[Mensaje] Carta al párroco de Costasur

[Stannis the Mannis 1.018]

Entre los últimos detalles que tenía que hacer Elegost antes de partir, estaba en despedirse del párroco y comentarle por qué iba a dejar la búsqueda de las reliquias durante un tiempo.

 

Padre, os he fallado de nuevo.  He cometido fallos de los que me avergüenzo, pero de los cuales que ya no puedo afrontarlo de otra formar que no sea aceptándolo y recapitulando para futuro.   Mi compañero, Tiagus Rollers, fue una compañía más que valiosa y aún con sus defectos veo en él cual imperfectos somos pero de que un corazón honesto vale más que todo, él me hace ver esa humildad y corrupción por la que luchamos no con armas, si no con el corazón, el alma y el trabajo duro. La búsqueda de las reliquias ha resultado un infortunio y me veo en la expiación al tener que ayudar ahora a este compañero leal que es Tiagus Rollers. Pese a que las reliquias son de ayuda para los fieles, para mi, ahora mismo me es más ayuda el acompañarle a él. Como he dicho, me temo que no podré reanudar la búsqueda que me habéis encomendado, pues luego de ayudar a mi compañero, otro más me ha pedido el viaje a las tierras caídas de Lordaeron, más allá de la tumba del Santo Uther el Iluminado, que la Luz lo tenga en su gloria.  Me veo en que no pasaré por Costasur durante una larga temporada. Lo siento, padre.   Que la Luz nos de fuerzas. Con lamento: Elegost Faler.

 

 

@Malcador

[Malcador 2.009]

Era una mañana tranquila en la villa costera de Costasur. El párroco había acabado la ceremonia matutina, que como por desgracia, había sido dedicada a las buenas personas que daban su vida por defender las fronteras , o eran victimas de la maldad que acechaba a las tierras de Trabalomas, una región que si bien pacifica en apariencia, había sido lugar de algunos de los conflictos más cruentos en las últimas décadas.

La misiva le fue entregada por un novicio cuando salió de oficiar la ceremonia. Sus pobladas cejas grises se alzaron, y su gesto se torció parcialmente, negando con cierto pesar. 

-Que la Luz nos proteja, hermano. Son tiempos duros cuando las misiones santas han de ser abandonadas para empuñar las armas y acudir a la batalla... - Dijo con cierto pesar el párroco.

-Pero Padre... -Respondió el monaguillo, tras leer la misiva también - ¿Marcha a Lordaeron? Allí no aguarda nada más que la muerte. Debería haber continuado su empresa y recuperar las santas reliquias, donde realmente pueda marcar una diferencia.

El veterano sacerdote sonrió, observando la sagaz mente del joven novicio con orgullo.

- El hombre del que hablamos escuchó el llamado de la Luz para expiar su alma de los errores cometidos, hermano. - En ese momento el sacerdote alzó la vista, observando a través de uno de los ventanucos de la Iglesia, hacia las calles que discurrían hacia la plaza central de Costasur. - Pero su espíritu es el de un luchador. El de un guerrero. No podrá allár la paz entre tomos polvorientos y reliquias antiguas. Su lugar está en donde la oscuridad se concentre más intensa, para luchar contra ella, hasta su último aliento. Ahora, marchemos a comer algo, antes de comenzar las clases de escritura.

 

Y con paso tranquilo, sacerdote y novicio marcharon hacia el comedor de la Iglesia, para reunirse con sus hermanos y hermanas en una humilde pero satisfactoria comida, donde rezarían en conjunto por el bienestar de la empresa del Iniciado Faler.