Kaká

Atributos6 Físico8 Destreza6 Inteligencia6 Espíritu7 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida24 Mana8 Iniciativa7 Ataque CC (Artes Marciales)9 Ataque CC Sutil (Dagas)9 Ataque CC Sutil (Estoques)10 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo 1 Artes Marciales Destreza 1 Dagas 1 Estoques 1 Bailar 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 1 Robar bolsillos 2 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Fauna (Mamíferos) 1 Leyes (Reinos Humanos) 2 Sanación/Hierbas 1 Tortura 1 Cirugía/Anatomía 1 Supervivencia Espíritu Percepción 1 Advertir/Notar 1 Callejeo 1 Disfraz 1 Etiqueta 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores

Nombre del Personaje Alexandra Naharis Raza Humano Sexo Mujer Edad 23 Altura 1.68 metros. Peso 60 kilogramos. Lugar de Nacimiento Montañas Crestagrana - Villa del Lago. Ocupación Asesina semi-profesional. Descripción Física Se trataba de una mujer humana de exótico y bello aspecto, una auténtica ventormentina. Su cuerpo estaba en gran medida impoluto, apreciándose tan solo un curioso tatuaje con el rostro de lo que parecía ser un lobo sereno, pero más allá de "adornos" en la piel gozaba de una figura curvilínea y entrenada. Su rostro era de rasgos finos y un poco perfilados, con el aspecto de una mujer humana del norte, y de unos ojos en tonos dorados embelesantes, luciendo además un cabello largo y sedoso que iban a juego con el mismo color de sus mencionados orbes. Descripción Psíquica Embacaudora, calculadora y fría a la hora de tomar decisiones. Estos eran algunos de los rasgos que caracterizaban a la mujer, aunque en ella en ocasiones se podía encontrar bondad y altruismo, pero tratándose de características que se mostraban en casos muy puntuales en ella y siempre dependiendo de a quién se presente y cómo. Es vividora y disfrutaba el sentirse superior a los demás, aunque no era alguien que se mostrase de primeras muy egocéntrica, tratando siempre de mantener un perfil más neutral ante la gente. Historia Inocencia, confusión, desesperación y "control" .... Aquellas palabras describen a la perfección lo que hasta el momento ha venido siendo mi vida, tratándose la primera parte sobre la inocencia de mi infancia, el desconocer por completo lo que me rodeaba y la alegría de estar con vida, sentir los pies en la tierra, soñar al o grande y el no preocuparse por los problemas. La verdad es que no recuerdo para nada aquellas sensaciones, ni mucho menos aquella tierna etapa de mi vida ya que yo jamás pertenecí a ningún sitio, pues desde que tengo uso de razón siempre me he tenido que vale por mí misma, sufriendo el rechazo de quienes pasaban a mi lado y todo por ser hija de nadie. Esto nos llevaría entonces a la segunda etapa de mi historia, aquella "confusión" por no tener idea del por qué había nacido en compañía de nadie, ¿Quienes eran mis padres? ¿Por qué no estaban a mi lado? y aún más... ¿Por qué demonios la gente parecía odiarme tanto? Esas cuestiones rondaban por mi pequeña cabeza conforme iba creciendo, teniendo que recoger las migajas que la gente iba dejando, pasando hambre, frío y resistiendo enfermedades al punto en que más de una ocasión estuve al borde de la muerte. En esta última parte perfectamente puedo agregar ahora la tercera etapa, aquella "desesperación" que asoló mi corazón durante muchos años, el deseo de sobrevivir y no saber qué hacer para lograrlo, teniendo que improvisar en lo salvaje, cazando animales y corriendo todo tipos de riesgos a los que una menor jamás debería de enfrentarse por cuenta propia, pero eso mismo fue lo que fue forjando mi carácter, entrenando mis sentidos y aumentando mis capacidades físicas. El tiempo seguía fluyendo y fue el mismo tiempo quien me enseñó a mantener el temple, a tomar el "control" de mi vida... ¿El tiempo ayudando a alguien? parecía un mal chiste y de hecho lo es, ya que aquello no fue lo que puso en control mi vida, pues en realidad esa etapa llegó cuando conocí por primera vez a una persona que tuvo el decoro de acercarse a mí por voluntad propia y con intenciones aparentemente buenas. Su nombre era "Aguja", una mujer adulta quien me ofreció un nombre y una nueva vida a su lado, como una especie de aprendiz. De ella obtuve todos mis conocimientos en alquímia y claro; el asesinato. Aguja me enseñó a cómo hacerme valer de muchas maneras, a cómo aprovechar cada una de mis aptitudes para abrirme un espacio en las sombras del mundo, aceptando por parte de ella contratos que no solía aceptar al ser menores y de poca relevancia; más poco a poco yendo estos en aumento y dificultad conforme fui adquiriendo más experiencia en aquel curioso negocio, hasta que... Un día, como cualquier otro: todo aquello concluyó. Recuerdo haberme despertado una noche en el sótano de una vivienda de lúgbre aspecto, abandonada y a las afueras de Villa del Lago. Salí y vi la luz de la luna, pero no recordaba mucho sobre lo que había sucedido la noche anterior y mi mente estaba un poco nublada y con recuerdos por igual distorsionados. Recordaba a Aguja, mi mentora... o al menos su nombre. Su aspecto, voz y muchas otras cosas parecieron desvanecerse sin más de mi mente y llegué a la conclusión de que quizás ya iba siendo nuevamente hora de tomar realmente el control de mi vida, como en un comienzo cuando estaba sola. Intenté no pensar mucho en ella, ni en qué pudo haber pasado ya que para esa clase de cuestiones me había instruido. Caminé por la noche y bajo la luna llena dedicando por completo mi mente a cómo aprovechar todas mis nuevas capacidades para ganarme el sustento y seguir con mi vida. ¿Mi nombre? Alex, y te agradezco por escuchar mi historia... <El sonido de una hoja ser envainada se escuchó tras que la sangre de un individuo desconocido comenzara a brotar de su garganta recién cortada.>

Nombre: Artüria Vanguard Atributos 8 Físico 7 Destreza 6 Inteligencia 6 Espíritu 6 Percepción Habilidades Físico 1 Atletismo 1 Mandobles 1 Lanzas 1 Puños 1 Espada Destreza 1 Daga 1 Equitación 1 Escalar 2 Defensa 1 Lanzador 1 Nadar Inteligencia 1 Arquitectura 1 Artillería (Balistas ) 1 Fauna () 1 Leyes (Reinos Humanos) 1 Religión (Luz Sagrada) 1 Sanación/Hierbas 1 Cirugía/Anatomía 2 Supervivencia 1 Conocimientos/Historia (Reinos Humanos) Espíritu 1 Voluntad Percepción 1 Ballestas 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Comercio 1 Etiqueta 1 Reflejos Valores de combate32 Puntos de vida24 Mana7 Iniciativa9 Ataque CC (Mandobles)9 Ataque CC (Lanzas)>9 Ataque CC (Puños)7 Ataque a Distancia (Ballestas)8 Ataque CC Sutil (Daga)9 Defensa

Nombre del Personaje Artüria Vanguard Raza Humano Sexo Mujer Edad 19 Altura Metro ochenta y siete. Peso Setenta y cinco kilogramos. Lugar de Nacimiento Ciudad de Stromgarde. Ocupación Soldado. Descripción Física Mujer joven de estatura alta, lo común en la media femenina de un reino como lo es Stromgarde. De tez blanca y ligeramente bronceada por el toque del sol, figura entrenada y de aspecto versátil, sin llegar a exagerar en la acentuación de su musculatura. Perfil acerado y definido, de labios carnosos y luciendo por sobre estos un par de orbes algo rasgados de tonalidad azulada. A lo largo y ancho de su cuerpo se podrían apreciar diversas cicatrices, obtenidas en el campo de batalla y en algún que otro entrenamiento. Cabello largo y usualmente trenzado en una cola larga, de tonos rubios claros. Descripción Psíquica Joven de buen corazón y acreedora del “don de gentes”. Su vida no ha estado llena de lujos y eso la ha ayudado a valorar lo que tiene, y que otros también aprendan a hacerlo. No suele mostrarse muy efusiva, y por tanto tiende a ser bastante respetuosa y reservada, más eso no es traba para ella a la hora de relacionarse con otras personas. -Teme perder a su familia y velará por la seguridad de estos por encima de todo. -Odia a los mentirosos, a los delincuentes y a los oportunistas. -Es muy leal y siempre cumplirá su palabra, pero peca por excesivo Orgullo en cuestiones políticas y otras puntuales. Arturia Vanguard Nacida y criada en el seno de una familia humilde en el corazón de Stromgarde, Arturia, forma parte de los Vanguard, una olvidada casa que alguna vez fue noble en aquel mencionado Reino, pero que por cuestiones que solamente conocerán ellos y los propios líderes de Strom; ya no cuenta con dicho estatus nobiliario. Lo más que podría tenerse en cuenta sobre ellos es que han dedicado gran parte de lugado al servicio del Reino, velando por la seguridad y el bienestar de sus fronteras y quienes residan en ellas, teniéndose en cuenta tan solo algunos rumores de conflictos internos y una supuesta orden a traición contra la corona, no habiendo una columna fuerte capaz de resistir tal argumento. - Retomando con la protagonista de esta historia, Arturia, se trata de una pequeña niña que poco o nada conocía sobre los orígenes de su propia familia, siendo criada por un par de padres amorosos (Él un sub-oficial del ejército y ella siendo una clériga de la Iglesia), comprensivos y con el afán de ver que sus pequeñas crecieran y se hicieran mujeres honorables y dedicadas, siendo ella la "menor", contando con una hermana gemela cuyo nombre era "Morwen". La pequeña Arturia teniendo la tierna edad de siete años decidió junto con su hermana que seguirían los pasos de su amado y honrado padre, siendo instruidas por éste en el arte de la espada un par de años más adelante, pero no dejando de lado sus obligaciones en casa, ni mucho menos sus estudios, siendo estas últimas cuestiones impartidas de la mano de su madre. De esta forma, las gemelas fueron creciendo, haciéndose responsables y chicas de provecho. Conforme los problemas en el Reino iban surgiendo, Arturia y su hermana decidían cada vez más ir intensificando sus entrenamientos con la espada, madurando pronto con el deseo de servir al Reino y defenderlo a la misma orden de su padre, dejando incluso de lado las horas que para ella alguna vez fueron "especiales" y de estricto cumpliento: el compartir con amigos y ser unas niñas normales. Ambos padres por supuesto no querían que sus pequeñas se atiborrasen de entrenamientos ni se enfrascaran tan pronto en la política de Stromgarde, pero ambas comenzaban a actuar con más terquedad en cuanto a ese mismo asunto se refería, en especial la pequeña Arturia, quien buscó a parte la ayuda de otros más letrados en aquellas políticas y fue poco a poco contagiándose de las mismas y bajo un único deseo: quería proteger a su familia, pues sabía de historias y cuentos lo terrible que podría llegar a ser que la desgracia se posara sobre el hogar de aquellas personas que más amaba. Los años seguían pasando y la ya no tan "pequeña" Arturia se convertía en una adolescente, más madura y centrada en sus deseos, incluso separándose un poco de su hermana gemela Morwen, quien no podía seguirle el paso y preferió tomar el camino de su madre, llegando incluso a sentir mucho más pronto que la propia Arturia lo que era el "amor juvenil". Tales cuestiones para nuestra protagonista poco a poco iban dejando de tener cabida, aunque no por ello se volvió una persona amargada, ni angustiada, si no más bien lo contrario. Su padre pese a sus excesivos esfuerzos y desgaste siempre se mantuvo sereno, recto y amoroso a su familia, y eso era una cuestión que Arturia no quería pasar por alto. Ella quería ser un pilar para su nación, alguien a quien mirar y de inmediato pensar "puedo relajarme, ella está aquí y nos protegerá", sueños y pensamientos algo infantiles, pero... ¿Qué podías esperar? Aquella seguía siendo una niña... ¿O tal vez no? Quizás ella en realidad podría llegar a ser capaz de convertirse en algo tan único, fascinante y hermoso si se esforzaba, o al menos eso es lo que ella cree con firmeza y es por ello que al cumplir la mayoría de edad decidió dar el primer paso más importante para cumplir sus objetivos: formar parte del ejército de su hogar, su nación. Puede que con el tiempo aquellos pensamientos varíen un poco en la mente de Arturia, pero por ahora estaba dispuesta a seguirlos con recelo e incluso parecía ir por buen camino, pues poco a poco entre las filas de sus compañeros de arma se iba haciendo hueco a la voz de "La hija del Sargento Vanguard, una chica valiente y capaz" ¿Y cómo no iba a serlo? si tuvo tan encomiable desempeño en su temporada como recluta, siendo ahora una soldado hecha y derecha, momento en el cual comenzaría el verdadero reto.