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IsildurJenkins

[Claros de Tirisfal] Selección no tan natural

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«Insuficiente...» —Sargento Ejecutor Dareth Donnovan


(Música de ambiente)

Tirisfal, ese funesto recordatorio de lo que una vez fue Lordaeron y que ahora acoge al Nuevo Orden, tierra donde la Llama Carmesí y los horrores conviven, luchan y se devoran, donde hay más muerte que vida, donde hasta los faros más grandes se apagan, donde la esperanza brilla tenue sobre un océano vacío y oscuro, es esa tierra donde los muertos caminan y erigen su gran sociedad, donde el Nuevo Orden encuentra su capital.

Su sociedad, su economía, su «vida»... todo ello es complejo, pero siempre girando en torno a un pilar: la utilidad. En esta tierra marchita, si no sirves para nada, si no aportas nada, no eres más que un cero a la izquierda, eres prescindible; se te elimina de la ecuación.

Todos los Renegados pasan por este momento en un punto de su no-vida, normalmente tras su instrucción básica nada más ser alzados. Pero hay excepciones, casualidades, casos extraordinarios, que posponen el examen. Era el caso del guardia Oscar Joshech y de «Reflejo», novata de los Mortacechadores. Sin embargo, su prueba se acercaba. Y el examinador no podría haber sido peor: Danforth.

La premisa de su prueba era sencilla. Con palabras despectivas, sin mostrar ni un ápice de aprecio o incluso de neutralidad, el Hechicero Ejecutor les tendió un vial verde. El objetivo era probar con los cultivos de los humanos en Tirisfal este nuevo y desconocido elixir elaborado por la Sociedad de Boticarios, cuyos efectos eran aparentemente desconocidos.

El criomante dejó muy claro el propósito de la misión: evaluar la utilidad de los dos no-muertos para probar que se podían llamar Renegados. Debido a la campaña por Trabalomas, este examen nunca se llegó a hacer. Pero ya estaban de vuelta en la capital, ya no había excusa. Tenían que probar que valían. Una granja apartada, de las más alejadas de las haciendas de los escarlatas, donde solo había un par de casas y algunos campos pequeños. Ese era el terreno de pruebas.

«Reflejo», siguiendo el modus operandi de los Mortacechadores y el sentido común, decidió acercarse sigilosamente a los terrenos de cultivo para probar el vial. Pero su investigación no fue tan silenciosa como planeó y despertó a los agricultores tras dejar que las herramientas del cobertizo se cayeran al suelo. El choque del metal fue inevitable, así como la mirada juzgadora de Danforth desde el bosque.

Por su parte, Oscar estaba de apoyo. Era un peso pesado, «carne de cañón». No iba a funcionar como agente de infiltración, así que estaba atento por si había un encuentro directo con los humanos de los campos. Sin embargo, su utilidad fue nula cuando un solitario granjero se acercó con una antorcha a investigar el ruido. Aunque, más que nula, fue negativa, pues por su paso pesado alertó al humano, quien intentó avisar entre gritos al resto de sus congéneres de la presencia de los muertos. Pero una lanza acuática salida de mitad del bosque le atravesó la sien y, de la misma forma que desapareció el arma ejecutora en la tierra, la vida se le escapó al agricultor.

Cada vez estaban haciendo más ruidos. Los dos sujetos de pruebas eran descuidados, torpes y faltos de imaginación. O eso habría pensado cualquier oficial ante el espectáculo. Llamaban la atención y, de no ser por el estruendo que montó Oscar, «Reflejo» no habría podido verter el vial en el pozo de la pequeña hacienda. Pero ¿a qué precio?

Armado con un trabuco y un odio acérrimo hacia los Renegados, un hombre comenzó a buscar a los muertos que se habían colado en lo que consideraba su finca, buscando a los susodichos como si de ratas se tratase. No obstante, hubo algo que lo alejó de casi dar con «Reflejo»: un soldado del Nuevo Orden armando escándalo en el cobertizo.

Aprovechando la distracción, y usando sus dotes de ilusionista para facilitar la tarea, la aprendiz de los Mortacechadores consiguió llegar hasta el pozo sin que la detectasen y salir. En cambio, Oscar se las vio con el trabuco del granjero en un intento de hacerle una encerrona al humano. Dos disparos y un golpe fueron lo que aguantó el Renegado, quien únicamente logró clavar su espada en el vientre del granjero. Sí, se habría llevado la vida de aquel paleto a pesar de haber caído, pero la intervención de «Reflejo» para intentar ayudar a su compañero fue lo que acabó asesinándolo.

Así entonces estaba el panorama: unos humanos alertados y confundidos por los gritos de una Renegada que afirmaba que la misión se había ido a pique, dos cadáveres humanos en los campos, un pozo infectado y una Renegada arrastrando por el suelo hasta el bosque a su compañero huesudo inconsciente. ¿Habían cumplido la misión? Técnicamente sí, pero el resultado no era nada satisfactorio. Victoria pírrica, y a duras penas.

La mirada ejecutora de Danforth se posó sobre los muertos ojos de «Reflejo». Habló poco, y se limitó a reanimar al inconsciente Oscar. Pero no se quedó ahí. El Renegado probó ser inútil tras meses de campaña en Trabalomas y esta misión. No había pasado el examen. Ya no quedaban oportunidades. Servía más como piezas inertes que como soldado, y el criomante no dudó un solo instante.

Cuando recuperó la consciencia, su primer reflejo fue levantarse, pero la punta del báculo de Danforth se lo impidió. Le estaba clavando la vara con saña en su ojo, y su rostro no mostraba más que sadismo y demencia.

La poca calidez del aire se desvaneció. Todo se quedó helado, frío, sin vida. La hierba se escarchó alrededor del guardia, el bastón mágico brilló con fiereza devorando el calor del ambiente, y hasta la muerte pudo sentir cómo el no-muerto bajo la punta de la vara se criogenizó. Todo su cuerpo se volvió cristal, un fino y delicado cristal que el pie del Hechicero Ejecutor reventó. Solo las esquirlas de lo que fue quedaron en el suelo.

«Si te he reanimado es solo para que sientas esto». Esas fueron las únicas palabras que pronunció el criomante, y esas fueron las últimas palabras que escuchó Oscar antes de sumirse en el Vacío...

 

Cita

Resumen de la sesión

  • Fecha: 19 de agosto del 32 D.P.O.
     
  • Duración: tres horas y media.
     
  • Participantes y habilidades empleadas:
    • @Dorito como Myka «Reflejo»: Sigilo, Trampas/Cerraduras, Ilusión básica (Ilusionismo), Advertir/Notar y Reflejos.
    • @IsildurJenkins como Danforth Harrison (narrador): Sigilo e Invocar gólem de agua (Conjuración).
      • Gólem de agua (invocación de Danforth Harrison): Lanza ligera.
    • @TitoBryan como Oscar Joshech: Atletismo, Espadón pesado, Defensa, Sigilo y Advertir/Notar.
       
  • Recompensas obtenidas: Myka «Reflejo» supera la prueba. Se puede considerar un miembro útil del Nuevo Orden.
     
  • Efectos onrol:
    • La pequeña plantación sufre por los efectos del vial y su tierra muere, pero su ausencia no tiene prácticamente impacto.
    • Todo lo regado con el agua infecta se pudre en cuestión de días.
    • Aquellos que hayan bebido el agua contaminada sufren de colitis aguda.
       
  • Bajas: Oscar Joshech

 

Editado por IsildurJenkins
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