El Bendito y los peregrinos

[Stannis the Mannis 1.018]

"Tú estás aquí por tu propia voluntad"

 

Era ya noche en aquel pueblo olvidado, donde residían menos de tres decenas de hombres, entre miembros del Alba Argenta como algún que otro colono o devoto. Y había esta gente ahí porque todos guardaban y veneraban la tumba de un bendito de la caída de Lordaeron: Wallace el Humilde.

Wallace era un joven iniciado de la Mano de Plata cuando un orco le arrancó de cuajó el ojo derecho. A raíz de eso, sufrió de sueños proféticos y cuando más de uno se hizo realidad, tendieron a decir que la Luz le había concedido el don de la premonición a cambio de media vista. Pero Wallace no fue nombrado bendito hasta tiempo depúes, cuando gracias a sus sueños pudo reunir a grupos de personas que llevó a vivir al sur, costeando él todo, fundiendo oro, vendiendo su maza y armadura, quedando con humildes y desechadas ropas. 

El bendito hombre había vuelto al hogar de nacimiento, cuando el Azote llegó a consumir toda vida y fue allí donde pereció, hundido en el barro intentando salvar a sus viejos conocidos. Los Nigromantes del Azote impendieron que los necrófagos devoraran su cuerpo, el cual profanaron dibujando runas con cuchillos, escritos blasfemos en su piel y dejándolo colgado de la iglesia local. 

Cuando tiempo después los ejércitos combinados de la humanidad pasaron por ahí, encontraron el cuerpo del bendito, que fue rescatado y sepultado en el mausoleo del pueblo, luego de ser purgado de todo mal. Este lugar fue custodiado por un pequeño regimiento de hombres, que luego pasarían a ser parte de la Cruzada Escarlata y actualmente del Alba. ¿Por qué defender tal lugar con tal recelo? Porque desde que fuera enterrado el bendito, algunos decían haber visto y escuchado partes de sus vidas pasadas cuando estaban en las profundidades del mausoleo, algunos hasta afirmaban ver al bendito Wallace, tal como lo encontraron: profanado y torturado.

El lugar estaba bastante apartado y abandonado, pocos peregrinos habían llegado en meses.. hasta que dos hombres llegaron pues en la Tumba de Uther no tuvieron suerte, estaba demasiado llena y este lugar estaba vacío. 

Las gentes y Albas, quedaron extrañados por sus conductas: Un cojo tuerto parecía saltar las montañas con su ímpetu, pero cuando quiso entrar en el mausoleo, parecía aterrado ... y al salir, un silencio sepultar y rostro congestionado iban acompañados por una mirada -de un solo ojo- lleno de determinación. Lo que allí abajo vio le cambio sutilmente, pero dan testigo de que parecía más embalantonado, calmado y voluntarioso.

Después de repartir cenas, bajó el otro peregrino, un hombre rubio con apariencia clerical. Este entró con humildad y temeroso, pero cuando salió empezó a vocifear que la Luz estaba de su lado, que la redención sólo se obtendría superando el mayor de los retos, que la carne es débil y que las armas mortales no le ayudarían en su camino redentor... Tomó una rama y juró acabar su hazaña usando solamente sus habilidades y ese palo.

 

Pocos conocían la tumba de Wallace, mucho menos al bendito, pero estaba demostrado que lo que él fuera en vida y ahora, cambiaba a la gente, para bien o para mal. 

 

Participantes y habilidades
@Stannis the Mannis Elegost Faler: Religión (Iglesia de la Luz)
@SwordsMaster Tiagus Rollers: Atletismo-Advertir/Notar-Determinación

 

Editado February 19, 2019 por Stannis the Mannis