Vengerberg

Estaré ausente por vacaciones a partir de ahora durante un mes, un placer rolear con todos! Cuando pueda, volveré a dar guerra.

Al final del trabajo de ese día, Ulric se apresura en escribir el respectivo informe. Después de entregarlo para la lectura de los designados, se prepara para abandonar el campamento con más de sus camaradas imperiales. A la atención de los líderes del Campamento: Yo, Ulric Sigwald Keel, recluta del Ejército Imperial, escribo mi último informe sobre la construcción de las defensas del campamento. El esquema de construcción que se sigue ahora es el que sigue: -Una primera empalizada siguiendo las mismas medidas que la anterior mencionada. -Una segunda empalizada a 3 metros de la anterior, como defensa adicional. Ésta será construida si el tiempo lo permite. Dia X. Situación actual: En los días anteriores fueron construidos 9 metros de empalizada. El día de hoy, X/X/30, traté de enseñar a los obreros habituales cómo se ha de construir la empalizada. Dejándoles sin mi supervisión, estos trabajadores intentaron continuarla, pero cometieron demasiados errores y sus metros construidos se vinieron abajo. Con más indicaciones mías, estoy seguro de haberles inculcado todo lo que sé sobre la construcción de empalizadas. En concreto, como equilibrar los troncos y las mejores formas de atarlos. Sin mi guía, serán capaces de continuar los trabajos. Este es el final del informe X. Aprovecho el mismo documento para informar de mi partida. Mis superiores en el Ejército Imperial aconsejan la retirada de todos los reclutas imperiales aquí destinados. Cómo tal, he decidido seguir sus consejos y marchar con ellos a la muralla de Thoradin, al oeste. He procurado ser de ayuda y he instruido lo mejor que he podido a nuestros camaradas con mis escasos conocimientos. Ruego por que salven vidas y faciliten la victoria de la Luz. Comprendo sus motivos para continuar la campaña, son nobles y bien fundados en la Sagrada Luz. Pero mi deber está en otra parte. Rezaré todo cuanto pueda por el campamento cuando esté lejos. Que todas las bendiciones de la Luz les asistan. Coraje, fervor y justicia. Firmado, Ulric Sigwald Keel, recluta del Ejército Imperial, por la Gloria de la Luz. //Ulric abandona el campamento como consecuencia de la visita de Elegost a éste, y se dirige a la muralla de Thoradin. Tarda un día mas en abandonarlo para enseñar a los trabajadores npcs que le ayudaron a construir su parte de empalizada, y de ésta forma cualquiera en el campamento podría ayudar a continuar la construcción. Como se dice en el informe, hay 9 de 103 metros construidos. Los que se queden allí pueden rolear la construcción como quieran, teniendo en cuenta que ninguno de los trabajadores es un experto albañil.

Después de un debido descanso, Ulric escribe un informe sobre los avances en la construcción de defensas para el campamento, el mismo día de empezar, y lo entrega para la lectura de los líderes del campamento. A la atención del Abanderado Ismael Cruz y el resto de líderes del Campamento: Hoy, día X/X/30, se ha comenzado la construcción de las defensas de las que dispondremos para proteger esta posición. Yo, Ulric Sigwald Keel, recluta del Ejército Imperial, superviso la construcción. La distribución de éstas es la que sigue: -Una empalizada de troncos dispuestos en fila a lo largo del perímetro del Campamento, de longitud 103 metros, estimo necesarios un total de 340 troncos de un diametro de 30 centímetros y un alto de 2,5 metros, aproximadamente. Dichos troncos se sostienen con una zanja de 30 centímetros de profundida donde se encajará la fila. El extremo más alto se sujetará con cuerdas y se afilará para evitar que el enemigo trepe la empalizada. -Un foso de unos 2 metros de longitud y profundidad situado a partir de la empalizada que recorre su mismo perímetro, con la función de retrasar al enemigo en su llegada a la empalizada. El desnivel evitará cargas con arietes, intentos de escalada u otros métodos que las hordas de no muertos Renegados consideren oportunos. El fondo se puede recubrir de estacas, cepos u otras trampas ocultas. Día 1. Situación inicial: El campamento no dispone de la madera necesaria para la construcción de la empalizada. El trato con el Reino de Stromgarde incluye el envio de esos materiales, pero dada la peligrosidad de un envio a traves de las estepas de Arathi, no es posible iniciar la construcción hoy. Se ha decidido iniciar la construcción del foso a 50 centímetros de su disposición original, para no trastocar la estructura de los cimientos de la empalizada. Cuando ésta se haya completado, el foso se podrá ampliar hasta cubrir el terreno deseado, y evitar que haya un escalón de 50 centímetros frente a la muralla. Un grupo de voluntarios ha iniciado la excavación y han completado con éxito 37 metros del foso durante toda la jornada de hoy. Esta ardua tarea ha dejado exhaustos a algunos de los trabajadores, pero no hay lesiones graves, ni mucho menos. Quedan 56 metros, se calcula que en 2 días con el mismo rendimiento el foso estará terminado. Se recomienda que cada día un pequeño grupo de voluntarios repase el fondo del foso y aparte mas tierra, para evitar que los fenómenos meteorológicos lo deformen durante su construcción. Aquí concluye el día 1. Que la Luz nos guarde a todos, y que fortalezca nuestra tenacidad. Firmado, Ulric Sigwald Keel, recluta del Ejército Imperial, por la Gloria de la Luz.

//Yo también asistiré. For the Empress.

//Yo tambien estaré, todo lo puntual que pueda ^^

Nombre: Ulric Keel Atributos 8 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 6 Percepción Valores de combate 32 Puntos de vida 18 Mana 8 Iniciativa 10 Ataque CC (Espada pesada) 10 Ataque CC (Hacha de mano) >8 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 2 Espada pesada 2 Hacha de mano Destreza 2 Cabalgar 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar Inteligencia 1 Callejeo 1 Comercio 1 Supervivencia/Cazar 1 Carpintería Percepción 1 Advertir/Notar 2 Buscar 2 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones

Nombre: Ulric Sigwald Keel Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 20 Altura: 1,71 Peso: 68 Lugar de Nacimiento: Una aldea pequeña y sin importancia de Lordaeron Ocupación: Desempleado Descripción física: De estatura media, lo más destacable de su complexión son sus anchos hombros. A pesar de no tener una musculatura marcada, ha adquirido algo de fuerza trabajando como leñador durante los últimos años. Sus manos están llenas de callos, salvo eso no se aprecian cicatrices más allá de alguna pequeña marca, fruto de una herida de la infancia. Aunque es delgado, la percepción habitual que se tiene de él es la de un joven esbelto. Su tono de piel es el similar al de los ventormentinos, herencia de su padre. Sus ojos castaños observan el mundo con curiosidad innata, fijándose en cuantos detalles llamen su atención. Desde que llegó a Villadorada, mantiene su oscura cabellera negra corta y se afeita regularmente. Con todo, las mozas dirían que tiene una belleza peculiar. En el buen sentido. Acostumbra a vestir con camisas y pantalones que lo identifican como un simple plebeyo, pero de buen ver. Procura cuidar su aspecto físico de forma modesta, a excepción de en las grandes ocasiones. No suele portar armas vestido de calle, únicamente cuando sabe que caminará por barrios peligrosos. Descripción psíquica: Siempre ha sido un cobarde y ha temido los enfrentamientos y conflictos. Llegado el momento decisivo, es fácil que su espíritu flaquee y ceda ante el miedo. Puede quedarse quieto en mitad de una batalla, o tener una actitud muy defensiva para salvar su propia vida, o en casos extremos, huir y abandonar a sus acompañantes. Por otro lado, puede tener una inquebrantable determinación que escasas veces deja mostrar. Cuando esto ocurre, el miedo desaparece, camina con decisión y no flaquea en su hacer. Quizá su inexperiencia le haga actuar de forma temeraria. Sin embargo, no tiene control sobre esto, pero es fácil que le suceda cuando piense de forma optimista, o cuando las cosas a su alrededor vayan bien, cuando se siente seguro. Es tenaz, pero cobarde. Firme cuando sabe que el destino va a su favor, pero débil cuando siente la derrota cercana. Así ha sido la mitad de su vida, indefenso ante las hordas de no muertos, ante los malhechores y ante cualquier ser autoritario. Es una persona indecisa, no tiene referencias en la vida porque siempre han decidido todo por él. Nunca ha tenido contacto con gente de la alta sociedad, como nobles o burgueses, y tiene su estilo de vida idealizado. Aunque no es un hombre de caprichos, aprecia ir bien vestido y poder pagar buenas comidas en tabernas de vez en cuando. También procura mantenerse limpio, al igual que sus propiedades. Por sus humildes orígenes, tiene una educación muy básica y unos preceptos de la Luz bien inculcados. Su fe se ha resentido, al ver que ni los grandes paladines pudieron evitar la caída de Lordaeron, o que existen lugares malditos como el Bosque del Ocaso, por nombrar unos ejemplos; no obstante, no concibe ninguna otra religión aparte de ésta, y sigue confiando en los siervos de la Iglesia. Aún recuerda con tristeza su infancia, interrumpida bruscamente por la Tercera Guerra. La presencia de la no muerte le desestabiliza. Las amistades pérdidas le suponen aún una carga, pero trata de mantenerse extrovertido con gente nueva a la que conozca. Puede parecer inocente, pero sabe perfectamente que la bondad no es común en estos tiempos. Procura que sus palabras sean las justas con los desconocidos, y limita su contacto con quienes le desagradan, pero realmente no es complicado ganarse su confianza y su plena lealtad. Historia Ulric nació en tiempos de paz, en una modesta aldea del este de Lordaeron. Su padre, Steven Keel, era oriundo de Ventormenta, pero la Primera Guerra le obligó a huir de su país. En su familia todos habían sido labriegos, pero los tiempos que le tocaron vivir le forzaron a alistarse como soldado raso en la Segunda Guerra, al cumplir la mayoría de edad. En sus viajes para defender Lordaeron de la Horda conoció a varias mujeres. Una de ellas, Sissi, se quedó encinta tras su encuentro con Steven, y tuvo la fortuna de conocer a Redd, hermano de Steven y ajeno a la lucha. Le ofreció cobijo en su casa a cambio de traer a Steven con ella, si vivía al acabar la guerra. Dicho y hecho, Redd logró contactar con Steven y atraerle al pueblo de Sissi. Al llegar, descubrió a su hija recién nacida, a la que la madre había llamado Gisela. Aunque estuvo tentado de huir, decidió asentarse en aquella población. Steven y Sissi se casaron, y el padre empezó a cultivar las tierras de la familia de Sissi, aunque desistió cuando vió que el puesto de guardia cercano ofrecía mejor salario para mantener una familia. Con la experiencia del combate reciente, aunque escasa, pues Steven nunca destacó por su valor en batalla. Un niño nació poco después, cuando ya estaban bien asentados. Sus nombres fueron Ulric por parte de madre, y Sigwald por parte de padre. Aunque todos acababan llamándole Ulric Sissi se encargó de que sus tierras ofrecieran ingresos, y contrató de jornaleros a Redd, que también formó a su familia allí, su cuñado y un alto elfo que también vivía allí con su compañera y su hijo, según él porque Lordaeron era un lugar apacible. Cual fuese su razón para abandonar Quel’Thalas, no supuso nunca un problema para su jefa o sus vecinos. Ulric pasó su infancia con el hijo del elfo, Zaelath, su primo, Jace, y el resto de niños de la aldea. Todos acudían a la misma escuela, dirigida por un sacerdote de la Luz, y jugaban por las llanuras bien vigiladas de la zona. A los 10 años de Ulric, la Plaga apareció en Lordaeron. La pequeña aldea que era su hogar podía abastecerse a sí misma de grano, así que la enfermedad no se extendió. Como estaban en el camino a Stratholme, vieron pasar a la caballería del ejército que dirigía el príncipe Arthas, pero no imaginaban las historias que contarían los caballeros que regresaban de la gran ciudad. El recién nombrado paladín Othmar Hartford recorrió las aldeas colindantes con una pequeña compañía con el propósito de proteger a los civiles de los no muertos que vagaban ahora por las tierras del este. Cuando la guerra se tornó oscura para la humanidad, Othmar estuvo preparado y ordenó la evacuación completa de las aldeas que estuvo vigilando. Había preparado planes para atravesar las montañas y alcanzar Andorhal sin cruzarse con grandes masas de muertos vivientes. En aquella ciudad invadida, algunos altos mandos del ejército tomaron sus tropas y acabaron con el control del paladín sobre su grupo. Los civiles quedaron divididos según los comandantes quisieron, y así separaron a la familia de Steven de Redd y sus vecinos. Ulric perdió de vista a varios de sus amigos para siempre. Steven quedó bajo el servicio de un comandante que abandonó el combate y llevó a los civiles a Costasur, para luego continuar hacia el oeste, a los bosques de Argénteos. Sissi y sus hijos pasaron meses en Costasur sin saber nada de Steven. Pero esté regresó, junto a un pequeño grupo de los suyos. Según ellos, el Comandante ordenó la retirada, y nadie más llegó tan lejos como Steven y sus camaradas. El padre de familia regresó con un plan claro: refugiarse en Stromgarde. No hubo objeciones. Una ardua travesía por las estepas de Arathi acabó en la ciudad de Strom, una sombra de lo que una vez fue. La familia lo había perdido todo, pero al menos en Strom hallaron refugio. Steven se alistó como guardia de la ciudad, aparentando ser un simple jornalero, Sissi y Gisela empezaron a trabajar de camarera en la mejor taberna que pudieron encontrar. Y Ulric tardó mucho en conseguir un empleo que le aceptase. No sabía hacer nada, solo correr de no muertos. Ni siquiera le aceptarían como camarero en una taberna. Su padre finalmente le consiguió un puesto como ayudante de leñador. Al carecer de fuerza para cortar árboles y leña, de momento podría conformarse con eso. Con el paso de los años, su situación económica no mejoraba. Strom no era un reino rico, su trabajo no sería verdaderamente recompensado. Steven, siempre atento a las oportunidades, consiguió pagar unos pases muy baratos en un barco mercante con destino a Ventormenta, la capital del nuevo imperio humano. Ulric se despidió de sus amistades en Strom y se preparó para embarcar, emocionado por ir a Ventormenta. Sabía de sobra que ese reino era el origen de su padre. Lo extraño es que Steven no embarcó con ellos. Les dio direcciones para encontrar la Vega del Este, en Elwynn, pues había contactado con gente allí, parientes lejanos, para ofrecerles un hogar. Y por último, juró mil veces antes de la partida del barco que se encontrarían allí. Con esta angustia, Ulric, su madre y su hermana partieron en barco hacia el sur. No entendían por qué Steven no podía ir junto a ellos. La ciudad de Ventormenta maravilló a la familia, era como regresar a la gloria de la humanidad, antes de la Tercera Guerra. Pero no se detuvieron, ansiaban llegar a algún lugar que pudieran llamar “hogar”. Atravesaron el bosque y llegaron a una aldea cercana al Aserradero de la Vega del Este. Conocieron a sus supuestos parientes, pero no había ni rastro de Steven. Aún con la incertidumbre, Sissi se quedó allí, y Ulric aprovechó para continuar su trabajo de leñador aprendiz. Ya no era un novato, y sabía usar bien un hacha, pero eso no le protegió de la Guerra Gnoll que se desató en Elwynn. De nuevo, era un refugiado. Ésta vez, podría haber luchado contra los herejes gnolls, pero no lo hizo. De nuevo, huyó del conflicto. Esto marcó a Ulric, se dio cuenta de que no podía seguir viviendo de esa forma. Tenía en la memoria a su padre, que fue soldado y siempre sobrevivió. Aún después de varios años, no había vuelto a verlo. Cada día perdía las esperanzas de que se reencontrasen. Pero a pesar de ello, decidió honrar su memoria. Le invadió un coraje repentino y decidió empezar a entrenarse para luchar, y que algún día pudiese defender a su familia, al imperio, a la humanidad. Con todo el dinero que su familia de Elwynn y su madre recaudaron, compraron unas pequeñas casas cerca de Villadorada. Era lo más barato que pudieron encontrar, pero estarían juntos, y cerca de una villa importante. Ulric no se detuvo y empezó a explorar Villadorada en busca de un futuro digno.

¡Gracias! *Los coloca en diminutos pedestales iluminados por rayos de luz celestiales* Me encanta la forma de los dados 10... Gracias a todos por el recibimiento, se os ve majos A ver si mando pronto mi historia y puedo unirme a vosotros. ¡Saludos!

Hola, buenas gentes de Rol Errante. Quizá me hayais observado deambular por el foro durante los últimos días, informándome bien sobre este lugar. Y bueno, aquí estoy. ¿Cómo he acabado aquí? Pues empecé a rolear hace un tiempo, y eso me trajo cosas muy buenas, pero acabé dejándolo por falta de tiempo, de ganas o de una mezcla de las dos, lo típico. Pero ahora he recuperado las ganas y creo que vuestra comunidad puede ayudarme. El nuevo lore es interesante y hay actividad asi que merece la pena intentarlo. Como hace bastante que no toco un personaje de rol, me parece conveniente empezar con un humano guerrero de lo mas basico, e ir recordando cosas a través del contacto con otros personajes. Y... bueno, no me he presentado antes porque estaba pensando en este humano y su historia. Aún no está listo pero pronto lo estará. En principio se unirá a la Guardia Imperial, y a partir de ahí iremos viendo. No descarto crearme algun otro pj, pero no puedo prometer nada aún. Y por último, estoy abierto a cualquier crítica constructiva. Soy perfectamente capaz de cometer errores, como cualquiera, y no me va a molestar que nadie me lo diga de buenas maneras. Yo no traigo malas intenciones ni busco ofender a nadie, solo quiero divertirme en este juego tanto como vosotros. En fin, perdón por la chapa y nos vemos pronto!