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Bastián

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Todo el contenido de Bastián

  1. Bastián

    Balin: De Loch Modan

    Nombre: Balin Imblisson de Loch Modan del Clan Forjaspina de los Barbabronce Raza: Enano Barbabronce Sexo: Hombre Edad: 127 Años Altura: 1,15 metros Peso: 81 kilogramos Lugar de Nacimiento: Loch Modan Ocupación: Guerrero en desgracia Descripción física: Enano de piel carcomida por una vida sin miras en las heridas que se causa, de una juventud sanguinaria, con variadas y diversas cicatrices a lo ancho de su cuerpo, que mantiene en buena forma, con brazos y piernas anchas dotadas de musculatura resistente, de rostro que normalmente tiene una expresión cansada conjuntada con una sonrisa placentera que denota despreocupación, parece ser el rostro perfecto de alguien quien sabe que tiene los días contados, cubierto por una capa de pelo lacio, sucio y completamente canoso que se une a su barba de elaboradas trenzas finas. Descripción psíquica: Balin es un enano que ha aprendido a reirse de la vida y de si mismo, manteniendo un carácter jovial pese a su edad, sin vergüenza en aceptar ni admitir sus propios errores aunque tampoco en señalar los de los demás, pues si la vida le he enseñado algo es que si no te das cuenta de que estás pisando mal acabarás cayendo por el borde de un acantilado, le gusta guerrear tanto o más que contar sus historias, aunque estas muchas veces sean tediosas y demasiado extensas. En cuanto a su clan, lo ama y honra como cualquier enano de bien, aunque disfruta de mantenerse cerca y solo acude a ellos en situaciones por motivos especiales, como una reunión, una perdida, una petición de ayuda, etc...
  2. Bastián

    El Cazador

    El Cazador La Caída de Tzun Fue el cadáver inerte de Tzun el que corrompió el fuego que prendió su hija tras encontrarlo, cruzó su mirada con el sendero durante la noche aciaga apoyando su mano sobre las plumas del dracohalcón acariciando su cuerpo. Abrió el otro puño para ver de nuevo la flecha que arrancó de la corteza del árbol cercano, frotó sus dedos sobre la tierra y la olfateo hasta cerrar sus ojos, frunciendo los labios comenzó a rezar en voz alta mientras alzaba los brazos avivando la llama que pronto se extendía hasta el cuerpo de la compañera del trol. "Oh, noble Jan'alai, con lah llamah que consumen el cuerpo de mi padre te convoco. Haciendo arder la flecha de los enemigoh que atacaron a tu hijo, yo te llamo. Y con el humo de mi venganza te exijo, muehtrame lo que ocurrió. Tu que ereh el Loa de mi visión, tu que ereh el Loa de loh cieloh y la gloría." El humo de la hoguera comenzó a propagarse más y más mientras la columna se alzaba hasta los cielos, consumiendo el cuerpo del cazador y la bestia, unos susurros mezclados entre los sonidos del bosque nocturno. Tras eso, un sonido rompió los oídos de Zunji por unos momentos. La visión del combate embriago sus ojos, de como la criatura fue emboscada por dos elfos cuya misión los trajo hasta dar caza a la criatura, perseguidos por su padre y atacados por su compañero, casi pareció impertinente marchar tan solo ellos dos. No obstante, fue el poderío del mago el que destruyó por completo a sus presas, quitando la vida al Cazador Corteza Pútrida "Loh vientoh, elloh… Truenoh…" La trol comenzó a verse confundida, viendo como sus ojos miraban más allá de donde se encontraba, sintiendo casi que su alma era arrancada brutalmente de su cuerpo gritó hasta que sus ojos obtuvieron lucidez, sobre los árboles, donde esa aldea elfa se protegía se encontraban los condenados que habían asesinado a su padre y al sagrado animal. Regodeándose en su victoria, sintiéndose héroes, pero el veneno del dracohalcón no era tan peligroso como el que era capaz de impregnar una Corteza Pútrida. Finalmente, Zunji abrió los ojos exasperada. Cerrando los puños sobre su pecho con dolor, dolor en físico, en alma y corazón. *** Los Forestales Los forestales, entre ellos Avallach Plumargenta, sintieron el alivio de las frescas hierbas que componían el ungüento sobre su piel, tras una noche y un día de tortura en la enfermedad provocada por el veneno del dracohalcón, el forestal Plumargenta aún aturdido por lo que había pasado incluso tras horas de meditación llegó a levantarse antes de que llegara el próximo amanecer. Se armó con su arco, carcaj y espada para acompañar a uno de sus compañeros hasta el patrullaje por los senderos con una testarudez notable. Pero a lo que ojos de algunos era obstinación para el compañero de Avallach era decisión, cruzo su mirada con este antes de comenzara a relatar el suceso que había vivido. Mencionó a su hermano y a Hath'lorien, acompañando el agradecimiento a la curandera por haber encontrado una cura pronto. Resultó que la sanadora Fiora Corresueños investigó las muestras entregadas por el aeromante voluntario, investigando y alimentándose del conocimiento de los libros pudo hallar una cura con presteza. Para un forestal el hallazgo de lo desconocido era hostil, debía mantenerse a ralla para actuar como era debido, pero en esta ocasión la enloquecida cruzada en la que participaba su hermano dejaba de ser tan descabellada. Avallach pensó en su hermano menor una vez más, para después pensar en el mayor, Ravand. Pero fue un zumbido el que alertó al elfo, el cual con suma destreza y rapidez tomó su hacha y la blandió contra el arbusto, partiendo en dos la flora con un solo movimiento. Y con el destrozando una mariposa que descansaba sobre las flores. El forestal respiró agitado mientras en sus ojos parecía recordar el encuentro con el dracohalcón y esa sombra que no podía ser más que un trol, acechando, cazando, esperando a tomar presa a los elfos. Su compañero sujetó su hombro mientras negó, le extendió una cantimplora mientras se alejaba tan solo un par de pasos para vigilar los alrededores. La tensión fue separándose de los músculos del vigía a medida que la brisa llenaba el bosque en tranquilidad de nuevo... *** El Camino del Dracohalcón Auric pensó durante todo el camino la ferocidad de la criatura a la que había enfrentado, jamás vio algo igual a un dracohalcón y era la primera vez que vio uno, con su alas emplumadas era una criatura de enorme tamaño majestuoso, con un fuerte pico y una mirada penetrante, agujas como garfas y una cola que parecía un listón de plumaje. A pesar de ser una criatura salvaje aliado de los trols del bosque, que envenenó a su hermano y otros cuatro forestales... Era incapaz de dar culpa al animal por ser embelesado quizá con que tortura trol. Le preocupaba, le preocupaba el caso excepcional que había presenciado. ¿Cuántos de esos animales quedaban aquí? Si eran de Quel'thalas, ¿emigraron? ¿fueron traídos contra su voluntad? Puede que todos ellos ya hayan sido esclavizados por los malditos Trols. No sabía por qué un trol se aventuraría a dar caza junto un animal que pasó tanto tiempo escondido junto a el, pero debía averiguarlo. Pues si otra vez eran atacados por criaturas cuyo veneno era desconocido, no tendrían la suerte de que los heridos sobrevivan o de poder encontrar la cura, aún cuantos remedios, ungüentos e infusiones probara la curandera Fiora Corresueños, tenía que dar caza al misterio de los dracohalcones. Y quizá, poder ver a los ojos a una de estas criaturas.
  3. Eventos Asistidos: Selama Ashal'anore (Masteado por ILUSDN) Las Cavernas de KazadAgroth (Masteado por ILUSDN) En la oscuridad del Bosque(Masteado por ILUSDN) En busca del Trigo Plateado(Masteado por ILUSDN) Donde duermen los monstruos (Masteado por Galas) El Festival del Repollo (Masteado por Galas) Exploración en las Montañas (Masteado por ILUSDN) Rocas, Metal y Sangre (Masteado por Akross) Todo por la Herrería (Masteado por TitoBryan) Por una Dulce Recompensa (Masteado por ILUSDN) Un forestal, un sacerdote, dos guerreros y una vela? (Masteado por TritoBryan) C'llah Dhor (Masteado por ILUSDN) Eventos Masteados: Cazador Paseo al Pasado Al Día Después Conoce a tu Aliado: Los Puño Trueno
  4. Ficha Novata Atributos 7 Físico 7 Destreza 5 Inteligencia 7 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 15 Mana 10 Iniciativa 9 Ataque CC (Combate sin armas) 8 Ataque a Distancia (Pistola) 10 Ataque CC Sutil (Estoque) 11 Defensa Habilidades Físico 4 Atletismo 2 Combate sin armas Destreza 1 Pistola 3 Estoque 2 Escalar 4 Defensa 4 Sigilo 2 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Fauna 3 Supervivencia 2 Herrería Percepción 2 Advertir/Notar 2 Rastrear 3 Reflejos 2 Callejeo 2 Buscar 2 Rumores
  5. Bastián

    Se busca: Chasse

    Chasse Sangre de Zorro Eventos Asistidos: Eventos Masteados: Nombre: Chasse "Sangre de Zorro" Raza: Huargen Sexo: Hombre Altura: 1,78 metros (1,89m huargen) Peso: 68 kilos (89 kg huargen) Lugar de Nacimiento: Norte de Gilneas Ocupación: Marcado Historiacompleta Descripción Física: Hombre de rostro algo embrutecido, con un mentón mal rasurado, con un cuerpo maltratado, por su estado como Marcado Chasse no toma en cuenta su higiene personal, siempre cubierto por una nube olorosa y una capa insalubre de mugre en sus vellos, que cubren las cicatrices que corrompen sus músculos, aunque rara vez va erguido con una tendencia a mantenerse cabizbajo con cuanto menos escueta, alcanza casi el metro ochenta. Y en su forma huargen supera esta marca, midiendo casi metro noventa, es una criatura con unos brazos y piernas extremadamente largas, de garras gruesas, de contextura escuálida recubierta por un pelaje grisáceo casi blanco que se oscurece cerca del morro. Descripción psíquica: Le caracteriza su injustificada hostilidad a cualquiera que lo rodee, brindando de una amarga compañía de sátiras hirientes e insultos lapidados, como hombre de mente simple y ahora infectado, si antes carecía de escrúpulos o cualquier código de honor ahora no es distinto, la codicia fue dejada a un lado por el rencor a su Rey, un rencor tóxico oroginado por la creciente paranoia que fermenta el odio de noches en vela fantaseando con la escena en la que clave sus sucias uñas contra la garganta de ese maldito prepotente anciano. Historia
  6. Los espíritus me han dado lucidez, susurran un nombre... Debo salir de las sombras, y rolear… Debo entrar con Auric. (?)

  7. Bastián

    Decoradores

    Tiene mi voto a favor maese. Puede que no todos deban ostentar el privilegio de una decoración permanente por mera precaución o seguridad de razones obvias, algún troll o la mala obra de esta herramienta, pero un escuadrón/grupo de usuarios (con experiencia o veteranía) que aporten con este tipo de decoración para un escenario habitual y libere tareas a los Maestres resulta ser algo muy útil.
  8. Historia Sus botas de cuero se hundían en la hierba húmeda de los árboles no demasiado lejos de los jardines traseros a los salones de su casa. Un Auric de tan solo veinte y dos años estaba atreviéndose a cruzar los límites entre lo conocido y desconocido del bosque, protegido con un simple chalequito de algodón confeccionado por su cariñosa madre y unas babuchas obsequiadas por su considerada tía, cuyo cuero comenzaba a mostrar el desgaste, ahora sucias por el lodo que salpicaba a cada torpe paso que daba el elfo a través del bosque. Los pinos y el viento lo atraían desde que tenía memoria mas su familia no le tenía permitido aventurarse, sabía que de su padre enterarse acarrearía un severo castigo que contribuyera a la tediosa fabricación de flechas o una tarea igual de fastidiosa que ayudara a templar la mente del muchacho, pero no podía evitarlo, la sangre de un forestal corría por sus venas enardeciendo su impulsivo espíritu cada vez que veía a elfos ir y devenir de las afueras de Quel’danil, los fieros defensores del pueblo que con el tiempo se habían ganado su completa admiración, deseaba convertirse en uno de ellos pese a que su edad resultaba una desventaja. Recorrió el sendero que ya conocía, uno elaborado por sus continuos pasos a través de unos arbustos cuya baja estatura y delgada complexión le permitían atravesar con facilidad, evitando espinas y raíces cuidadosamente, hasta llegar a su refugio, a poca altura del suelo en el boquete de un árbol unas mantas hacían de puertas y la corteza de cama, pero esta vez no estaba ahí porque deseara desahogarse tras haber discutido con un familiar o por estar jugando a las escondidas con Datharie, su prima de mayor edad, si no que avanzó hacia donde no lo había hecho antes por miedo a las duras palabras de su padre que lo amenazaban con los peligros de criaturas salvajes que le darían una horrible muerte, pero ya no creía en sus cuentos de hadas, no había visto a un trol antes y a juzgar por el increíble desempeño de los forestales, no eran mejores depredadores que un zorro, aunque no deseaba encontrarse con uno por el temor permanecía incluso bajo la impulsividad, no detuvo su avance más allá de los bosque seguros. Por sobre su hombro pudo observar la puntiaguda buhardilla de la Aguja Plumarenta, su hogar, que era habitado por risas y fiestas la mayoría del tiempo, incluso su hermano mayor, Aerys, que tanto se había alejado de los grandes salones para pasar horas enteras dentro del bosque, solía llegar antes del anochecer para cenar todos en familia, sentados alrededor de una larga mesa de madera oscura y servidos con alimentos tan ligeros y humildes que no se podían comparar a la excentricidad de Lunargenta. Auric estaba preguntándose qué es lo que iban a cenar esta noche, sí es que no lo reprendían con una noche sin cena por su furtiva excursión, cuando el bosque como si por arte de magia se tratara, comenzó a cambiar. Los pinos crecían tan cerca unos de otros que la luz del sol no entraba por sus ramas, el irregular terreno de tierra se entremezclaba con escarpadas raíces y frondosas zarzas, que fácil lastimaban su ropa con las maliciosas ramas espinosas que deseaba sortear, le hicieron replantearse una o dos veces lo bueno de esta expedición, pero no se dejaría intimidar por un par de huecos en su chalequito que su madre, tan comprensiva ella, remediaría sin pedir demasiadas explicaciones. Rodeado en la oscuridad del bosque de pinos y habiendo perdido la visión de su casona, Auric arrastraba los pies al avanzar lentamente, no por cansancio si no por temor, los ruidos de las aves habían dejado de oírse hasta hace unos pasos pero no se había dado cuenta hasta que tuvo frente a él numerosos árboles que parecían torcerse de formas sinuosas y amenazantes, creando sombras y siluetas que hacían encoger el elfo que no podía hacer más que aferrarse a sus chaleco, mirando a la copa de estos árboles para comprobar que todas las sombras no fueran más que producto de su ingenuidad, pero desafortunadamente, una no lo fue. Torcía una sonrisa malévola y sus ojos rojos brillantes por la escaza luz observan al caramelo Quel’dorei con el que se había topado. Auric pudo como la sombra poseía unos fuertes brazos y la piel verde, venosa, cubierta por una sucia capa de lo que parecía ser musgo, poseía orejas peludas y tanto en pies como en manos no tenía más de dos o tres dedos, pero no fue su repulsivo cuerpo lo que impactó al elfo que antes veía a los trols como poco más que duendes caníbales, si no sus grotescos colmillos que partían sus labios y sus ojos inyectados en sangre que brillaban a la altura de la escaza luz de la zona, como lo haría un felino. Sintió como el aire le apretaba el pecho y sus talones se hundían en la tierra como si sus babuchas se hubieran transmutado en metal, empapó sus pantalones inconsciente del miedo que le causaba al mirar hacia el trol que había decidido descender de un brutal salto, empuñando dos hachas serradas que estaban pendientes en su taparrabos de piel anaranjada como la de los linces, se acercaba lento para disfrutar el miedo en la piel del elfo mientras murmuraba una canción de cuna en un idioma que sonaba salvaje y contra natura. Cuando estaba a unos escasos diez centímetros, un contorno entre los árboles se hizo evidente para Auric, que al percibirla dio un respingo cayéndose hacia atrás y golpeándose los codos, solo para ver como el trol se le echaba encima. La silueta élfica descendió antes de que la horrible bestia acabara con la vida del joven elfo, con un salto acrobático hendió dos hojas curvas en los talones del trol con un movimiento tanto certero como veloz, a continuación su acción no fue otra que alejar violentamente al niño elfo para a continuación finiquitar a la bestia con una muerte limpia, aunque no lo deseara, alertado por el ruido de una cantidad ingente de salvajes que se acercaban a Quel’danil cerca de la residencia Plumargenta, el forestal tomó la mano de Auric para ponerlo a salvo y correr a gran velocidad por el bosque. No lo sabían, pero el éxodo del Quel’dorei estaba a punto de iniciar.
  9. Ficha Novata Atributos 6 Físico 8 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 18 Mana 10 Iniciativa 13 Ataque a Distancia (Arco Largo) 10 Ataque CC Sutil (Daga Élfica) 10 Defensa Habilidades Físico 4 Atletismo Destreza 5 Arco Largo 2 Daga Élfica 4 Escalar 2 Defensa 4 Sigilo 2 Trampas/Cerraduras Inteligencia 4 Supervivencia 4 Carpintería 2 Cocina 4 Fauna 4 Encantar Arma (Arcano) Percepción 4 Advertir/Notar 4 Rastrear 4 Reflejos Especialización: Magia Arcana Arcano Encantamiento
  10. Auric Plumargenta Nombre: Auric Plumargenta Raza: Quel'dorei Sexo: Hombre Altura: 1,73m Lugar de Nacimiento: Quel'danil Ocupación: Forestal Historia completa Descripción física: Elfo de baja estatura, rasgo de su corta edad al igual que la longitud de sus orejas, que va a contraste de su complexión medianamente entrenada desde muy niño y la seriedad que refleja su mirada, coronada por finas cejas que le dan esta expresión, de ojos azul celeste que tienen un suave fulgor como es propio de su gente, su cabello lo lleva corto aunque despeinado, casi siempre con un mechón rubio entre ceja y ceja. La piel de su cuerpo es clara, aunque con cicatrices menores por sus combates en Tierras del Interior. Descripción psíquica: Es una persona que destaca por su poca cerradez y una constante de impulsividad, que va acompañando su edad. Idealista, es inflexible con sus propios errores pero comprensivo con los de los demás. Sabe aceptar las enseñanzas de los demás, sobre todo si estos son elfos, con una preferencia por los forestales. Prefiere un contacto tímido y cauteloso con sus semejantes, aunque con unos principios intrincados que hacen de él una persona altruista que no dudará en tender su mano a un desconocido. Bajo esta escurridiza fachada se encuentra un elfo fanfarrón, humilde y gracioso, que solo sale a la luz del sol cuando se rompen las líneas de su desconfianza e incomodidad, normalmente con su círculo de amistad.
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