Saltar al contenido

Buscar en La Comunidad

Mostrando resultados para etiquetas 'tótem siniestro'.

  • Buscar por Etiquetas

    Añade etiquetas separándolas con comas.
  • Buscar por Autor

Tipo de Contenido


Foros

  • Noticias y Normas
    • Novedades
  • Azeroth
    • Kalimdor
    • Reinos del Este
    • Rasganorte
    • Pandaria
    • Mensajería
    • Comercio
  • Archivo
    • Fichas
    • Historias
    • Guías
  • Parlamento
    • Sugerencias
  • Varios
    • Cajón de juguetes
    • Presentaciones y Despedidas
    • Arte y Novelas
    • Multiverso
    • Afiliados
  • Histórico
    • Noticias y Normas
    • Azeroth
    • Archivo
    • Parlamento
    • Varios

Buscar resultados en...

Buscar resultados que...


Fecha de Creación

  • Comienzo

    Fin


Última Actualización

  • Comienzo

    Fin


Filtrar por número de...

Registrado

  • Comienzo

    Fin


Grupo


About Me

Encontramos 2 resultados

  1. Sanguine

    [Historia] Kunghen

    (Exageración: Puede que la imagen no se ajuste a la realidad) Nombre del Personaje Kunghen Raza Tauren Sexo Hombre Edad 32 Altura 2,48m Peso 320kg Lugar de Nacimiento Aldea Brumafunesta (Cercanías de Pináculo de la Nube Negra) Ocupación Mercenario / Peón de armería Descripción Física Físicamente se encuentra entre los más corpulentos y grandes de su raza, aunque su pelaje le sitúa directamente en una de las tribus que peor reputación ostentan. Por lo tanto, es descrito principalmente como una figura temible, oscura y de inquietante tamaño. Su pelaje es completamente negro, de amplia melena y trenzada barba, portando una larga cornamenta de tono tostado. Su mirada es oscura, difícil de distinguir salvo por los dos ojos amarillentos y centelleantes que observan el entorno con una perpetua expresión de inquina. Su morro es corto pero de fuerte mentón, adornado por una argolla de metal que pende de su nariz. Sus manos poseen unas duras y negras uñas, afiladas a propósito, y sus gruesas pezuñas acompañan su paso con el clamor propio de su considerable peso. Sobre la piel luce cuantiosas cicatrices, la mayoría ocultas tras la frondosa cantidad de pelo, que eventualmente se muestra adornado por pinturas ceremoniales o de guerra. Viste con la sencillez tribal propia de cualquier tauren, empleando mayormente cuero y armadura, aunque se esfuerza en ampliar el uso de materiales resistentes orientados al combate pesado. Se acompaña de un portentoso escudo y de una lanza. Descripción Psíquica Caótico - Neutral (Malvado) Cuando se piensa en los Tauren, en general se toma la idea de criaturas de gran altura, fuerza y sabiduría. Así como de un modo de vida apacible, recio y dedicado al culto a la Madre Tierra. Pero cuando se trata de esos que, en lugar de a tan benevolente deidad, veneran sobretodo a la misma muerte… las cosas cambian radicalmente. Esa es la cuestión cuando se trata de Kunghen. Su cabeza está orientada para la brutalidad de la guerra, habiéndose convertido en un instrumento en sí mismo para matar mediante su cuerpo o cualquier arma de la que pueda disponer. Por si ello fuera poco, parece estar algo demente y si las circunstancias son poco propicias puede entrar facilmente en el fragor de las hostilidades. Cuando lo propicio es una pelea, pues también. Cincelado por una vida extremadamente dura, junto con su inagotable deseo de venganza, parece buscar principalmente retribuir su sed de sangre con casi cualquier oportunidad que le permita tener un encuentro violento. Es todo menos lo que se espera encontrar de un habitual Tauren, taimado y sereno, en su lugar muestra un carácter hosco, sombrío y poco hablador. Sin embargo, existe la posibilidad de que en el fondo de su ser continúe latente una pequeña chispa de benevolencia, si es que no se ha extinguido ya fruto de una vida de inagotable lucha. Tal vez pueda aprender algo más de la vida, o quedar atrapado en lo único que conoce. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Posiblemente, algún día Kunghen morirá de la misma forma que vino al mundo: entre gritos y sangre. Vino a la vida significando la muerte de su progenitora, habiendo provocado un parto demasiado complicado para que cualquiera de los dos pudiera sobrevivir. El afortunado aquella calurosa mañana, sobre las yermas y polvorientas estepas del Kalimdor central, fue un ternero de tauren negro como el azabache y demasiado grande para lo normal en un recién nacido. Su padre, un severo Grimtotem, entregó su primogénito al cuidado de las sabias y siniestras matriarcas del Clan, hasta que alcanzara la suficiente edad. Llegado el día, regresaría para llevárselo e introducir a su hijo en una vida de violencia, con el único fin de crear a un brutal guerrero como era costumbre en la tribu. Mientras otras veneraban a la Madre Tierra y aprendian los ritos tradicionales, ellos se entregaban a seguir una senda marcada por la sangre y la guerra. Para el joven Kunghen, el día a día consistía en sobrevivir a los constantes entrenamientos y competir frente al resto de la camada que había crecido en el poblado del clan, aunque la mayor parte de las pruebas se daban fuera de este. Su tamaño le otorgaba ya desde pequeño cierta ventaja frente a sus rivales, aunque también le colocaba como el primero al que se pretendía derrotar. Atrayendo todos los golpes por costumbre, Kunghen aprendió a luchar sin miramientos y de manera salvaje. Pura supervivencia, la ley del más fuerte. La comida y todo cuanto pudiera necesitar debía ganárselo por la fuerza, dado que sus dotes de caza eran las menos afinadas. Robar o hacer las cosas a escondidas eran difícilmente posibles para él, por lo tanto ir de frente se convirtió en su conducta habitual, así como pagar el precio de la sangre si deseaba conseguir algo que llevarse a la boca. Cuando no era duramente entrenado para luchar y desarrollar al completo su potencial físico, trabajaba en las tareas más pesadas del Clan para ganar su sustento. Sin embargo no tardaría en hacer aquello que realmente se esperaba de él: matar. Durante generaciones la vida de todo tauren en la vieja Kalimdor lidiaba con su principal enemigo: los centauros. Asimismo Kunghen dio cuenta de su entrenamiento frente a los implacables hombres-caballo desde muy pronta edad. Su progenitor así lo procuraba. La guerra y el combate era todo cuanto importaba, Gokothan le educaba para convertirle en un arma mucho más allá del tauren que era. Sin embargo, todo iba a cambiar así como la oportunidad de convertirse en un digno guerrero del clan. Su padre murió poco antes de ver a su primogénito enfrentarse al rito de la madurez, que le probaría además si era digno del reconocimiento de los demás guerreros del Clan y ocupar su lugar entre ellos. Ese honor le fue negado tras decirse que había sido incapaz de mantenerse al lado de su progenitor, considerando que no se podía confiar en alguien que pasaba por alto estar donde se le necesitaba. Kunghen fue sorprendido volviendo de caza, encontrando el cuerpo sin vida de Gokothan a las puertas del poblado. Ulkaquem y su propio hijo eran quienes lo habían traído desde las planicies del sur, donde se concentraba una reciente actividad de centauros. Tanto él como el joven aspirante a guerrero, Q'atchak, relataron la decisión que habían tomado de repeler el avance de un grupo de aquellos bárbaros semi-equinos, que habían merodeando demasiado cerca del poblado. Se echó en falta la presencia de Kunghen, cuya participación habría sido diferencial en el destino de su padre. Si no entendía qué lugar le correspondía, no merecía ser llamado guerrero. Desde entonces fue repudiado por todos, desde los Totem Siniestro que lo señalaron con vergüenza, hasta en las demás tribus que le miraban con recelo. No obstante, entre algunas tribus nómadas como los Correbrumas, hay unos pocos tauren que conocen su nombre. Fruto de los rumores acerca de un viejo chamán tauren que supuestamente le habría acogido y salvado la vida después de encontrarle vagando sin rumbo y agonizando. La mayoría de estos rumores cuentan una historia que no habla nada bien de Kunghen. Se especula que la hija del mismo hubiera muerto en extrañas circunstancias y que el susodicho Totem Siniestro hubiera caído en algún tipo de demencia. No se conoce abiertamente cómo están relacionados ambos hechos. Lo que sí se sabe, es que tanto al viejo chamán Tahamuk como al violento Kunghen se les ha podido ver merodear las aldeas del Kalimdor central, aunque muy rara vez juntos. De modo que solamente la llegada de los orcos permitió que encontrara un lugar estable donde ser medianamente aceptado, y sus cualidades empleadas en algo útil. Así pues, Kunghen ha participado, aunque no de manera relevante hasta la fecha, en algunos conflictos importantes junto a la Horda. Su colaboración como mercenario rara vez desmerece cuando se trata de entablar combate directo con algún enemigo común, de modo que en algún punto de su vida desarrolló cierta inclinación hacia el honor y la lealtad, aunque es tan pobre que habitualmente se le tiene en cuenta como un bruto sin control. O que sencillamente encaja con facilidad en el perfil de un guerrero berserker o meramente carne de cañón. Desde entonces vive sólo en su propia choza situada en una pequeña loma montañosa desde donde puede observar el asentamiento de El Cruce. Los curiosos que se han atrevido a acercarse comparten chismes acerca de un funesto altar donde aparentemente ofrenda los trofeos de sus más loables combates. Quienes conocen la tradición tauren sabrán reconocer el culto a sus ancestros Totem Siniestro, venerando así a los guerreros del pasado, pero no dejarían de encontrar incómodo el ofrecimiento de elementos tan desagradables como unas sanguinolentas cabelleras de centauro, cuanto menos. Actualmente se dice que, salvo cuando trabaja eventualmente en las armerías, se le asocia con un merodeador de los caminos que reta habitualmente a cualquier viajero capaz de entablar un duelo. A veces incluso cortando el paso a cambio de un peaje “por su seguridad”. Orcos, trolls e incluso otros tauren han compartido experiencias con dicho misterioso guerrero, alegando que es un adversario molesto y en ocasiones difícil de derribar, pero muchos otros afirman con seguridad de que se trata del mismo Kunghen. No serian pocas las veces que probaría su temperamento en el interior de la taberna cuando algún insensato le ha importunado, tanto por despiste o intencionadamente, y no son pocos los guardias que así lo confirman. En general se le toma por un tauren peligroso, aunque potencialmente útil si se sabe dirigir su ira hacia objetivos más provechosos. La cuestión es... ¿Hay algo de cierto en todo eso?
  2. Sanguine

    [Ficha] Kunghen

    Nombre: Kunghen Atributos 9 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 5 Percepción Valores de combate 36 Puntos de vida 18 Mana 7 Iniciativa 10 Ataque CC (Lanza Lig.) 10 Ataque CC (C.C.aC.) >8 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo 1 Lanza Lig. 1 C.C.aC. 1 Martillo/Maza de mano Destreza 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar Inteligencia 1 Supervivencia 1 Tradición/Historia 2 Herrería 2 Peleteria 1 Religión (Cham.) 1 Sanación/Hierbas Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Comercio 1 Rastrear 2 Reflejos Escuelas/Especializaciones
×
×
  • Crear Nuevo...