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ILUSDN

Roler@
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Mensajes publicados por ILUSDN


  1. Agrego algunas armas que me parecieron interesantes:

     

    130425.png

    Link al item: http://es.wowhead.com/item=116646/martillo-de-acero-forjado

    Nombre del item: Martillo de Acero Forjado

    una Mano (Martillo): displayid:130422

     

    72025.png

    Link al item: http://es.wowhead.com/item=118083/alfanje-del-almirante-taylor&bonus=0

    Nombre del item: Alfanje del Almirante Taylor

    una Mano (Espada):  displayid:72025

     

    130524.png

    Link al item: http://es.wowhead.com/item=141610/hoja-corta-de-guardia-de-colera

    Nombre del item: Hoja corta de guardia de cólera

    una Mano (Daga):  displayid: 130524

     

    130520.png

    Link al item: http://es.wowhead.com/item=140557/hoja-rauda-del-bastion-celestial

    Nombre del item: Hoja rauda del Bastión Celestial

    una Mano (Espada):  displayid: 130520

     

    117640.png

    Link al item: http://es.wowhead.com/item=91397/desgarradora-de-gladiador-tiranico

    Nombre del item: Desgarradora de Gladiador tiránico

    una Mano (Arma de Puño):  displayid: 117640

     

    130131.png

    Link al item: http://es.wowhead.com/item=116644/daga-de-acero-forjado

    Nombre del item: Daga de acero forjado

    una Mano (Daga):  displayid: 130422

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  2. Atributos
    6 Físico
    7 Destreza
    6 Inteligencia
    7 Percepción

    Valores de combate
    24 Puntos de vida
    18 Mana
    9 Iniciativa
    9 Ataque CC Sutil (Puñales)
    9 Defensa
    Habilidades
    Físico
    1 Atletismo
    Destreza
    2 Puñales
    1 Escalar
    2 Defensa
    1 Nadar
    2 Sigilo
    Inteligencia
    1 Fauna
    2 Sanación/Hierbas
    1 Supervivencia/Cazar
    1 Venenos
    Percepción
    1 Advertir/Notar
    1 Buscar
    2 Rastrear
    2 Reflejos

    • Nombre: Cyrnied BloodShadow
    • Raza: Kaldorei
    • Sexo: Mujer
    • Edad: 300
    • Lugar de Nacimiento: Costa Oscura
    • Ocupación: Vive de la naturaleza
    • Historia completa

     

    female_elf_by_ilusdn-da8m7p9.png

     

    Descripción física:

    Es una elfa Kaldorei de cabello azul oscuro, normalmente sujeto por un lazo. Su cuerpo es agil y esbelto y su rostro representa la perfecta comunión entre belleza y fiereza de las guerreras Kaldorei. 

    Suele ir ataviada con armaduras de cuero ligero que encajan a la perfección en su cuerpo, haciendo resaltar sus curvas. Lleva los pies desnudos, argumentando que asi puede sentir mejor las vibraciones del suelo. Porta dos puñales más largos que una daga, pero no tanto como para considerarlos como espadas. Porta un pequeño morral y un montón de otros contenedores donde oculta todo ingrediente que recoge en el bosque.

     

    Descripción psíquica:

    La joven Caynrus, como todo Kaldorei, siente un fuerte afecto por los bosques y la naturaleza. Es de carácter taciturno. No tiene el don de la imaginación, no sabe ensoñarse en lejanías y mucho menos en invenciones.

    Le gusta pasar mucho tiempo entrenando y fortaleciendo su cuerpo. Aunque disfruta la compañía de sus pares, tambien ama la soledad y pasa horas vagando por el bosque. 

    Al tratar con otros suele mostrarse respetuosa y calmada, pero no deja que se le escapen demasiadas palabras, como si cada una le costara una moneda.

     

     

    Historia

     

    El oscuro cabello de Cyrnied estaba sujeto por un lazo en la parte trasera de la cabeza  como cuando su padre iba a la guerra o adiestraba su cuerpo.

     

     Los últimos rayos de sol se escondían en el horizonte, tratando de colarse entre la frondosidad de las ramas, sin éxito. Cuando llegó a los grandes árboles, se quitó el manto y lo abandonó sobre unas raíces. Comenzó doblándose como una caña nueva, corrió a través de la maleza, saltó la distancia de un jaguar, trepó hasta donde parecía imposible y por último, se sostuvo colgada de una rama hasta que el dolor la venció.

     

    De regreso a su morada recogió su manto y desanduvo el camino con tranquilidad reparando en cada flor, cada raíz, cada piedra, disfrutando del aire puro. La joven Cyrnied, como todo Kaldorei, sentía un fuerte afecto por los bosques y la naturaleza y conocía muy bien los amparos que les eran procurados  a los viajeros. Una suerte de cueva era el lugar al que llamaba su hogar por esos días. Largos años habían pasado desde  que se vio obligada a abandonar su amada casa Kaldorei, construida en el interior de un árbol. Ahora vagaba por los bosques como una nómade cambiando de refugio de manera  constante. Hoy era una cueva, ayer habría sido un tronco ahuecado y mañana simplemente serían  las raíces y ramas de un árbol, Quien sabe…

     

    Pero esa noche era diferente, no tendría tiempo para elegir ociosamente un lugar donde descansar. La luz de la luna ya iluminaba con fuerza desde lo alto del cielo estrellado, pero Cyrnied  sabia aprovechar el revoltijo de luces y sombras, de modo que ninguno de sus movimientos pudiera ser notado.

     

    Una vez en la cueva, tomo sus armas. Dos puñales más largos que una daga, pero no tanto como para considerarlos como espadas. Los ajusto una a cada lado de su cintura, de forma que las poco ornamentadas empuñaduras estuvieran al alcance de ambas manos. También tomo su armadura de cuero y la ciño en su torso, sus hombros, brazos y piernas. Aun así, ataviada como estaba, podía moverse con ligereza sin ningún inconveniente. La flexible armadura no le impedía realizar ningún movimiento, y con facilidad se adaptaba a las contorsiones que pudiera llegar a realizar.

     

    Esperando en la entrada de la cueva, los minutos pasaban sin que nadie apareciera. Todo indicaba que el mercenario, al que esperaba encontrar allí, ya no regresaría. La monotonía y los soporíferos  sonidos del bosque  empezaban a adormecerla. Cyrnied no tenía el don de la imaginación, no sabía ensoñarse en lejanías y mucho menos en invenciones. Pero esa noche desde la oscuridad que la ocultaba, pudo ver a su madre con más nitidez que al paisaje.

     

    La madre de Cyrnied, llamada Miyirde, había fallecido cuando la joven Kaldorei era aún una niña. Cyrnied amaba a su madre y era muy apegada a ella. Pero una noche sin luna, una serpiente mordió a Miyirde y ni los poderes de las sacerdotisas ni la sabiduría de los druidas pudieron salvarla. Desde su muerte Cyrnied se había vuelto áspera y silenciosa. Su abuela, que era sacerdotisa, y su hermana mayor, que aspiraba a serlo, solían ir a los templos de Elune. Mientras, ella  y su padre se dedicaban a entrenar en los bosques. Su padre era un hábil guerrero del que Cyrnied  había heredado sus habilidades

     

    A pesar de la tristeza que flotaba en el ambiente por la muerte de  Miyirde, su familia vivía con absoluta tranquilidad, tratando de hacer llevadera la melancolía que los abarcaba a todos ellos. Por algunos años todo se mantuvo en calma, y de a poco se iban acostumbrando a llevar la dura carga. Pero otro acontecimiento golpeo a la familia y afectó sobre todo a Cyrnied quien perdió la compostura al oír la noticia de que su padre había muerto en un ataque orco, una raza de seres que a sus ojos no tenían respeto alguno por la naturaleza.

     

    A los pocos días llego otra desagradable noticia, los bosques Kaldoreis estaban siendo invadidos por hordas de no-muertos. Los pocos habitantes de la aldea donde vivía Cyrnied, se juntaron y decidieron que todos los que podían blandir un arma se sumarian a la defensa del monte Hyjal, que era a donde creían que se dirigían los no-muertos. La joven elfa sin dudarlo, tomo las armas de su padre y se unió a ellos.

     

    La resistencia Kaldorei se vio obligada a retroceder ante el feroz ataque de los invasores en innumerables ocasiones. Cyrnied  luchaba a la par de los ejércitos conjuntos de la Alianza y la Horda, y muchos de los guerreros veían a la joven  admirados de que luchaba sin miedo a la muerte. En cambio, sus vecinos y conocidos de la aldea se lamentaban de verla pelear sin apego a la vida. El objetivo de la lucha era ganar tiempo para que el Shan’Do preparara una trampa para los no-muertos. Una vez que les informaran que las defensas estaban completas, los sobrevivientes vecinos de Cyrnied  se retiraron del campo de batalla, a salvo.

     

     

     

    Cyrnied  volvió junto a sus compañeros a su aldea natal, los que quedaban de ellos, dejando atrás montañas de muertos. Eso que no se podía reír, ni amar, ni beber, era una victoria... Una victoria de una guerra cuyo principio y final se perdían en el tiempo. Después de la batalla, en Cyrnied se había hecho aún más fuerte su carácter taciturno. Pasaba largas horas sin ninguna compañía y, desde su soledad observaba el mundo con un sentimiento repartido entre la melancolía y la hostilidad. Así ocurrió que, una noche lluviosa, decidió abandonar los bosques Kaldorei y marcharse con el peso de la soledad a cuestas.

     

    Ese día llego hasta la puerta de su casa un druida conocido como Midranoh quien era amigo de su padre. Un golpe fuerte y seco en la puerta de la casa anuncio la llegada del visitante. Cyrnied  salió de sus pensamientos y se apresuró a abrir, el gesto de hostilidad que la muchacha traía, se deshizo ante la amable presencia del druida. Al ver a la joven, el druida pensó que en lugar de crecer, la niña Kaldorei a la que recordaba, había envejecido. Cyrnied hizo pasar a Midranoh y se sentaron juntos sobre unos trozos de cuero. Luego de conversar acerca de los últimos acontecimientos, el druida  conocido como Midranoh le dijo que no debería partir a tierras lejanas

     

     - Te conozco desde que eras apenas una pequeña, siempre fuiste ligera de pies, sigilosa y fuerte como tu padre. Por lo que he oído, sé que aun posees esas cualidades. Y por lo que veo, me doy cuenta que no les estas dando un buen uso – La reprendió el Druida – Quiero que pongas tus habilidades al servicio de nuestro pueblo. El tiempo sabrá recompensarte

     

     - Solo soy una simple Kaldorei. Aquí no me quedan más que muertos y malos recuerdos. Ya no necesito nada de este bosque.  Dame las razones por las que debo quedarme y estorbar el camino de los poderosos – Dijo la joven guerrera.

     

    - Debes hacerlo porque eres una Kaldorei. Porque no debes olvidar que aquí tienes vivos además de muertos. Todo lo que necesites, lo encontraras en este bosque.  Y porque tal vez todo eso esté en peligro.

     

    - Todavía veo muchas cosas oscuras – Respondió Cyrnied meditabunda.

     

    - Cosas en verdad oscuras son aquellas con las que tendrás que tropezar para saber que existen – Y sin más que agregar, el Druida partió de inmediato. Después de meditar sobre las sabias palabras del Druida, Cyrnied decidió permanecer en costa oscura y buscar alguien que la entrenase.

     

    Mientras pensaba a quien recurrir, vagó por los bosques, acercándose cada vez más al límite de los dominios Kaldorei. Una noche en la que caminaba tranquilamente sin rumbo ni destino se vio sorprendida por el ataque de dos criaturas de aspecto demoníaco. Más tarde supo que eran sátiros, enemigos de su pueblo. En ese momento solo pudo pensar en huir,  dado que no llevaba ningún tipo de arma consigo.  Pero la falta de ganas de vivir paralizó sus piernas, los sátiros la capturaron, tomándola por los brazos.

     

    Cyrnied  ya sentía su muerte acercándose y tranquilamente cerró los ojos. Apretando los dientes espero un dolor que nunca sintió, porque de entre los arboles apareció un Elfo de aspecto extraño que consiguió espantar a ambos sátiros. Luego de haber visto la sorprendente habilidad del extraño, Cyrnied no dudo en solicitarle que la tomara como su discípula. Sorprendentemente el elfo, aunque de mala gana, accedió a instruirla y adiestrarla en su estilo de lucha, asegurándole a Cyrnied  que sería un entrenamiento riguroso y agotador. 

     

    Así empezó su adiestramiento con aquel misterioso Elfo, el cual jamás hizo mención de su nombre, pero dijo ser un mercenario. Como había prometido, el entrenamiento fue duro, intenso y extenso.  Había días en los que el misterioso elfo desaparecía, volviendo semanas o hasta incluso meses después, dejando a Cyrnied repitiendo un mismo ejercicio, por tiempo indeterminado. Uno de esos días antes de partir, el elfo dijo a Cyrnied  que ya no regresaría, y que no la seguiría entrenando.

     

    - No hasta que esté preparada para el siguiente paso – Había dicho antes de partir – Búscame cuando sepas a que me refiero.

     

    Esas fueron las últimas palabras que escucho salir de su boca.

     

    Cyrnied, que no tenía el don de la imaginación, no sabía ensoñarse en lejanías y mucho menos en invenciones volvió a la realidad. El mercenario ya no regresaría y no tenía a nadie que continuara entrenándola. Decidió realizar el camino de regreso a costa oscura, donde vivían su hermana y su abuela e intentar encontrar a Midranoh, para que aclarara sus numerosas dudas. Luego de varios días de desandar todo el territorio que separaba Vallefresno de Costa Oscura, llego a la aldea donde vivía su familia.

     

    Al llegar, obtuvo la mala noticia  de que su abuela había fallecido y que su hermana permanecía en el templo de Elune, ya convertida en sacerdotisa, remplazando a su abuela difunta.  Una vez que Cyrnied  hablo con el Druida, este le dio una orden  - Continua protegiendo los bosques hasta que aclares tus dudas. Elune te guiara por el buen camino. 

     

    Cyrnied  así lo hizo, ya disuadida de viajar a tierras lejanas.  Debía defender sus bosques con su vida, era lo poco que le quedaba y no pensaba en perderlo. Cuando tuviera las respuestas buscaría a aquel mercenario misterioso que alguna vez la había entrenado,  pero por ahora solo debía...  vivir…

     

    El viento soplaba fuerte desde el oeste y una copiosa lluvia golpeaba la espalda de una figura encapotada… Cyrnied caminaba rumbo al sur de Costa Oscura y a pesar de estar empapada no parecía molestarle.  Caminaba buscando un oponente, alguien o algo que pusiera a prueba sus habilidades. Solo cuatro semanas había permanecido en la casa de sus difuntos padres luego de encontrarse con el druida. Durante esas semanas se había dedicado a practicar y perfeccionar sus habilidades, tratando de pulir cada movimiento hasta el  último detalle. Aún conservaba las viejas armas de su padre que, a pesar de tener varios años, aun se mantenían con filo.

     

    Aunque no estaba cansada la joven elfa decidió  acomodarse entre las raíces de un árbol y esperar a que pasase la lluvia. Horas después, volvía a estar en movimiento rumbo al sur.  Ya había recorrido un largo trecho, llegando hasta los límites que separaban a Costa oscura de Vallefresno. En un momento del trayecto, se separó del sendero atraída por un extraño ruido.  Al pasar por debajo de un árbol, una enorme araña cayó sobre ella, tratando de clavarle los colmillos. Cyrnied rápidamente tomo su puñal y abrió un enorme tajo en el abdomen de la bestia, la cual murió pocos segundos después.

     

    A pesar de que la elfa se movió con rapidez, la araña logro picarla, inyectando un poco de veneno en su cuerpo. Por suerte para Cyrnied, el veneno no era mortal y no le había inyectado demasiado, pero la paralizo por varios minutos. Mientras esperaba a que se pasara el efecto, la elfa meditaba sobre las ventajas de poder contar con un veneno que paralizara o incluso tuviera otros efectos sobre sus enemigos. Si la pelea hubiera durado un poco más, ella se habría convertido en el alimento de esa bestia.

     

    Un minino corte provocado con una daga envenenada podría paralizar a su oponente y darle la victoria en una pelea. Una vez que el efecto del veneno se le paso, pudo empezar a moverse y se acercó a tomar una muestra de los colmillos de la araña. Abriendo una glándula de la araña en la cual acumulaba el veneno, llenó un pequeño frasco y lo guardo en su morral. Cuando se le paso el efecto por completo, Cyrnied continuó su camino, siempre en dirección sudeste. Cada paso que daba pensaba en la araña y en el veneno que le había inyectado.

     

    De repente detuvo su marcha. Lo hizo sin ningún titubeo. No como quien va descubriendo un buen sitio donde permanecer, sino como quien toma su puesto. La elfa conocía, como muchos, la flora de los bosques kaldoreis. Todo tipo de plantas crecían en el bosque y algunas tienen efectos beneficiosos o útiles, mientras que otras causan alergias, parálisis o nauseas. Cyrnied estaba consciente de esto y comenzó a buscar plantas que pudieran serle útiles.

     

    Su objetivo era encontrar ingredientes para poder fabricar su propio veneno y, como lo hacen las arañas, envenenar a sus oponentes, paralizándolos o causándoles dolor. Respiro profunda y lentamente, apreciando todos los olores del bosque que llegaban a su nariz y comenzó con su recolección

     

    - Me pregunto si estas espinas serán útiles. Tomare algunas.. .

     

    - Las hojas de este árbol…  puede que tengan algún uso… También llevare unas cuantas…

     

    - Colores vivos…  Suelen representar peligro... es posible que estas flores sean bastante toxicas  - susurro sonriendo - será mejor que lleve algunas

     

    - Hogos... alimento o veneno mortal… – Y también tomo varios.

     

    Y así fue llenando su morral con distintas plantas, espinas, raíces, hongos y demás.

     

    Siempre en dirección sudeste… cuando quiso darse cuanta estaba de pie en la entrada de Astranaar.

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  3. Gael Bedlam

    Atributos
    6 Físico
    8 Destreza
    6 Inteligencia
    6 Percepción

    Valores de combate
    24 Puntos de vida
    18 Mana
    8 Iniciativa
    11 Ataque CC Sutil (Espadas Ligeras)
    11 Defensa
    Habilidades
    Físico
    2 Atletismo
    Destreza
    3 Espadas Ligeras
    1 Cabalgar
    1 Escalar
    3 Defensa
    1 Nadar
    Inteligencia
    2 Comercio
    1 Fauna
    1 Sanación/Hierbas
    1 Tradición/Historia
    1 Detección Magica
    3 Encantamiento de Piromancia - Encantar arma
    Percepción
    2 Advertir/Notar
    1 Disfraz
    2 Música
    1 Rastrear
    2 Reflejos
     
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  4. Buenas gente! 

    Al momento de ponerme a escribir esto me di cuenta que no soy bueno para las presentaciones. Como sea, me entere de este servidor a través de una compañera de otro server de rol y  me convenció de pasar a dar un vistazo. 

    Aunque esté de más decirlo en este caso me presento como ILUSDN, a pesar de que utilice otros nicks  no les diré cuales para mantener el aura de misterio que me rodea (? Tengo algo de experiencia en servidores de rol de warcraft, unos... *Cuenta con los dedos* 3 años aproximadamente. Seguramente voy a enviar historia de un Quel'dorei, pero todavía me estoy planteando los detalles del mismo. (Por detalles me refiero a toda la historia desde 0).

    Por lo que estuve viendo, hay bastantes caras conocidas por acá, así que espero verlos onrol pronto 

    Un saludo!

     

    PD: Vale aclarar que tampoco me cae bien Stannis

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