incluso raro leer un nombre que no fuese Santiago detrás de un "de Sveri". Con la Luz y que esta carta te encuentre en buena salud, Elegost Faler. Recientemente han llegado a mi posesión las pertenencias de mi hermano, Santiago de Sveri. He estado investigando sus notas y los recuerdos de sus viajes. He empaquetado las notas y lo que parecen ser canciones, que asumo tendrán mucho valor sentimental para ti. Admito haber echado un ojo a sus notas y pensamientos, sobre cuando sirvieron juntos. Siempre hablaba con un cariño especial por ti cuando estuvo aquí. He enviado también un recuerdo que mantenía de su tiempo en el ejército. Hasta donde llegan mis conocimientos, eres el único miembro vivo de esa división a la que mi hermano considerase un amigo. También supuse que deberías saber que entre sus notas mencionaba querer ser enterrado en un sitio que señala ese mapa. No había nada allí cuando fui, pero él lo llamaba Falveri. No pude cumlir su voluntad ya que solo me han llegado sus cenizas, pero las solté sobre la tierra y construí un pequeño altar en el sitio, creo que eso también le habría servido. Por favor, visítale un día, donde sea que esté creo que eso le haría feliz. Con la Luz, y gracias por todo lo que has hecho por él. @Stannis the Mannis
  4. Imagino tanto la muerte que ya se siente como un recuerdo ¿Es así como la encuentro, de rodillas, una daga entre mis costillas? No lo veo venir ¿Puedo correr, contratacar? Dejarlo estar No hay un ritmo, no hay melodías Caín, mi último amigo Quizás la última cara en la que pienso Si muero ahora intentando salvarte, ¿es así como me recordarán? ¿Y si esa daga es mi legado? Legado. ¿Qué es un legado? Es plantar semillas en un jardín que nunca llegas a ver Escribí las notas del comienzo de una canción que alguien acabará por mi Elegost, gran y entrecortada sinfonía, canta por mi Me has enseñado a hacer una diferencia... Que incluso un refugiado huérfano puede dejar su marca y luchar Me quedo sin tiempo. El reloj de arena casi vacío Veo un resquicio del otro lado Law lidera un coro de soldados al otro lado Mis padres están al otro lado Audrey observa desde el otro lado Me enseñaron a decir adiós... Midir... Mi amigo, tómate tu tiempo Nos vemos al otro lado ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Cuando la última gota de aire había abandonado el cuerpo del soldado, y su consciencia se había disipado entre las grietas de otro reino como agua colándose por las rejas del suelo, su largo viaje había tocado a su fin. Poco quedaba para ese momento del joven brillante que había huído de su pueblo en busca de una vida mejor. Resquicios de la bondad de un joven cambiado por la guerra, que solo recientemente había logrado volver a traer a la luz. ¿Quién decide quien muere, quien vive y quien cuenta tu historia? Su cuerpo había sido quemado, sus pertenencias empaquetadas y todo sería enviado con toda la presteza posible al ejército, que eventualmente lo enviarían a Ventormenta, donde finalmente acabarían su viaje en manos de un hermano atónito. La cantidad de notas que guardaba y mantenía eran abrumadoras, vivencias, pensamientos, canciones. E iban a la par con una cantidad de mementos que solo la Luz sabía por qué acumulaba. Algunos de ellos harían su vuelta de nuevo al norte, aunque eso era historia para otro día. Su historia seguía, en cada lucha que se llevaba a cabo contra el Nuevo Orden, en cada paso dado para retomar Lordaeron, o para vengar Costasur. Suya había sido esa lucha desde el comienzo, cuando la ciudad costera aún era un sitio tranquilo y bien vigilado, que se mantenía de pie con orgullo. Se convirtió en un reflejo de aquella ciudad, y cuando cayó su destino fue sellado también como un reflejo, pues hay dolores que se arraigan al alma, dejando para siempre la vista del condenado dividida entre la vida, y lo que hay más allá. Vivió de tiempo prestado, luchó, sonrió y protegió a la gente que apreciaba, hasta que el tiempo de reunirse con los viejos amigos a los que no pudo proteger, llegó. Pero, ¿quién decide quien muere, quien vive y quien cuenta tu historia? Un anillo con una gema agrietada, un anillo roto, un sueño roto, decoraba ahora la mano de un mago amigo. Y así lo haría, hasta el día en que se volviesen a reunir. Pero por hoy... Al otro lado, una figura con bigote se asomó, sonriendo apacible mientras apretaba el hombro de una joven risueña. -Te has tomado tu tiempo, granuja- Por hoy, un soldado vuelve a casa
  5. Vale antes de enrrollarme con hechizos nuevos, cambio de Visión Lejana para que quede más claro su efecto. Así es ahora: Visión Lejana Arcana Tipo: Rango Descripción: Quién necesita telescopios con este hechizo. El adivinador permite aumentar su capacidad visual cual halcón, para observar con detalle y atención a distancias muy superiores a las que normalmente podría. Pero no le permite ver a través de las cosas, por supuesto. Una linea visual libre y despejada es igualmente requerida. Efecto: El mago puede ver con sus ojos a una distancia de tantos kilómetros como el nivel del hechizo. Este sugiero: Visión Lejana Arcana Tipo: Rango Descripción: El adivinador permite aumentar su capacidad visual cual halcón, para observar con detalle y atención a distancias muy superiores a las que normalmente podría. Esto aumenta a efectos prácticos "la resolución" del ojo con respecto a un ojo normal, pero no le permite ver a través de las cosas. Una línea visual libre y despejada es igualmente requerida. También se requiere poder ver. Efecto: El mago aumenta su capacidad visual de modo que le permite ver con normalidad y sin demasiado esfuerzo hasta una distancia máxima de kilómetros igual a su nivel de hechizo. Dura 1 minuto por nivel de habilidad. Realmente el motivo principal es añadirle la duración de 1 minuto por nivel, ya que el hechizo original nunca me terminó de quedar claro cuánto dura, y asumir que es "hasta que el adivinador lo corte" se me hacía raro, ya que bien puede uno decir que simplemente lo sigue canalizando. Creo que así es mejor y queda con una duración definida. El resto son detalles para dejar claro qué hace exactamente, y eliminar la referencia a los telescopios, que siempre me hizo confundir el hechizo y asumir que limitaba del mismo modo la visión o que actuaba como un "Zoom", lo cual no es del todo cierto. También pensé en fijar la dificultad máxima de disparo (Sin contar coberturas) según nivel, pero era un coñazo, era complejo de poner y aumentaba el nivel de poder del hechizo, así que eso lo dejé como estaba. El hechizo está perfecto como está Ahora sí, a lo grueso. Hechizos NUEVOS by SwordsmasterTM, all rights reserved. Aquí comienza lo chido cabros Me gustaría empezar por algo sencillito. Una versión avanzada del hechizo de Visión nocturna, lo cual sería dificultad 18 si no estoy equivocado, siguiendo la lógica que creo que hay detrás de los hechizos mejorados, de ser dos dificultades mayor al original. La idea del hechizo es una tontería, una alternativa más cómoda a hacer spam de la visión nocturna arcana normal, además de un pequeño extra por ser un hechizo de dificultad alta. La idea es dar un modo de contrarrestar parcialmente bonificadores basados en estar a oscuras, como la racial kaldorei o abrazo de las sombras, sin reducirlos completamente. Si de visión lejana no sugiero uno grupal, es porque me parece un hechizo demasiado personal del adivinador (No es aplicable a otros) y ya existe una versión mejorada del hechizo, que es la visión lejana superior. No habría tenido sentido de ser. Visión Nocturna Grupal: Tipo: Aura Descripción: Un puñado de aliados cercanos (O el mismo adivinador) adquieren la capacidad de ver en entornos de oscuridad total. Esta versión más potente puede incluso en donde las sombras normalmente protegen al enemigo. Efecto: Hasta 3 objetivos a 1 turno de distancia o menos ganan la capacidad de ver en entornos nocturnos o de oscuridad total. Estos pueden ignorar la mitad (Redondeado a la baja) de cualquier bonificador de naturaleza física o mágica por estar en la oscuridad del que se estén beneficiando otros individuos. Dura 15 minutos por nivel de la habilidad. Siguiente uno ya original. Personalmente lo vería de dificultad 16, pero no sabría decir a ciencia cierta, no soy un experto en hechizos. La idea de este es literalmente ser un modo de contrarrestar cegueras y oscurecimientos visuales, no tiene más. Creo que no hay muchos hechizos de ese tipo y me pareció coherente dentro de la medida, y es bastante corto, conciso y claro. Y ya existe como tal la capacidad de dar una visión mágica a algo no ligado a los ojos, como lo es el caso de alzar un no-muerto o crear un arcanómata. El hechizo sería simplemente dar una versión algo más robusta de eso a un ser ya existente. Ojo Arcano: Tipo: Rango Descripción: El adivinador es capaz de otorgar una visión de naturaleza mágica, a veces representado como un par de fulgores extra en los ojos, o un tercer ojo brillante. Más allá de las razones estéticas, esto supone la ventaja de obtener una visión no limitada por las dificultades de una visión normal, impidiendo que la visión del objetivo pueda ser suprimida por medios físicos o mágicos si no se suprime el ojo arcano primero. Por desgracia, debido a su corta duración, no es una alternativa sustentable a largo plazo si uno pierde accidentalmente sus ojos. Efecto: El objetivo del hechizo se ve libre inmediatamente de cualquier efecto de ceguera u oscurecimiento visual que le afectase independientemente de su naturaleza, y pasa a ser inmune a estos. Dura 1 turno por nivel del hechizo. El siguiente hechizo lo vería de dificultad 18, a nivel personal. Como siempre no estoy seguro. La idea de este creo que se explica por sí misma, no necesita que le de muchas vueltas. Pero es una idea para irle dando más uso y peso al Compendium Arcano (De dificultad 16) a la hora de usar otros hechizos de adivinación relacionados con personas específicas. Rastreo de Vínculo: Tipo: Toque | Ritual Descripción: El adivinador es capaz de usar el rastro que se deja en forma de huella arcana, para rastrear al propietario de un objeto. Como un objeto suele pasar por varias manos y estar en contacto con varias personas, uno debe haber identificado primero de alguna forma la huella arcana de la persona a rastrear. Entonces es cuando el adivinador puede actuar y saber la dirección en la que se encuentra su objetivo. Pero suele acabar en un fuerte latigazo mental y posterior jaqueca para el adivinador si su objetivo no se encuentra ya presente en el mundo. Efecto: Requiere haber identificado primero la huella arcana de la persona a rastrear mediante el hechizo de Compendium Arcano. Conociendo la huella arcana y si el objeto estuvo en contacto por al menos una semana con el objetivo, el adivinador puede realizar un ritual que le tomará 10 minutos. Si el objetivo se encuentra a una distancia inferior a 1 kilómetro por nivel del hechizo, el adivinador sabrá a que distancia está y su dirección general. Si se encuentra a una distancia superior simplemente recibirá información vaga (Dentro de la región, dentro del continente, cruzando el mar, etc) y una dirección en forma de norte, noreste, este, etc. Si el objetivo ha fallecido o no se encuentra en el mismo plano, el adivinador recibirá 1d6 de daño directo a su salud. Y ese fue el último por ahora. Porque estoy cansado de escribir, ya me aburrí y tengo rol al que entrar. Hasta la próxima entrega y eso.
  6. El Maestro Douglas, habiendo guiado los pasos de su alumno, sabía que pronto llegaría el momento en el que sería reconocido por la Academia como uno más, y no un estudiante. A lo largo de sus estudios había usado todo tipo de promesas para guiarle e incentivarle, pero nunca realmente le había dado nada sustancial que le fuese a ser útil. Quizás, en el fondo, el veterano maestro se preocupaba del bienestar de alumno, joven e impulsivo, y lo que haría con la información en su sed insaciable de conocimientos. Pero una palabra era una palabra, y el conocimiento prometido debía ser entregado. Un día, Midir Vormak volvería a su habitación para encontrar que dentro se había dejado una caja llena de libros, pergaminos, mapas y más información con todo tipo de rumores sobre el tipo de ruinas y localizaciones que tanto le interesaban. Le tomaría días, semanas o quizás meses organizar todo eso para desenterrar toda la información posible, pero al menos podía exprimir en un principio la información más visible y obvia, o los mapas directamente marcados y con apuntes. Pero incluso un fragmento de toda esa información ya era bastante de donde elegir. Y vaya si tenía para elegir. Las minas de Ha'kran Avanzada Circa ¿Un mago de los Cien? Ogrum Circus Subasta en la capital // Estos son roles que intentaré ir actualizando con más a la medida que Midir los complete. No tienen fecha. Cuando me apetezca a mi y a Focus. Además, NO MASTEARÉ A MÁS DE 3 PERSONAJES A LA VEZ. Puedo plantearme hasta 4 si un día me levanto generoso, y no suelo levantarme generoso. Quiénes le acompañarán lo decidirá Midir (Y por consecuente @Focus). No serán roles bélicos o con combates, si no se fuerza, y son roles específicamente hechos para profundizar (No aprender de 0, no son entrenamientos) conocimientos varios, así que como tal se puede esperar que la mayoría de personajes encajen poco o nada en el rol y en sí no ganen nada ni on rol ni a nivel de ficha, y por consecuencia se aburra el jugador. No me responsabilizo por eso. Todo aclarado, ahí los dejo para tener la idea general. Saludos y besos
  7. Leyendas, horrores, descubrimientos y tradiciones --Tratos firmados-- Extranjeros en suelo marcado Atletismo, Alquimia Puñaladitas entre colegas Alquimia, Etiqueta --Tratos ofrecidos-- - --Fortalecimientos del alma-- Los Siete (Parte 1) Atletismo, Daga, Defensa, Sigilo, Conocimiento/Historia (Nigromancia), Conocimiento/Historia (Magia oscura), Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos, Invocar espectro menor, Descarga espiritual, Detectar almas, Salvar esencia Los Siete (Parte 2) Atletismo, Daga, Defensa, Sigilo, Conocimiento/Historia (Nigromancia), Conocimiento/Historia (Magia oscura), Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos, Invocar espectro menor, Descarga espiritual, Detectar almas, Salvar esencia Los Siete (Parte 3) Atletismo, Daga, Defensa, Sigilo, Conocimiento/Historia (Nigromancia), Conocimiento/Historia (Magia oscura), Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos, Invocar espectro menor, Descarga espiritual, Detectar almas, Salvar esencia Los Siete (Parte 4) Atletismo, Daga, Defensa, Sigilo, Conocimiento/Historia (Nigromancia), Conocimiento/Historia (Magia oscura), Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos, Invocar espectro menor, Descarga espiritual, Detectar almas, Salvar esencia
  8. Competencia Desleal realizada una vez aquí: Resolución: Fallida
  9. La guardia había sido informada por parte de miembros del Gremio de Alquimistas y la Academia Arcana de pruebas contundentes así como la existencia de testigos, sobre una operación de destilación de pócimas ilegal en los barrios bajos, probablemente con ingredientes de baja calidad y lo peor de todo, evadiendo impuestos que en el Gremio de Alquimistas tan honradamente se esforzaban por pagar, y eso era imperdonable. Así, con las pruebas y siendo informados y la operación pareciendo algo digno de atención, la Guardia se adentró en el barrio bajo y procedió a investigar así como efectuar una redada al local. Pero, sin embargo, no encontraron lo que esperaban. Los testigos que el trío de alquimistas y magos encontró se negó a dar información o colaborar, y la casa había sido evacuada. Quedaban algunos instrumentos y cosas tiradas, así como un fuerte aroma que hasta donde se podía corroborar, confirmaba que el sitio en efecto había sido usado para destilar pócimas. ¿Quién? No se sabía. ¿A dónde habían ido? Tampoco se sabía, las huellas en la nieve habían sido borradas ya para cuando la guardia de la ciudad pudo llegar. Había sido, por desgracia, una pérdida de esfuerzo y recursos para la guardia. Y eso se traducía en un dolor de cabeza para el Gremio de alquimistas, y por extensión, el Gremio de alquimistas sería un dolor de cabeza para la Academia Arcana a la cual habían solicitado asistencia. Nadie se responsabilizó al final del día por el fallo. Y, en algún rincón del barrio bajo, alguien volvía a establecer lentamente su taller de nuevo, en otro punto. Y ahora sabía quienes le perseguían, y conocía la cara de los insolentes "bienhechores" que se habían atrevido a intentar entorpecer el objetivo de los suyos. // Consecuencias: Y el ficheo que si no me apuñalan:
  10. Siguiendo el hilo de la sugerencia de arriba vengo con más sugerencia para Adivinación, que mi pequeña necesita amor. Más concretamente Arcanokinesis Aumentada, de dificultad 20. Creo que el daño está bien (No es una escuela de daño a fin de cuentas), pero "derribar" para un hechizo de esa dificultad, considerando que es un hechizo que ya puede levantar objetos de tamaño grande/pesados y arrojarlos y que todo por encima de 18 es en general difícil sacarlo, se queda algo chico. Sugeriría que se pueda elegir entre empujar o derribar con objetivos medianos, o realizar ambas en un objetivo pequeño. Como siempre se entiende mejor con ejemplo: De esto Arkanokinesis Aumentada: Tipo: Rango Descripción: Usando sus aptitudes arcanas aumentadas, el hechicero puede mover objetos de mayor tamaño, arrojándolos con mucha más fuerza, o manipulándolos con la precisión necesaria. También pude derribar, con cierto esfuerzo, al ogro más grandullón y pesado. Efecto: El hechicero puede mover objetos de tamaño pequeño, medio o grande. Pueden arrojarse en combate para hacer 2d6+2 de daño físico. Puede usarse este hechizo para intentar derribar a alguien a distancia, en cuyo caso el objetivo habrá de defenderse con Atletismo o caerá derribado. Defendible con: Defensa | Defensa Mágica | Atletismo (Dificultad 22) Pasaría a algo así (Como ejemplo): Arkanokinesis Aumentada: Tipo: Rango Descripción: Usando sus aptitudes arcanas aumentadas, el hechicero puede mover objetos de mayor tamaño, arrojándolos con mucha más fuerza, o manipulándolos con la precisión necesaria. También pude derribar, con cierto esfuerzo, al ogro más grandullón y pesado, o arrojar a objetivos más insignificantes. Efecto: El hechicero puede mover objetos de tamaño pequeño, medio o grande. Pueden arrojarse en combate para hacer 2d6+2 de daño físico. Puede usarse este hechizo para intentar derribar a objetivos pesados o incluso empujar objetivos más ligeros, en cuyo caso habrá de defenderse con Atletismo. Si es un objetivo Pequeño caerá derribado y será empujado 1 turno de distancia. Si es un objetivo Mediano, podrá caer derribado ó ser empujado 1 turno de distancia. Si es un objetivo Grande, solo podrá ser derribado. Si el objetivo no puede ser empujado en la dirección especificada, no será empujado y recibirá 1d6 de daño directo por colisión. Defendible con: Defensa | Defensa Mágica | Atletismo (Dificultad 22) Es una tontería realmente pero creo que el hechizo actual está bastante muy por debajo del nivel de poder de un hechizo de Dificultad 20, así que no lo vería una locura. Tengo más cosas en el tintero. Tiempo al tiempo. Volveré.
  11. La joven elfa recién había llegado a la ciudad, y despidiéndose de su comitiva de enanos... Pronto se encontró abrumada y perdida por la inmensidad de la ciudad y su constante cacofonía de ruidos y voces diarios. ¿Cómo podía alguien siquiera vivir así? Le era un misterio a resolver, pero solo el tiempo diría si lo resolvería. Para su fortuna, o desgracia, en aquel momento conoció a un "forestal humano" que se ofreció a hacerle de guía por la ciudad y explicarle las zonas más importantes, y de camino simplemente charlar sobre una cosa y la otra y de lo que podía y no podía hacer en las ciudades humanas. Finalmente el tema acabó desviándose al final del recorrido sobre cual de los dos sería un mejor arquero, ante la fanfarrearía del humano. Fueron a que éste buscara sus cosas, y mientras la elfa se quedó sola esperando descubrió una verdad intrínseca de cualquier foco de población mayor o menormente poblado: A la gente no le gustaban los extranjeros. Pero con calma los ignoró hasta que se marcharon, y finalmente el montaraz volvió con sus cosas y partieron fuera de la ciudad. Al bosque, no muy lejos de las murallas, allí donde los dos se sentían como en casa. Encendieron un fuego y prepararon una diana improvisada usando un carboncillo. Mientras preparaban todo, y mientras competían el tema de conversación iría y vendría por toda clase de temas, algunos profundos, otros ridículos. El primer disparo de la elfa había dado en el centro. Apenas mejorable por milímetros, el margen de victoria para el humano era casi imposible. Y aún así, cuando su flecha voló, ésta casi rompe la flecha de la elfa cuando se clavó en un centro perfecto, ganando un tiro imposible el humano para sorpresa de ambos. Los disparos siguieron yendo y viniendo, con algunas victorias para la elfa pero, para su desgracia, el humano probó ser el mejor arquero de los dos al final del día, incluso con la desgracia de reventar la cuerda de su arco en mitad y tener que pasar a usar el arco largo élfico, con el cual no poseía la misma destreza. Y, aún así, el veterano explorador de guerra había triunfado. // Habilidad general entrenada: Callejeo Habilidad entrenada por Santiago: Apuntado Diestro (Aptitud) Habilidad entrenada por Kelrina: Apuntado Diestro (Aptitud) Habilidades usadas de @SwordsMaster como Santiago de Sveri: Leyes (Reinos humanos), Supervivencia, Carpintería, Arco corto, Dibujar Habilidades usadas de @yune134 como Kelrina Sunfeather: Leyes (Reinos humanos), Supervivencia, Arco largo, Dibujar
  12. El profesor Douglas observó a sus alumnos abandonar el salón. Había sido un día largo y lleno de teórico, aunque había logrado meter algo de ejemplo práctico con la ayuda del estelar alumno Vormak y su amigo no tan ejemplar. Y en la clase teórica, una mente inesperada brilló con la fuerza de un sol eterno, hablando sobre teoría arcana con relativa soltura mientras comparaba ejemplos con casos conocidos del Alto Reino y su historia. Un despliegue inesperado pero bienvenido para el barbudo mago que era Douglas, y que ya nada esperaba de sus alumnos. Aunque tan fue su tristeza cuando vio que no fue uno de sus alumnos, si no el soldado que le entregó la carta y había invitado a ver la clase como disculpa por un incidente. Luz misericordiosa, que hasta un soldado del ejército atendía y mostraba más que sus alumnos, los cuales pagan por esas clases. Cuando terminó, se fue a su despacho, y tras regañar a Vormak y su amigo asalvajado, los dejó ir. Miró la carta que el soldado había entregado con detenimiento. El Ejército Imperial había solicitado nuevos magos de combate para el próximo mes... No era una decisión que el maestro Douglas fuese a poder hacer con el corazón tranquilo. Pero... Se haría. // Habilidad general entrenada: Alteración gravitacional leve Habilidad entrenada por Santiago: Arcanokinesis Habilidad entrenada por Midir: Alterar tenacidad Habilidad entrenada por Elegost: Conocimientos/Historia (Magia arcana) Habilidades usadas por @SwordsMaster como Santiago de Sveri: Conocimientos/Historia (Magia arcana), Detectar energía vil, Voluntad, Advertir/Notar Habilidades usadas por @Stannis the Mannis como Elegost Faler: Sigilo, Defensa, Advertir/Notar, Atletismo, Etiqueta, Desarmado Equilibrado, Conocimientos Lordaeron, Conocimientos Alto Reino, Leyes humanas, Callejeo Habilidades usadas por @Focus como Midir Vormak: Atletismo, Advertir/Notar, Supresión arcana, Escudo de energía, Conocimientos/Historia (Arcano)
  13. Santiago se levantó de la cama, con su pulso restablecido luego de que "su voluntad" "volviese en sí" tras una buena noche de sueño. Otra misión como cualquiera otra, como todas sus misiones con todos muertos y tu alma condenada al vacío. Se colocó el cambio de ropa limpia, pero aún no se había lavado e iba sucio de hollín. Se dirigió a la cocina y comenzó a prepararse una taza de té. No, hoy sería café, porque ayuda a despertar. Le echó azúcar al café, luego miel, luego más azúcar. Los pequeños excesos eran, a fin de cuentas, su propia forma de lidiar con todo. Y luego le echó más miel, hasta que quedó un menjunje saturado listo para destrozarse el organismo y con suerte morir. Una rutina casi semanal. Dio un sorbo mientras abría la puerta observando fuera, a la gente pasar temprano en la mañana nevada. Cuan fácil pendía la vida de los menos preparados, de las gentes más simples, de aquellos que pueden protegerlos, de aquellos más fuertes, entrenados y preparados para resistir los embates del mal y mantenerlos vivos. Pero tú no eres uno de esos defensores. Con calma en la seguridad de la ciudad y cierto vacío en la mirada observó el cuartel alzándose a lo lejos entre los edificios. Dio otro sorbo al café. Quizás esto era, al final del día, en lo que era bueno. No importaba hasta donde huyese en el mundo para ocultarse de la verdad. Le habían entrenado para ser un explorador, una solitaria máquina de matar. Un falso héroe del Imperio, mátate ya. Y si su vida, su día a día, prácticamente su rutina probaba ser igual de mala, perra, cruel y despiadada fuera del ejército que dentro en esta condenada ciudad de condenados norteños, ¿qué tenía para perder regresando a él, además de tu vida?. Se terminó el café, dejó la taza dentro, tomó sus cosas y lleno de hollín se encaminó hacia la Academia. No sería hoy. No aún. No tienes los huevos de aceptarlo.
  14. Historias, muertes, hazañas y moralejas -> Ficha, Fergus Rollers <- --Proezas cometidas-- La mazmorra más oscura (Parte 1) Espada pesada, Defensa, Voluntad, Buscar, Advertir/Notar, Reflejos, Rumores La mazmorra más oscura (Parte 2) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Conocimientos/Historia (Nigromancia), Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos La mazmorra más oscura (Parte 3) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Sigilo, Conocimientos/Historia (Nigromancia), Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos La mazmorra más oscura (Parte 4) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Conocimientos/Historia (Magia oscura), Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos La Tumba del Santo (Parte 5 - Zona de guerra) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Voluntad, Advertir/notar, Reflejos La Tumba del Santo (Interludio - Un nuevo amanecer) Religión (Luz Sagrada), Conocimiento/Historia (Reinos humanos), Leyes (Reinos humanos), Voluntad, Etiqueta La Tumba del Santo (Parte 6 - Compasión) Leyes (Reinos humanos), Religión (Luz Sagrada), Voluntad, Etiqueta La Tumba del Santo (Parte 7 - Pantano olvidado) Atletismo, Espada pesada, Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos La Tumba del Santo (Parte 8 - Adalbert de Burmecia) Atletismo, Espada pesada, Desarmado (Defensivo), Defensa, Voluntad, Advertir/Notar, Buscar, Reflejos La Tumba del Santo (Parte 9 - Cueva de cristal) Atletismo, Trampas/Cerraduras, Voluntad, Advertir/Notar La mente de Fergus - ¿Qué diferencia hace si vivo o muero? Atletismo, Voluntad Siguiendo las migajas de pan - Las setas estaban ricas Atletismo, Espada pesada, Trampas/Cerraduras, Reflejos, Buscar Siguiendo las migajas de pan - Con armaduras y a lo loco Canto, Reflejos Siguiendo las migajas de pan - ¿Te sientes ya un héroe? Atletismo, Reflejos Siguiendo las migajer de pan - Nos marchamos Atletismo, Defensa, Reflejos La luz mala - Parte 1 Atletismo, Espada pesada, Combate Desarmado, Defensa, Sigilo, Conocimientos (Nigromancia), Voluntad, Reflejos, Advertir/Notar La luz mala - Parte 2 Atletismo, Conocimientos/Historia (Nigromancia), Voluntad, Canto De nuestros huesos las colinas - El túmulo de Okran (1) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Sigilo, Reflejos, Advertir/Notar De nuestros huesos las colinas - El túmulo de Okran (2) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Sigilo, Reflejos, Advertir/Notar De nuestros huesos las colinas - El túmulo de Okran (3) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Sigilo, Reflejos, Advertir/Notar De nuestros huesos las colinas - El túmulo de Okran (4) Atletismo, Espada pesada, Defensa, Sigilo, Reflejos, Advertir/Notar El mal huidizo Atletismo, Desarmado, Voluntad, Advertir/Notar, Reflejos, Buscar La ciudad fantasma - La batalla en la hacienda de Rosfield Atletismo, Espada pesada, Defensa, Voluntad, Advertir/Notar, Honda, Reflejos Ruinas de Rosgith - La Llama de la Venganza Atletismo, Espada pesada, Defensa, Religión (Luz sagrada), Voluntad, Adv/notar, Reflejos, Rumores --Proezas inspiradas-- -Sin eventos masteados- --Pruebas de espíritu-- Una tranquila práctica de esgrima en la fortaleza enana Atletismo, Espada pesada, Defensa, Reflejos Inquebrantable, Golpe de oportunidad Pachanga Dice Z Atletismo, Combate desarmado (Defensivo), Espada pesada, Defensa, Religión (Luz Sagrada), Reflejos Combate desarmado Bienvenidos a Rosgith Atletismo, Espada pesada, Defensa, Voluntad, Reflejos Provocar, Golpe de escudo Ruinas de Rosgith - Calma antes de la tormenta Atletismo, Defensa, Voluntad, Reflejos Muro de escudos, Bloqueo
  15. Atributos 6 Físico 8 Destreza 5 Inteligencia 8 Espíritu 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 32 Mana 10 Iniciativa 12 Ataque CC (Espada pesada) 12 Ataque desarmado (Defensivo) 8 Ataque a Distancia (Honda) 12 Defensa Físico 4 Atletismo Destreza 4 Espada pesada 4 Desarmado (Defensivo) 1 Equitación 2 Escalar 4 Defensa 1 Nadar 1 Robar bolsillos 4 Sigilo 2 Trampas/Cerraduras Inteligencia 3 Religión (Luz Sagrada) 4 Conocimientos/Historia (Nigromancia) Espíritu 4 Voluntad Percepción 2 Honda 1 Callejeo 4 Reflejos 1 Rumores 1 Música (Canto) Escuelas/Especializaciones Aptitudes Físicas: -Golpe temerario -Inquebrantable -Provocar -Golpe de escudo -Muro de Escudos -Bloqueo Aptitudes Diestras: -Recuperación rápida -Golpe de oportunidad
  16. SwordsMaster

    Fergus Rollers

    Nombre del Personaje: Fergus Rollers Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 18 Altura: 1'70 Peso: Normal Lugar de Nacimiento: Costasur, descanse en paz Ocupación: Mortal con espada, voluntario de la Cruzada Escarlata Descripción Física: Un muchacho joven, que no pasa de los 18 inviernos o quizás menos, de tez morena y cabello negro bien recortado pero mal peinado. Su complexión no destaca en nada para alguien de su edad y su cuerpo y cara no muestran aún cicatrices o estragos causados por la batalla, aunque sea cuestión de tiempo. Descripción Psíquica: Un joven enérgico, con un alma inmensa y cargado de sueños y esperanzas para él, para la humanidad y para el futuro. Impaciente y arrojado, con sus ideales más pacíficos oscurecidos tras presenciar la destrucción de su hogar a manos de los renegados. Quizás más idealista e inocente que el voluntarioso promedio de la Cruzada Escarlata, pero no falto de agallas y coraje. Es una mente simple, no nacido para resolver ecuaciones o sumar hasta más de 99, tosco, vulgar, carente de una buena educación; la mente más simple de entre dos hermanos gemelos, su hermano se encargaba de pensar por él qué gamberradas harían durante el día y cómo, lo cual le parecía un negoción. 10 años atrás 8 años de edad Las pequeñas pedradas de las hondas cayeron encima del tejado del viejo Wayne, mientras los dos gemelos reían y comenzaban a correr, con el pobre hombre mayor, zapatilla en mano, corriéndolos y profesando maldiciones, hasta perderlos a la vuelta de una esquina. Arrojó la zapatilla al suelo resignado regresó una vez más a su hogar, otra vez sin haber logrado atrapar al par de endemoniados diablillos revoltosos de Costasur. Los dos gemelos, Rollers, cuyo padre había presuntamente muerto durante la Tercera Guerra, regresaban a la casa de su madre, Lilián, con un par de manzanas que habían adquirido con de forma ilícitamente sutil en el camino de vuelta. Probablemente iban a comer sopa aguada hecha con las cosas de hace media semana otra vez, así que mejor era ir llenando el estómago. 7 años atrás 11 años de edad El montaraz explorador y en aquel entonces sargento imperial de cabellos ligeramente dorados y cobrizos, de enorme nariz, se arrodilló ante la tumba de Lilián una última vez, y observó al muchacho cerca de la entrada del cementerio una vez más. Hacía tiempo, cuando su madre había sido capturada por los rebeldes que asolaban Costasur, su hermano gemelo había corrido para jamás ser vuelto a ver. Hacía ya meses de eso... Ahora, su madre había caído por una peste que había llegado a la ciudad hacía poco. Aunque la peste se fue se había llevado consigo a su madre, y ahora el muchacho permanecía de pie en completa soledad. Sargento y cabo lo debatieron a sus espaldas, meditaron y decidieron. El joven fue llevado con ellos al sur, donde podría tener paz y alejarse de la oscuridad que acechaba en las tierras donde le había tocado nacer. Fue puesto al servicio de la Iglesia de la Luz. Aunque prestos ambos soldados regresaron al norte, al menos había encontrado consuelo en saber que su abuelo, del que nunca había sabido nada, también se encontraba en Villadorada al servicio de la Iglesia de la Luz. Y con el tiempo su padre también regresaría, cojo y tuerto, como vuelto de entre los muertos. Jamás había conocido a su padre u oído hablar de su abuelo, pero aquella era su nueva familia ahora. 5 años atrás 13 años de edad Veterano espadachín e hijo rieron mientras compartían dos vasos de leche en la posada Orgullo de León, un gusto que no poseía antes pero había adquirido pasando tiempo junto a Tiagus, de quien solo había oído historias de parte de su madre. Su padre le había estado dando clases con la espada en los tiempos que su hijo no cumplía sus tareas en la capilla de Villadorada. Lo cierto es que aunque podría haberlo dejado, encontraba cierta paz en el tiempo que pasaba allí. Es verdad que le costaba entender las sutilezas de la fe o los complejos libros de filosofía y teología, que le sonaban innecesariamente pomposos. Pero siempre había algún padre o dos que amables se tomaban la molestia de explicarlo de un modo que el joven pudiese entender, si no los aspectos más complejos, al menos los básicos de la fe. Como rata callejera sin cultura que era resultaba un desafío, pero su determinación por aprender lograba palear en muchos casos con su vulgaridad y simpleza. Y luego estaba el ver a los escuderos y paladines de la Mano de Plata ir y venir, con sus pulidas armaduras, día y noche ayudando y protegiendo a los necesitados. Un día él, también, sería un héroe de la humanidad, un paladín de la Mano de Plata, protegiendo a los débiles con un arma en una mano y la Luz en la otra, un campeón, un héroe. Y entonces podría salvar a la madre capturada por rebeldes de otros niños, y todos serían felices. 2 años atrás 16 años de edad Bajó del bote junto a su padre, ya llegando a los 40 y con alguna cana asomando en el cabello. Fergus había crecido en un muchacho joven y sano. Se encontraban llegando a Costasur, como su padre llevaba ya un par de años prometiendo que le llevaría. Era donde había crecido, y el simple hecho de volver a ver su puerto le llenaba de memorias y viejos recuerdos. Recuerdos con su hermano, con su madre, de bromas y juegos. Su vida en Costasur no había sido la mejor, había pasado hambre, había robado y se había metido en problemas. Pero... El hogar era el hogar. Recorrer las calles le llenaba de nostalgia, la mayoría las conocía, alguna era nueva. La ciudad ciertamente había crecido con el tiempo, a medida que llegaban algunos refugiados a lo largo de los años, de aldeas cercanas. Vio la casa en la que solía vivir, ahora en ruinas y abandonada. Junto a su padre entró, pero la mayor parte de cosas habían sido saqueadas. Había un rincón de entre las tablas, sin embargo, que solo su padre conocía. Retirándolos se hallaba una cajita, y dentro de la cajita de madera ya vieja se encontraban bien resguardados en su interior dos anillos. Su padre le explicó que eran de un tiempo cuando era joven e inocente, y creía que con amor lo iba a superar todo. Esos anillos, simples y de calidad algo pobre, iban a ser anillos de casados, pero el día nunca llegó, la Tercera Guerra había sido más rápida. Se los dejó a Fergus y se encaminaron al cementerio, a ver la tumba de Lilián. Se colocaron de rodillas, Tiagus colocó el manto gris que siempre portaba sobre los hombros de su hijo, sonriendo. Ahora su última esperanza era él. Guardaron un silencio solemne ante la tumba. Respetuoso... Pero hay quienes no respetan a los muertos. Con varios gritos de pánico interrumpieron el pequeño momento de respeto. Era imposible saber qué ocurría fuera, pero el espadachín se hacía a la idea, y no le gustaba. Aferró de la mano a su hijo y comenzó a correr, agitado y sin saber a dónde. Pero Fergus ya tenía edad de comprender también, y supo por los gritos que la situación debía ser auténticamente desesperada. Sonaba a que no tendrían ninguna oportunidad saliendo por la puerta principal si había peligro. Había nacido en esta tierra, en esta ciudad, conocía sus entresijos y definitivamente sabía de un hueco o dos en la muralla de la ciudad para poder escapar. Pronto algunas personas se unieron en su carrera hacia las murallas, desesperadas y viendo que que parecían saber a dónde iban. A sus espaldas... Fergus echó una mirada. Las calles de la ciudad detrás comenzaban a ser sumergidas por humos tóxicos y abominaciones no-muertas que jamás deberían haber existido, pero lo hacían. Volvió la vista al frente, logrando llegar al hueco que solían usar ambos gemelos de pequeños para esconderse. Era apretado, pero sabía que daba al otro lado de la muralla. Podían pasar de uno en uno, él y su padre fueron primero, y el puñado de personas que les seguían después. Pero solo la mitad llegaron al otro lado, el resto habían sido alcanzados y masacrados al otro lado antes de poder pasar. La imagen de los cadáveres, los desmembramientos y los dos necrófagos devorando carne, sangre y hueso al otro lado era una imagen que no olvidaría pronto, quizás jamás. Su padre le apresuró a seguirle al bosque, y el ahora reducido grupo de personas les siguió. Pero no llegaron lejos. La flecha de un explorador renegado alcanzó la nuca de una de las mujeres que huían con ellos, haciéndola caer muerta al instante. Un esqueleto con espadas y otro acorazado hicieron presencia también entre los árboles, determinados en no dejar supervivientes. Uno de los pueblerinos miró al espadachín, no iban a ir a ningún lado con un cojo como él por el bosque y lo sabían... El espadachín lo sabía. Fergus intentó oponerse a lo que estaba a punto de hacer, pero el espadachín ordenó a otro de los hombres llevarse a su hijo, y obedeció. El veterano espadachín quedó entonces solo mientras los pueblerinos y su hijo se alejaban. Aferró su espada con ambas manos, colocó un pie delante y la pata de palo detrás, colocándose en guardia. Un hombre y su espada, un mortal, un cojo, un tuerto, un viudo, alguien que jamás había recibido nada más que dolor por parte del mundo, y aún así había encontrado la voluntad para pararse de pie, frente a frente con la muerte, y mantener su posición. Sin titubear. Sin dudarlo por un solo segundo. Intercambió filos destellantes y bloqueó ataques de los esqueletos con destreza durante varios asaltos, lanzando golpes y cortes que apenas hacían mella en los duros huesos de los esqueletos. El sudor helado comenzaba a recorrer su rostro, mientras comenzaba a adoptar una posición más defensiva, bloqueando y desviando ataques con su espada e intentando hacer tiempo. Pero fue al final una flecha envenenada, certera, bien preparada y apuntada con cuidado por parte del explorador lo que sentenció su vida. La visión de su único ojo se nubló por un instante cuando la punta penetró su hombro, se sintió agotado, débil, y para cuando pudo ver qué ocurría, la espada del esqueleto acorazado se encontraba en una trayectoria clara hacia su cuello. Con las pocas fuerzas que le quedaban bloqueó el golpe, con un grito agotado y débil, un último acto de desafío. Pero la espada del otro esqueleto le atravesó la espalda, dejando caer la espada sobre la tierra sin fuerzas. Cerró el ojo con calma y paz en el corazón, sabiendo que el tiempo que había hecho salvaría vidas. Salvaría a su hijo... El esqueleto a sus espaldas retiró la espada lentamente, cayendo el espadachín de rodillas, su sangre goteando y bañando el suelo. Alzó la mirada para ver una última vez a los ojos vacíos y malditos de su ejecutor. El esqueleto alzó la espada sin mostrar un ápice de emoción... Su hijo vio desde la lejanía como decapitaban a su padre, con lágrimas bañando sus ojos enrojecidos. 1 año atrás Cuando a la embajada de la Cruzada Escarlata en Stromgarde había llegado hacía ya un año un joven con los ojos rojos, la cara sucia y la ropa medio rasgada, no había hecho muchas preguntas cuando dijo que quería luchar por la causa. Ahora ataviado con una armadura, una espada y ocasionalmente un ligero escudo que colgaba a sus espaldas, el muchacho parecía otro que cuando había llegado a pasar unos días en Costasur hacía un año. El entrenamiento era cuando aprovechaba a meditar en silencio. En la Iglesia, en el sur, siempre le habían dicho que podía ser un gran paladín, como todos, si entrenaba duro, si aprendía un montón de cosas que no llegaba a comprender, si se olvidaba del legado de su padre y aprendía a usar otra arma, que rezando mucho y siendo muy fiel un día la Luz acudiría a él, y que luego de eso, entrenando aún más, podría ser un paladín. Lo que era decir, en otras palabras, que jamás sería un paladín. Que estaba fuera de sus posibilidades. Que debía sacrificar quién era, y que solo si la Luz acudía a él podía ser un campeón digno de la humanidad. Pero había visto un hombre con su espada, un mortal, un cínico, un cojo, tuerto, viudo, sin armadura y sin Luz en sus manos sacrificarlo todo por salvar vidas, y ese día comprendió que la Luz actuaba en más de una forma. Podía ser un campeón de la Luz, de la humanidad siendo un hombre y su espada, podía vengar todo el sufrimiento que le habían hecho pasar, cada muerte, siendo un hombre con su espada. Y eso estaba bien. La Luz le quería a él tanto como a cualquier otro, incluso si nunca había logrado invocarla físicamente, y la Cruzada le ofrecía esa oportunidad. Llevaría la retribución de la Luz, incluso si era un simple muchacho y su espada. Pues la Luz estaba de su lado y le llevase a la muerte o a una larga vida, moriría cumpliendo su voluntad. Moriría, si hacía falta, llevando a cabo el castigo divino de la Luz, en el proceso ayudaría a vengar su ciudad, y a su padre. Tras terminar de entrenar se pasó una mano por el rostro secándose el sudor. Colgó su espada a un lado, se acomodó el grueso, viejo, simbólico y fiel manto gris sobre sus hombros, se colgó el ligero escudo y se encaminó a descansar. Un día más...
  17. El padre calvo le había dado una misión a la novicia. Una anciana granjera cercana había reportado que sus preciados pollos estaban desapareciendo, y sospechaba que podía ser un peligroso espíritu. Asi, el herético Sabiomar, la novicia y el montaraz partieron y en un rato habían llegado. Investigaron, buscaron espíritus, hablaron con las gallinas y buscaron rastros, hasta que el gran misterio fue revelado; un peligroso zorro rabioso había sido el responsable, que había además matado a una desafortunada perra sin hogar y dejado su cuerpo, con un cachorro abandonado que se dedicaba a carroñar lo que dejaba atrás el zorro cada noche. Ahora, a la novicia le habían ordenado ver si habían espíritus, y el Montaraz no tenía ninguna intención de estar siguiendo a un zorro solitario con la noche acercándose. Así que dieron algunos consejos a la señora mayor, y volvieron a la ciudad. No habían arreglado nada, y ahora además tenían que decidir qué hacer con un peligroso cachorro carroñero. // Habilidades entrenadas @Brahen como el Hereje Tiriano Lance: Advertir/Notar, Buscar, Reflejos, Música, Detectar Espiritus, Conocimiento Reinos Humanos, Religion Luz Sagrada @yune134 como Annalena: Religión (Chamanismo), Advertir/Notar, Buscar, Conocimiento/Historia (Reinos humanos), Detectar Entes Malvados @SwordsMaster como Santiago: Fauna (Mamíferos), Religión (Chamanismo), Conocimiento/Historia (Reinos humanos), Visión nocturna arcana, Arco corto, Rastrear, Advertir/Notar, Buscar
  18. Nombre del Personaje Dhuznan Völundr Raza Enano Sexo Hombre Edad 201 Altura Chaparro Peso Normal de enano chaparro flaco Lugar de Nacimiento Dun Garok Ocupación Comerciante, Ingeniero, Emprendedor, Miserable Descripción Psíquica Es un enano que vive siendo miserable. Él quiere ser ingeniero y crear cosas, pero la necesidad le hace ser comerciante para que su familia subsista. Lleva tanto tiempo siendo miserable que ya ha asumido que lo seguirá siendo un par de siglos más, hasta que se muera de viejo. Si es que muere de viejo. Quiere a sus primos. Algo así. Su forma de expresar que "quiere" a sus primos es insultarles hasta que les toca los cojones y le vuelven a mandar fuera a vender cosas una temporada. Pero siempre vuelve. Es cínico hasta la saciedad y sus esperanzas de hacer nada glorioso son nulas. Mejor no hacerse ideas, no tengo que empezar a venderlas también. Völundr Cuántas décadas de deshonra y miseria... ¿Eres consciente de que de que éramos la mejor condenada familia de toda la maldita fortaleza de Dun Garok? Hijo, los mejores. Una vez comimos con el Thane, cuando era un pardillo, mientras mi padre discutía algunos planos o yo que sé, lo importante es que la comida estaba cojonuda. Hasta que al Thane de pacotilla, por favor no le digas que he dicho eso, se le metió en la cabeza darle a mi familia una MISIÓN. Una EXPEDICIÓN. Mis muertos fue eso un honor, luego de esa bazofia de oferta todo fue mal y no pude volver a comer el jabato asado del Thane. Y ahí partieron, los muy pringados, a montarse su propia fortaleza, los cerdos pretenciosos. ¿Que cómo acabó? Pues cómo más iba a acabar, el montón de gilipollas se mataron. Todos muertos. Toditos. Hasta el último de ellos, algunos con la cabeza deformada a palazos. Un día volví a Dun Garok y me enteré que mis primos colonos ya no daban señales de vida, así que en mi infinita bondad y cariño por mi familia rogué al Thane que mandara un grupo de exploradores para saber qué había pasado. El hijo de su madre me mandó a mi en el grupo. Desde entonces ya no ruego nada a nadie, hijos de una pera. La cosa es que estaban todos muertos, como he dicho. Se habían hostiado a muerte hasta quedarse secos y bueno, sellamos esa bazofia de sitio y nos fuimos a seguir con nuestra vida. Solo que NO pude seguir con mi vida, porque los cerdos cabrones en Dun Garok decidieron que eso había sido culpa de mi familia y por extensión MÍA. O sea, sí, probablemente FUE culpa de mi familia, ¿pero mía? Sus madres, so pringados. ¿Y el Thane? El muy cerdo simplemente quemó todos los papeles al respecto en el fuego en el que prepara sus enormes putas barbacoas de jabato y se lavó las manos. *** Ingeniero de la familia Ahhhhh, maldito dinero, ¿eh? Ya sé ya sé, ¿por qué cojones no estás en tu fortaleza calentito bebiendo con tu primo papanata Bothor, Dhuznan, en lugar de estar en un intento de posada de madera oliendo el estiércol de caballo que viene del establo, en una ciudad de humanos gilipollas que ni siquiera saben comer bien? Dinero, hijo, dinero ¿Quién puercas te crees que le trae el dinero para comer a los pringados de mis primos? ¿El cabezamaza del guerrero, el cabezapiedra del minero? Yo, muchacho, yo Ah, pero todos se quejan cuando al volver estoy flaco por comer la basura de comida de los humanos rica en aire y putas verduras del averno. ¿Pero alguien más quiere salir a vender el mineral más rico en tierra que en mineral que extrae Volsung? JÁ. JÁ. No. Luego quieren salir a restaurar el honor de nuestra familia y no sé qué delirios, pero eso cuesta dinero, ¿y sabes quién tiene que salir a conseguir el dinero? Sí, yo, sí Sepa la Luz o los creadores o a quien cojones reces cuánto tiempo llevo sin poder tener cosas bonitas. Hace unas semanas hice unas botas, madre mía es que eran unas BOTAS, tremendos sabatones dorados eran hermosos, pensaba algún día usarlos mientras conduzco mi futuro tanque de guerra. ¿Pero sabes que le pasó a las botas? Tres días las usé. Tres días y tuve que venderlas para pagar una deuda a la familia. Tres días me duraron mis condenados sabatones. Y eso es solo lo reciente, que llevo dos siglos vivo muchacho, dos siglos. Que esta familia está en desgracia y paga mal, debería exiliarme. Pero es que me caen bien mis primos ¿vale? Serán gilipollas pero tienen carisma, los humanos son un muermo. Cada aldea más aburrida que la anterior, hasta que llegas a sus ciudades y ahí son un estrafalario circo andante de personas dispares. No creo ni que tengan una identidad como raza simplemente son un muermo o un circo y ya. Y TRES COJONES TE VOY A PAGAR LA BEBIDA HUMANO GILIPOLLAS ¿Encima que te cuento la historia de nuestro clan y te hablo de mis primos, te abro mi corazón y hablo de mis sueños, y tú, posadero barbudo de pacotilla de dos metros me vas a cobrar este intento de cerveza aguada, hecha de TRIGO? A tomar por culo, ya me aburrí. A volver a Dun Garok.
  19. Atributos 6 Físico 6 Destreza 7 Inteligencia 6 Espíritu 8 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 28 Mana 8 Iniciativa 8 Ataque CC (Martillo de mano) 10 Ataque a Distancia (Rifle de chispa) 8 Defensa Físico 2 Atletismo 2 Martillo de mano Destreza 1 Escalar 2 Defensa 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Artillería (Cañones) 1 Leyes (Honor Enano) 1 Arquitectura (Enana) 1 Arquitectura (Humana) 1 Herrería 1 Peletería 1 Carpintería 2 Ingeniería Espíritu Percepción 2 Rifle de chispa 2 Comercio 1 Música (Canto) Escuelas/Especializaciones Ingeniería
  20. Vamos a estrenar esto. Soy adivinador, como adivinador debo proteger mi utilidad. Me quedé pensando en que realmente un mago solo puede detectar arcano y vil y por defecto eso me parece perfecto. Pero un mago especializado en detectar cosas, especialmente energías, creo que debería de poder detectar otras. Lo que no estoy seguro es si deberían ser varios hechizos para cada energía o simplemente uno general, lo último creo sería menos engorroso. Y supongo que la dificultad adecuada sería 16, por lo que la dificultad mínima sería 16, quizás subiéndole +2 a la difi de base. Algo así ▪ Dif 22 Hechizo - Dif 16 Detección (Distancia Maxima de Detección 200m) (Criatura Mayor) ▪ Dif 20 Hechizo - Dif 16 Detección (Distancia Maxima de Detección 200m) ▪ Dif 18 Hechizo - Dif 18 Detección (Distancia Maxima de Detección 100m) (Criatura Media) ▪ Dif 16 Hechizo - Dif 20 Detección (Distancia Maxima de Detección 100m) ▪ Dif 14 Hechizo - Dif 22 Detección (Distancia Maxima de Detección 50m) (Criatura Menor) ▪ Dif 12 Hechizo - Dif 24 Detección (Distancia Maxima de Detección 50m)
  21. Había sido un intenso entrenamiento de las habilidades de la novicia del único modo que el salvaje Montaraz conocía; por medio del caos y el riesgo de salir heridos presente. El campo de batalla fue aquella cocina. Churros se enfrentaron contra la carne con verduras, en una batalla que había sido una masacre para los pobres churros medio crudos y mal hechos. Cuando el polvo del combate se asentó, solo quedaba un Montaraz herido, tanto de quemaduras de aceite como de orgullo, un puñado de churros tirados que nadie había querido y un montón de aceite bendito que deberían de darle algún uso al otro día de nuevo. Pero no para hacer churros. Definitivamente, no sería para hacer churros. // Habilidades entrenadas: @yune134 como Annalena: Sanación/Hierbas, Voluntad, Purificar agua, Sanación de toque, Reflejos, Cocina @SwordsMaster como Santiago: Cocina, Advertir/Notar
  22. Atributos 6 Físico 6 Destreza 8 Inteligencia 7 Espíritu 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 32 Mana 7 Iniciativa 7 Ataque CC (Bastón) 7 Defensa Físico 1 Atletismo 1 Bastón Destreza 1 Bailar 1 Escalar 1 Defensa 1 Lanzador 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna (Mamíferos) 1 Fauna (Dragonantes) 1 Fauna (Insectoides/Aracnidos) 1 Leyes (Justicia Pandaren) 1 Religión (Los Augustos Celestiales) 1 Conocimientos/Historia (Pandaria) 1 Arquitectura (Pandaren) 1 Sanación/Hierbas 1 Cirugía/Anatomía 1 Astronomía 1 Matemáticas 1 Alquimia Aprendiz (12): -Poción de maná menor -Poción ojo de gato Espíritu 1 Voluntad 1 Idioma elemental 1 Barrera elemental 1 Invocación curativa 1 Restauración de toque 1 Arma: Fluidez del agua Percepción 1 Comercio 1 Reflejos 1 Música (Canto) 1 Música (Pipa) Escuelas/Especializaciones Restauración Elemental Alquimia (Parcial)
  23. Nombre del Personaje: Higashi Saito Raza: Pandaren Sexo: Hombre Edad: 27 Altura: 2'15 Peso: 220 Lugar de Nacimiento: Floralba, Bosque de Jade Ocupación: Científico, Estudioso, Alquimista y Filósofo errante Descripción Física: Saito es un pandaren que no destaca demasiado de la media en altura, con un cuerpo en buen estado y un pelaje frondoso y brillante denotando el goce de buena salud. Su cabello está recogido en forma de coleta de caballo sobre la cima de su cabeza, de un color marrón oscuro que se repite a lo largo de varias partes de su cuerpo, siendo la excepción la zona del vientre, el pecho, las muñecas, los pies y partes de la cara en donde su pelaje es de un tono color blanco. Sus ojos son de un color verde oscuro que recuerda a los bosques de los que se origina, estando estos rodeados por dos manchas de pelaje marrón. Sus zarpas no son especialmente largas ni están mucho más afiladas que las de otros pandaren y de hecho se podría decir que, al contrario, sus zarpas son algo más pequeñas y redondeadas que las de la media. Descripción Psíquica: Saito es un pandaren disciplinado y diligente en todo lo que se propone, pudiendo llegar a abarcar largas horas de trabajo con gusto si con ello obtendrá nueva sabiduría sobre el mundo. Su perseguimiento del saber le ha vuelto un ser especialmente filosófico, a menudo planteándose situaciones y cuestionando cosas que el resto de sus compañeros raciales normalmente no se plantearían. Pero esto no lo hace en un afán de perder de vista el presente, lo cual considera de las cosas más importantes, si no en un intento precisamente de entender su presente y el de todos cuantos le rodean. ¿Cómo floreció esa flor? ¿cómo llegó a ser? ¿por qué la encontramos algo bello? ¿por qué una flor y no una piedra? ¿puede ser una piedra bella? ¿Qué es “bello”? Saito no ve estas preguntas como un medio para entender el pasado, ni el futuro, si no el presente en el que él y todos los demás viven, y adora plantearse tales preguntas durante horas, así como divagar largo y tendido sobre todas las cosas. Posee además un fuerte respeto por los elementales de Pandaria así como por los Augustos celestiales, de los cuales aunque adora a todos es Yu’Lon la fuente de su inspiración desde que era pequeño, pues por su color de ojos creció rodeado de historias y supersticiones que le ponían a él como alguien favorecido por la imponente y sabia entidad. En el resto de cosas Saito es de temperamento calmado y meditativo, con una astucia y conocimientos destacando por encima de la media en parte por sus orígenes, en parte por sus estudios y, quizás, incluso un poco en parte por un intelecto nato, incluso si Saito es demasiado modesto para reconocerlo de tal modo. Filosóficamente tiene una cierta inclinación por la filosofía Tushui, pero como muchos otros no recurre al fanatismo y trata de hallar un equilibrio en el que pueda mantener su flexibilidad sin dejar de lado su disciplina y diligencia. Prólogo: Cuando bebas agua, recuerda la fuente Un joven pandaren se encontraba observando desde su habitación el exterior, el resto de la enorme ciudad de Floralba. En aquellos precisos instantes se encontraban en pleno invierno, y el frío incluso en un sitio tan frondoso como lo era el Bosque de Jade era palpable. Fuera se podía apreciar toda la gloria de su ciudad natal, pues su hogar se encontraba en uno de los puntos elevados de la ciudad en donde las vistas y las perspectivas de estas eran sencillamente increíbles. El joven Saito de apenas nueve años solo podía atinar a maravillarse cada día observando las increíbles estructuras que decoraban su ciudad, recordando las historias y lecciones que su padre le impartía constantemente, pues ese era un buen gusto en común entre padre e hijo que el joven pandaren gustó desde pequeño compartir. Saito había crecido desde que tenía memoria con su padre, Higashi Dalai, como el mayor modelo a seguir y al que aspirar, e incluso si los años le demostrarían que el camino que le aguardaba era sustancialmente distinto, era innegable que en aquel entonces la figura de su padre era una de las cosas que más maravillaba al joven. Su padre se trataba de una persona jovial y optimista, capaz de valorar cada placer de la vida sin perder de vista jamás su deber en la sociedad del Imperio; su labor era tan sagrada para él como los mismos augustos celestiales y pocas cosas había en el mundo capaz de apartarlo de la diligencia que aportaba en su trabajo además del tiempo que pasaba con su familia, la cual siempre había sido y siempre sería su primera prioridad. ¿Y a qué se dedicaba su padre, que tanto fascinaba al joven? Como uno de los Eremitas de la ancestral ciudad de Floralba, su padre se dedicaba a la recaudación de todo conocimiento por antiguo que fuese y a mantener la historia de su pueblo para que nuevas generaciones pudiesen aprender de los errores y aciertos del pasado y aplicar la nueva sabiduría encontrada en esas lecciones, y fue de su padre de donde surgió en Saito el enorme respeto por los Eremitas de todo el Imperio Pandaren que hasta la actualidad aún carga consigo. Ese frío día de invierno en particular tenía algo de especial. Saito tenía nueve años ya porque los acababa de cumplir, y este era su cumpleaños. Era muy temprano por la mañana y se acababa de despertar, pero incluso tan temprano ya podía oír a sus padres más allá de su habitación preparándolo todo para otra enorme celebración llena de los conocidos de sus padres y los amigos que Saito había conocido en sus pocos años de vida en la ciudad. Pero, lo más importante, habría otro año más una enorme cantidad de las increíbles comidas preparadas por su madre. Su madre, Higashi Jia Li, siempre había sido una figura más doméstica y maternal para Saito de lo que lo era su padre. Donde su padre se encargaba de cultivar los conocimientos de su hijo y la disciplina, su madre se encargaba de cultivar en su hijo la bondad y el aprecio por la vida, una labor que Saito siempre valoraría y atesoraría en sus recuerdos como la más valiosa de sus memorias. Ella era además quien preparaba todos esos deliciosos platos y recetas de un sabor incuestionable que dos veces al día reunían a su pequeña familia. Sin embargo, a pesar de oír a sus padres trabajar duramente en tenerlo todo preparado para recibir con un enorme festín a todos los vecinos, conocidos y amigos de la familia no podía oír ningún regaño de sus padres, por lo que solo podía asumir con total certeza que Mei no se encontraba levantada aún. Higashi Mei Lin se trataba de su hermana menor de seis años, tres años más joven de lo que lo era Saito. Se trataba de una bola de energía que siempre iba detrás de su hermano mayor, metiéndose en problemas y toda clase de situaciones en las que de alguna u otra forma acaba envolviendo a su hermano inocente en las locuras de su hermana y en los que el joven pandaren no tenía ningún interés en verse envuelto en primer lugar, pero parecía ser algo casi inevitable. A pesar de ello era su hermana, y él la apreciaba más que a nada en el mundo solo seguido por el amor, admiración y respeto que profesaba a sus padres. Luego, mientras con toda la calma del mundo Saito se vestía para afrontar el animado y ajetreado día que le esperaba para su cumpleaños, oyó el primer ruido de cerámica rota avisando de que su hermana se había levantado al fin, seguido de un pequeño regaño de su padre y los sonidos posteriores de una risa restándole importancia tras el reproche. Oyendo las risas, Saito a menudo se daba cuenta en una muestra de madurez excepcional para su edad que de nada podía quejarse, pues la fortuna era buena y le sonreía, y la prosperidad abundaba en su pequeña familia. Acabando de colocarse su ropa de tela fina y suave se dirigió con una sonrisa y pasos veloces a donde su familia se encontraba. Efectivamente, su madre ya se encontraba preparando toda clase de platos que no podía esperar a hincarles el diente para probar y saborear cada uno de ellos. Su padre se encontraba barriendo los restos de una pequeña jarra de cerámica que usaban para guardar agua y su hermana, presta y activa como siempre ya había desaparecido de la escena, probablemente para salir por todo el barrio a reunir gente. Y aunque Saito prefería y valoraba más las celebraciones modestas y las pequeñas muestras de afecto, no podía negar que la compañía de sus vecinos era buena y siempre bienvenida, y que el esfuerzo y esmero que sus padres ponían en dar un gran día en el cumpleaños de cada uno de sus hijos era digno de valoración y agradecimiento. Ese día transcurriría sin incidentes, y sería el cumpleaños que Saito con más fuerza recordaría por el resto de su vida, pues era la última celebración que él y su hermana compartirían jamás con su madre. Capítulo 1: Es de las nubes más negras que cae la lluvia más fresca Tras cuarenta y siete días de intensa lucha, Higashi Jia Li había acabado falleciendo al perder su lucha física contra una enfermedad acarreada por el duro invierno. Había enfermado tan solo dos días luego del noveno cumpleaños del joven Saito, y ahora la ausencia y el agujero en la familia se hacía sentir con dolor y pena. Pero su padre, fuerte y con una sabiduría que para los inocentes niños parecía infinita, se sentó junto a sus hijos en un banco de piedra. Justo en frente había un hermoso árbol de hojas rosas, hojas diminutas aún, que despertaban con la recién entrante primavera. Era la clase de árbol favorito de Jia Li y era por esa misma razón que era allí, debajo de este que yacía ahora su madre. Su padre les explicó allí, en esa misma tarde, sobre conceptos a los que los jóvenes niños aún eran inocentes. Les explicó sobre la pérdida y la pena, y les relató la historia del Emperador Shaohao. Con su ejemplo y una de las historias que tanto fascinaban a ambos niños, Dalai logró explicar a sus hijos de una manera simple cosas tan complejas como la vida misma y la lucha de cada día por mantener en equilibrio las emociones. Fue con ese ejemplo y esa historia que les explicó el por qué era importante no dejarse vencer por el miedo, la duda o incluso la ira. Fue con ese ejemplo que les explicó que no debían enfadarse con la naturaleza o el mundo por haber tomado a su madre tan temprano, si no que en su lugar entendiesen que algunas cosas no podían ser cambiadas y que otras tantas estaban destinadas a suceder, y que en su lugar honrasen la memoria de su madre viviendo cada día como si fuese el último, pues era lo que ella habría querido y esperado de sus hijos. Aunque la herida tardaría en sanar, las palabras de su padre en aquella tarde de los primeros días de primavera calarían profundo en ambos niños, que crecerían para convertirse en jóvenes amantes de la vida misma, entendiendo que todo ocurría por una razón. Los años consiguientes pasaron con una relativa normalidad. Su padre dedicaba más tiempo a sus hijos que a su trabajo en ausencia de Jia Li, pero era un precio que estaba dispuesto a pagar pues incluso si valoraba su trabajo, nada era más importante que la familia y Dalai lo tenía claro. Y, con el tiempo, algunos de los platos que había aprendido a preparar a sus hijos llegaron a rivalizar incluso con los de su difunta amada. Saito había alcanzado la adolescencia, y fue con sus 16 años que se enfrentó a la primera gran decisión de su vida. Tres caminos se habrían ante él de los cuales podría escoger solo uno y alteraría el curso entero de su vida. El joven se encontraba en su habitación observando de manera meditativa la imponente ciudad de Floralba desde la altura como solía hacerlo desde que tenía memoria. Una suave brisa recorrió la ciudad arrastrando varias hojas de otoño por el aire que cruzaron por enfrente a la ventana de Saito, varios metros más adelante. El sol se estaba ocultando en el horizonte y el día estaba llegando a su fin. Había tenido una buena vida en Floralba, y aquel apego por su tierra natal y todas las personas maravillosas que había conocido allí era lo que hacía la decisión tan difícil. Su primera opción era permanecer allí, permanecer junto a su hermana, su padre y todos sus amigos y conocidos, sus vecinos y hasta los animales y mascotas del barrio, todo con cuanto había crecido y a cuanto tenía apego y cariño. Tendría que conformarse con estudios locales, quizás acabar abriendo un negocio, tener una vida totalmente normal pero rodeado de todas las personas que amaba. Pero una parte de él sentía un impulso de aventura y una atracción por lo desconocido, una necesidad de conocer más de lo que abarcaba su ciudad, y su padre lo sabía. Sus otras dos opciones involucraban abandonar la ciudad por una cantidad de años indeterminados, quizás incluso por siempre. Su padre se había sentado a tener una charla seria con su hijo hacía siete noches ya. Le preguntó a su hijo que quería hacer, que le gustaba y cual era su verdadera pasión en la vida. Tal fue el orgullo de su padre, un Eremita erudito hasta la médula, cuando su hijo mencionó que su pasión era el aprendizaje y el estudio de todas las cosas que le rodeaban, e incluso de él mismo y el resto. Saito desde siempre había sido un joven que le fascinaba todo y que le encantaba hacerse preguntas sobre el mundo y el yo, y su padre lo sabía e incluso lo entendía. Fue esa noche que su padre le presentó sus otras dos alternativas. Por un lado podía dirigirse a uno de los templos dedicados a Yu’Lon en el Bosque de Jade, donde entrenaría junto a los monjes y eruditos que dedicaban su vida al estudio de los augustos celestiales, con especial énfasis en la sabiduría y el entendimiento propio, y era por sus ojos verdes que muchos en su círculo de amigos e incluso su propia hermana creían que aquel era el destino de Saito, beber de la sabiduría de Yu’Lon y convertirse en un monje dedicado a la divinidad. E incluso a Saito no le disgustaba la idea, pero su padre creía en un camino distinto para su hijo, un tercer camino que no había contemplado. En una de las grandes academias más multidisciplinarias del Valle de los Cuatro Vientos, en la ciudad de El Alcor, se encontraba un tío de Saito y hermano de su padre, y era además la academia en donde ambos hermanos habían estudiados. Era la academia en donde su padre había estudiado. Allí podría cumplir con la mayor pasión de Saito, la cual fervientemente había heredado de su padre: Allí, podría comprender el mundo que le rodeaba, estudiar el pasado, aprender del pasado y trabajar por mejorar el presente. Además; tendría a su tío, otro Eremita, que podría darle guía y cobijo en aquella ciudad. Y una parte de él le fascinaba la simple idea de conocer a su tío, de quien apenas había oído de su existencia en todos sus años de vida. El sol se había acabado de ocultar en el horizonte. Saito entendía la profundidad de esta decisión, pues estaba decidiendo el transcurso entero de su vida. Sus tres decisiones se limitaban a permanecer junto a su familia y amigos, convertirse en el monje que todos esperaban que se convirtiera o seguir su pasión y estudiar en una lejana academia. En cualquier caso, la decisión era delicada y Saito lo meditaba cada noche desde que había tenido esa charla con su padre, preparándose para el momento de afrontar la decisión, pues en su corazón no debía haber duda alguna cuando el momento llegara. La noche había caído. Saito cerró la ventana y apagó las luces de su habitación soplando suavemente las llamas. Pronto tendría que tomar una decisión, y no había mejor modo de hacerlo que bien descansado… Capítulo 2: Para quien no sabe a donde ir, todos los caminos sirven Una joven Ashigaru de no más de veinticinco años se había ofrecido a acompañar al joven Saito hasta la salida del Bosque de Jade. Lo cierto es que el bosque era peligroso para cruzarlo un joven de dieciséis años en solitario, así que la compañía en el camino había sido más que bienvenida por Saito. Para su fortuna, sin embargo, nada había ocurrido en el trayecto y tras varios días habían logrado alcanzar la salida del bosque que daba al Valle de los Cuatro Vientos. En ese punto la Ashigaru se despidió de Saito y sus caminos se separaron, pues debía regresar a Floralba y el joven continuar su trayecto hasta El Alcor. El trayecto a lo largo del valle pronto se tornó monótono, pero Saito apreciaba una belleza inexplicable en el paisaje con cada paso que daba en aquella nueva tierra. Acostumbrado a grandes extensiones de árboles cubriéndolo todo, el valle contrastaba con enormes extensiones de tierras visibles desde la lejanía y distancias casi vertiginosas que jamás habría imaginado. En donde no había grandes extensiones de césped, las granjas inundaban la vista junto con alguna aldea ocasional. Saito mismo tuvo que cruzar un par de ellas durante su viaje a El Alcor, en donde le recibieron con los brazos abiertos, con comida y con hospedaje, lo cual facilitó enormemente su travesía. Tras algunos días recorriendo los extensos caminos del valle el joven llegó a su destino. La enorme ciudad comenzó a alzarse en la lejanía, solo para recién tras un par de horas alcanzar la entrada a la ciudad. Allí tuvo que seguir las indicaciones que su padre le había dado para hallar la casa de su tío en El Alcor. Aunque algo perdido al comienzo, tras pedir algunas indicaciones a los lugareños logró encontrar el sitio. La casa de su tío se presentaba más grande que el hogar del que él provenía. Su tío le recibió con los brazos abiertos y una jovial y grave risa, acompañado de su esposa. Higashi Wu Hou era un nombre que no había oído en mucho tiempo excepto en contadas ocasiones de boca de su padre pues, aunque era su tío, este vivía demasiado lejos como para haber sido relevante durante la infancia de Saito. Por otro lado, Higashi Shi Lí era un nombre que jamás había oído, pues el casamiento de Wu Hou había sido hacía relativamente poco tiempo. Su tío se trataba de un pandaren alto, robusto aunque no especialmente musculado y de una voz gruesa, así como un pelaje de un tono marrón mas claro que el de su padre, de quien en comparación Wu Hou era además el más adulto, precisamente siete años más que su hermano menor. En la cocina ya esperaban a Saito con un auténtico banquete solo digno del Valle de los Cuatro Vientos, mayor incluso a los que había visto en las mejores festividades junto a su familia. Su tío le contó que trabajaba como Eremita, además de ser maestro de varias disciplinas en una de las academias de El Alcor, en donde compartía sus conocimientos con pandarens de todas las edades, jóvenes y adultos. Esa misma noche tras el festín con el que Wu Hou había recibido a su sobrino se le mostró a este la habitación en la que se estaría hospedando, en la segunda planta del hogar. La casa de su tío, así como su nueva habitación, se trataban de algo más grande y espacioso de lo que solía acostumbrar en su viejo hogar en Floralba y sin dudas le costaría un tiempo adecuarse al cambio. Para finalizar su tío se comprometió a llevarle al otro día hasta la academia, en donde podrían inscribir a Saito para recibir una educación más formal. Las luces de la habitación se apagaron y Saito quedo a solas una vez más. Observó por la nueva ventana de su habitación, ahora se trataba de una casa de dos plantas a lo cual no estaba acostumbrado pero la idea de poder ver la ciudad desde lo alto era algo a lo que sí estaba acostumbrado ya. Con cuidado tomó asiento en el escritorio que habían preparado para él y comenzó a escribir una carta que enviaría al día siguiente para hacer saber a su padre que el viaje había ido bien y que había llegado a salvo. Su nueva vida en El Alcor había comenzado. Capítulo 3: El tiempo discurre como el río, nunca vuelve La música sonaba alta en la ciudad. Se podía oír a los habitantes de El Alcor yendo de un lado al otro constantemente y preparándose para las festividades de verano y un aire jovial llenaba las calles de la ciudad, pues pocas cosas había que le gustase más a un pandaren que las festividades y los banquetes enormes llenos de bailes y risas. Saito atravesaba aquellas congestionadas calles tratando de alcanzar la academia, con calma y sin apurar sus pasos. Tenía ya veinticuatro años y la vida en El Alcor le había tratado bien. Tras seis años en la academia había logrado abrirse un hueco rápidamente e incluso si no solía ser especialmente popular sus ideas y meditaciones a menudo eran escuchadas, pues si por algo destacaba Saito era por su capacidad de razonar y meditarlo todo. El aire dentro de la academia era mucho más calmado. Aunque en El Alcor todos se preparaban para enormes festividades y banquetes todos tenían claro que la academia se trataba de un sitio de contemplación y aprendizaje, aunque no faltaba en la recepción de esta la preparación de algunos banquetes menores como parte de las celebraciones. Allí Saito se encontró con Wu Hou, quien había partido hacia la academia más temprano ese día. Las palabras que intercambiaron fueron breves, pues su tío se dirigía a impartir clases sobre arte y ciencia arcana mientras que, por otro lado, Saito se dirigía a una pequeña aula apartada en donde se estudiaban toda clase de danzas, movimientos, sonidos y música para conectar con los elementos. El día que Saito dijo a su tío, hacía ya tres años, que añadiría a todos sus estudios diarios un par de horas dedicadas a un reducto grupo de la academia enfrascados en el estudio elemental, Wu Hou le costó creérselo. Siendo un hombre ducho en los secretos de lo arcano había esperado que el joven Saito siguiera sus pasos, pero el caso había sido totalmente distinto. En su primer año el joven pandaren había mostrado un interés creciente por la música, el baile y el canto pues lo consideraba el modo más puro en el que un ser inteligente podía comunicarse. Como mera consecuencia natural, tras oír la historia de Yin y Yang en su segundo año durante sus lecciones sobre la historia del Imperio Pandaren el interés del joven adulto por todo lo relacionado a ellos no hizo si no más que crecer, y es sobre la historia de Yin y Yang probablemente lo más concreto en lo que llegó a versarse relacionado con la historia pandaren. Luego de eso había sido solo cuestión de tiempo antes de que, a las clases de matemáticas, astronomía, historia, música, alquimia y una larga lista de disciplinas distintas que le interesaban, se sumase el estudio de la comunicación elemental. Sin embargo, tras varios años Wu Hou lo había asumido e incluso alentaba a su sobrino a continuar con el camino que fuese de su pasión y elección, pues pocas cosas más importantes había que el estar conforme con la vida que uno mismo ha escogido, y eso era algo que su tío al igual que su padre comprendían a la perfección. El día acabó lentamente y el sol había comenzado a descender por el horizonte. La academia comenzaba a quedar vacía, y aunque la academia no cerraba de manera oficial era tradición como en cada año con la llegada de las diversas festividades de verano que muchos en la academia dejasen de lado sus responsabilidades un tiempo para dedicar enteramente las festividades y celebraciones a los grandes banquetes y fiestas. Su tío era una de esas personas, pero no él. Saito sabía apreciar las festividades y las aprovechaba tanto como podía, y sin lugar a dudas dedicaba menos horas de estudio y meditación durante los tiempos de verano, en donde podía aprovechar a reunirse con las amistades que había conocido durante su tiempo en El Alcor y festejar y comer juntos, o aquellas escapadas de un romance de verano de hacía dos años con una aventurera errante que había pasado por la ciudad, el cual se desvaneció con el tiempo cuando la intrépida y vigorosa aventurera volvió a partir de la ciudad en busca de aventuras. Saito incluso fue tentado ante la invitación de partir con ella, pues reconocía la pasión que la suscitaba la oportunidad de recorrer el continente de lado a lado para ver con sus propios ojos todo lo que había aprendido y sobre lo que usualmente meditaba y divagaba durante largos ratos. Pero era algo para lo que no estaba preparado, y había rechazado la invitación prefiriendo permanecer en El Alcor junto a su tío, estudiando tras la seguridad y comodidad que la academia otorgaba. Pero quizás, y solo quizás, eso podría llegar a cambiar un día… Pues la semilla de la duda y la tentación ya había sido plantada. Epílogo: El dragón inmóvil en las aguas profundas se convierte en presa para los cangrejos Saito cargaba ya con veintisiete años en su espalda. Se encontraba en su habitación, observando por la ventana de la segunda planta de la casa de su tío la ciudad de El Alcor. Hacía frío y una suave nieve caía fuera, pues era invierno. Nieve, jamás había visto nieve en las espesas junglas de las que procedía, pero desde hacía años era ahora algo habitual para él y a lo que se había acostumbrado. A veces nevaba en invierno y le parecía algo normal. ¿Cuándo se había normalizado? En algún punto hacía años, seguramente. Era su cumpleaños, pero era también un día gris. Su tío, quien le había dado cobijo por años, finalmente había enfermado debido a su elevada edad. Tan solo tenía setenta y siete años para la edad de su fallecimiento, lo cual a sus ojos le parecía una edad algo temprana y prematura, pero lo cierto es que su tío siempre había sido alguien más dado a los placeres y gustos de la vida que muchos de sus compañeros raciales, y la edad de su muerte era probablemente algo esperable. A dos habitaciones de distancia aún podía oír el llanto de la esposa de su tío, ahora viuda. Le tocaba a él escribir la carta a su padre informándole del fallecimiento de su hermano. Encendió lentamente una vela sobre su escritorio y tomó un trozo de papel junto con un frasco de tinta y una elegante pluma. Mojando la punta en la oscura tinta azul comenzó a escribir, símbolo por símbolo y con una excelente caligrafía el mensaje para su padre. El mensaje no era complejo, pues sabía que su padre era fuerte y que su filosofía sobre la vida era infranqueable, y era él quien en un primer lugar le había preparado hacía ya dieciocho años para enfrentar estos momentos oscuros con paz y equilibrio. Además informó a su padre de otra noticia junto con la carta. Con la muerte de su tío no quería continuar siendo un incordio a la ahora viuda de su difunto tío, pues aunque no dejaba de repetir que estaría encantada de alojar con los brazos abierto a quien como un hijo había criado durante años, lo cierto es que Saito sentía que había llegado la hora de marcharse. Sentía que había llegado al límite de lo que podría aprender eficazmente desde la academia, pues el dragón inmóvil en las aguas profundas se convierte en presa para los cangrejos, como la frase de una de sus antiguas maestras de danza solía recitar. Había llegado el momento de poner a prueba todo aquello que había aprendido en la academia y de experimentarlo con sus propios ojos, pues no había mayor fuente de sabiduría en la vida de cualquier ser vivo que la experiencia propia, aquella única cualidad que separaba al mayor de los necios del mayor de los sabios. Aquella misma noche tras terminar de escribir la carta, Saito comenzó a empacar todas sus pertenencias para tenerlas prontas a la primera luz del alba, entregando de paso la carta para su padre a algún viajero que se dirigiese a Floralba, en una de las enormes caravanas pandaren. Él por su parte tomaría su propio camino pronto, pues un continente lleno de ancestral sabiduría le aguardaba.
  24. A estas alturas ya sabéis como va esto. Viendo la llegada del sistema de oficios (Al menos la parte de Alquimia) toca ir dejando hecho el post de sugerencias. Como en anteriores capítulos de este post, está dedicado a la sugerencia de recetas/creaciones que se puedan implementar para uso general de la comunidad. Sin promesas de implementarse nada etc etc. El trabajo invertido en estas sugerencias no será remunerado de ninguna forma. Pero por cada sugerencia ganáis el derecho a descansar 1 hora en el sótano húmedo de la caseta abandonada en que Vagabundo vive en un rincón del foro. Copiando las reglas del post de Mor que a su vez copió del post de Swordsmaster, porque las considero oportunas y correctas: -Es bienvenido el debate sobre X sugerencias sobre otros usuarios, pero se tratará de ser breve y conciso si hace falta remarcar algo a alguien más e intentaremos no acabar convirtiendo el post en un lugar donde se debate en bucle una única sugerencia, ya que no es muy cómodo leer ideas si solo hay una por cada 5 mensajes de gente debatiendo una idea anterior. -Esto es un post solo de ideas para recetas/creaciones del Sistema de Oficios. Por favor, evitar debates sobre equilibrio o ponerse a hablar de otros sistemas que no sean el propio.
  25. El mago y el bárbaro: Parte 3 Bajo la supervisión de varios magos, algunos adultos y otros decrépitos, había comenzado el día de examanes para los valerosos magos. Entraron, lucharon, sufrieron, sangraron, sudaron. Desde los desafiantes estudios teóricos, en donde el asalvajado montaraz no había dado un tan buen combate como su educado compañero, hasta las pruebas prácticas al final del día, en donde tuvieron que demostrar hasta donde habían asimulado los estudios de estas últimas semanas y ambos magos se desempeñaron con soltura. Al final del día el resultado del arduo combate había llegado a sus oídos. Midir había aprobado sus primeras pruebas en la Academia de forma sobrada, y el intrépido aventurero había aprobado a duras penas, arrastrado por su poco interés teórico pero inspirado por su compañero. Ahora, se movían a estudios más verdes. De nuevo. A aprender, y a sufrir. Pero el poder sería la recompensa. Habilidades entrenadas: @SwordsMaster como Santiago: Conocimiento/Historia (Arcano), Evocación básica, Conjuración básica, Detectar energía vil, Telepatía básica @Focus como Midir: Conocimiento/Historia (Arcano), Escudo de energía, Nova mágica, Abjuración superior, Contrahechizo
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