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Roleros Destacados


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Showing content with the highest reputation on 01/05/18 en todas las áreas

  1. 4 points
    Si poder es lo que quieres buscar. Las adivinanzas deberás acertar. Era una noche fría, oscura y tenebrosa cómo era de esperarse en los bosques del antiguo Reino de Lordaeron, pertenecientes ahora al Nuevo Orden. Ahí un pintoresco grupo formado por dos Guardias de la Muerte, una Mortacechadora y...un elfo, andaban por dichas tierras muertas. Danforth el Hechicero, el Sargento Donnovan, la Mortacechadora Irma y Adanael un Sin'dorei. Todos ellos seguían a Danforth por el bosque hasta llegar al Lago de Aguasclaras, pues allí encontrarían algo que el Hechicero buscaba ansiadamente. Allí tras unas charla entre ellos acordaron cruzar el lago para llegar a un islote, pues ahí era dónde debían proseguir su búsqueda. Tras analizar bien la situación llegaron a un punto donde el recorrido en línea recta era menor. El Hechicero Danforth creo un quebradizo puente de hielo, que si bien pudo soportar el peso y caídas de algunos de ellos. No lo pudo soportar cuando, el Sargento Donnovan comenzó a caminar por dicho puente, el cual se hizo añicos. Adanael tuvo que poner a prueba sus habilidades de supervivencia y astucia para cruzar el lago, que con la ayuda de un leño, consiguió hacerlo correctamente. Una vez llegados al pequeño islote del Lago, sólo podían observar una entrada a unas ruinas olvidadas que se mostraba hundida en la tierra, aunque rodeada por la maleza y molestos arbustos que les dificultaría el paso, aunque, nada más lejos que este pintoresco grupo no pudiera controlar. Mientras el objeto que Adler le entregó a Danforth para que lo guiara en su búsqueda comenzó a emitir un molesto aullido, además de un color azul intenso cada vez que se internaban más. Al estar muertos no les resultaba doloroso, aunque Adanael sí que lo pasó mal por dicho ruido agónico procedente de esa cuchara mágica. Una vez llegados a dicha entrada, pudieron ver que se trataba de una entrada a una antigua y olvidada catacumba o cripta, ahí la cuchara comenzó a emitir más violentamente los extraños aullidos e incluso a emitir un brillo azul más intensamente. A la derecha del grupo se hallaba un altar y unas inscripciones de letras en él. Era el primer acertijo que deberían resolver el grupo si querían entrar dentro. Hicieron algo de caso omiso y para probar si podían pasar o no, lanzaron una pequeña roca, la cual se desintegró debido a una intensa llamarada proveniente de una pared mágica invisible en la entrada de la cripta. Tenían que resolver el primer puzzle. Por más suerte y casualidad del destino el grupo descubrió que la llave era la cuchara mágica, al colocarla sobre el altar provocó varios temblores y un sonido de puerta rompió el silencio sepulcral de la zona, mientras el grupo debatía sobre lo sucedido el altar se desmoronó en mil pedazos para, girar de nuevo todas las piezas y volver a formarse con una nueva inscripción y en ella, una nueva adivinanza que, el Hechicero Danforth consiguió adivinar, esto hizo que finalmente el sello se rompiera y el grupo pudiera atravesar el primer umbral de esta extraña y caótica cripta. Tras caminar varias leguas por dicha cripta llegaron a una encrucijada en el camino, debían elegir que camino usar, todos acordaron usar el de la derecha y así fue, tras caminar un largo rato, el suelo de roca y tierra cambió a losas de mármol, con algunos extraños símbolos. Mientras que por las paredes seguían el mismo patrón que el suelo. Donnovan iba delante y algo le llamó la atención y se detuvo en seco, al igual que Irma y Danforth. Adanael iba más despistado y si no llega a ser por sus compañeros ahora sería meras cenizas. Un desnivel en el suelo llamó la atención de los Renegados, además de que en estas nuevas losas había un zafiro de color rojo. Danforth agitó su gema encima de estos zafiros y tanto la gema como los zafiros comenzaron a brillar, esto hizo que el Hechicero se entusiasmara pues había llegado al lugar indicado. Probaron y pensaron múltiples planes, pero finalmente optaron por enviar un soldado de hielo creado por Danforth, dentro introdujo su ansiada gema. El soldado de hielo al comenzar caminar por este nuevo suelo, activó un mecanismo y todo este nuevo suelo fue devorado por las llamas, el soldado de hielo fue prácticamente desintegrado, salvo la gema la cual ahora rebosaba de poder arcano. En cuanto Danforth tuvo la gema en sus manos comenzó a estudiarla e impregnarla con parte de su poder, algo ocurrió, algo extraño notó el Hechicero pues la gema estaba perdiendo parte del poder que había absorbido. Fue en ese instante cuando el sargento, la mortacechadora y el Sin'dorei, notaron algo tras sus espaldas. Al girarse pudieron observar a una extraña sombra arcana no más grande que un lobo. Era la responsable y el ente que devoraba toda la energía que estaba en la gema. Adanael fue quién atacó primero, disparó una certera flecha a uno de los zafiros azules que levitaban en su cuerpo, consiguió romperlo y la criatura gimoteo muy de desagrado. Tras darse cuenta de su punto débil comenzaron a atacarla hasta que finalmente se convirtió en una pequeña y diminuta sombra, que Adanael puso fin rompiendo su último zafiro incrustado en su etéreo cuerpo. Tras recobrar el aliento y poner en orden todas las ideas, fueron a la siguiente y última habitación de la cripta. Allí encontraron otro altar un nuevo y último puzzle que afrontaría el grupo. En dicho altar encontrarían una extraña y nueva piedra levitando. Evidentemente el Hechicero quería quedarse con dicha piedra. Pero no era tan sencillo primero debía resolver el puzzle. Mientras el cerebro de Danforth iba a toda velocidad intentando resolver dicho misterio. Donnovan y Adanael se vieron envueltos en nuevo enfrentamiento, esta vez contra otra sombra arcana. Mucho más grande. Mucho más poderosa. Más letal. La criatura puso en serios aprietos tanto a Adanael como a Donnovan, aunque este último parecía seguirle mejor el ritmo. Mientras que golpeaban los zafiros del interior del cuerpo etéreo de la criatura, Danforth tras unos largos minutos consiguió resolver el puzzle y romper el sello para obtener la piedra que levitaba en dicho altar. No le dio tiempo a analizar tranquilamente que era exactamente, cuando tras un último espadazo de Donnovan hizo que los últimos zafiros de la criatura se rompieran en mil pedazos. Al contrario que la anterior criatura. Esta se puso más furiosa y comenzó a tragar todas las energías arcanas del lugar, y con ello haciéndose más grande y temible, provocando que todo el lugar se viniera abajo. El grupo comenzó a escapar como pudo y salvo Adanael todos pudieron salir con más o menos apuros. El Sin'dorei tuvo que ver como la criatura le perseguía y casi lo devoraba, hasta que finalmente Danforth levantó un muro de hielo que la retuvo el tiempo suficiente para que su compañero pudiera escapar. Todo el lugar se vino abajo y la entrada a dicho lugar fue devorada por la tierra, esto provocó una columna de polvo además de un enorme estruendo en toda la zona. Sin duda este pintoresco grupo dará mucho que hablar en el futuro.
  2. 2 points
    Una banda de guerreros orcos, enemistada en sus propias entrañas, empujada por una promesa de muerte y batalla hasta la cima de la colina rocosa que envolvía la cara norte del Oasis donde un grupo avanzado de centauros del clan Gelkis afilaban sus lanzas día tras día para reclamar con violencia aquella fuente de vida. Menores en número pero exuberantes del coraje de los Grito de Guerra , pobremente pertrechados pero con la astucia de los Filo Ardiente, y toda esta fuerza tras "El Huargo": Gazmuk, hijo de Gazred. Desde la muerte de su padre bajo las lanzas de los hombre-caballo del clan Gelkis Gazmuk Grito de Guerra recorre con los Aulladores los derroteros Baldíos, lejos del frente de su clan, para perseguir un juramento de sangre, otorgar gloria a todos los temerarios orcos que deseen seguirle y forjar hermandades bajo el hacha de guerra. En esta espiral hasta la muerte y mutilación Gazmuk se presentó en El Cruce entre vítores y proclamas a su nombre y el de los suyos, tomando tras de si los guerreros cuyas motivaciones confluían en la batalla o la derrota de los centauros, entre ellos orcos Romu´go y Grolkar. Sobre aquella colina ambos orcos hacían a un lado sus diferencias, pero no así aquella banda de los Aulladores. Romu´go fue aceptado con poco que celebrar en la hoguera de los Grito de Guerra y solo gracias a Grolkar, pronto el joven Filo Ardiente fue amonestado por los suyos y estos miraron con vanidad a Grolkar; un conflicto arraigado en la historia de aquella banda de guerreros afloraba en las vísperas del combate, enfriando la hermandad entre orcos y exponiendo sus debilidades. Gazred fue un líder sabio para los Filo Ardiente de los aulladores, así también para los Grito de Guerra, pero el padre de El Huargo siempre tuvo reservada la ultima palabra para la sagacidad por los que los Filo Ardiente eran reconocidos en su lucha contra los centauros. Con su hijo Gazmuk ahora al mando imperó un orden de igualdad donde los Filo Ardiente en su orgullo no sentían que fueran lo suficientemente reconocidos y los Grito de Guerra veían una retribución por los años de un menosprecio que nunca fue intencionado. A los Filo Ardiente ya poco les importaba ser escuchados, resignados en su destino y en la muerte que vendría bajo un movimiento bélico sin consejo, pero no fue así la voluntad de Grolkar y Romu´go. Tark, el más veterano de los Filo Ardiente, llevó a ambos orcos hasta un extremo de la colina donde otear el puesto Gelkis y elaborar un plan de ataque. El viejo maestro del filo confió en ellos y les dio todo lo que sus ojos habían sabido apreciar de los centauros durante años de combate. Con su voluntad para la victoria y el saber del maestro elaboraron un estrategia tal que tendrían una gran oportunidad para poner el primer pie en aquel Oasis durante mucho tiempo, pero solo si Gazmuk y los otros Grito de Guerra escuchaban el plan esto sería posible y por ello eligieron a Grolkar Grito de Guerra para que su sangre y ancestros comunes abrieran sus mentes al plan. ********* La noche alcanzó rauda mientras los preparativos se llevaban a cabo en el alto de la colina. Romu´go supervisaba el soporte para las rocas que los peones llevaban a cabo mientras que Grolkar tomó un huargo junto a Gazmuk y dos fieles jinetes más. El primero aguardaría junto a las fuerzas de choque hasta que los jinetes asaltasen los campamentos en un golpe relampago y atrajeran al grueso Gelkis hasta los pies de la colina a medida que la rodeaban para dejar caer las grandes piedras sobre los hombre caballo, rematar a los sobrevivientes contra la pared de rocas y arrancar cuanto antes la cabeza del lider Gelkis. En la lejanía el fuego emergió de la densidad formada por la vegetación del oasis y las tiendas centauro a la par que los preparativos eran acabados en el alto de la colina. Cuando el ultimo de los jinetes de huargo pasaba el punto de caída la orden fue dada, el cuerno se hizo sonó como un aullido atronador, y los peones desmontaron el soporte provocando una lluvia de escombros que dejó todo anegado de polvo y cadáveres. Entoces los Aulladores no dejaron ni un segundo más de aguardar por el combate y cargaron contra los supervivientes y la columna de Gelkis que se aproximaba por el otro lado del Oasis. Polvo, estampidas y sombras emergían de la nada contra ti. La ultima de esas sombras fue la de un Gazmuk manco, sobre una pila de hombres-caballo, portando la cabeza de su líder. Mientras los centauros huían malheridos y propinando maldiciones, Golkar y Romu´go remataban al colosal Gelkis que frente a sus propios ojos había derramado las entrañas del maestro de espadas Tark. Ambos orcos caminaron entumecidos hasta el sabio Filo Ardiente mientras el polvo se apartaba y despejaba un nuevo día. Sus ultimas palabras fueron para ambos orcos, palabras llenas de tradición y honor, y el mayor de ellos, su espada, en manos de Romu´go para que el espíritu del maestro viviera a través de ella. // Masteado por @Cernunnos Duración: 2 sesiones de 4 horas aprox Participantes: - @Grol como Grolkar. Habilidades usadas: Hacha de guerra - defensa - advertir/notar - reflejos - fauna - cabalgar - @Nathan como Romu´go. Habilidades usadas: Espadón ligero - defensa - advertir/notar - reflejos - buscar Cernunnos llevará el aspecto técnico y las consecuencias, así como la modificación de cualquier cosa necesaria en este post.
  3. 2 points
    El amanecer de un nuevo día en el Cruce dio bienvenida a la noticia más reciente acerca de la hazaña de la banda de guerra de los Aullantes, liderada por Gazmuk el Huargo. La banda de guerreros de clan conocida por sus numerosas y arriesgadas escaramuzas contra los centauros de los Baldíos había hecho un osado ataque contra los dominios del khanato Gelkis en el oasis del sur. Reduciendo un asentamiento centauro hasta los cimientos y bañando a los llanos con sangre de ambas partes. Los guerreros pronto volverían al puesto orco con las manos llenas del botín obtenido, además de una considerable cantidad de cabezas para la colección. Pero aunque la victoria hubiese sido para los orcos, la celebración fue aciaga y centrada más en lamerse las heridas, pues muchos de los guerreros de Gazmuk habían hallado la muerte en el combate final contra los guerreros del khanato centauro. Tardarían un tiempo en repoblar su guarnición y afilar nuevamente sus armas. Pero todos estaban seguros de una cosa, no sería el último ataque contra los centauros. Esto animó a muchos jóvenes guerreros del Cruce y todos los clanes a seguir este osado comportamiento, y empezar a buscar batallas a lo largo y ancho de los baldíos en búsqueda de nuevas cabezas de centauro que hagan de adición a sus cinturones. Poco tiempo pasó para que las consecuencias de este acto se revelaran. Al parecer los centauros se habían alterado como nunca tras este ataque, y grupos de caza cabalgan a través de las llanuras capturando o masacrando al primer extranjero que encuentren, cosa que ha complicado más el comercio para con el campamento Taurajo más al sur. Más de una caravana de kodos se ha convertido en presa de los crueles hombres caballo, quienes dejan pudriéndose al sol a todo aquello con lo que no pueden cargar. Por otra parte, los asentamientos se han empezado a reunir cada vez más, conformando una aglomeración de aldeas establecidas en el profundo corazón del oasis. Convirtiendo el preciado lugar en un auténtico avispero de brutos cuadrúpedos. //Uno de los asentamientos del clan Gelkis en el oasis este de Los Baldíos ha sido reducido a cenizas por la banda de guerra de los Aullantes. Lo que ha reducido la fuerza de los centauros en la región permanentemente. Ahora grupos de caza de los hombres caballo cabalgan al acecho de desprevenidos viajeros que se atrevan a cruzar los caminos y las areas circundantes al oasis, cosa que aumenta vistosamente el coste de los viajes del Cruce al Campamento Taurajo, y afectan negativamente la cantidad de suministros que entran y salen de ambos asentamientos. No obstante, aunque los centauros estén agitados como avispas enfurecidas, la gran mayoría se ha asentado más profundamente en el oasis, aumentando considerablemente la peligrosidad al acercarse a los asentamientos más centrales, y dejando expuestos a los pocos que se hallan en los bordes del territorio Gelkis. De continuar con este comportamiento, el oasis podría hallar su extenuación y secarse dentro de poco tiempo. //Este efecto dura hasta el 14-6-31
  4. 2 points
    Dicen que el conocimiento se almacena en los libros y tomos que llenan las bibliotecas y estanterías del mundo, pero no todo lo que se sabe equivale a todo lo que se escribe. Esa información expira, pierde validez conforme pasa el tiempo por causas que escapan de nuestro control, y es deber de algunos cerciorarse de que lo que se esconde entre pergaminos, tinta y hojas no es ninguna mentira. Era de noche y lloviznaba, y el hechicero de la Guardia de la Muerte Danforth Harrison se quedaba sin tiempo. En un rincón de la biblioteca del Barrio de la Magia ojeaba los tomos que alcanzaba. Varios libros levitaban alrededor suya para, de un vistazo, comprobarlos todos a la vez mientras tomaba notas en distintos cuadernos y protestaba contra las líneas escritas en esos tratados sobre la magia de Azeroth. Mientras el criomante arrojaba los libros con desprecio y se enfurecía en una tarea que le superaba cada vez más, dos Renegados se acercaban a su rincón en la biblioteca: Logan Heshef y el no-muerto que Danforth envió para que trajera a ese mercenario, ya que quería tener una pequeña charla con él. Básicamente necesitaba comprobar la información que había recogido acerca de los puntos donde las Líneas Ley eran más poderosas en la zona, pero él tenía que hacer una labor de investigación. Necesitaba manos y ojos que hicieran el trabajo de campo por él. La charla fue breve. Prácticamente no hubo ni saludos, sino que fueron al grano mientras Danforth trataba de mantener a raya la demencia, aunque fuese por unos minutos. Durante lo que podía señarlase como entrevista, apareció Irma King. El mago solicitó un voluntario a los Mortacechadores para esta labor de campo, y estos mandaron nada más ni nada menos que a la que hace más de medio año apresó y encerró a Danforth a causa de un brote psicótico que el hechicero experimentó. Se podría decir que son casualidades de la vida, pero se dice que las casualidades, y la vida no es que abunde precisamente en Tirisfal. Dejando un poco el pasado y la locura de lado, Danforth les proporcionó a ambos un mapa con innumerables notas, garabatos y señales entre las que se encontraban remarcadas las zonas que había que investigar y un artefacto que indicaría al grupo la potencia de las Líneas Ley en ellas: una cuchara cuyo brillo era proporcional al de la intensidad de la magia del lugar. Un poco escépticos por el hecho de tener que ir agitando una cuchara por los Claros de Tirisfal bajo una llovizna en plena noche de abril, marcharon directamente a Hacienda Balnir para comprobar esa primera localización, dejando en la biblioteca a Danforth con su cabreo y su locura para que se hicieran compañía. Hacienda Balnir era uno de los sitios marcados entre los que se encontraban también el Camposanto, los molinos de Agamand, el lago Aguasclaras, los Jardines de los Susurros, Molino Ámbar, El Campo Muerto y El Sepulcro. Era obvio que en lo que quedaba de noche no iban a ser capaces de terminar la tarea, pero intentaron finalizarla cuanto antes desde el primer momento. Adanael Brisapura, un compañero de investigación de Danforth, también acudió a la llamada del mago, quién le envió con los otros dos Renegados. Gracias al barro y a la suave lluvia, seguir el rastro no fue complicado para el Sin'Dorei, quien alcanzó a Irma y a Logan justo cuando dejaban ese campo lleno de almas que era Hacienda Balnir. No había gran cosa que llamara la atención, y un pequeño grupo escarlata en la lejanía se enfrentaba a algunas de estas almas en pena, así que no había motivo para quedarse. El siguiente punto que visitaron fue el mayor lago de todo Tirisfal: el lago Aguasclaras. La cuchara brillaba con una intensidad levemente mayor que en la Hacienda Balnir, y Adanael notaba cómo las fluctuaciones de las energías arcanas derivaban al centro del lago, a ese pequeño islote en el que muchas cosas han pasado y muchas tienen aún que pasar. Pero el grupo no tenía intención de perder mucho tiempo, así que marcharon a través de los caminos hacia los Jardines de los Susurros, un sitio peligrosamente cerca del Monasterio Escarlata. Podían haber pasado de largo, dejar el lugar antes de que la cosa se torciera, pero quién sabe qué les motivó a quedarse en una zona frecuentada por los miembros de la Cruzada Escarlata. Muchas veces se ha maldecido ese momento o decisión, pues cuando el grupo se quiso dar cuenta, seis miembros de la Cruzada Escarlata los estaban rodeando. El grupo enviado por Danforth trató de escapar usando la ladera a su favor, pero parecía que Adanael tenía hambre, ya que tragó más suelo y barro que saliva en ese momento. Por suerte o por desgracia no asistió a ese almuerzo él solo, ya que Logan Heshef le hizo compañía posteriormente. Quién iba a decir que la hierba y el barro de Tirisfal eran tan populares. Aún con la posibilidad de huir y dejar a los dos tirados en manos de los Escarlata, Irma decidió quedarse en la distancia y ayudar en lo que fue un combate de tres contra seis. Tras la larga pelea en la que milagrosamente pudieron vencer a esos fervientes extremistas de la Luz, que combatieron con el lema de "victoria o muerte" en sus gritos, tuvieron que volver a duras penas a Rémol, el emplazamiento más cercano en el que podían recibir tratamiento, pues Logan había caído inconsciente a causa de las espadas y un golpe de Luz que le quemó la espalda e Irma había perdido su mano derecha y estaba a punto de perder también la consciencia. Consiguieron llegar a Rémol, donde recibieron un rápido tratamiento que les permitió alcanzar Entrañas junto a una patrulla de la Guardia de la Muerte que se dirigía a la capital. Una vez allí, Adanael dejó al grupo y fue a dar parte a Danforth, quien no mostró más que su demente enfado a viva voz. Fue ahí cuando Danforth decidió tratar el tema él mismo. "Si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú" reprochaba a Adanael con una expresión contraria, pues los ojos le brillaban con ira y furia y la boca sonreía como la de un lunático. Dejó a Adanael en pleno Barrio de la Magia y se marchó, saben la Luz y el Vacío a qué. Información sobre la sesión
  5. 1 point
    Mor'ok Aiz, un poderoso khan Gelkis había estado sufriendo terribles alucinaciones inducidas por las femias de su aldea para calmarse tras todo lo ocurrido. Desde que la noticia de que Gazmuk el Huargo, y su repulsiva peña de invasores orcos habían destruido uno de los asentamientos Gelkis más cercanos a los caminos de los Baldíos. Y por lo tanto habían perdido parte del territorio que poseían en el lado oeste del oasis. ¡Malditos sean todos los débiles orcos y sus ansias de robarles lo que era suyo! ¡Maldito sea Gazmuk el Huargo, y su banda de guerra asesina de centauros! ¡Malditos sean los frágiles guerreros de Korkash que se dejaron derrotar con tal facilidad! El enorme khan se libró de su trance solo con ayuda de su enojo, y salió de la tienda solo para darle una paliza al primer desgraciado que se cruzara en su camino, para su infortunio ningún otro centauro se atrevió a interponerse en su camino o plantarle cara. Aunque tan pronto como el jefe le diera la espalda a sus subordinados, las miradas dudosas se clavaban como flechas en su espalda. Sabía que quedaban suficientes centauros en el oasis como para exterminar a una amenaza así si se volvía a presentar, de hecho, había llegado a sus oídos que la cruenta batalla casi había extinguido la vida de todos los invasores que se habían atrevido a atacar sus dominios. Sonrío para sí, necesitarían a una legión entera de guerreros de clan para arrebatarles su preciado oasis. La perdida de uno de sus asentamientos no significaba nada, con el tiempo necesario volverían a erigirlo y fortificarlo. No permitiría que los orcos volvieran a entrometerse en sus tierras sin un escarmiento, y conocía la medida perfecta para su escarmiento. Ahora su sonrisa de dientes partidos se iba ensanchado cada vez más conforme galopaba hacia la tienda más alejada de la aldea. Al ingresar, le dio la bienvenida un guerrero apaleado, una de sus patas carecía de pezuña y su rostro se había desfigurado al punto que debía concentrarse para hallar sus ojos mientras le hablaba. Era el mismo que le había traído la noticia de la desaparición del asentamiento y el ataque de los orcos. Lo enviaría pronto a dar el mensaje al resto de centauros a lo largo y ancho del oasis. Mor'ok se giró, y salió de la tienda. Necesitaba volver a sus asuntos, que claramente eran más importantes que todo este desastre causado por unos simples alborotadores de piel verde. Aunque muy en el fondo, un nerviosismo que creía haber aplacado hace mucho tiempo volvía a florecer en sus entrañas. Oasis de Sangre
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