Melissa Fiorela Emerson

[Daeshagoddess 114]

• Nombre: Melissa Fiorela Emerson
• Raza: Humano
• Sexo: Mujer
• Edad: 25
• Lugar de Nacimiento: Gilneas
• Ocupación: Soldado del Cuerpo de Exploradores de Villadorada.

 

• Descripción física: Es una mujer de complexión delgada y poco atlética, de momento. Mide aproximadamente 1,65 y es de piel blanca y sonrosada. Posee un rostro ovalado y de facciones finas que según ella nada tiene que envidiar a las de las altas elfas, y coronado por una media melena caoba oscuro que se mantiene siempre muy bien peinado. Sus ojos son grandes y avispados de color oscuro y enmarcado por largas pestañas. No lleva más pendientes que los tradicionales en sus orejas, los cuales son dorados con una piedra verde en su centro, denota una gran calidad. 
• Descripción psíquica: Es una mujer de carácter, capaz de agotar la paciencia de cualquiera que no soporte tanto narcisismo, o aprensiones estúpidas cuando se está en una situación de emergencia. Es capaz de hacer casi cualquier cosa para obtener sus metas, aunque se trate de un capricho sin importancia, así pues, la tozudez también la representa. Sus intenciones son buenas pero su extrema sinceridad a veces hace parecer todo lo contrario, pues siempre dice lo que piensa sea a quien sea sin darse cuenta que puede ofender a alguien. Presumida, materialista, caprichosa, altanera, a veces no puede cargar con su propio ego, una razón por la que a muchos no les cae bien, y a otros, en fin, les puede causar cierta gracia.  Tiene marcado como objetivo volver a su estatus económico y social, ese que tanto merece después de haber pasado tantas penurias. Cree fielmente que, al rebajarse a ser un... maldito proyecto de mercenaria pueda redimir todos sus pecados por haber sido tan narcisista y altanera (aunque en parte siga siéndolo, no puede evitarlo). Nunca jamás reconocerá que es torpe en el nuevo rumbo que ha escogido, si falla, siempre buscará alguna excusa aunque sea del todo estúpida aunque ella no lo sea, pues es inteligente pero el orgullo le puede la gran mayoría del tiempo. Es fiel de quien pueda sacarle algo de provecho para cumplir lo que más ansía en éste mundo, pues intenta no tomar demasiado cariño a los demás ya no solo por temor a perderlas, sino a que la traicionen, aunque... habría que ser un ángel para que alguien la pueda soportar y apreciar. Pero bueno, tampoco seamos tan duros con ella, en el fondo puede ser buena persona, todo depende de cómo y con quién se vaya relacionando para así pueda aprender un poco de los demás y ganar esa humanidad que siempre le ha faltado.  *En proceso de cambio, el personaje ha evolucionado bastante*

Historia

La historia que os voy a contar no pertenece a ningún héroe que ha participado en épicas batallas con el fin de proteger a su patria e incluso del mundo de Azeroth, o de un gran estudioso y experto en varias disciplinas del arte arcano capaz de rivalizar con el mismísimo Khadgar. Es tan solo la historia de una irritable chica de intenciones poco desinteresadas que  cuya vida no despertaría el interés ni de la persona más curiosa; demasiado simple, demasiado aburrida. Y eso, precisamente ese desinterés que podría tener cualquiera que no quisiera perder su valioso tiempo en nimiedades, hizo que su enorme ego decidiera por ella para cambiar el rumbo de su vida de una vez por todas – aunque para serles sincero, también tuvo que ver la mera supervivencia-.

***

Melissa nació un verano en el que su patria, Gilneas, aún seguía de la mano al resto de los reinos humanos de Azeroth. Creció en el seno de una familia muy acomodada pues poseían varios negocios que eran reconocidos y muy bien renumerados en su ciudad. Su padre, Ethan Emerson, poseía una joyería llamada “El diamante en bruto” que a pesar de no poseer el nombre más original del mundo, a causa de sus hermosos e innovadores diseños arrasó con cualquier competencia que pudieran tener a lo largo de los años. Su madre, Johanna, tenía una tienda de arte donde vendía sus preciosas creaciones hecha lienzos, aparte, tallaba marcos y ayudaba a su esposo en el diseño de nuevas joyas. Pero lo que sentían por su trabajo, por seguir acumulando riquezas y fama, era pura obsesión, y  descuidaban así el afecto que debían ofrecerle a su única hija. Así pues, Melissa aprendió que la prioridad en la vida era reunir todos los bienes materiales y económicos que pudiera así como obtener un gran reconocimiento y admiración de toda persona, fuese conocida o desconocida. Y si sentían envidia, mejor que mejor.

Entonces sus padres decidieron abrirse a nuevos horizontes, abarcar más de lo que ya tenían ya que habían llegado a la cumbre de sus logros económicos y sociales en su ciudad de origen. Se marcaron como objetivo marcharse hacia la gran capital de Ventormenta porque además justo había terminado la Segunda Guerra produjo importantes disputas con el resto de los reinos lo que tuvo como consecuencia que Cringris decidiera levantar el muro y aislar a Gilneas completamente del mundo. Eso habría sido una catástrofe para las aspiraciones de sus padres, por ello tomaron todas sus riquezas y decidieron marcharse alardeando de sus altas posibilidades de triunfar en una ciudad más inmensa y con mayor población. El viaje fue duro y costoso pero no lo suficiente para mermar sus grandes ilusiones y  expectativas de alcanzar la cumbre del éxito. Se establecieron en Ventormenta e iniciaron allí su negocio de joyería y arte compartiendo el mismo local.

Melissa era muy feliz porque siempre tuvo todo lo que quiso, su habitación estaba colmado de caprichos que no le duraban a su atención ni un solo día pero ahí pertenecían, formaban parte de su única propiedad pues no tenía que compartirlos con nadie. Y aunque sus padres no le prestaban mucha atención por estar centrados en sus obsesas ambiciones, Ethan era el que mejor se llevaba con ella porque algo más de atención le dedicaba, al menos marcaba la diferencia si se comparaba con Johana ya que ésta se volvió distante y fría como un témpano de hielo tras haber sufrido varios abortos una vez nació Melissa.

Esa vida tan ostentosa provocaba que se forjara ese carácter suyo tan característico en el que abundaba la prepotencia y el narcisismo, que su orgullo se fortificara en demasía, pues, a fin de cuentas, lo tenía todo. Le gustaba esa sensación de poder y sin haberse esforzado lo más mínimo. Pero empezaron a tener problemas económicos. El negocio no estaba funcionando tan bien como habían esperado; su soberbia y extrema confianza en sus productos y servicios había provocado que su situación económica empezara a caer en picado. Recibieron muchísimas críticas, como que Johanna no era más talentosa que el artista callejero que se estacionaba en uno de los canales que da paso al distrito de la catedral, o que los diseños de joyería que realizaba Ethan estaban muy obsoletos. Y además extremadamente caros…

La ansiedad y la desesperación empezó a cubrir a la familia Emerson, ninguno quería perder su posición, y durante muchos años trabajaron en nuevas ideas para que el negocio levantara, incluso empezaron a crear falsos rumores de otros mercados para intentar ganarse así sus clientes pero también fracasaron en ello. Melissa, en plena adolescencia estaba viendo que cada vez podían permitirse menos cosas, y que costaba incluso mantener el pago de la casa familiar. Entonces llegó el día en que sus padres concertaron su matrimonio con un bondadoso hombre que le doblaba la edad, pero que gracias a su alta posición económica y social había estado ayudando a la familia por caridad desde hacía unos años y con el que habían adquirido cierta amistad, evidentemente por interés. Sorprendentemente a Melissa no le importó, es más, le fascinó la idea porque ya imaginaba su vida completamente hecha aunque sus padres pudieran seguir teniendo problemas.

No le importaba que a los 18 años tuviera que yacer con ese hombre, todo para ella se veía compensado, ni siquiera le apenaba la idea de no tener jamás la oportunidad de enamorarse de verdad. Eso le venía de una dura lección que le dio su madre durante esa etapa de su vida en la que todo marca y se graba en la memoria de forma imborrable. Consistió en hacerle ver que era mejor no aferrarse a lo que se podía amar y a lo que se ansiaba con demasiada fuerza pues en un abrir y cerrar de ojos el destino podía arrebatárselo cruelmente. Era evidente que su madre jamás superó que su cuerpo no volviera a generar vida, así que, un día fuera de sí, en vista de que Melissa empezaba a enfrentarse a sus lamentos y lecciones negativas, mató con sus propias manos a Perla, una bonita gata blanca que la chiquilla de cabellos azabache había adoptado como mascota. Así le demostró que lo único que pertenecía por siempre a su lado eran las cosas materiales pues su pérdida no generaría jamás de los jamases tanto dolor.

Melissa nunca olvidó a su querida gata y pasó varias noches enteras en vela, llorándola, hasta que finalmente lo superó y se obligó aceptar la lección de vida enseñada por su madre que cada día que pasaba se encontraba más y más inestable, con más razón en vista de la situación que estaban sufriendo.

Así pues, a los 18 años, Melissa ya se había casado con Ser Ithan Aedwin, poseedor de varios negocios de éxito en la capital, con un inmenso patrimonio y gran influencia social. Sin embargo, tal era la ceguera y la desesperación de la familia por no caer en la ruina total, que no quisieron indagar ni exigir pruebas de si título con tal de seguir adelante. No fue hasta los cuatro años cuando descubrieron que todo era una farsa. Ni Ithan era noble, ni tenía gran influencia por las grandes personalidades de Ventormenta, ni mucho menos grandes negocios… Mintió constantemente. Durante sus largos paseos por las anchas calles de la ciudad señalaba ciertos negocios bienaventurados diciendo que eran suyos y que tenían decenas de empleados trabajando para él. Se inventaba reuniones de suma importancia con altos cargos de las diferentes instituciones. Los rumores fueron los que poco a poco hicieron abrir los ojos a la familia y Melissa comenzó a investigar por su propia cuenta ya que él fue aislándola de cualquier persona para que no le descubriese. Toda la riqueza del tipo se debía a importantes trapicheos que tenía con la alquimia junto a un grupo selecto. Sus creaciones, la mayoría ilegales pues causaba una adicción significativa y a la larga una toxicidad en el organismo,  las vendía como si se trataran de caramelos y  a precios desorbitados a causa de la ansiedad que generaba a sus consumidores. Melissa callaba, era una deshonra que la hubiese engañado pero no iba a hacer nada por temor a perder su posición, pero todo terminó cuando uno de sus clientes murió y su familia mandó a que se le realizara un estudio para conocer el motivo de su fallecimiento.

Ithan desapareció esa misma noche. Cuando Melissa regresó de cuidar a su madre, que en ese entonces se encontraba gravemente enferma, se encontró con el hogar conyugal totalmente destrozado y con claras señales de robo. Supo de inmediato que no volvería a verle y que no podía dar cuenta a la guardia del robo porque en la investigación hallarían algún rastro de lo sus producción ilegal y la arrestarían como cómplice que era. Se mantuvo toda la noche en vela limpiando y ordenando una casa que no tardaría en abandonar pues ya no había nadie que pudiera mantenerla, ni a ella misma tampoco.

Desolada y desesperada, tan solo le quedaban sus padres los cuales no podían soportar el peso de su hogar, menos con una Johana que acababa de fallecer y que su funeral había sido un nuevo golpe para la familia, y no solo sentimental, sino económico por su coste. El negocio ya hacía años que quebró y con ello todas sus esperanzas e ilusiones. Así pues, Melissa hizo lo que tenía que hacer, lo que cualquier persona con afán de sobrevivir haría aunque fuese una total inútil en todos los sentidos, pues bien se había preparado durante años para eso y que en esos momentos tan difíciles se reprochaba a sí misma. Alquiló con lo poco que tenía un carro y lo cargó de toda la materia prima que quedó del negocio; minerales, gemas sin tallar, lienzos, pintura, marcos y los utensilios propios para la artesanía. Y se marchó de la ciudad dejando atrás a su padre sin escuchar sus palabras que presagiaban un nuevo fracaso. Tomó el camino hacia el este en dirección a Villa Dorada para establecer allí un pequeño negocio, aunque se tratase de un pequeño puesto de arte, que si bien ella no tenía mucha idea, había visto trabajos de su madre y creyó que podría hacer algo. Estaba claro que no estaba muy en sus cabales a causa de la desesperación, también se notó en que obvió los avisos de que todos los caminos del bosque de Elwynn estaban infectados de bandidos y de Gnols, pero igualmente, de saberlo, tampoco tenía dinero para contratar guardaespaldas.

La mala suerte, o el karma, como ella empezó a creer, la volvió a abofetear, y un conjunto de bandidos la interceptaron y atacaron. Descubrió el dolor insufrible de una flecha clavarse en su hombro, y otra en su pierna, pero no le dolió más que la humillación y la vergüenza que sintió al vislumbrar antes de perder el sentido que se le llevaron todo lo que tenía quedándose sola sobre el césped, sintiendo además que su vida se le escapaba. Lo último que escuchó es el sonido de otras flechas mucho más certeras y fuertes clavarse en carne ajena.

Al despertar, se halló en una habitación de madera pequeña, de decoraciones humildes que debía pertenecer a alguna de las granjas del sur del bosque de Edwynn. Conoció a su dueño y salvador, un hombre alto y corpulento que se dedicaba a comerciar con la carne que cazaba. Melissa jamás de los jamases lo reconocería, pero una vez recuperada de sus heridas, al menos las físicas, no dudó en clavar las rodillas en el suelo y juntar sus manos para rogarle a su salvador que también fuese su instructor. Las negativas del hombre le cayeron encima día tras día, no quería complicarse la vida con una chica que no sabía ni sostener un arco y le haría perder un tiempo valioso, mas sintió lástima por ella, Melissa usó su mala suerte en la vida suprimiendo ciertas partes que no interesaban de su historia y logró convencerle.

Varias semanas la lleva entrenando pero… aunque va ganando cierta soltura con el arco… su torpeza, impaciencia, su conducta frívola y lo tiquismiquis que puede llegar a ser dificulta con creces su aprendizaje.

 

PROGRESO

Eventos

Fundación del campamento Falveri

El festival de la carne (Relato personal)

Recolección entre risas

Asalto a Brackwell*

Los perros de la guerra (En proceso)* (Relato personal)

 

Eventos espontáneos

Robo a un apestoso Velasangre

Sin identidad

Con valor

La bruja de tus sueños*

 

Inventario

Arco largo, carcaj, y 15 flechas.

Cuchillo.

Bandolera: cuaderno de pergaminos, material artístico, tres vestidos de alta calidad, vendas. 

 

 

 

Editado November 20, 2016 por Daeshagoddess

[Daeshagoddess 114]

 

Editado September 14, 2016 por Daeshagoddess

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~ Robo a un apestoso Velasangre ~

Recursos encontrados:

- Especias 500gr.

- Una moneda de plata.

- Tela de cama de buena calidad.

- Dos libros sobre marinería. 

Participantes:

- Alexander.

@Elireth

- Melissa.

Duración:

Una tarde

Mención especial:

@Stannis the Mannis @SwordsMaster

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Recursos encontrados:

- Nada

Participantes:

- Asmodeo

- Gael

- Melissa

- Santiago

Duración:

Una tarde

Evento llevado a cabo por Vagabundo

Dibujo tomado de Pablaso

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~ Sin identidad ~

 

Recursos encontrados:

- 2 lobos, de los cuales se ha conseguido carne y una sola piel.

Participantes:

- Elfidias

- Gael

- Trancos

- Santiago

Duración:

Una noche.

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~ Con valor ~

Recursos encontrados:

- Plantas de hojaplata, de flor de paz, moratones...

Consiste en un conjunto de roles improvisados y masteados mayoritariamente por Elegost:

Participantes:

- Dieter

- Gael

- Elegost

- Santiago

Duración:

Cada rol ha tenido una duración de una tarde o una noche.

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~La muerte y sus lecciones~

 

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~Secuelas de la guerra~

Dibujo realizado por E-Blizard