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Saulot

Zenzal

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  • Nombre del Personaje
    Zenzal
  • Raza
    Trol
  • Sexo
    Hombre
  • Edad
    22
  • Altura
    2'13m erguido, 1'8 inclinado
  • Peso
    70kg
  • Lugar de Nacimiento
    Zul'Farrak
  • Ocupación
    Seguidor de Mueh'zala
  • Descripción Física

    Su piel está tostada por el sol de Tanaris, dándole el característico color de piel de un Furiarena. Mide la media para un trol de arena, pero está prácticamente en los huesos, siendo además estos muy delgados y frágiles, teniendo un aspecto muy débil y bastante por debajo de la media, lo que lo hace andar con un cayado en el que apoyarse y constantemente encorvado. Su fisionomía está compuesta por unos ojos penetrantes que parece que miran siempre más allá, con cierta mirada ausente, de color amarillo. Tiene una nariz pequeña para un trol, que se dirige un poco hacia abajo en línea recta por todo el tabique y el puente, acabando en puntiaguda. Su boca es grande, saliendo de ella dos grandes colmillos negros, con tallados tribales. Sus orejas son puntiagudas y alargadas, con abalorios de huesos en ellas. Tiene una gran abundancia de pelo, recogido en trenzas y rastas pequeñas hacia atrás, habiendo una coleta grande simple, por encima de todas estas rastas y trenzas, a la altura del casquete de la cabeza, cayendo todo lo demás por detrás, mientras algunos mechones de pelo que no están recogidos de ninguna de las tres formas, caen por delante de su oreja, tapando un poco los laterales traseros de la cara, de un rosado oscuro. Habla entre jadeos, debido a su problema para respirar

  • Descripción Psíquica

    Críptico y misterioso son las palabras que podrían definirle. Parece siempre estar inmerso en otra parte, sin prestar usualmente mucha atención a lo que tiene presente. Con una gran devoción a los loa, especialmente a Mueh'zala al que rinde culto por encima de los demás y del que ansía convertirse en un sacerdote. Sus motivaciones son llevar la palabra de Mueh'zala más allá de los trols Furiarena, a la vez que viaja por el mundo hacia enclaves trols, tratando de expandir un poco también la influencia de su tribu. Se trata de un místico y se comporta como tal. Ofrece consejo a aquellos trols que lo necesiten, si muestran su sincera devoción por los loa y merecedores de ello, al igual que no tiene problemas de prestar su ayuda.

  • Ficha Rápida
    No (1000 palabras mínimo)
  • Historia

    Los inicios de Zenzal se remontan al día del parto en el que nació. Un día que no estaba nada premeditado y no fue nada fácil. Zenzal nació prematuro, en un parto difícil que mató a su madre. Nació en un cuerpo débil, con dificultades para respirar. Algunos místicos de la tribu vieron el parto como símbolo de mal augurio, pero aquellos que seguían a Mueh'zala lo vieron como algo propicio, pues una nueva vida surgía de la muerte. A pesar de eso, su padre no quiso hacerse cargo de él, pues lo veía como un niño maldito, los demás miembros de la tribu le impidieron el matarlo. Algunos místicos que seguían a Mueh'zala veían por el parto que quizás Mueh'zala lo había tocado y que aún cerca constantemente de la muerte por su condición, como trol Furiarena, encontraría la supervivencia por muy dura que sea la vida, al igual que los Furiarena sobreviven en un entorno hostil frente a la mirada atenta y ardiente de Kimbul, el Sol. Así pues, su infancia fue supervisada por aquellos sacerdotes de Mueh'zala dentro de la tribu. Su hogar se encontraba en el templo donde desde ya pequeño, aprendió los preceptos de su loa, su filosofía y un poco de sus dones mágicos a mayor edad.

    Encontró en Mueh'zala el refugio que siempre había necesitado, como pastor de los muertos para llevarlos al otro lado. Aunque no tuvo jamás contacto con su padre más allá del nacimiento, pues nunca se le dijo quien era, si se le habló un poco de que a su nacimiento, difícil, causó la muerte de su madre, lo cual lo vio como una bendición no solo por Mueh'zala, si no por parte de Shadra también, pues consideró que una vez su destino se había cumplido, que podría ser dar nacimiento a él, el hilo que tejió Shadra para ella, se había acabado. Eso era el punto de vista que más o menos había desarrollado con las enseñanzas de los sacerdotes.

    No se relacionó mucho con niños de otra edad, por no decir que apenas, ya que jamás salía del templo, solo a sus inmediaciones un poco y con vigilancia, debido a su físico y a que realmente no tenía mucho tiempo libre, pues si no estaba rezando, cumplía con otras labores, como aprender o ayudar a mantener un poco el templo. Especialmente destacaba las enseñanzas de su maestro Rakhalar, que era entre los sacerdotes quien más le dedicaba tiempo a su enseñanza tanto como trol promedio, a como seguidor de Mueh'zala. Zenzal tenía que socorrerlo constantemente en la ayuda de los rituales mortuorios, que se hacían en el templo, una de las raras ocasiones en las que veía grandes masas de gente, según la importancia del fallecido. También se encargaba de momificar después a los trols y de su conservación. Su cercanía con la muerte, siempre estuvo presente.

    Su cuerpo frágil y esquelético le daba un aire misterioso y maquiavélico, lo cual hacía que también los visitantes al templo de Mueh'zala, que sin saber su historia de nacimiento, quisiesen mantenerse alejado de él, pues a veces daba más la sensación de ser uno de esos zombis que algún Farraki osaba levantar, en ofensa a Bwonsamdi. Lo cual hizo que algunos Farrakis más jóvenes, empezasen a inventarse historias sobre él y motes. Zenzal supo de alguna que otra historia y algún que otro mote, pero hizo oídos sordos, pues sabía que su labor estaba con su loa Mueh'zala, aunque reconoce que le molestaba que le confundiesen como un zombi.

    Así pues su infancia y su preadolescencia fue tranquila, pero los problemas empezaron a venir cuando empezó a escuchar que los goblins y los piratas, saqueaban otros enclaves Farrakis, en busca de tesoros y reliquias. Como devoto de los loa, la idea de que intentasen profanar sus templos, robando las reliquias de sus loas, las ofrendas que les hacían y el saqueo a los trols en general, le enfureció bastante, e intentando no dejarse llevar por las emociones, pidió en el templo ser instruido en las artes mágicas que Mueh'zala obsequiaba a sus devotos más fieles, aprendiendo un poco de estas a cómo manipular las almas y lo referente a ellas, así quizás pueda ayudar a su señor en el futuro a hacer más ligera la ida del muerto con Bwonsamdi.

    Pero las noticias seguían expandiéndose, de que cada vez más y más, los goblins y los piratas saqueaban los enclaves más cercanos a Zul'Farrak, y que incluso algunos aventureros, también aprovechaban para empezar a hacerse un nombre con la muerte de los Farrakis. Cada vez los enemigos estaban más cerca de las puertas de Zul'Farrak así que se apresuró un poco en sus enseñanzas, sin embargo, no parecía que un ataque a Zul'Farrak jamás se realizase, al menos en el futuro cercano debido a la fortificación de la capital. Sin embargo, Zenzal quería intentar combatirlos, como también oportunidad de salir de Zul'Farrak, a sabiendas de que las aldeas Farraki estaban en peligro. No era algo que hiciese por los Farraki, si no por Mueh'zala, ya que los Farraki eran la población de trols que lo adoraban y si estos morían, quien sabe si el nombre de Mueh'zala quedaría en el olvido.

    Así pues, marchó junto a un grupo de Farrakis hacia uno de los emplazamientos situados en cierta área de peligro, en el que los emplazamientos circundantes habían sufrido ataques y saqueos también. Y no tardó mucho en recibir uno éste. A las semanas de su llegada, así fue que recibió un saqueo. Él se había quedado en una pequeña tienda que servía de templo improvisado a Mueh'zala, Y así algunos mercenarios llegaban a la tienda que él resguardaba. Intentó defender la estatuilla de Mueh'zala lo mejor que pudo, pero notó el frío acero hincándose en sus carnes, cayendo derrotado, desmayado. Quizás era tiempo de que Mueh'zala llevase su alma al viejo Bwonsamdi

    Pero no fue asi. Pasado un tiempo despertó, aún con la herida en su pecho, socorrido por unos Farraki que habían sobrevivido y fueron por el emplazamiento, en busca de supervivientes. Mientras se lo llevaban a sanarlo, vio un poco el lugar, saqueado y en su mayoría destruido. Lleno de cadáveres de Farraki, de seguidores de Mueh'zala. Aún con la rabia, no pudo seguir manteniéndose despierto.

    Los Farraki sufrían de vez en cuando algún que otro ataque en sus emplazamientos. Y los invasores goblins y piratas no eran expulsados de lo que consideraban sus tierras. Zenzal pensó entonces, que quizás su futuro no estaba con los Farraki. Que quizás debía consagrarse enteramente a Mueh'zala, pero a la vez no podía evitar sentir una deuda con los Farraki, ya que al fin y al cabo, era la tribu que lo había estado cuidando, aunque algunos de ser por ellos lo hubiesen sacrificado. Decidió entonces que se marcharía, intentando expandir la influencia de Mueh'zala y de los Farraki, a las antiguas raíces de los trols de arena, a los trols de jungla de Tuercespina. Con suerte, podría convencer a algunos trols de ayudar a los Farraki o quién sabe, pueda encontrar un futuro para Mueh'zala entre los trols de Jungla, lo que sea con tal de que su loa siga siendo reverenciado. Así que hacia allí viajó, una vez recuperado de sus heridas y tomada la decisión, inconsciente del destino que podría tener Shadra tejido para él.

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