El Fin del Camino
Las Tierras de la Peste son un lugar difícil.
El paso de la plaga ha dejado una marca indeleble sobre la tierra, corrupta en todo su ser. Bien lo han conocido los que salieron de Corin en busca de un lugar seguro.
La lluvia es ácida, el agua insalubre, los animales enfermos, muertos, putrefactos. El aire por ocasiones se hace irrespirable, tóxico. Los caminos están quebrados y no hay carretera que pueda llevarte rápido a un lugar seguro. Los bosques tampoco son prudentes, los seres que ahí pueblan, incluidas las plantas, tienen apego por la carne vida.
La miseria es lo que reina en esta tierra. La caravana comenzó su travesía en buena forma y números, pero pronto se demostraría que la mejor defensa era correr, sin mirar atrás. Las primeras señales de los perros carroñeros fue un aviso funesto para el grupo, los cuales aparecían intermitentemente, rodeando al grupo. El nerviosismo poblaba a la caravana después del primer asalto de gárgolas, que los ignoraron.
La muerte se despachó bien con ellos al asentarse en un nido de escolopendras de la peste. Con heridos y algún muerto, el grupo decidió asentarse en una de las decenas de poblados abandonados que pintaban el paisaje. Este resultó no estarlo,pero la pernocta se tradujo en una trampa mortal. El carro perdido, sin recursos y forma de continuar, con muertos y con la probabilidad de otro ataque, todo resultó en una huida hacia los puestos avanzados escarlatas, las heridas y la enfermedad se cobraron algunas víctimas por el camino.
El puesto escarlata vio llegar a los restos, arrastrando los pies, e implorando a la luz, dando gracias. Se les dio comida y las camas que se pudieron. A la mañana siguiente, partieron hacia Tyr escoltados por un contingente. Allí se tomó un pequeño informe.
El santo obispo de la Luz Bernardo Castillo, un gran mando de la cruzada, leía con parsimonia los papeles puestos sobre la mesa, en su pensamiento corrian las cifras de los resultados de los combates en tierras de la peste "deceso, capitan Garçi, Deceso, Compañia de exploradores norte, deceso... Retroceso de corin; 9 voluntarios muertos, una sacerdotisa y una novicia, muertas, 5 exploradores escarlatas muertos... Resto herido pero a salvo, suministros perdidos" El obispo suspiró y se rascó levemente la nuca. Tomó algunas notas y puso el papel en un estante aparte. Después repasó las trazas de su crucifijo mirándolo pensativo, lentamente"
A los supervivientes les fue concedida la libertad de paso, con la condición de su disponibilidad ante una posible llamada de la cruzada. Todos dieron sus nombres y ubicaciones.
Que la Luz guarde a todos ellos de los horrores que vivieron.
@Izuriel, @IsildurJenkins, @Akross, @Curly
//se harán roles individuales con las consecuencias de este rol final. Concretaremos horarios. Gracias a todos por participar.