Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Galas

Matilde Claridge - Sierva Voluntad

Recommended Posts

Matilde Claridge

 

  • W297dRA.jpgNombre: Matilde Claridge
  • Raza: Renegada
  • Sexo: En mal estado
  • Edad: 33 años antes del Salto
  • Altura: 1.73 metros
  • Peso: 49 Kg
  • Lugar de Nacimiento: Villa Botijo del Norte, al norte de Villa Botijo del Sur, Lordaeron
  • Ocupación: Acólito del Culto de la Sombra Olvidada

 

  • Índice:
    • Mensajería:
    • Eventos asistidos:
    • Eventos participados:

 

Descripción física

La señora Claridge no destaca para nada por su complexión, no lo hizo en vida menos aun en la muerte. Su figura es escuálida, y la muerte no ha hecho si no enfatizar unos huesos que se clavan contra la piel, palidecida resquebrajada, como si deseasen salir a la superficie, faltos de aire. Costillas marcadas y largos dedos finos enfatizan aun más una apariencia cuasi esquelética, sin apenas carne, que normalmente oculta bajo oscuras y pesadas togas.

Su piel sin embargo ha conseguido mantenerse relativamente bien, y no falta en demasiadas partes de su cuerpo. Su tez transmite un cansancio constante, propio de la ignominia de la no-muerte, y aunque su rostro no difiere demasiado de aquel que tuvo en vida, si que es inconfundible su estado como no-muerta. Unos grandes ojos , de aun más amplias pestañas, son el foco central de una fisionomía facial estirada, de rostro alargado y nariz de recto tabique regio. No destaca por nada más allá.

Sus cabellos, que caen lacios y largos, han perdido todo color y deslustrados se deslizan grisáceos, peinados a veces minimamente. A diferencia de otros renegados, tiende a ir aseada y limpia, más por respeto a los oficios que realiza y a la decencia más común que porque realmente ella tenga necesidad. 

 

 

 

Descripción psíquica

Matilde Claridge es una mujer relativamente joven, al menos, antes de defecar sus propios intestinos tras comerse pan infecto durante la Tercera Guerra. A diferencia de otros no-muertos, recuerda con relativa claridad, aunque no al completo, su vida antes del Salto, como ella lo llama.

En su antigua vida como campesina, siempre consideró que sus agudezas mentales estaban siendo desperdiciadas en el cuidado de los campos y las vacas, más tampoco se lo cuestionó demasiado pues así fue siempre su vida. Dura, poco agradecida, de padres que aplastaron todo deseo o aspiración mayor que ordeñar a Clotilde la Vieja. 

Le suele gustar leer y reflexionar sobre lo que lee. Tiene una mente privilegiada que le ayuda a entender conceptos con facilidad, aunque luego tenga una facilidad considerable para entremezclarlos en una marabunta que para ella está clara como agua de manantial, pero cuyos labios no suelen encontrar la manera más adecuada de transmitir, habilidad que busca constantemente mejorar en su labor como predicadora del Culto de la Sombra Olvidada.

Tiene un humor algo fantasioso, que rara vez entiende nadie más que ella, y no le cuesta tomar confianzas  con los demás, cosa que en la nueva sociedad renegada le ha ocasionado más de una golpiza, sobre todo por aquellos contrarios al Culto de la Sombra Olvidada.

 

Editado por Galas
  • Like 4

Compartir este post


Enlace al mensaje

Historia

 

Nacida en una pequeña aldea de apenas veinte casas, cien habitantes, quinientas ovejas y treinta reses, la juventud de Matilde pasó sin pena de gloria como muchos otros habitantes de las regiones del norte del norteño Reino de Lordaeron, el norte del norte como lo llamaban algunos, sobre todo de manera despectiva.

Con seis años ya recogía verduras del huerto, con siete iba al monte a sacar a pasear a las ovejas y con once ya se dedicaba a ordeñar y trabajar en la granja familiar como uno más. Hermana de tres hermanos y cuatro hermanas, Matilde era una boca más que alimentar nacida aproximadamente en la cuarta o quinta posición jerárquica, y como tal, todos tenían que aportar su grano de arena de cara a la consecución final de todo campesino: Llegar a fin de mes sin que las plagas se le lleven a uno o el invierno le congele hasta los cataplines.

La mayor de las hermanas y de todos en general se marchó cuando Matilde apenas tenia cuatro años, a servir en los ejércitos del Rey, y salvo alguna carta leída cada varios años en el hogar familiar frente al fuego chisporreante, no volvió a saber de ella. Pero parecia irle bien, casada, con hijos, buena vida.

El segundo en la jerarquía, se marchó con otro mozo del pueblo tras que el padre del segundo los pillase haciendo nosequé cosas en un granero y no volvió tampoco a saber de él. Para entonces Matilde tenia unos ocho años, y siempre recordará a su hermano mayor como el que la veia como algo más que una mocosa escualiducha e ignorable. Jonás, se llamaba. Le enseñó a como lanzar una piedra para que rebote seis veces en el agua. ¡Seis! Y ni hoy en día, se le ha olvidado como hacerlo.

El resto, bueno. Varios se quedaron por el pueblo, el tercero se marchó a la Iglesia, y cuando Matilde comenzó a ser consciente de su propia percepción del mundo, aspiraciones vitales, fue cuando les dijo a sus padres que su mayor sueño era marchar al sur, a estudiar magia con los grandes magos, y poder regresar luego para sacar a sus padres de la pobre vida del labriego lordanés.

-¡Estás loca tú! ¡¿Sabes lo que cuesta eso tú?! - Dijo su padre

-¡Pero pá...! ¡Trabajaré pa pagarmelo, mecachies en la mar! ¡Má, diselo anda má! - Dijo una adolescente Matilde a un madre que no podía si no negar, aunque con algo menos de énfasis que su padre.

-Pá tiene razón hija, no nos dan los cobres para daros apenas de comer, no podemos mandarte al sur, perdónanos por favor. Este año han vuelto a subir los impuestos...

-Desde ca acabao la guerra no paran de subir los impuestos... ya lo decia Pathias, a quién se le ocurre encerrar a esos demoños en vez de pasarlos a cuchillo a todos...

La conversación degeneró en lo que muchas conversaciones degeneraban en esas épocas y años. Pero esas conversaciones no acabarían ahí, no.

Con el paso de los años, Matilde aceptó su lugar en el pueblo, y aunque siempre tuvo la espina de marcharse al sur, la realidad es que sus padres tenían razón. Debian cuidarse unos a otros, al fin y al cabo era lo único que tenían. 

Y así fue como la muchacha pasó a moza y la moza a mujer. Pá y Má se hicieron ya mayores y poco a poco trabajaban menos los campos y pasaban más tiempo en casa cuidando de los nietos o los bis nietos de los hermanos que se habían quedao en el pueblo, que eran mayoría. Matilde no fue de esas, y no porque no le insistieran, pero era ella feliz sacando las vacas a pastar por las madrugadas, tirandose en la hierba a ver las nubes, llevar el grano moler al Molino junto a la molinera, comer con la familia, leer los libros que podía comprar con lo poco que podía ahorrar a algún tranfullache ambulante, cenar con la familia, ir a la posada del pueblo a beber y reir, a veces con la molinera...

Una vida simple, como la de muchos otros campesinos, no podía quejarse.

O bueno, la verdad es que si, si podía quejarse. Como ella, muchos otros. La pobreza, las hambrunas, y la asfixia fiscal no habían hecho si no aumentar desde la segunda guerra, y las regiones del norte, las más agrícolas, habían sido las más afectadas por todo esto. Que a semejante espolio económico se sumasen una sucesión de heladas y otros problemas no hizo si no aumentar un descontento que no hizo si no fermentar hasta que se convirtió en una putridez tóxica.

Matilde los recordaba. Cuando venian al pueblo a hablar, normalmente de noche, luciendo harapos y tocados oscuros, que ocultaban sus rostros. Recordaba sus críticas a los nobles ricos, a los que se llenaban en el sur mientras ellos se morían de hambre. Recordaba como ella misma junto a su familia asentía a sus consignas, y les daba la razón. Recordaba como incluso tras que se marchasen, en el pueblo se seguía hablando de las ideas que habían traido: Un mundo más justo, donde todos fuesen iguales, donde el trabajo se valorase sin importar la posición del nacer, si no la disposición y la voluntad de cada uno. 

Al final, prometían lo que todos anhelaban: La libertad.

Recordaba también como varios del pueblo, incluida su hermana menor y su hermano menor, marcharon junto a otros jovenes y adultos del pueblo para no volver a verlos nunca. En su día deseaba pensar que habían encontrado la felicidad y la libertad que anhelaban.

Durante muchos años, sin embargo, cuando el corazón ya no le latía en el pecho, los maldeciría en sus pensamientos y en sus oraciones. Aunque al final, no podría si no llegar a aceptar que sus hermanos probablemente hubiesen encontrado la muerte bien intencionados, usados y despojados como meras muñecas de trapo, su voluntad quebrada y retorcida por aquellos carentes de respeto por la voluntad y libertad de los demás. No lloró por ellos, pues ya no podía llorar desde hacia casi una década. Pero incluso en su melancolía fruto de la nigromancia pudo notar su ánimo decaer, en aquello que ahora era el eco de la tristeza para ella.

Pero fue ahí donde aprendió. Donde empezó a escuchar: Cuando dejó que su odio fluyera. Cuando permitió que la duda y la negación la abandonasen: Cuando se abrió a la tenacidad, al respeto, y al poder. Cuando por fin aceptó, tras más de una década, lo que le había pasado, lo que le había pasado a todo el mundo a su alrededor.

 

Siempre recordará las palabras de aquel que en su día habló con ella durante meses, con la paciencia de aquel que choca contra un muro una y otra vez, sin desistir. Aquel que le ofrecería una nueva vida a aquella que no encontraba en su condición maldita nada más que tormento y lamento, más demasiado cobarde y de voluntad débil para hacer nada al respecto:

 

"El universo no es como un rompecabezas que uno pueda desmontar y volver a reorganizar para resolver sus secretos. Es una realidad cambiante e incierta que varía según reflexionas sobre su propia existencia, que muta por el mismo acto de ser observado. Una voluntad poderosa no es un renegado que disecciona el universo como un puzzle, examinándolo pieza por pieza y midiendo cada parte con precisión científica. Un renegado poderoso solo tiene que mirar el universo para cambiarlo."

 

2MXIau8.jpg?1

Editado por Galas
  • Like 2

Compartir este post


Enlace al mensaje

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Responder en este tema...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.

Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...