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Nuvalia

Margot Tanner

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(Imagen cortesia de Rokhen, gracias!)

  • Nombre: Margot Tanner
  • Raza: Humano
  • Sexo: Mujer
  • Edad: 25
  • Altura: 1,70
  • Peso: 65
  • Lugar de Nacimiento: Ventormenta
  • Ocupación: Medicina

Descripción física:

- Pelo rubio.

- Ropa sencilla pero limpia, sin pretensiones.

- Aspecto esmerado, de quien cuida bastante su higiene personal.

- Piel blanca, denota a alguien que no ha tenido que realizar trabajos físicos. Aunque posee piernas fuertes, habituadas a largas caminatas.

- Complexión algo rellena sin entrar en obesidad.

- Ni tatuajes ni marcas especiales

 

 

Descripción psíquica:

- Cierta religiosidad, fruto de su educación.

- Buena amante de los niños.

- Poco dispuesta a entablar relaciones amorosas, no son precisamente su prioridad.

- Buena memoria.

- A primera impresión puede comunicar algo de ingenuidad.

- Tendencia a marearse en barco

- Algo miedosa, aunque intenta sobrellevarlo

- Gran capacidad de empatía

- Terriblemente curiosa.

- Por fuera denota serenidad, aunque en su interior hierba la inseguridad.

 

 

 

Historia

 

- Margot ya tiene doce años! Ya es hora querida!

Simon Tanner reflexionaba con su mujer Tabatha acerca del futuro de su hija. Su caro jubón de zorro de Crestagrana desentonaba en aquel maloliente almacén atestado de pieles curtidas en el puerto de Ventormenta.

- Querida, nos ha ido bien en el negocio, ese contrato con el ejército nos ha dado más oro del que necesitamos. No quiero que nuestra hija tenga que ensuciarse las manos curtiendo pieles, podemos permitirnos darle una buena educación, debemos mandarla a la abadía de Villanorte, allí será instruida como una paladin o sacerdotisa de la santa luz, eso nos dará prestigio. El oro no es problema.

- Oh querido Simon, pero es nuestra única hija, es tan joven y frágil. La voy a echar de menos - Tabatha contemplaba cómo los operarios cargaban el barco con sus pieles curtidas, otro embarque hacia Rasganorte..

Así fué como Margot Tanner, hija de curtidores acaudalados ingresó en la abadía de Villanorte para adquirir una educación acorde con el nuevo estado social de sus progenitores. Paso 4 años aprendiendo historia, gramática, etiqueta y, por supuesto fue iniciada en el camino de la santa luz.

Fue a la edad de 16 años cuando recibió la noticia, sus padres habían caído enfermos, un extraño mal parecía haberles atacado simultáneamente. A Margot se le concedió un permiso especial para asistirlos.

La imagen que recibió a la joven fue de lo más descorazonadora, sus padres yacían postrados en cama, víctimas de una inexplicable parálisis que se iba apoderando lentamente de sus cuerpos. Ninguno de los bien pagados médicos sabía de dónde les venía el mal. Margot, desesperada fue a tomar la mano de su padre.

Fue entonces cuando lo notó, fue una especie de corriente que recorrió su brazo y le hizo brincar el corazón. No sabia que era aquello, pero tuvo la certeza de que sus padres iban a morir. Miró a su alrededor, impotente, implorando a los médicos que hicieran algo, no importaba el precio del tratamiento.

Dos días después los padres de Margot eran sepultados en el cementerio de Ventormenta.

Aquel hecho hizo que Margot tomará una decisión, no volvería a dejar que la invadiera la impotencia delante de la enfermedad o el sufrimiento de sus semejantes.

Decidida a aprender los secretos de la medicina fue tomada como aprendiz del maestro cirujano Grumman Eldher, de quien durante nueve años estuvo aprendiendo el arte de la medicina. Demostró tener ciertas dotes para la cirugía y la herboristería, no en vano había pasado su infancia ayudando a desollar animales en casa de sus padres y utilizado diversas hierbas para curtir sus pieles. Margot ayudaba a Grumman en sus visitas y atenciones a los ciudadanos de Elwynn. Solo en otras dos ocasiones volvió a notar esa especie de corriente que parecía recorrer todo su ser, los pacientes murieron poco después, aquello la aterrorizaba, por eso decidió sobreponerse a tal efecto, creyéndolo algo maligno, guardando el secreto en lo más profundo de su mente.

Habiendo ya concluido su aprendizaje básico, busca establecerse como médico al servicio de alguna organización en Elwynn.

 

(*) NOTA: La afección de los padres era intoxicación por mercurio, algo muy común en curtidores que empleaban ese producto como mordiente.

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Una doctora en Elwynn:

La imagen del dispensario no era agradable para alguien no acostumbrado. La guerra gnoll había hecho estragos entre los habitantes de Villadorada. Margot tuvo que hacer de tripas corazón, ella estaba  habituada a heridas y enfermos, pero solo las que se hacían los granjeros con sus aperos, aquello era realmente dantesco, horribles mutilaciones, trozos de carne arrancados, su corazón se estremecía ante cada grito de dolor de los heridos. ¿Realmente el mundo era tan horrible? ¿Como es que no le habían dicho nada de esto en la abadía?

Al ser recién llegada se le asignaron los casos mas sencillos, limpiezas, suturas, y alguna que otra amputación. Aun así el ambiente era opresivo. Margot estaba realizando las primeras preparaciones para una amputación de pie a un soldado herido, siempre le resultaba difícil el trato con el paciente en esas situaciones.

- Tengo 20 años apenas, y ya no podré continuar mi carrera en la milicia... - el soldado miró a Margot suplicante - ¿No podeis salvar mi pie doctora?

- Me temo que no es posible Michael - siempre procuraba llamar a sus pacientes por el nombre, eso daba confianza - ha empezado a gangrenarse, si no lo amputamos vuestra vida corre peligro. Aun así podréis implantaros uno de madera, mucha gente lo hace - la doctora tomo la mano del soldado para consolarlo un poco.

Lo notó, fue una especie de calambre, algo que recorrió todo su brazo hasta llegarle al corazón. Retiró la mano asustada.

 

(...)

"Apreciados señores Cummings:

Es mi doloroso deber comunicarles el deceso de su hijo Michael hoy en el dispensario de Villadorada. A pesar de que externamente solo presentaba gangrena en un pie existían múltiples heridas internas que han provocado un fallo del corazón que los médicos no han podido evitar a pesar de sus esfuerzos.

Su valor y valentía en combate han quedado probados mas allá del deber de un soldado. El reino agradece y agradecerá eternamente el sacrificio del soldado Michael Cummings en defensa de todo aquello que es honorable, reciban mi mas sentido pésame en estas horas amargas.

La luz les bendiga

Fdo: Capitan Friedrick Hoffman"

El canoso oficial metió el folio en un sobre, lo sello con lacre y, con gesto cansado, lo coloco en la atestada bandeja de correo con idénticos sobres...

 

Editado por Nuvalia

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OFF-ROL: HERBORISTERIA

Margot, como buen médico tiene conocimiento de herboristería, parte de su rol es buscar hierbas. He aquí el sistema que uso para que el rol resulte coherente.

(1) Confecciono una tabla con las hierbas de Elwynn y su rareza ponderada en probabilidad de encontrarlas:

  • Acerita salvaje (1-5)
  • Hierba cardenal (6-10)
  • Hojaplata (11-25)
  • Flor de paz (26-40)
  • Raíz de tierra (41-50)
  • Vidarraíz (51-60)
  • Marregal (61-70)
  • Solea (71-80)
  • Pálida (81-85)
  • Carolina (86-90)
  • Hierba inservible (91-100)

(2) Efectuo dos tandas de tiradas de tres d100 para ver que encuentro y en que cantidad (redondeado a la baja):

En un primer caso los resultados han sido:

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Con lo que, en esta ocasión, habría obtenido lo siguiente:

  • Hojaplata: 400 gramos
  • Raíz de tierra: 800 gramos
  • Marregal: 300 gramos

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Eliminado inventario
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Extracto de libro mayor del hospital de Villadorada:

 - 20/01/2017 -

Margot Tanner, doctora formada en Villanorte

Tras una entrevista con su director entra a trabajar en el dispensario de Villadorada.

Sueldo 12 platas al mes.
 

Spoiler

 

Diario de cobros/gastos

22/02/2017 -> Generado +3 platas por venta de hierbas

Ingresos: 12+3 = 15 platas

Gastos: 6 platas

Total ingresado: 9 platas

22/03/2017

Ingresos:
Sueldo: 12 platas
Venta de hierbas: 5 platas
Participación extra en eventos: 5 platas

Gastos:
Mantenimiento: 6 platas
Viaje a Dun Morogh: 2 platas

Total: 14 platas 

22/04/2017

 

 

Editado por Nuvalia
Actualizacion cobros (Marzo)

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¿Por que hago esto?

Las sombras del bosque de Villadorada ya hacia horas que habían vencido su batalla diaria contra la mortecina luz de los días de invierno.

En una de las prósperas granjas de la zona una titilante vela rompía aquel manto negro que había sumido en profundo sueño a las criaturas nobles de aquel paraje. 

Margot escrutaba las páginas de un voluminoso libro.

- Luz divina...¿que era la transmutación ligera?, recuerda Margot....recuerda.

Rasgaba pacientemente unas hojas de vitela, resolviendo igualdades, modelando reacciones.

- Destilación en frío de estambres de salviargenta de montaña, reducción con alumbre vivo...

A cada resolución aparecían nuevas variables, nuevas posibilidades 

- Demasiado inestable - Margot desechó el escrito con la tinta apenas seca y tomó otra vitela.

La doctora se quedó un momento meditando frente a aquel nuevo pergamino en blanco ¿Como había llegado a esto? Este tipo de alquimia no iba con ella. ¿Que le impulsaba a dedicar unas valiosas horas que bien podrían haber aumentado sus dones de sanadora a aquel tipo de preparados?

La Luz, la Santa Luz, siempre estandarte de todo aquello que es honorable, bueno y honesto. Si, ¡por eso lo hacía!, por la verdadera fe en la Luz que se expresa en obras y llena los corazones de misericordia hacia nuestros semejantes. Por esa fe que no se envanece, que no se irrita, que no estima a cada cual como inferior. 

Por esa luz que conoció cuando niña.

 

Tapices mortales

Un haz de luz se dejó traslucir por la ventana, fue a parar a unos parpados cerrados hacía escasas horas,  sacándola de su turbulento sueño, se había quedado dormida en su banco de trabajo ¿Cuánto rato había pasado?. Levantó la cabeza y recordó donde estaba, se levantó con nerviosismo y se encaminó hacia la jofaina.

La doctora esbozó una sonrisa de satisfacción. Tres pequeñas hebras de color blanco en el fondo del vaso de precipitado le indicaron que ya podía devolver el libro, lo había logrado.

 

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( PS: El explosivo tendria como equivalente actual la nitrocelulosa, por razones evidentes el proceso de fabricacion contiene invenciones de la autora. )

 

Afanándose en un viejo telar, Margot trabajaba como una granjera mas a la fresca sombra de los fresnos del bosque de Villanorte, aunque su rostro mostraba una sonrisa no del todo inocente.

A media tarde el tapiz, que representaba un blasón de un peculiar color rojizo, estaba terminado.

 

Venganza o conciencia.

- Es tu deber, ¡no pueden hacerse con el barrio! ¡Hazlo! ¡Por la verdadera fe! - Multitud de voces se agolpaban en la cabeza de la joven doctora en aquel húmedo sótano.

Mirando fijamente aquel tapiz blasonado, meditaba acerca de la acción que estaba a punto de cometer. Podían morir muchas personas ¿justifica esto el que la verdadera fe triunfara? ¿acaso esas personas si eran buenas no irían al seno de la luz? Si, era un mal por un bien mayor...

Estaba decidido

Margot doblo con sumo cuidado el tapiz, lo envolvió con una vitela fina de cuero. Se encaminó hacia la parte de atrás de la casa para que nadie la viera. Una vez allí tomó una pala del establo y empezó a cavar, el hoyo debería ser profundo.

Aquella tarea le llevaría varias horas.

 

Editado por Nuvalia
Resolución del episodio
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Algo se rompe

Tumbada boca abajo, Margot yacía en la cama de la casa que le hubieran asignado las autoridades a ella y a sus compañeros en Stromgarde. La espalda le ardía terriblemente, ella sabía que las heridas eran más dolorosas que otra cosa, el látigo que habían empleado los inquisidores no tenía puntas de acero. Sin embargo algo más que laceraciones, pensamientos encontrados, atormentaban su mente.

¿Era realmente esa la luz que a ella le habían enseñado?

¿Una luz al servicio del poder?

'Que nadie se enseñoree de tu fe' - Solía decir Grumman Edhler su amado maestro

¿Que era entonces aquello? En teoria personas defensoras de la luz, que antes habría considerado amigos suyos, la habían castigado por actuar conforme a los tres férreos principios. Aun así estaba decepcionada, su confianza en aquella institución que le había enseñado cuanto sabía se había roto, se sentía traicionada y vejada. Su conciencia estaba tranquila, pues tan solo el sentido más puro de lo correcto había guiado sus pasos.

¿Porque se la había condenado pues?

¿Acaso hay más de una interpretación de la luz?

¡No y mil veces no! - se repitió a sí misma - La luz es lo primero y lo último, el inicio y el final de todas las cosas, no se le puede poner grilletes.

Entonces si eso no representaba la luz ¿donde estaba la auténtica sagrada?

Su mente retrocedió hacia una conversacion que habia tenido con aquel extraño ser, Draenei decía ser, hablaba de la luz con suma familiaridad y serenidad. ¿Como era el sitio?... debía aprender de la fuente de la luz misma.

Estaba lejos. Antes era necesario hacer preparativos, soportaría la vergüenza de aquel abalorio de la luz y aguantaría con resignación lo que Bistop, el director del hospital de Villadorada, le dijera de vuelta a Elwynn, pero nadie debería saber su verdadera intención.

Margot apartó todas sus prioridades, tan solo un objetivo, cuyo nombre apenas sabía pronunciar, llenaba sus aspiraciones.

Exodar

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Lejos, mas lejos

Poco a poco aquellos extraños seres fueron abandonando la plaza, todos portaban un semblante triste y taciturno. Margot apenas había podido articular palabra, en silencio, con la vista empañada en lágrimas se mantenía inmóvil frente a la fuente de aquella extraña, aunque hermosa, plaza. Su mente era un hervidero ¿cómo podía haber pasado?.

Retrocedió al momento en que tomaba uno de los escasos barcos desde Ventormenta a la isla Bruma Azur, la habían aceptado como médico, aun así aquellos.  El viaje fue largo y duro, la doctora arribó a las vistas del puerto Costa Oscura y pudo ver en la lejania, tal vez por primera vez para un humano, unas figuras de orejas picudas afanarse en el apareo de las naves. Cuatro días después arribó a las costas del Exodar, estaba excitada. por fin su sueño de aprender directamente de la luz sería realizado, uno de ellos se lo había prometido.

Suspiró lentamente, todas las penurias del viaje le parecían ahora una nimiedad, comparado con el terrible dolor que atenazaba su corazón en ese instante.

- Humana....Margot, se nos encargo que cuidáramos de ti y te enseñáramos el camino de la luz - sintió como una fuerte mano se posaba sobre su hombro. Una de las draenei le estaba hablando.

- Si, ¿podeis darme un momento por favor? - Margot miró a la draenei quien asintió y se alejó en dirección a la salida del recinto.

Lentamente de acercó al centro de la plaza, se quitó la flor que llevaba en el pelo y la dejó flotar en el agua de la fuente. Unas palabras, acudiieron a sus labios, articulándose en apenas un susurro.

- No se donde estés ahora querida amiga, pero te deseo que sea un lugar mejor. Siento tu ausencia como una saeta clavada en mi corazón. Esto no debería haber ocurrido. Tenias que enseñarme ¿recuerdas?. Aun asi, dicen que desde donde estas puedes vernos y oirnos, solo tengo un deseo en mi corazón ahora mismo: No te defraudaré Edil, amiga mia.

Editado por Nuvalia
Por Lore Margot no puede haber tenido trato directo con Kaldorei, corregido ese tema
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Margot se hallaba en el dispensario del casco antiguo de Villadorda, como de costumbre. Hacia ya tiempo que quería ordenar sus viejos papeles, así que, en esa tranquila tarde, se decidió por fin a hacerlo.

Una ornamentada vitela llamó su atención de entre los legajos que atestaban el viejo arcón:

Juro por la Santa Luz y por todos los dioses y diosas de Azeroth, poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. 

A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él participará de mi mandamiento y si lo desea participará de mis bienes. 

Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos del que me enseñó a mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo con la ley médica, y no a otras personas.

Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo.

Viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura, alejando mi alma de cualquier arte oscura o demoníaca, siendo fiel a las siete virtudes de La Luz: Honestidad, Amor, Prudencia, Equidad, Tenacidad, Templanza y Compasión.

A cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres.

Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.

Antepondré la vida de los seres de la Luz ante todo. Si tengo la oportunidad de salvar una vida, me sentiré agradecida. Cuando deba asistir a una vida que termina lo haré evitando el máximo sufrimiento y dolor posibles.

Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrada por todos los hombres y mujeres. 

Lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjura.

 

Hacía mucho tiempo que no leía estas palabras, fueron las que un día que ahora se le antojaba lejano le marcaron el camino a seguir en su vida.

¿Había cumplido?

¿Era fiel a lo grabado en esa vitela?

Reflexionó un instante, con la duda rondando su cabeza. 

Con una leve sonrisa enrolló el escrito en un lienzo limpio y lo guardo en la pechera de su túnica, lo llevaría siempre encima para recordarlo. Estaba satisfecha, aunque había un pequeño reborde que limar...

Editado por Nuvalia
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Un buen motivo

Ya era la segunda falta, y estaban las nauseas matutinas. Multitud de ocasiones había visto esos síntomas en persona ajena. Ahora las notaba en carne propia, no había lugar a duda alguna.

¿Lo tendría? Por supuesto.

¿En el barrio pobre? Ni hablar

"Jamas traeré a este mundo cruel una vida inocente" Esa frase resonaba burlonamente en la mente de Margot.

Discretamente, recogió las pocas pertenencias de que disponía y dejo una nota para el director Bistop del hospital de Villadorada. 

- Si al menos no me hubieran robado la mula, no tendría que ir a pie. - Contempló con cierto pesar aquellas calles de la villa que ahora despertaban al alba de un sol privameral, quizás no volvería a verlas.

Maquinalmente sus pasos se encaminaron al casco antiguo.

Era una carga que debía compartir.

Editado por Nuvalia
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