Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Nayar

Daisho

Recommended Posts

  • Nombre del Personaje
    Daisho
  • Raza
    Orco
  • Sexo
    Hombre
  • Edad
    43
  • Altura
    1,95 metros
  • Peso
    160Kg
  • Lugar de Nacimiento
    Draenor
  • Ocupación
    herrero ermitaño del clan filo ardiente.
  • Descripción Física

    orco de mediana edad, alto, grueso, de tez verde y cabellos/ barba larga blanquecina, bastante corpulento gracias a su oficio de herrero el cual le valió como ejercicio día a día para esculpir su cuerpo.

    años manejando el fuego y los metales ha causado que sus manos se vuelvan callosas y su barba un poco chamuscada.

     

     

  • Descripción Psíquica

    amargado hasta el incidente que lo llevo a auto-exiliarse, era un orco de los pocos filo ardiente que habían re surgido de las cenizas, sin embargo, el solo quería vivir una vida tranquila y luchar solo y exclusivamente cuando su vida dependiera de ello, cuando fuera estrictamente necesario, y del resto, vivir una vida sedentaria dedicándose a la forja de espadas, poco le importaba para que fueran usadas pues luego de ver como el resto de clanes menospreciaban y escarnecían a los que antaño habían sido los guerreros mas honorables hizo que su moral cayera por el piso , esa era su forma de ser hasta aquel incidente donde una de sus espadas participo en un rito sacrificial demoniaco donde varios orcos perdieron la vida y otros tantos terminaron por corromperse, desde ese día juro no solo perfeccionar su habilidad en la forja, sino dejar su cómodo asiento y auto-exiliarse poniendo el fijo de su hoja a favor del bien y el necesitado, abrazando el código del filo ardiente una vez mas con todas sus fuerzas. 

  • Ficha Rápida
    No (600 palabras mínimo)
  • Historia

    El alguna vez joven orco, ahora ya en la mediana edad, pasaba sus días en la forja, puliendo y mejorando las características espadas curvas de su clan, cuando alguien llamaba a lo lejos en la entrada de su cueva, era otro orco de un clan que no logro reconocer, estaba cubierto por una túnica de cuero oscura de la cual a duras penas se podían ver sus ojos a través de la capucha de esta.

    -¿Qué se le ofrece? Será mejor que sea algo bueno, estaba trabajando cuando escuche su llamado.

    -oh, tranquilo, filo ardiente, precisamente estoy en busca de una pieza forjada por voz, he escuchado que, entre los tuyos, tu, sobresales como herrero.

    -¿pero quien le hablo de mi? ¿de que clan sois? Es raro que un orco diferente a los de mi clan acuda a mi por un arma.

    -¿entonces te niegas? Que pena, planeaba pagar una buena suma por ello.

    -¡no me estoy negando! -resoplo- entregadme el dinero y os daré la hoja que queráis.

    -¡perfecto! Acudo a voz porque quiero una hoja forjada especialmente por uno del filo ardiente, la ocupare para …algo… especial.

    -no me importa, si una de mis espadas quiere, una de mis espadas tendrá.

    -¡perfecto! Entonces aquí tiene- acto seguido dejo caer una pesada bolsa la cual resonó con un claro sonido metálico.

    -espere, puede que sea buen herrero, pero ni los roca negra cobran tanto.

    -no quiero escatimar en gastos, además, como ya dije, quiero la espada de un Filo ardiente, las armas de los roca negra…digamos… no me satisfacen del todo.

    -como diga, pase dentro de unos días y tendré su espada.

    Paso cerca de un mes y medio, la espada estaba lista mas aquel orco anciano no hacia acto de presencia, hasta que una tarde, cuando el viejo Masamune  menos se lo esperaba, llamó desde la entrada de la cueva.

    -¿tienes lista mi espada, filo ardiente?

    -hace varios días, si, esta lista- resoplo – comenzaba a pensar que nunca vendrías por ella.

    -oh no, solo tuve un par de contratiempos para reunir lo necesario, necesitaba más cosas que la solo la espada.

    -como sea, tenga, preserve el filo cuidadosamente de tal manera que el pasar del tiempo por su impuntualidad no la afectase.

    Aquel orco se despidió con una sonrisa siniestra, pero que el veterano herrero no supo identificar como mal presagio.

    No paso una semana cuando corría la notica sobre un hallazgo tétrico en los baldíos, unos adoradores demoniacos habían sacrificado almas inocentes, y lo peor, con una espada que parecía haber sido forjada por un filo ardiente.

    El sol iluminaba la escena, y en especial, la hoja curva que el viejo Masamune había forjado, y allí estaba el entre la multitud, atónito, mirando como una de sus creaciones había sido utilizada para tal aberrante fin.

    -¡Reconozco esa hoja, es obra de un filo ardiente! ¡sabia que no se podía confiar en ellos!- mencionaba un orco.

    -¿aun quedan cultitas entre ese clan? ¡qué horror! -preguntaba una joven orco.

    -no se que esperan de ese clan, ya han caído bajo, pero con esto han caído aún más bajo -decía otro orco.

    Pero como un acto misericordioso del destino, uno de los sacrificados había sobrevivido y se levantaba tambaleándose apoyándose sobre la espada.

    -e-esto, no fue, obra de ningún filo ardiente, fueron brujos buscando afrentarlos…todo era…. Parte de su plan… ellos son inocentes…. – y después de eso se desplomo uniéndose con sus ancestros.

    Desde ese día, se autoexilio en busca de paz metal, andando y poniendo el filo de sus espadas al servicio del bien para enmendar aquel incidente, aquel gran pecado que, si no fuera por aquellas últimas palabras de aquella moribunda víctima, a su vez, anda con los ojos bien abiertos y con sus oídos agudos, buscando saber quien y a cuál clan pertenecía ese extraño orco.  

Compartir este post


Enlace al mensaje

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Responder en este tema...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.

Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...