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Prototaip

[Historia] Rómulo Ruedachispa

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 Nombre del Personaje   Rómulo Ruedachispa  Peso 20 kilogramos
Raza Gnomo  Lugar de Nacimiento  Gnomeregan
Sexo Hombre Ocupación

 Buscavidas / Oportunista 

Edad 32 años Creencias Nada
Altura 70 centimetros Alineamiento Neutral Malvado

 

Descripción Física

Cabello castaño oscuro, rostro marcado con pequeñas arrugas y un cuerpo delgado y ligeramente débil a la media de los ya débiles gnomos, Rómulo se nota un gnomo que fácilmente de una patada lo puedes derrotar, pero eso lo compensa con su gran cabeza, resistente, o eso cree él, con una barba y bigote poblados y un peinado de medio corte, ni muy largo ni muy corto, con diversas marcas de quemaduras que se ha auto-infligido.

Lo que si que diferencia al resto de sus hermanos, es su nulo físico, si ya los gnomos son débiles, él lo es mucho más, afectado por una enfermedad degenerativa que él mismo desconoce, cree que es una maldición, haciendo que poco a poco cada día se sienta un poco más débil, pero tendrán que pasar años para que sea letal, eso si, la magia de fuego no hace más que empeorar su físico, con ello que desde que aprendió a usarla mínimamente, se ha acelerado.

Descripción Psíquica

Inestable, volátil, su actitud es similar a la magia que porta, apasionado, energético, egocéntrico, y depende de quién lo consideraría peligroso, ¿pero quién considera peligroso a un gnomo que de una patada puedes mandarlo al otro barrio? Seguramente nadie, y aprovecha su debilidad para asestar golpes de gracia a los confiados y desprevenidos, ya que realmente solo tiene una oportunidad muchas veces, si a la primera no lo consigue, está muerto.

Es frío, calculador, pero no por ello mala persona, o eso dice él, es más un aprovechado, sabe con quién juntarse, o eso cree, a quién respetar y a quién no, cuando traicionar, cuando servir, todo depende del momento, todo depende de la situación y de cómo le beneficie. Solo es eso, un oportunista, cuando ve una oportunidad, la abraza, conociendo sus debilidades y el cómo manejarlas, cómo actuar, teniendo un cerebro acelerado incluso para la media gnoma, siempre pensante.

Y lo que siempre odia es que lo vean cómo un inútil, un débil, ya que no lo es, es poderoso, lo sabe, pero reconoce cuando alguien mucho más fuerte que él se lo dice, callando, conociendo su lugar.

HISTORIA

Spoiler

—No sobrevivirá, Romila, le ocurre algo, ambos lo sabemos.

Dijo el padre, con los ojos llorosos observando el nacimiento de Rómulo, su físico marcado de lo débil que era, no parecía un gnomo capaz de aguantar dos semanas vivo.

—Yo... no, no puedo, aguantará, Amulo, estoy segura de qué lo hará.

Fueron las palabras de la madre cuando entre sus brazos observó a Rómulo, peleando solamente por respirar, algo le ocurrió en el parto, eso seguro, pero no supieron saber el qué, estaba enfermo, pero era una enfermedad extraña, no pudieron diagnosticar siquiera ellos, a lo qué simplemente pudieron rezar para ello, y en gran parte, funcionó.

Rómulo creció, si bien no tanto cómo un gnomo normal, lo hizo, sobrevivió a esas semanas que le dieron de vida, aunque fuese con un cuerpo que parecía un cadáver realmente, visto con malos ojos por muchos, incluso las lenguas dijeron que estaba maldito, quizás un ancestro gnomo fue maldito y le ha seguido Rómulo, nadie sabe con certeza, lo único que la infancia si bien no fue horrible, fue diferente, caía fácilmente enfermo, su cuerpo era frágil, débil, con una mala época temían que muriese por el simple frío que pudiese haber, aún viviendo en Gnomeregan, los padres eran muy paranoicos con todo lo que ocurría.

Pero lo que sí que notaron, era cómo aún a su corta edad, aprendía de forma muy acelerada, su cerebro asimilaba conceptos de una manera superior a la ya alta media de los inteligentes gnomos, en las clases era el que siempre parecía tener la respuesta, el que analizaba los problemas de forma demasiado robótica y que cuando se equivocaba parecía enfadarse de sobremanera, discutiendo siempre los resultados, saliendo una personalidad volátil y ligeramente egocéntrica con los resultados, siempre creyendo tener la razón, ya que su cabeza siempre se lo decía, siempre le decía que era lo correcto lo qué decía, pero evitaba confrontarse físicamente por obvias razones, no podía ganarlos, de ninguna manera.

A medida que fue desarrollándose y creciendo, viendo el potencial que poseía, decidió embarcarse en el viaje para ir a la torre arcana de Ventormenta, dónde se especializó en una magia que bien le agradaba desde bien pequeño, la piromancia. Era débil físicamente, no intimidaba, y eso le daba muchísima rabia, y más cuando estaba entre humanos, el que ellos creyesen que eran superiores a él, que incluso lo veían "mono", adorable, eso iba a cambiar, el fuego es poderoso y destructivo, y quién le cruzase un par de malas palabras, le abrasaría vivo hasta que suplicase perdón, odiaba sentirse débil, pero sabía que era lo que dejaba ver, era más débil que la media de sus hermanos, era increíblemente fácil incluso para un granjero con una pala derrotarle, pero él quería cambiar eso, verse poderoso, pero esa enfermedad, que él cree que es una maldición, no le dejaba ser, le estaba afligiendo, él lo notaba, tenía temporadas de fuertes mareos, enfermedades, que siempre se sanaba pero era horrible sentirlas.

Al tiempo buscó ayuda, a doctores, incluso sacerdotes, pero ellos decían que no estaba maldito, sino enfermo, aunque él nunca los creyó, era imposible, ¿una enfermedad que nadie conoce cómo sanar y no es una maldición? Patrañas, estaba maldito, lo sabían, pero no tenían la valentía de decírselo a la cara, ¿se creen que es débil y no podría aguantarlo? Todo lo contrario, él es fuerte, al menos de mente, y le daba mucha rabia que lo viesen todo lo contrario a lo que él creía.

Se torno paranoico, dejó la academia y todo, obsesionado con su enfermedad, estuvo tiempo en un doctor de Ventormenta que lo estaba investigando, incluso aprendió a como tratar heridos ligeros o incluso graves en según que situaciones, su cerebro podía asimilarlo todo, al menos lo que le interesaba, claramente. Pero nada funcionaba, y al tiempo, tuvo que retirarse también de ese doctor, agradeciéndole su ayuda, pero nada cambió.

También intentó hablar con los draenei, algún chamán martillosalvaje, pero nada le daba respuesta, ¿acaso era imposible salvarse? No, había... había un grupo que no había probado aún, y debía hacerlo, aunque las leyendas dijesen que solo traían muerte y destrucción... ¿quizás los brujos o nigromantes podían ayudarle? Si es una maldición, ellos son los expertos en aplicarlas, así que sabrán mejor que nadie el cómo sacarlas de los cuerpos mortales.

¿Cómo buscas un nigromante? No puedes simplemente salir y gritar por uno, en Ventormenta y Villadorada era imposible que hubiese uno, y menos interesado en hablar o similar, se le acababan las opciones, pasó un tiempo esperando una oportunidad de noticia de un nigromante para buscarlo, pero nunca apareció. Derrotado, no sabía que hacer, dónde ir, ¿dónde puede haber...? Puede ser: pensó. El sur, Ocaso, un lugar que fue arrasada Villaoscura por nigromantes, es un nido de bestias y muerte, pero era también la mejor opción que tenía en ese momento, y debido a su físico podría intentar pasar sin llamar la atención de los bandidos y demás bestias, y si moría en el intento, tampoco parecía importarle, sabiendo que su vida acabaría por culpa de la enfermedad en algún momento, y prefería morir en combate antes que en una cama agonizando.

Se aventuró, cuando pudo se unió a una caravana que iba al sur, si bien no a Ocaso, pasaban por un cruce que les dejaba cerca y aprovechó, aventurándose, todos los de la caravana observando al gnomo con sumo interés, pero él no quería saber nada de ellos, ya que ellos lo miraban incluso con pena, y eso le daba ganas de ... Un arranque de rabia por los susurros de los del carro hizo apretase su toga con ambas manos, pero su silencio fue sepulcral, recordaría sus rostros, llegando al cruce, y no sentiría pena cuando lo hiciese, solo tenía que buscar una cura y ser más poderoso, no un débil del cual sentir pena, y con ello, al bajar, se aventuró al sur, huyendo de esas miradas que había provocado a los curiosos del mismo, buscando desaparecer durante un tiempo también, y si tenía que morir, moriría.

 

Editado por Prototaip
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